sábado, 30 de septiembre de 2023

Cuanto menos gasto, menos robo

La agonía social y económica que padece la Argentina se debe esencialmente a una mentalidad generalizada que prioriza el robo individual y colectivo, al resto de la sociedad, a través del Estado. Para solucionar el problema existe una alternativa para el largo plazo, con resultado incierto, y también una alternativa para el corto plazo, con mayor probabilidad de éxito.

En la primera alternativa tenemos la esperanza de que cada individuo que roba al prójimo, vía Estado municipal, provincial o nacional, sea alguna vez consciente de que el sufrimiento y las penurias de mucha gente se deben, en parte, a su descarado egoísmo personal. En la segunda alternativa existe la posibilidad de disponer que el dinero deje de circular en grandes cantidades por las diversas instituciones públicas, reduciendo de esa forma las posibilidades por las que cada argentino (ladrón en potencia) realice la típica acción delictiva.

A continuación se transcribe un artículo al respecto:

CUANTO MENOS GASTO, MENOS ROBO

Por Dardo Gasparré

Cualquier creencia en una solución milagrosa y rápida condena a seguir la misma receta que llevó a la miseria.

Como alguna vez dijera el gran filósofo neolibertario Luis Barrionuevo, Argentina se arregla si paramos de robar dos años. Tal vez con la inflación ahora habría que pensar en cuatro años, pero el concepto es el mismo. Es que no hace falta demasiada investigación para comprender que la corrupción es generalizada, es multipartidaria y es multisectorial.

Cualquiera que esté dispuesto a emitir una factura más o menos legal y retornar algo de lo que cobra a alguno padrone, califica para participar del robo. Empresarios, concesionarios, licitadores, sindicalistas, todos son la mafia, o la casta, como se le quiera apodar. Se trate de una gigantesca obra pública que por supuesto, sólo puede hacer el Estado o de una modesta vendedora de ilusiones que tira el tarot en un Banco del Estado (¿determinarán así las inversiones?)

En algún momento existió una cierta proporcionalidad en el robo, es decir, los pequeños soldaditos participaban en cantidades modestas del reparto. Hoy, las cifras que se manejan son espeluznantes. Que un puntero-funcionario de cuarto o quinto nivel le haya pagado 20 millones de dólares a su esposa con motivo de su separación, es apenas una noticia de panelismo farandulero, cuando en realidad debería generar un juicio penal y hacer meditar en lo que la sociedad normaliza y tolera con resignación.

La vergüenza del robo con las tarjetas de débito, un acto de colusión multipartidaria y multisectorial escandaloso, une a movimientos y políticos viejos y nuevos, igual que lo hacen los candidatos que cambian de un partido a otro y dicen todo lo opuesto que hace pocas semanas, sin que nadie parezca comprender que ello es un escupitajo a la sociedad, pero también un castigo que la sociedad merece por creer en cualquier dios, en cualquier milagro, en cualquier fanatismo. Lo que, como se puede ver, no es un atributo exclusivo del peronismo.

Por eso, la columna insiste en bajar el gasto del Estado, que no sólo ha subido en las últimas dos décadas desproporcionada, injustificada y perversamente, sino que ha configurado una estafa a los más pobres y marginados, a los que supuestamente supone ayudar.

Ahora que parece que la realidad ha puesto en su lugar la magia monetaria salvífica, y que los discursos facilistas chocaron contra la aritmética elemental, es más importante que nunca la tarea de bajar el gasto del Estado, en todas las jurisdicciones, causa de la emisión, consecuentemente de la inflación y de la destrucción del sistema de precios e inversión del país.

LELIQ IMPAGABLES

Para que no quede ninguna duda, uno de los rubros más importantes del gasto del Estado, aunque no se contabilice como tal en el Presupuesto -esa payasada- es el interés de las Leliq, o de los Plazos Fijos, según cómo se quiera poner, que también es una erogación que Argentina no puede pagar, aunque se hayan ensayado alquimias diversas para cambiarla por boletos capicúa, o similares. Convalidar un Moral Hazard para salvar del riesgo país a los supuestos “pequeños ahorristas” siempre será hipotecar la producción con algún formato.

Por eso la columna sigue insistiendo en ideas para bajar el gasto, que no pretenden ser integrales ni siquiera las correctas, pero que muestran el trabajo minucioso y de gestión que hay que hacer para no proceder “a lo Massa”, y usar la inflación para despojar a la producción y al trabajador auténtico de todos sus derechos. El racional en este punto podría ser: “como lo que se roba es un porcentaje del gasto, cuanto menos gasto menos robo, y entonces más eficiencia y menos impuestos y costos”.

Aunque se intente hacerlo, no es tan fácil discrepar de este concepto, salvo que se crea que cambiar de partido, de boleta, de jurisdicción o de cargo para el que los candidatos se postulan, sea una redención, una conversión en el camino a Damasco, un mantra que troca a los malos en buenos por el solo hecho de cambiar de sigla o de lema partidista.

Así como hay quienes se perciben de diferente género al natural, u otras percepciones, pareciera que los candidatos se perciben de pronto en un formato distinto a su historia, o simplemente a lo que hicieron o dijeron hace dos años, o uno, o tres semanas, según les convenga. Una población crédula y convenientemente fanatizada o barrabravizada elige dejarse engañar. Ojalá el horóscopo funcione.

Tras este introito que parece necesario, habrá que concentrarse nuevamente en la tarea de bajar el gasto, tarea aburrida, desgastante, impopular y sobre todo imposible frente a la ignorancia de cómo se encaran esos procesos, o a la conveniencia de no encararlos.

EL MAESTRO BRODA

En una entrevista de esta semana el economista Miguel Ángel Broda, (con quien el autor de esta columna tuvo el honor de compartir los insultos y agravios del ministro Cavallo hace 30 años por enrostrarle la corrupción del régimen automotor) sostuvo que para encarar semejante tarea de austeridad hacían falta 3.000 funcionarios muy capacitados. La columna lamenta disentir del maestro Broda: hacen falta no menos de 30.000 fiscales del gasto para poder bajarlo seriamente, recuperar la confianza y no hacer un desastre social. En cambio la columna coincide con Broda en que los dos partidos opositores principales, que al menos en los papeles defienden la libertad de mercado y la inversión privada, deberían unirse en esta colosal tarea. (La columna cree sin embargo que eso no pasará)

Un tema crucial es el falso federalismo que ha creado jurisdicciones provinciales y municipales mezcladas con punteros que son federales para gastar pero unitarias cuando se trata de pasar el cepillo del mangazo. Son las que se ingeniaron para hacer que todo cambio en la coparticipación federal deba ser unánime, salvo que aumente.

Es evidente que todo lo que se aplica al gasto del gobierno federal, tanto en el volumen como en las prácticas para controlarlo y restringirlo, los análisis de contratos, concesiones y juicios y todo el paquete de trucos indios del robo, debe aplicarse también a esas satrapías. No deben subestimarse las comunas, todo el sistema es rampantemente corrupto. Todos los sátrapas son millonarios en dólares. (En eso tienen razón algunos teóricos: los ladrones ya eligieron dolarizarse)

Domingo Cavallo, Carlos Rodríguez y todo su equipo saben que el interior fue la causa central del estallido de la convertibilidad, al no poder reducir su gasto ni su deuda en sus mil formatos. De modo que hay que contar con que aún en los casos de que un gobierno local sea del mismo partido que el del Poder Ejecutivo Nacional, la resistencia a cualquier ahorro y a cualquier control será sorda pero durísima.

Algo parecido sucederá con el pacto sindical-empresario, que la lleva casi 80 años de vigencia. Todo intento de morigerar a los prebendarios será respondido con una huelga inmediata de los trabajadores del sector. Pasaba así en la década del 40 con los sindicatos de la industria azucarera prebendaria, acaba de pasar con la obra pública “del Estado”, que en rigor es un sistema de licitación a privados que no son otra cosa que una gigantesca causa de los cuadernos, como se ha dicho aquí.

Quienquiera gobierne tendrá que encontrar elementos de presión, (sí, presión) para obligar a esas satrapías a proceder con responsabilidad y seriedad. Por eso hay que buscar mecanismos para limitar los impuestos coparticipables. La reciente eliminación virtual del Impuesto a las Ganancias en el sector de altos ingresos reduce el gasto coparticipable, pero obviamente ya se están negociando que otros impuestos hoy no coparticipables, como el de débitos y créditos bancarios, se transforme en coparticipable, otra aberración, que debería ser combatida por todos los partidos de la oposición, si no tuvieran en sus entrañas tantos kirchneristas.

Por eso en el nuevo Presupuesto, aunque no suene ortodoxo, hay que copiar al kirchnerismo. Es decir, subestimar la inflación. De ese modo, toda la recaudación adicional pasa a ser en buena parte de libre disponibilidad del PEN, con lo que puede usar esos fondos no coparticipables para bien, es decir para negociar con las provincias la adopción de políticas fiscales serias y de reducción de impuestos alevosos. No hay manera de utilizar la persuasión para lograr esa adhesión. Mafia contra mafia.

ACORDAR CON LA CORTE

En esa tarea, como en otras de las que se vienen enunciando, será fundamental acordar con la Corte Suprema la interpretación y aplicación de las leyes vigentes y la eliminación de excesos de todo tipo que se vienen cometiendo. No muy distinto a lo que hizo Menem. La Corte, como cabeza del Poder Judicial, tiene que estar conteste con la política de austeridad y evitar la utilización de la Constitución como un preservativo para defender privilegios o negociados, y actuar velozmente. Si no se logra esa comprensión y participación de la Corte en todo el esfuerzo de reducción de gastos y robos, casi carece de sentido emprender la tarea.

Debe tenerse presente que, contra lo que indica la CN, los diputados de cada provincia se han tornado dependientes, como si fueran empleados, del gobierno provincial o de su partido, lo que torna imposible cualquier proyecto serio de ajuste, austeridad o seriedad fiscal.

Paralelamente, no parecería demasiado serio que se encarase esta colosal tarea sin que la política ofrezca un permanente ejemplo de austeridad y prudencia en sus gastos. Es superfluo enumerar los escandalosos abusos en todas las áreas de los tres poderes, cuya sola comparación con cualquier otro país de cualquier tamaño oscila entre el ridículo y la lágrima. Eso también es robo, aunque se disfrace de asesorías, jubilaciones de privilegio, viáticos, gastos especiales, pasajes, viajes, congresos, y cualquier otra denominación más o menos ingeniosas.

