viernes, 31 de diciembre de 2021

El antipatriotismo argentino

Si consideramos que el político argentino surge del pueblo y es elegido por el pueblo, se advierte que sus defectos y virtudes serán similares a los del resto de la sociedad. De ahí que, si observamos la tremenda irresponsabilidad y egoísmo extremo de los políticos, a lo largo y a lo ancho del país, que derrochan recursos económicos aún cuando la pobreza extrema abarca a un gran porcentaje de la población, advertimos que la nuestra es una severa crisis moral, lo que no resulta ser ninguna novedad, al menos para los que están fuera del fanatismo partidario o ideológico.

A continuación se transcribe un artículo que describe con cierta precisión el fenomenal proceso de robo y derroche posterior por parte de quienes dirigen al Estado nacional, provincial y municipal:

LA NECESIDAD DE UNA REBELIÓN FISCAL

Por José Luis Espert

La política no registra que la sociedad no da más de pagar impuestos y en Argentina las crisis no solo las pagan los pecadores, sino también los justos

Hace medio siglo la presión impositiva era de 17% del PBI mientras que el gasto público era de 20% del PBI. Hoy ambos se han duplicado. La primera es de 34% del PBI y el gasto público es de 40% del PBI.

En el mismo período, todos los años durante medio siglo ininterrumpidamente, el Estado gastó más de lo que recaudó, o sea, tuvo lo que se llama “déficit fiscal” que terminó derrumbando a los seis planes económicos que tuvimos desde 1973, generando crisis gigantescas que nos empobrecieron, nos envilecieron, nos llenaron de miles de villas miserias, de millones de trabajadores y emprendedores que se transformaron en inviables e inseguridad como nunca vimos en nuestras historia.

El Plan de Inflación 0 de Gelbard terminó en el Rodrigazo, el de Martínez de Hoz en las devaluaciones salvajes de Sigaut, el Austral en la hiperinflación, la convertibilidad en la peor crisis de la historia que fue el 2001-2002, el de los Kirchner tuvo su crisis en 2008 y el de Macri nos hizo terminar en la B con el FMI de salvavidas de plomo. Un triste promedio de una crisis cada 8 años. Y si Alberto Fernández sigue por el camino que va, tendremos una más, bajando así el lamentable promedio.

A veces las crisis de financiamiento del fisco han terminado con inflaciones galopantes como el Rodrigazo, el Austral y el de los Kirchner y a veces con defaults de la deuda como Martínez de Hoz, la convertibilidad y Macri. Pero la causa de las crisis, siempre ha sido un Estado sobredimensionado que gasta mucho más de la gigantesca montaña de impuestos que los ciudadanos pagan.

Una aclaración importante. El 34% del PBI de impuestos que se pagan, que a algunos les podría parecer razonable, lo pagan (obviamente) solo los que están en blanco. Como la economía en negro no baja de un mínimo de 35%/40%, los que pagan los impuestos, lo hacen por el equivalente a un mínimo de 50% del PBI en blanco.

O sea que la gente que está en blanco, trabaja al menos la mitad del año solo para pagar impuestos. Es como que durante 6 de 12 meses cobra su ingreso por una ventanilla y por la otra entrega ese mismo ingreso a la AFIP, más las agencias de recaudación provinciales.

Difícil encontrar un país de ingresos medios a bajos como el nuestro con este tamaño del Estado y una presión impositiva salvaje que transformó en esclavos impositivos a sus mejores (8M) trabajadores privados en blanco (dependientes, comerciantes, industriales, autónomos y monotributistas). Inaudito, inaceptable, intolerable, irracional, insostenible.

Y téngase en cuenta que no hago referencia a los (pésimos) servicios que presta el Estado argentino como agravante de una confiscatoria presión impositiva. Porque aunque nos dieran servicios públicos suizos, igual sería un delirio que siendo pobres encima el Estado les saque a los trabajadores, comerciantes y empresarios más productivos y eficientes la mitad de lo que cobran al año.

¿Quién decide cuánto y cómo gasta el Estado? La política desde el Ejecutivo y el Congreso (y legislaturas y consejos deliberantes) cuando se confecciona y después se sancionan los presupuestos de gastos todos los años en la Nación, las Provincias y los Municipios. Entonces, los responsables de este país miserable y lleno de esclavos impositivos en el que nos hemos transformado son, esencialmente, los políticos tradicionales de la Argentina. La “corpo política”.

En solo siete días de comenzado mi mandato como diputado nacional y después de tratar el Presupuesto 2022 (dos reuniones de la Comisión de Presupuesto y Hacienda más el tratamiento en el recinto) y la media sanción del Senado de una baja de Bienes Personales (que Diputados la transformó en una suba) me cayó más la ficha todavía de que la política vieja y vetusta que nos gobierna desde hace décadas y décadas, no tiene el más mínimo registro que detrás de cada peso de gasto público hay gente de carne y hueso, trabajadores, emprendedores que seguramente muy a su pesar, dejan de consumir en lo que les encantaría e invertir en sus industrias y comercios para pagar impuestos y darle el fruto de su esfuerzo al político de turno que maneja el Estado.

La vieja política que encuentro en el Congreso, toma como dato los impuestos salvajes que ingresan al Estado (cuanto más mejor porque hay más para gastar) y ahí comienza un revoleo obsceno de plata para todos lados (“quiero tanto para mi pago”, “quiero esto para mi provincia”) sin consideración alguna del esfuerzo que implica generar ese dinero para esos 8M de esclavos impositivos.

Solo algunos pequeños ejemplo de lo que digo. Bienes Personales fue creado en 1991 y debería haber durado nueve años hasta 1999 pero 21 años después todavía sigue existiendo. El impuesto al cheque se creó solo para la emergencia de 2001 y hace 20 años que está entre nosotros. Somos el único país del mundo que le saca un tercio del precio (más del 100% del margen bruto) a los que producen bienes con eficiencia y se exportan al mundo, como ocurre con los derechos de exportación (mal llamadas retenciones porque no hay devolución alguna, es un impuesto más) al sector agropecuario.

La política no registra que la sociedad no da más de pagar impuestos. Es más, no les importa porque se comporta igual que una corporación (como tal, desconectada de las necesidades de sus representados) para la cual los impuestos son la sangre y el gastar la razón vital de su existencia.

La corpo política nunca bajarán los impuestos porque nunca bajarán el gasto público por las buenas. Prefieren que el ajuste se haga por las malas con una fenomenal crisis (hemos tenido seis en el último siglo) a que ellos tengan que pagar el costo de enemistarse con su clientela, echando ñoquis, cortándole la plata a los muchos Jorge Capitanich (gobernador del Chaco) que gobiernan las provincias, a las organizaciones sociales, auditando los planes sociales para eliminar los truchos, etc.

El tema es que esas crisis, no solo las pagan pecadores sino también los justos, ¿por qué se tienen que fundir trabajadores, monotributistas, autónomos, empresarios, comerciantes privados que no tienen nada que ver con el despilfarro estatal de ñoquis inservibles, una aerolínea estatal que pierde U$S 2M por día, gobernadores caudillescos, decenas de capas geológicas de ministerios, secretarías y direcciones vacías de funciones reales, etc.?

Esas crisis solo sirven también para que el sistema que nos está transformando en una gigantesca villa miseria, se “resetee” y vuelva a comenzar. Antes de las crisis, la vieja política dice “no se pueden hacer los ajustes (en el Estado) por los costos políticos y sociales que tiene”. Viene la crisis. Le echan la culpa hasta a los aros de Saturno (jamás se hacen cargo de nada) y vuelven a empezar con la maquinita del aumento del gasto público a partir de un nivel más bajo (que antes de la crisis) por la licuación (salto del dólar y de los precios) hasta la nueva crisis y así.

Por eso, como el ajuste del gasto público la corpo política está claro que nunca lo hará por las buenas sino que prefiere que se haga por las malas con un pueblo hambreado a crisis, es que es necesaria una rebelión fiscal de los contribuyentes argentinos. Para parar con la inmoralidad de un conjunto de políticos impresentables que prefieren que seamos una Venezuela sin Maduro a que ellos sean responsables a la hora de recaudar y gastar.

Sí. La gente tiene que dejar de pagar impuestos y que la política no dude que tiene que bajar el gasto público lo que sea y donde sea porque hay una sociedad que no da más de pagar y sufrir devaluaciones salvajes y saltos inflacionarios ¿O acaso a algún miembro de la corpo política le importa la cantidad enorme de empleados privados que dejan en la calle las empresas y comercios que se funden por las crisis recurrentes que provocan los déficits fiscales sancionados por ley por ellos todos los años con el presupuesto?

A los ñoquis despedidos (mínimo 1M) de manera gradual, habrá que indemnizarlos como corresponde y nada más (¿quién no ha estado desempleado alguna vez y se las tuvo que arreglar solito para reinsertarse en el mundo laboral?). Si son ñoquis, son atorrantes que prefirieron la chantada del carguito en el Estado y militar, a trabajar en el sector privado. Les robaron por décadas un mejor salario a los buenos y necesarios empleados públicos (para prestar bienes públicos como FFAA, seguridad, justicia, diplomacia, educación y salud básicas) y a los sufridos contribuyentes.

Con los beneficiarios de planes que queden después de una severa auditoría, habrá que capacitarlos y formarlos y para ayudar a que sean contratados por empresas privadas y además estarán exentos de cargas sociales durante algún tiempo (tampoco las pagaban por ser antes beneficiarios de planes, así que no hay pérdida de recaudación para el Estado).

La coparticipación federal de impuestos tiene que dejar de ser el Papá Noel de hoy para estar condicionada solo a los gastos federales que se hagan en cada provincia, luego de que durante un tiempo reciban lo mínimo indispensable (mucho menos que ahora) hasta que la emergencia se termine (haber bajado tanto el gasto público que se haya eliminado el déficit fiscal y además quede espacio para bajar al menos 10% del PBI la presión impositiva). Los caudillos provinciales (casi todas las provincias sufren esta epidemia) tienen que ser reemplazados por verdaderos gobernadores que paguen el costo político de subir el gasto público.

Los diputados fuimos elegidos para representar a los ciudadanos y, uno de los fundamentos de nuestra posición en Avanza Libertad, es recuperar el contrato de representado y representante poniendo en valor el contrato electoral de ser defensores del pueblo en vez de vulgares depredadores del Estado.

Argentina tiene futuro y ese futuro es liberal, de sentido común.

(De www.infobae.com)

Empatía emocional = Igualdad + Libertad

La universalidad del cristianismo implica la validez, en todo el planeta, de la ética propuesta. Tal validez resulta independiente de las diferentes creencias o ideas predominantes, excepto que se opongan al cumplimiento de los mandamientos bíblicos. Ello se debe a que el amor al prójimo, que es esencialmente la empatía emocional, resulta ser la principal ley de supervivencia impuesta por el proceso evolutivo.

Al compartir penas y alegrías ajenas como propias, surge la sensación de igualdad, o proviene de una igualdad ya presente, por cuanto a todo individuo le resulta indiferente que lo bueno o lo malo le suceda a él como que le suceda a la persona amada. Ello asegura la supervivencia de la especie por cuanto la ética natural excede el ámbito familiar y se prolonga en el ámbito social.

La universalidad incluso abarca al reino animal. Ello se evidencia en el vínculo afectivo existente entre el ser humano y los animalitos domésticos, por ejemplo, cuando las alegrías o sufrimientos del perrito o del gatito nos afecta casi como si tales estados emocionales fueran propios. De ahí que la "igualdad" mencionada reaparece aún en estos casos.

En el ámbito de la política y de la economía, libertad e igualdad resultan generalmente incompatibles, y ello se debe a que tales conceptos hacen referencia a cuestiones sociales o económicas, mientras que, a nivel de lo emocional, que conduce al ámbito moral, no existe incompatibilidad posible. Ello se debe a que la libertad personal, respecto a los demás seres humanos, implica que nadie debería gobernar, mental o materialmente, al prójimo, es decir, que deberá existir igualdad entre los seres humanos, lo que se logra, justamente, mediante la empatía emocional.

