martes, 29 de junio de 2021

Hipersocialismo

Con la palabra socialismo se califica la diversidad de sistemas económicos dirigidos desde el Estado. El socialismo teórico, propuesto por Marx y Engels, promueve la estatización de los medios de producción y una supuesta igualdad de remuneraciones para todos los integrantes de la sociedad. Esta igualdad de derechos presupone una igualdad de deberes, que involucra principalmente el deber de trabajar según el lema: "De cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad", llegándose a establecer en algunos países socialistas que "Quien no trabaja, no come".

Si se establece la igualdad de remuneraciones, tan atractiva para el individuo con pocas aptitudes laborales, se limita el incentivo para trabajar. Supongamos que existe una sociedad con 1.000.000 de trabajadores igualmente remunerados, es decir, ganan en forma independiente a las capacidades individuales. Si uno de esos trabajadores decide producir el doble de lo que habitualmente produce, se verá beneficiado en una millonésima parte de su contribución a la producción total. Si, por el contrario, decide no producir nada, se perjudica también en una millonésima parte de la producción total. De ahí que le da lo mismo trabajar mucho o poco, en forma eficaz o con desgano.

Como gran parte de los trabajadores advierte esta situación, el trabajo se torna improductivo y resulta imprescindible militarizar la economía para evitar males mayores. Andrei Sajarov escribió respecto de la URSS: “La nuestra es una economía permanentemente militarizada a un nivel inverosímil en tiempos de paz, que resulta opresiva para la población y peligrosa para el resto del mundo. La nuestra es una economía que acusa fatiga crónica y falta de recursos, a pesar de nuestras riquezas naturales, como las tierras negras, el carbón, el petróleo o la madera, y a despecho de otras condiciones favorables, como la variedad climática y la baja densidad de población” (De “Mi país y el mundo”-Editorial Noguer SA-Barcelona 1976).

Cierto físico expresaba en forma de chanza: "Si mi teoría no se adapta a la realidad, lo siento por la realidad; porque mi teoría es perfecta". En el caso del marxismo se advierte una postura similar, con la diferencia de que se la expresa con toda seriedad. La militarización de la economía y la internación de disidentes en hospitales psiquiátricos responden a la idea de "transformar la naturaleza" (naturaleza humana, en este caso) propuesta por Marx. Mientras que las ciencias sociales tienden a adaptar al ser humano a las leyes naturales, el socialista pretende adaptarlo a la teoría marxista, por lo cual el marxismo no sólo no es científico, sino que es anticientífico.

En la Argentina se está estableciendo cierto "perfeccionamiento" del socialismo. En este caso no se apunta hacia la igualdad de remuneraciones, sino que se apunta a que quien no trabaja gane tanto o más que quien lo hace arduamente desde la actividad privada. El lema respectivo podría ser: "Del trabajador productivo según su capacidad, al parásito social según su necesidad". De ahí que a esta variante se la podría denominar "hipersocialismo".

Los millones de planes sociales, millones de jubilaciones sin aportes, millones de asignaciones de la Ayuda Universal por Hijo, el millón de pensiones por falsa invalidez, más de un millón de empleos públicos prescindibles, etc, han destruido la economía nacional por varias décadas y posiblemente asegurarán el triunfo electoral, en sucesivas elecciones, de quienes dieron tantas "ayudas" como una forma de clientelismo político.

En cuanto a la explotación laboral, puede hacerse el siguiente resumen:

a) Precapitalismo: la ausencia de competencia entre las pocas empresas existentes, favorece la explotación laboral del empresario sobre el empleado.
b) Capitalismo: el empresario cuida su capital humano y teme perderlo. De ahí que trata de evitar que se vaya a una empresa competidora, por lo que la explotación laboral tiende a limitarse.
c) Socialismo: al haber una sola empresa (el Estado), no existe competencia alguna, por lo que se produce la explotación laboral desde la clase que lo dirige sobre el conjunto de trabajadores.
d) Hipersocialismo: la clase dirigente peronista explota laboralmente, desde el Estado, a empresarios y empleados del sector privado (vía impuestos e impresión monetaria excesiva), para su propio beneficio y el del vago y el parásito social.