Difícilmente en esas condiciones se pueda hacer creer que hay equidad o seriedad si se suprime un subsidio de 20 mil pesos pero se mantienen los gastos que insumen el Parlasur, el Congreso y su vergonzosa biblioteca de Babilonia, (por lo cara) las legislaturas y organismos comunales, y cuanto otro gasto disimulado se oculte debajo de cada piedra que se levante. Si no se puede poner coto a ese robo por planilla, es inútil cacarear que se va a arreglar ninguna cosa. (Las múltiples jubilaciones y pensiones de Cristina Kirchner son un fácil ejemplo, pero muestran la poca capacidad de ira y enojo que tiene el pueblo de la patria ante el despojo)

La Corte, además, junto al Consejo de la Magistratura en una versión no prostituida por el kirchnerismo, tiene la tarea pendiente y grave de eficientizar la Justicia. No ya, o no sólo, en costos. En velocidad, en simplificación, en probidad, en mejoras de los procesos. El ataque injusto de la señora de Kirchner para no ser imputada, y su propuesta de una reforma socialista, ha paralizado los reclamos de los necesarios cambios y mejoras en el sistema judicial, para no aparecer apoyando los despropósitos de la condenada vicepresidente. Sin embargo, esas demoras, esos prevaricatos, esos negocios judiciales también son un gasto que el país soporta. Y también son un robo.

Tómese el caso de los negocios del fuero laboral, que basado en una interpretación deliberadamente errónea del principio in dubio pro operario asegura que cualquier juicio contra un empleador termina con una fuerte pérdida para el mismo, con o sin razón, aún en contra de la ley luego con una indexación delirante que lo conduce a la quiebra. Cuando los empresarios hablan de modernizar los convenios, o el sistema laboral, en rigor quiere decir liberarse del yugo judicial que transforma cada juicio en un enorme negocio para todos sus participantes y en la quiebra para el condenado. Eso no sólo es gasto, sino que facilita la oposición sistemática a cualquier intento de solución. Y definitivamente, atenta contra la inversión y el empleo, aunque no sea el motivo de esta nota.

Sin claros pronunciamientos de la Corte en estos aspectos, no hay solución.

EL ESTADO NO EMPRENDE

Un rubro clave, que requiere, además de conocimiento, gestión y agallas una vocación rayana en el heroísmo o en el martirio, es el de las empresas del Estado. Existen grupos de estas seudoempresas (el Estado no emprende nada, por definición) que son más fáciles de encuadrar, si bien no de resolver. Aerolíneas, una cueva de bandidos, además de inviable y gastadora serial, Telam, Televisión Argentina, no tienen razón de existir.

La primera, Aerolíneas, impide además el desarrollo de un verdadero sistema de transporte aéreo que en serio conecte a todos los habitantes del país a tarifas razonables. Por supuesto que requiere un estudio profundo pero no para analizar si debe subsistir o no, sino para estudiar y aplicar los mecanismos de eliminación y de respuesta a la lucha subversiva y saboteadora que se producirá aun antes de tomar ninguna medida. Es acaso la mejor síntesis del gasto público argentino. Inútil. Ineficiente, corrupta, atrasada y saboteadora de todo intento de progreso o eficiencia. Cueva de delitos de todo tipo de delincuentes, desde Yabran y sus socios o sucesores.

No se debe caer en el error de intentar que sea rentable, ni de eficientizarla, ni de hacer que deje de ser deficitaria. Tampoco de entregarla a su personal, porque se convertirá en un permanente subsidio y en una continuidad monopólica. Desde 1943 en adelante, todos los iluminados que intentaron “desde adentro” tratar de hacer rentables y eficientes las empresas mussolinianas del peronismo, fueron devorados o absorbidos por vaya a saber qué mancha voraz. Debe primero dejar de ser línea de bandera y luego desaparecer.

Ni siquiera tiene sentido intentar privatizarla, porque terminará siempre en el mismo punto. Se debe dedicar el tiempo, el conocimiento y el esfuerzo desde afuera a ver el modo legal y práctico de hacerlo: cielos abiertos, aeropuertos, apertura de rutas aéreas, y un mecanismo que facilite la absorción de personal capacitado, que sin duda lo tiene, por los nuevos protagonistas. La solución del problema de este monopolio implicará casi una guerra civil, guerra que hay que enfrentar y vencer, porque simboliza la reacción ante cualquier cambio similar. Semeja mucho a la huelga de los controladores o de los mineros que soportaron Reagan y Thatcher.

Por supuesto que este tema implica revisar íntegramente la operatoria de Aeropuertos 2000 y sus negocios y acuerdos con el ente estatal de contralor, el diabólico ORSNA, que forman parte de un mismo paquete, más allá de lo formal. Nada más que este punto requiere una dosis de tiempo, capacidad, conocimiento de múltiples aspectos, coraje, honestidad y decisión. Si no se puede cruzar este Rubicón, apenas se cruzarán charquitos.

Telam y Televisión Argentina, junto con otros entes similares, deben desaparecer de inmediato, y su personal estable engrosar la lista única de sueldos-subsidios que se propusiera en la nota anterior. No es necesario, ni constitucional ni cierto, que haga falta un ente de noticias oficiales, más bien al contrario, se opone a todo concepto democrático. Tampoco es cierto que se requiera un canal de la magnitud del actual para fomentar la cultura, suponiendo que eso sea lo que se ha venido haciendo hasta ahora, además de ser refugio de inútiles. También aquí habrá que dedicar gestión y capacidad de comunicación para pelear la batalla mediática y supuestamente “cultural” que la decisión de cerrar estos merenderos desatará.

La obligación de la publicidad de las medidas de gobierno es mucho más modesta que el despliegue de publicidad de ideología oficialista que se ha venido desarrollando a un alto costo. Se ha confundido deliberadamente la publicidad de las medidas del Estado con la publicidad del oficialismo. Basta ver los avisos. Esto vale también para la Pauta, cuya reducción le valió tanto odio de periodistas enojados. Esa pauta debe reducirse todavía más. Contribuirá a la limpieza del sistema y a reducir costos.

También aquí, la tarea, además de luchar contra los subsidiados protestadores y apedreadores será encontrar la manera legal de llevar adelante el cierre y de suplir, en algunos casos mínimos, la tarea de comunicación legal de los actos de gobierno y algunos aspectos culturales. Un canal de cable bastaría.

Está claro que la sola enunciación de estos tres casos da una idea de la batahola ideológica que se aproxima, pero que no habrá más remedio que enfrentar y serenar si se quiere en serio producir los cambios de fondo que todos prometen.

EL CASO DE YPF

Las empresas estatales se pueden dividir a grandes rasgos entre las que deben cerrarse y las que requieren acción especial. Tal es el caso de YPF. Como es sabido, la empresa se privatizó a precio de mercado, una buena decisión que no fue sostenida a causa de la incertidumbre cambiaria, los controles y manoseos tarifarios y otras típicas trampas telúricas. Luego devino el desastre de la colusión entre el Estado y Repsol para permitir la desinversión vía dividendos alevosos, una barbaridad consentida por la SEC y las autoridades de contralor locales, ya que se oponía a todas las normas. De ahí surge como contrapartida o retorno la “venta” del 25% en dos etapas con control de la compañía a Eskenazi, el “experto en mercados regulados” otra barbaridad informada a la SEC y consentida por ésta.

Pocas empresas más corruptas que la petrolera. Desde siempre. Las licitaciones y adjudicaciones fueron el coto de caza de muchos “expertos en contratar con YPF” que enriquecieron groseramente con sus negociados. Néstor Kirchner concesionó y prorrogó concesiones por decenas de años sin licitación, y aún hoy sus negocios son un misterio. Al mismo tiempo, ofrece una gran oportunidad para el crecimiento del país, o al menos para generar dólares. No parece razonable intentar privatizar la empresa, pero sí tiene sentido analizar todos los contratos vigentes en profundidad, para ver el modo en que se realizaron las adjudicaciones y licitaciones, los acuerdos, pactos y demás particularidades. Entre ellos, los acuerdos con Pan American Energy, ampliamente beneficiada con ellos. No es el único caso.

Esta empresa requiere por un lado un management profesional de primerísima línea, por el otro una auditoría de gestión profunda, y siempre el ojo vigilante de toda la sociedad. Su futuro tiene mucho que ver con la liberación del mercado cambiario y de los sistemas tarifarios. Hoy funciona con un conjunto de reglas excepcionales que no deberían ser una práctica. Al mismo tiempo, se impone obligarla al cumplimento de todas las reglas que rigen a las sociedades anónimas argentinas, incluyendo su auditoría, y las de la SEC. Si se quiere pensar en privatización habría que esperar algunos años a que su funcionamiento previo y actual esté clarificado y optimizado. Una de las posiciones más difíciles de llenar para cualquier gobierno.

Todas las empresas o entes estatales requerirán una revisión, adecuación, mejora o análisis. Tómese el caso del Conicet. Es aventurado decir que se debe cerrar, o que no presta una función útil. La presta. Respetables profesionales reciben un ingreso del ente. Muchas universidades privadas financian el costo de sus profesores con aportes de este organismo. Al mismo tiempo, hay “infiltrados” que reciben una remuneración por investigar el sexo de los ángeles. El kirchnerismo se ha especializado en saturar con inútiles pagos todo el sistema. Se arregla con gestión y elevando el nivel de exigencia. Requiere conocimiento, trabajo, seriedad y nuevas reglas. Como casi todo. Obviamente, la solución fácil y simple de cortar de un tajo lo que molesta o no se comprende bien es pocas veces adecuada.

MONOPOLIOS PRIVADOS

Hay otros monopolios que no son estatales, sino privados, pero que también son graves y alevosos, y requieren investigación y sanción, como el caso de Telecom-Fibertel-Personal-Cablevisión-Flow-Arnet, un exceso que sólo puede explicarse si hubiese tenido lugar en Sicilia en 1930. No es así la libertad de mercado. No es esa la teoría liberal, ni la de la escuela austríaca, ni del capitalismo. La justicia debería resolver y sancionar estos temas, como en EEUU, antes de Biden.

Estos son unos pocos casos que sirven de ejemplo de lo complicado y diverso de la tarea, si en serio se quiere hacer con el soporte ciudadano. Hay casos distintos, como el del cine, que tiene una cuota de corrupción y explotación de los regalos del Estado apabullante, contra unos pocos casos que acaso justifiquen el subsidio. Bastaría con decir que prácticamente sin excepción, ningún director paga los préstamos que recibe. La experiencia personal del columnista apunta a un alevoso saqueo de los fondos estatales. Difícilmente eso pueda ser interpretado como un apoyo al cine nacional.

Sin embargo, la sensibilidad exprés de Palermo, tan habitual, hace conmover a mucha gente que no advierte las estafas. Aquí se requiere otro camino, para mostrar a la sociedad caso por caso la realidad, a fin de que no se convierta en defensor de una supuesta cultura. En este tipo de entes, no hace falta un gerente o un presidente, hacen falta auditores y auditorías que hagan público los resultados para mostrar a la sociedad el abuso.