Baruch de Spinoza estableció una descripción completa de las emociones. B. R. Hergenhahn escribió: “Spinoza creía que la experiencia de la pasión disminuye la probabilidad de supervivencia. A diferencia de una emoción, que se liga a un pensamiento específico, la pasión no se asocia con ningún pensamiento particular”.

“Muchos piensan que la explicación de Spinoza respecto de las emociones fue su aportación más importante en psicología. Partiendo de unas cuantas emociones básicas, como el placer y el dolor, demostró que hasta 48 emociones más se podían derivar de las interacciones entre esas emociones básicas y diversas situaciones que se presentan en la vida”.

“Spinoza explicaba las siguientes emociones y demostraba que todas implican las emociones básicas de placer o dolor: asombro, desprecio, amor, odio, devoción, esperanza, miedo, confianza, desesperación, alegría, decepción, lástima, indignación, celos, envidia, simpatía, humildad, arrepentimiento, orgullo, honor, vergüenza, lamentación, gratitud, venganza, cobardía, ambición y lujuria. Antes de Spinoza, nadie había tratado las emociones humanas en tanto detalle” (De “Introducción a la Historia de la Psicología”-Cengage Learning Editores SA-México 2009).

La base del cristianismo es su ética, y la base de la ética cristiana es el amor. El declive y la limitación esencial del cristianismo radica en la “interpretación libre” del significado del amor, por lo cual es esencial una definición de tal emoción que sea compatible con la realidad y con el espíritu implícito en las prédicas cristianas. Baruch de Spinoza escribió al respecto: “El que imagina aquello que ama afectado de alegría o tristeza, también será afectado de alegría o tristeza; y uno y otro de estos afectos será mayor o menor en el amante, según uno y otro sea mayor o menor en la cosa amada”.

También define al odio, como una "empatía negativa": “El que imagina que aquello a que tiene odio está afectado de tristeza, se alegrará; si, por el contrario, lo imagina afectado de alegría, se entristecerá; y uno y otro afecto será mayor o menor según sea mayor o menor el afecto contrario en aquello a que tiene odio” (De “Ética”-Fondo de Cultura Económica-México 1985).

Respecto de Cristo existen dos posturas extremas, por un lado están los "elevadores de Cristo", quienes lo alejan del ciudadano común, por lo que son también los "ahuyentadores de Cristo". En el otro extremo estamos los "rebajadores de Cristo" con la pretensión de acercarlo al ciudadano común.

Los ahuyentadores por lo general evitan cumplir el mandamiento del amor al prójimo negando que sea idéntico a la empatía emocional, aduciendo que el amor cristiano "es otra cosa distinta", y que moral y espiritualidad también son distintas. Además, aducen que, si Cristo es Dios, los seres humanos no estamos capacitados a actuar como Dios. De esa forma, el mandamiento del amor al prójimo desaparece para ser reemplazado por la nada subjetiva y el cristianismo desaparece como religión moral.

domingo, 26 de diciembre de 2021

Un manotazo al ahorro, al empresariado y al crecimiento

Por Ricardo Esteves

Es positivo que se haya logrado que la franja de los ingresos medios quede exenta de tributar Bienes Personales, pero no a costa de seguir expulsando a los emprendedores del país y fomentar la evasión.

La reciente aprobación por la Cámara de Diputados de las actualizaciones y los alcances del impuesto a los Bienes Personales constituyó por un lado un justo resarcimiento a sectores de ingresos medios que estaban afectados por el gravamen y un estímulo al consumo al liberarlos de ese aporte al fisco, mientras que en simultáneo, con las otras modificaciones a la ley que consistieron en la suba de las alícuotas al resto de los contribuyentes alcanzados por el impuesto y la prórroga de la confiscatoria tasa del 2,5% a los activos atesorados en el exterior, se prodigó un manotazo al ahorro nacional, un ultimátum a la gente acaudalada -la que aún no se ha ido- para que de una vez por todas emigre, y un brutal desincentivo a la inversión y al crecimiento, lo cual, para un país como la República Argentina que necesita desesperadamente inversión para reducir la pobreza, constituye una verdadera tragedia de la cual la opinión pública parece no haberse percatado. Se vistió a un santo al tiempo que se desvestía a otro.

Lo he reiterado en éstas y otras páginas, el gravamen a los Bienes Personales es aplicable donde no existe el impuesto a las ganancias, o bien cuando ésta contribución está presente a tasas moderadas. En el sistema impositivo argentino tributan las ganancias a niveles considerablemente altos para un país donde la inversión es la única opción para detener el aumento de la pobreza y están gravados los activos personales también a tasas desconsideradas, donde los capitales atesorados fuera del país son alcanzados por una alícuota que está muy por encima de la renta usual del sistema financiero internacional, lo que torna al impuesto en un acto confiscatorio sobre el cual la Justicia debería efectuar las debidas correcciones.

¿Por qué los capitales se atesoran en el exterior? Porque persiste en la memoria de los depositantes las veces que fueron estafados por el Estado nacional, cuando les incautó sus dólares para financiar sus despilfarros y les reintegró pesos en una cantidad inferior a la que se necesitaba en plaza para adquirir la equivalencia en la divisa norteamericana que tenían en los bancos argentinos. La última gran incautación aconteció en el 2001/2002. Algo similar suele hacer el Estado argentino con los prestamistas externos, incluso con muchísima más frecuencia, ya que el costo político interno es infinitamente menor que si saqueara a los inversores locales. Por eso no consigue a nadie que le preste al país, o si lo hiciera, sería a tasas que rondarían el 20% anual, mientras que nuestros vecinos -léase Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú-, obtienen préstamos al 3% anual o incluso menos.

Resulta entonces comprensible que quien quiera evitar ser estafado nuevamente -con muchísima más razón desde que la escasez de reservas es la noticia predominante- busque proteger el fruto de su esfuerzo (o el de sus antepasados si su capital es resultado de una herencia) alejándolo de los garfios del Estado argentino y colocándolo en plazas financieras donde ese tipo de despojos no suelen acontecer. Si bien hay dólares depositados en el sistema financiero nacional en cuentas corriente y cajas de ahorro, constituye lo que se podría denominar la “caja chica” que necesita el sistema económico para operar, es decir, una ínfima parte de la riqueza atesorada por los encomiables argentinos que con sus talentos, dedicación y por medio del ahorro lograron juntar, un importantísimo patrimonio de la sociedad argentina que ciertas fuentes estiman en varios cientos de miles de millones de dólares. Constituye entonces una verdadera aberración que los que administran el país repudien y acometan contra esa reserva de capital que bien podría sacar a la Argentina del subdesarrollo. Con la cantidad de oportunidades que ofrece éste país y la extraordinaria inventiva y creatividad de los argentinos a todos los niveles sociales, produce mucha tristeza que se persista en ésta nefasta estrategia de pretender exprimir la riqueza existente -con todas sus perniciosas consecuencias- a costa de sacrificar la creación de nueva riqueza, fundamental para reducir la pobreza y que estaría al alcance de la mano si la gente confiara en las instituciones del país.

¿No se dan cuenta que con cada uno de estos sucesivos manotazos estimulan la evasión, que la nueva renta que se vaya generando en el país buscará protegerse fuera de los radares públicos con más celo de lo que ha sido hasta ahora? A eso invitan las normas fiscales: los que atesoran localmente -amén de tributar tasas crecientes según su nivel patrimonial- se exponen a los cíclicos despojos con los que el Estado suele cubrir sus desajustes fiscales; y los que guardan su capital fuera del país padecen una confiscación gradual a través de la desproporcionada tasa tributaria que acaba de ser prorrogada. Una virtual exhortación a la evasión. Todo aquel que opera en actividades lícitas sabe lo tremendamente difícil que es acumular capital. En esas reservas monetarias propiedad de los particulares y ahorradas en el extranjero está testimoniado el colosal esfuerzo que implicó ese atesoramiento. Una auténtica gesta del sector privado argentino, ya que representa millones de horas de trabajo convertidas en recursos. Esos fondos están ahí, para que el día que el país se despabile y opte por aprovecharlos puedan ser la palanca para el desarrollo. Si bien a Dios gracias pertenecen a argentinos, no es igual si ellos ya no están más radicados en el país.

Por lo señalado, el paquete legislativo que acaba de ser sancionado en diputados constituye un hito fundamental para el devenir económico de la Argentina. No se trata de un episodio más. Es un paso fundamental en el sentido incorrecto. Si muchos presumían que el rumbo a Venezuela se detendría luego de la derrota electoral del oficialismo, pues bien, acaba de consumarse un tranco importante en esa dirección, donde la migración de los grandes empresarios venezolanos jugó un papel fundamental en la consolidación del chavismo.

Del mismo modo, en ese macabro plan se inscribe la embestida para incrementar las tasas de ingresos brutos y la búsqueda exclusiva de sufragar con más impuestos la creación de nuevas erogaciones públicas.

En este desgraciado episodio legislativo le cabe un grandísimo reproche a la oposición, que promovió el tratamiento del paquete impositivo sin haber hecho un adecuado relevamiento de sus propias fuerzas -lo que es mucho más grave que haberse limitado a dar quórum- para que salga aprobado un proyecto funesto para el país. Da la impresión que los legisladores de Juntos por el Cambio no están imbuidos del efecto pernicioso que implica cualquier suba de impuestos. Usando una expresión popular, “calentaron la pava para que otro se tome el mate”. Cabría preguntarse, ¿para esto se ganaron las elecciones? Más de uno abriga la sospecha de que la oposición apeló a la convocatoria legislativa motivada en un acto de demagogia, a sabiendas de la estrechez de recursos públicos, para comprometer aún más al fisco y a la vez afianzar su lealtad a los sectores medios que suponía la votaron en la última elección. Sin embargo, al final del operativo esos sectores percibieron su beneficio como resultado del proyecto que finalmente se aprobó, propiciado por el oficialismo, es decir que resultó para Juntos por el Cambio lo más parecido a lo que suele llamarse “un tiro por la culata”.

Está muy bien que se haya logrado que la franja inferior de los ingresos medios quede exenta de tributar Bienes Personales, pero no a costa de seguir expulsando empresarios del país y fomentar la evasión.

Desde un plano más genérico, sin duda que también le cabe responsabilidad al empresariado argentino por no haber llevado a cabo la imprescindible tarea didáctica de explicar a la sociedad todos los beneficios (empleo, abundancia y calidad de bienes, sostenimiento de los servicios públicos…) que se derivan del accionar empresario. Faltó transmitirle a la sociedad lo que constituye el sagrado rol del emprendedor en la generación de puestos de trabajo y bienestar.

(De www.infobae.com)

jueves, 23 de diciembre de 2021

Marxismo cultural ¿o contracultural?

A diferencia del marxismo revolucionario, que buscaba imponer al socialismo mediante la violencia, el marxismo cultural busca similares objetivos aunque a través del dominio de la cultura y la educación. Así como la evolución biológica produjo una adaptación primaria respecto del orden natural, la adaptación cultural se presenta como la continuación de aquélla. De ahí que toda propuesta ideológica que no tenga en cuenta al proceso evolutivo biológico, ni tampoco a la evolución cultural, no debería considerarse incluida dentro del ámbito de la cultura.

El objetivo principal del marxismo-leninismo consistió en la creación del "hombre nuevo soviético", es decir, de un hombre adaptado plenamente al socialismo. Ante la creencia de que el ser humano se comporta esencialmente en base a la influencia cultural del medio y que los caracteres adquiridos se transmitirían por herencia genética a las nuevas generaciones, la imposición de la ideología marxista-leninista habría de dar inicio a una "nueva humanidad", a imagen y semejanza de los líderes e ideólogos socialistas. León Trotsky escribió: "Uno será incomparablemente más fuerte, más sabio, más estilizado. Su cuerpo será más armonioso, sus movimientos más rítmicos, su voz más musical. El hombre corriente se elevará al nivel de un Aristóteles, un Goethe, un Marx. Por encima de esas cimas se levantarán nuevos picos" (Citado en "El igualitarismo como rebelión contra la naturaleza" de Murray N. Rothbard-Barbarroja Ediciones-Buenos Aires 2019).

