martes, 29 de octubre de 2019

Líderes con vocación "deportiva" vs. Líderes con capacidad

En todo grupo, y en toda sociedad, surgen líderes que tienden a tomar decisiones por los demás o bien a influir sobre las decisiones a tomar por el grupo. Entre las características de las diferentes formas de liderazgo, es conveniente mencionar la más evidente, y es la autenticidad asociada al liderazgo, ya que existen casos extremos como el del líder con poca capacidad para la gestión, que busca estar siempre en el lugar más alto, como si se tratara de un deportista que trata de llegar siempre al podio de los vencedores.

En oposición a esta tipología psicológica aparece la del líder natural, que no busca estar en el primer lugar como objetivo personal principal, sino que trata de influir sobre el grupo aportando sus conocimientos y su capacidad. En toda crisis social, aparece el líder "deportivo" usurpando el lugar que debiera corresponderle al más capacitado. Los líderes políticos, por lo general, están motivados por objetivos de tipo deportivo mientras poco o nada se interesan por el bienestar o la seguridad de sus dirigidos.

No sólo es culpable de tal usurpación el líder egoísta, sino también quienes no se capacitan suficientemente, o bien quienes carecen de seguridad en sí mismos, por lo que ceden su lugar a los irresponsables y la sociedad tiende a ser gobernada por el que tiene mayor predisposición a imponer sus ideas, aun cuando tales ideas sean negativas.

El líder "deportivo" es el típico "cabeza de ratón", que busca tener personas bajo su mando, o bajo su nivel, en cualquier circunstancia. No soporta estar bajo la dirección de otros, aunque se trate de líderes auténticos. Por el contrario, el líder capacitado tiende a identificarse con la "cola de león", es decir, se preocupa por cosas importantes sin competir por llegar al primer lugar del podio.

El fenómeno social conocido como la "rebelión de las masas", es descripto por José Ortega y Gasset como una insubordinación del hombre-masa que niega aceptar instancias superiores y busca usurpar lugares que deberían ser ocupados por gente capacitada.

Desde este punto de vista, es posible sintetizar el proceso de la evolución cultural, si bien los avances y retrocesos nos ubican lejos del ideal a alcanzar. Las distintas etapas, que coexisten en la actualidad, serían las siguientes:

a) Gobierno del hombre sobre el hombre.
b) Gobierno de la ley humana sobre el hombre.
c) Gobierno de la ley natural sobre el hombre.

Mientras que el liberalismo promueve el paso de la primera a la segunda etapa, el cristianismo promueve el paso de la segunda a la tercera etapa. Guglielmo Ferrero escribió: "El poder, como el arma, es, en su origen, una defensa contra los dos más grandes pavores de la humanidad: la anarquía y la guerra. Y surge, al mismo tiempo, del miedo universal y de la doble raza: los amos y los siervos -si se me permite emplear la fórmula preferida por una maligna filosofía, de moda desde hace medio siglo-, que dividen a la humanidad".

"La mayoría de los hombres está integrada por seres tímidos, modestos, pasivos, que constituyen la materia plástica del poder, porque han nacido para obedecer. La raza de los amos es una minoría que posee una más intensa fuerza vital: los ambiciosos, los activos, los imperiosos que tienen necesidad de afirmar su superioridad por medio de la acción o el pensamiento. El ímpetu de la superioridad es, a menudo, tan poderoso en esa clase de hombres, que los lanza contra los más peligrosos obstáculos a la inevitable alternativa: quebrarse o quebrarlos".

"Si uno ha de creer a un traductor solitario que, a principios del siglo XIX, intentó comprender los textos sagrados en su fuente primitiva y más pura, las dos razas de hombres estarían representadas en el capítulo cuarto del Génesis, por los dos grandes personajes mitológicos que se llaman Caín y Abel".

"Caín sería un hombre simbólico, en el cual la raíz manifestaría de una manera más general todo lo que es denso, comprimido, activo, absorbente y aplicado a la naturaleza humana; lo que es fuerte, pujante, rígido, vehemente; lo que es central, que aglomera, se apropia, captura, comprende y se asimila a sí mismo. El nombre de Abel sería extraído de una raíz que significaría, en el orden físico, lo que es dilatado, ordenado, mudo e inconsistente; en el orden moral, la debilidad, la dulzura y la pasividad. Caín representa a los hombres destinados a mandar, Abel a los hombres destinados a obedecer".

"Todos los poderes se han sentido y se sienten precarios en la misma medida en que se ven obligados a emplear la fuerza para imponerse. La única autoridad que no siente el miedo es aquella que nace del amor: por ejemplo, la autoridad paternal. Para que entre el hombre y el poder no exista esa doble analogía de miedo recíproco, sería necesario que el poder fuese reconocido y obedecido con plena y perfecta libertad, por respeto y por sincero amor. En el momento en que aparecen las amenazas y sus rigores, nace el miedo. Los hombres tienen miedo del poder que los castiga; el poder tiene miedo a los hombres, que pueden levantarse en rebelión" (De "El poder"-Editora Inter-Americana-Buenos Aires 1943).

Mientras que la persona sensata vive permanentemente tratando de reducir sus defectos personales, el ególatra vive tratando de mostrar sus virtudes en una permanente competencia con los demás. Del egocentrismo a la propuesta del culto a la personalidad propia, existe un solo paso, siendo éste el caso de los políticos populistas y totalitarios. En épocas en que predomina el relativismo moral, la comparación con "lo que debemos ser" y la competencia con uno mismo, tienden a ser limitadas, prevaleciendo la comparación con los demás.

El nivel de felicidad que hemos de lograr, depende bastante de nuestra actitud respecto de cada uno de nosotros mismos como respecto de los demás, lo que, por cierto, no ha de constituir una novedad. "Es evidente que nuestro bienestar psicológico está muy ligado a la percepción de nosotros mismos. La valoración reflejada, la comparación social y la autoatribución influyen en la forma en que nos sentimos con nosotros. Ejercen un efecto directo sea que nos evaluemos en forma positiva o negativa y si nos sentimos a gusto o no con la persona que somos. Pero más allá de las repercusiones directas de la autoestima, los procesos de autopercepción cumplen una función importante como causas de depresión, ansiedad y sentimientos de desamparo" (De "Psicología Social" de Stephen Worchel y otros-Internacional Thomson Editores SA de CV-México 2002).

sábado, 26 de octubre de 2019

La batalla cultural

Por Horacio Rivara

Durante la Primera Guerra Mundial, 100.000 judíos combatieron en el Ejército Alemán; 12.000 murieron y 31.000 recibieron la condecoración de la Cruz de Hierro.

Sin embargo el relato que comenzó al finalizar la guerra decía que los judíos "se habían beneficiado con el conflicto y no habían combatido". Especialmente los políticos extremistas y los medios "políticamente correctos" repetían que no había pilotos judíos porque eran cobardes, y volar era muy peligroso.

Felix Thurbader, indignado, escribió en 1918 un libro sobre la historia de los 100 pilotos judíos que combatieron; un porcentaje enorme, ya que las fuerzas aéreas eran muy pequeñas.

Wilhelm Frankl fue el más exitoso de ellos, logró 20 derribos y fue condecorado, al igual que su compañero Hermann Göring, con la extraordinaria medalla Pour le Mérité.

Pero incluso antes de asociarse con Hitler, toda Alemania conocía y celebraba a Göring, muy pocos a Frankl. El libro sobre los pilotos judíos vendió 100 ejemplares en 10 años.

Mucho antes de perder la batalla de las calles contra los nazis, los judios, los demócratas y liberales en general, habían perdido la batalla cultural. El libro Tempestades de Acero, de Jünger, una excelente obra, pero glorificadora de la guerra, vendió 680.000 ejemplares.

Los judíos pensaron que no valía la pena ponerse a discutir con esos brutos, si era tan claro que era todo una mentira. Pues las poblaciones están más que dispuestas a consumir mentiras mientras quienes las digan lo hagan con energía y convicción, y les den una excusa para culpar a alguien de la silenciosa desesperación de sus vidas.

Durante años los demócratas y liberales rehusaron discutir con los izquierdistas, pues era tan claro que el comunismo había fracasado en todos lados, generando hambrunas y asesinatos. Pués no dimos la batalla cultural, los izquierdistas fueron copando la educación, el 85% de los docentes son de izquierdas, el periodismo, las editoriales, la cultura. Sus autores son publicitados y venden de a millones.

Pese a ser la ideología más criminal de la historia de la humanidad, goza de un aura de virtud, de generosidad. Chávez y Maduro pudieron destruir a un rico país y provocar el éxodo más grande de occidente gracias a que antes la izquierda ganó la batalla cultural. Las salas de torturas del Chavismo tienen a millones de cómplices en toda América Latina y Europa. Cada docente de escuela o universidad que defiende al chavismo y hace proselitismo buscando lavar la mente de sus alumnos, es su cómplice.

