domingo, 17 de marzo de 2024

Galois, el matemático más joven

El caso más asombroso, en la historia de la ciencia, ha sido el del matemático Evariste Galois (1811-1832), fundador de una de las ramas de la matemática, tal la teoría de grupos, que ha sido empleada por los físicos teóricos del siglo XX. Galois muere luego de un duelo, en el siglo XIX, poco antes de cumplir los 21 años de edad, por lo cual algunos historiadores suponen que sus mejores trabajos fueron realizados cuando tenía 16 o 17 años.

Galois interviene en cuestiones políticas y es allí donde tiene enemigos que le preparan un duelo, supuestamente por una “infame coqueta”, en una época en que en Francia era inoportuno evadirse de un duelo. Pasa toda la noche anterior corrigiendo sus trabajos matemáticos en los cuales se lee “no tengo tiempo”, sospechando el negativo resultado del desenlace.

Encarga a un amigo que, de no salir vivo del duelo, entregue sus trabajos a Augustín Cauchy. Sin embargo, Cauchy, conociendo de “quién venían” esos trabajos, no se molesta en leerlos y quedan guardados en sus cajones. Unos 50 años más tarde, cuando muere Cauchy, aparecen los trabajos de Galois y comienzan a ser estudiados por los matemáticos de entonces. Francisco Vera escribió: “Cauchy era un contumaz. Sectario fanático, votaba a los candidatos a la Academia no con arreglo a su valor científico, sino a sus ideas religiosas; realista borbónico, no podía ver con buenos ojos el trabajo de Galois, joven republicano que amenazaba proyectar una sombra sobre su fama; y las investigaciones de Galois fueron a hacer compañía a las de Abel, pero si las de éste aparecieron gracias a la reclamación diplomática antes aludida, las de Galois se perdieron para siempre”.

Francisco Vera escribe sobre la vida de Galois: “En 1823, Galois ganó media beca en el Colegio de Reims y poco después se trasladó a París para estudiar en el Liceo Louis-le-Grand, donde tuvo lugar el primer incidente de su azarosa vida. En su expediente escolar, iniciado al empezar la enseñanza secundaria, se lee esta nota: «Es dulce, lleno de candor y de buenas cualidades, pero hay algo raro en él»”.

“En efecto, Galois era un raro. A pesar de sus doce años, discutía violentamente sobre política, interesándose por la situación de Francia. Sus frases, que salían como saetas de sus labios pueriles, tenían trémolos de emoción y palpitaba en ellas un ansia de libertad que hacía torcer el gesto al director del Liceo, terrible realista”.

“Vernier, profesor de Matemáticas del Liceo, fue quien descubrió al futuro genio. «La locura matemática domina a este alumno –escribía en su informe de fin de curso- y sus padres debían dejarle estudiar Matemática. Aquí pierde el tiempo y todo lo que hace es atormentar a sus profesores y atormentarse a sí mismo»”.

“Por aquellos días, las enconadas luchas políticas de la calle tuvieron eco en el Liceo, y Galois capitaneó un grupo de revoltosos. Fácil adivinar la consecuencia: el joven Evariste fue expulsado del Liceo” (De “20 Matemáticos célebres”-Compañía General Fabril Editora SA-Buenos Aires 1961).

En cuanto al duelo que habrá de terminar con su vida, Galois escribe a unos amigos: “He sido provocado por dos patriotas y me ha sido imposible negarme. Os pido perdón por no haberos prevenido; pero mis adversarios me han obligado a jurar por mi honor guardar el secreto. Sólo os hago un encargo muy sencillo: probar que me he batido a pesar de mí mismo, es decir; luego de haber agotado todos los medios de arreglo, y sostener que yo no soy capaz de mentir ni aun por tan pequeño motivo como el de la infame coqueta. Conservad mi recuerdo ya que la suerte no me ha dado vida bastante para que la Patria reconozca mi nombre”.

viernes, 15 de marzo de 2024

Antimilitarismo nacional

Cuando las autoridades gubernamentales argentinas deciden limitar el uso de celulares en las cárceles de Rosario, los narcotraficantes todavía libres deciden, a manera de venganza, asesinar a cualquier inocente que circule por la ciudad y también incendiar automóviles. La gente está aterrorizada ante la posibilidad de caer bajo las balas de uno de estos sicarios.