Los nuevos marxistas mantienen esa creencia. Murray N. Rothbard escribió: "La revuelta igualitaria contra la realidad biológica, siendo importante como es, forma parte de una revuelta más profunda: contra la estructura ontológica de la realidad misma; contra la «organización misma de la naturaleza»; contra el universo como tal. En el corazón de la Izquierda igualitaria se encuentra la creencia patológica de que no hay ninguna estructura de la realidad; que todo el mundo es una tabula rasa que se puede cambiar en cualquier momento en cualquier dirección deseada por el mero ejercicio de la voluntad humana «en una palabra, que la realidad puede ser instantáneamente transformada por el mero deseo o capricho de los seres humanos». Sin duda, este tipo de pensamiento infantil anida en el corazón de Herbert Marcuse cuando niega vehementemente y por completo la estructura de la realidad existente y pretende transformarla en lo que él adivina que es su verdadero potencial".

Mientras que, desde la psiquiatría, se considera anormal a quien cambia la realidad, ya que su mente deforma de alguna manera lo evidente, como es el caso de quien afirma que un escritorio es un elefante, con el marxismo aparece una categoría distinta de anormalidad, como lo es la idea de cambiar las leyes naturales para reemplazarlas por leyes humanas. De ahí que cada vez escuchamos con mayor frecuencia lo del "mundo al revés", en consonancia con el avance de las ideas marxistas en la sociedad.

Respecto de la peligrosidad del igualitarismo, Rothbard escribió: "Comenzamos considerando la común opinión de que los igualitaristas, a pesar de su poco sentido práctico, gozan del favor de la ética y de la moralidad. Terminamos concluyendo que los igualitaristas, aunque sean individuos inteligentes, niegan la base misma de la inteligencia y de la razón humanas: la identificación de la estructura ontológica de la realidad, de las leyes de la naturaleza humana y del universo. Y al hacerlo, se comportan como niños malcriados, que rechazan la estructura de la realidad en pos de la rápida materialización de sus absurdas fantasías".

"No sólo demuestran ser unos malcriados sino también ser gente muy peligrosa porque el poder de las ideas es tal que los igualitaristas pueden llegar a destruir el universo mismo del que reniegan y que quieren cambiar y ampliar; y pueden conseguir que el universo se destruya estrepitosamente. Como su metodología y sus objetivos niegan la estructura misma de la humanidad y del universo, son profundamente anti-humanos por lo que sus ideas y acciones también se pueden calificar como profundamente perversas. Los igualitaristas no tienen a la ética de su lado a menos que uno sostenga que la destrucción de la civilización, e incluso de la propia raza humana, merezca la corona de laurel de una elevada y loable moralidad".

Los igualitaristas niegan las diferencias biológicas entre hombres y mujeres y sostienen que, sin la influencia cultural de las sociedades tradicionales, la bisexualidad sería lo que debería predominar. De ahí que, pareciera, el logro masivo de esa bisexualidad sería el objetivo de la ESI (Educación Sexual Integral). Un síntoma evidente de este objetivo pudo apreciarse en el caso de una propaganda existente en un hipermercado para promover ventas en el Día del niño (cambiado como Día de la niñez). Al mostrarse en la propaganda un niño jugando con una pelota y una niña con una muñeca, y ante las denuncias de los igualitaristas, tal "perniciosa" propaganda tuvo que eliminarse no sin antes emitir la empresa un pedido de disculpas por la "perversa intención" de que los varones jugaran sus juegos preferidos y las niñas los suyos.

Los movimientos feministas aducen que las diferencias entre hombres y mujeres se deben a una "construcción social" y no a aspectos biológicos. De ahí que apuntan a borrar, desde los medios educativos estatales, principalmente, la promoción de los atributos varoniles en los niños y femeninos en las niñas. Rothbard escribe al respecto: "Otra rebelión contra las normas sexuales biológicas, así como contra la diversidad natural, ha sido la creciente defensa que los intelectuales de izquierda hacen de la bisexualidad. La evitación de una «rígida y estereotipada» heterosexualidad y la adopción de la bisexualidad indiscriminada se supone que debe ampliar la conciencia y eliminar las distinciones «artificiales» entre los sexos para que todas las personas de manera sencilla y unisexual se vean a sí mismas como «seres humanos»".

"Una vez más, el lavado de cerebro de la cultura dominante (en este caso, heterosexual) ha supuestamente oprimido a una minoría homosexual y ha bloqueado la uniformidad y la igualdad inherentes a la bisexualidad. Sin ella cada individuo podría alcanzar su más plena «humanidad» en esa «polimorfa perversidad» que es tan cara a los corazones de distinguidos filósofos sociales de la Nueva izquierda como son Norman O. Brown y Herbert Marcuse".

Mientras que, en el pasado, el izquierdista promovía principalmente el odio entre clases sociales, envenenando el ambiente social hasta llegar a la revolución violenta, en la actualidad, sin abandonar del todo su antigua misión destructiva, se dedica a promover el odio entre hombres y mujeres, entre diversos grupos étnicos, entre grupos de diferente orientación sexual, etc., siempre, por supuesto, con la "noble intención" de poner fin a esas divisiones y antagonismos recuperando para todos la igualdad subyacente a los seres humanos que los científicos, y quienes los escuchan, se niegan a reconocer.

domingo, 19 de diciembre de 2021

Religión moral vs. Paganismos

En etapas precientíficas de la humanidad, al carecerse de la idea de ley natural, y al intuirse la existencia de un subyacente orden natural, el ser humano imaginó la existencia de dioses especializados, y luego de un solo Dios, que intervenían en los acontecimientos humanos y naturales. Luego, caracterizaron a ese Dios asociándole atributos humanos y actuando en correspondencia con esa idealización.

Las principales formas religiosas derivan de la idealización de un Dios que espera de los humanos cierto comportamiento ético de manera de permitir una vida digna para todos, dando lugar así a la religión moral. También se lo idealizó como un poderoso, celoso y vengativo ser que requería de cada ser humano toda clase de alabanzas y sacrificios en su honor, dando lugar a los diferentes paganismos.

Si bien se piensa que estamos en una era científica plena, debe tenerse presente que la mayoría de las personas asocia a la ciencia solamente su capacidad para generar avances tecnológicos y comodidades diversas, manteniendo posturas cognitivas esencialmente alejadas del pensamiento científico. De ahí que todavía siguen vigentes las antiguas posturas paganas. Ello puede advertirse en el caso de poblaciones que, mayoritariamente, se definen como cristianas y que, sin embargo, muestran niveles de corrupción elevados, lo que implica que se ha adoptado tal religión al precio de una paganización casi total.

Si asociamos a la religión la definición de "unión de los adeptos", puede decirse que sólo puede unir una religión moral; de ahí que será contradictorio hablar de "religiones paganas". Adviértase que la religión moral, asociada a la existencia de leyes naturales que rigen nuestras conductas individuales, tiene un carácter objetivo, mientras que los paganismos, que ignoran tales leyes, presentan formas totalmente subjetivas.

Observando películas en que se recrean escenas de la antigua Roma, se advierte que las ofrendas y homenajes a la diosa Isis sólo difieren de las ofrendas y homenajes a Cristo en cuanto sólo cambia el destinatario de tales actos. La actitud del creyente es más o menos similar. De ahí surge el interrogante acerca de si Cristo vino a cambiar las actitudes paganas o sólo vino a reemplazar a los "falsos dioses" mientras los seres humanos permanecían sin cambios. Recordemos que Cristo dijo: "..porque Dios sabe que os hace falta antes que se lo pidáis".

Es posible que el rezo, o las oraciones, tengan efectos benéficos en las personas; no porque Dios ha escuchado nuestras plegarias, sino porque puede existir cierta influencia positiva a través de comunicaciones de tipo telepático entre el orante y el beneficiado. De ahí los procesos de cicatrización rápida producidos en Lourdes, descriptos por Alexis Carrel.

Mientras que el socialista no admite vínculos directos entre individuos, sino a través del Estado por ellos dirigido, el pagano no admite vínculos afectivos entre los seres humanos, sino establecidos a través de la activa participación de Dios o de los dioses imaginados.

A continuación se transcriben algunos párrafos que ponen en evidencia las diferencias señaladas. Si bien fueron escritos a finales del siglo XIX, o principios del siglo XX, mantienen actualmente su validez:

INMORALIDAD IMPLICADA EN LA SUPERSTICIÓN

Por Agustín Álvarez

Mientras el hombre se creyó dependiente de la buena o mala voluntad de los dioses, de los espíritus o de los santos que podían perderlo o salvarlo, prestar acierto o desacierto a sus determinaciones, la ciencia de la vida se reducía a la práctica de los ritos y ceremonias de desagravio y propiciación, pues, desde que se entienda que todo sucede por el arbitrio de las entidades superhumanas, la principal forma de acción humana es la rogativa; al mismo tiempo, la más alta expresión de la solidaridad y de la sabiduría es el ermitaño, que sin mover la menor piedra en el camino se confina en una cueva o en una celda a no hacer nada y rogar por todos los pecadores de la tierra, para recoger, finalmente, en el otro mundo, las bendiciones de todos, la renta de sus plegarias y el premio de sus virtudes pasivas y paganas: "Mi deber -decía Epicteto- en tanto dure mi existencia, es el de dar gracias a los dioses, alabarles pública y privadamente, y no dejar de bendecirlos hasta que tenga término mi vida".

En esta inteligencia de la vida se bendice a los vivos y a los muertos, a las cosas, las viviendas y las embarcaciones y los campos, las siembras y las cosechas, para sustraerlas al antojo o a la indiferencia de las entidades de que dependen y ponerlas bajo su amparo especial, y en vez de plantar bosques para regularizar las lluvias, por ejemplo, se talan los bosques y se hacen rogativas ad petendam pluviam.

Si un deudo o un amigo se enferma, la primera cosa a hacer es acudir a los santos con misas, con velas encendidas, con novenas y rogativas para que lo sanen o lo saquen en bien; se ruega por los enemigos, por el éxito de los buenos y por el fracaso de los malos, por el triunfo de un partido o por la consecución de un empleo, por una raza en conflicto, por un pueblo en tribulaciones, y hasta por un animal comido por los gusanos para que se mueran los gusanos....y al lado del que pide fervientemente la lluvia para su maizal en crecimiento, se arrodilla el que pide fervientemente la seca para poder recoger su trigal madurado.

Así, la cosa más importante en la vida no es el saber obrar con sano juicio propio sino saber rezar con devoción, y esto fue la única educación que recibieron nuestros mayores, porque esto era la llave de todos los bienes y el escudo de todos los males, y por añadidura la mejor manera de asegurar al pastor de almas el fácil reinado de "tuerto en tierra de los ciegos".

Cuando Foullié dice que "el sentimiento de solidaridad humana es débil entre los italianos, aun con los descendientes", hace una observación incompleta, inexacta. Lo que sucede es que la solidaridad italiana, española e hispanoamericana se realizan en la forma correspondiente al entendimiento católico, en la retahila mecánica del pordiosero que encomienda a Dios y a los santos la cancelación de sus deudas, y se aleja con la conciencia satisfecha llevando su miseria voluntaria como un certificado de virtud para este mundo y el otro; se realizan en la hipótesis del ermitaño, por acción espiritual, sin el concurso de los extraños, ni aun el de los hijos, no habiendo entonces margen para que la creencia en la utilidad de la acción personal de los otros para la mejora de las circunstancias comunes pueda hacerlos en nuestro espíritu parte necesaria o útil para nuestro bien, que es lo que llamamos la solidaridad, los que entendemos que el bienestar no puede suceder sin que lo hagamos nosotros mismos.

Y cuando el hombre entiende que su vida depende de su conducta, y su conducta del acierto de su conciencia en la distinción de lo que es justo y de lo que es malo, paga para educar su conciencia por la mejora de su entendimiento, y da y lega para la mejora de la conciencia del país por la educación de sus conciudadanos, de lo que resulta en los pueblos y en las razas el crecimiento colosal de los unos al lado del estancamiento colosal de los otros, porque el entendimiento humano es como el agua que se purifica por su propia corriente en los ríos y se corrompe por su propia inmovilidad en los pantanos.