Hoy la izquierda sale a destruir y a quemar todo país que intente alejarse de su prédica. Pero las batallas que hoy libra la Constitución y la República contra los terroristas izquierdistas en Santiago, en Ecuador, en Perú, se debe ganar antes, en la cultura. Y vamos a darla, porque hasta entonces viviremos en libertad condicional.

miércoles, 23 de octubre de 2019

¿Liberalismo sin cristianismo?

Si un docente de física imparte conocimientos acerca de la teoría de la relatividad, sin apenas nombrar a Albert Einstein, incurre en la injusticia de negar prioridades científicas, que es una de las mayores motivaciones del investigador. Si bien en épocas de Internet muy pronto se advertirá su omisión, podrá salir del paso hablando de H. Poincaré, H. Lorentz, H. Minkowski, D. Hilbert y otros científicos que hicieron aportes valiosos a dicha teoría.

La situación descripta es similar a la mantenida por algunos ideólogos liberales que ignoran abiertamente los aportes realizados por el cristianismo en favor de la libertad individual. La idea básica de tal libertad implica la no dependencia del ser humano respecto de la voluntad de sus semejantes, es decir, se promueve la abolición de toda forma de esclavitud mental o material surgida de la desigualdad entre individuos. Por ello establece la idea del Reino de Dios, o gobierno de Dios a través de la ley natural, en lugar de los diversos gobiernos del hombre sobre el hombre que desde siempre han existido.

Con el "amarás al prójimo como a ti mismo", sugiriendo compartir las penas y las alegrías ajenas como propias, promueve la igualdad esencial que debería reinar entre distintos individuos. Luego, tal igualdad impedirá la desigualdad por la cual el hombre "superior" ordena o dirige la vida del hombre "inferior". Mediante tal mandamiento logra, simultáneamente, la igualdad y la libertad. Pedro Ancarola escribió: "El cristianismo fue el primer movimiento histórico que exaltó la afirmación del espíritu libre. Su lucha, fue la lucha del alma contra la esclavitud al mal, a la enfermedad y a la muerte. El mesías judío es un libertador, más que un profeta; es un revolucionario pacífico, más que un asceta iluminado...".

"No existe otra religión que levante la bandera de la libertad como lo hiciera el cristianismo en todas las esferas de su existencia, o que centrara al hombre en el propio centro del universo, como persona soberana, única, irreiterable e inmortal. Es el cristianismo la fuente del verdadero humanismo personalista y del auténtico liberalismo histórico. Sin la doctrina de Cristo, difundida durante siglos por muchas vías diversas, el liberalismo universal laico no podría ser lo que hoy es, ni lo que fue desde su nacimiento en la conciencia adulta del hombre moderno".

"Los antiguos no conocieron la persona libre, el espíritu libre del hombre. Para que el hijo de Adán dejara de ser esclavo, tuvo que consumarse en el Gólgota la tragedia de la cruz. Y de ese árbol trágico, de su rama más débil, brotó el fruto inquebrantable del liberalismo integral" (De "Liberalismo nacional"-Ediciones Corregidor-Buenos Aires 1989).

En el subconsciente, o en la memoria, de todo individuo, coexisten infinidad de recuerdos que influyen en la conformación de su personalidad. También en el subconsciente de los pueblos coexisten ideas y creencias que con el tiempo promoverán sus respectivas idiosincracias. Quizá sea por esta razón que el liberalismo moderno surge con mayor preeminencia en los pueblos históricamente cristianos.

Es oportuno mencionar la influencia que las creencias religiosas tienen a veces en la sanción de leyes. Harold J. Berman escribió: "Es imposible comprender el carácter revolucionario de la tradición jurídica occidental sin explorar su dimensión religiosa. Se ha dicho que las metáforas de anteayer son las analogías de ayer y los conceptos de hoy. Así, las metáforas jurídicas del siglo XI fueron las analogías jurídicas del XII y los conceptos legales del XIII".

"Un ejemplo extravagante puede arrojar luz sobre las paradojas de una tradición jurídica que ha perdido contacto con sus fuentes teológicas. Si un hombre cuerdo queda convicto de asesinato y es sentenciado a muerte, pero antes de cumplida la sentencia se vuelve loco, su ejecución será aplazada hasta que recobre la cordura. En términos generales, ésta es la ley en los países occidentales y también en muchos no occidentales. ¿Por qué? La respuesta histórica, en Occidente, es que si se ejecuta a un hombre mientras está fuera de sí no tendrá la oportunidad de confesar libremente sus pecados y recibir el sacramento de la sagrada comunión. Se le deberá permitir que recupere la razón antes de que muera, para que su alma no sea condenada al fuego eterno, sino que en cambio pueda expiar sus pecados en el purgatorio y por último, el día del Juicio Final, entrar en el Reino de los Cielos. Pero, donde no se cree nada de esto, ¿para qué conservar vivo al demente hasta que se recupere, y entonces matarlo?" (De "La formación de la tradición jurídica de Occidente"-Fondo de Cultura Económica-México 1996).

En cuanto a las ideas de libertad individual, Ancarola agrega: "Con el correr de los años, el liberalismo filosófico y político comienza a presentarse al mundo como una religión ortodoxa en sí mismo, fundado en el dogma supremo de la Libertad con mayúscula. Hasta los más racionalistas y positivistas, incurren en el pecado de un dogmatismo al revés, encumbrando a la diosa razón en los templos helados del laicismo militante".

"Sin embargo, falta en Occidente la fórmula católico-liberal, y este déficit se hace notar en los países sumisos a Roma. El retraso amenaza con paralizar a la cristiandad ortodoxa y aguerrida. ¿Puede concebirse una fórmula católico-liberal? Sin duda, aunque mal les pese a quienes condenan al liberalismo como pecado".

"Los norteamericanos plasman su liberalismo en la normatividad jurídica, los franceses en los principios políticos, los alemanes en los postulados filosóficos y los ingleses en las leyes económicas. Cada uno, a su manera, había traducido la Reforma al lenguaje prosaico del Estado temporal. Es el protestantismo, en sus más diversas capillas, quien lleva adelante la transformación de las estructuras que apuntalan a las jóvenes repúblicas".

Mientras que Cristo aduce ser el hijo de Dios, sus seguidores lo consideran como "Dios hecho hombre". Quienes rechazan esta posibilidad, tienden a rechazar todo el cristianismo como algo falso y sin sentido. Por otra parte, Isaac Newton tenía ideas sobre religión algo extrañas al pensamiento científico. Sin embargo, se aceptan sus aportes científicos por ser compatibles con las leyes naturales, mientras que se rechazan las prédicas cristianas a pesar de la respectiva compatibilidad. John Maynard Keynes escribió sobre Newton: "¿Por qué se le llamó un brujo? Porque consideraba todo el universo y todo lo que hay en él como un acertijo, como un secreto que podía ser leído aplicando el pensamiento puro a cierta evidencia, a ciertas místicas que Dios había puesto por el mundo para permitir que una especie de tesoro del filósofo fuera descubierto por la humanidad esotérica".

"Creía que estas claves debían encontrarse, en parte, en la evidencia de los cielos y en la constitución de los elementos (y esto es lo que da la idea falsa de que era un filósofo natural experimental), pero en parte también en ciertos escritos y tradiciones transmitidas por los hermanos de una cadena continua, que se remontaba hasta la revelación críptica original de Babilonia. Consideraba al universo como un criptograma puesto por el Omnipotente -de la misma manera que él ocultó en un criptograma los descubrimientos del cálculo cuando se comunicó con Leibniz-. Creía que el velo se descorrería para el iniciado por medio del pensamiento puro, de la concentración mental" (De "El mundo de las matemáticas" Tomo 1-James R. Newman-Ediciones Grijalbo SA-Barcelona 1968).

Supongamos que exista una sociedad en la cual predomina netamente la predisposición a "amar al prójimo como a uno mismo". En ese caso, se tiene una sociedad ideal, que es muy distinta a una sociedad utópica, ya que la sociedad ideal constituye una optimización, o perfeccionamiento, de la sociedad real, mientras que la utópica implica una deformación de la sociedad real.

En una sociedad ideal, y desde el punto de vista económico, se advierte que la persona A intercambia bienes o servicios con la persona B, beneficiándose ambas. Además:

A intercambia también con C, D, E, F, etc.
B intercambia también con C, D, E, F, etc.

Ello implica que seres humanos libres conforman espontáneamente una "economía de mercado" que constituye un proceso autorregulado. Toda diferencia entre una economía de mercado plena, y competitiva, y una economía real, es la misma diferencia existente entre la sociedad de cooperación social ideal (que cumple con la ética cristiana) y la sociedad real que no la cumple (o que ni siquiera lo intenta).