En países como Brasil, el ejército nacional es el que se encarga de combatir a las poderosas bandas militarizadas de los narcotraficantes, pero en la Argentina las Fuerzas Armadas tienen prohibido, ley mediante, la participación en cuestiones internas del país. Tales leyes fueron dictadas por políticos simpatizantes de la guerrilla cubano-soviética de los años 70, posiblemente esperando un futuro renacer del terrorismo de izquierda.

Muchos rosarinos están esperanzados en la participación del Ejército, pero olvidan que los militares argentinos, por combatir al terrorismo cubano-soviético, terminaron en la cárcel, y no sólo los que cometieron infracciones a la ley, sino por el hecho de ser militares y cumplir con las funciones correspondientes ante la situación de extrema gravedad.

En los años 70, tanto Montoneros como ERP, mataban inocentes, casi de una forma similar a lo que hacen actualmente los narcotraficantes. Así, llegaron a cometer 1.094 asesinatos, cifra muy lejana a los cometidos hasta ahora por los narcotraficantes. Sin embargo, alguien calificó a los terroristas como “jóvenes idealistas” y los “intelectuales” escribieron muchos libros alentando el triunfo foráneo sobre las armas nacionales. Enrique Díaz Araujo da una lista de 814 libros editados estableciendo que 655 de ellos estaba a favor de la guerrilla cubano-soviética, 106 a favor del Ejército y 53 neutrales. Ello implica que 8 de cada 10 libros estaba a favor del terrorismo que pretendía hacer de la Argentina una nueva cárcel soviética. (Datos de “La guerrilla en sus libros” Tomo I-Buenos Aires 2008).

No parece que en las actuales circunstancias los militares tengan interés por defender a un pueblo que los detesta y que en el futuro pueda enviarlos a la cárcel aduciendo no respetar “los derechos humanos” de los narcotraficantes.

Se transcribe a continuación un artículo al respecto:

LO DEL APOYO LOGÍSTICO NO TIENE PIES NI CABEZA

Por CR (R) Jorge F. Tisi Baña

Estoy harto de escuchar políticos y periodistas opinando estupideces por los medios. Parecen jubilados reunidos en un bar hablando de cualquier tema sin saber nada. Lo malo es que estos son funcionarios públicos de cierto nivel, o trabajan en prestigiosos medios de comunicación. Tanto unos como otros cobran muy bien para decir las pavadas que dicen. Las Fuerzas Armadas son elementos organizados, equipados e instruidos, en virtud de la estúpida Ley de Defensa Nacional, para responder acciones llevadas a cabo únicamente por fuerzas militares extranjeras que amenacen nuestra integridad territorial. Si no se trata de militares extranjeros que nos están atacando, no es su problema. Tan ridículo como eso.

Hasta acá nos trajeron los sucesivos gobiernos de Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner y Alberto Fernández, con la inestimable cooperación de la sociedad, la Iglesia, los sindicatos, los empresarios, los educadores, la política progre, los legisladores y la Justicia. Embriagados de “corrección política”, nutridos por un relato mentiroso que los exime de sus responsabilidades, y llenos de prevenciones y temores paranoicos hacia las Fuerzas Armadas, como si ellas, justamente pensadas para la defensa, fueran la principal amenaza para la nación. Alguien podrá pensar que son una herramienta desperdiciada, pero las cosas son así. No se puede hacer lo que no está permitido por ley ni se está capacitado para hacer.