(De "¿Adónde vamos?"-Ediciones Modernas-Buenos Aires 1944)

miércoles, 15 de diciembre de 2021

El marxismo de Marx

El matemático Girolamo Cardano pronosticó el día de su muerte. Para mostrar a los demás sus habilidades predictivas, se suicida en el día anunciado. Algo similar ocurre con Karl Marx, quien supone que en toda sociedad humana existe una lucha de clases sociales; como ello no ocurre con la frecuencia supuesta, dedica su vida a promover dicha lucha. Es oportuno mencionar que, en una economía de mercado, por lo general, los empresarios compiten entre sí, por una parte, y los empleados compiten dentro de una empresa buscando ascensos, por otra parte. La lucha entre empleadores y empleados se establece principalmente cuando algún ideólogo marxista logra convencerlos acerca de "la ley de Marx".

Para el cristianismo también existe una lucha histórica entre el bien y el mal, o entre justos y pecadores, pero, al contrario del marxismo, trata de limitar esa lucha buscando la conversión de los segundos al bando de los primeros. Esta es la forma de intentar mejorar los aspectos negativos, no resueltos por la evolución biológica, y que deberán ser solucionados mediante la evolución cultural.

En los casos de Cardano y de Marx se advierte la típica actitud egoísta de intentar forzar la realidad en lugar de intentar cambiar los pronósticos o las teorías establecidas. Mientras que Cardano sólo pone fin a su propia vida, Marx propone revoluciones que en el siglo veinte costaron la vida de decenas de millones de personas. Aún así, sus ideas mantienen su vigencia en numerosos sectores de la población.

La finalidad práctica del marxismo implica la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción, condición necesaria y suficiente, según la creencia generalizada, de resolver todos los problemas sociales existentes. Tal eliminación implica la destrucción de la economía de mercado, o capitalismo.

La economía de mercado implica la división del trabajo y el intercambio posterior. Además, implica el ahorro individual, que ha de constituir el camino hacia la capitalización de la sociedad. Así como se requieren virtudes morales para trabajar eficazmente, para el ahorro se requiere vivir en una manera sencilla y ordenada. Sin embargo, como el marxista ignora los vínculos afectivos que subyacen en todo grupo humano, sólo observa en los medios materiales el único vínculo posible entre individuos que viven en sociedad, por lo que asocia a las virtudes burguesas todo tipo de corrupción moral.

A continuación se transcribe un artículo de Alberto Benegas Lynch (h) respecto del marxismo:

EL MARXISMO DE MARX

Parece mentira, pero en la actualidad hay un revivir del marxismo en ámbitos universitarios y no universitarios. Esto va para el tontaje que afirmaba cándidamente después de la caída del muro de Berlín que "Marx está muerto". Ninguna idea está muerta mientras haya quienes la sostengan. La historia está plagada de muertes y resurrecciones. Todo depende de los diversos e intrincados vericuetos que recorren las corrientes de pensamiento predominante sin menospreciar para nada a las incipientes que muchas veces son las predominantes del mañana.

En todo caso, después de la muerte de Karl Marx, muchos han sido los intelectuales y también los activistas que han pretendido mostrar un Marx hecho a imagen y semejanza del expositor de turno, ya sea para un lado o para el otro en el amplio espectro de las ideas económicas y de la filosofía política. Recientemente ha aparecido una nutrida bibliografía en la que se pintan retratos del "nuevo Marx". Conviene entonces resumir, aunque más no sea de modo telegráfico, los puntos más sobresalientes esbozados directamente por Marx eludiendo exégetas e intermediarios, sean estos entusiastas o apáticos.

Primero y principal, Marx sostiene que "pueden sin duda los comunistas resumir toda su teoría en esta sola expresión: abolición de la propiedad privada" (párrafo 36, capítulo III del Manifiesto Comunista, 1848). Este consejo que Marx considera parte esencial de su propuesta significa que no habrá precios ya que nadie puede usar y disponer de propiedad, lo cual a su vez implica que no hay forma de asignar racionalmente los recursos. No se sabe si conviene construir los puentes con plata o con otro material ni si debe construirse una pared con ladrillos o con platino.

Se podrá decidir arbitrariamente la producción de zapatos o cinturones pero no podrá saberse cuál es el método más económico para hacer lo uno o lo otro. Como lo señaló Ludwig von Mises en 1920, la contabilidad, la evaluación de proyectos y el cálculo económico no resultan posibles sin precios de mercado que, a su vez, sólo pueden ponerse de manifiesto si tiene vigencia la institución de la propiedad privada, no sólo de los bienes de consumo sino también y principalmente los factores de producción. A Marx le preocupaba la economía, pues bien, lo que propuso es un imposible económico. Es un sinsentido económico: no hay tal cosa como el sistema económico marxista desde el momento que, en ese sistema, resulta imposible la economía.

En segundo lugar, Marx predecía la inexorabilidad del socialismo en base a supuestas leyes históricas inexorables sin comprender que en las relaciones sociales nada hay inexorable. Seguramente Marx intuía esto último puesto que se daba cuenta que si no escribía libros y panfletos y si otros no provocaban revoluciones y ponían bombas, "la inexorabilidad" no se producía. Es que en realidad los sucesos humanos dependen de lo que sucede en el terreno de las ideas.

Como bien ha explicado Popper al combatir el historicismo, nada hay inexorable ni existen leyes de la historia independientes de los sucesos que genera el hombre. Por otra parte, las predicciones "científicas" de Marx han resultado también un fiasco: que la revolución comunista aparecería en los países de mayor desarrollo capitalista y, sin embargo, apareció en la Rusia zarista; que la propiedad estaría concentrada cada vez en menos manos en el capitalismo y solamente las sociedades por acciones produjeron una dispersión colosal de la propiedad y que las revoluciones comunistas se originarían en los obreros cuando en verdad todos surgieron de intelectuales-burgueses.

El tercer aspecto está vinculado con el tema anterior. Se trata del materialismo dialéctico referido a los procesos de tesis-antítesis-síntesis hegelianos como correlato necesario de la lucha de clases y como explicación de la historia. A su vez, la lucha de clases se basa en lo que podemos considerar como un cuarto punto: el polilogismo, esto es la diversa estructura lógica que tendría el proletario respecto del burgués, aunque nunca aclaró Marx en qué consistía concretamente esta diversidad de las ilaciones lógicas. Nunca explicó qué sucede en la cabeza de un proletario que se gana la lotería ni en la de un burgués que quiebra.

El quinto aspecto es el llamado materialismo histórico que consiste en que, según Marx, los procesos productivos determinan todo lo demás en el ser humano sin percatarse de que es lo espíritual lo que determina lo material y no al revés. Según Marx las cosas comenzaron con los métodos de producción, lo cual, a su vez, determinó las concepciones respecto del resto de las cosas.

Por último, para referirnos muy esquemáticamente a los puntos de mayor relevancia, Marx aludió a la teoría de la explotación basada en lo que llamó "plusvalía", esto es, siempre según el mismo autor, aquello que el empleador se apropia indebidamente y que en verdad le pertenece al empleado. Esto tiene lugar -continuaba Marx- debido al fenómeno de alienación, es decir la expropiación y el arrebato que sufre el propio ser del trabajador. Este análisis pasa por alto el significado de la contratación voluntaria en una sociedad abierta y que, en ese contexto, los salarios e ingresos en términos reales se deben exclusivamente a la estructura de capital que hace de apoyo logístico al trabajo para aumentar su rendimiento.

Los niveles de salarios en las diversas partes del mundo son consecuencia exclusiva de la inversión per capita. Cuanto mayor el capital mayores los ingresos en términos reales y mayor el tiempo libre para las actividades culturales y recreativas y msyores las posibilidades de escapar a la especialización rutinaria. La caricaturización del empleador barrigón con la cadena de oro y la galera frente al obrero descalzo y desnutrido no permite ver que los salarios no dependen de la buena voluntad ni de las ganas que puedan tener uno y otro.

Los salarios están determinados por la tasa de capitalización que permite mejoras en el nivel de vida y, a su vez, esa capitalización tiene lugar cuando los marcos institucionales garantizan la propiedad y no la destruyen con la voracidad fiscal, la inflación y controles burocráticos de todo tipo y especie que invariablemente recaen sobre los consumidores más débiles.

Combinando un título en alemán con la búsqueda de significado en español, bien se ha dicho que Marx al escribir Das Kapital en realidad quiso decir "quitas capital" con lo que el empobrecimiento y la pauperización se hacen patente.

(De "El juicio crítico como progreso"-Editorial Sudamericana SA-Buenos Aires 1996)

domingo, 12 de diciembre de 2021

Nuevas ideas y nuevos hábitos

La decadencia argentina, debida principalmente a una severa crisis moral, no parece que vaya a resolverse sólo desde la política, o desde la economía, sino que se requiere de información adicional asociada a las actitudes y a los aspectos emocionales vinculados a todo individuo.

Incluso puede decirse que la recuperación económica, mediante inversiones y trabajo, no podrá establecerse si siguen vigentes las ideas predominantes, por cuanto pocos se atreverán a invertir en un país cuya población, en cualquier momento, puede volver a votar masivamente por candidatos esencialmente totalitarios.

Mientras que, a estas ideas vigentes y predominantes, no se las critique adecuadamente y, además, no se establezcan otras que sean compatibles con la realidad, el proceso decadente seguirá su marcha. Karl R. Popper escribió: "En la búsqueda de la verdad, el mejor plan podría ser comenzar por la crítica de nuestras más caras creencias. Puede parecer un plan perverso, pero no será considerado así por quienes desean hallar la verdad y no la temen" (De "Conjeturas y Refutaciones"-Paidós-Barcelona 1963).

Si bien los temas humanos y sociales no han cambiado esencialmente desde las épocas de Platón y Aristóteles, hace falta una nueva ideología, es decir, una que trate todos esos temas desde un fundamento básico nuevo, o bien que se pueda "resucitar" alguna ya establecida. Erwin Schrödinger escribió: “La cuestión no es tanto ver lo que nadie ha visto todavía, sino pensar lo que aún nadie ha pensado acerca de lo que todo el mundo ve”.

De ahí que, desde la Psicología social, y a partir del concepto de "actitud característica", con sus componentes emocionales y cognitivas, surge una alternativa para aclarar ideas, ya que tales conceptos permiten establecer deducciones sencillas que conducen a un esquema ideológico que puede constituir la ideología necesaria para revertir la decadencia moral.

En la Biblia leemos: "La Verdad os hará libres", lo que implica que: "La mentira os hará esclavos". El hábito generalizado de no respetar ninguna forma de ley o reglamento, involucra también el irrespeto a las elementales normas de convivencia que surgen de cualquier código moral, como las que aparecen en los Libros Sagrados de las diversas religiones. Así, el hábito de la mentira generalmente conduce a la difamación de otras personas seguido de una interminable sucesión de venganzas. Cuando el egoísmo personal supera ampliamente todo interés por la sociedad, y por la nación, todo un país se convierte en un conjunto de seres naturales distantes de lo que el orden natural "espera" de cada uno de nosotros.

Por lo general, toda sugerencia moral se interpreta como que debemos intentar respetar a los demás, junto a los reglamentos y costumbres básicos, asociándolos a cierto "sacrificio" personal, lo que resulta poco atractivo. Por el contrario, toda acción ética debe realizarse pensando en el bienestar propio, ya que nos hará sentir verdaderos seres humanos que respetamos nuestra natural esencia social.

La gravedad de la actual Argentina radica esencialmente en las ideas predominantes en la sociedad, que surgen de un descontento esencial motivado principalmente por el odio y la envidia. Y el odio va ligado siempre a la mentira, ya que el individuo odioso jamás va a reconocer una verdad positiva de alguien a quien odia intensamente. De ahí que rechazará sus creencias, su religión, sus vestimentas, sus amistades, etc, etc. Esta es la causa del antagonismo entre sectores, especialmente proveniente de las personas para quienes no existen otros valores distintos del dinero. Si advirtieran que también existen valores intelectuales y morales, se dedicarían a lograrlos dejando de lado el odio que los esclaviza y los castiga permanentemente.

