viernes, 29 de marzo de 2024

Ética de la situación

En el ámbito del Derecho, en donde existe lo permitido y lo prohibido, con penas asociadas a las infracciones y delitos cometidos, se exige la presencia de jueces, ya que resulta imposible establecer por escrito la enorme cantidad de variantes que pueden presentarse. De ahí que en cada caso el juez debe dictaminar según el espíritu de la ley humana.

En el caso de la ley natural y de la moral, si se tiene en cuenta la gran variedad de posibilidades, ocurrirá otro tanto. De ahí que quienes adhieren al relativismo moral aducen que no existe una moral de validez objetiva, sino tan sólo una "ética de la situación" particular. Al respecto, Justo Laguna escribió: "Podría buscarse un inicio del relativismo moral en la aparición, cerca de los años cincuenta -apenas terminada la Segunda Guerra Mundial- de la ética de la situación. La guerra había trastornado los valores y las relaciones tanto familiares como sociales. Habían aumentado las situaciones excepcionales, que no podían -según los defensores de esta ética- reducirse a los hechos clásicos de los manuales".

"Ya en el mundo protestante, en 1928, se había acuñado el término situationsethik para definir una ética para la que no valían los elementos de aquella fundada en la metafísica, sino que defendía el imperativo que nace en el fondo de la experiencia singular y no conceptualizable".

"La moralidad de la situación vino a sustituir a la moralidad de la ley. De hecho, se debe hacer notar que a la aparición de esta ética contribuyó la filosofía existencialista con su rechazo a la esencia humana como dada, en pro de una esencia que se hace. Una valoración cada vez más fuerte del aspecto personal de la decisión moral del individuo en perjuicio de su aspecto universal".

"La ética de la situación es una concepción filosófica y teológica que sostiene que no se puede determinar lo que es bueno o malo partiendo de normas generales y abstractas, válidas para todos los casos, sino sólo a través de una situación determinada con la que se encuentra la persona concreta, más aún cada persona concreta. Y dado que esta situación es única para cada uno e irrepetible, no es generalizable. Los seguidores de la ética de la situación plantean que los preceptos generales abstractos no tienen valor normativo o, por lo menos, ningún valor normativo absoluto".

"La situación designa una manera humana de existir y es el resultado de unas coordenadas de tiempo y lugar, donde se inserta la persona: coordenadas sociales, culturales, económicas, etc. Con la ética de la situación no hay posibilidad alguna de establecer una moral objetiva de valor universal" (De "La soledad de los que no creen"-Editorial Sudamericana SA-Buenos Aires 2000).

En realidad, no hay acciones humanas que no provengan de una predisposición previa a las mismas. Estas son las actitudes, que son las predisposiciones definidas y sobre las cuales es posible aplicar los conceptos éticos generales y objetivos. Así, el "amor al prójimo" implica una predisposición a compartir penas y alegrías ajenas como propias. Si ello ocurre, pocas veces hará el mal al prójimo, porque tal mal habría de ser compartido luego. Además, el odio, el egoísmo y la indiferencia estarían asociadas éticamente al mal. De esta manera tiene sentido hablar de una ética objetiva de validez universal que ha de servir de guía para quienes necesiten de una orientación en la vida, ya que adoptar la mejor actitud es el paso principal para lograr el éxito en la vida.

miércoles, 27 de marzo de 2024

Del Dios-poder al Dios-inteligencia

Aunque la Biblia prohibe hacerse imágines de Dios, es común que la gente lo materialice en una forma humana y le asocie atributos humanos. En este caso se imagina a Dios "a imagen y semejanza" de los seres humanos. Luego, se busca tranquilidad espiritual suponiendo que el Dios justo distribuye premios y castigos según la conducta de cada uno. Finalmente, se trata de ser merecedor de los premios y no de los castigos.

Algunos van más allá y le rinden homenajes al Creador bajo diversas formas de adulación, en forma similar a cómo los habitantes de un país totalitario lo hacen con el líder máximo. De ahí que algunos autores aducen que el socialismo es una forma de religión en la cual el cambio casí único es el de Dios por el Estado. Así, las actitudes de algunos creyentes resultan bastante similares a las actitudes del habitante del país socialista, que debe hacer un culto al gobernante ya sea si está de acuerdo con él como si no lo está.

En todos estos casos, se asocia a Dios el atributo de su poder, de su capacidad para actuar en la vida cotidiana de los seres humanos. Si se lo imagina en los momentos de la creación del mundo, se le asocia cierta capacidad de crear lo existente mediante sucesivos golpes de magia, que responden a su libre voluntad.

Desde el punto de vista del científico, en especial del físico teórico, se supone que el ente Creador sólo ha tenido que establecer las leyes que rigen los fenómenos de la escala atómica y nuclear, previendo, eso sí, la futura evolución de la materia y la vida, hasta llegar a conformar la vida inteligente. Esta vez no se valora el poder sino una inteligencia que supera casi infinitamente la inteligencia humana.

El Dios de los científicos (no de todos, por supuesto) se reduce a su obra consistente en esas pocas leyes de la física que son precisamente a las que apuntan las "teorías de todo", o teorías de gran unificación, si bien ninguno supone que va a encontrar las leyes simples establecidas por el entre Creador.

Por lo general, quienes tienen una idea de un Dios de tipo antropomórfico (forma humana) aducen que quienes tienen otra visión son simplemente ateos, y es por ello que rechazan todas las alternativas distintas a sus creencias. Si nos acostumbramos a describir a Dios a través de su obra, las leyes naturales, nos haremos conscientes que nuestra misión en esta vida consiste esencialmente en adaptarnos a las mismas.

lunes, 25 de marzo de 2024

El "buen terrorismo"

En la Argentina se advierte una importante adhesión al que podría llamarse "el buen terrorismo", para diferenciarlo del "terrorismo malo". En este sentido se sigue fielmente el ideal y la moral impuesta por Vladimir Lenin: "Moral es lo que favorece el advenimiento del socialismo, inmoral lo contrario". De ahí que los 1.094 asesinatos, 2.368 heridos, 756 secuestros extorsivos y 4.380 bombas, atribuidos a Montoneros y al ERP, son considerados bajo el criterio leninista como un terrorismo necesario para instaurar el socialismo. Por el contrario, existió un "terrorismo malo", el ejercido por las Fuerzas Armadas, principalmente por haber impedido la mencionada instauración, y no tanto por las vidas que eliminó, por cuanto es de cierta ingenuidad suponer que a los marxistas-leninistas les interese la integridad de las vidas individuales, aun cuando sean de su propio bando. Quienes aplauden y admiran a asesinos en gran escala, como Mao y Stalin, o a otros de menor escala, como los hermanos Castro y el Che Guevara, no parece cierto que les afecte de alguna manera las muertes ajenas.

En cierta ocasión, Stalin le comenta a Churchill que la matanza de millones de campesinos ucranianos fue algo "necesario". La cifra estimada por Stalin era de unos 10 millones de individuos, aunque posteriormente se habló de "solamente" 6 o 7 millones. Actualmente es frecuente justificar, entre los socialistas, las atrocidades de Mao y de Stalin, aduciendo la necesidad de tales genocidios como etapa previa a la instauración del socialismo. De ahí que tales líderes aun reciben un agradecimiento póstumo por haber cumplido el sueño de muchos, tal el de observar el avance socialista por el mundo.

Las palabras de Aldous Huxley reflejan la perversa prioridad de beneficios materiales o personales por sobre la vida de millones de vidas inocentes: “Varios millones de paisanos fueron muertos de hambre deliberadamente en 1933 por los encargados de proyectar los planes de los Soviets. La inhumanidad acarrea el resentimiento; el resentimiento se mantiene bloqueado por la fuerza. Como siempre, el principal resultado de la violencia es la necesidad de emplear mayor violencia. Tal es pues el planteamiento de los Soviets; está bien intencionado, pero emplea medios inicuos que están produciendo resultados totalmente distintos de los que se propusieron los primeros autores de la revolución” (De “El fin y los medios” de Aldous Huxley–Editorial Hermes–Buenos Aires 1955).

Puede decirse que los buenos medios conducen a buenos fines, y que los malos medios conducen a fines malos, en oposición a lo mencionado por Huxley, como pudo comprobarse en todo país en donde se implantó alguna forma de socialismo.

A lo largo de la historia ocurren situaciones en las que interviene ocasionalmente el altruismo de los mártires, que dan voluntariamente sus propias vidas en beneficio de vidas ajenas. Mientras que Cristo acepta su muerte en la cruz, para beneficiar a toda la humanidad, los marxistas suponen que asesinando a miles o millones, en contra de la voluntad de sus "mártires" designados, incluso liquidando clases sociales enteras, se habrá logrado beneficiar a muchas más personas en el futuro. Albert Camus escribió: "Marx podía justificar, como lo hizo, la guerra de 1870, pues era la guerra del fusil Chassepot y además estaba localizada. En las perspectivas del marxismo, cien mil muertos no son nada, en efecto, si constituyen el precio de la felicidad de centenas de millones de hombres".

"Pero la muerte cierta de centenas de millones para lograr la presunta felicidad de los que queden, es un precio demasiado caro. El progreso veriginoso de los armamentos, hecho histórico ignorado por Marx, obliga a plantear de un modo distinto el problema de los medios y el fin" (De "Moral y política"-Editorial Losada SA-Buenos Aires 1978).

Durante el desembarco de los aliados en Normandía, en la Segunda Guerra Mundial, se advirtió que las defensas alemanas podían estar atrincheradas en un pueblo costero en Francia. De ahí que un militar inglés consideró conveniente bombardear el pueblo aun con la consigueinte pérdida de vidas inocentes, o no militares. Posteriormente se supo que los alemanes estaban en posiciones alejadas del pueblo, muriendo unos 2.000 civiles. Lo sorprendente del caso es que algunas organizaciones de la resistencia francesa aceptaron la posibilidad del bombardeo masivo, aduciendo que en la guerra era inevitable la muerte de inocentes.

También quienes decidieron arrojar bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki razonaron que, de no rendirse Japón y de continuar la guerra tradicional, morirían millones de soldados norteamericanos y japoneses. Por ello, encontraron un justificativo razonable para tan mostruoso suceso.

Como los socialistas creen en la posibilidad del paraíso en la Tierra, a pesar de los reiterados fracasos, justifican todo tipo de matanzas masivas considerando la felicidad de los que quedarán vivos. Algo absurdo, pero, posiblemente, sea la única manera de entender el permanente apoyo y reivindicaciones de terroristas como Montoneros y ERP, sin reconocer jamás la muerte de gente inocente a quienes consideran casi como insectos no merecedores de recibir alguna forma de recordación o una simple placa de bronce que les rinda un pequeño homenaje. Lamentablemente, el último 24 de marzo (Día de La Memoria) mostró que todavía la adhesión al terrorismo marxista sigue siendo bastante importante.

domingo, 24 de marzo de 2024

Por la Memoria Completa

Publicación del Diario La Prensa

Por el 24 de marzo, el Gobierno difundió un video por "la Memoria, la Verdad y la Justicia completa"

En el marco del 24 de marzo, a 48 años de la última dictadura cívico-militar, el gobierno de Javier Milei compartió un video denominado por "la Memoria, la Verdad y la Justicia completa".