Un punto central a trasmitir es que el país y sus habitantes están en la ruina y en la pobreza. No puede darse el lujo de subsidiar salvo las esencialidades. Si no se logra hacer comprender este hecho, tampoco se podrán tomar las medidas correspondientes. Ciertamente, se trata de una tarea de cirujano y no de carnicero, de bisturí, no de motosierra, como se ha dicho aquí.

DRAMÁTICAS UNIVERSIDADES

Otro ejemplo dramático es el de las universidades. El sistema nacional es el más ineficiente del mundo. Y no pasa por la gratuidad o no de la enseñanza, si bien es absurdo que un país en la miseria regale su enseñanza a extranjeros, que luego se marchan. Se recordará que Agustín Lanusse comenzó el hábito de crear universidades de cercanía. Un mecanismo antieconómico y antiacadémico. No hay posibilidades económicas de conseguir una buena enseñanza con la creciente dispersión argentina. Mucho peor es cuando las universidades alimentan el bolsillo y el populismo de algún puntero sublimado.

Para colmo de males, los padres, que un día marcharon pidiendo el ingreso irrestricto de sus hijos, un alegato colectivo por la ignorancia, lograron crear el CBC, mecanismo que consume más de la mitad del presupuesto de cada universidad. No habrá presupuesto que alcance y la excelencia se alejará cada día más. Los que no querían que sus hijos tuvieran que viajar de Río Cuarto a Córdoba para educarse, ahora ven a sus hijos marcharse a cuidar jardines en Canadá. Lo peor es que no es cierto que el Presupuesto de las universidades no alcance. Como no es cierto en ningún otro nivel de enseñanza. Todo se ha transformado en un mecanismo de corrupción grande o pequeña, patrocinados por sindicatos casi siempre trotskistas o similares, que han desprestigiado y bastardeado el mejor mecanismo igualitario y de progreso individual conocido. La pregunta es: ¿Aceptarán las provincias y ciudades importantes perder sus universidades, que creen un símbolo de saber y progreso? Y la pregunta siguiente es: ¿Y quién las pagará? Dos preguntas que bien resumen todo el problema del gasto argentino. Y de llevar el populismo en la sangre, claro.

EL LUJO DE SER SUPERFICIAL

Ningún gobierno se puede dar el lujo de ser superficial en estos temas, ni de tomar decisiones instantáneas y no coordinadas. Hablar de cambiar el país sin estudiar cómo atacar este problema suena casi irresponsable. El gasto está ahí, pero requiere trabajo, inteligencia, conocimiento y capacidad de comunicación reducirlo y hacerlo eficaz. Eso es cambiar el país.

Se pueden listar todos los gastos uno por uno, y todos requieren un tratamiento complejo, inteligente, de gestión, de conocimiento y de análisis. Y probablemente no haya una, sino ciento de soluciones, aplicables a los diferentes casos. Por eso la columna pone estos ejemplos, y plantea la necesidad de contar con especialistas de las dos fuerzas de oposición.

Del otro lado está Massa, hoy peronista, mañana quién sabe, haciendo una rara chapucería en cada cosa que toca, agravando cada problema que cree solucionar o que dice solucionar, rompiendo cada vez más la sociedad y los consensos.

La oposición tiene que unirse al día siguiente de la elección, porque es la única chance que tiene el país. Si en cambio cualquiera de las dos fuerzas decidiese unirse abierta o solapadamente con el peronismo en algunos de sus formatos, sindical, residual, prebendario empresario, financistas cueveros o cualquier otra rama de la mafiacasta, se condena al fracaso y condena a la extinción a la sociedad.

Una elección se gana de mil maneras. Pero el triunfo verdadero es sacar al país de la miseria, la pobreza, el atraso y la vergüenza. Lo otro es estrépito y cenizas, diría don Jorge.

(De www.laprensa.com.ar)

Mandamientos sociales y supervivencia

La supervivencia de la humanidad está posibilitada, en última instancia, por el cumplimiento de los mandamientos bíblicos establecidos por Moisés y por Cristo, y cuyos contenidos aparecen parcialmente en otras religiones y filosofías. Estos mandamientos, que prohíben acciones negativas y promueven acciones positivas, están dirigidos a todo individuo. Sin embargo, en las épocas en que fueron enunciados, no existían las complejidades del mundo actual, por lo que ha sido necesaria la adopción de "mandamientos sociales" que amplíen el alcance de aquellos.

Los "mandamientos" sociales necesarios pueden asociarse a los enunciados por Abraham Lincoln en el siglo XIX, y son los siguientes:

1- Usted no puede crear la prosperidad desalentando la iniciativa privada.
2- Usted no puede fortalecer al débil debilitando al fuerte.
3- Usted no puede ayudar a los pequeños aplastando a los grandes.
4- Usted no puede ayudar al pobre destruyendo al rico.
5- Usted no puede elevar al asalariado presionando a quien paga el salario.
6- Usted no puede resolver sus problemas mientras gasta más de lo que gana.
7- Usted no puede promover la fraternidad de la humanidad admitiendo e incitando el odio de clases.
8- Usted no puede garantizar una adecuada seguridad sobre dinero prestado.
9- Usted no puede formar el carácter y el valor quitando la iniciativa al hombre y su independencia.
10- Usted no puede ayudar a los hombres permanentemente realizando por ellos lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos.

(De “Ideas sobre la Libertad” Nº 16-Centro de estudios sobre la libertad-Buenos Aires Diciembre/1963).

Es fácil advertir que estos mandamientos sociales no son cumplidos por los países socialistas, por lo cual muchos pueblos deben huir de sus países para refugiarse en otros para poder sobrevivir a la hambruna que padecen. Si todos los países del mundo adoptaran el socialismo pleno, la humanidad colapsaría económica y socialmente, advirtiéndose la necesidad y la importancia de la sugerencia de Abraham Lincoln.

La oposición a estos mandamientos o sugerencias, provienen del relativismo cultural y moral. En un texto utilizado para la enseñanza en escuelas secundarias, se lee: "El relativismo cultural sostiene que un fenómeno sociocultural sólo puede ser comprendido y evaluado en su propio contexto cultural".

"De acuerdo con esta postura, no habría rasgos culturales buenos o malos de por sí, sino que toda pauta cultural es tan digna de respeto como las demás. Un rasgo cultural es «bueno» si funciona armónicamente dentro de una cultura y ayuda a conseguir los fines que la sociedad persigue".

(Citado en "¿Qué hay detrás de los valores que les enseñan a nuestros hijos/alumnos en la escuela durante la EGB3?" de Liliana Ravera de Minchilli-Editorial Dunken-Buenos Aires 2006).

A partir del relativismo cultural, se tiende a limitar la validez de los mandamientos bíblicos y de toda norma ética que se oponga al socialismo, generalmente para imponer luego normas "objetivas y universales" que se utilizarán para instaurar el socialismo.

Para eludir la descalificación relativista, puede decirse que los mandamientos anteriores son buenos a partir de la necesidad de supervivencia que requiere la humanidad (presuponiendo que, culturalmente, todo ser humano quiere vivir y no morir).

viernes, 29 de septiembre de 2023

El orden social medieval

Un importante sector, entre los intelectuales católicos, mantiene su adhesión al orden social medieval europeo aduciendo que tal ordenamiento responde al auténtico cristianismo y que el Reino de Dios habría de estar constituido, entre otros aspectos, por una sociedad que mantuviera vigente el orden mencionado.

Ante tal creencia, se dedican a descalificar todo lo que se apartó del ordenamiento social medieval, negando lo positivo que pudo traer cada "revolución" contraria o distinta de dicho orden. Félix Adolfo Lamas escribió: "Entendida la crisis como ruptura de los vínculos reales de la vida humana, puede establecerse una precisa relación entre crisis y revolución. En efecto, la Revolución se define como una ruptura de las formas o estructuras fundamentales de un sistema social, cultural, político, religioso, etc.".

"Así, la Reforma Protestante fue una revolución religiosa; el Humanismo renacentista, una revolución cultural; la inauguración del principio de inmanencia, primero en sede sólo gnoseológica y luego en el plano metafísico, una revolución filosófica. La Revolución Americana, la Francesa y la Rusa, típicas revoluciones políticas, a su vez, no podrían explicarse sin ese previo clima religioso, cultural y filosófico revolucionario".

"Se comprende, con esta óptica, cómo la pugna entre el liberalismo y el socialismo es sólo relativa, dentro de un marco común, que se reduce, en el fondo, a la oposición, fruto de la inercia, entre una etapa ya agotada del proceso y otra, pujante, que es a la que hoy le toca librar la batalla definitiva..." (De "Ensayo sobre el orden social"-Instituto de Estudios Filosóficos Santo Tomás de Aquino-Buenos Aires 1985).

Pareciera que, mientras que el sector católico cree que existe una confabulación anticristiana generalizada, el resto poco o nada se preocupa del asunto, si bien desde el sector marxista existe una evidente intención de usar a la Iglesia como arma ideológica para difundir al socialismo.

Es oportuno mencionar que Cristo nunca propuso un orden social como el medieval, ni otro orden social similar, ya que sus mandamientos éticos se dirigen al individuo. Cuando la mayor parte de la sociedad cumpla con el "Amarás al prójimo como a ti mismo" se dará, por añadidura, cierto orden social que, posiblemente, sea distinto del orden social medieval, o bastante distinto. De ahí su expresión: "Buscad el Reino de Dios y su justicia, que lo demás se os dará por añadidura".

En lugar de la ética cristiana original, asociada a los mandamientos bíblicos, en la Edad Media surgen emisores secundarios (en lugar de divulgadores del mensaje original) que tienden a desplazar, o reemplazar, a la antigua ética. Con ello se advierte que el orden social medieval poco tiene que ver con las enseñanzas de Cristo, no sólo por no apuntar éstas hacia un orden social concreto, sino por el reemplazo mencionado. Alois Dempf escribió: "Se dibuja netamente una clara línea de evolución a través de la cual se va integrando una riqueza cada vez mayor de experiencia moral, de aspectos místicos y metafísicos, hasta formar un todo armónico que es por dentro casi un organismo vivo, una íntima compenetración de forma de alma, orden del mundo y teología".

"Pero después surgen al menos tres grandes clases de sistematización ética: la ética simbólica, que considera al alma como una imagen microcósmica de todo el universo; después la sistematización teológica, que busca una unión viva de las fuerzas naturales y sobrenaturales del alma bajo el concepto aristotélico de perfección; finalmente la ética metafísica de la mística alemana, especialmente del Maestro Eckehart, que combina la autoperfección ética, en cuanto nacimiento de Dios en el alma, con todo el proceso intemporal del mundo".

"La peculiaridad de la ética medieval resalta con singular claridad cuando se la compara con la antigua ética cristiana, que, como base de toda la anterior evolución, necesariamente ha de formar parte de nuestra exposición. Al paso que la ética medieval es siempre en algún modo sistemática, la antigua ética cristiana es asistemática en su forma externa, salvo contadas excepciones que en nada afectan a su esencia" (De "Ética de la Edad Media"-Editorial Gredos-Madrid 1958).

miércoles, 27 de septiembre de 2023

¿Negacionismo o reivindicación del terrorismo de izquierda?