Como existe la necesidad imperiosa de revertir la decadencia económica y social, deberíamos apuntar a reconocer errores y a liberar la economía de tal manera que aumenten las inversiones productivas y el trabajo. Pero esto, por ahora, es imposible, precisamente porque las masas llenas de odio nunca van a reconocer las ventajas del capitalismo y no soportarán observar la riqueza lograda por empresarios exitosos, ya que la ilusión secreta implica poder observar algún día cómo el otrora empresario exitoso tiene que revolver tachos de basura para poder sobrevivir; de ahí el importante caudal de votos que logran los partidos políticos populistas, totalitarios y socialdemócratas, que reciben más del 80% de los votos en los comicios electorales y cuyos votantes apoyan todas las medidas gubernamentales que llevan a la venezuelización de la nación. Las diferencias esenciales entre los partidos mayoritarios radica en la velocidad con que nos conducen al socialismo pleno.

Diferencias entre liberales y conservadores

Resulta algo dificultoso definir con cierta exactitud las diferencias existentes entre liberales y conservadores, ya que ambos términos tienen un significado distinto en EEUU que en Europa y Latinoamérica. Este es el caso de la calificación de "liberal", ya que "liberals" en EEUU significa adherir a la socialdemocracia, algo bastante distinto al liberalismo tradicional.

La usurpación de la palabra "liberal" por parte de los opositores al liberalismo, ha promovido la necesidad de utilizar nuevas denominaciones, como "libertario", por ejemplo. Recordemos que estas calificaciones implican casos extremos, existiendo en la realidad cotidiana adhesiones parciales o intermedias.

A continuación se mencionan las diferencias advertidas por Alberto Benegas Lynch (h), aclarando bastante el tema. Por ser una figura representativa del liberalismo, conoce "de cerca" lo que implica, advirtiendo con cierta facilidad los desvíos a su propia postura:

El conservador muestra una inusitada reverencia por la autoridad, el liberal en cambio siempre desconfía del poder.

El conservador pretende sabios-filósofos en el gobierno, a lo Platón, mientras que el liberal, a lo Popper, centra su atención en marcos institucionales que apuntan a minimizar el daño que puedan hacer los gobernantes.

El conservador es aprensivo respecto de los procesos abiertos de evolución cultural, mientras que el liberal acepta que la coordinación de infinidad de arreglos contractuales producen resultados que ninguna mente puede anticipar y que el orden inherente al proceso de mercado no es fruto del diseño ni del invento de mentes planificadoras.

El conservador tiende a ser nacionalista-"proteccionista" mientras que el liberal es cosmopolita-librecambista.

El conservador propone un sistema en el que se impongan sus valores personales, mientras que el liberal mantiene que el respeto recíproco incluye la posibilidad de que otros compartan valores muy distintos mientras no afecten derechos de terceros.

Al conservador no le importa que se amplíe el ámbito del poder, siempre y cuando se promuevan sus intereses, el liberal, en cambio, hace de la libertad un valor irrenunciable y lo considera un sine qua non para las autonomías individuales.

El conservador es tradicionalista mientras que el liberal es respetuoso de las tradiciones. El tradicionalismo pretende la adhesión incondicional al stato quo sin comprender que si esto fuera estrictamente cumplido no habríamos pasado la edad de piedra. El liberal no es adicto a los cortes drásticos en los procesos históricos, considera que las modificaciones deben producirse en el contexto de una evolución paulatina a los efectos de que el proceso de pruebas y errores pueda ser tamizado y adecuado a las necesidades.

El conservador no entiende el significado del mercado y, por ende, lo subestima, considera que "el arte de la política en manos de estadistas" es lo primordial, mientras que el liberal pretende despolitizar todo lo que sea posible y estimula que los arreglos voluntarios ocupen el mayor espacio posible.

El conservador suscribe la alianza entre la iglesia y el Estado mientras que el liberal la considera nociva y peligrosa.

El conservador tiende a ser intolerante mientras que el liberal hace de la tolerancia su leitmotif.

Friedrich Hayek titula el apéndice de su obra Fundamentos de la libertad de un modo sugerente: "Por qué no soy conservador". Allí esboza sus objeciones al espíritu conservador y afirma que aquel siempre tiende a la negociación política y no a la preservación de principios puesto que es "partidario de la tercera vía sin tener metas propias lo cual lo lleva a pensar que la verdad debe estar en algún lugar entre los extremos y, como resultado, ha variado su postura según haya sido la fortaleza de los movimientos que se ubican en las respectivas alas".

(De "El juicio crítico como progreso"-Editorial Sudamericana SA-Buenos Aires 1996)

viernes, 10 de diciembre de 2021

Diferencias entre catolicismo y cristianismo

Mientras que la ética individual y social es la base del cristianismo original, la base del catolicismo, pareciera, constituye un extraño y complejo proceso que consiste en vincularnos a lo sobrenatural. Quienes sostienen que no existe diferencia esencial entre catolicismo y cristianismo, en cierta forma rechazan la profecía del propio Cristo ya que, si todo marcha bien y la Iglesia transmite fielmente su mensaje, no habría razón para la nueva presencia anunciada.

Entre los autores que encuentran importantes diferencias entre ambos mensajes puede mencionarse a Agustín Álvarez, para quien la vida le ofreció dos circunstancias trágicas: el terremoto de Mendoza en 1861, en el que mueren sus padres, y la influencia negativa que recibe de sus educadores católicos. A continuación se transcriben fragmentos de un artículo en el que expresa las diferencias advertidas:

LA SUBVERSIÓN CATÓLICA DE LA MORAL CRISTIANA

Por Agustín Álvarez

La doctrina de la libertad de las almas fue despojada de la mayor parte de su poder de regeneración de las sociedades humanas, mediante la sustitución del culto del redentor -asunto de la Iglesia- a la redención efectiva del hombre por el cumplimiento "del más hermoso código de la vida perfecta que haya trazado ningún moralista" (Renán en "La vida de Jesús")-asunto de la humanidad.

Sobrevino, en consecuencia, el abandono del sentimiento de la fraternidad humana por la adoración de la virgen, de los apóstoles y de los mártires, para alcanzar el bien, no por la superioridad moral de los vivos, sino por la intervención valiosa de los muertos en santidad, que fue para la moral lo que había sido para la medicina el abandono de los métodos de Hipócrates por el culto de Esculapio, lo que hubiera sido para la vida civil la sustitución del culto de Solón al estudio del derecho.

A pesar de ello, la incomparable concepción de la grandeza de la humanidad ha sido el verdadero milagro de los siglos, levantando a la humanidad seudocristiana sobre la humanidad judía y gentil, para estancarla por mil años en el ideal inmóvil, por la inmovilidad del entendimiento, bajo el despotismo asiático de la Iglesia vencedora y ensoberbecida por la omnipotencia sin límites; la costosa grandeza de alma supeditada por el fácil culto de los santos, y la devoción ritual sustituída a la mejora de los sentimientos por la educación del entendimiento, entregaron la más alta moral que ha conocido el mundo al usufructo de las almas bajas, que pusieron la libertad y la justicia de la tierra al servicio de los fuertes y el cielo a la merced de los privilegiados, haciendo de las penas y las recompensas futuras, y de los milagros, las indulgencias y las reliquias, artículos de comercio eclesiástico.

Antorcha del espíritu fue la Iglesia mientras oprimida luchaba con los oprimidos por los fueros de la conciencia moral recién nacida; lápida del entendimiento, cuando triunfante con los poderosos "se inoculó el virus de la superioridad social", y el orgullo y la intemperancia de la santidad humana; alegría de esta vida, mientras fue esperanza de mejores tiempos en este mundo por el ansiado imperio de la fraternidad y la benevolencia entre los hombres cuando llegase "el reinado de Cristo en la tierra", que se transformó, bajo el reinado de la Iglesia, en esperanza de mejores tiempos en el otro mundo y desesperanza consecutiva del presente, relegado a simple estación de pruebas para el infeliz transeúnte de la tierra, en la que nada había que hacer sino vegetar en la oración y la penitencia porque nada había que esperar mejor que lo existente.

Y muerta la esperanza en el mejoramiento de las condiciones del hombre en el mundo, la cristiandad vegetó bajo la horrible pesadilla del purgatorio y del infierno, desde el siglo IV hasta el siglo XIII, en que empezó a despertar de la sola esperanza de la dicha póstuma a la esperanza de la dicha en la vida, de la insana fe exclusiva en la libertad y la justicia de ultratumba a la sana y animosa ambición de la libertad y la justicia en la tierra también, que en el breve espacio de tres siglos, y especialmente en los pueblos de habla inglesa, ha realizado maravillas de tolerancia, de paz doméstica, de benevolencia mutua, de sensatez humana, en fin, por la sustitución del blando imperio del derecho, la justicia y la razón, al duro despotismo salvador de la Iglesia, por la libertad moral de todos substituída a la omnipotencia espiritual de los obispos.

La moral del galileo, que es la distinción entre las buenas y las malas acciones en relación al bienestar de los demás, será eternamente la médula espiritual de la humanidad en marcha, porque consiste en la mejora indefinida del corazón del hombre, sin dependencia de sistemas, para alcanzar la salvación de cada uno por la bondad de los sentimientos, que son bendición para todos. y porque la moral de los cristianos, bajo la dirección de la Iglesia, consistió sólo en la afección a Jesús para ser salvados por la devoción, el bien para el cielo llegó a ser diferente del bien para la tierra, y lo que él se proponía suprimir -la explotación y la persecusión del prójimo- sobrevino con la distinción entre los elegidos y los repudiados, entre los amigos y los enemigos del Señor, y el consiguiente espíritu sectario, que es la fuerza y la lepra de los partidos, fulanistas o principistas. la fraternidad humana perdió casi toda su significación bajo el dogma eclesiástico de la separación eterna en la otra vida, que implicaba la separación absoluta en esta vida, entre los predestinados a la dicha eterna y los condenados a la eterna desdicha.

(De "¿Adónde vamos?"-Ediciones Modernas-Buenos Aires 1944).

miércoles, 8 de diciembre de 2021

El legado de la Edad Media

Cada etapa de la humanidad deja un rastro que se advertirá en el futuro. Al igual que en el caso de los individuos, ese rastro podrá ser positivo, o negativo, hasta el extremo de pasar inadvertido. Además, cada etapa constituye una fuente de experiencias que deben ser tenidas en cuenta para aceptarlas, mejorarlas e, incluso, rechazarlas.

Así como los romanos se distinguieron por sus aportes al Derecho y por su sentido práctico, el medioevo europeo se distinguió por su arquitectura y también por su filosofía política, al menos en la visión de algunos autores. J.P. Mayer escribió respecto de la civilización medieval europea: "Si deseamos comprender su trascendencia peculiar no tenemos más que entrar en una catedral gótica en la cual el arte, como un complejo único de música, liturgia, arquitectura, valores espaciales, pintura y escultura, nos ha transmitido su espíritu a perpetuidad".

"Las torres se levantan con creciente delicadeza de construcción y escultura, apuntando a un mundo superior, pero están firmemente cimentadas en esta tierra. Los vastos espacios ingeniosamente abovedados, son testimonio de un nuevo conocimiento matemático; parecen ultraterrenos, parecen elevarse por encima de los límites de lo real. ¡Cuán pequeñas y miserables son las casas de los ciudadanos y de qué manera las supera la casa de Dios!".

"Lo espacioso de la catedral es la expresión misma de la vida medieval; el campesino, el ciudadano, el caballero, el obispo y el emperador, la doctrina, la leyenda, la historia, el cielo y el infierno, han sido modeladas por ella. Hasta las bóvedas más remotas están animadas por la voluntad creadora del artista cristiano, porque allí reza la figura de un ángel que mira a lo lejos con los ojos bien abiertos" (De "Trayectoria del Pensamiento Político"-Fondo de Cultura Económica-México 1966).