Es así que los militares, cada vez con medios más obsoletos, presupuestos asfixiantes, salarios reducidos, prestigio por el piso y absolutamente demonizados, nos dedicamos, de lástima, solamente a una de nuestras tareas más específicas, pero con el agravante que ni siquiera nos tiraron una hipótesis de conflicto con la que nos entretuviéramos trabajando y pudiéramos planear. Bueno, también repartimos locro, socorremos inundados, animamos espectáculos públicos con nuestras bandas, y ahora parece que vamos a desfilar el 9 de julio.

Hace algo más de veinte años fui Jefe del Departamento Políticas Institucionales del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (¡qué lindo suena!), y desde allí planteamos la necesidad de modificar las leyes de Defensa Nacional, Seguridad Interior, Movilización y Reservas, e Inteligencia. También trabajamos en la redacción de los decretos reglamentarios de esas leyes. Sobre todo, nos pusimos a trabajar desarrollando hipótesis en función de las entonces llamadas “nuevas amenazas”: narcotráfico, terrorismo transnacional (se acababa de producir el 11N), tráfico de armas, ciberterrorismo, crimen internacional organizado y migraciones ilegales. Ahora caigo en la cuenta de que nos dejaron trabajar para mantenernos ocupados, porque nada de eso vio la luz, es más, nada de eso fue ni siquiera considerado. Lo del apoyo logístico no tiene ni pies ni cabeza, y nadie sabe explicar de qué se trata, pero si hay algo que las Fuerzas Armadas podrían hacer en las presentes circunstancias sería producir inteligencia sobre las organizaciones terroristas y narcotraficantes internacionales, cooperando con las fuerzas de inteligencia de otros países, pero, ¡oh sorpresa!, lo tienen expresamente prohibido por ley.

En Rosario, ciudad narcoprogresista por naturaleza, los sucesivos gobiernos nacionales, provinciales y municipales, se encargaron de disolver todos los cuarteles y organismos militares que existían en la ciudad. La tercera en tamaño del país no tiene infraestructura propia para albergar las fuerzas militares que vayan a apoyar logísticamente. ¿Van a dormir en los camiones y comer espalda con espalda en las plazas, como los gendarmes que fueron los años anteriores? Lo voy a decir bien claramente una vez más. Usar uniforme no nos hace aptos para cualquier cosa. Mucho menos si desde hace cuarenta años se viene poniendo especial cuidado de mantenernos marginados de la política, del poder, y hasta de la defensa. Históricamente han conducido el área aquellos políticos a los que no saben dónde poner y les deben algún favor, o enemigos residuales de los ’70 para que nos apliquen aun más rigor. Debo reconocer que algunos como Horacio Jaunarena y Ricardo López Murphy, más allá de sus ideas, se preocuparon por aprender, y también le abro una cuota de esperanza a Luis Petri, pero lleva tiempo.

Las Fuerzas Armadas no hacen trabajos policiales, porque lo tienen prohibido y no saben. No pueden cumplir funciones de Gendarmería, porque no son gendarmes, no conocen la legislación migratoria, no han desarrollado inteligencia sobre el tema y no están en condiciones de controlar la migración ilegal y el contrabando. Las Fuerzas Armadas necesitamos hipótesis de conflicto serias sobre las que trabajar, planificar, organizarnos, desplegarnos, instruirnos y, de ser posible, equiparnos adecuadamente. No somos forros. Ya nos usaron de forros en 1975 con la declaración del Estado de Sitio y la promulgación de dos decretos de aniquilamiento perfectamente claros, dictados por un gobierno constitucional peronista. Esas herramientas fueron simplemente prorrogadas durante el gobierno de facto. ¿Cómo puede decir que 50 años después nos sigan juzgando por privaciones ilegítimas de la libertad producidas durante un período en el que las garantías constitucionales habían sido suspendidas por un gobierno constitucional? Parecería joda si no fuera verdad.

