Si bien existen diferencias entre ejemplares pertenecientes a una misma especie animal, en el caso de los seres humanos se advierte una variabilidad mucho mayor, incluso porque intervienen los aspectos culturales que conforman las diversas personalidades. La amplia variabilidad genera una desigualdad natural que da lugar a conflictos sociales que afectan a distintos pueblos y en distintas épocas.
Aún cuando, de alguna forma, se busque igualar el "punto de partida", ya sea económico, social o educativo, al cabo de los años aparecen las inevitables desigualdades que se quiso "corregir". Esta parece ser una lucha vana por cuanto están involucrados aspectos biológicos que van más allá de las posibles decisiones humanas.
Adviértanse las desigualdades entre hermanos, que comparten atributos genéticos y culturales impartidos por el ambiente familiar. Si bien comparten algunas características personales, en la mayoría de los casos presentan diferencias notables entre sus respectivas personalidades. Christian de Duve escribió: "En su forma radical, el conflicto se centraba en dos absolutos opuestos: «determinismo genético» -el comportamiento es completamente innato- y el «determinismo ambiental» -el medio tiene un poder ilimitado para moldear el comportamiento-".
"El primero corresponde a la doctrina (darwinismo social) más vigorosamente defendida por el filósofo inglés del siglo XIX Herbert Spencer, que dice que las desigualdades sociales son producto de la selección natural, y que por lo tanto deben ser aceptadas e inevitables como lo ha ordenado la naturaleza. El último apoya el enfoque marxista que dice que el comportamiento humano es casi infinitamente maleable, y sólo requiere de las medidas políticas, sociales, educativas y económicas apropiadas para que se establezca una sociedad igualitaria y justa. Aun los más radicales entre los oponentes, han llegado a aceptar que la verdad se encuentra en algún lugar intermedio entre estos dos extremos. Ahora es asunto de proporciones. ¿Cuánto por cuenta de la naturaleza? ¿Cuánto por la de la crianza?”.
“La respuesta se puede encontrar en los impactos relativos de la evolución biológica y cultural sobre el comportamiento humano”. “Debemos tener en cuenta la imponente importancia de la evolución cultural y su capacidad para alterar el curso de la evolución biológica. La historia pasada y la presente diversidad de las estructuras sociales, refuerzan la conclusión de que los genes humanos prescriben pocas reglas del comportamiento social. El más específicamente humano de nuestros genes abrió el camino a la innovación, la comunicación, la intencionalidad y la libre elección, contribuyendo así a liberar las poblaciones humanas de la camisa de fuerza social impuesta por la selección natural. Si esta liberación será o no explotada con sabiduría, está aún por verse. La manera cómo utilicemos nuestra libertad evolutivamente adquirida, resulta crucial para el futuro de nuestra especie y la mayor parte del resto de mundo viviente” (De “Polvo vital”-Editorial Norma SA-Bogotá 1999).
Entre las soluciones propuestas, que apuntan a eliminar las desigualdades económicas, surge la eliminación de la propiedad privada, lo que conduce a una evidente falta de libertad. Sin embargo, si nos ubicamos imaginariamente en la postura de alguien materialista, convencido que la felicidad depende principalmente de los bienes materiales, adherirá a tal eliminación por cuanto posiblemente esté dominado mentalmente por la envidia.
La desigualdad económica, sin embargo, no afectará a la persona cuyos valores prioritarios son los emocionales o los intelectuales, ya que no tendrá la predisposición a sentir envidia por aquellos que tienen mayores bienes materiales. De ahí que la "solución" para las desigualdades económicas provendrá principalmente de la adopción de una escala de valores que no priorice lo material.
En épocas de crisis moral y social, predominan los valores materiales y los hábiles ideólogos promueven el odio, basado en la envidia, en la búsqueda de sistemas de tipo socialista, que en caso de establecerlos, empeorarán las cosas y muy pronto surgirán nuevamente las desigualdades económicas, como sucede en todo sistema socialista.
Finalmente se sugiere reproducir en youtube una charla sobre estos temas. Se ubica en el buscador interno escribiendo: "¿Por qué sigue vivo el comunismo? Sábados culturales" de Fernando Villegas.
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