Hasta que la Iglesia Católica como institución, y la izquierda política, no dejen de reivindicar con sus silencios o con sus expresiones, los asesinatos y la violencia desplegada por los terroristas de izquierda, en los años 70, seguirá vigente la grieta que a cada rato aparece entre sectores de la sociedad argentina. Desde la Iglesia deben dejar de ocultar que de tal ámbito "cristiano" surgió el grupo terrorista Montoneros, de tendencia marxista-leninista antes que cristiana, constituyendo los ideólogos respectivos el primer eslabón de la cadena de violencia que se desató a lo largo y a lo ancho del país, además de otros países latinoamericanos.

Si bien la derecha peronista combatió al sector marxista-leninista, debe aclararse que se trató de dos bandos que luchaban por el poder, y no a favor de la Argentina. Tal es así, que Montoneros fue apoyado y promovido por el propio Juan D. Perón, usándose mutuamente para la toma unilateral del poder, y que, como toda banda de forajidos, terminó con una pelea interna.

Como sabe toda persona con un poco de cultura general, el marxismo-leninismo promueve un sistema totalitario y se opone a toda forma de democracia liberal. De ganar los Montoneros y el ERP la lucha armada, se hubiese terminado con la democracia de este país, y por mucho tiempo. Ello implica que la democracia fue defendida con las armas y garantizada por las Fuerzas Armadas, aún cuando se repita en todo momento que "la izquierda política estaba a favor de la democracia negada por los militares". Incluso a las nuevas generaciones se las adoctrina diciéndoles que la guerrilla en realidad "luchó contra la dictadura militar para reconquistar la democracia" y que por ello fue severamente aniquilada, cuando en realidad la guerrilla actuó principalmente en épocas de gobiernos democráticos. El accionar ilegal de las Fuerzas Armadas es un hecho independiente del accionar ilegal de los guerrilleros.

De la misma manera en que, para el marxista, un revolucionario socialista tiene un valor mucho mayor que un "burgués", las víctimas de izquierda tienen, para él, un valor mucho más elevado que las víctimas de la guerrilla, ya que ni siquiera admite la posibilidad de que a éstas se las recuerde de alguna manera o se les rinda algún homenaje, tratándose de personas decentes.

Sin embargo, teniendo presente que muchos marxistas consideran que fue "necesario" eliminar decenas de millones de vidas por parte de Stalin y de Mao, principalmente, sería mucho esperar que reconocieran los asesinatos cometidos en los 70 con, al menos, un poco de arrepentimiento.

A continuación se trascribe un artículo al respecto:

CAZA DE BRUJAS Y NEGACIONISMO

Por Mauricio Ortín

Se abrió la temporada de “caza de negacionistas”. Parece que abundan y, desde el Estado, se llama a ejercer un severo control sobre estos sujetos que, según dicen, ponen en peligro a la democracia.

Todo comenzó cuando un grupo de familiares de víctimas de las bandas ERP y Montoneros decidieron realizar un homenaje a sus muertos. Arturo Larrabure, hijo del Tte Cnel Argentino del Valle Larrabure, quien fuera secuestrado y confinado en una caja de 1 x 2 m durante 372 días y luego asesinado; Lorenza Ferrari, cuya hija murió en un atentado en 1975; y Graciela Saraspe, hija de Oscar, un hombre asesinado en un bar de Santa Lucía, Tucumán, en 1974, fueron los principales oradores del acto realizado en el palacio legislativo porteño el 4 de setiembre pasado. Acto que provocó el repudio de distintos sectores de la política, el sindicalismo y la Iglesia.

Larrabure, Saraspe y Ferrari fueron acusados de “negacionistas” y de reivindicar a los “genocidas” de la dictadura. Hay que recordar que los crímenes contra sus familiares fueron cometidos en plena democracia, lo mismo que la reacción represiva del Estado.

Ahora bien, ¿por qué el homenaje de familiares a las víctimas del terrorismo erpiano y montonero constituye un acto de “negacionismo”? ¿Qué es lo que niegan Larrabure, Saraspe y Ferrari para que el Estado y otros poderes los maldigan con la marca cainita de “negacionistas”?

¿Acaso mencionar que sus seres queridos fueron asesinados por los guerrilleros constituye un acto de negacionismo? Nadie niega la represión de la dictadura contra los subversivos. El mismo general Jorge Rafael Videla la admitió. También, el general Benjamín Menéndez y otros.

De lo que nadie habla, y hasta cierto punto se niega, es que la represión contra los que declararon la guerra al gobierno constitucional la inició el propio Perón y, luego, su esposa y sucesora. Nada más auténticamente peronista que la Triple A y los decretos de aniquilamiento de la subversión firmados por María Martínez de Perón e Ítalo Luder.

Es una certeza que en este país hay víctimas de primera y víctimas de cuarta. Acaba de confirmarlo el general kirchnerista Milani quién, en un claro ataque a la candidata Victoria Villarruel, dijo: “Yo reivindico a las víctimas del ERP y de Montoneros, pero no las pongo a la altura de las otras víctimas”.

Así, Mario Roberto Santucho, el comandante del ERP que abatió y fue abatido por el capitán Leonetti, es una víctima de primera, mientras que el capitán es una víctima de cuarta.

Idéntica categoría (de cuarta) le corresponde a la niña de tres años María Cristina Viola (asesinada por orden de Santucho) y a la joven Paula Lambruschini (asesinada por Perdía, Vaca Narvaja y Firmenich).

Otra evidencia de esto son las millonarias indemnizaciones (200.000 dólares de promedio) que recibieron del Estado los familiares de los terroristas desaparecidos o muertos por el gobierno peronista y el militar. Y no sólo dinero, también reconocimiento público a través de monumentos, películas, libros, etc. Para los otros (los de cuarta), cualquier homenaje sólo merece repudio.

Que el hombre que está en la Casa Rosada haya salido a hablar de “negacionismo” es otra infamia. Ello porque Alberto Fernández preside el partido político que inició la represión “genocida”. Lo dijo, además, en un acto acompañado por la madre de plaza de Mayo “Tati” Almeida, cuyo hijo, Alejandro Almeida, de 20 años, fue desaparecido el 17 de junio de 1975 por la organización paramilitar peronista Triple A. ¿Qué hace dentro del partido que asesinó a su hijo?

Lo mismo el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, cuyo padre fue secuestrado y muerto el 15 de octubre de 1975 (diez días después de haber atacado el regimiento de Formosa) por otra banda paramilitar del peronismo.

¿Por qué Pietragalla se opone al homenaje a Larrabure? ¿Acaso no le reconoce derechos humanos por ser una víctima de cuarta?

En la Cámara de Diputados de la Nación se han presentado proyectos de ley para reprimir penalmente a los “negacionistas”. El último es el de la diputada peronista de la provincia de Jujuy, Carolina Moisés.

De aprobarse la ley, el próximo homenaje de Larrabure a su padre lo llevaría directamente a la cárcel.

Otra consecuencia no menor sería que los historiadores, so pena de ir presos, para el período que va del 24 de marzo de 1976 hasta la asunción de Alfonsín, dejarían su ocupación de investigadores.

Dos más que imploran para que los legisladores aprueben dicha ley son el ex juez León Arlanián, y el dueño de medios, Jorge Fontevecchia. Los “negacionistas” ponen en peligro la democracia, sostienen.

Sería bueno que explicaran en su solicitud: cómo una ley fascista puede salvaguardar a la democracia. Prohibir homenajes a víctimas inocentes es un atentado a los derechos humanos de éstos. Penalizar, desde el Estado, al que afirma que en la Argentina de los 70 hubo una guerra y no un genocidio también es atentar contra los derechos humanos de los que piensan distinto. Cazar “negacionistas” y cazar brujas son dos maneras de violar derechos humanos.

(De www.laprensa.com.ar)

La sociedad tecnológica

Mientras que la humanidad progresa en el ámbito de la ciencia y de la tecnología, parece estar estancada, o bien en retroceso, respecto a la conducta y a la moral; aunque erróneamente se culpe a la ciencia y a la tecnología por tal retroceso. Tanto la ciencia como la tecnología avanzan en forma evidente, sin embargo, sus aplicaciones y su uso dependen de lo que el ser humano pretenda hacer con ellas, por lo que no siempre sus aplicaciones son las que favorecen al ser humano.

La ciencia es la actividad cognoscitiva del hombre por medio de la cual describe las leyes naturales que rigen todo lo existente. Organiza el conocimiento en forma axiomática y verifica sus resultados contrastándolos con la propia realidad. Tiene dos aplicaciones básicas: permite nuestra adaptación cultural al orden natural y brinda el conocimiento que le permite a la tecnología realizar su misión.

La evolución y la adaptación biológica involucran periodos del orden de los millones de años. De ahí que se nos impone la necesidad de acelerar dicho proceso, es decir, debemos reemplazarlas por algo que busque una misma finalidad en menor tiempo. Así, los ambientes climatizados, la vestimenta, los medicamentos, etc., junto a las herramientas, máquinas y dispositivos que amplían las potencialidades de nuestros músculos y de nuestra mente, son el resultado de la tecnología; que tiene una finalidad similar a la de la evolución biológica.

La actitud que permite el progreso científico y tecnológico no ha de diferir esencialmente de la que promueve el progreso de los demás aspectos culturales. De ahí que no sólo encontraremos actitudes cooperativas, sino también egoístas y competitivas. Así como el trabajo ha de ser tan intenso como profundos sean los ideales que lo motivan, es importante vislumbrar los ideales de la ciencia y de la tecnología para que motiven nuestro accionar. Si las consideramos como partes del proceso de adaptación cultural del hombre al orden natural, veremos en ellas una finalidad cercana a la de la propia religión.

Podemos definir a la tecnología como la actividad que permite afianzar y reforzar nuestras potencialidades corporales y mentales; esto último a partir de la utilización de las computadoras, ya que permiten disponer de una memoria artificial. Lo que la tecnología no abarca es el aspecto moral, asociado a los atribtuos emocionales del ser humano, por lo cual se advierte el error de dedicar toda nuestra atención al avance tecnológico de la sociedad.

La reciente divulgación de la inteligencia artificial ha promovido opiniones favorables y también desfavorables. Sin embargo, no debe olvidarse que todo avance tecnológico puede aplicarse tanto para mejorar la sociedad como para empeorarla; todo depende de la utilización que dispongan los usuarios.

Entre los avances más significativos y representativos de la tecnología, puede mencionarse el de los simples anteojos. Es sabido que la mayoría de la gente, con el paso de los años, además del que padece problemas de visión, tiene dificultades para ver de cerca. De ahí que, sin lentes, sus capacidades laborales se verían seriamente limitadas. Por lo que los anteojos, o lentes, hayan podido resolver tan importante problema.