Ahora las papas queman. Ya quemaban en el mundo a principio de siglo, pero recién ahora nos dimos cuenta acá, cuando el narcotráfico extendió sus redes entre la política, las fuerzas del orden y la justicia, y nos agarra sin preparación y con el pescado sin vender. Que los responsables, de Alfonsín para acá, se hagan cargo. No nos echen el fardo a nosotros, que no podemos, no queremos, no estamos capacitados y estamos expresamente vedados para actuar. Y de paso, las Fuerzas Armadas tampoco son reformatorios de jóvenes descarriados, vagos, inútiles y drogadictos. El Servicio Militar terminó y ya no se puede volver atrás. ¡Ajo y agua! Mucho ajo y mucha agua. Algún día Dios y la Patria tendrá que demandar a los responsables por todo el daño producido.

Espero que quienes conducen las Fuerzas Armadas tengan esto así de claro y que se mantengan firmes en su postura de no intervenir con las presentes circunstancias políticas y legales, máxime teniendo mil camaradas septuagenarios presos, acusados de supuestos delitos de “lesa humanidad” y ochocientos cincuenta muertos en prisión, precisamente por haber cumplido con la misión impuesta por la política.

(De www.laprensa.com.ar)

Acerca de derecha e izquierda en política y economía

Los calificativos de derecha e izquierda muchas veces han sido denostados como imprecisos y anticuados, sin embargo su uso mantiene plena vigencia por cuanto nos dan una idea acerca de la opinión de las personas respecto del rol del Estado tanto en política como en economía. Debido a que en la base de toda postura al respecto predominan los aspectos psicológicos individuales, es oportuno vincular los calificativos de derecha e izquierda a actitudes predominantes en los individuos que conforman ambos grupos.

En forma general, puede decirse que el adherente a la derecha (liberal o libertario) adopta una tendencia hacia el absolutismo moral y la libertad individual en política y economía. Por el contrario, el adherente a la izquierda (socialista) adopta una tendencia hacia el relativismo moral y el colectivismo en política y economía. David G. Myers sintetiza ambas posturas escribiendo: "Los conservadores tienden a ser individualistas económicos («no me cobres impuestos ni me digas lo que tengo que hacer») y colectivistas morales («hay que legislar contra la inmoralidad»). Los liberales tienden más a ser colectivistas económicos e individualistas morales" (De "Exploraciones de la psicología social"-McGraw Hill-Madrid 2008).

Debe aclararse que la antinomia derecha-izquierda en EEUU se asocia a los conservadores y a los "liberales" (socialdemócratas), respectivamente, mientras que en Europa y Latinoamérica hablamos de liberales (o libertarios) y socialistas, respectivamente. En principio, esta calificación pareciera complicar las cosas ya que en realidad hay liberales (o libertarios) que adhieren al aborto legal y al relativismo moral, como también algunos socialistas que se apartan de la tendencia antes mencionada. Como siempre ocurre en estos casos, debemos considerar que en una sociedad real no existe una uniformidad de ideas y actitudes de tal manera que permiten agrupar a sus integrantes en dos grupos definidos. De ahí que el criterio clasificador tiende a poner en evidencia los aspectos psicológicos que subyacen a las posturas mencionadas.

Si alguien está convencido de que existe un Dios Creador, o bien un orden natural preexistente, seguidamente lo asociará a la existencia de una moral absoluta impuesta por ese Dios Creador o por ese orden natural. Luego, advertirá que si nos disponemos a acatar las leyes de Dios, o las leyes naturales que conforman ese orden, se excluye de inmediato toda forma de gobierno (mental y material) del hombre sobre el hombre. Esta sería la base psicológica de las posturas vinculadas con la derecha, es decir, la que incluye a libertarios y conservadores (que no son lo mismo).

Si alguien está convencido de que no existe un Dios Creador, o un orden natural preexistente, descartará la posibilidad de una moral absoluta y se verá en la "obligación" de crear, o adherir, a un "orden artificial", y de ahí la existencia de los colectivismos establecidos bajo el criterio de los que organizan la sociedad en base a un Estado totalitario, que abarca todas las actividades y manifestaciones humanas.