Con las voces del Juan Bautista "Tata" Yofre, Luis Labraña y la hija del ex capitán Humberto Viola, la administración libertaria priorizó darle voz a las víctimas de agrupaciones armadas que cuestionan la cifra de 30.000 desaparecidos, califican de "guerra" lo sucedido 1976 hasta 1983, piden indemnizaciones para las víctimas de terrorismo y cuestionan con dureza al gobierno de Néstor y Cristina Kirchner.

Con una cita del escritor Milán Kundera, de su obra El libro de la risa y el olvido, el video inicia planteando que "para liquidar a las naciones lo primero que se hace es quitarles la memoria".

La voz en off que lee la cita es la de Juan Bautista "Tata" Yofre, quien amplía: "Se destruyen sus libros, su cultura, su historia y luego viene alguien y les escribe otros libros, les da otra cultura y les inventa otra historia. Entonces la nación comienza lentamente a olvidar lo que es y lo que ha sido. Y el mundo circundante lo olvida aún mucho antes".

En otro pasaje de su participación, Yofre denunció que los sucesos se contaron de manera incompleta por razones monetarias. "El secretario de Derechos Humanos era Eduardo Luis Duhalde, junto con su socio en el estudio Rodolfo Ortega Peña, eran los abogados del ERP. Se hizo por plata, porque hubo un reconocimiento a quienes habían destrozado la Argentina, o iban a destrozar la Argentina, y se quedaron con mucho dinero. Cifras enormes, de aquel entonces y de hoy, 200 mil dólares para cada uno", rememoró.

"La otra razón es que, ¿cómo van a condenar con el terrorismo si el terrorismo estaba en el gobierno de (Néstor) Kirchner; hay que acordarse que fue el presidente que terminó con todo, con el indulto del presidente (Carlos) Menem, con el Punto Final y la Obediencia Debida, que había aceptado Raúl Alfonsín años antes. Estaban en el poder. No solamente sus guerrilleros, los terroristas que habían tomado las armas en aquel entonces, sino también sus ideólogos", completó.

María Fernanda Viola, hija de Humberto Viola, cuenta además detalles del asesinato de su padre en manos de un ataque del Ejército Revolucionario del Pueblo el 1 de diciembre de 1974 en San Miguel de Tucumán.

"Hablan mucho de los derechos humanos, pero pienso dónde están los derechos humanos de mi hermana. Eso pienso y me da bronca", se pregunta Viola, y cuestiona que sólo se contó una parte de la historia. En la misma línea, sostuvo que si se cuentan los sucesos con "un ojo tapado" no es historia, planteó que de sus perspectiva "ha sido una guerra donde ha caído gente inocente de ambos lados".

Por eso, pidió que se elabore un listado de víctimas del terrorismo hasta alcanzar la "memoria, la verdad y la justicia". "Mientras estaban los Kirchner se habían prohibido hasta los actos que se hacían en el cementerio en homenaje a mi papá. Tengo la esperanza de que se haga justicia; este año van a hacer 50 años desde que mataron a mi papá", recordó María Fernanda Viola.

Por su parte, el ex guerrillero de Montoneros Luis Labraña cuestiona además los métodos de las organizaciones que combatían a la dictadura al plantear: "¿Qué hombre puede ser revolucionario o humano poniendo una bomba vietnamita en el centro de la ciudad? ¿Qué es lo que sucedió? ¿Por qué nos construimos en monstruos?".

"Después aparecieron los militares, también se construyeron en monstruos, pero es que la guerra generaba monstruos. No es que los militares fueran malos o nosotros fuéramos malos, nos convertimos en monstruos. No fueron dos demonios, fueron dos ángeles caídos porque desde ambos lados peleamos por la libertad, por la patria", completó reflotando así los conceptos de la conocida teoría de los dos demonios.

Asimismo, subrayó que los desaparecidos "fueron un negocio", y se adjudicó haber "inventado" el número de 30.000 desaparecidos, y argumenta que los ataques de las agrupaciones armadas fueron influidos por los Unión Soviética y por (Juan Domingo) Perón.

(De www.laprensa.com.ar)

viernes, 22 de marzo de 2024

Copérnico, el canónigo tímido

Mientras que Galileo Galilei discutía con eclesiásticos y aristotélicos, promoviendo y fundamentando experimentalmente la validez del sistema heliocéntrico copernicano, Nicolás Copérnico había guardado su libro sin editar por algunas decenas de años. No temía la posible censura de la Iglesia sino el ridículo ante la incomprensión de la sociedad. Arthur Koestler escribió: “Todas las pruebas indican que no era el martirio lo que temía sino el ridículo, porque se sentía desgarrado por las dudas respecto a su sistema, pues sabía que no podía ni probarlo a los ignorantes ni defenderlo contra las críticas de los expertos. De ahí la huída hacia el secreto pitagórico y la entrega a regañadientes, poco a poco, de su sistema al público” (De “Los sonámbulos” (I)-Salvat Editores SA-Barcelona 1986).

Entre los impedimentos que presentaba el sistema planetario solar con el Sol en el centro y los planetas girando a su alrededor, aparece el posible desplazamiento de la Tierra a un lugar secundario, considerada hasta el momento como el centro del universo porque allí había nacido el Hijo de Dios. Además, en el Antiguo Testamento se leía que Josué ordenó al Sol que se detuviera, de ahí que ello implicaba que el Sol se movía.

Si la Tierra se movía junto a la Luna, suponían que “la iba a perder por el camino”. Sin embargo, Galileo, el primer observador del cielo con telescopio, observó que Júpiter se movía junto a sus cuatro satélites naturales “sin perderlos por el camino”, afianzando la posible veracidad del sistema copernicano.

Pero lo que más costaba aceptar es el movimiento de la Tierra, ante la evidencia cotidiana de que está quieta. El dilema se aclaró posteriormente al advertirse que existe una total equivalencia entre el estado de reposo que es indistinguible del movimiento exento de aceleración. Como la Tierra se mueve en una órbita muy extensa, cada tramo es casi una línea recta, por lo cual se establece la equivalencia mencionada.

Copérnico fue quizás el primero en advertir un principio ligado a la inercia, que fue advertido luego por Galileo y Newton. También está vinculado al principio de relatividad al sostener Einstein que las forma matemática de las leyes de la física debería ser la misma para el movimiento rectilíneo uniforme que para el reposo, extrayendo importantes conclusiones.

Al morir su padre, cuando Copérnico tenía diez años, queda bajo la protección de un tío materno eclesiástico, que lo hace entrar en las filas de la Iglesia. Estudia Derecho canónico y también medicina, pasando sus últimos treinta años en una torre que le permitía observar las estrellas. Sin embargo, su teoría la establece en base a observaciones de astrónomos experimentales, por lo que Copérnico puede considerarse como un astrónomo teórico. Koestler escribió: “La designación de Nicolás como médico de la casa no era simplemente un pretexto oficial. Aunque nunca obtuvo el título de médico, había estudiado medicina –disciplina conveniente en aquellos tiempos para un clérigo distinguido- en la renombrada Universidad de Padua”.

“Desde los veintidós hasta los treinta y dos años, el joven canónigo estudió en la Universidad de Bolonia y en la de Padua; añadido esto a sus cuatro años en Cracovia, hace un total de catorce años pasados en distintas universidades. Según el ideal del Renacimiento de l’uomo universale, estudió un poco de todo: filosofía y leyes, matemáticas y medicina, astronomía y griego. Se graduó de doctor en Derecho Canónico en Ferrara, en 1503, a la edad de treinta años. Aparte de pagar su matricula y graduarse, no dejó el menor rastro, ni de distinción ni de escándalo, en los registros de las distintas universidades”.

“Otra cuestión muy discutida estribaba en por qué, tras completar sus estudios en Derecho Canónico en la mundialmente famosa Universidad de Padua, Copérnico eligió graduarse en la pequeña e insignificante Universidad de Ferrara, donde nunca había estudiado. No se resolvió este enigma hasta finales del siglo pasado, cuando un erudito italiano descubrió que allá por el año 1500, los grados podían conseguirse en Ferrara no sólo más fácilmente, sino a mucho menor precio. Se esperaba que un recién proclamado doctor en Bolonia o Padua ofreciera una fiesta para celebrar el acontecimiento; al escapar de sus profesores y compañeros a la oscura Ferrara, el canónigo Nicolás, siguiendo el precedente de otros miembros de la natio Germanorum, eludió con éxito las cargas de la hospitalidad”.

La visión que la humanidad tenía del universo, desde varios siglos atrás, cambia abruptamente, ya que el sistema geocéntrico (la Tierra al centro) era también un “sistema egocéntrico”. Los distintos conflictos que se sucedieron entre científicos y religiosos se debieron esencialmente a que la religión bíblica es una cuestión de ética, por lo cual no debiera entrometerse en cuestiones ajenas a ese ámbito. Galileo dijo que: “La Biblia nos indica como ir al Cielo y no de qué está hecho el Cielo”.

miércoles, 20 de marzo de 2024

La prédica de la violencia por parte de un Nobel de la Paz

Así como los argentinos nos sentimos orgullosos por los tres Premios Nobel de argentinos que los lograron en Ciencias (Houssay, Leloir, Milstein), algunos nos sentimos avergonzados por Adolfo Perez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.

En épocas en que los marxistas produjeron, en los años 70, 1.094 asesinatos, 2.368 heridos, 756 secuestros extorsivos y 4.380 bombas, luego de una exitosa campaña ideológica destinada a esos fines, el mencionado personaje sólo se dedicó a criticar la represión estatal. Hubiera sido mejor que mostrara algo de hipocresía en lugar de un ostentoso cinismo materializado en un absoluto silencio ante el terrorismo cubano-soviético.

Posteriormente, siguiendo con su tácito apoyo a la violencia, criticó a Juan Carlos Blumberg, quien realizaba una campaña para favorecer la seguridad y los derechos humanos elementales de toda la población. Tales críticas las realizaba porque Blumberg pedía, entre otras cosas, bajar la edad de imputabilidad de los menores que delinquen. Recordemos que Blumberg es el padre de un joven asesinado luego de un secuestro extorsivo.

Ante la peligrosidad manifiesta de muchos menores, sería adecuado separarlos de la sociedad buscando algún tipo de mejora y de adaptación social. De lo contrario, implica que varios argentinos habremos sido condenados a muerte sin que sepamos sobre quienes recaerá esa condena. Tampoco, de esa forma, se logrará insertar al menor en la sociedad.