Todo avance, ya sea científico, cultural, tecnológico o moral, está vinculado al trabajo, el tiempo y a los medios destinados a tal logro. Y el estancamiento o el retroceso moral se produce, entre otros factores, por haber sido la ética dejada de lado, incluso muchas veces negada ante la supremacía de la creencia en la validez del relativismo moral. Si no existe una ética de validez objetiva, no nos molestamos por encontrarla. Y en esto radica nuestro estancamiento o retroceso moral, y no porque la ciencia y la tecnología sean "culpables" del deterioro moral. Incluso las ciencias sociales permiten, en principio, establecer conocimientos que favorezcan el crecimiento moral de la sociedad.

lunes, 25 de septiembre de 2023

Epicteto y la filosofía moral

Por lo general, se suele calificar de "paganos" a todos los pensadores previos al surgimiento del cristianismo sin apenas conocer sus ideas morales. Sin embargo, si el cristianismo tuvo la trascendencia conocida, se debió principalmente a la compatibilidad que la ética bíblica presentaba ante el estoicismo prevalente en Roma.

La diferencia esencial entre paganismo y religión moral radica en la imagen que los hombres nos hacemos de Dios. Mientras que el pagano imagina un Dios parecido a Hitler o Stalin, vengativo y sobornable mediante homenajes y pedidos, la religión moral imagina un Dios que valora nuestras conductas orientadas hacia la cooperación social.

Una de las figuras históricas que puede considerarse como vínculo entre estoicismo y cristianismo, ha sido Epicteto, el esclavo filósofo, quien afirmó: “Lo primero que es preciso aprender es que hay un Dios que con su providencia lo gobierna todo, al cual no se le oculta ninguno de nuestros actos, como ninguno de nuestros pensamientos e inclinaciones. Luego hay que examinar cuál es su naturaleza. Conocida ésta, es indispensable que los que quieran agradarle y obedecerle se esfuercen en parecérsele, y, por tanto, que sean libres, fieles, benéficos, misericordiosos y magnánimos. Por consiguiente, que todos tus pensamientos, todas tus palabras y todos tus actos sean los actos, pensamientos y palabras de un hombre que quiere imitar a Dios y parecérsele”.

“Seguro estoy que delante de una estatua de los dioses te avergonzaría cometer actos deshonestos. ¿Cómo, entonces, puesto que te ven y te oyen de continuo, no te ruboriza y espanta tener pensamientos obscenos y hacer actos impuros que les hieren, les deshonran y les afligen?. ¡Ay, enemigo de los dioses! ¡Cobarde! ¡Miserable que olvidas tu divina naturaleza!”.

“¿En qué consiste que los ignorantes son siempre más fuertes que vosotros en las disputas y acaban por reduciros a silencio? Pues, sencillamente, en que si bien profesan errores, están firmemente persuadidos de ellos, mientras que vosotros lo estáis débilmente de vuestras verdades. Como no os brotan del corazón, sino de los labios, son débiles y mortecinas. Por ello también esa deleznable y enclenque virtud que predicáis se expone de continuo a la pública chacota y se derrite, en cuanto la atacan, como la cera con los rayos del sol. Alejaos, pues, del sol mientras no tengáis sino opiniones de cera”.

Cuando encontramos ideas similares a las predicadas por Cristo, se confirma la existencia de verdades objetivas accesibles a todos los hombres. Epicteto agrega: “Es mucho mejor perdonar que vengarte. Perdonar es propio de una naturaleza buena y humana. Vengarse, sólo de una naturaleza feroz y brutal”.

“El ser libres o esclavos no depende de la ley ni del nacimiento, sino de nosotros mismos; porque todas las cadenas y todo el peso de ciertas prescripciones legales serán siempre mucho más leves que el dominio brutal de las pasiones no sometidas, de los apetitos insanos no satisfechos, de las codicias, de las avaricias, de las envidias y demás desenfrenos. Que aquéllas, cuando más, sólo podrán pasar sobre el cuerpo, y éstas, además, sobre el espíritu. Por malo que sea el amo a que aquellas nos sometan, siempre tendremos momentos de respiro y esperanzas de manumisión; éstas nos someten a tantos y tan crueles males, que generalmente sólo la muerte puede librarnos de su yugo”.

“Los dioses me han concedido la libertad, y como conozco y acato sus mandatos, nadie puede hacerme esclavo, porque tengo el libertador y los jueces que necesito” (Del “Manual”-Editorial Gredos SA-Madrid 2001).

A continuación se transcribe una breve biografía del pensador romano:

NOTICIA SOBRE EPICTETO

La biografía de Epicteto, a quien se ha llamado la figura más grande del estoicismo, sólo es conocida en sus líneas generales. Se sabe que nació en Hierápolis (Frigia) a mediados del siglo I de la era cristiana y que fue esclavo de Epafrodito, el favorito y secretario de Nerón, el que lo acompañara en su fuga, ayudándolo a darse muerte después.

Su condición de súbdito costó la vida al patricio, puesto que Domiciano lo hizo degollar por haber osado poner la mano en el emperador. Había sido para Epicteto un amo cruel, y el esclavo recobró la libertad con la muerte del amo, dedicándose desde entonces a predicar su filosofía en Roma primero y en Epiro más tarde.

Se sabe, también, que el emperador Adriano lo distinguió con su amistad y que sus máximas ejercieron gran influencia en la formación moral de Marco Aurelio, aunque es poco probable que el hijo adoptivo de Antonino llegase a conocer personalmente al maestro, puesto que la fecha que aproximadamente se da como la de su muerte, la tercera década del siglo II, coincide con la del nacimiento de Marco Aurelio.

No hay duda de que las penosas circunstancias de su vida influyeron en el espíritu de Epicteto, orientándolo hacia la filosofía del Pórtico, que enseñaba el desprecio de los hombres y de sus riquezas y hacía consistir la felicidad en el triunfo de la razón y la voluntad sobre las pasiones.

La vida de Epicteto fue ejemplo vivo de la doctrina, hecho que contribuyó a aumentar su prestigio. Su refugio en Epiro se debió a la persecución ordenada por Domiciano contra los filósofos y sirvió para acrecentar una reputación ya sólida. El cinismo de Epicteto se enriquecía con ciertas virtudes que posteriormente se han llamado cristianas; la resignación al destino, la renuncia a los bienes del mundo, la comprensión y la tolerancia de los defectos ajenos y la fe en una divinidad que rige el universo.

Para Epicteto hay dos clases de cosas en el hombre: las que dependen de él (formación moral) y las ajenas (cuerpo, riqueza, honores). Por consiguiente, el elemento realmente propio es la voluntad de obrar bien o de obrar mal, entendiéndose por obrar bien el hacerlo conforme a la naturaleza humana y a su razón. Y la voluntad de obrar bien se apoya en el conocimiento y la aceptación de Dios, invocándolo para obtener su ayuda.

Vemos de este modo cómo el estoicismo de Epicteto se aparta del epicureísmo de Zenón, pura especulación metafísica. Y en la distinta corriente seguida por los continuadores de la escuela del Pórtico en Roma hallamos las características del ingenio romano, que se aparta de las lucubraciones mentales para inclinarse, con sentido realista, a su aplicación en la existencia.

También en lo relativo a la filosofía fueron los romanos codificadores y la transformaron en tratados de moral práctica. Se atribuye también como causa de la transformación la influencia naciente del cristianismo con su fundamento de solidaridad social que los individualistas griegos ignoraban y del que surgen ciertas virtudes tales como la humildad, el amor al prójimo y la abnegación.

En tanto que los maestros del Pórtico negaban el dolor y repudiaban la piedad, proponiéndose llegar a una felicidad contemplativa, aislando al hombre de sí mismo, Marco Aurelio y Epicteto cifraron el progreso espiritual del hombre en el olvido de sí mismo y dieron a la Moral un valor de ciencia en sí misma y no de simple rama de la Fílosofía como sus antecesores, los estoicos griegos.

Exalta Epicteto el sentimiento de la libertad y de la dignidad del hombre, subordinándolo al amor del prójimo, la caridad, la abnegación de sí mismo, el perdón de las injurias, el sacrificio y la piedad y el respeto de la propia vida. Deriva de Sócrates por su poca inclinación a las especulaciones filosóficas, la tendencia práctica de la doctrina y el fundamento de la Moral.

Epicteto no escribió sus lecciones, que fueron recogidas por Arriano, su discípulo, en un compendio llamado Disertaciones o Discursos. En cuanto a las sentencias que se le atribuyen, están contenidas en los escritos de Estrobel, Antonio y Máximo y pueden ser consideradas como el reflejo fiel de una enseñanza conservada por la tradición y como prueba de la huella que dejó en los espíritus.

De esta enseñanza y sus efectos es ejemplo la influencia ejercida en Marco Aurelio, así como en los últimos poetas latinos, Claudio y Rutilio, cuyas obras están impregnadas de estoicismo. Por otra parte, si bien la doctrina de los estoicos desapareció como escuela y fue absorbida por el neoplatonismo, su moral persiste y es aceptada hoy como ayer como la filosofía de la aristocracia pensante.

(De "Grandes pensadores"-Librería El Ateneo Editorial-Buenos Aires 1959).

Nietzsche y el cristianismo

Quienes advierten que la moral cristiana es una moral de esclavos y de débiles, tienden a identificarse con algunos escritos de Friedrich Nietzsche. En realidad, si a alguien egoísta o a alguien que tiene predisposición por el odio al prójimo, y por la cual encuentra su "fortaleza anímica", se le sugiere "amar al prójimo como a sí mismo", seguramente verá tal posibilidad como algo absurdo e incompatible con su personalidad; como algo que carece de sentido.

No debe olvidarse que las prédicas cristianas no implican una serie de sugerencias a ser adoptadas en cualquier momento de la vida, sino, por el contrario, sugieren la adopción de una actitud o predisposición previa, a partir de la cual tendrá pleno sentido la moral que predica. De ahí su expresión "No se echa el vino nuevo en odres viejos...", porque se rompen los cueros y se pierde el vino.

Roger-Pol Droit escribió respecto de Nietzsche: “Se objetará que la metáfora musical, a pesar de todo, tiene sus límites. Aquellos a quienes el pensamiento de Nietzsche desconcierta e incluso descompone siguen pensando que este filósofo es un chico malo. Maligno, astuto, sutil, por cierto. Pero decididamente incoherente: bajo su pluma se encuentra todo y lo contrario. ¿Cómo hacer si, a cada cita de Nietzsche, puede yuxtaponerse otra, también firmada por Nietzsche, que sobre el mismo tema dice exactamente lo opuesto a la primera? Este autor es aberrante, inasible, irracional, monstruoso”.