Si consideramos que el futuro de la humanidad apunta a una lenta unificación entre ciencia experimental y religión, cuyo vínculo es el concepto de ley natural, y que la supervivencia de la humanidad está ligada a su capacidad de adaptación al orden natural, podrá verse en el pensamiento medieval algunos rasgos que conducen en el sentido indicado. Harold Laski escribió: "Es importante recordar que la verdadera doctrina medieval no muere nunca. No sólo perdura al final de la Edad Media la noción de que el Estado está construido sobre la idea del derecho...Para la Edad media el derecho natural tiene la fuerza de supremacía que tiene en la época moderna la legislación promulgada".

"En realidad la política medieval es una filosofía del derecho universal; y a su vez ésta es una teoría de la ética que es parte de la teología. De acuerdo con esto, los hombres no deben transgredirlo, ya que no osan transgredir la voluntad de Dios...La idea es fundamental, porque es a la vez causa y demostración de la continuidad del pensamiento político en el mundo occidental. La doble sanción del derecho romano y el cristianismo a esta contribución del estoicismo griego, le da nuevo vigor y autoridad por más de mil años".

"En el siglo XVI tropezó con la noción antitética de la razón de Estado; y la forma que le dio posteriormente la filosofía de Hobbes es punto de partida de una contradicción de la que no ha podido nunca recobrarse enteramente. Sin embargo, aún en la época de su decadencia, sus raíces calan hondo en la experiencia humana".

"El derecho internacional se debe a su influencia; hombres como Alberico Gentile, Grocio y los grandes jesuitas escribían basándose en ella...Liberada de su forma eclesiástica se convierte en la doctrina de los Derechos del Hombre, una de las fuerzas creadoras de la época moderna, y hasta cuando el dogmatismo benthamista por una parte y la sutileza hegeliana por otra, hicieron inaceptable la concepción de los Derechos del Hombre, la tesis de que el Estado debe ser juzgado por los fines que realiza, es prueba de la fuerza encarnada en esa idea".

"De hecho la idea básica del derecho natural es, en cierto sentido, parte necesaria de toda filosofía política que intente ser algo más que una doctrina de los problemas inmediatos. La gloria de los pensadores medievales consiste no solamente en haber captado aquella verdad, sino en haberla formulado de manera que se ha convertido en parte integrante de la herencia de la humanidad" (Citado en la "Trayectoria del Pensamiento Político").

Si se desea conocer la orientación intelectual de un individuo, seguramente intentaremos averiguar cuáles son los autores de libros preferidos. Si, por el contrario, se desea conocer algo de su aspecto emocional, posiblemente indagaremos acerca de cuáles son los músicos y cantantes preferidos. De la misma manera, es posible tener una idea de la Edad Media a través de su música. En este caso se advierte que se trata de una música agradable, festiva, que pareciera intentar incluir a todo individuo en la sociedad y en la humanidad, que concuerda con la mentalidad de su filosofía política, al menos dentro del nivel de subjetividad e inexactitud con que se puede describir un complejo proceso ocurrido hace varios siglos atrás.

martes, 7 de diciembre de 2021

El Gobierno contra la mano invisible

Por Elena Valero Narváez

La imposibilidad de pagar los pasajes al exterior en cuotas ha indignado a mucha gente que necesita salir del país por un motivo u otro.

Lo único que falta es que el Gobierno nos tire un plan quinquenal como aquellos que tanto entusiasmaron a los peronistas durante la dictadura electiva de Juan Domingo Perón. Todos los días nos enteramos de alguna ridícula medida con la que se pretende apaciguar el calentamiento de la economía. Una de las últimas es la imposibilidad de pagar los pasajes al exterior en cuotas, disposición que ha indignado a mucha gente que necesita salir del país por un motivo u otro.

Esta administración no puede quitarse de la cabeza, la idea de planeamiento, dejándole cada vez menos lugar a la economía de mercado. Por ahora lo hace en cuotas pero, seguramente, cuando se complique más la situación, para impresionar a la sociedad, elaborará un plan integral intentando inspirar confianza para llegar al 2023.

La cuestión de decidir desde el gobierno la suerte de los argentinos no es nueva, surgió ya en el siglo XIX como oposición a las políticas liberales de laissez faire que defendían la libertad individual y la no intervención estatal en la economía. Hoy, como ayer, la sociedad se debate entre dos sistemas económicos para superar la crisis en la que ya nos movemos como hojas en la tormenta. A esta altura, por la cantidad de normas que están distorsionando la oferta y la demanda, parece imposible que se vuelva a un mercado competitivo, es incompatible con la idea de planificación que seduce a todos, aunque ésta no resuelve ninguna crisis sino que la agrava y acrecienta. No podremos escapar de la ola estatista, dirigista e intervencionista en la que navegamos con serio peligro de encallar.

MALAS IDEAS

Por inercia cultural, en Argentina, no se han podido erradicar las malas ideas que le han impedido a un país, rico en recursos elevar el nivel de vida de sus ciudadanos. El 30 % de pobres, que aumenta cada día, nos muestra el fracaso de la política a la que, testarudamente, se aferra el Gobierno. Le falta memoria histórica, la caída del comunismo en la URSS y en los países de su órbita, reveló sin lugar a dudas, que la planificación central no era el mejor sistema para dirigir la actividad económica y promover el bienestar de todos. En la actualidad, son las decisiones de millones de personas, empresas y hogares, las que la han suplantado. Los gobiernos, en vez de impedir, ayudan a crear las condiciones para que el mercado funcione de la mejor manera posible. Ahora, como enseño Adam Smith, son los precios y el interés personal los que dirigen la actividad económica de la mayoría de esos países. También aprendieron, por haber sufrido el terrible sistema, que la libertad de comercio beneficia a todo el mundo.

En Argentina vamos al revés. Desde que gobierna el Kirchnerismo se ha disminuido la propiedad privada, ya sea estatizando, o acosando con impuestos distorsivos y reglamentaciones, estorbando la actividad privada a favor de un Estado acaparador.

Un gran déficit presupuestario afecta negativamente a la economía como también las barreras que sujetan el libre comercio. Los precios suben cuando se imprime demás -es de manual- cuando esto pasa el valor del peso disminuye. Lo mostró muy bien Alemania a principios de la década del 20: cuando los precios se triplicaban todos los meses, la cantidad de dinero también lo hacía en la misma proporción. Los bajos niveles de inflación que tienen tantos países en la actualidad, indica que ello va unido a un lento crecimiento de la cantidad de dinero. Aquí no basta saberlo para decidir imitarlos.

CIRCULO VICIOSO

Lo poco que hoy queda claro en la Argentina, es que la provisión de bienes y servicios meta de todo sistema económico, se está viendo severamente afectada. Los sectores productivos están hartos de los impuestos distorsivos con los que pretenden alimentar a un Estado cada vez más grande, son costosos para quienes participan en el mercado porque además de transferirle sus recursos, llevan a los compradores a consumir menos y a los vendedores a disminuir la producción. Por el mismo motivo, también disminuye los ingresos fiscales. Es un círculo vicioso.

El control de los alquileres fracasó, fue votado también por la oposición; van a pensar en otra ley, esperemos no sea un nuevo adefesio. Con buenas intenciones, para hacer accesible la vivienda a las personas con menos recursos, se piensa de vez en cuando en ella, siempre que aparece demuestra ser ineficiente. Las leyes de alquileres provocan, al revés de lo que se desea, una gran escasez. Pertenece al grupo de medidas que crean injusticia por sí mismas.

Con esta fatal experiencia, deberíamos desconfiar de quienes encuentran fáciles soluciones a problemas difíciles como el que ahora nos aflige, prometiendo asombrosos resultados con un mínimo de esfuerzo. Aunque sean considerados como expertos, proceden de charlatanes que piensan en sus propios intereses o embaucadores que creen ciertas sus propias teorías. En 1935, dijo Keynes al que tanto valor dan los economistas que aconsejan a este Gobierno:

"Los hombres prácticos que se creen libres de toda influencia intelectual, generalmente son esclavos de algún economista desaparecido. Los locos que ostentan el poder, que oyen voces en el aire, extraen su locura de las obras de algún diletante académico de unos cuantos años atrás".
Sigue siendo cierto, la locura del modelo actual ha sido influenciada por él.

CAMBIO SUSTANCIAL

Quienes pretenden ser parte de la alternancia en el poder no deben cometer los mismos errores, nos merecemos un cambio sustancial también en las relaciones exteriores. Argentina debe volver a ajustarse a los valores y expectativas de Occidente, esforzarse por ganar prestigio cumpliendo con obligaciones y contratos y disminuir al mínimo, los riesgos y costos que le produce una militancia aferrada a gobiernos antidemocráticos y a causas indefendibles, como las de Jones Huala.

Defender metas que la prestigien como país, adaptarse al orden internacional y a los objetivos más importantes de los países democráticos y desarrollados, es el rumbo. No irritar, creando condiciones amigables e intereses comunes, para poder exportar lo más posible. Son obviedades que pasan desapercibidas a los cancilleres argentinos, se cree que la confrontación es mostrar independencia, en vez de lograrla por medio de una economía capitalista y de las buenas relaciones con el mundo desarrollado. Argentina necesita diplomáticos de carrera que dejen de comprometer la viabilidad económica con gestos que pueden costarnos muy caros y que atrasan la necesidad de inspirar confianza.

Darse cuenta significa reemplazar el actual rumbo por uno mejor pero rechazando a los que dicen que el fracaso es de la democracia tratando, a la vez, de organizar su funeral. Es peligroso el político que aprovechando la debilidad de los partidos intenta disminuir la representatividad de los mismos, con la intención de aumentar el peso de las decisiones de grupos de presión.

No olvidemos qué pasó luego del triunfo de Juan Domingo Perón, en 1946. Se eligió un modelo -alianza entre el Gobierno, el Ejército y los sindicatos, en parte también de la Iglesia- que a lo largo de 40 años dominó la escena nacional reemplazando la vocación pluralista de la política de partidos. La mayoría apoyó, en adelante, el rechazo a los partidos políticos y la Constitución fue violada -como ahora- reiteradamente. Se controlaron los medios de comunicación en su totalidad por compra impuesta coactivamente o por intimidación y censura. Se creó una profunda grieta entre peronistas y antiperonistas, se tuvo que llegar a una revolución.

MAS CONTROLES

Casi no hay duda en que seguirán buscando soluciones mediante el intervencionismo estatal, con más controles, lo que generará, también, más control a las libertades individuales. Al afectarlas, se resentirá el sistema democrático, en el cual nos amparamos en 1983. Este Gobierno- como bien enseñó Lenin a los socialistas- está usando a la democracia para destruirla más rápido. Ojalá, la mayoría que tantas veces se equivocó, lo esté percibiendo ahora, para evitar un desastre.

La democracia con todos sus defectos es el mejor método para que la lucha por el poder se realice pacíficamente. Sus pilares son la opinión pública institucionalizada, el sistema de partidos y el mercado del voto, donde los ciudadanos pueden elegir entre alternativas. Hay que bregar por el mejoramiento de los políticos profesionales, no por su eliminación. No nos dejemos llevar por la irritación que nos producen medidas tan injustas como la del sobreseimiento de la Vicepresidente y sus hijos, para aplaudir a quienes quieren llevarnos al funeral de las instituciones que nos protegen de las arbitrariedades del poder.

(De www.laprensa.com.ar)

sábado, 4 de diciembre de 2021

Pertenencia a la humanidad vs. Inserción social

Entre las principales alternativas propuestas para la solución, parcial o definitiva, de los conflictos humanos, encontramos dos posibles caminos extremos. En un caso se sugiere que todo individuo intente sentirse parte de la humanidad, haciendo el esfuerzo respectivo y logrando los méritos necesarios. En el otro extremo encontramos la propuesta que favorece la inserción social, mediante una acción establecida principalmente desde el Estado, sin que se realicen demasiados esfuerzos individuales para la adaptación.

Ser parte de la humanidad implica poseer los atributos intelectuales suficientes como para ser un actor, o al menos un espectador consciente, del proceso de adaptación cultural que afronta la especie humana. Además, debe ser consciente de las leyes naturales que rigen nuestras conductas individuales a fin de fortalecer su empatía emocional para constituirse en un verdadero "ciudadano del mundo" que apunta a cooperar de alguna manera con la humanidad para asegurar su supervivencia. Finalmente debe intentar fortalecer sus atributos físicos para un mejor sostenimiento de los atributos mencionados previamente.