Mientras que el vínculo de unión entre los integrantes de la sociedad, en el socialismo, ha de ser el trabajo, simbolizado por la hoz y el martillo, el hipersocialismo produce la marginación social del parásito social, ya que ni siquiera le exige simular que trabaja. Además, desde el punto de vista de la moral tradicional, se produce una marginación emocional, por cuanto a tal parásito se lo convierte en un explotador indirecto de la gente decente y trabajadora.

Al igual que en todo socialismo real, se mantienen los atributos básicos que lo caracterizan:
a) Al gobernante socialista le interesa mantener el poder y muy poco le preocupa lo que al pueblo le suceda.
b) Los resultados económicos son malos y a veces desastrosos.
c) A pesar de los pobres resultados logrados, tiene bastante apoyo popular.

Para ilustrar estos aspectos, se mencionan algunos párrafos escritos por José María Aznar respecto de Fidel Castro: "Si el embargo contra Cuba estuviera en mis manos, le dije, levantaba el embargo contra Cuba mañana mismo, o al cabo de muy poco tiempo, y acababa con el régimen en tres meses. Castro me contestó literalmente, que él «necesitaba el embargo para esta generación y la siguiente». Ésas fueron sus palabras. Me pareció asombrosa la crueldad y la hipocresía de ese doble discurso de quien manifiestamente está utilizando a su pueblo como moneda de chantaje para denunciar supuestos enemigos extranjeros y perpetuarse en el poder".

"Con ocasión de la Cumbre en La Habana tuve ocasión de visitar la casa en la que había vivido mi familia, y de la que tanto había oído hablar". "La casa en la que residió mi familia está cerca de la universidad, y cuando la visitamos estaba dividida en varios apartamentos. El estado era lamentable, tanto que las personas que se habían ocupado de preparar la visita ya me habían avisado antes y -afortunadamente- pudimos llevarles algunos objetos de primera necesidad, como jabón, que no habían utilizado desde hacía mucho tiempo, ropa interior y pasta de dientes. La gente que vivía en aquella ruina no tenía nada. No sólo carecía de las cosas que hacen agradable la vida. Carecía de lo mínimo imprescindible para sobrevivir con dignidad. Eso sí, durante la visita no se separó de mí ni un solo instante el comisario político de la casa. Eso nunca falta en la Cuba de Castro".

"No logro comprender la fascinación que ejerce Castro, ni consigo comprender que todavía haya personas que crean de buena fe que la revolución castrista ha tenido algún efecto positivo para Cuba" (De "Retratos y perfiles"-Editorial Planeta SA-Barcelona 2005).

El problema de la Argentina se debe, entre otros aspectos, a que uno de los partidos, supuestamente opositor al peronismo (la Unión Cívica Radical) forma parte de la Internacional Socialista, por lo que comparte muchos principios de la ideología sustentada por el peronismo-kirchnerismo. Incluso el actual Vicepresidente de tal institución es Jesús Rodríguez, de la UCR. Al igual que en Venezuela, los principales "opositores" al socialismo gobernante se identifican con los mismos ideales. De ahí que el futuro de ambos países sea incierto (por no decir algo peor).

sábado, 26 de junio de 2021

¿Expropiar lo que el político estima “improductivo”?

Por Alberto Benegas Lynch (h)

Al minimizar el derecho de propiedad se elimina la institución que permite la mejor utilización de los recursos existentes para atender las necesidades de la gente.

Hay manifestaciones que revelan un desconocimiento palmario del proceso que tiene lugar en las relaciones sociales en ámbitos de libertad para lo cual resulta esencial comprender el valor de la Justicia que significa “dar a cada uno lo suyo” y “lo suyo” remite a la propiedad privada. En este contexto la igualdad ante la ley resulta crucial para el bienestar moral y material de todos lo cual subrayamos es ante la ley y no mediante ella.