“A la manera de ver de los lectores que le son hostiles, sigue encubriendo peligros más graves. No sólo la razón está expuesta: la República está en peligro, la virtud está amenazada. ¡Ciudadanos, desconfiemos! Este agitado antojadizo, perturbado, megalómano, irascible, no sólo es ilógico. Es aristócrata hasta la punta de las uñas, visceralmente antidemocrático. Es sencillo: ¡no se puede ser más re-ac-cio-na-rio! Y además inmoral. Y violento, por añadidura. No le gustan los débiles, ni la piedad, ni las pequeñas bajezas del confort. A no dudarlo, no sabe amar para nada. Pondera a los bárbaros, y anuncia la guerra. Flirtea con lo inhumano y sueña con lo sobrehumano. Desvaría, es cosa clara. Decididamente, este patán es un individuo extremadamente peligroso. Anticristiano, antisocialista, anticientífico. Sospechado además de varios delitos. Racismo, fascismo, antisemitismo; gusto inmoderado por la jerarquía; predilección por la mentira, la ilusión, la apariencia; atracción hacia la fuerza bruta, la crueldad, la dominación. Si Hitler ofrece a Mussolini una edición de Nietzsche encuadernada en cuero, ¿realmente es un azar?” (De “En compañía de los filósofos”-Fondo de Cultura Económica-Buenos Aires 1999).

Si tenemos presente los escritos de Nietzsche respecto del cristianismo, surgirán dos posibles calificaciones al respecto: podrá decirse que es neutral (que no está a favor ni en contra) o bien que en realidad no tiene sentido tomarlo en serio (debido a lo contradictorio de sus opiniones). Karl Jaspers escribió al respecto: "Ya sabemos con que inaudita violencia ha rechazado Nietzsche el cristianismo. Un ejemplo: Basta que alguien adopte, a mi parecer, una actitud equívoca frente al cristianismo, le niego la menor partícula de confianza. No puede haber, en esa materia, más que una actitud conveniente; un no absoluto".

"Cuando se propone desenmascarar al cristianismo, su lenguaje desborda de indignación y de desprecio; su estilo, sereno en el examen crítico, es entonces el del panfleto. Con una extraordinaria riqueza de puntos de vista, pone al desnudo las realidades cristianas. Adoptó los temas que han inspirado a otros críticos anteriores, y con él empieza un nuevo combate contra el cristianismo, más radical y más totalmente conciente que otro alguno".

"Quien no conozca más que esa hostilidad, tendrá, al estudiar a Nietzsche, muchas ocasiones de asombrarse: hallará frases que parecen completamente incompatibles con esas ideas anticristianas. Nietzsche es capaz de decir del cristianismo: Es, a pesar de todo, el mejor ejemplo de vida ideal que yo haya verdaderamente conocido; desde que aprendí a andar, lo he perseguido, y creo que en mi corazón nunca lo he vituperado" (De "Nietzsche y el cristianismo"-Editorial Deucalion-Buenos Aires 1955).

Otras frases de Nietzsche, citadas por Jaspers, son las siguientes:

Hasta aquí, de una manera general, el respeto de la Biblia se mantiene en Europa; y ése es, quizás, el primer factor de educación y de refinamiento de las costumbres que Europa deba al cristianismo.

Considero como un honor descender de una línea que ha tomado en serio al cristianismo en todos sus puntos.

Llama a los sacerdotes enanos pérfidos, raza de parásitos, calumniadores del mundo patentados, arañas venenosas, los más diestros hipócratas concientes.

Pero también celebra, a menudo, la gloria de las almas de los sacerdotes. El pueblo tiene razón mil veces al honrar justamente a esos hombres, a esas almas de sacerdotes, tiernos, simples con seriedad, castas, que le pertenecen y que provienen de él, pero consagradas, elegidas, sacrificadas por su bien, y ante las que puede vaciar sin temores su corazón...

Una Iglesia es ante todo un instrumento de dominio que asegura el más alto rango a los hombres espiritualmente superiores, y cree demasiado en el poder del espíritu para recurrir a la violencia de procedimientos groseros; lo cual basta para que la Iglesia sea en cualquier circunstancia una institución más noble que el Estado.

domingo, 24 de septiembre de 2023

El peor cepo: el gasto estatal intocable

La severa crisis que afronta la Argentina es la consecuencia de cierta tradición generalizada consistente en robar al Estado mediante medios legales y desde todos los niveles sociales. Tal perversa situación se debe a que robarle al Estado implicaría "no robarle a nadie", mientras que en los sectores más desprotegidos cae todo el peso del latrocinio colectivo. El actor mexicano Mario Moreno (Cantinflas), en cierta ocasión, expresó: “La Argentina está compuesta por millones de habitantes que quieren hundirla, pero no lo logran” (Cita en “El atroz encanto de ser argentino” de Marcos Aguinis-Grupo Editorial Planeta SAIC-Buenos Aires 2007).

Entre las medidas iniciales a efectuar por el próximo gobierno, podrían citarse las siguientes:

a) No reemplazar a los jubilados estatales a fin de ir reduciendo la enorme cantidad existente
b) Enviar a sus casas a millones de ellos para reducir gastos innecesarios y para evitar que sigan entorpeciendo con su "trabajo" al reducido sector productivo.

A continuación se transcribe un extenso artículo al respecto:

EL PEOR CEPO: EL GASTO ESTATAL INTOCABLE

Por Dardo Gasparré

El gasto es un negocio para muchos. Ese negocio debe desmantelarse. Por eso la tarea será titánica y heroica.

En la nota anterior se comenzó a analizar un par de rubros y a proponer algunas ideas para abordarlos. Entre ellos los juicios, sobre los que hay que ampliar. En este punto se incluyen las causas contra el país, como las escandalosas y ridículas situaciones en Nueva York y el CIADI, todos los juicios contra el Estado de las empresas contratistas y licitadoras, una estafa sistémica que lleva ya tres cuartos de siglo y los actuales por expropiaciones de otras empresas durante la era Kirchner.

En todos los casos en que las acciones por responsabilidad no estén prescriptas se deben investigar, analizar los orígenes de los reclamos que llevaron a la querella, si algún funcionario incurrió por negligencia o deliberadamente en incumplimiento de sus funciones para facilitar el juicio a la contraparte.

También el accionar de los abogados del Estado. La lista de casos en que reparticiones con decenas o centenas de profesionales del derecho dejaron caer los plazos y consintieron de ese modo tácitamente los reclamos es espeluznante. Todos los copartícipes de estas estafas deben ser denunciados y se debe procurar su procesamiento y el resarcimiento respectivo por parte de las empresas y funcionarios cómplices.

Sólo un despistado ignora que el sistema licitatorio nacional es una estafa, y que la causa de los cuadernos es apenas un botón de muestra. De nada sirve bajar unos centavos del gasto, si se deja abierta la canilla gigante del robo. A la vuelta de la democracia, en 1983, por caso, los empresarios le debían al Banco Central, tras la fiesta de Martínez de Hoz, 20 mil millones de dólares. Los reclamos de la entidad a esos deudores se esfumaron porque los abogados del banco dejaron vencer los plazos procesales. Esa cifra se perdió. ¿Alguien puede calcular cuánto es eso en dólares de hoy?

Durante el gobierno de Menem se dejaron caer los plazos procesales para así salvar a Bridas, la empresa de Bulgheroni, de los efectos de la quiebra de su banco. Fue una orden directa del Directorio del Banco Central. La expropiación del Correo Argentino generó un juicio del Estado contra Franco Macri. Pocos recuerdan que paralelamente, Franco Macri inició un juicio contra el Estado varias veces superior, que va en camino de ganar, a la luz de lo que históricamente ha pasado siempre.

La burda, ilegal y precaria maniobra del grupo de Cristóbal López, multipartidariamente consentida, para salvar sus empresas de explotación de juego de las consecuencias de su estafa a la AFIP, y el perdón infantil ex post del ente recaudador, no sólo fue otra carga al gasto público, sino que fue un insulto al ciudadano y al contribuyente esclavo.

Los acuerdos del gobierno kirchnerista con la mafia de los medicamentos durante la pandemia del COVID fueron, además de ofensivos a la inteligencia, otro gasto que se cargó sobre la sociedad y que disfrutan los socios en la colusión.

El triste espectáculo del más conspicuo acusado en la causa de los cuadernos, que apareció dando cátedra de seriedad fiscal y patriotismo por los principales medios televisivos tras haber mandado a un subalterno a reemplazarlo en el proceso en su contra, mostró, a quien quiso entenderlo, la impunidad, audacia y descaro de los prebendarios. Y para quienes prefieren hablar de equilibrio fiscal en vez de baja de gasto, es importante recordarles la cantidad de prórrogas de adjudicaciones por decenas de años, entre ellas varias muy importantes del rubro petróleo y gas, sin ninguna licitación, en contra de todas las reglas fiscales. Obviamente, entre ellas la concesión de Aeropuertos debe ser una de las primeras en auditarse.

Es por eso que, por un lado, debe relegislarse el proceso de adjudicación de obra pública, tanto en sus aspectos operativos como penales, e investigarse todos los casos no prescriptos, como manera de obtener resarcimiento por esos regalos millonarios en dólares, y también como un modo de que ese gasto oculto no siga pesando sobre el contribuyente y la sociedad en general. Cuando el periodismo pregunta: “¿y qué van a a hacer con los subsidios y los planes?”, también deberían preguntar “¿y que van a hacer con los ladrones públicos del Estado y de las empresas que saquean la obra pública?”. Elemental cuestión de equidad.

UN NUEVO ELLIOT NESS

También en esta misión se requerirán las tareas probono de los profesionales, como asimismo se requerirá una suerte de czar que capitanee y coordine esta lucha. Un nuevo Elliot Ness, si se prefiere ese lenguaje épico. Que correrá el riesgo de ser asesinado por suicidio, para decirlo comprensiblemente. La obra pública también es un gasto. El robo en la obra pública es un gasto y es un delito. No habrá autoridad moral para despedir a un empleado, ñoqui o no, si los autores de los grandes robos, públicos y privados, siguen impunes y con las mismas prácticas. No es casual que haya tantas ponencias en favor del gradualismo. La hipocresía es una forma de déficit. Si se duda de la generosidad de los profesionales para donar su tiempo, se puede ensayar la idea de otorgarles un porcentaje de lo que se recupere.

La casta no es sólo política. Es sindical, empresario-prebendaria, monopolista, integrada por proveedores privados del Estado, vulgares ladrones públicos, proteccionistas, coimeros, beneficiarios con las ventas de dólares futuro, testaferros, y otros “expertos en mercados controlados”. También los jueces que se dejan sobornar o que devuelven favores. La casta, la mafia, es una sola entidad. Una proterva hermandad del delito. Esa realidad debe tomarse en cuenta y procurar cambiarla en cada una de las acciones que se tomen, aplicando los resortes constitucionales, que los hay.