Debido a que, en toda sociedad real, existen resabios de egoísmo (tendencia a beneficiarse unilateralmente), se advierte que los egoísmos en competencia tienden a neutralizarse hasta llegar a niveles normales. Este egoísmo se advertiría en el caso del productor que pretende elevar los precios de su mercancía exageradamente, o bien reducir los salarios de sus empleados. Justamente, esto es lo que ocurre en las economías en las que no existe un mercado competitivo, esencialmente por la negligencia generalizada que conduce a la insuficiencia de empresarios.

Por estas razones, puede decirse que la ética cristiana es una facilitadora de la economía de mercado, además de todas las ventajas que ofrece a quienes la adoptan para su cotidiana convivencia familiar y social. Muchos son, sin embargo, los que descreen de la sociedad ideal mencionada. Y ello se debe principalmente a la tergiversación del mensaje cristiano, ya que se lo asocia a la sugerencia de "hacer el bien hasta que duela".

Si ayudar a alguien provoca dolor, quien lo siente seguramente ha de ser alguien carente de empatía, ya que la persona normal se sentirá feliz por hacerlo. El altruismo, justamente, surge cuando no existe el amor, y tiende a limitarse en el tiempo. Por el contrario, suponiendo que alguna vez el ser humano asociará la felicidad a la empatía emocional, es de esperar que alguna vez llegará a esa sociedad ideal. Es por ello que Sócrates asociaba la virtud al conocimiento y los defectos morales a la ignorancia.

domingo, 20 de octubre de 2019

Desde la antigua Roma a la Argentina actual, la historia se repite

La naturaleza humana, tal como se fue formando durante el proceso evolutivo, no ha cambiando esencialmente desde hace miles de años. De ahí que, para bien o para mal, algunos procesos sociales se repiten. La historia de la humanidad es una valiosa fuente de ejemplos que debemos tener siempre presente para no volver a repetir los fracasos anteriores, por lo que se dijo que "los pueblos que olvidan el pasado, están condenados a repetirlo".

La severa decadencia que sufre la Argentina actual puede sintetizarse en la existencia de una crisis moral en la cual se destacan los políticos populistas que, hablando siempre en nombre de los pobres, sólo buscan el poder personal con cierto "espíritu deportivo". Para disponer de una imagen fidedigna de lo que nos acontece, podemos mencionar una descripción de lo que sucedía hace unos 2.000 años atrás; época de los inicios de la Roma imperial.

La redistribución de la riqueza, desde el sector productivo a los sectores parasitarios, entendida como "justicia social", fue la causante principal del debilitamiento de la sociedad romana tanto como de la sociedad argentina. Los gobernantes romanos, como en el caso del propio Perón, se encargaron de llevar gente del campo a la ciudad para disponer de mayor apoyo para futuras ocasiones electorales. Roberto Aizcorbe escribió al respecto: "Las «grandes mayorías populares» eran la contraparte de los demagogos que habían contribuido a introducirlas en el recinto de la ciudad. Sin ninguna urgencia material, porque no trabajaban, sus integrantes vivían de las distribuciones gratuitas de trigo y aceite, luego de vino y hasta se hicieron conceder por Agrippa un servicio mensual libre de peluquero, en el 33 AC".

"En efecto, la «anona», vale decir el diezmo de la cosecha de trigo de Sicilia se repartía sin cargo en las clases bajas, con el pretexto de evitar así posibles sublevaciones. Algo para comprender que el aguinaldo, o los aumentos masivos de salarios no son recursos modernos. «Las distribuciones de granos eran -juzga Mommsen- una invitación al proletariado hambriento y que no quería trabajar para que se quedase en la ciudad. La mala semilla traería malos frutos...»".

"En efecto, el próximo paso fue el jubileo, es decir la abolición de las deudas exigida por la plebe y también por los señoritos empeñados por derrochones, que los demagogos practicaron en momentos de auge bajo distintos sistemas: remisión de alquileres, pago a valores superados por la inflación. Y claro está, el reparto de tierras, que a veces tenía efectos contraproducentes para la propia tendencia populista: en el año 32 AC, en tren de hacerle la guerra a Antonio, el mismísimo Octavio tuvo dificultades para enrolar a los veteranos convertidos por él en propietarios rurales, del mismo modo que las tuvo el Che Guevara con los campesinos reformados por Paz Estenssoro en el llano de Bolivia, los cuales condujeron al Ejército a darle caza y muerte".

"Es que no hay nada tan conservador como un anarquista súbitamente enriquecido. El propio Octavio había entrado en Roma en el 44 AC, sólo después de repartir entre el pueblo la herencia de César, para hacerse simpático. Y fue él quien, un año más tarde, para reunir fondos con qué ir contra Casio, empleó la más terrible de las tácticas populistas: la confiscación de más de dos mil grandes fortunas, y el asesinato de casi 300 senadores, entre ellos Cicerón a quien Octavio llamaba «mi padre». Entonces, los esclavos que denunciaron a sus amos y el escondrijo de sus bienes fueron recompensados con la libertad y una parte de la fortuna. Hubo mares de sangre, suicidios y expatriaciones" (De "Revolución y decadencia"-Editorial Occitania-Buenos Aires 1977).

En la actual Argentina, del 2019, los candidatos con posibilidades presidenciales, ni siquiera mencionan una posible reducción del derroche de recursos públicos, que es el origen económico de la inflación y de la decadencia nacional. Hablan todo el tiempo de los pobres mientras que cada senador argentino, con sus asesores, le cuesta al pueblo diez veces más que un senador en España. Aizcorbe agrega: "Desde luego, el terror es el último de los mecanismos revolucionarios, pero para que se produzca debe haber una crisis previa, cuyo motor primero es la inflación. Y la inflación estuvo presente a todo lo largo de la decadencia romana, hasta el punto que un historiador del calibre de Rostovtzeff le atribuye la caída del Imperio. El aumento de los precios se debió en un caso a la afluencia excesiva de metales a causa de guerras exitosas, en otras a la caída drástica de las cosechas por culpa de la rebelión agraria o del bloqueo causado por otras guerras. Hasta que los gobernantes concibieron la fatal idea de regular las crisis interviniendo sobre el contenido metálico de cada moneda".

"Ocurrió que los demagogos idearon entonces poner fin a la controversia por medio de un gran acuerdo entre los jefes, del cual surgió el triunvirato de Craso, César y Pompeyo. De paso consagraban una vieja aspiración de la plebe: la democracia directa, que evitaba la discusión en el Senado al iniciarse de las leyes. Luego ¿qué senador se atrevería a objetar una medida tomada por los demagogos en un plesbiscito por aclamación? Todo esto, además, placía por entonces a los intelectuales, quienes veían que el ocaso de la democracia patriarcal copiaba, en sus nuevas formas, muchas de las utopías griegas".

La identidad entre patrimonio público y privado, no fue una invención del peronismo o del kirchnerismo, ya que viene de mucho antes. El citado autor escribe al respecto: "La consagración del demagogo no adoleció de los detalles que ya se deben considerar usuales en estos casos. En verdad, en el año 49 AC César avanzó sobre Roma para buscar por última vez el consulado, porque temía que si bajaba al llano se lo juzgase por los latrocinios cometidos por él en Galia. Pero al salir triunfador contra Pompeyo, en Farsalia, y luego, al entrar a Roma, lo primero que hizo fue apoderarse del tesoro público: por primera vez la hacienda romana se identificaba con la de su gobernante. César fundó prensa adicta: un «boletín oficial» escrito sobre las paredes de Roma. Y practicó sin ambajes el «culto de la personalidad»: en el año 44 AC se hizo coronar como monarca asiático, y a poco de su muerte comenzó sobre sus cenizas un culto supersticioso, por parte de las comunidades orientales residentes en Roma, que lo declararon divino".

Los soldados romanos, al participar en la distribución del saqueo ejercido durante las conquistas militares, se fueron convirtiendo en simples mercenarios. "Con el tiempo, al comprometerse Roma en empresas continentales surgió el soldado de fortuna, casi un mercenario que pasaba buena parte de su vida bajo las armas, a la espera de una porción gruesa del botín, o de un oportuno reparto de tierras que lo convirtiese en hacendado. De este modo, las legiones tendieron a obedecer más a un general con talento que al Senado. El ciudadano y el soldado, se divorciaban. Por fin, cuando César comenzó a llamar «¡Compañeros...!» a sus soldados, y a compartir las francachelas de éstos, que lo llamaban «el adúltero calvo», entonces toda la disciplina se derrumbó. Ese ejército distaba un paso del que provocó, doscientos cincuenta años luego, el consejo de Septimio Severo a su hijo: «Contenta a los soldados y búrlate de lo demás...»".