Estas posturas extremas no difieren, seguramente, de la división advertida por San Agustín para quien la sociedad se divide entre quienes viven en la "ciudad de Dios" y entre los que lo hacen en la "ciudad del hombre". Los primeros están en contacto permanente con las leyes naturales que conforman el orden natural; los segundos están pendientes de las leyes humanas y de las costumbres sociales muchas veces desvinculadas, y en oposición, a dicho orden. "Más profunda que la división visible del mundo en Estados múltiples, una división invisible reparte los hombres y forma dos ciudades. Se es forzosamente ciudadano de una de las dos ciudades. Nacen en efecto cada una de uno de los dos amores, entre los cuales todo hombre elige de hecho. Si se ama a Dios como se debe, es decir, como el soberano Bien, se pertenece, con todos aquellos a quienes inspira un mismo amor supremo, a la ciudad de Dios. Si por el contrario se rehusa orientarse como es debido hacia el verdadero fin del hombre y si se desvía de Dios para complacerse en sí y detener en sí el movimiento natural de las cosas hacia su Creador, se forma parte, con los que un mismo amor desordenado poseen, de la ciudad terrenal" (De "San Agustín" de Carlos Boyer S.J.-Editorial Excelsa-Buenos Aires 1946).

Si bien en la visión medieval se habla de "pertenencia", en la actualidad puede hablarse de "orientación intelectual y emocional" hacia una de las dos posturas extremas, sin desconocer la existencia de posturas intermedias o indefinidas. De ahí que la "ciudad de Dios" está integrada, según la visión actual, no por creyentes ni por quienes aducen poseer cierto perfeccionamiento moral, sino por quienes hacen algo concreto a favor de la humanidad y de la sociedad en que viven.

Todo individuo debe adaptarse tanto a las leyes naturales, vigentes para todo habitante del planeta, como a las costumbres de la sociedad a la cual pertenece. Pero, si buscamos una mejora significativa de las actuales sociedades, debe priorizarse la adaptación al orden natural. De esa forma, además, se tendrá la visión óptima para poder adaptarse a la sociedad en cuestión aún cuando ésta esté en plena decadencia moral. Se entiende que la palabra "adaptación", en este caso, no significa sumarse a la mentalidad errónea predominante, sino que, como siempre, significa "ser apto" para desempeñarse eficazmente aún cuando se le presenten las peores condiciones posibles.

Gran parte de los conflictos actuales consiste en una lucha que subyace entre los bandos que proponen vincularnos a la humanidad, por una parte, y a la "ciudad terrena", por la otra. En el primer grupo se encuentran quienes, advirtiendo las falencias humanas, proponen la división del trabajo y la competencia entre productores, para evitar la existencia de monopolios concentradores de poder. Proponen, además, la división de poderes en el Estado, con un criterio similar.

En el segundo grupo están quienes proponen una igualdad económica que tiene como atractivo la eliminación de las causantes de la envidia, suponiendo que la redistribución de riquezas, sin ninguna mejora individual, aliviará el cercano y permanente autocastigo que se impone a sí mismo el envidioso. Con la estatización de los medios de produccción, o con la estatización de sus ganancias, se supone que se establecerá la ansiada inserción social de quienes se sienten desvinculados de su medio. En realidad, el malestar que sufren se debe esencialmente a no intentar ingresar en la "ciudad de Dios".

Se ha llegado al extremo de liberar a peligrosos delincuentes bajo el pretexto de que han sido previamente marginados de la sociedad por un "sistema económico injusto" y que por ello se los debe reinsertar en la sociedad liberándolos, siendo el delito una justa venganza contra el medio opresor y excluyente.

Los ideólogos de la "ciudad terrena", que apuntan al poder total y absoluto sobre todo lo existente, incluídos los seres humanos, sostienen que se basan en una "teoría científica", por lo que suponen estar en lo cierto y que por ello sus propuestas deberían ser aceptadas sin discusión. Milovan Djilas escribió: "Haciendo hincapié en la idea de la Realidad del Cambio, Marx, y sobre todo Engels, afirmaron que las leyes del mundo objetivo y material eran invariables e independients de los seres humanos".

"Marx estaba seguro de que descubriría las leyes fundamentales que rigen la vida y la sociedad como Darwin había descubierto las leyes que rigen a las criaturas vivientes. En todo caso, Marx aclaró algunas leyes sociales, particularmente el modo como esas leyes operaban en el periodo del primitivo capitalismo industrial".

"Este hecho por sí solo, aunque sea aceptado como exacto, no puede justificar la pretensión de los comunistas modernos de que Marx descubrió todas las leyes de la sociedad. Todavía menos puede justificar su intento de modelar la sociedad de acuerdo con esas ideas del mismo modo que se cría el ganado sobre las bases de los descubrimientos de Lamarck y Darwin. No se puede comparar a la sociedad humana con las diversas especies animales o con los objetos inanimados; se compone de individuos y grupos que están continua y conscientemente activos en ella, desarrollándose y cambiando".

"En las pretensiones del comunismo contemporáneo de ser, si no la única y absoluta, en todo caso la ciencia suprema, basada en el materialismo dialéctico, se ocultan las semillas de su despotismo. El origen de esas pretensiones puede encontrarse en las ideas de Marx, aunque Marx mismo no las expuso".

"Partiendo de la premisa de que sólo ellos conocen las leyes que gobiernan la sociedad, los comunistas llegan a la conclusión demasiado simple y anticientífica de que ese supuesto conocimiento les da el poder y el derecho exclusivo a modificar la sociedad y dirigir sus actividades. Éste es el error más importante de su sistema" (De "La nueva clase"-Editorial Sudamericana SA-Buenos Aires 1957).

La ciencia experimental se basa en hechos concretos y no en una filosofía particular. Por el contrario, es la filosofía la que debe basarse en la ciencia y en los hechos concretos. De ahí que el fundamento filosófico adoptado por el marxismo sea contrario a lo que caracteriza a la ciencia experimental. De todas formas, puede considerarse como "científico" todo planteo que establezca afirmaciones que puedan comprobarse experimentalmente.

Lo que resulta en extremo errónea y engañosa es la conclusión de que todo lo científico es verdadero, ignorando que es inherente al método de prueba y error establecer, a veces, teorías y resultados falsos o incompatibles con la realidad. Este es el caso del marxismo; al ignorar totalmente los aspectos psicológicos individuales y basarse en clases sociales, y una supuesta lucha, resulta ser una teoría incompleta y absurda. Además, el marxista tiende a suponer que todo burgués carece de virtudes, mientras que todo proletario carece de defectos.

Es oportuno mencionar el caso de Paul Ehrlich y el descubrimiento del salvarsán. Luego de 606 intentos logró perfeccionar el medicamento que buscaba. Ello implica que realizó 605 ensayos previos sin éxito y sólo uno eficaz. El error de Marx posiblemente haya consistido en que adoptó como base de referencia, para la validación de su teoría, a su postura filosófica y no a la realidad misma. “Ehrlich y sus ayudantes comenzaron una serie de ensayos valiéndose de compuestos similares a las tinturas, aunque contenían en su composición arsénico. Ello formaba parte de su programa destinado a encontrar una «bala mágica» capaz de localizar y destruir las células de los agentes patógenos invasores. Su compuesto número 606, arsenobenzol…, resultó ser efectivo en su acción contra el Treponema pallidum, responsable de la sífilis. Pronto se lo empleó como medicamento, denominado «salvarsán»” (Del “Diccionario básico de científicos” de David Millar y otros-Editorial Tecnos SA-Madrid 1994).

domingo, 28 de noviembre de 2021

Pensar en base a individuos vs. Pensar en base a grupos

Existen dos formas extremas de establecer pensamientos asociados a la realidad social. En un caso adoptamos como referencia al individuo, con sus atributos particulares, siendo los grupos sociales considerados sólo como agrupamientos de individuos. En el otro caso extremo, adoptamos como referencia a los diversos grupos sociales, incluso considerando que el grupo es distinto, o algo más complejo que la suma de sus partes, es decir, como una entidad superior al individuo.

La Psicología social adopta como referencia al individuo asociándole cierta actitud característica. Luego "asciende" al grupo con la intención de asociarle una actitud predominante al conjunto. Por el contrario, la Sociología, a partir de los atributos de un grupo, busca "descender" a los individuos que lo integran, asociándoles por lo general los atributos grupales previamente observados.

Cuando esta última tendencia es aplicada por el individuo común, tiende a aparecer la "generalización fácil", que implica asociar a todo integrante de un grupo sus atributos más notables. Luego puede aparecer el fenómeno de la "discriminación social" si en el grupo se observan aspectos negativos en algunos de sus integrantes. La violencia posterior es la culminación del proceso. Amalio Blanco escribió: “La violencia se ha ejercido mucho más en nombre del «nosotros» que del «yo»; con elevada frecuencia se inserta dentro de una lógica intergrupal en la que las múltiples pertenencias a determinadas categorías sociales (pertenencia categorial) ocupan un lugar preferente” (De “Los cimientos de la violencia”-Mente y Cerebro-Prensa Científica SA-Jul/Ago 2011).

Mientras que la ética bíblica se asocia a los mandamientos dirigidos a cada individuo, incluso sin hacer distinción entre una ética individual y una ética social, las éticas grupales tienden a imponer metas sociales para que cada integrante se adapte a las mismas. Así, Cristo sugiere "buscar el Reino de Dios y su justicia" por cuanto "lo demás se dará por añadidura". Por el contrario, los ideólogos socialistas proponen expropiar los medios de producción o bien sus ganancias, por parte del Estado, considerando que "lo demás vendrá por añadidura".

Al ignorar completamente los atributos individuales, el socialismo promueve la adaptación individual a "las leyes de Marx" en lugar de proponer una adaptación al orden natural. De ahí aquella expresión de Alexander Solyenitsin cuando afirmaba que "allí donde se necesita un bisturí, los socialistas utilizan un hacha".

La generalización fácil es la base ideológica de los totalitarismos. Así, los nazis se refieren a "todos los judíos", los marxistas a "todos los burgueses", los islámicos a "todos los infieles", etc. Ello sugiere que, además de ser una forma cognitiva de observar y describir la realidad social, existe cierta predisposición a dividir a los grupos en buenos y malos, y a formar parte de los "buenos" y atacar o denigrar a los "malos" considerándolos como enemigos.

El "ciudadano del mundo", que no pertenece a ningún grupo en particular, razona en base a individuos y no en base a grupos. Por el contrario, el nacionalista, el adherente a una religión o el integrante de un partido político, tienden a actuar, no como integrantes de la humanidad, sino como miembros del subgrupo que utilizan para trascender en la vida o bien para beneficiarse de alguna manera debido a esa pertenencia.

El subgrupo es el punto de partida para la confrontación con otros subgrupos, mientras que la pertenencia a la humanidad es el punto de partida hacia la cooperación social, es decir, se entiende por sociedad a todo grupo de individuos en el cual predomina netamente la cooperación social.

Cotidianamente nos encontramos con integrantes de grupos quienes afirman, al menos implícitamente, su superioridad moral y la simultánea inferioridad de los ajenos a tales grupos. Así, el ecologista parece decir: "Nosotros los ecologistas defendemos el medio ambiente que el resto intenta destruir".
El protector de animales: "Nosotros protegemos a los animales de la perversidad o desinterés del resto de la sociedad".
El socialista: "Nosotros defendemos al trabajador de la maldad y del egoísmo empresarial y burgués".
El nazi: "Nosotros defendemos la civilización aria mientras que los judíos intentan destruirla".