Tal es el embrollo mental de los que rechazan la institución de la propiedad privada que tampoco entienden lo que significa lo productivo y lo improductivo en andariveles bifrontes. Por una parte, dados los siempre escasos recursos, lo productivo es lo que la gente prefiere. Ese es el sentido, entre muchos otros autores, que dan precisión a la materia como es el caso del premio Nobel en economía James M. Buchanan cuando escribe que “mientras los intercambios se mantengan abiertos y mientras no tenga lugar la fuerza y el fraude, aquello sobre lo cual se acuerde se define como eficiente.”

Por otra lado, quien ahorra en un terreno baldío, quien ahorra en dólares bajo el colchón, quien lo hace para coleccionar automóviles antiguos o acumula obras de arte es porque dadas las circunstancias es lo que estima más productivo. Si se equivoca consume su capital y si acierta lo acrecienta. También, si miramos el globo terráqueo observamos que hay muchos recursos marítimos, forestales y territoriales que al momento no son explotados en el sentido al que habitualmente se alude, lo cual se debe a que, como queda dicho, los factores de producción son escasos y solo hay dos maneras de establecer prioridades sobre qué hacer con esos bienes: que decida la gente o que decida el aparato estatal. Si se decidiera por esto último, a contracorriente de las preferencias de la gente, inexorablemente habrá consumo de capital y por ende más pobreza.

Ser productivo no es producir más cosas, es producir las consideradas de mayor valor. Dadas las actuales circunstancias, no es mejor producir un millón de botones que producir diez tractores. En esta misma línea argumental debe tenerse muy en cuenta que las mayores producciones de valores no son los bienes tangibles: los estados de felicidad cuando se constituye una buena familia, cuando se observa una buena puesta de sol, una partida de ajedrez entre amigos y equivalentes son algunos ejemplos de vida productiva. Más bien la producción de bienes materiales son en general un medio para producir valores de otra especie y rango.

Cuando se sostiene que puede expropiarse lo no productivo a criterio de ciertos burócratas en el poder se está sentando las bases para las mayores iniquidades. ¿Cuántas habitaciones se usan diariamente en una casa? ¿Acaso no son “improductivas” las que no se usan habitualmente? ¿No deberían expropiarse? Y así sucesivamente con la ropa, con parques y jardines que se disfrutan con la mirada pero que no “producen cosas” en el sentido corriente de la expresión.

Más aun, estas disquisiciones en última instancia apuntan a la macabra guillotina horizontal del igualitarismo puesto que según los politicastros le dará un uso más productivo el que recibe la parte arrancada a otro que su titular original, sin percibir que el asunto es exactamente al revés: el empleo más productivo es el que establece la gente vía el plebiscito diario del mercado con los votos de compras y abstenciones de comprar de la gente y los mayores patrimonios trasmiten su fortaleza a los más débiles a través de incrementos en salarios fruto de aquellas tasas de capitalización.

La propiedad privada hace que cada cual cuide de lo suyo en contraste con “la tragedia de los comunes” donde lo que es de todos no es de nadie. Como hemos consignado antes, la forma en que se toma café y se encienden las luces no es la misma cuando nosotros pagamos las cuentas respecto de cuando se obliga a otros a financiar con el fruto de sus trabajos.

Otra vez conviene repasar que la asignación de derechos de propiedad es vital precisamente a los efectos de darle el mejor uso a los recursos disponibles. Quienes dan en la tecla con las necesidades del prójimo incrementan sus ganancias y quienes yerran incurren en quebrantos. Esto es en la sociedad libre, por el contrario cuando irrumpen los empresarios prebendarios con sus alianzas con el poder de turno, el atropello a los derechos de la gente está garantizado.

La institución de la propiedad permite el establecimiento de precios como reflejo de las estructuras valorativas de las partes contratantes puesto que se trata de transacciones de derechos de propiedad. Cuando se afectan derechos de propiedad necesariamente se distorsionan precios lo cual desdibuja la contabilidad y la evaluación de proyectos. En el extremo donde se decide la abolición de la propiedad desaparecen por completo los precios y como también hemos destacado en otras ocasiones no se sabe si conviene construir los caminos con oro o con asfalto y si alguien sostiene que con el metal aurífero es un derroche es porque recordó los precios relativos antes de la referida abolición de la propiedad. En otros términos, técnicamente el comunismo es un imposible desde la perspectiva económica ya que no se puede economizar donde no hay precios que demás está decir nada tienen que ver con la imposición de simples números siempre arbitrarios que puedan establecer e inventar los gobiernos totalitarios.