Perez Esquivel aduce que los menores delinquen porque “han sido marginados de la sociedad”, es decir, se supone que han sido marginados de la sociedad por personas como Blumberg y no como el propio Perez Esquivel. Culpa a los demás, tanto como al empresario Blumberg, que es de los que dan trabajo a varias personas, mientras que los que no dan trabajo a nadie estarían libres de culpa en tal proceso de marginación.

Con sus discursos, Pérez Esquivel les brinda un mensaje exaltador de la violencia a los marginados, no tanto por el tono o por las palabras, sino por los efectos que han de producir. Les hace ver que su marginación y su infelicidad están producidas por gente como Blumberg. La violencia social está estimulada por este personaje que hace ver que el Premio Nobel le queda demasiado grande, o que este Premio no es tan grande como imaginamos que debería ser.

En otras épocas, los marxistas usaban a jóvenes inexpertos, fáciles de convencer, como vehículos para la violencia social, ahora utilizan la propia violencia urbana tratando de encauzarla contra la clase empresarial o contra la clase productiva en general. De todas formas, nadie está seguro ante la violencia urbana, algo que a los marxistas poco les importa.

Es posible que el que trabaja y produce, con el tiempo, llegue a tener una aceptable posición económica. Tendrá medios económicos suficientes y creará, de esa forma, cierta “desigualdad social”. Luego se lo culpará por marginar a los que menos tienen. ¿Qué debería hacer entonces esa persona para satisfacer a los marxistas como Perez Esquivel? Si trabajar es malo, si dar trabajo es malo, ¿entonces convendría no trabajar y ser un marginado?. Luego, siendo marginado, ¿debería descargar su violencia ante los sectores productivos de la sociedad (siguiendo los consejos del Premio Nobel de la Paz)?. Todo parece ser que la violencia es lo que busca este siniestro personaje.

El Nobel de la Paz parece ser un personaje que distingue entre el "terrorismo bueno" y el "terrorismo malo", dependiendo de quien lo realiza para promover el socialismo y quien para evitarlo. Gustavo D. Perednik escribió: “Adolfo Pérez Esquivel encabezó una solicitada del 21 de septiembre de 2001, fecha en la que correspondía solidarizarse con el pueblo norteamericano, que había sido objeto de una feroz agresión. Por el contrario, la mentada solicitada explicaba que la respuesta a «un ataque demencial no puede ser el terrorismo de Estado contra los pueblos». Es decir, que si EEUU lanzaba una operación contra Afganistán, en donde se refugiaba Bin Laden, sería ipso facto terrorista. En cuanto a Bin Laden, bueno, fue sólo «demencial». El mismísimo adjetivo pareciera condonar el crimen. Habrá que pedir que Osama sea internado en un psiquiátrico, pero a Bush hay que castigarlo por cómo iba a responder” (De “Matar sin que se note”-Grupo Editorial Planeta SAIC-Buenos Aires 2009).

Empresaurios (buscadores de rentas) vs. Empresarios (apasionados por crear)

Por Antonio I. Margariti

Buscadores de renta y la pasión por crear

Dos son los modelos posibles de empresarios: los cortesanos que buscan el beneficio fácil e inmediato, por un lado, y quienes encuentran placer en el trabajo creador, por el otro.

En su reciente visita a Brasil [escrito en 2008], la presidente Cristina de Kirchner recibió un baño de luz que le provocó un cierto deslumbramiento. El proceso comenzó cuando presenciaba el vibrante desfile de las fuerzas armadas brasileñas, como aquellos desfiles que su cónyuge y ella misma han proscrito en Argentina por calculado resentimiento antimilitar. Luego tuvo otro descubrimiento: la reunión con un calificado conjunto de hombres de negocios, donde espontáneamente le surgieron palabras de admiración: ¡Siento envidia por los empresarios brasileños!

Claro, la presidente Cristina nunca había tenido la oportunidad de conocer empresarios de verdad. Siempre estuvo rodeada por ejecutivos genuflexos y dispuestos a aplaudir cualquier discurso, ya sea para repudiar la deuda como para adelantar su pago al contado inmediato.

Los empresarios que surgieron al lado de la pareja presidencial, esos que se designan como la nueva burguesía nacional, se parecen a los vivos ejecutivos inmortalizados por la canción de María Elena Walsh.

Pero estos brasileños eran otra cosa. Parecían hombres de carácter, seres de gran energía, no dispuestos a doblar la cerviz por un plato de lentejas, capaces de organizar formidables empresas, habituados a mandar y dirigir sociedades que van a perdurar por varias generaciones.

En cambio la corte de adulones que rodean a la presidente, son otra clase de personajes. Son aquellos que tratan de salir en las fotos del salón blanco de la Casa Rosada, aquellos que cierran la boca para no incomodar a los que mandan, aquellos que formulan declaraciones para halagar a los de arriba. Estos eran los únicos empresarios que conocía la presidente. Por eso los líderes brasileños le produjeron una inusitada impresión.

La señora Cristina empezó a descubrir que existe una clara diferencia. Por un lado, los buscadores de rentas y por otro lado, los que tienen la pasión por crear.

Buscadores de rentas

Los buscadores de renta o rent-seeking son aquellos empresarios cortesanos, perfectamente descriptos por el profesor Gordon Tullock a quienes no les interesa para nada organizar una empresa, ni su progreso y mucho menos contar con un grupo de colaboradores para emprender la tarea común de crear bienes de calidad, capaces de satisfacer las necesidades humanas.

Sólo les preocupa la renta que puedan obtener, ya sea explotando la empresa o desguazándola hasta exprimir el último centavo. Finalmente se desprenden de ella. Para lo cual tratan de acercarse a los que detentan el poder e influyen sobre las decisiones políticas para que el gobierno elabore o interprete reglas en su propio beneficio. Los buscadores de rentas siempre aparecen alrededor de los funcionarios con el fin de obtener privilegios, prebendas o beneficios particulares que nunca coinciden con el interés general de los consumidores. Buscan cambiar el entorno de una sana competencia por un mercado político, cautivo de sus intereses. Cuando lo consiguen con ayuda del gobierno se aprovechan de la incapacidad de organización de los consumidores para defender sus intereses.

Por eso se apoderan de empresas estatales sin poner un centavo, o consiguen monopolios para explotar los juegos de azar, o presentan ofertas con sobreprecios en licitaciones amañadas donde sus cómplices les adjudican todas las obras públicas de manera sistemática.

Este proceso desemboca normalmente en una pérdida de bienestar para el conjunto de los consumidores y en una superrenta para los rent-seeking por incremento de precios, exenciones impositivas o subsidios obtenidos a través de impuestos cobrados a los propios consumidores.

Así sus intereses particulares se elevan a la categoría de preferencial agenda política. Estos buscadores de rentas son parásitos que compiten entre sí para ver quién obtiene más a cambio de lo que ofrecen a los funcionarios.

Godon Tullock dice que «con frecuencia, los burócratas son manipulados por otros rent-seekers y que ciertamente no desarrollarían con tanta eficacia tal actividad sin la extensa red de condescendencia de los políticos y la ignorancia racional de muchos electores». Uno de los aspectos en los que más se ha centrado el análisis del comportamiento rent-seeking se refiere a la perdurabilidad del derecho de monopolio o a la restricción de la competencia que consiguen, por medio de la compra de políticos, la financiación de campañas electorales, los apoyos a candidaturas implícitas y los sobornos explícitos.

La pasión por crear

En cambio el otro tipo de empresario, aquél que no es buscador de rentas, está inspirado por una verdadera pasión por crear. Siente el gozo pleno de compartir el trabajo creador con sus colaboradores y se satisface cuando consigue producir objetos bellos, duraderos y útiles a las necesidades de los consumidores.

No existe una caracterización mejor de este tipo de empresarios que la que hiciera hace muchos años quien fuera uno de los grandes economistas liberales italianos: Luigi Einaudi.

Einaudi era un típico piamontés: trabajador incansable, ahorrativo hasta la médula, afable con todo el mundo, inteligente y respetuoso pero al mismo tiempo irónico, pero por sobre todo poseedor de un inagotable sentido común. Fue uno de los mejores tratadistas de Finanzas públicas del mundo. La ciencia financiera le debe aportaciones definitivas en la clasificación de los ingresos del Estado, el concepto de renta imponible, el análisis del impuesto óptimo, la critica al impuesto-tala y la teoría de la amortización de la deuda. Fue presidente de la República Italiana desde 1948 a 1956. Antes había sido ministro de Finanzas del gobierno de Alcides De Gasperi y gobernador del Banco de Italia donde dirigió la audaz reforma monetaria que salvó a Italia de la hiperinflación de la lira. Einaudi apreciaba sobremanera el valor del esfuerzo personal y en ocasión de una visita a la planta de Maranello -que había sido completamente destruida por bombardeos aliados en 1944 y reconstruida en 1946- rindió homenaje a su amigo Enzo Ferrari il commendatore, destacando que era ejemplo del empresario creador y distinguiéndolo del buscador de rentas.

Dijo entonces Luigi Einaudi:

Miles, millones de individuos trabajan, producen y ahorran a pesar de todo aquello que el gobierno inventa para molestarlos, trabarlos y desanimarlos. Esa fuerza interior que los empuja, no es tanto la sed de dinero. Es el gusto, el orgullo de ver prosperar su empresa, aumentar el crédito, inspirar confianza cada vez mayor en los clientes, ampliar su fábrica, mejorar la condición de sus colaboradores y embellecer la sede de los negocios. Todo esto constituye un aliciente de progreso mucho más potente que el espíritu de ganancia.

Si así no fuese, no se explicaría porqué estos emprendedores, en su propia empresa prodigan toda su energía e invierten todo su capital para retirar una renta personal más que modesta y muy inferior a la que podrían obtener segura y cómodamente con emprendimientos especulativos. A ellos los anima la pasión por crear
.

La presidente Cristina descubrió que existe esta clase de hombres en los empresarios brasileños. Pero todavía no se ha dado cuenta que ellos también abundan en nuestro país. Sin embargo no los conoce. No tienen acceso al despacho presidencial, y para colmo en su autismo sólo dispone medidas agresivas, acusaciones injustas, regulaciones insensatas, impuestos crecientes, trabas administrativas y obstáculos legales.

El baño de luz recibido en Brasil todavía no se ha repetido en Argentina. A la presidente Cristina le falta descubrir una realidad que olímpicamente ignora.

Antonio I. Margariti es economista y autor del libro Impuestos y pobreza. Un cambio copernicano en el sistema impositivo para que todos podamos vivir dignamente, editado por la Fundación Libertad de Rosario.