La nota previa decía que en un primer momento se debía concentrar el esfuerzo en las grandes exageraciones que pueblan el gasto, y cuya eliminación no generará ningún costo social ni ningún daño real a la población, más bien todo lo opuesto. Pero eso no termina ahí. Corresponde luego analizar el rubro de subsidios, planes, AUH, a lo que habría que agregar todos los costos no relacionados con el sistema de jubilaciones que se consideran indebidamente costo jubilatorio, no importa que los pague la Anses, ni que se financien o no con aporte de los jubilados. Eso incluye el extraño caso de la epidemia de discapacidades que ha estallado durante el Kirchnerismo.

Esto es porque mezclar los conceptos confunde cualquier análisis, cualquier aproximación, cualquier intento de solución. La sugerencia de la columna es reunir todos esos gastos llamados sociales dentro de un solo gran rubro y dentro de un solo ministerio, más allá de las denominaciones. También ese gasto debe estar bajo el control y el mando de un solo responsable, no escondido con nombres diversos en distintas áreas o cajeros. Lo primero que se logra de ese modo, es que la ciudadanía, y el propio gobierno, tengan claro cuál es el costo anual de esa solidaridad con plata ajena, justa o no, real o no, y cuánto influye sobre la totalidad del gasto.

CHOCOLATE RIGAU

El segundo efecto, es poder mostrar con mucha mayor claridad los planes duplicados o triplicados, el incumplimiento de compromisos de las familias en los casos de escolaridad, la escandalosa falsificación de planes como el caso de Chocolate Rigau, (que debería estar condenado junto con los jueces que lo exoneraron alegremente) los casos que aún subsisten de intermediarios planeros o piqueteros que cobran mediante la exacción casa por casa - al estilo Don Corleone - a los beneficiarios de esos planes, un diezmo por su gestión sindical, a la vez que llevan a los beneficiarios a una suerte de vasallaje al obligarlos a la prestación de asistir a actos y marchas partidarias, un feudalismo de cabotaje nauseabundo.

También deben unificarse esos planes, rediseñar las contrapartidas y obligaciones que el Estado requiere de cada beneficiario, y hacerlos cumplir, otro modo de evitar la discrecionalidad en este tipo de asignaciones. La Corte Suprema tiene aquí una misión fundamental: la de no equiparar un plan social a un derecho adquirido ni siquiera a un derecho. Eso también permitirá reanalizar los miles de planes que favorecen a seudoinmigrantes temporarios de la región, bajo el pretexto de que la Constitución lo determina así, cosa que tampoco es cierto. Pero es rentable.

Nada más que el ahorro producido al eliminar los abusos, duplicaciones, triplicaciones, trampas y maniobras de todo tipo implicará un ajuste importante en el rubro, sin efecto alguno sobre quienes verdaderamente lo necesitan. En otras palabras, también aquí debe evitarse la solución fácil e ignorante de reducir un porcentaje al voleo del total, vía la inflación, los bonos de suma fija y otros trucos indios. Es imprescindible eliminar la presión ilegal y casi terrorista de los piquetes de quienes se atribuyen la función de “representantes de los humildes y los desprotegidos” y luego los transforman en sus siervos mercenarios, sus soldaditos, y les cobran protección. Se trata de un paso inicial fundamental y urgente, antes de continuar trabajando sobre este rubro.

Por supuesto que también en este renglón debe aplicarse el análisis profesional y sistemático de las asignaciones, denunciar a la justicia los casos más groseros y suprimir de cuajo y sin vacilar todas las estafas y estafitas.

EL MAS COMPLEJO

El siguiente rubro es tal vez el más polémico y complejo de todos. El de los empleados públicos. Alguna vez la ley establecía que hasta el nivel de Director los cargos en los ministerios, secretarías y demás reparticiones, debían ser ocupados por aspirantes designados por concurso, y las vacantes respondían a los organigramas respectivos, surgidos como resultante de las reglas de la Administración y del Estado.

Eso hace rato que no es así. Todos los cargos públicos son políticos de alguna forma. Y como por una dudosa conquista constitucional también el personal es inamovible, (y a todos los partidos les conviene) cada nuevo gobierno designa sus acomodados, amantes y militantes, pero no echa a los anteriores, simplemente los pone a vegetar en algún escritorio, o hasta los exime de fichar. Pero les paga.

Lo que es todavía peor, cuando un nuevo gobierno toma el poder (en particular el kichnerismo) inventa cargos de altos sueldos y viáticos y pone ahí a sus mejores acomodados, fuera de todo control y de todo límite. Les llama observatorios o hasta ministerios o secretarías de nombres sugerentes, que a su vez, toman gente, licitan, compran, tercerizan, adjudican, sin límite, razón ni control.

Cuando se dice “no vas a dejar en la calle a dos millones de personas”, también, o mejor dicho fundamentalmente, se está defendiendo esta suerte de castita que tiene su rincón de robo, su hucha disfrazada de empleo. Ya se ha dicho en la nota de la semana pasada que los puestos de esta caravana de inútiles de alto sueldo deben ser eliminados sin más trámite y procederse al despido de inmediato, aún a riesgo de tener una catarata de juicios que deben encararse con un grupo de medidas, sobre lo que se volverá oportunamente.

Pero, ¿qué hacer con la otra enorme masa de empleados del Estado, que ha crecido más que ningún otro indicador de la Argentina en la era K? Una nota irónica pero profundamente seria de este mismo columnista, se tituló “Teorema del ñoqui”. Se sostiene allí que el término ñoqui, utilizado como un sinónimo de vago, inútil, que no trabaja, es no sólo injusto sino inadecuado. No debe considerarse así al que no trabaja, porque tampoco el país tiene hoy empleo privado para ofrecerle. Y por otra parte, aunque el individuo cumpla con su horario, con su tarea, con sus obligaciones, con toda devoción, es ñoqui lo mismo si su función o la de su observatorio, ministerio o repartición es inútil, superflua o inventada.

LOS INUTILES

Agárrese. Hay que hacer un esfuerzo para identificar las miles de funciones inútiles en todos los estamentos oficiales y mandar a quienes desempeñan esas tareas a su casa. Sin dejar de pagarles. Aunque se queden los ministerios, secretarías y otras reparticiones y observatorios vacíos. Al cesar en sus actividades, no se baja en una primera instancia el gasto de salarios, pero se baja el gasto de toda la función administrativa, viáticos, adquisiciones, mantenimiento, decisiones, tercerizaciones, pequeños y grandes robos y rapiñas, y se saca la excusa de “dejar sin un sueldo a la pobre gente”.

De paso, se eliminan las reglamentaciones inútiles que estas estructuras de papel maché inventan para autojustificarse, lo que tanto bien hará a las pymes y a los profesionales que pagan el costo de una burocracia urdida para justificar su propia existencia, como explicara brillantemente C. Northcote Parkinson, el radiógrafo de la burocracia en su obra de 1970 La ley de la demora: “el tiempo libre se llena con trabajo inútil”. “Cada burócrata contrata a dos más para tener a quién mandar”

Pero la idea es más abarcativa. Todos los seudoempleados a los que se mandará a su casa, y los que se vayan agregando a medida que se perfeccione el análisis, dejarán de revistar en los payrolls de las estructuras de cada ministerio o área. Pasarán a conformar una lista única que se asignará presupuestariamente a un solo ministerio. Esa lista tendrá varios objetivos;

Que la sociedad sepa cuánto suma el total de sueldos del Estado que son innecesarios pero que se mantienen para no crear un drama social.
Que sobre ese listado se apliquen las obligaciones, controles, restricciones que el gobierno considere oportunas.
Que se establezcan políticas concretas para fomentar la incorporación gradual de esos individuos al mercado laboral privado, que se reactivará a partir de una nueva confianza en la seriedad fiscal y se recupere la inversión.
Que se analicen las incongruencias dentro de ese listado, y se actúe sobre los casos que aparezcan como un abuso o un delito.
Que el listado se vaya reduciendo en el tiempo, y que se vaya transformando en un sistema de deesempleo, en el que los beneficiarios tendrán ciertas obligaciones de aceptación de los ofrecimientos que reciban, so pena de perder sus beneficios.

En ciertos puntos, los integrantes del otro listado, el de subsidios, se incorporarán a éste, según la situación de cada uno. Un planero, finalmente, salvo causales muy específicas, es tan desempleado como un empleado público.

A partir de ese momento, se establecerán nuevas normas de incorporación a la Administración o las empresas del Estado, que serán restrictivas cualitativa y cuantitativamente.

Decir que el personal de un ministerio o un ente que cierre será reasignado es una simplificación inviable. Ese personal debe formar parte de la lista remunerada de ex empleados del Estado que se menciona antes.

No hay ninguna duda de que estas medidas serán salvajemente resistidas. Desde la acusación de segregación hasta la de pérdida de dignidad del individuo, privado de la acción integradora de su trabajo. Como si ser disfrazado de Jefe de Sección en el observatorio del bloqueo a Venezuela y cobrar por ello, no fuera también una indignidad. O ser un ñoqui no fuera una segregación. Esa será el tipo de lucha dialéctica con que más deberá enfrentarse quien intente cambiar el desastre: la que lleva a la pedrea y el incendio.

BASE CERO

Esta idea guarda similitud con la que hace 35 años viene agitando esta columna: la necesidad de preparar un Presupuesto de Base cero en todas las jurisdicciones. O sea, la de no dar por válida la foto de hoy y simplemente cambiarle los valores cada año, sino establecedor cuáles son las políticas que se intentan aplicar en cada y los costos necesarios para llevarlas a cabo. El resultado será sorprendente. En un grueso y bondadoso cálculo este espacio ha estimado que aproximadamente la mitad del presupuesto se gasta de más. El Presupuesto de Base cero es el que permite saber cuál mitad es la que debe suprimirse.

Comprendiendo lo difícil -o imposible– de llevar adelante en un corto plazo semejante tarea, básicamente porque los beneficiarios de ese exceso son los que deben eliminarlo, la columna ni siquiera propone implementar semejante instrumento. Sino calcularlo. En el imprescindible intento de persuadir a la ciudadanía de la necesidad de cambios profundos que se ven como una pérdida de conquistas y derechos, nada mejor que mostrar lo que la comunidad está pagando de más, y no precisamente en beneficio de los pobres. Y cómo se pueden reasignar esos sobrecostos en favor de la sociedad.

Quedan por analizar muchos temas de fondo y su tratamiento. Las empresas del Estado, un caso distinto cada una. La necesidad de que las Provincias e intendencias lleven adelante las mismas políticas que en el gobierno central, la importancia del sistema de justicia y la Corte Suprema, temas que abarcará la próxima entrega.