Es del caso recordar lo escrito sobre la importancia de la propiedad privada por los padres de las constituciones estadounidense y argentina respectivamente. James Madison lo ha hecho en 1792: “El gobierno ha sido instituido para proteger la propiedad” y Juan Bautista Alberdi lo hizo en 1854, “Pero no basta reconocer la propiedad como derecho inviolable. Ella puede ser respetada en su principio y desconocida y atacada en lo que tiene de más precioso: en el uso y disponibilidad de sus ventajas […] El ladrón privado es el más débil de los enemigos que la propiedad reconozca. Ella puede ser atacada por el Estado en nombre de la utilidad pública.”

Esta reflexión alberdiana nos lleva al programa del fascismo. El comunismo es más sincero: pregona el uso y la disposición directa de la propiedad por el aparato de la fuerza, mientras que el fascismo permite el registro de la propiedad a nombre de particulares pero usa y dispone de ella el gobierno. Es el sistema que más éxito tiene en el llamado mundo libre. Veamos el sistema educativo donde en gran medida las instituciones privadas están privadas de independencia debido a las imposiciones de pautas y estructuras curriculares por parte de ministerios de educación, veamos el sistema bancario y financiero en gran medida dirigido por la banca central y así sucesivamente hasta ámbitos como los taximetreros que al ser dirigidos en sus tarifas, horarios y color con que están pintados hace que los verdadero dueños sean los alcaldes de la ciudad.

La sandez de las mal denominadas “empresas estatales” constituyen otro ejemplo del embate a la propiedad privada. Una empresa implica arriesgar recursos propios y no ajenos por la fuerza. Desde el instante en que se establecen estos organismos políticos (mal llamadas empresas estatales por el antedicho motivo) se alteran las prioridades de la gente puesto que se canalizan los recursos en sectores distintos de lo que hubiera hecho la gente libre y voluntariamente (y si lo hiciera en el mismo sentido no tiene sentido la intervención estatal con ahorro de gastos burocráticos, con el agregado de que el único modo de saber que desea la gente es dejarla actuar). Si, además, ese organismo es deficitario y monopólico la situación no puede ser peor. Por otro lado, si se dijera que el aparato estatal debe encargarse de abastecer áreas inviables desde el punto de vista económico ya que ningún empresario privado la encarará, si esto se sostuviera decimos, debe tenerse muy presente que cada actividad antieconómica que financia el gobierno (es decir, los contribuyentes) se traduce en despilfarro y consumo de capital, lo cual necesariamente redunda no solo en la ampliación de las zonas inviables sino que contrae salarios e ingresos en términos reales puesto que las tasas de capitalización son su única causa.

Uno de los pilares de mayor peso en la sociedad abierta consiste en las relaciones contractuales que remiten a la propiedad. Como nos recuerda Bernardo Krause, desde que nos levantamos a la mañana se hacen patentes los contratos: abrimos la heladera, usamos el microondas, engullimos mermelada, tostadas y queso que son todos fruto de contratos de compra-venta. Tomamos un colectivo (contrato de transporte), llevamos a nuestros hijos al colegio (contrato de educación), si voy en el automóvil al trabajo cargo nafta (contrato de compra-venta de energía), lo dejo en una playa de estacionamiento (contrato de locación), llego al trabajo (contrato laboral), voy al banco (contrato de depósito) o solicito un crédito (contrato de mutuo), concedo una garantía (contrato de fianza), entrego una suma de dinero a una Fundación (contrato de donación), encargo a un funcionario que gestione un trámite (mandato) etc.

Como bien explica William H. Hutt la tesis de estimular la producción con inyección estatal de dinero en áreas al momento consideradas “ociosas” no solo empobrece vía la inflación, sino que convierte usos que en esa instancia se estiman convenientes en usos inconvenientes a criterio de la gente. Los megalómanos no toman en cuenta y desprecian las preferencias de la gente puesto que consideran sus recetas como las mejores para manejar vidas y haciendas ajenas, aunque ellos mismos atesoren sus habitualmente mal habidos patrimonios en lugares a buen resguardo de las satrapías que recomiendan.