(De www.economiaparatodos.com.ar)

martes, 19 de marzo de 2024

Ciencia vs. Pseudociencia

Así como el arte decadente tiende a reemplazar al arte genuino, o las mentiras tienden a reemplazar a la verdad, la pseudociencia tiende a reemplazar a la ciencia, especialmente en los sectores sociales poco adeptos al pensamiento y a la búsqueda de la verdad. En cuanto a la ciencia, Albert Einstein escribió: “Algunos hombres se dedican a la ciencia, pero no todos los hacen por amor a la ciencia misma. Hay algunos que entran en su templo porque se les ofrece la oportunidad de desplegar sus talentos particulares. Para esta clase de hombres la ciencia es una especie de deporte en cuya práctica hallan un regocijo, lo mismo que el atleta se regocija con la ejecución de sus proezas musculares".

"Y hay otro tipo de hombres que penetra en el templo para ofrendar su masa cerebral con la esperanza de asegurarse un buen pago. Estos hombres son científicos tan sólo por una circunstancia fortuita que se presentó cuando elegían su carrera. Si las circunstancias hubieran sido diferentes podrían haber sido políticos o magníficos hombres de negocios. Si descendiera un ángel del Señor y expulsara del Templo de la Ciencia a todos aquellos que pertenecen a las categorías mencionadas, temo que el templo aparecería casi vacío. Pocos fieles quedarían, algunos de los viejos tiempos, algunos de nuestros días. Entre estos últimos se hallaría nuestro Planck. He aquí por qué siento tanta estima por él” (Del prólogo de “¿Adónde va la ciencia?” de Max Planck–Editorial Losada SA-Buenos Aires 1960).

También existen quienes utilizan la ciencia en la búsqueda de cierto prestigio personal, ya sea porque saben muy poco o bien porque tienen conocimientos aceptables sobre el tema. Los primeros son, generalmente, los pseudo científicos. Los segundos son los que se oponen a cualquier intento de innovación científica, ya que poco les interesa la verdad y no aceptan que otros puedan descubrirla. Son los que se “negaron a mirar por el telescopio” cuando Galileo se los ofreció, porque la innovación derriba sus creencias particulares. Imitan a los científicos confundiendo la crítica científica con la oposición irracional y destructiva.

Respecto de la pseudo ciencia, Mario Bunge escribió: “¿Qué es lo malo de la pseudo ciencia? No sólo ni precisamente el que sea básicamente falsa, puesto que todas nuestras teorías factuales son, a lo sumo, parcialmente verdaderas. Lo malo de la pseudo ciencia es, en primer lugar, que se niega a fundamentar sus doctrinas y que no puede, además, hacerlo porque rompe totalmente con nuestra herencia científica –cosa que, por cierto, no ocurre en las revoluciones científicas, todas las cuales son parciales, puesto que toda nueva idea tiene que estimarse por medio de otras que no se ponen en discusión en el contexto dado".

"En segundo lugar, que la pseudo ciencia se niega a someter a contraste sus doctrinas mediante la experimentación propiamente dicha; además, la pseudo ciencia es en gran parte incontrastable, porque tiende a interpretar todos los datos de modo que sus tesis queden confirmadas ocurra lo que ocurra; el pseudo científico, igual que el pescador, exagera sus presas y oculta o disculpa todos sus fracasos.”

“En tercer lugar, que la pseudo ciencia carece de mecanismo autocorrector: no puede aprender nada ni de una nueva información empírica (pues se la traga sin digerirla), ni de nuevos descubrimientos científicos (pues los desprecia), ni de la crítica científica (pues la rechaza con indignación). La pseudo ciencia no puede progresar porque se las arregla para interpretar cada fracaso como una confirmación, y cada crítica como si fuera un ataque. Las diferencias de opinión entre sus sectarios, cuando tales diferencias se producen, dan lugar a la fragmentación de la secta, y no a su progreso".

"En cuarto lugar, el objetivo primario de la pseudo ciencia no es establecer, contrastar y corregir sistemas de hipótesis (teorías) que reproduzcan la realidad, sino influir en las cosas y en los seres humanos: como la magia y como la tecnología, la pseudo ciencia tiene un objetivo primariamente práctico, no cognitivo, pero, a diferencia de la magia, se presenta ella misma como ciencia y, a diferencia de la tecnología, no goza del fundamento que da a ésta la ciencia” (De “La Investigación Científica”–Siglo XXI Editores-México 2000).

La ciencia en la Argentina

OCTAVIO MOSSOTTI (1791-1863)

Octavio Fabricio Mossotti fue un físico, astrónomo, climatólogo y topógrafo italiano que llega a Buenos Aires en 1827. Por motivos políticos se aleja de Italia y se instala en la Argentina por siete años. En el antiguo convento de Santo Domingo establece un observatorio astronómico y un gabinete meteorológico, único en su época. También estableció un aula de física experimental.

Es la primera vez que en la Argentina reside un científico de primer nivel, ya que fue el autor, entre otros trabajos, de la “teoría del dieléctrico de Faraday-Mossotti”, uno de los fundamentos de la teoría electromagnética realizada posteriormente por James Clerk Maxwell. También aparece su nombre ligado a otro gran científico, tal el caso de la “ecuación de Clausius-Mossotti” en el campo de la termodinámica.

En esas épocas aparece el periódico “La abeja argentina”, establecido para la divulgación de la ciencia, que cuenta, entre otros redactores, a Vicente López y Planes. Respecto de la amistad que había establecido con Mossotti, su hijo relata: “tenía con mi padre íntima y frecuente relación, por las atenencias astronómicas, a pesar de la inmensa distancia que había entre el saber del uno y del otro. Sin embargo, el aprecio de Mossotti debió ser muy cordial pues apenas llegado a Milán, se hizo hacer un precioso retrato que le mandó a mi padre, y que yo, por ruego de José María Gutiérrez, cedí a la Universidad” (Citado en “Octavio F. Mossotti” por Máximo Baron – Ediciones culturales – Ministerio de Cultura y Educación).



FLORENTINO AMEGHINO (1854-1911)

Se ha dicho que la ciencia argentina nace con Florentino Ameghino, naturalista y paleontólogo nacido en Luján, provincia de Buenos Aires. Sus padres provenían de Génova, Italia.

Fue el continuador de la obra de Francisco Javier Muñiz. En una carta, afirma: “..se ocupó de las mismas ciencias que constituyen mis estudios predilectos, vivió quince años en donde yo pasé mi niñez y explotó los mismos yacimientos fosilíferos que yo debía remover treinta años después…Mis descripciones, demostrando que los mamíferos extinguidos quedaron sepultados en el barro de antiguas lagunas, parecen copiadas de Muñiz. Es que ambos, aunque con cuarenta años de intervalo, hemos escrito sobre el terreno, con el cuerpo del delito a la vista, que da siempre una idea distinta de la que se hace el sabio que todo lo estudia desde el bufete” (De “Vida de Ameghino” de Bernardo Gonzalez Arrili – Editorial Castellvi SA).

Ameghino se desempeña como maestro de escuela y a los 20 años publica, en francés, un trabajo de investigación acerca de fósiles encontrados en Mercedes. Asistió a la Exposición Internacional de París en 1878, lugar en donde conoce a quien sería luego su esposa. Habla con ella en francés mientras que con su madre lo hace en italiano.

Publica “La antigüedad del hombre del Plata”. En el diario “La Nación” aparece, respecto a esta publicación: “..esta obra no ha merecido una sola mención periodística y al leer el aviso de su venta en librerías, muchos se han preguntado sonriendo, si era cierto que un argentino pudiera estar científicamente preparado para tratar con competencia tan arduo asunto. La lectura del libro mismo es la mejor contestación que el autor pueda dar a los incrédulos”.

Domingo F. Sarmiento escribe: “Florentino Ameghino, que nadie conoce y es el único sabio argentino, según el sentido especial dado a la clasificación, que reconoce la Europa, debe tenerse en cuenta”.

En 1882, para poder mantenerse económicamente, abre la “Librería del Glyptodón”, en la calle Rivadavia, de Buenos Aires. Desarrolla además un sistema propio de taquigrafía. Cierta vez fue detenido por un policía, quien le pregunta: ¿ Quién es Usted ?, a lo que responde: Y a usted ¿qué le importa?. El policía sigue interrogándolo: ¿En qué anda usted?, respondiendo: En lo que se me da la gana. El policía lo detiene indicando: Bueno; va a venir conmigo a la Comisaría. Ameghino responde: Muy bien. Ya me explicará usted porqué… Estando en la comisaría, al aclararse su identidad, hace exclamar al oficial: ¡Qué! ¡No puede ser!. El policía que lo detuvo se justificó delante de sus superiores afirmando que el detenido tenía cierto “aire de infeliz”.

En 1888, Ameghino escribe respecto de la idea de Dios: “Hoy no tengo opinión al respecto; soy indiferente; evito el mal y trato de hacer el bien. El ateo puede entregarse al mal por no creer en ningún castigo después de la tumba, mientras que el deísta hace el bien y evita el mal por temor. El verdadero mérito es hacer el bien y evitar el mal, deduciéndolo como un deber desde el fondo de nuestra conciencia, como lo aconsejó Jesús en su célebre máxima de no hacer a los otros, etc.”. También escribió: “Los esfuerzos del hombre deben encaminarse siempre al conocimiento de la verdad, cuyo culto será la religión del porvenir”.

Fue un partidario de la teoría de la evolución por selección natural, propuesta por Darwin y Wallace. Por ello tuvo varios enfrentamientos que, incluso, le hacen perder su trabajo. En una nota en el Museo de La Plata, del 6 de marzo de 1888, el director de tal institución Francisco P. Moreno (conocido como el Perito Moreno) le escribe: “Al Sr. Don Florentino Ameghino: Habiendo el Excmo. Gobierno de la Provincia exonerado a Ud. del puesto de Secretario Sub-Director de esta repartición y no habiendo entrega hasta ahora de las llaves del edificio, que retiene indebidamente en su poder, comunico a Ud. que si en el día de hoy no hace efectiva dicha entrega, tomaré las medidas requeridas por el caso. Dios guarde a Ud.”.

Al perder este trabajo, vuelve a abrir una librería. Esta vez en la ciudad de La Plata y a la que le da el nombre de Rivadavia, debido a su admiración por este político manifestaba. Falleció el 6 de Agosto de 1911.



LUIS AGOTE (1868-1954)

El médico Luis Agote fue uno de los científicos que pudieron permitir las transfusiones de sangre indirectas, ya que sólo podían hacerse en forma directa, desde el donante hasta el paciente, si bien las dificultades que este proceso implicaba las hacía muy dificultosas de realizar.