En muchas ocasiones se califica a los fascismos y al nazismo como tendencias de "derecha", cuando en realidad son tendencias muy cercanas al estatismo y al colectivismo socialista. De ahí que se haya distinguido entre "izquierda roja" (socialismo) e "izquierda negra" (fascismo). La confusión puede provenir del antagonismo que históricamente ha existido entre fascismo y socialismo, pero en realidad se trata de un antagonismo similar al existente entre la mafia china y la mafia siciliana que se disputan el predominio sobre algún sector de la sociedad.

miércoles, 13 de marzo de 2024

La rebelión de los bárbaros

Dentro del proceso social conocido como “la rebelión de las masas”, es posible señalar una variante que podría denominarse “la rebelión de los bárbaros”. Esta variante, posiblemente no advertida en las épocas de Ortega y Gasset, está relacionada con una especie de sublevación en contra de la ciencia experimental y de sus resultados.

El proceso indicado se observa en las redes sociales, como Facebook, en donde aparecen promotores entusiastas de la “tierra plana”, de la “tierra hueca” y de otras “teorías” por estilo. Si se tratara de individuos aislados, no parecería un problema importante, sin embargo, la cantidad de adhesiones asociadas a los mensajes absurdos es bastante numerosa.

Los terraplanistas no se han molestado siquiera en informarse un poco en materias como geografía o astronomía, ni los adherentes a la tierra hueca han leído algo sobre geología, ya que, pareciera, confían en su “sentido común” y en las “evidencias” que de ese sentido provienen.

Para colmo, ante varios videos de una astrónoma chilena, responden con burlas y califican como mentiras a todo lo que la divulgadora científica comenta. Los bárbaros suponen que los científicos realizan sus trabajos con la finalidad de engañar a la gente y que son justamente ellos, los bárbaros, los “liberadores” ante el engaño y los promotores de la verdad.

Si estos absurdos ocurren en temas tan evidentes y tan estudiados por los especialistas, podemos imaginarnos lo que ha de suceder en materia de religión, política y economía, procesos en los que las falacias no son tan fáciles de rebatir por tratarse de fenómenos sociales en los que intervienen muchísimas variables o causas posibles. Luego, cuando los bárbaros acceden al poder, las cosas seguramente no andarán bien.

martes, 12 de marzo de 2024

El fideísmo como herejía

Por fideísmo se entiende, en religión, el predominio de la fe sobre la razón, hasta llegar al extremo de la irracionalidad. Ello se debe a que, para muchos, la religión moral no es una cuestión asociada a la ética, sino que habría de ser un complejo proceso que ha de establecer un vínculo concreto entre la deidad y algunos hombres “elevados”, dando lugar al “espiritualismo cristiano”. Bajo el fideísmo se cae a veces en el “todo vale”, constituyendo una verdadera herejía en contra de una religión que apunta esencialmente a la plena adaptación del ser humano al orden natural.

La expresión más representativa del fideísmo es aquella de Tertuliano: “Creo porque es absurdo”. Carlo Mazzantini escribió: “La actitud fideísta se encuentra, verdadera y propiamente, sobre todo en los apologetas adversos a la filosofía y, en general, a la cultura antigua, como Tertuliano (siglos II-III), y en los «antidialécticos» medievales, como San Pedro Damiano (siglo XI). Estos sostenían que aun lo absurdo y contradictorio podía y debía creerse, puesto que todo es posible a la divina Omnipotencia” (De “Herejías de nuestro tiempo” de Giovanni Rossi-Ediciones Studium-Madrid 1956).