Mientras persista el egoísmo de quienes pretenden vivir a costa del trabajo ajeno, ya sea que se trate del hombre-masa o del político populista que favorece tal situación, las cosas no cambiarán demasiado, ya que incluso se llega a creer que el egoísta es el productor que se opone a satisfacer a los sectores parasitarios antes mencionados. Mientras el ser humano persista en su actitud de desconocer las leyes naturales que nos rigen, incluyendo la posibilidad de hacer todo lo contrario a lo que aparentemente nos imponen, de una u otra forma tal predisposición se traducirá en alguna forma de sufrimiento. En la época romana, Marco Tulio Cicerón advertía: "El universo entero está sometido a un solo amo, a un solo rey supremo, al Dios todopoderoso que ha concebido, meditado y sancionado esta ley (la ley natural). Desconocerla es huirse a sí mismo, renegar de su naturaleza y por ello mismo padecer los castigos más crueles aunque escapara a los suplicios impuestos por los hombres".

viernes, 18 de octubre de 2019

Vladimir Putin contra la ideología de género

Se transcribe a continuación un discurso brindado por el político ruso en 2017.

Vladimir Putin expresó:

El día de hoy estoy cansado. Cansado de todo. Quiero dirigirme a los líderes del mundo. ¿Qué ocurre con ustedes? ¿Qué plan diabólico traman?

Ustedes están, deliberadamente, intentando reducir la población y lo hacen a costa de vidas inocentes de mentes frágiles, que creen en su corrección política.

Padres, madres, hijos. ¿Qué clase de monstruo convence a una familia de mutilar genitales de su hijo porque éste un día se siente niña? Sabiendo perfectamente que un niño no tiene su identidad siquiera formada.

¿Qué clase de bestia malvada convence a un país de Occidente de abrir las puertas al terrorismo del Estado Islámico? Lavando el cerebro de las personas con nefastos sistemas mediáticos poderosos que mientes descaradamente.

Ustedes están dando vuelta los valores de la cultura occidental. Uno a uno. Intencionalmente. Ustedes están dejando que el terrorismo se lleve vidas inocentes.

Ustedes mismos atacaron su propia cultura y valores a consciencia. Han querido destruir la cristiandad sabiendo que al otro lado venían otros a imponer el Islam mediante la violencia y el terror. Lo sabían y dejaron que esto ocurriera. Ahora, por las víctimas del terrorismo pido que hagamos un minuto de silencio.......

Poderosos del mundo, estoy al tanto de sus diabólicos planes para reducir la población del planeta, desde abrirles las puertas y barreras a grupos terroristas hasta un deliberado intento de homosexualizar la población.

Vine hoy aquí a exponer cómo y por qué lo hacen. Han sido lo suficientemente malvados para aprovecharse de los débiles, de los oprimidos. Tomaron por las astas a los jóvenes y llenaron sus mentes de basura. Naturalizaron el cambio quirúrgico de sexo.

El alcalde de la ciudad de Manchester naturalizó el terrorismo islámico. Tras un atentado dijo que los ataques terroristas son parte natural de vivir en una gran ciudad. Increíble. Si usted piensa que su pueblo debe acostumbrarse a ser masacrado renuncie a su cargo.

Y lo que están haciendo con la comunidad homosexual, Dios, se están aprovechando de una parte de la sociedad que ha sido eternamente oprimida, y a sabiendas de que sufren trastornos y disforías para hacerles creer que ellos son el orden natural y que todo aquel que no acepte esta premisa es un malvado y un fóbico trastornado que los odia sin mesura.

La homosexualización a través de falsos y alterados estudios que mes a mes informan que la heterosexualidad no existe, artículos sobre supuestos modos en los que los heterosexuales tenemos sexo entre hombres y que la heterosexualidad no es más que una construcción social.

Pues yo les digo hoy que esas son patrañas. Mentiras premeditadas con la finalidad de reducir la población mundial de a poco. Porque ustedes saben bien que una sociedad homosexual no podrá reproducirse.

Los islámicos nos masacran. Ustedes bombardean a los islámicos y la sociedad no se reproduce, el resultado es el que ustedes esperan, una eficaz reducción poblacional.

Pero esto no termina aquí. También impulsan el odio entre hombres y mujeres. Han destrozado el movimiento feminista para convertirlo en una guerra entre seres biológicamente aptos. Hombres y mujeres.

Si hombres y mujeres se aborrecen entre ellos, las chances de que se reproduzcan se esfuman por completo. Este plan monstruoso está acompañado de una filosofía neomarxista y la mente débil de los jóvenes, jóvenes que han comprado discursos predigeridos.

Muchachos y muchachas que se niegan a pensar por sí mismos, lavaron sus cerebros y llenaron sus mentes con ideas absurdas. Los idiotizaron por completo. Los tienen abogando por leyes yihadistas, los tienen absolutamente convencidos de que la mutilación de genitales no conlleva a un trastorno de identidad sexual.

Lograron convencerlos de que el enemigo es la familia tradicional, es decir, la que se reproduce. Pero hoy, la historia les demostrará a ustedes, gobernantes, que el sentido común es más fuerte.

Exigimos que den marcha atrás con su plan. Hoy me paro aquí pacíficamente suplicando que ya dejen en paz las mentes de los jóvenes y los oprimidos, pero pisando con el pie firme y demostrando que estoy al tanto de sus planes.

Sus políticas han de cambiar urgentemente. Sus medios deberán comenzar a decir la verdad. Dejen de intentar confundir deliberadamente a los jóvenes respecto de su intimidad. Meterse en la vida sexual de una persona saludable es un acto despreciable y repugnante.

Exigirle a todo un pueblo que se acostumbre a ser masacrado por inmigrantes radicales es un acto cobarde y deleznable. Enfrentar a hombres y mujeres bajo la bandera del feminismo, canallas, es una de las cosas más lamentables que he visto en mi vida política.

América y Europa, si no ponen fin a sus planes, deberán enfrentarse no sólo a la ira de Dios, sino también a la mía. Retrocedan con su plan.

Dios y patria, o muerte.

¡Viva!

(Puede encontrarse el video respectivo en https://www.youtube.com/watch?v=o2U_WlLjkrI)

lunes, 14 de octubre de 2019

Necesidades, valores y prioridades

Los seres humanos tenemos necesidades básicas, como es el caso de los alimentos, si deseamos mantenernos vivos. De ahí que asignemos valor a todo lo que permite satisfacerlas. Como, además, tenemos necesidades de tipo personal o afectivo, junto a las apetencias materiales, surge también en cada persona una escala de valores, o de prioridades, especialmente cuando advertimos la escasez de nuestros medios de compra o la escasez de bienes.

Mientras que los bienes útiles y escasos, y sus intercambios, constituyen el objeto de estudio de los economistas, al existir valores de tipo espiritual, agregados a aquéllos, juntos constituyen el objeto de estudio de los psicólogos. Wilhelm Röpke escribió: "A todas las deliberaciones y actos económicos cabe referirse a la postre con la palabra «administrar», en su sentido popular de aquello a lo que nos vemos forzados siempre que no podemos disponer de cantidad ilimitada de algo que de algún modo nos parece importante y útil".

"Cuando no se poseen recursos en abundancia, hay que disponer de ellos con arreglo a un plan para no «dilapidar», es decir, para no proceder de un modo antieconómico. Como, por desgracia, no vivimos en el país de Jauja, son muy pocas las cosas que no podemos agotar ni aún si nos lo proponemos (bienes libres). Entre éstos figura, como el más importante de todos en circunstancias normales, al aire atmosférico".

"Para el lugar de cualquier bien en nuestra escala de valores es decisiva, desde luego, la utilidad, pero no una utilidad general, derivada del carácter vital del bien, sino la utilidad específica, concreta, de una determinada cantidad de un bien. Pero a ello hay que agregar que cuanto mayor sea la cantidad de que dispongamos de un bien, tanto menor será el placer que nos produzca cada unidad y tanto más bajo será también el lugar que ocupe dicho bien en nuestra escala de valores".

"Ocurre esto porque, al aumentar la satisfacción de una necesidad, disminuye la utilidad (placer) de cada dosis. Como si se produce la pérdida de una unidad sólo hemos de renunciar a la utilidad mínima en cada caso, la utilidad de cualquier unidad no puede ser mayor que esa utilidad mínima. Por tanto, la utilidad de la última dosis, esto es, la utilidad mínima, determina la utilidad de cualquier otra dosis y por ello la de la totalidad de las existentes".