Agote logra realizar la primera transfusión el 9 de Noviembre de 1914. Pronto habría de utilizarse este hallazgo para salvar innumerables vidas durante la Primera Guerra Mundial. Irmengarde Eberle escribió: “Esos médicos (Hustin, Lewisohn, Weil, Agote) habían pasado mucho tiempo buscando una sustancia que impidiera la coagulación de la sangre, y cada uno halló una solución algo diferente. El doctor Luis Agote, argentino, llegó a ella más o menos así: Un día estaba sentado ante su desayuno y cuando iba a echar su huevo pasado por agua a una taza, se le ocurrió una idea. Un huevo, se dijo, contiene albúmina. Es la albúmina de un huevo crudo lo que coagula, y el citrato de sodio detendrá esa coagulación. Fijándose en esos hechos simples bien notorios se vio llevado a una idea importante. Se dijo a sí mismo: Es también la albúmina de la sangre lo que se coagula y produce tantas dificultades al hacer transfusiones. Trataré de poner citrato de sodio en la sangre. No es nocivo para las células de la sangre, y puede ser el fin de nuestra investigación".

"Esa mañana no terminó su desayuno, antes bien se apresuró a ir hacia su laboratorio. Explicó su idea a un colaborador y se pusieron a trabajar para hacer los experimentos necesarios. Tomaron una pequeña cantidad de sangre de un animal y la trataron con citrato de sodio. La dejaron así un rato. ¡La sangre no se coaguló! Ahora, los investigadores tenían que ensayar en una criatura viviente. Inyectaron de nuevo esa sangre a un animal. ¿Sería nocivo el citrato de sodio en la corriente sanguínea del animal?".

"Se pusieron a observar con atención. No se produjo ningún efecto malo al cabo de pocos minutos, horas y aun varios días. Ensayaron de nuevo con otros animales para estar seguros de que daría buen resultado en todos los casos. A medida que hacían esos ensayos modificaron la cantidad mínima que podía usarse para mantener la sangre en buen estado” (De “Descubrimientos médicos modernos” – Editorial Agora).



ENRIQUE GAVIOLA (1900-1989)

Se ha dicho que la física nace en la Argentina por el impulso de dos hombres: Gaviola y Beck. Nacido en Mendoza, Gaviola llega en 1917 a la Facultad de Ingeniería de La Plata. Luego viaja, en 1922, a Alemania en donde tiene como profesores a Einstein, Lise Meitner, Nernst, von Laue y otros. Obtuvo el doctorado en la Universidad de Berlín y luego viaja a EEUU solicitando una beca Rockefeller, la que le fue negada en un principio por cuanto “nunca un latinoamericano había antes accedido a ella”. Gaviola comentó: “Yo le mostré eso a Einstein, quien se enojó y ahí mismo, sobre el borde de la escalera, le escribió una carta al representante de la Rockefeller”.

Cuando pudo acceder a la beca, trabajó con el físico Robert Word y luego fue asistente en el Carnegie Instituto de Washington. Regresa al país en 1930 ocupando el cargo de Director del Observatorio Astronómico de Córdoba. Impulsa la creación de la Asociación Física Argentina. Enrique Gaviola escribió: “La ciencia mundial atraviesa actualmente, como resultado de su importancia decisiva en la última guerra, por una severa crisis que pone en peligro su futuro. La cultura científica de Occidente fue creada sobre la base de una ciencia internacional al servicio del progreso humano. En los países que hasta ayer iban a la cabeza de la cultura, la ciencia ha sido nacionalizada y puesta al servicio de la guerra”.

“Ante tal situación es alto privilegio y es clara conveniencia de los países no directamente interesados en la Tercera Guerra Mundial levantar y mantener encendida la antorcha de la ciencia libre internacional”.

“Centenares de hombres de ciencia, con los mejores a la cabeza, abandonarán los países donde se sientan oprimidos si encuentran la posibilidad de trabajar en tierras donde reine libertad científica. La Argentina está en condiciones de recibir a muchos de ellos, si lo desea. Su venida puede significar una revolución industrial, científica y cultural para el país. Para que vengan es necesario darles seguridad económica, medios de trabajo y libertad científica a través de un organismo capaz de inspirarles confianza. Tal organismo podría ser una «Comisión Nacional de Investigaciones», formada por los pocos hombres de ciencia activos de reputación internacional con que cuenta el país, que dispusieran de suficiente autoridad y recursos. Un anteproyecto de ley creando tal comisión se agrega al final de este trabajo…..” (Citado en “El secreto atómico de Huemul” de Mario Mariscotti – Editorial Sudamericana-Planeta).

Gaviola logra que en 1943 llegue al país el físico austriaco Guido Beck. Posteriormente convencen al gran físico Werner Heisenberg para que se instale entre nosotros, pero un periodista de EEUU interpreta este hecho como un intento de la Argentina por ubicarse entre los países poseedores de armas atómicas, por lo que Heisenberg no pudo venir.



GUIDO BECK (1903-1988)

Guido Beck nace en Liberec, en el entonces Imperio Austro-Húngaro (luego República Checa). A partir de 1921 cursa en la Universidad de Viena. Publica trabajos sobre el campo gravitatorio, efecto Compton, relatividad general, ondas electromagnéticas, el problema de la fricción en mecánica cuántica, clasificación de los isótopos, siendo un pionero en el modelo de capas del núcleo atómico. Fue asistente de W. Heisenberg.

También asiste al Instituto de Física de Copenhague, dirigido por Niels Bohr, y en donde concurren las mayores figuras de la física, especialmente los realizadores de la mecánica cuántica.

Participa, con otros 25 físicos, en la creación de la Asociación Física Argentina, ya que viene al país invitado por Enrique Gaviola. Falleció en Río de Janeiro víctima de un accidente automovilístico.



JOSÉ A. BALSEIRO (1919-1962)

José Antonio Balseiro nace en Córdoba, graduándose en la Universidad de La Plata en 1944. Fue alumno de Guido Beck. Luego de realizar actividades docentes en La Plata, obtiene una beca, en 1950, para estudiar física nuclear en la Universidad de Manchester, Inglaterra.

Mientras que Gaviola es un físico experimental, Beck y Balseiro son físicos teóricos. Entre los trabajos realizados por Balseiro pueden mencionarse los siguientes: “El modelo de capas en relación a la teoría de las fuerzas nucleares”, “Modelo nuclear de capas”, “Momentos magnéticos nucleares”, “Cuadripolo del mesón vectorial”, “Momentos magnéticos del deuterón”, “Formulación Hamiltoniana de la teoría de partículas elementales”, “Representación de los operadores de la teoría de las partículas elementales”.

Fue el principal gestor del Instituto de Física de Bariloche, que ahora lleva su nombre. Esta institución depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica y de la Universidad Nacional de Cuyo.



BERNARDO HOUSSAY (1887-1961)

Bernardo Houssay era descendiente de franceses e ingresa al Colegio Nacional de Buenos Aires con sólo nueve años (para comenzar sus estudios secundarios). Con una estatura propia de su edad, cuando lo llamaban al frente, no alcanzaba al pizarrón, por lo que ubicaron uno más bajo para que no tuviese dificultades. A los trece años se recibe de bachiller con las mejores clasificaciones, a los diecisiete se recibe de Farmacéutico y a los veintitrés de médico.

Por sus estudios sobre la hipófisis, recibe el Premio Nobel de Medicina en 1947 (compartido con los doctores Cori). Houssay tenía un amplio dominio de gran parte de la medicina y fue un gran impulsor de la ciencia en la Argentina. Fue el principal gestor del CONICET, al cual presidió cuando se funda en 1958. Bernardo Houssay escribió: “El grado de desarrollo de la investigación es un índice seguro de la jerarquía y la posición de un país entre las naciones del mundo moderno".

"Se puede medir la ilustración y la clarividencia de los gobernantes por la importancia que acuerdan a la investigación científica fundamental, por lo que realmente hacen para ayudarla, y por el apoyo y respeto que dispensan a los auténticos hombres de ciencia".

"La investigación científica consiste en un examen incesante de problemas, sin otro límite que la demostración de la verdad, independientemente de los dogmas religiosos, políticos o de otra clase. Exige la libertad de investigación, de expresión, de discusión. La ciencia no se desarrolla bien más que en una atmósfera de libertad, mientras que languidece o entra en decadencia bajo los regímenes de opresión” (Citado en “Desarrollo sin ciencia: otra fantasía argentina” del Dr. Ricardo H. Pichet – Torres Agüero Editor).

El grupo del Dr. Houssay dedicado a la hipertensión estaba formado por José Muñoz, Alberto Taquín, Juan Fasciolo, Eduardo Braun Menendez y Luis F. Leloir. Respecto de sus trabajos, aparece lo siguiente en “Biografías imprescindibles Clarín”: “Aunque Houssay emprendió múltiples investigaciones en endocrinología y metabolismo, neurofisiología, sangre e inmunidad, respiración, digestión y función renal, su nombre quedó para siempre ligado al Nobel por dilucidar «el papel de la glándula hipófisis en la regulación del metabolismo de los hidratos de carbono». En 1907, una enferma de acromegalia despertó su interés por las secreciones hipofisiarias. Y ése fue el tema de su tesis doctoral. Al descubrirse la insulina en 1921, Houssay realizó, junto a varios discípulos, un estudio sistemático de la acción fisiológica de la hipófisis. En 1929, demostró la resistencia de las secreciones hipofisiarias a la insulina. Un año después, con Alfredo Biasotti, experimentó que un perro con diabetes producida por la extirpación del páncreas sobrevivía al serle extraída la hipófisis. Había demostrado, primero en sapos y luego en mamíferos, el fenómeno biológico por el cual la hipófisis interviene en el consumo de azúcares en el organismo”.

Sus alumnos recuerdan una anécdota muy difundida en la Facultad de Medicina. Durante sus clases magistrales, Bernardo Alberto Houssay comparaba las siglas de su nombre con las del sapo “Buffo Arenarum Hensel”, que utilizaba para demostrar el mecanismo de la hipófisis: “Ese sapo y yo somos la misma cosa porque llevamos las mismas iniciales”, decía.



LUIS FEDERICO LELOIR (1906-1987)

Nace en París cuando su padre es sometido a una operación quirúrgica, en la que fallece. Leloir es descendiente de un cónsul francés y pertenece a una familia que es una de las poseedoras de grandes extensiones de tierra en la Provincia de Buenos Aires. Realiza sus estudios secundarios en Inglaterra. Intenta seguir la carrera de Arquitectura en París, pero finalmente estudia Medicina en Buenos Aires. Leloir escribió: “No sé cómo ocurrió que seguí una carrera científica. No era una tradición familiar ya que mis padres y hermanos estaban principalmente interesados en las actividades rurales. Supongo que el factor más importante fue el recibir un grupo de genes que dieron las habilidades negativas y positivas requeridas".

"Entre las habilidades negativas podría mencionar que mi oído musical era muy pobre y por lo tanto no podía ser un compositor ni un músico. En la mayoría de los deportes era mediocre, y por lo tanto esta actividad no me atraía demasiado. Mi falta de habilidad para la oratoria me cerró las puertas a la política y el derecho. Creo que no podía ser un buen médico porque nunca estaba seguro del diagnóstico o del tratamiento".