Energúmenos como Hugo Chávez que con su macabro y machacón “exprópiese” ha arruinado uno de los países más ricos del orbe para convertirlo en una miserable pocilga donde hasta brutalmente escasean los medicamentos y la comida, este dictador del Orinoco vociferaba que “la propiedad privada no tiene cabida en la revolución socialista” (salvo para sus secuaces y familiares que se embolsan lo ajeno con total impunidad como siempre ocurre con esta canallada).

Minimizar el derecho de propiedad es no entender nada de cuestiones sociales puesto que se condena a la pobreza a muchísima gente al eliminar la institución que, como queda dicho, permite la mejor utilización de los recursos existentes para atender las necesidades de la gente. El no robar y no codiciar los bienes ajenos de los Mandamientos son otra demostración de la trascendencia de ese derecho que es parte sustancial de la sociedad civilizada. El actual Papa una vez más volvió a la carga contra la propiedad privada en la 109 Conferencia de la OIT el 17 del mes que corre, donde leyó su texto en el que consignó que “siempre junto al derecho de propiedad privada está el más importante y anterior principio de subordinación de toda propiedad privada al destino universal de los bienes de la tierra y por tanto al derecho de todos a su uso” a lo cual agregó levantando la vista en una improvisación en la que subrayó lo dicho: “El derecho a la propiedad privada es secundario al derecho primario del derecho universal de los bienes”. No se necesita ser una persona especialmente inteligente para percatarse que este peculiar silogismo se traduce lisa y llanamente en arrasar con la propiedad privada, por más que algunos exégetas atrabiliarios intenten disfrazar lo expresado en esta ocasión que no hace más que reiterar lo manifestado antes por el Papa Francisco en distintas oportunidades, a contracorriente de lo resumido por Pio XI en Quadragesimo Anno: “Nadie puede al mismo tiempo ser buen católico y socialista verdadero” y en un plano más amplio Juan Pablo II explica el significado del capitalismo y la trascendencia de la propiedad privada en la sección 42 de Centesimus Annus. Cuando al Papa en ejercicio se le preguntó si es comunista respondió “son los comunistas los que piensan como los cristianos” (en el diario italiano La Repubblica, noviembre 11 de 2016).

Por último, subrayamos que los atropellos a la propiedad privada son siempre invasiones a la privacidad, es decir a lo más valorado para preservar las autonomías individuales y la dignidad del ser humano. No hay más que mirar lo que ocurre con el nivel de vida de la gente en lugares en los que se respeta la propiedad respecto a los despojos y las situaciones lamentables y desesperadas en que se convierten los lugares en donde no se respeta esta institución fundamentalísima. La falta de respeto a la propiedad ajena es una característica del espíritu autoritario.

(De www.infobae.com)

Apuntar a la riqueza vs. Apuntar a la pobreza

Por lo general, los resultados logrados en cualquier actividad son consecuencias de la actitud y de la formación asociada a cada individuo. Así, el jugador de fútbol que sueña con participar en un campeonato mundial, se preparará en forma intensa para lograrlo. Sin embargo, es consciente que tal posibilidad es muy remota, pero esa preparación seguramente le permitirá acceder a un puesto en la primera división de su provincia o de su nación (si sus condiciones le ayudan).

Otro jugador de fútbol, que no tenga la ambición de participar de un mundial, seguramente se preparará en forma menos exigente. Y es por ello que, quizá, no llegue ni siquiera a integrar un equipo de su localidad. Es por esta cuestión que Arnold Schwarzenegger acostumbraba a preguntar, a quienes ingresaban a su gimnasio, cuánto de importante le significaba la práctica del fisicoculturismo ya que de ese interés dependía el esfuerzo que iba a mostrar en los entrenamientos.