"A esta utilidad de la última dosis la denominamos utilidad marginal, y ahora podemos formular la siguiente tesis:

1- La utilidad marginal disminuye al aumentar las existencias, esto es, al acrecentarse la posibilidad de satisfacer la necesidad.
2- La utilidad marginal determina, sin embargo, la utilidad que atribuimos a todas las otras dosis.
3- Al aumentar la cantidad, desciende el lugar que ocupa un bien en nuestra escala de valores, supuesto que entre tanto no hayan variado nuestros gustos (escala de necesidades).
4- La utilidad de las existencias todas (utilidad total) aumenta al aumentar la cantidad, pero en grado cada vez menor, ya que la utilidad marginal, considerada en absoluto, disminuye. Sin embargo, si la utilidad marginal disminuye en medida mayor que la que corresponde al aumento de la cantidad, puede ocurrir que la utilidad total descienda incluso de un modo absoluto".

(De "Introducción a la Economía Política"-Alianza Editorial SA-Madrid 1966).

Mientras que el proceso anterior se establece en el caso de las sociedades libres, en la que cada individuo administra su dinero y elige según su propia escala de valores, en el socialismo este proceso se ve entorpecido por cuanto la escala de valores es impuesta desde el Estado, ya que el burócrata marxista aduce saber lo que necesita cada uno, dejando el Estado de producir lo que el planificador considera superfluo o inútil.

Cuando se incorporan los valores de tipo espiritual, o afectivo, son los psicólogos quienes intentan describir los comportamientos individuales. Joseph W. Newman escribió: "Los psicólogos dinámicos, fundándose en sus estudios generales y clínicos, han identificado ciertas necesidades básicas o fines hacia los cuales se dirige el comportamiento del ser humano. Estas son las necesidades con las que comienzan su vida todos los hombres. El que sean satisfechas o no en los primeros años determina en gran parte la clase de persona que será como adulto" (De "Investigación motivacional y dirección de mercados"-Sagitario SA de Ediciones y Distribuciones-Barcelona 1964).

Una teoría psicológica es acertada en cuanto describe el comportamiento real de los seres humanos. Sin embargo, puede resultar incompleta si no sugiere, además, una corrección si tal comportamiento resulta inadecuado, o poco efectivo. Quienes aducen que la psicología debe ser descriptiva, y no normativa, sugieren en realidad que no deben ser los especialistas quienes promuevan las correcciones, sino que deberán hacerlo quienes poco conozcan del tema (como ocurre frecuentemente).

Una de esas teorías es la presentada por Abraham H. Maslow, quien establece una escala de valores, o de prioridades, que se establecerían en las sociedades actuales. Las necesidades básicas serían:

1- Las necesidades fisiológicas
2- Las necesidades de seguridad
3- El sentido de pertenencia y las necesidades de amor
4- Las necesidades de estima
5- La necesidad de autorrealización
6- Los deseos de saber y de entender
7- Las necesidades estéticas

(De "Motivación y personalidad" de A. H. Maslow-Ediciones Díaz de Santos SA-Madrid 1991)

La secuencia mostrada resulta compatible con las posturas economicistas, para quienes la economía y los alimentos del cuerpo son prioritarios para, luego de obtenerlos, alcanzar los restantes. Sin embargo, para las posturas culturalistas, deberían considerarse los valores afectivos antes que los demás, o al menos compartiendo el primer lugar, coincidiendo con la sugerencia cristiana al respecto: "Primeramente buscad el Reino de Dios y su justicia, que lo demás se os dará por añadidura".

Esta expresión resulta compatible con el hecho de que, en el caso de un niño pequeño, su vida correrá peligro tanto si carece de alimentos como si carece de afectos, como se ha comprobado en muchos casos. Tal búsqueda del Reimo de Dios queda materializada con la predisposición a compartir las penas y las alegrías ajenas como propias.

Las personas con pocos vínculos afectivos, o con una reducida predisposición hacia ellos, es la menos dispuesta a la lucha cotidiana por la existencia. De ahí que tales vínculos resulten prioritarios para esperar luego que el arduo trabajo permita la creación y la adquisición de los alimentos para el cuerpo.

domingo, 13 de octubre de 2019

Historia de la salvación ¿o de la adaptación?

A la historia de la humanidad se le han asociado diversos sentidos, incluido el sinsentido; especialmente para orientarnos en el presente y para vislumbrar el posible futuro del ser humano. Entre ellos aparece el sentido dado en la Biblia, como una lucha entre el bien y el mal, con la sugerencia de buscar el predominio del primero, lo que se ha dado en llamar la "historia de la salvación". En este caso, se supone que la persona virtuosa, partidaria del bien, ha de ir al cielo evitando el castigo eterno. El medio para lograrlo es el acatamiento o cumplimiento de los mandamientos enunciados por Cristo.

En la actualidad, y a partir de la visión que nos brinda la ciencia experimental, se le da una interpretación distinta, ya que en lugar de la palabra "salvación" asociamos la idea de "adaptación al orden natural" (y a las leyes naturales que lo constituyen). Esta vez la adaptación no sólo la genera la religión, sino también la ciencia y la tecnología, si bien es posible considerar a la religión moral como una parte esencial de tal proceso adaptativo, denominado "adaptación cultural del ser humano al orden natural".

Mientras que la palabra "salvación" implica un preparativo para después de la muerte, la palabra "adaptación" implica una preparación para la vida. El mandamiento del amor al prójimo sirve tanto a una como a otra preparación, ya que el camino de la felicidad es el mismo que el de la inmortalidad, en caso de que ella exista.

Por ser tal adaptación un proceso lento y prolongado, se advierte cierta coincidencia con la "historia de la salvación", considerada como una revelación gradual desde Dios a sus enviados. Tal gradualidad, en la actualidad, está asociada a la búsqueda del conocimiento de leyes naturales hasta el momento desconocidas. José Severino Croatto escribió: "La Biblia debe ser vista en su totalidad. No se la puede fragmentar. Los eslabones de una cadena cumplen su función cuando están unidos. Los hechos salvíficos narrados en la Biblia son elementos de un plan que recibe su unidad en Cristo".

"La revelación de Dios en la historia de Israel es progresiva, Cada etapa de la historia de la salvación prepara otra más elevada. Los temas están trabados. Uno condiciona al otro. Este ilumina al anterior. De ahí el papel esencial jugado por la tradición, que suma, valoriza, actualiza las experiencias del pasado. Así crece el caudal de la revelación" (De "Historia de la salvación"-Ediciones Paulinas-Buenos Aires 1966).

Adviértase que la idea de la adaptación resulta independiente de un posible sentido del universo, ya que, aún para quienes duden de la existencia de tal sentido, la adaptación a las leyes naturales aparece como la principal alternativa para nuestra supervivencia. En caso de asociarle un sentido aparente, existe una cercana aproximación entre la ciencia y las religiones bíblicas.

El rechazo a la búsqueda adaptativa genera crisis y decadencia moral. Tal adaptación se reduce a la búsqueda del predominio de la acción cooperativa sobre la inacción y la competencia no asociada a alguna forma de cooperación social. En otras palabras, la supervivencia se logrará con el predominio del amor sobre el odio, el egoísmo y la negligencia, tanto a nivel individual como a nivel social o colectivo.

Supervivencia = Adaptación + Cooperación + Libertad individual

A lo antes expresado se le ha agregado el requisito de la libertad individual, ya que la adopción de una actitud adaptativa y de cooperación deberá surgir de una previa aceptación del individuo de las ideas que favorecen a dicho proceso.

La oposición al éxito de la cooperación social radica, entre otros aspectos, en la creencia de sus adeptos de que el "amor al prójimo" es una propuesta original y exclusiva del cristianismo, por lo que sus seguidores son los "concesionarios exclusivos" de tal propuesta. También así lo entiende el resto de la sociedad, que lo excluye para no entrometerse en una doctrina ajena. Sin embargo, la actitud del amor al próximo es la predisposición a compartir las penas y las alegrías ajenas como propias; actitud asociada al proceso biológico de la empatía emocional y fundamentada recientemente con el descubrimiento de las neuronas espejo.

Cuando advertimos que se trata de un proceso psicológico accesible a nuestro entendimiento, nos parece exagerado suponer que sea necesario que un Dios interviniente en los acontecimientos humanos deba "revelarnos" algo tan simple. De ahí que el mayor mérito asociado al "amor al prójimo" no radica tanto en su comprensión sino en su puesta en práctica como una predisposición permanente a la cooperación social.