El mal triunfa sobre el bien, en algunas épocas y lugares, por cuanto la unión hace la fuerza. En este caso, la unión existente en los subgrupos tiende a imponerse sobre los individuos aislados, que son los ciudadanos del mundo. Ello se debe a la ausencia de una ideología de adaptación que resulte convincente para formar el gran grupo de la humanidad.

sábado, 27 de noviembre de 2021

Javier Milei, una píldora demasiado grande para timoratos

Por Alberto Benegas Lynch (h)

Un breve decálogo sobre las posiciones que representa su partido

Los argentinos desde hace décadas venimos transitando épocas muy difíciles rayanas en la peligrosidad extrema. Los discursos políticos resultan anacrónicos y fracasados por donde se los mire. Todos padecen la situación pero de modo especial los más vulnerables. De un corto tiempo a esta parte irrumpe en el escenario político Javier Milei con un discurso a contracorriente de lugares comunes y propone nada más y nada menos que la libertad con una profundidad no vista en los últimos largos tiempos en nuestro medio con lo que ha influido a mucha gente y corrido notablemente la parla de otros espacios políticos.

Milei reitera que ha venido “a despertar leones y no a guiar corderos”, que su presencia es transitoria y que lo relevante son las ideas y no las personas en cuyo contexto combate con vigor toda manifestación totalitaria y para contrarrestarlas formula propuestas que en esta nota periodística vamos a resumir a vuelo de pájaro; algunas pocas al efecto de ilustrar las posiciones que representa su partido. Lo hacemos en forma de decálogo.

Primero, el ambientalismo. De un tiempo a esta parte los socialismos se han agazapado en el llamado ambientalismo como una manera más eficaz de liquidar la propiedad privada: en lugar de decretar su abolición al estilo marxista, la tragedia de los comunes se patrocina con mayor efectividad cuando se recurre a los llamados “derechos difusos” y la “subjetividad plural” a través de lo cual se abre camino para que cualquiera pueda demandar el uso considerado inadecuado de lo que al momento pertenece a otro.

El fundador y primer CEO de Weather Channel, John Coleman, el premio Nobel en física, Ivar Giaever y el ex presidente de Greenpeace de Canadá, Patrick Moore, sostienen que el denominado ambientalismo se basa en un fraude en el sentido de tergiversación de estadísticas. El aumento en la temperatura en el planeta Tierra se ha elevado medio grado en el transcurso del último siglo y fue antes de que aparecieran los gases que fueron inyectados por los humanos en la atmósfera (principalmente dióxido de carbono). También apuntan que en la época de los dinosaurios, en la Tierra el nivel de dióxido de carbono era entre cinco y diez veces superior al actual lo cual contribuyó a la riqueza de la vegetación, épocas en las que la Tierra era a veces más calurosa y húmeda y otras de enfriamiento y sequedad.

Respecto a la preocupación por la extinción de especies animales. Por ejemplo, es cierto que muchas especies marítimas están en vías de extinción debido a la antes mencionada tragedia de los comunes. Esto hoy no sucede con las vacas, aunque no siempre fue así: en la época de la colonia, en buena parte de América Latina el ganado vacuno se estaba extinguiendo debido a que cualquiera que encontrara un animal podía matarlo, engullirlo y dejar el resto en el campo para las aves de rapiña. Lo mismo ocurría con los búfalos en Estados Unidos. Esto cambió cuando comenzó a utilizarse el descubrimiento tecnológico de la época: la marca, primero, y el alambrado luego que clarificaron los derechos de propiedad. Lo mismo ocurrió con los elefantes en Zimbabwe, donde, a partir de asignar derechos de propiedad de la manada se dejó de ametrallarlos en busca de marfil.

En cuanto al temor por la desaparición del agua, el premio Nobel en economía Vernon L. Smith escribe: “El agua se ha convertido en un bien cuya cantidad y calidad es demasiado importante como para dejarla en manos de las autoridades políticas”. El planeta está compuesto por agua en sus dos terceras partes, aunque la mayoría es salada o está bloqueada por los hielos. Sin embargo, hay una precipitación anual sobre tierra firme de 113.000 kilómetros cúbicos, de la que se evaporan 72.000. Eso deja un neto de 41.000, capaz de cubrir holgadamente las necesidades de toda la población mundial. Sin embargo, se producen millones de muertes por agua contaminada y escasez. Tal como ocurre en Camboya, Ruanda y Haití, eso se debe a la politización de la recolección, el procesamiento y la distribución del agua. En esos países la precipitación es varias veces superior a la de Australia, donde no tienen lugar esas políticas y en consecuencia no ocurren esas tragedias.

En otras palabras, con el argumento de cuidar la propiedad del planeta Tierra se liquida la institución de la propiedad vía las antedichas figuras lo cual daña gravemente al planeta.

Segundo, la banca central cuya política solo puede encaminarse en una de tres direcciones: expansión, contracción o dejar inalterada la base monetaria. Cualquiera de estos caminos distorsionan los precios relativos, los cuales son los únicos indicadores para operar en el mercado por lo que se estimula el derroche que indefectiblemente repercute negativamente en los salarios e ingresos en términos reales. Por ello es que resulta indispensable la liquidación del Banco Central y el curso forzoso permitiendo que la gente revele su preferencia en cuanto al activo monetario tal como, entre otros, ha sugerido una y otra vez el premio Nobel en economía Friedrich Hayek, como pionero de la nutrida bibliografía hoy disponible.

Tercero, contar con una legislación en materia laboral compatible con una sociedad libre que no trabe la contratación de trabajo, la abrogación de la personería gremial con todos los abusos que de ello se desprende en desmedro de los genuinos trabajadores y la liberación de una patética y sistemática estafa monumental incrustada por un sistema nefasto de inseguridad antisocial jubilatorio.

Cuarto, en relación con el llamado aborto en concordancia con lo consignado por genetistas de renombre internacional y con lo expresado por la Academia Nacional de Medicina de nuestro país: “El niño por nacer, científica y biológicamente es un ser humano cuya existencia comienza al momento de su concepción”. A veces se ha mantenido que “la madre es dueña de su cuerpo” lo cual es absolutamente cierto pero no es dueña del cuerpo de otro. Es cierto que está en potencia de muchas cosas igual que todo ser humano independientemente de su edad por lo que constituye una arbitrariedad superlativa inventar un momento de la gestación para proceder a la liquidación de esa vida humana como si se produjera una mágica mutación en la especie, lo cual, dicho sea de paso, es una lógica tan arbitraria que puede conducir a la justificación del infanticidio. Un embrión humano contiene la totalidad de la información genética: ADN o ácido desoxirribonucleico. En el momento de la fusión de los gametos masculino y femenino -que aportan respectivamente 23 cromosomas cada uno- se forma una nueva célula compuesta por 46 cromosomas que contiene la totalidad de las características del ser humano.

Solo en base a un inadmisible acto de fe en la magia más rudimentaria puede sostenerse que diez minutos después del nacimiento estamos frente a un ser humano pero no diez minutos antes. Como si antes del alumbramiento se tratara de un vegetal o un mineral que cambia súbitamente de naturaleza. Quienes mantienen que en el seno materno no se trataría de un humano del mismo modo que una semilla no es un árbol, confunden aspectos cruciales. La semilla pertenece en acto a la especie vegetal y está en potencia de ser árbol, del mismo modo que el feto pertenece en acto a la especie humana en potencia de ser adulto.

Quinto, la distinción entre empresarios que para mejorar su situación patrimonial deben ofrecer bienes y servicios que atiendan las necesidades de su prójimo respecto de los prebendarios que aliados al poder de turno explotan miserablemente a los demás a través de privilegios de distinta índole.

Sexto, la insistencia en preservar la democracia al estilo de los Giovanni Sartori de nuestra época y evitar que se convierta en cleptocracia cuando se desconoce su aspecto medular, cual es el respeto por los derechos de todos en lugar de otorgar prelación al mero recuento de votos tal como ocurre en territorios como el venezolano (que además encajan fraudes groseros).

Séptimo, la trascendencia de la integración al mundo vía el comercio exterior libre de trabas.

Octavo, la reducción de cargas tributarias para ubicarlas en un nivel para atender con prontitud la seguridad y la Justicia.

Noveno, revisar todo el organigrama gubernamental al efecto de reducir el gasto público en aquellas faenas que exceden a la misión específica de una sociedad abierta del modo en que también han insistido otros premios Nobel en economía como Milton Friedman, George Stigler y Gary Becker. En esta línea argumental, facilitar la implementación del genuino federalismo y la consiguiente descentralización del poder en todos los niveles.

Y décimo, apuntar a la no renovación de deuda externa sobre la base, por un lado, que implica comprometer patrimonios de futuras generaciones que no han participado en la elección del gobierno que contrajo la deuda y por otro para embretar al monopolio de la fuerza a financiarse exclusivamente con recursos presentes una vez eliminada la denominada autoridad monetaria y cerrado el camino del antedicho endeudamiento externo, lo cual ha sido expuesto en primer lugar por el premio Nobel en economía James M. Buchanan.

Ya sabemos que los liberales no somos una manada y que detestamos el pensamiento único, son esperables disidencias de matices en varias direcciones, desacuerdos que tenemos con nosotros mismos cuando repasamos un texto anterior y nos damos cuenta que podríamos haber mejorado la marca, puesto que como decía Borges “no hay tal cosa como un texto perfecto”, lo cual es aplicable para todos los órdenes de la vida. Hay algunos comentarios que provienen de quienes parece no se percatan en que país vivimos ni que está ocurriendo. Pero en el caso de Milei resultan inauditas algunas de las críticas echadas a correr en primer lugar naturalmente por todo el espectro estatista que discrepa radicalmente con la libertad, pero también por envidiosos que buscan pantallas y “la quinta pata al gato” para disfrazar su mala fe y celos crecientes en medio de inventos mentirosos, también por los que no pueden despegarse de “lo políticamente correcto” ni de las telarañas mentales del statu quo y por aquellos que al provenir de tradiciones de pensamiento muy alejadas del liberalismo aunque en tránsito hacia la libertad se alarman y estiman que las propuestas de marras se tornan en una píldora demasiado grande para digerir.

Sin embargo, si las ideas tan sólidas expuestas por Milei se llevaran a la práctica nuestro país volvería a ser ejemplo del mundo civilizado tal como ocurrió cuando los preceptos alberdianos se aplicaron desde la Constitución liberal de 1853 que permitió que los salarios del peón rural y del obrero de la incipiente industria fueran muy superiores a los de Alemania, Francia, Italia y España. Fue la razón por la que la población se duplicara cada diez años y que tuviéramos indicadores equivalentes a los de Estados Unidos. Luego vino la revolución del 30 primero y luego a partir del golpe militar del 43 que sin solución de continuidad hasta nuestros días se vienen aplicando medidas estatistas en grados diversos y, por tanto, con sucesivas crisis que empujan a bajar escalones en todos los rubros y ámbitos posibles que hacen a la calidad de vida, juntamente con una degradación creciente de las instituciones republicanas.

Javier Milei en su previa incursión en los ámbitos académicos ha mostrado gran pericia y conocimiento en las materias de su incumbencia, con especial referencia a los extraordinarios aportes de la Escuela Austríaca liderados por pensadores de la talla de Carl Menger en el origen y continuados por Ludwig von Mises, Israel Kirzner y Murray Rothbard lo cual aquel personaje moderno de la política argentina ha transmitido con gran eficiencia a generaciones jóvenes para que cada uno sepa valorar su independencia y autonomía individual. Estos rasgos han sido destacados por la prensa mundial, como por ejemplo por The Economist de Londres, La Gaceta de Madrid, Le Monde de París y El País de Montevideo que también subrayan el carácter eminentemente moral de ese emprendimiento.

Por último y para cerrar este breve apunte, es pertinente destacar que una cosa es el necesario tendido de puentes electorales con espacios afines para evitar caer en las garras del chavismo local y otra bien distinta es la conducta de un liberal en el Congreso que debe poner de manifiesto su independencia de criterio y no proceder al voto en bloque convirtiendo al Parlamento en una escribanía donde todos proceden como monos en una jaula, lo cual no quita la oposición conjunta a sugerencias del estatismo vernáculo. Esta independencia fue uno de los rasgos que enfatizaron con admiración de los legisladores argentinos los representantes de la Academia Francesa cuando nos visitaron con motivo de la celebración del Centenario en 1910.

(De www.infobae.com)