En el ámbito de la economía ocurre algo similar. Es por ello que resulta conveniente prepararse laboralmente para lograr cierto nivel de riqueza, pero siendo consciente de que resulta difícil lograrlo. De esa manera, es posible que un individuo logre un adecuado nivel de vida. Esto ocurre con la persona "normal", para quien existen tanto los valores emocionales, como los intelectuales y los materiales. Por el contrario, quien sólo tenga en su mente lograr un elevado poder adquisitivo, como meta de su vida, posiblemente siempre se sienta un fracasado al no poder lograrlo, aun cuando acceda a un nivel económico adecuado para una vida normal.

Lo que resulta pernicioso es la tendencia a promover el "pobrismo", actitud que implica apuntar a un bajo nivel económico suponiendo que ello implicará lograr conjuntamente un elevado virtuosismo moral. Una vez aceptada la renuncia a lograr un importante nivel económico, la preparación para ganarse la vida será limitada. El individuo será dependiente de la sociedad, y del Estado, por lo que será incapaz de ofrecer una cooperación hacia otros individuos que lo necesiten. La sociedad pobre es el resultado de la irresponsabilidad, la vagancia, la corrupción o la simple desinformación de los mejores métodos para orientar la economía, pero nunca debería asociarse a una virtud generalizada.

Albert Einstein admiraba tanto a Franklin D. Roosevelt como al Mahatma Gandhi; al primero porque promovía la libertad individual a partir de una sólida posición económica, mientras que al segundo lo admiraba porque promovía la libertad individual renunciando a todo lo prescindible. Ambos promovían en cada individuo la independencia respecto de los demás, ya que de esa forma evitarían quedar atados mediante vínculos materiales para poder unirse a sus semejantes sólo mediante vínculos emocionales.

La solución ideal es aquella en la que cada individuo adopta el criterio de Gandhi; lo que ha de llevar a una disminución del consumo energético y otros inconvenientes generados a nivel planetario. Además, como factor de seguridad, debería adoptarse el criterio de Roosevelt, tratando de asegurar el futuro mediante una adecuada preparación laboral que conducirá a permitir inversiones productivas.

El pobrismo y la miseria generalizada son promovidas por los sectores de izquierda, por cuanto el ideal que los motiva es el de dirigir el Estado y desde ahí dominar a todo integrante de una sociedad miserable para dirigirlo a voluntad con premios y castigos, entregándoles una ración alimenticia diaria o negándosela en caso de desobediencia.

Si alguien piensa que tal apreciación es excesiva o inexacta, puede informarse de cómo han funcionado y funcionan los socialismos reales (no el teórico) y por qué estas sociedades fracasadas son tan promocionadas por quienes arribarían al poder en caso de materializarse el socialismo en una determinada nación.

En la Argentina actual no se combate la pobreza, sino la desigualdad. De ahí que la pobreza creciente no sea para el gobierno peronista un serio problema. Por el contrario, mientras más pobres haya, mayor ha de ser la necesidad de mendigar al Estado una ayuda de emergencia, consolidando la dependencia buscada a manera de venganza por los sectores que fueron rechazados militarmente en el pasado.

El cierre de empresas y el éxodo de empresas, capitales y gente capacitada no es un problema para el gobierno, que finge apoyar al sector productivo para no llamar la atención acerca del lento pero firme camino a la venezuelización del país.

jueves, 24 de junio de 2021

¿Debe ser la investigación científica dirigida desde el Estado?

Otra forma de establecer la pregunta sería: ¿debe ser la creación científica dirigida por políticos a cargo del Estado?. Esta forma lleva implícita una respuesta negativa, ya que, en primer lugar, toda creatividad deberá ser libre, no dirigida, por cuanto el propio creador nunca sabe si logrará éxito en su empresa, ni tampoco conoce los pasos que lo podrán llevar al mismo. Tampoco vislumbra las posibles consecuencias que seguirán en caso de alcanzarlo. De ahí que el político, que poco conoce de ciencia, será un impedimento para que tal actividad se desarrolle eficazmente en un país.