"Estas condiciones negativas estaban acompañadas presumiblemente por otras no tan negativas: gran curiosidad por entender los fenómenos naturales, capacidad de trabajo normal o ligeramente subnormal, una inteligencia corriente y una excelente capacidad para trabajar en equipo. Lo más importante probablemente fue la oportunidad de pasar mis días en el laboratorio y efectuar muchos experimentos. La mayoría fracasaron, pero algunos tuvieron éxito, debido sólo a la buena suerte o al hecho de haber cometido el error adecuado” (Citado en “Por los caminos de Leloir” de César Lorenzano – Editorial Biblos)

Respecto de su obra, en las “Biografías imprescindibles de Clarín” aparece: “El hallazgo premiado con el Nobel se basa en los nucleótido-azúcares. Estos son esenciales para la subsistencia de los organismos vivos. Hasta ahora se identificaron más de 80 nucleótido-azúcares y otras muchas enzimas que intervienen en las reacciones de interconversión, a nivel celular. Estos elementos forman el «tanque de nafta» donde se almacena el glucógeno del hígado y son esenciales para la construcción de tejidos; el propio ADN es una cadena de nucleótidos. Pueden transformar un azúcar en otro o llevarlo al lugar donde es necesario para la síntesis orgánica”.

Cuando Leloir recibe el Premio Nobel de Química, un periodista le pregunta para qué sirven sus descubrimientos, a lo que contestó: “Para ganar el Premio Nobel”.



CÉSAR MILSTEIN (1927-2002)

Mientras que Leloir, el médico, recibe el Premio Nobel de Química, Milstein, el químico, recibe el Nobel de Medicina. Su padre vino a la Argentina desde Ucrania y se instala en Bahía Blanca. Una prima, que trabajaba en el Instituto Malbrán, despierta su interés por la bioquímica. También influyó la lectura de “Los cazadores de microbios”, un libro de Historia de la Medicina escrito por Paul de Kruiff. Gran parte de su carrera científica la realiza en la Universidad de Cambridge. En “Biografías imprescindibles Clarín” aparece: “El sistema inmunológico responde ante los agentes biológicos (virus, bacterias, hongos y parásitos) de la siguiente forma: los anticuerpos que circulan en la sangre se adhieren a la molécula extraña; luego, el complejo anticuerpo-antígeno es fagocitado por células que lo eliminan. Este mecanismo biológico está compuesto por anticuerpos policlonales –de amplio espectro- y monoclonales, más específicos".

"Producir estos últimos «in vitro» fue, durante casi un siglo, un anhelo de los científicos. Hablaban de la «bala mágica», porque, al igual que un misil teledirigido, ese anticuerpo sería capaz de reconocer un antígeno entre varios y destruirlo. En 1975, Milstein y Georges Köhler crearon el «hibridoma» y dieron un paso concreto en esa dirección. En realidad, se trata de un método para fabricar monoclonales, es decir, anticuerpos a medida. El híbrido consiste en la fusión de una célula de ratón –programada con anticuerpos humanos- y células de origen tumoral (un mieloma), que tienen la capacidad de crecer indefinidamente. El siguiente paso es la clonación de este reactivo. El método se parece a una «microfábrica» de células aptas para reconocer a un antígeno y aniquilarlo”.

Milstein dijo: “Pienso que la clonación de humanos es horrible, sería una terrible estupidez”.



ALBERTO P. CALDERÓN (1920-1998)

Se considera al matemático Alberto Calderón, nacido en Mendoza, como al más destacado matemático argentino de todos los tiempos. Realiza sus estudios primarios en Suiza, los secundarios en Mendoza y luego se recibe de Ingeniero Civil en la Universidad de Buenos Aires, en 1947. Al año siguiente, realiza una visita el matemático Antoni Sygmund, iniciándose una colaboración científica entre ambos. Viaja a EEUU en donde investiga en la Universidad de Chicago.

Felix Browder escribió: “Calderón fue uno de los enlaces entre las dos mayores áreas del análisis matemático: análisis de Fourier y ecuaciones diferenciales. Hizo esenciales contribuciones a ambos campos y dejó fundamentos para otros trabajos en estas áreas”.

Recibe el Premio Bocher, de la American Mathematical Society. Este premio también fue concedido a otros grandes matemáticos, como N. Wiener y J. von Neumann.



LUIS A. CAFFARELLI (1948-) Otro matemático argentino que recibe el Premio Bocher, de la AMS, es Luis A. Caffarelli. Los temas a los que se dedica son: ecuaciones diferenciales parciales, análisis no lineal, cálculo de variaciones y optimización.

Estudió en la Universidad de Buenos Aires y luego estuvo en varias universidades extranjeras, incluso en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton. Recibió numerosos premios y distinciones.



MIGUEL ANGEL VIRASORO

Virasoro es un destacado físico teórico que introdujo el “álgebra de Virasoro”, uno de los fundamentos de la teoría de cuerdas. Estudió en la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires entre los años 1958 y 1966. Su carrera científica se desarrolla en el exterior, en Wincosin, Berkeley, Princeton, París, Roma, y actualmente en el International Centre for Theoretical Physics, el ICTP de Trieste, Italia, del cual es su director (sucediendo al Premio Nobel A. Salam)



JUAN MALDACENA

Otro físico teórico argentino que realiza aportes a la teoría de supercuerdas es Juan Maldacena. Del 85 al 88 estudió en la Universidad de Buenos Aires. En 1991 se gradúa en la Universidad Nacional de Cuyo, en el Instituto Balseiro, con una tesis acerca de “Teoría de cuerdas en espacios curvos”. En 1996 recibe su Ph.D de la Universidad de Princeton. Luego se establece como profesor en la Universidad de Harvard y desde el 2001 es miembro del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.

Maldacena dijo: “Los agujeros negros son un muy buen sistema para probar lo que sucede con la gravedad cuántica”.

domingo, 17 de marzo de 2024

Galois, el matemático más joven

El caso más asombroso, en la historia de la ciencia, ha sido el del matemático Evariste Galois (1811-1832), fundador de una de las ramas de la matemática, tal la teoría de grupos, que ha sido empleada por los físicos teóricos del siglo XX. Galois muere luego de un duelo, en el siglo XIX, poco antes de cumplir los 21 años de edad, por lo cual algunos historiadores suponen que sus mejores trabajos fueron realizados cuando tenía 16 o 17 años.

Galois interviene en cuestiones políticas y es allí donde tiene enemigos que le preparan un duelo, supuestamente por una “infame coqueta”, en una época en que en Francia era inoportuno evadirse de un duelo. Pasa toda la noche anterior corrigiendo sus trabajos matemáticos en los cuales se lee “no tengo tiempo”, sospechando el negativo resultado del desenlace.

Encarga a un amigo que, de no salir vivo del duelo, entregue sus trabajos a Augustín Cauchy. Sin embargo, Cauchy, conociendo de “quién venían” esos trabajos, no se molesta en leerlos y quedan guardados en sus cajones. Unos 50 años más tarde, cuando muere Cauchy, aparecen los trabajos de Galois y comienzan a ser estudiados por los matemáticos de entonces. Francisco Vera escribió: “Cauchy era un contumaz. Sectario fanático, votaba a los candidatos a la Academia no con arreglo a su valor científico, sino a sus ideas religiosas; realista borbónico, no podía ver con buenos ojos el trabajo de Galois, joven republicano que amenazaba proyectar una sombra sobre su fama; y las investigaciones de Galois fueron a hacer compañía a las de Abel, pero si las de éste aparecieron gracias a la reclamación diplomática antes aludida, las de Galois se perdieron para siempre”.

Francisco Vera escribe sobre la vida de Galois: “En 1823, Galois ganó media beca en el Colegio de Reims y poco después se trasladó a París para estudiar en el Liceo Louis-le-Grand, donde tuvo lugar el primer incidente de su azarosa vida. En su expediente escolar, iniciado al empezar la enseñanza secundaria, se lee esta nota: «Es dulce, lleno de candor y de buenas cualidades, pero hay algo raro en él»”.

“En efecto, Galois era un raro. A pesar de sus doce años, discutía violentamente sobre política, interesándose por la situación de Francia. Sus frases, que salían como saetas de sus labios pueriles, tenían trémolos de emoción y palpitaba en ellas un ansia de libertad que hacía torcer el gesto al director del Liceo, terrible realista”.

“Vernier, profesor de Matemáticas del Liceo, fue quien descubrió al futuro genio. «La locura matemática domina a este alumno –escribía en su informe de fin de curso- y sus padres debían dejarle estudiar Matemática. Aquí pierde el tiempo y todo lo que hace es atormentar a sus profesores y atormentarse a sí mismo»”.

“Por aquellos días, las enconadas luchas políticas de la calle tuvieron eco en el Liceo, y Galois capitaneó un grupo de revoltosos. Fácil adivinar la consecuencia: el joven Evariste fue expulsado del Liceo” (De “20 Matemáticos célebres”-Compañía General Fabril Editora SA-Buenos Aires 1961).

En cuanto al duelo que habrá de terminar con su vida, Galois escribe a unos amigos: “He sido provocado por dos patriotas y me ha sido imposible negarme. Os pido perdón por no haberos prevenido; pero mis adversarios me han obligado a jurar por mi honor guardar el secreto. Sólo os hago un encargo muy sencillo: probar que me he batido a pesar de mí mismo, es decir; luego de haber agotado todos los medios de arreglo, y sostener que yo no soy capaz de mentir ni aun por tan pequeño motivo como el de la infame coqueta. Conservad mi recuerdo ya que la suerte no me ha dado vida bastante para que la Patria reconozca mi nombre”.

viernes, 15 de marzo de 2024

Antimilitarismo nacional

Cuando las autoridades gubernamentales argentinas deciden limitar el uso de celulares en las cárceles de Rosario, los narcotraficantes todavía libres deciden, a manera de venganza, asesinar a cualquier inocente que circule por la ciudad y también incendiar automóviles. La gente está aterrorizada ante la posibilidad de caer bajo las balas de uno de estos sicarios.

En países como Brasil, el ejército nacional es el que se encarga de combatir a las poderosas bandas militarizadas de los narcotraficantes, pero en la Argentina las Fuerzas Armadas tienen prohibido, ley mediante, la participación en cuestiones internas del país. Tales leyes fueron dictadas por políticos simpatizantes de la guerrilla cubano-soviética de los años 70, posiblemente esperando un futuro renacer del terrorismo de izquierda.

Muchos rosarinos están esperanzados en la participación del Ejército, pero olvidan que los militares argentinos, por combatir al terrorismo cubano-soviético, terminaron en la cárcel, y no sólo los que cometieron infracciones a la ley, sino por el hecho de ser militares y cumplir con las funciones correspondientes ante la situación de extrema gravedad.