Con la palabra “herejía” se designa a todo desvío a la ortodoxia aceptada y propuesta por la Iglesia Católica. De ahí que será considerada como herejía una postura que priorice el cumplimiento de los mandamientos bíblicos a toda creencia y tradición posible. Desde el punto de vista de tal “herejía”, se considera como referencia las palabras del propio Cristo y de ahí que la verdadera herejía será la de quienes ubican en un lugar secundario al cumplimiento de los mandamientos y a la consideración de la religión bíblica como una propuesta esencial y exclusivamente ética.

Así, desde la religión natural, que prescinde de lo sobrenatural, se observa a la religión tradicional como un caso similar a saber leer y nunca leer nada, a creer en Dios y en la divinidad de Cristo y no cumplir con sus mandamientos (y muchas veces ni siquiera intentarlo).

Por lo general, la herejía del fideísmo va asociada a la herejía de la idolatría, lo que conduce a numerosas discusiones sin sentido entre los distintos idólatras vinculados a las diversas iglesias y sectas. Si alguna vez se propusieran profundizar exclusivamente en el significado de los mandamientos éticos, al menos podrían advertir un principio de acuerdo.

viernes, 8 de marzo de 2024

Condiciones personales favorables al capitalismo

Siendo el capital el principal factor de la producción, ha de ser la capacidad y la predisposición para el ahorro la condición personal necesaria para el florecimiento del capitalismo. Por lo general, se asocia maliciosamente al capitalismo la figura de un individuo materialista en extremo, que sólo piensa en valores monetarios, mientras que, por el contrario, la capacidad de ahorro debe asociarse a personas trabajadoras que viven muy sencillamente pudiendo de esa manera conformar cierto capital.

El rentista es el individuo que pudo formar un capital productivo en base al ahorro y a las inversiones productivas, siendo el personaje descalificado por las tendencias socialistas, además de ser integrante del grupo “burgués”; siendo su vida la que puede correr el mayor riesgo ante la posibilidad del acceso al poder estatal por parte de grupos socialistas.

Mientras que quien ahorra e invierte tiende a limitar comodidades del presente apuntando a una seguridad futura, quien vive en base a créditos sacrifica la seguridad futura en beneficio de la comodidad del presente.

En los países subdesarrollados, cuya mayor parte de la población tiene poca predisposición al ahorro y a la inversión, se adopta una postura consumista, ya sea porque el nivel económico de la sociedad no lo permite (lo que constituye una consecuencia de la mentalidad reinante), o bien porque busca vivir lo menos sencillamente posible, incluso más allá de sus reales posibilidades económicas.

Guy Sorman describía el caso de algunos sectores del África observando que, al disponer ocasionalmente de bastante dinero, el agraciado lo derrochaba haciendo una fiesta para muchas personas, o algo semejante. Trataba de vivir “como rico” al menos durante un breve tiempo. En realidad, los ricos no son precisamente los que derrochan dinero sino los que mejor lo invierten.

Tampoco era posible formar capitales en las sociedades africanas en las que era casi una obligación, cultural y tradicional, compartir el dinero adquirido con los familiares y parientes.

La mentalidad consumista ha sido promovida por economistas como John Maynard Keynes, para quien el gasto, y no el ahorro, es el que permite el progreso económico de la sociedad. Se supone que, al haber mucho dinero circulante, el sector productivo recibirá un aliciente para producir más y mejor, algo que puede funcionar en la teoría pero que no funciona en el mundo real.

Los Estados tienden a funcionar también según la mentalidad predominante en la población respectiva. Es por ello que, aplicando criterios keynesianos durante varios años, la Argentina padece una crisis severa, ya que el Estado derrochador generalmente está asociado a un elevado nivel de corrupción.

jueves, 7 de marzo de 2024

El socialismo en Camboya

Por lo general, cuando se aplica el socialismo político y económico en un país, produciendo resultados negativos, los adeptos al marxismo aducen que “ese no fue el socialismo propuesto por Marx”. Ello se debe a que nunca lo que propuso Marx llevará a los resultados que el propio Marx esperaba, ya que la abolición de la propiedad privada de los medios de producción tiende a la concentración del poder en el Estado, concretamente en un reducido grupo de personas o incluso concentrando el poder absoluto en una persona, además de otros efectos no menos importantes. Si esa persona carece de extraordinarias capacidades administrativas y humanas, los resultados serán muy negativos o bien catastróficos.