Porque como ya se ha dicho, estas sugerencias no pretenden ser la solución, apenas un incentivo para motivar nuevos enfoques y para actuar de entrada sobre el gasto, con un mínimo de daño social. De paso, para mostrar que cualquier cambio requiere esfuerzo, planificación, capacidad de gestión, sacrificio, liderazgo, voluntad, valentía, tiempo, capacidad de comunicación y negociación, gente especializada, y que lo peor que se puede esperar o exigir de cualquiera que gobierne es que saque de la galera una solución mágica que todos saben que no existe. Una carta a Papá Noel de una ciudadanía infantilizada.

(De www.laprensa.com.ar)

viernes, 22 de septiembre de 2023

Gandhi y el socialismo no violento

Mientras que el socialismo revolucionario, o violento, resulta ser un totalitarismo tanto en lo político como en lo económico, mantenido mediante alguna forma de terror, el socialismo no violento (socialdemocracia, Estado de bienestar) resulta ser democrático en lo político y totalitario en lo económico.

En ambos casos pueden identificarse un teórico y alguien que luego lo pone en práctica. El principal teórico del socialismo violento fue Karl Marx, mientras que fue puesto en práctica por Vladimir Lenin. En el caso del socialismo no violento, uno de los teóricos del Estado de bienestar fue William Beveridge, mientras que fue puesto en práctica por Clement Attlee en Inglaterra luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial. El socialismo no violento, o socialismo fabiano, de origen inglés, es un antecesor de esta propuesta. Debido al vínculo estrecho entre Inglaterra y la India, no resulta extraño que Gandhi lo adoptara previendo instalarlo en la India, recién liberada de la colonización británica.

Entre los conceptos básicos el socialismo aparece el de la igualdad económica, basada en la redistribución de la riqueza por medio del Estado que confisca parcialmente los capitales de quienes más poseen. Como el capital es la principal herramienta para la producción, esta redistribución tiende a limitar la producción de riqueza, por lo que la igualdad mencionada tiende a ser una igualdad en la pobreza.

El socialismo apunta a una sociedad en la cual el vínculo de unión entre los seres humanos son los medios de producción, lo que contrasta con la sociedad cristiana en la que el vínculo es de tipo emocional o moral. Los vínculos materiales en realidad atan a las personas restringiendo las libertades elementales, mientras que los vínculos afectivos permiten la libertad individual. El Mahatma Gandhi escribió respecto del socialismo que proponía: "En este esquema no hay lugar para las máquinas que desplazan la mano de obra humana y concentran el poder en unos pocos. El trabajo ocupa un lugar único en una familia humana culta. Las máquinas que ayudan al individuo podrían ocupar un lugar importante. Sin embargo, debo confesar que no me he sentado a pensar cuáles podrían ser esas máquinas. Pensé en la máquina de coser Singer. No obstante, incluso eso es algo superficial. No lo necesito para completar mi esquema" (De "Hacia un socialismo no violento"-Editorial La Pléyade-Buenos Aires 1977).

La igualdad ecónomica, materializada en la igualdad de remuneraciones de quienes realizan trabajos especializados y de quienes realizan trabajos simples, promueve la falta de estímulos para los primeros y de estímulos negativos para los últimos, que poco o nada harán para superarse. Gandhi escribe al respecto: "No tengo ninguna duda de que si la India ha de llevar una vida independiente ejemplar, envidia del mundo, los bhanguis, médicos, abogados, maestros, comerciantes, etc., tienen que cobrar el mismo salario por un día de trabajo honesto. Tal vez la sociedad hindú nunca acceda a ese ideal pero es deber de todo hindú desplegar las velas exclusivamente hacia esa meta si quiere que la India sea una tierra de felicidad".

El socialismo no violento, basado en ideas económicas poco favorables para la producción, como es el caso del keynesianismo, en realidad crea violencia en forma indirecta, cuando aleja a mucha gente de la producción y del trabajo convirtiéndolos en parásitos sociales, como es el caso de la Argentina. Wilhelm Röpke escribió: “Entre los lentos cánceres de nuestra economía y sociedad occidentales se destacan dos: el avance al parecer incontenible del Estado de beneficencia o Benefactor y la erosión del valor del dinero, lo que se denomina inflación reptante. Existe entre ambos un estrecho vínculo nacido de sus causas comunes y de su esfuerzo recíproco. Los dos se inician lentamente, pero al poco tiempo el ritmo se acelera hasta que cuesta detener el deterioro, lo cual multiplica el peligro. Si los afectados supieran lo que les aguarda al final, tal vez se detendrían a tiempo. La dificultad estriba en que es extraordinariamente difícil lograr que se oiga la voz de la razón mientras todavía se está a tiempo”.

“Los demagogos sociales emplean las promesas del Estado Benefactor y de la política inflacionaria para seducir a las masas y cuesta advertir a la gente de modo convincente acerca del precio que todos deberán pagar al final. Tanto mayor razón para que aquellos cuya visión es más equilibrada y extensa redoblen sus esfuerzos por desengañar a los demás, sin atender a los violentos ataques de los demagogos sociales, poco escrupulosos para escoger sus medios, y de los funcionarios del propio Estado Benefactor”.

“Otra característica común del Estado Benefactor y de la inflación crónica es que ambos fenómenos demuestran, en forma clara y aterradora, de qué manera ciertas fuerzas políticas socavan los cimientos de una economía y una sociedad libres y productivas. Ambos son los resultados de opiniones masivas, reclamos masivos, emociones masivas y pasiones masivas, y a ambos los dirigen esas fuerzas en contra de la propiedad, de la ley, la diferenciación social, la tradición, la continuidad y el interés común. Los dos convierten al Estado y al voto en medios para hacer que una parte de la comunidad avance, a expensas de las otras, hacia donde la mayoría del electorado empuja por la fuerza de su solo peso. Los dos son expresión de la disolución de aquellos principios morales firmes que antaño se aceptaban como incuestionables” (De “Más allá de la oferta y la demanda”-Centro de Estudios sobre la libertad-Buenos Aires 1979).

miércoles, 20 de septiembre de 2023

El legado de Carlos Alberto Montaner

Por Alvaro Vargas Llosa

Cuba ha perdido recientemente a una de sus principales figuras intelectuales y políticas, Carlos Alberto Montaner, que partió al exilio en 1960 tras escapar de las cárceles de Fidel Castro e ingresar clandestinamente en la Embajada de Honduras. Nunca pudo cumplir su sueño de retornar a una Cuba libre. Pero si la democracia liberal bajo el Estado de Derecho alguna vez echa raíces en esa isla, será, en parte, a causa de su legado.

A los 80 años, tras padecer la enfermedad de Parkinson durante muchos años y, más recientemente, enterarse de que sufría una parálisis supranuclear progresiva incurable -una afección neurológica poco común que afecta el andar, el movimiento de los ojos y el equilibrio-, Montaner falleció en paz en su casa de Madrid mediante el suicidio asistido. (España es uno de los ocho países que lo permiten; en los Estados Unidos, la muerte médicamente asistida es legal en 10 estados y en el Distrito de Columbia).

Deja tras de sí una obra poderosa a la que los cubanos deben prestar atención si desean erigir algo mejor que lo que han tenido en el siglo y cuarto desde que la isla se independizó.

Él y yo discutíamos a menudo el dilema del huevo o la gallina del desarrollo político y socioeconómico.

¿Tenemos que cambiar la cultura de los países subdesarrollados antes de que puedan establecerse instituciones modernas y duraderas, o las instituciones adecuadas pueden generar incentivos que con el tiempo cambiaran la cultura? Tendía a ponerse del lado de aquellos que, como el fallecido Lawrence Harrison, autor de “El subdesarrollo está en la mente”, consideran que la cultura es lo primero. Pero también veía sentido en el economista Douglass North, ganador del Premio Nobel, y en otros que ponían gran énfasis en el cambio institucional desde el inicio. En caso de que Cuba se convierta en una floreciente democracia liberal, deberá mucho a las ideas de Montaner acerca de los fundamentos culturales de la prosperidad, expresados en libros como "Las raíces torcidas de América Latina", "Los latinoamericanos y la cultura occidental” y otros.

Siendo testigo de la transición de la dictadura a la democracia y al Estado de Derecho en la Península Ibérica en los años setenta y en muchos países latinoamericanos a comienzos de los ochenta (varios de los cuales, lamentablemente, han vuelto a las andadas) colmó sus libros e innumerables conferencias con una sabiduría práctica.

Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, pensando que la transición de Cuba era inminente, Montaner incluso llego a formar un partido político, la Unión Liberal Cubana, y se unió a otros dos partidos, los socialdemócratas y los demócratas cristianos, con la esperanza de que la alianza (conocida como la Plataforma Democrática) desempeñaría un papel en la nueva era.

Nunca llegó a ocurrir, pero como vicepresidente de la Internacional Liberal, una federación mundial de partidos políticos democráticos y antiautoritarios, viajó extensamente, atestiguando el funcionamiento de la democracia liberal en todo tipo de entornos y estableció contactos con líderes mundiales que le mostraron cómo podría ser una vida política normalizada en el futuro y cómo Cuba podría insertarse rápidamente en la comunidad internacional de naciones civilizadas si su sistema político cambiase.

Como liberal clásico, Montaner era sumamente consciente de la importancia de evitar el abuso del sistema democrático por parte de las mayorías mediante el establecimiento de salvaguardias institucionales, como la Declaración de Derechos de los Estados Unidos, para proteger a los individuos y a las minorías.

Estudió el caso de muchas naciones, incluida, en las últimas décadas, Venezuela, que se convirtieron en dictaduras no mediante una insurrección violenta o un golpe de Estado, sino mediante las urnas y el gradual desmantelamiento del Estado de Derecho desde dentro.

En algunos de los libros que escribimos (junto con Plinio Apuleyo Mendoza), intentamos exponer cómo el nacionalismo, el populismo y el abuso del concepto de gobierno de la mayoría podían destruir la libertad.

Su estilo era esa rara combinación de periodismo y pedagogía, humor y erudición, razonamiento y narrativa que volvían a sus libros tan convincentes (al principio y al final de su carrera literaria, la ficción fue predominante en sus escritos) y sus conferencias tan placenteras y didácticas al mismo tiempo, sin un ápice de pedantería.

Aunque escribía, hablaba y estaba bien informado acerca de muchos temas, Cuba era su pasión, razón por la cual el catálogo de la editorial que fundó y de la que fue propietario durante muchos años, Playor, está lleno de algunos de los grandes nombres de la literatura de no ficción cubana contemporánea, como el historiador Leví Marrero y el economista Carlos Mesa-Lago.

Aunque los libros de texto eran uno de los principales focos de atención de la empresa editorial, Playor también enseñó a los cubanos su historia, su sociedad, su cultura y su literatura a través de muchas publicaciones importantes. Ese es otro motivo por la que una Cuba libre le deberá tanto.

Descansa en paz, querido amigo.

(De www.elindependent.org)