Si existe una identidad entre salvación y adaptación, debe existir también una identidad entre ateísmo y rechazo de tal adaptación. Además, tanto el ateo como el no adaptado tienden a promover leyes y gobiernos humanos en reemplazo de las leyes naturales. El ateísmo activo pone en duda toda la tradición existente (sólo falta que alguien discuta por qué debemos caminar sobre los pies y no sobre las manos). De ahí que tanto el aborto como la homosexualidad, prácticas incompatibles con la supervivencia de la humanidad en caso de generalizarse, tienen amplia aceptación en muchos sectores. Suponen que debe la sociedad adaptarse a tales costumbres en lugar de ser sus partidarios quienes se deben adaptar a los que se orientan por las leyes naturales.

De la misma manera en que el ateo activo pretende generalizar el abandono masivo de la tendencia a guiarnos por las leyes naturales, el religioso pretende que todos nos guiemos por dichas leyes, constituyendo una evidente disputa entre los partidarios de adoptar una instancia superior en el Estado o bien en el orden natural. También otros proponen negar la existencia de toda instancia superior.

El ateísmo actual (en el sentido indicado) se advierte en la adhesión existente hacia asesinos seriales como Ernesto Che Guevara y la simultánea aceptación, con cierta naturalidad, de la destrucción "necesaria" de decenas de millones de vidas inocentes para la imposición del socialismo.

También el socialismo, al promover la absoluta y total dependencia del individuo frente al Estado totalitario, tiende a inhibir la predisposición al trabajo y la creatividad de los más predispuestos, como también a anular emocional y mentalmente toda aptitud laboral en las personalidades poco activas, constituyendo la más importante oposición a la adaptación al orden natural y a la supervivencia de la humanidad como tal.

El gobierno de Dios sobre el hombre, o Reino de Dioa a través de la ley natural, es el único medio seguro para la supervivencia de la humanidad, ya que nadie puede garantizar que en el futuro no volverán nefastos líderes como Hitler o Stalin, ya que el hombre-masa siempre está dispuesto a apoyar lo peor. La adaptación al orden natural equivale a la conversión del ateo en creyente. Ernest Renan escribió acerca del ascenso del emperador Cómodo luego del excelente desempeño de Marco Aurelio: "¡Horrible decepción para las gentes de bien! ¡Tanta virtud, tanto amor no dio otro resultado que el de poner el mundo en manos de un descuartizador de fieras, de un gladiador! ¡Después de esta aparición hermosa del Eliseo en la tierra, caer de nuevo en el infierno de los Césares, que se creía cerrado para siempre!...La fe en el bien se perdió entonces. Después de Calígula, después de Nerón, después de Domiciano, no era posible esperar mayores tiranos. Y, sin embargo, después de ochenta años de un régimen excelente, después de Nerva, Trajano, Adriano, Antonino y Marco Aurelio, el reinado del mal se reanuda peor que nunca" (De "Historia de los orígenes del cristianismo"-Argonauta-Buenos Aires 1946).

domingo, 6 de octubre de 2019

Decadencia argentina; culpables e inocentes

En un informe económico se menciona que, en los últimos 70 años, el Estado argentino gastó más dinero que el que recibió en 63 de ellos. Para compensar ese déficit, se recurrió, por lo general, a la emisión monetaria, asociada necesariamente a la generación de inflación. El impuesto inflacionario castiga en mayor medida a los sectores más pobres, y de ahí el gran aumento de los niveles de pobreza e indigencia.

El derroche de recursos, por parte del Estado, se debe a un excesivo plantel de empleados públicos, a la concesión de jubilaciones sin aportes, a los elevados sueldos de los cargos políticos, a la corrupción, a los millones de planes sociales, etc. Dos son las causas mentales principales de ese derroche de recursos: el egoísmo individual y la total falta de patriotismo de la mayoría de los argentinos, por una parte, y el deseo de mostrarse a los demás (y a uno mismo) como personas solidarias con el próximo.

Puede ejemplificarse la situación en ocasión del pago de jubilaciones en un banco. En este caso, cuando llega un jubilado al banco, saca un número para su atención pero también saca 3 o 4 números más para obsequiarlos a quienes llegarán luego, para sentir que así ha hecho una "buena obra", digna de alguien éticamente notable. No tiene en cuenta que, al obsequiar esos números extras, beneficia al que llega tarde mientras perjudica a 50 o más personas que están esperando desde hace algunas horas.

Tal mentalidad, propia de muchos políticos argentinos con cierto poder de decisión en el Estado, se traduce en la concesión de puestos de trabajo estatales que solucionan el problema laboral de varios individuos, y de varias familias, pero que, simultáneamente, perjudican a toda la sociedad. Aunque esos puestos de trabajo, innecesarios e improductivos, son cambiados muchas veces por votos, o por dinero, son otorgados también por la satisfacción de "hacer el bien al prójimo" aunque se esté perjudicando a muchos más, en cada caso.

Los políticos populistas, especialistas en redistribuir recursos ajenos, culpan luego a los sectores productivos por ser egoístas y no cubrir con sus impuestos tal derroche de recursos. Incluso llegan a veces al extremo de culpar por el proceso inflacionario a los "especuladores", aunque en realidad tal especulación proviene de la simple estrategia de cubrirse de posibles pérdidas, como ocurre en todo proceso inflacionario.

En casos extremos, los gobiernos populistas (o totalitarios) han encarcelado a algunos empresarios culpándolos de "elevar los precios injustificadamente", como ocurrió en los primeros gobiernos de Perón. Incluso el mencionado dictador promulgó una Ley de Agio y Especulación, para culpar al empresariado por los errores que su gobierno cometió. (Agio: Beneficio que se obtiene del cambio de la moneda, o de descontar letras, pagarés, etc. Especulación sobre el alza y la baja de los fondos públicos). (Del "Diccionario de la Lengua Española"-Ediciones Castell-España 1988).

Es oportuno mencionar el caso de un gerente de empresa que tuvo que padecer un mes de encarcelamiento, a inicios de los años 50, como le ocurrió a tantos otros. Rodolfo Frank escribió: "Representar una sociedad o empresa no sólo otorga un status muy especial de acuerdo con el volumen de ventas, antigüedad, personal ocupado y renombre de la firma dentro de su ámbito comercial, sino que también significa asumir personalmente toda la responsabilidad por actos financieros, humanos o políticos frente a terceros".

"Haber asumido el cargo de Gerente en 1942, implicaba aceptar esas responsabilidades, aunque mi realidad en la empresa del Sr. Bergmann era la de un mero ejecutor sin autoridad propia. Así fue que me tocó vivir una experiencia sumamente penosa para mí y para mi familia, a pesar de que por un lado sólo era el representante legal y visible de la empresa, y por el otro no había obtenido ningún beneficio económico de las acciones que injustificadamente se me incriminaron".

"Injustificadamente es tal vez un término poco apropiado, ya que en realidad se trató de una acción policial fuera de las Leyes de la Constitución, y se negó el elemental derecho de defensa y asistencia legal. Un decreto del gobierno de Perón disponía que el inculpado debía purgar la pena impuesta por un proceso sumario y recién posteriormente podía apelar sólo por la imposición de la multa".

"A principios del año 1950 se encareció el precio del café en forma desmedida a criterio de las autoridades encargadas de la vigilancia y regulación de los precios de los artículos de primera necesidad".

"Todo el procedimiento se basó en la Ley de Agio y Especulación, dictada para dotar al gobierno de un instrumento que le permitiera demostrar públicamente su acción en defensa del nivel de vida de las masas".

"Agio, Especulación y Monopolio son tres palabras de efecto psicológico similar sobre el consumidor y la masa, a través de las cuales el gobierno puede demostrar su preocupación por el bienestar de la población".

"El régimen peronista -aunque consolidado por votos, demostraciones públicas y huelgas organizadas por los sindicatos- basaba su poder en esos grupos más numerosos del país y apelaba a cualquier medio para demostrar en toda oportunidad su autoridad".

"Dicha ley le permitía imponer arrestos de hasta 90 días y multas importantes, como así también disponer privación de la nacionalidad y/o expulsión de extranjeros".

"Debido a que en realidad era un procedimiento policial, las contravenciones o supuestos delitos no se consideraron como una acción criminal, y por consiguiente no se consignaron en prontuarios policiales ni impidieron a nadie posteriormente obtener los certificados de viaje o de «buena conducta» que otorga la policía".

"Se destinó a los inculpados un sector especial en la prisión de Villa Devoto, separado completamente de los criminales comunes".