En los años 70, tanto Montoneros como ERP, mataban inocentes, casi de una forma similar a lo que hacen actualmente los narcotraficantes. Así, llegaron a cometer 1.094 asesinatos, cifra muy lejana a los cometidos hasta ahora por los narcotraficantes. Sin embargo, alguien calificó a los terroristas como “jóvenes idealistas” y los “intelectuales” escribieron muchos libros alentando el triunfo foráneo sobre las armas nacionales. Enrique Díaz Araujo da una lista de 814 libros editados estableciendo que 655 de ellos estaba a favor de la guerrilla cubano-soviética, 106 a favor del Ejército y 53 neutrales. Ello implica que 8 de cada 10 libros estaba a favor del terrorismo que pretendía hacer de la Argentina una nueva cárcel soviética. (Datos de “La guerrilla en sus libros” Tomo I-Buenos Aires 2008).

No parece que en las actuales circunstancias los militares tengan interés por defender a un pueblo que los detesta y que en el futuro pueda enviarlos a la cárcel aduciendo no respetar “los derechos humanos” de los narcotraficantes.

Se transcribe a continuación un artículo al respecto:

LO DEL APOYO LOGÍSTICO NO TIENE PIES NI CABEZA

Por CR (R) Jorge F. Tisi Baña

Estoy harto de escuchar políticos y periodistas opinando estupideces por los medios. Parecen jubilados reunidos en un bar hablando de cualquier tema sin saber nada. Lo malo es que estos son funcionarios públicos de cierto nivel, o trabajan en prestigiosos medios de comunicación. Tanto unos como otros cobran muy bien para decir las pavadas que dicen. Las Fuerzas Armadas son elementos organizados, equipados e instruidos, en virtud de la estúpida Ley de Defensa Nacional, para responder acciones llevadas a cabo únicamente por fuerzas militares extranjeras que amenacen nuestra integridad territorial. Si no se trata de militares extranjeros que nos están atacando, no es su problema. Tan ridículo como eso.

Hasta acá nos trajeron los sucesivos gobiernos de Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner y Alberto Fernández, con la inestimable cooperación de la sociedad, la Iglesia, los sindicatos, los empresarios, los educadores, la política progre, los legisladores y la Justicia. Embriagados de “corrección política”, nutridos por un relato mentiroso que los exime de sus responsabilidades, y llenos de prevenciones y temores paranoicos hacia las Fuerzas Armadas, como si ellas, justamente pensadas para la defensa, fueran la principal amenaza para la nación. Alguien podrá pensar que son una herramienta desperdiciada, pero las cosas son así. No se puede hacer lo que no está permitido por ley ni se está capacitado para hacer.

Es así que los militares, cada vez con medios más obsoletos, presupuestos asfixiantes, salarios reducidos, prestigio por el piso y absolutamente demonizados, nos dedicamos, de lástima, solamente a una de nuestras tareas más específicas, pero con el agravante que ni siquiera nos tiraron una hipótesis de conflicto con la que nos entretuviéramos trabajando y pudiéramos planear. Bueno, también repartimos locro, socorremos inundados, animamos espectáculos públicos con nuestras bandas, y ahora parece que vamos a desfilar el 9 de julio.

Hace algo más de veinte años fui Jefe del Departamento Políticas Institucionales del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (¡qué lindo suena!), y desde allí planteamos la necesidad de modificar las leyes de Defensa Nacional, Seguridad Interior, Movilización y Reservas, e Inteligencia. También trabajamos en la redacción de los decretos reglamentarios de esas leyes. Sobre todo, nos pusimos a trabajar desarrollando hipótesis en función de las entonces llamadas “nuevas amenazas”: narcotráfico, terrorismo transnacional (se acababa de producir el 11N), tráfico de armas, ciberterrorismo, crimen internacional organizado y migraciones ilegales. Ahora caigo en la cuenta de que nos dejaron trabajar para mantenernos ocupados, porque nada de eso vio la luz, es más, nada de eso fue ni siquiera considerado. Lo del apoyo logístico no tiene ni pies ni cabeza, y nadie sabe explicar de qué se trata, pero si hay algo que las Fuerzas Armadas podrían hacer en las presentes circunstancias sería producir inteligencia sobre las organizaciones terroristas y narcotraficantes internacionales, cooperando con las fuerzas de inteligencia de otros países, pero, ¡oh sorpresa!, lo tienen expresamente prohibido por ley.

En Rosario, ciudad narcoprogresista por naturaleza, los sucesivos gobiernos nacionales, provinciales y municipales, se encargaron de disolver todos los cuarteles y organismos militares que existían en la ciudad. La tercera en tamaño del país no tiene infraestructura propia para albergar las fuerzas militares que vayan a apoyar logísticamente. ¿Van a dormir en los camiones y comer espalda con espalda en las plazas, como los gendarmes que fueron los años anteriores? Lo voy a decir bien claramente una vez más. Usar uniforme no nos hace aptos para cualquier cosa. Mucho menos si desde hace cuarenta años se viene poniendo especial cuidado de mantenernos marginados de la política, del poder, y hasta de la defensa. Históricamente han conducido el área aquellos políticos a los que no saben dónde poner y les deben algún favor, o enemigos residuales de los ’70 para que nos apliquen aun más rigor. Debo reconocer que algunos como Horacio Jaunarena y Ricardo López Murphy, más allá de sus ideas, se preocuparon por aprender, y también le abro una cuota de esperanza a Luis Petri, pero lleva tiempo.

Las Fuerzas Armadas no hacen trabajos policiales, porque lo tienen prohibido y no saben. No pueden cumplir funciones de Gendarmería, porque no son gendarmes, no conocen la legislación migratoria, no han desarrollado inteligencia sobre el tema y no están en condiciones de controlar la migración ilegal y el contrabando. Las Fuerzas Armadas necesitamos hipótesis de conflicto serias sobre las que trabajar, planificar, organizarnos, desplegarnos, instruirnos y, de ser posible, equiparnos adecuadamente. No somos forros. Ya nos usaron de forros en 1975 con la declaración del Estado de Sitio y la promulgación de dos decretos de aniquilamiento perfectamente claros, dictados por un gobierno constitucional peronista. Esas herramientas fueron simplemente prorrogadas durante el gobierno de facto. ¿Cómo puede decir que 50 años después nos sigan juzgando por privaciones ilegítimas de la libertad producidas durante un período en el que las garantías constitucionales habían sido suspendidas por un gobierno constitucional? Parecería joda si no fuera verdad.

Ahora las papas queman. Ya quemaban en el mundo a principio de siglo, pero recién ahora nos dimos cuenta acá, cuando el narcotráfico extendió sus redes entre la política, las fuerzas del orden y la justicia, y nos agarra sin preparación y con el pescado sin vender. Que los responsables, de Alfonsín para acá, se hagan cargo. No nos echen el fardo a nosotros, que no podemos, no queremos, no estamos capacitados y estamos expresamente vedados para actuar. Y de paso, las Fuerzas Armadas tampoco son reformatorios de jóvenes descarriados, vagos, inútiles y drogadictos. El Servicio Militar terminó y ya no se puede volver atrás. ¡Ajo y agua! Mucho ajo y mucha agua. Algún día Dios y la Patria tendrá que demandar a los responsables por todo el daño producido.

Espero que quienes conducen las Fuerzas Armadas tengan esto así de claro y que se mantengan firmes en su postura de no intervenir con las presentes circunstancias políticas y legales, máxime teniendo mil camaradas septuagenarios presos, acusados de supuestos delitos de “lesa humanidad” y ochocientos cincuenta muertos en prisión, precisamente por haber cumplido con la misión impuesta por la política.

(De www.laprensa.com.ar)

Acerca de derecha e izquierda en política y economía

Los calificativos de derecha e izquierda muchas veces han sido denostados como imprecisos y anticuados, sin embargo su uso mantiene plena vigencia por cuanto nos dan una idea acerca de la opinión de las personas respecto del rol del Estado tanto en política como en economía. Debido a que en la base de toda postura al respecto predominan los aspectos psicológicos individuales, es oportuno vincular los calificativos de derecha e izquierda a actitudes predominantes en los individuos que conforman ambos grupos.

En forma general, puede decirse que el adherente a la derecha (liberal o libertario) adopta una tendencia hacia el absolutismo moral y la libertad individual en política y economía. Por el contrario, el adherente a la izquierda (socialista) adopta una tendencia hacia el relativismo moral y el colectivismo en política y economía. David G. Myers sintetiza ambas posturas escribiendo: "Los conservadores tienden a ser individualistas económicos («no me cobres impuestos ni me digas lo que tengo que hacer») y colectivistas morales («hay que legislar contra la inmoralidad»). Los liberales tienden más a ser colectivistas económicos e individualistas morales" (De "Exploraciones de la psicología social"-McGraw Hill-Madrid 2008).

Debe aclararse que la antinomia derecha-izquierda en EEUU se asocia a los conservadores y a los "liberales" (socialdemócratas), respectivamente, mientras que en Europa y Latinoamérica hablamos de liberales (o libertarios) y socialistas, respectivamente. En principio, esta calificación pareciera complicar las cosas ya que en realidad hay liberales (o libertarios) que adhieren al aborto legal y al relativismo moral, como también algunos socialistas que se apartan de la tendencia antes mencionada. Como siempre ocurre en estos casos, debemos considerar que en una sociedad real no existe una uniformidad de ideas y actitudes de tal manera que permiten agrupar a sus integrantes en dos grupos definidos. De ahí que el criterio clasificador tiende a poner en evidencia los aspectos psicológicos que subyacen a las posturas mencionadas.

Si alguien está convencido de que existe un Dios Creador, o bien un orden natural preexistente, seguidamente lo asociará a la existencia de una moral absoluta impuesta por ese Dios Creador o por ese orden natural. Luego, advertirá que si nos disponemos a acatar las leyes de Dios, o las leyes naturales que conforman ese orden, se excluye de inmediato toda forma de gobierno (mental y material) del hombre sobre el hombre. Esta sería la base psicológica de las posturas vinculadas con la derecha, es decir, la que incluye a libertarios y conservadores (que no son lo mismo).

Si alguien está convencido de que no existe un Dios Creador, o un orden natural preexistente, descartará la posibilidad de una moral absoluta y se verá en la "obligación" de crear, o adherir, a un "orden artificial", y de ahí la existencia de los colectivismos establecidos bajo el criterio de los que organizan la sociedad en base a un Estado totalitario, que abarca todas las actividades y manifestaciones humanas.

En muchas ocasiones se califica a los fascismos y al nazismo como tendencias de "derecha", cuando en realidad son tendencias muy cercanas al estatismo y al colectivismo socialista. De ahí que se haya distinguido entre "izquierda roja" (socialismo) e "izquierda negra" (fascismo). La confusión puede provenir del antagonismo que históricamente ha existido entre fascismo y socialismo, pero en realidad se trata de un antagonismo similar al existente entre la mafia china y la mafia siciliana que se disputan el predominio sobre algún sector de la sociedad.

miércoles, 13 de marzo de 2024

La rebelión de los bárbaros

Dentro del proceso social conocido como “la rebelión de las masas”, es posible señalar una variante que podría denominarse “la rebelión de los bárbaros”. Esta variante, posiblemente no advertida en las épocas de Ortega y Gasset, está relacionada con una especie de sublevación en contra de la ciencia experimental y de sus resultados.