Los seguidores de Marx profesan una fe casi religiosa en el ideólogo, y proceden a establecer cambios sociales disparatados en la plena confianza de que las prédicas marxistas conducen inexorablemente al éxito prometido.

Los casos de Rusia y China son, en general, bien conocidos, como también el de Cuba y otros países. En cambio, el proceso de Camboya resultó menos conocido, resultando en otra catástrofe social similar a los casos de la URSS y de la China de Mao Tse Tung. Al respecto, Daniel Muchnik y Alejandro Garvie escribieron:

CAMBOYA

La llegada al poder del maoísta Pol Pot (1925-1998), en 1975, puso fin a la sangrienta guerra civil iniciada cinco años atrás contra el gobierno anticomunista del general Lon Nol, que tenía constante apoyo norteamericano y que había derribado al príncipe Sihanouk, así como de otra facción comunista pro vietnamita y creó en otra de las ex colonias francesas la República Democrática de Kampuchea. Otra guerra, entonces mucho más violenta, intensa y brutal se desató contra el pueblo camboyano sin imaginar siquiera lo que le esperaba, porque nadie sabía bien si los que llegaban eran comunistas, nacionalistas o patriotas.

El Khmer rojo, grupo revolucionario acaudillado por Pol Pot, ocultó la existencia directiva del Partido Comunista en ese movimiento. Como Stalin, el líder camboyano proyectó la aniquilación de la población campesina, de sus caudillos y de cualquiera que no deseara adaptarse a una existencia espartana colectiva.

En 1970 los khmer eran apenas 4.000. Cinco años más tarde constituían un ejército decidido a todo. El apoyo popular tras el bombardeo masivo norteamericano en 1970 sobre Camboya, país con el cual no estaba en guerra para destruir bases vietnamitas en la zona. Cayeron el triple de bombas que se derrumbaron sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial. El odio campesino recrudeció de manera feroz y fue captado por los khmer.

Cuando los khmer entraron en Phnom Penh expulsaron a sus dos millones de habitantes al campo. Quien no dejaba su hogar se exponía al fusilamiento o al degüello. También “se limpió” a todo aquel sospechoso de haber colaborado con los militares. Pero en las zonas rurales, donde se crearon granjas colectivas de “reeducación”, faltaban alimentos debido a que el arroz había sido enviado a China como canje por armas, con lo que se expuso a la población al hambre. Impactado por “la Revolución Cultural China”, admirador de Mao, Pol Pot explicó que las expulsiones se necesitaban para “terminar con el concepto de propiedad privada” y para que “la burguesía” se empeñe en tareas manuales y rurales.

La economía se reestructuró en torno a la agricultura. Fue “El Plan Cuatrienal para construir el Socialismo” que tuvo como misión destruir en sus bases todo contacto con las tradiciones “prostituidas” de Camboya y sus ligazones con “los colonialistas e imperialistas” que la habían conquistado.

Los khmer anularon el dinero, los mercados de todo tipo y la propiedad privada. Destruyeron muebles, libros, instrumentos musicales, el budismo y todos los templos. En ese ataque de locura colectiva, febril y aniquiladora, llegaron mucho más lejos que los guardianes de la Revolución Cultural.

Luego de 96 meses en el poder, en los que los khmer asesinaros a dos millones de personas, las tropas vietnamitas entraron en Phnom Penh y Pot Pol y sus más cercanos colaboradores huyeron cerca de la frontera con Tailandia. Los vínculos de Vietnam con China se congelaron.

(De “El derrumbe del humanismo” de D. Muchnik y A. Garvie-Edhasa-Buenos Aires 2006).