El encarcelamiento de empresarios era difundido por las radios de entonces, ya que su publicidad era esencial para que las masas peronistas supieran quiénes las perjudicaban y quién las defendía. Frank agrega: "Ya sabían (otros empresarios encarcelados) el tiempo de reclusión que pesaba sobre cada uno de nosotros, ya que por la radio repetían continuamente nuestra suerte como ejemplo de la acción enérgica del gobierno para reducir el precio del café. Como en la información aparecía como condenado a 90 días, me encontraba entre el grupo de los más importantes. La difusión de esa noticia me preocupaba por la repercusión que tendría entre mi familia y amigos, aunque yo ya había informado que la sentencia era de 30 días" (Extractos de "Vivencias de un hombre"-Emecé Distribuidora-Buenos Aires 1983).

viernes, 4 de octubre de 2019

Educación y teoría de las virtudes

En épocas de severa crisis moral, las esperanzas recaen en los niños y en las futuras generaciones, suponiendo que una adecuada educación restablecerá con ellos los valores morales perdidos por la sociedad. Sin embargo, no resulta sencillo decidir el contenido de la formación moral por cuanto no existe unanimidad al respecto. Si la Iglesia propone su doctrina, los sectores marxistas aducirán un similar derecho para imponer sus propuestas, por lo que resultará necesario recurrir a instancias superiores, como lo es la ley natural y los efectos que han de producir ambas opciones, ya que no es lo mismo amar al prójimo que odiar a la clase social enemiga. Pedro Barreto Jimeno escribió: "Desde la antigüedad hasta nuestros días, filósofos, teólogos, psicólogos, sociólogos, pedagogos y otras personas e instituciones, comprometidas con la formación integral y armónica del ser humano, vienen resaltando la urgencia de educar en valores. Somos conscientes de que «aquello que no educa en valores no es una verdadera educación»".

"La educación, por tanto, tiene la intención de transmitir, informar, inculcar, desarrollar y formar en valores. Sin duda, en primer lugar, en el seno de la familia, base de toda sociedad y de la comunidad eclesial. Se puede afirmar, entonces, que si, en la sociedad, hay crisis de ética y moral, urge formar a las familias en valores. En segundo lugar, la escuela es el espacio propicio para formar a los niños y jóvenes, a fin de que ellos mismos sean auténticos promotores de valores en su propia familia. La niñez y juventud son llamadas a ser, además, sujetos activos en un proceso de educación en valores de la misma sociedad" (Del prólogo de "Plenitud de vida. Valores" de A. Altamirano Herrera y M. T. Cruz Herrera-Editorial San Pablo-Buenos Aires 2011).

En cuanto al logro concreto de los valores morales, primeramente se los debe definir. Y aquí comienzan las dificultades por cuanto la lista es extensa. Podemos citar algunas de esas virtudes:

Generosidad. Fortaleza. Optimismo. Perseverancia. Orden. Responsabilidad. Respeto. Sinceridad. Pudor. Sobriedad. Flexibilidad. Lealtad. Laboriosidad. Paciencia. Justicia. Obediencia. Prudencia. Audacia. Humildad. Sencillez. Sociabilidad. Amistad. Comprensión. Patriotismo.

Cada uno de estos valores se desarrolla en el libro: "La educación de las virtudes humanas" de David Isaacs (Ediciones Universidad de Navarra SA-Pamplona 1976). La extensión de los mismos nos sugiere la necesidad de establecer una especie de teoría unificadora de los valores humanos a fin de hacerlos accesibles al estudiante y al ciudadano común.

Si tenemos presente el concepto de actitud característica, de la psicología social, veremos que en realidad existen unas pocas componentes afectivas de la misma, quedando todas las virtudes mencionadas sintetizadas en la actitud cooperativa por la cual nos predisponemos a compartir las penas y las alegrías de los demás como propias. Esto no es otra cosa que el mandamiento bíblico que nos sugiere (u ordena) "amar al prójimo como a ti mismo". James W. Vander Zanden escribió: "Una actitud es una tendencia o predisposición adquirida y relativamente duradera a evaluar de determinado modo a una persona, suceso o situación y actuar en consonancia con dicha evaluación" (Del "Manual de Psicología Social"-Editorial Paidós SAICF-Buenos Aires 1984).

Al adoptar tal actitud, intentamos incorporar la predisposición a poseer las virtudes mencionadas, si bien puede ser un trabajo mental arduo vincular el mandamiento mencionado a cada una de ellas. Adviértase, además, que el autor del libro no establece ese vínculo, posiblemente pareciendo no desear entrometerse con lo "sagrado", por lo que lo esencial de la ética cristiana pasa inadvertido y oculto ante la reverencia impuesta a lo supuestamente sobrenatural, mientras que el amor al prójimo es esencialmente el proceso psicológico (natural) de la empatía emocional.

No sólo los seguidores de Cristo reemplazaron sus prédicas originales por una filosofía cristiana plena de misterios y simbologías, sino que su ética natural resultó reemplazada por virtudes secundarias. Josef Pieper, por ejemplo, escribe: "De entre los diferentes principios que informan la doctrina clásico-cristiana de la vida, ninguno producirá tan viva extrañeza al hombre de nuestros días, sin excluir al cristiano, como éste que enunciamos a continuación: que la virtud de la prudencia es la «madre» y el fundamento de las restantes virtudes cardinales: justicia, fortaleza y templanza; que, en consecuencia, sólo aquel que es prudente puede ser, por añadidura, justo, fuerte y templado; y que, si el hombre bueno es tal, lo es merced a su prudencia" (De "Las virtudes fundamentales"-Ediciones Rialp SA-Madrid 1980).

Con bastante frecuencia, al mandamiento del amor al prójimo se lo reemplaza por la caridad, que no es una actitud o predisposición, sino una acción concreta que es interpretada generalmente como la acción de dar una limosna al pobre. De ahí que, pareciera, la esencia del cristianismo se reduce a tan pequeño acto. Incluso los egoístas en extremo publicitan toda ayuda material al necesitado para mostrar a la sociedad que se trata de personas poseedoras de grandes virtudes humanas.

Mientras que, en una economía de mercado, el valor asignado a toda mercancía tiene un carácter subjetivo, ya que depende de las necesidades y gustos de cada comprador, las virtudes morales tienen un valor objetivo, ya que sus efectos, en cada uno y en los demás, no dependerán, en general, de lo que opina cada individuo. De lo contrario, no serían "valores" ni nadie se preocuparía por lograrlos (como en el caso de los partidarios del relativismo moral, que les otorgan una validez subjetiva).

De todas las inteligencias posibles, la necesaria para adquirir y para transmitir las virtudes humanas es la inteligencia espiritual, que cada vez, pareciera, es más escasa y menos valorada en las diversas sociedades. Francese Torralba escribió: "La inteligencia espiritual capacita para tomar distancia del mundo, también respecto de uno mismo, da poder para repensar el pasado y anticipar el futuro, pero también capacita para valorar y emitir juicios de valor sobre decisiones, actos y omisiones".

"El ser humano no sólo obra en el mundo; además, dispone de la facultad de valorar, a la luz de unos criterios, sus acciones, sus omisiones, sus palabras, sus silencios, y tiene, además, la capacidad de modificar, si cabe, la trayectoria de su andadura. Es actor y espectador de sí mismo. Puede descender del Gran Teatro del Mundo y valorar cómo desarrolla su papel en él".

"La tarea de valorar es inexcusablemente humana y le convierte en un sujeto ético. La experiencia ética halla su fundamento en la inteligencia espiritual. Somos seres capaces de tener experiencia ética, porque tomamos distancia y emitimos valoraciones. La auscultación de la voz del deber es el fundamento de la experiencia ética y convierte al ser humano en un ser especial en el conjunto del mundo".

"Cuando uno tiene la conciencia de haber obrado bien, siente un bienestar interior, un buen ánimo que no es de origen sensible, pero tiene repercusiones positivas en la corporeidad. Sin embargo, cuando la valoración del pasado es negativa, cuando uno tiene consciencia de haber obrado mal, de no haber actuado conforme a las propias convicciones y criterios, experimenta una emoción negativa como la culpabilidad o el remordimiento. En tal caso, debe desarrollar mecanismos de reconciliación y elaborar correctamente la emoción y canalizarla de tal modo que no afecte negativamente al conjunto de personas".

"Valorar es un acto del que se siguen distintas consecuencias de orden emocional. Consiste en identificar los bienes y males que ha generado una determinada decisión en el pasado. Consiste en someter al tribunal de la razón tal elección. Para ello, es básico sopesar, observar los efectos que ha tenido para uno mismo y para los otros".