El proceso indicado se observa en las redes sociales, como Facebook, en donde aparecen promotores entusiastas de la “tierra plana”, de la “tierra hueca” y de otras “teorías” por estilo. Si se tratara de individuos aislados, no parecería un problema importante, sin embargo, la cantidad de adhesiones asociadas a los mensajes absurdos es bastante numerosa.

Los terraplanistas no se han molestado siquiera en informarse un poco en materias como geografía o astronomía, ni los adherentes a la tierra hueca han leído algo sobre geología, ya que, pareciera, confían en su “sentido común” y en las “evidencias” que de ese sentido provienen.

Para colmo, ante varios videos de una astrónoma chilena, responden con burlas y califican como mentiras a todo lo que la divulgadora científica comenta. Los bárbaros suponen que los científicos realizan sus trabajos con la finalidad de engañar a la gente y que son justamente ellos, los bárbaros, los “liberadores” ante el engaño y los promotores de la verdad.

Si estos absurdos ocurren en temas tan evidentes y tan estudiados por los especialistas, podemos imaginarnos lo que ha de suceder en materia de religión, política y economía, procesos en los que las falacias no son tan fáciles de rebatir por tratarse de fenómenos sociales en los que intervienen muchísimas variables o causas posibles. Luego, cuando los bárbaros acceden al poder, las cosas seguramente no andarán bien.

martes, 12 de marzo de 2024

El fideísmo como herejía

Por fideísmo se entiende, en religión, el predominio de la fe sobre la razón, hasta llegar al extremo de la irracionalidad. Ello se debe a que, para muchos, la religión moral no es una cuestión asociada a la ética, sino que habría de ser un complejo proceso que ha de establecer un vínculo concreto entre la deidad y algunos hombres “elevados”, dando lugar al “espiritualismo cristiano”. Bajo el fideísmo se cae a veces en el “todo vale”, constituyendo una verdadera herejía en contra de una religión que apunta esencialmente a la plena adaptación del ser humano al orden natural.

La expresión más representativa del fideísmo es aquella de Tertuliano: “Creo porque es absurdo”. Carlo Mazzantini escribió: “La actitud fideísta se encuentra, verdadera y propiamente, sobre todo en los apologetas adversos a la filosofía y, en general, a la cultura antigua, como Tertuliano (siglos II-III), y en los «antidialécticos» medievales, como San Pedro Damiano (siglo XI). Estos sostenían que aun lo absurdo y contradictorio podía y debía creerse, puesto que todo es posible a la divina Omnipotencia” (De “Herejías de nuestro tiempo” de Giovanni Rossi-Ediciones Studium-Madrid 1956).

Con la palabra “herejía” se designa a todo desvío a la ortodoxia aceptada y propuesta por la Iglesia Católica. De ahí que será considerada como herejía una postura que priorice el cumplimiento de los mandamientos bíblicos a toda creencia y tradición posible. Desde el punto de vista de tal “herejía”, se considera como referencia las palabras del propio Cristo y de ahí que la verdadera herejía será la de quienes ubican en un lugar secundario al cumplimiento de los mandamientos y a la consideración de la religión bíblica como una propuesta esencial y exclusivamente ética.

Así, desde la religión natural, que prescinde de lo sobrenatural, se observa a la religión tradicional como un caso similar a saber leer y nunca leer nada, a creer en Dios y en la divinidad de Cristo y no cumplir con sus mandamientos (y muchas veces ni siquiera intentarlo).

Por lo general, la herejía del fideísmo va asociada a la herejía de la idolatría, lo que conduce a numerosas discusiones sin sentido entre los distintos idólatras vinculados a las diversas iglesias y sectas. Si alguna vez se propusieran profundizar exclusivamente en el significado de los mandamientos éticos, al menos podrían advertir un principio de acuerdo.

viernes, 8 de marzo de 2024

Condiciones personales favorables al capitalismo

Siendo el capital el principal factor de la producción, ha de ser la capacidad y la predisposición para el ahorro la condición personal necesaria para el florecimiento del capitalismo. Por lo general, se asocia maliciosamente al capitalismo la figura de un individuo materialista en extremo, que sólo piensa en valores monetarios, mientras que, por el contrario, la capacidad de ahorro debe asociarse a personas trabajadoras que viven muy sencillamente pudiendo de esa manera conformar cierto capital.

El rentista es el individuo que pudo formar un capital productivo en base al ahorro y a las inversiones productivas, siendo el personaje descalificado por las tendencias socialistas, además de ser integrante del grupo “burgués”; siendo su vida la que puede correr el mayor riesgo ante la posibilidad del acceso al poder estatal por parte de grupos socialistas.

Mientras que quien ahorra e invierte tiende a limitar comodidades del presente apuntando a una seguridad futura, quien vive en base a créditos sacrifica la seguridad futura en beneficio de la comodidad del presente.

En los países subdesarrollados, cuya mayor parte de la población tiene poca predisposición al ahorro y a la inversión, se adopta una postura consumista, ya sea porque el nivel económico de la sociedad no lo permite (lo que constituye una consecuencia de la mentalidad reinante), o bien porque busca vivir lo menos sencillamente posible, incluso más allá de sus reales posibilidades económicas.

Guy Sorman describía el caso de algunos sectores del África observando que, al disponer ocasionalmente de bastante dinero, el agraciado lo derrochaba haciendo una fiesta para muchas personas, o algo semejante. Trataba de vivir “como rico” al menos durante un breve tiempo. En realidad, los ricos no son precisamente los que derrochan dinero sino los que mejor lo invierten.

Tampoco era posible formar capitales en las sociedades africanas en las que era casi una obligación, cultural y tradicional, compartir el dinero adquirido con los familiares y parientes.

La mentalidad consumista ha sido promovida por economistas como John Maynard Keynes, para quien el gasto, y no el ahorro, es el que permite el progreso económico de la sociedad. Se supone que, al haber mucho dinero circulante, el sector productivo recibirá un aliciente para producir más y mejor, algo que puede funcionar en la teoría pero que no funciona en el mundo real.

Los Estados tienden a funcionar también según la mentalidad predominante en la población respectiva. Es por ello que, aplicando criterios keynesianos durante varios años, la Argentina padece una crisis severa, ya que el Estado derrochador generalmente está asociado a un elevado nivel de corrupción.

jueves, 7 de marzo de 2024

El socialismo en Camboya

Por lo general, cuando se aplica el socialismo político y económico en un país, produciendo resultados negativos, los adeptos al marxismo aducen que “ese no fue el socialismo propuesto por Marx”. Ello se debe a que nunca lo que propuso Marx llevará a los resultados que el propio Marx esperaba, ya que la abolición de la propiedad privada de los medios de producción tiende a la concentración del poder en el Estado, concretamente en un reducido grupo de personas o incluso concentrando el poder absoluto en una persona, además de otros efectos no menos importantes. Si esa persona carece de extraordinarias capacidades administrativas y humanas, los resultados serán muy negativos o bien catastróficos.

Los seguidores de Marx profesan una fe casi religiosa en el ideólogo, y proceden a establecer cambios sociales disparatados en la plena confianza de que las prédicas marxistas conducen inexorablemente al éxito prometido.

Los casos de Rusia y China son, en general, bien conocidos, como también el de Cuba y otros países. En cambio, el proceso de Camboya resultó menos conocido, resultando en otra catástrofe social similar a los casos de la URSS y de la China de Mao Tse Tung. Al respecto, Daniel Muchnik y Alejandro Garvie escribieron:

CAMBOYA

La llegada al poder del maoísta Pol Pot (1925-1998), en 1975, puso fin a la sangrienta guerra civil iniciada cinco años atrás contra el gobierno anticomunista del general Lon Nol, que tenía constante apoyo norteamericano y que había derribado al príncipe Sihanouk, así como de otra facción comunista pro vietnamita y creó en otra de las ex colonias francesas la República Democrática de Kampuchea. Otra guerra, entonces mucho más violenta, intensa y brutal se desató contra el pueblo camboyano sin imaginar siquiera lo que le esperaba, porque nadie sabía bien si los que llegaban eran comunistas, nacionalistas o patriotas.

El Khmer rojo, grupo revolucionario acaudillado por Pol Pot, ocultó la existencia directiva del Partido Comunista en ese movimiento. Como Stalin, el líder camboyano proyectó la aniquilación de la población campesina, de sus caudillos y de cualquiera que no deseara adaptarse a una existencia espartana colectiva.

En 1970 los khmer eran apenas 4.000. Cinco años más tarde constituían un ejército decidido a todo. El apoyo popular tras el bombardeo masivo norteamericano en 1970 sobre Camboya, país con el cual no estaba en guerra para destruir bases vietnamitas en la zona. Cayeron el triple de bombas que se derrumbaron sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial. El odio campesino recrudeció de manera feroz y fue captado por los khmer.

Cuando los khmer entraron en Phnom Penh expulsaron a sus dos millones de habitantes al campo. Quien no dejaba su hogar se exponía al fusilamiento o al degüello. También “se limpió” a todo aquel sospechoso de haber colaborado con los militares. Pero en las zonas rurales, donde se crearon granjas colectivas de “reeducación”, faltaban alimentos debido a que el arroz había sido enviado a China como canje por armas, con lo que se expuso a la población al hambre. Impactado por “la Revolución Cultural China”, admirador de Mao, Pol Pot explicó que las expulsiones se necesitaban para “terminar con el concepto de propiedad privada” y para que “la burguesía” se empeñe en tareas manuales y rurales.

La economía se reestructuró en torno a la agricultura. Fue “El Plan Cuatrienal para construir el Socialismo” que tuvo como misión destruir en sus bases todo contacto con las tradiciones “prostituidas” de Camboya y sus ligazones con “los colonialistas e imperialistas” que la habían conquistado.

Los khmer anularon el dinero, los mercados de todo tipo y la propiedad privada. Destruyeron muebles, libros, instrumentos musicales, el budismo y todos los templos. En ese ataque de locura colectiva, febril y aniquiladora, llegaron mucho más lejos que los guardianes de la Revolución Cultural.

Luego de 96 meses en el poder, en los que los khmer asesinaros a dos millones de personas, las tropas vietnamitas entraron en Phnom Penh y Pot Pol y sus más cercanos colaboradores huyeron cerca de la frontera con Tailandia. Los vínculos de Vietnam con China se congelaron.

(De “El derrumbe del humanismo” de D. Muchnik y A. Garvie-Edhasa-Buenos Aires 2006).