"Al valorar las acciones u omisiones realizadas en el pasado, uno petrifica los hechos que acaecieron y, gracias a la labor de memoria, sopesa los elementos valiosos y debilidades de las mismas. Esta mirada retrospectiva exige distancia, capacidad de autotrascendencia y ello emana de la inteligencia espiritual" (De "Inteligencia espiritual"-Plataforma Editorial-Barcelona 2010).

miércoles, 2 de octubre de 2019

Catolicismo y liberalismo: Adenauer vs. Bergoglio

La economía de mercado, asociada a la cooperación social, se reduce a un proceso simple: A intercambia con B para beneficio de ambas partes. Con esta condición, los intercambios habrán de perdurar; de lo contrario, si se beneficia sólo una de las partes, o ninguna de ellas, los intercambios cesarán. De ahí que se requiera de ambas cierta actitud o predisposición previa enteramente compatible con la ética cristiana y el "Amarás al prójimo como a tí mismo". Es por ello que cierto sector del catolicismo observa la compatibilidad mencionada y no se opone al liberalismo económico, mientras que otro sector considera al liberalismo como enemigo del cristianismo. Kenneth E. Boulding escribió: "La economía sin la ética es como una palanca sin punto de apoyo" (De "Principios de Política Económica"-Aguilar SA de Ediciones-Madrid 1963).

Tanto liberales como cristianos son rivales ideológicos del marxismo-leninismo; al estar separados, favorecen la expansión de las ideas socialistas ya que ocasionalmente coinciden con el marxismo-leninismo para combatir al otro. Así, el liberalismo ateo ataca a toda forma de religión, mientras que la izquierda católica comparte la difamación marxista contra la economía capitalista.

Entre las causantes del divorcio entre catolicismo y liberalismo se encuentra la idea economicista por la cual se aduce que la economía de mercado lleva incorporada implícitamente una ética de cooperación social, por lo que no haría falta ninguna religión. En lugar de suponer que primero debe instalarse la ética natural, o cristiana, para que pueda establecerse una economía de mercado, el liberal supone que la cooperación social recién surgirá cuando se adopte la economía de mercado. Al relegar la religión, y la ética en general, a un lugar secundario, surge desde el catolicismo la esperada reacción de negar la economía de mercado como un sustituto de la religión moral. Ludwig von Mises escribió: "En el marco de la cooperación social brotan, a veces, entre los distintos miembros actuantes, sentimientos de simpatía y amistad y una como sensación de común pertenencia. Tal disposición espiritual viene a ser manantial de placenteras y sublimes experiencias humanas. Dichos sentimientos constituyen precioso aderezo de la vida, elevando la especie animal hombre a la auténtica condición humana. Ahora bien, no fueron, como hubo quien supuso, tales experiencias anímicas las que produjeron las relaciones sociales. Antes al contrario, aquéllas no son más que fruto de la propia cooperación social, y sólo a su amparo medran; ni son anteriores a la aparición de las relaciones sociales ni tampoco semilla de las mismas".

“En un mundo hipotético, en el cual la división del trabajo no incrementara la productividad, los lazos sociales serían impensables. No habría en él sentimiento alguno de benevolencia o amistad” (De “La Acción humana”-Editorial Sopec SA-Madrid 1968).

Incluso se llegó al extremo de proponer a la Doctrina Social de la Iglesia como una tercera opción entre liberalismo y socialismo. Fulvio Ramos se preguntaba: "¿La única alternativa socio-económica está dada por el modelo liberal por un lado y el estatizante del socialismo por el otro? ¿Puede hablarse legítimamente de que la Doctrina Social de la Iglesia es una tercera posición?".

Ramos aduce que la separación entre catolicismo y liberalismo surge en la época del Renacimiento, escribiendo: "En el panorama cultural y social de Europa se van operando una serie de cambios fundamentales a partir del Renacimiento, los que modelan un nuevo proyecto cultural y antropológico sobre los cuales ejercerá una dominante influencia la burguesía, clase social muy ligada al ideario liberal. Este nuevo proyecto puede resumirse en tres conceptos fundamentales: inmanencia, antropocentrismo e individualismo".

"Estas son las características del nuevo espíritu que comienza a abrirse paso reemplazando a una cultura teocéntrica y basada en la trascendencia, es decir, a una cultura esencialmente cristiana. Este nuevo espíritu reivindica el derecho del individuo a labrar su propio destino con independencia de Dios (aun cuando todavía no se lo niegue formalmente) y de cualquier autoridad externa que pudiera limitar sus posibilidades, especialmente la Iglesia. El sentido de la propia capacidad individual y de dominio del individuo sobre el universo hará concebir el mundo desde la exclusiva óptica del individuo, principio y fin de todos los afanes de la nueva época" (De "Liberalismo económico y Doctrina Social de la Iglesia"-Editorial Forum-Buenos Aires 1986).

Los inconvenientes mencionados se deben al hecho de que, si bien el cristianismo se reduce esencialmente a la ética natural, el catolicismo va más allá y le incorpora una filosofía cristiana que a la larga oscurece a la ética del amor al prójimo y la cooperación social. Se olvida que el mandamiento cristiano mencionado no resulta contradictorio con el inmanentismo (o religión natural).

En cuanto al antropocentrismo liberal, puede decirse que constituye un error desligar la economía o la política de las leyes naturales, que son las leyes de Dios, si bien ello no ocurre con frecuencia entre las figuras representativas del ideario liberal.

Respecto del individualismo, se advierte que las prédicas cristianas van dirigidas a todo individuo perteneciente a la especie humana. En general, resulta incorrecto identificar individualismo con egoísmo, ya que el primero es una virtud y el segundo un defecto. La pérdida de individualidad es promovida por los totalitarios y los colectivistas, favoreciendo la masificación y el gobierno mental y material del Estado sobre cada ser humano.

Desde el punto de vista de la ciencia experimental, se sugiere valorar las diversas ideologías en función de los resultados logrados. De ahí que pueda hacerse una comparación entre el católico-liberal Konrad Adenauer y el católico-antiliberal Jorge Bergoglio. Mientras el primero fue uno de los artífices del "milagro alemán" de la posguerra y de la conformación de la Unión Europea, el segundo es un entusiasta adherente de los regímenes socialistas. Teniendo en cuenta al primero, puede simbolizarse la compatibilidad cristiana-liberal:

Liberalismo económico = Ética natural + Mercado

Así como el éxito de empresas como Hewlett-Packard o Apple, se debió a la compatibilidad entre socios que realizaban actividades diferentes, el éxito asociado al "milagro alemán" se debió a la compatibilidad entre el político católico Konrad Adenauer y el economista liberal Ludwig Erhard. Respecto del primero, Richard M. Nixon escribió: "Adenauer fue el principal arquitecto del orden de posguerra en Europa occidental. Buscó siempre, como renano, un acercamiento entre Francia y Alemania, y toda su vida acarició la visión ideal de una Europa unida, en la cual no se volvieran a presentar los conflictos que abrumaron a las generaciones pasadas. Reconoció desde el principio que la Unión Soviética representaba lo que había de malo en la vieja Europa, y no lo que era bueno en la nueva. En consecuencia, mantuvo los baluartes occidentales de la Europa libre con decisión inquebrantable".

"En cierto modo, Adenauer era la quintaesencia del estadista cristianodemócrata. Creía que cualquier clase de tiranía -de una nación sobre otras naciones, de un gobierno sobre su pueblo- era el mal definitivo, porque aplastaba la libertad individual. Su sueño de una Europa unida, surgido de las cenizas de la primera guerra mundial, y reforzado por los horrores de la época nazi, derivaba directamente de su odio a la tiranía" (De "Líderes"-Editorial Planeta SA-Barcelona 1983).

También en la Italia de posguerra surge un dupla católica-liberal y es la constituida por Alcide De Gasperi y Luigi Einaudi. Al igual de lo acontecido en los EEUU, la economía de mercado fue facilitada por la previa vigencia de una ética compatible con la ley natural y el cristianismo, siendo imposible su aceptación en poblaciones que han caído en una corrupción generalizada.

En total oposición al pensamiento de Adenauer, aparece Jorge M. Bergoglio, quien cree en la bondad de los pobres y en la maldad de la clase media y alta; es decir, en la ausencia de defectos de los primeros y en la ausencia de virtudes de los segundos. Para Bergoglio no existe el consumo sino el consumismo, no existe el individualismo sino el egoísmo, por lo que sus ideas coinciden con las del marxismo-leninismo. Es posible que su pensamiento haya sido original, sin necesidad de haber leído a Marx o a Lenin. Simplemente creyó que sus ideas coinciden con lo que predica Cristo en los Evangelios. En lugar de ser la ética y la religión las que han de orientar las acciones humanas, pareciera que promoviera la idea de que la ética ha de provenir inicialmente de la situación económica de cada individuo, surgiendo la virtud en los pobres y el pecado en quienes no lo son.

Resulta llamativo que un Papa ignore los efectos producidos por la ideología marxista-leninista y, aun así, la siga promoviendo en todas partes. De ahí que Bergoglio, antes que católico anti-liberal pueda definirse como marxista-leninista auténtico. Para mayores detalles se recomienda la siguiente conferencia de Loris Zanatta: https://www.youtube.com/watch?v=EKvVgh0TPjg