No todos los políticos han constituido impedimentos para el desarrollo científico, tal el caso de Orso Corbino, un político italiano que promovió eficazmente el desarrollo de la física nuclear apoyando, desde el Estado, al grupo liderado por Enrico Fermi. Sin embargo, fueron luego los políticos fascistas los que destruyeron al grupo al obligar a varios de sus integrantes a abandonar Italia. Gerald Holton escribió: "El grupo de Fermi no procedió conscientemente de acuerdo con un gran plan racionalmente construido. Primero, hubo que tomar la decisión concerniente a la dirección y la magnitud del esfuerzo, y hubo de ser llevada al más alto nivel de gobierno para obtener apoyo financiero y administrativo".

"Ésta es la principal significación del discurso de Orso Mario Corbino del 21 de septiembre de 1929 en la Societá Italiana per il Progresso delle Scienze, sobre «Los nuevos objetivos de la física experimental». Corbino -senador del Reino de Italia así como profesor de física experimental y director del Instituto de Física de la Universidad de Roma, en el cual trabajaban Fermi y su grupo- explicó al público, a los hombres de ciencia y al Senado, que la investigación de la física en Italia había de cambiar en dirección de la investigación de la física nuclear" (De "La imaginación científica"-Fondo de Cultura Económica SA-México 1985).

La física y las matemáticas, ciencias alejadas del conocimiento cotidiano y popular, son las menos afectadas por los regímenes totalitarios. Por el contrario, el arte, la filosofía y las ciencias sociales están al alcance de las decisiones de los políticos y corren serios riesgos de destrucción. Andrei Sajarov escribió sobre la URSS: "Las consecuencias del monopolio del Partido y el Estado son especialmente destructivas en el ámbito de la cultura y la ideología. La unificación total de la última exige cada día a cada ciudadano -desde el pupitre de la escuela hasta la cátedra universitaria- hipocresía, conformismo, mediocridad y autoembrutecimiento".

"Este ciudadano se ve obligado a representar, sin solución de continuidad, la tragicómica farsa del juramento de fidelidad, relegando al segundo plano toda consideración hacia lo concreto, el sentido común y la dignidad. Escritores, pintores, artistas, pedagogos, humanistas, todos se hallan sometidos a tan monstruosas presiones que no pueden por menos de admirarle a uno que el arte y las letras no hayan desaparecido por completo de nuestro país. La influencia de esos mismos factores antiintelectuales es más indirecta sobre las ciencias exactas y la técnica, pero no menos destructiva" (De "Mi país y el mundo"-Editorial Noguer SA-Barcelona 1976).

Otro de los peligros que ofrecen los gobiernos totalitarios radica en el apoyo indebido a pseudocientíficos adherentes al régimen, como ocurrió con Trofim Lysenko, quien intentó reemplazar la genética científica por una pseudoteoría basada en ideas afines al marxismo-leninismo, con los peores resultados posibles.

Si bien la investigación debe ser libre, cuando se desarrolla con aportes económicos del Estado, necesariamente ha de ser regulada para que los siempre limitados recursos vayan a buenas manos y no sean derrochados en la investigación de temas de poca trascendencia. Sin embargo, tal control debe ser realizado por gente idónea.

Un caso lamentable fue el de César Milstein quien fue presionado a irse del país, junto a otros científicos de valía, ante la absurda decisión de un ministro del entonces presidente Juan C. Onganía. Años más tarde logra el Premio Nobel de Medicina otorgado por sus investigaciones realizadas en el Reino Unido.

El tema de debate casi siempre se circunscribe al destino de los aportes económicos estatales. Mientras los poco conocedores del tema apuntan al apoyo exclusivo a investigaciones con aplicaciones concretas, los conocedores del tema apuntan al apoyo a la ciencia básica, investigación en la que no se sabe si ha de conducir, o no, a una aplicación concreta. Esta última situación se establece casi siempre, aunque, por lo general, el investigador de ciencias básicas no intuye ni sabe si tendrá aplicación concreta en un corto o mediano plazo.

Respecto del caso anterior, se transcriben fragmentos de una encuesta hecha por Jorge Halperín a César Milstein:

Halperín: -Creo que existen los argentinos que razonan: "La ciencia no es una prioridad. Total, podemos comprar afuera toda la tecnología que necesitamos".

Milstein: -Claro. Pero ahí hay un error garrafal y muy triste. Porque no es el problema solamente de adquirir nuevos conocimientos, sino también el de poder manejas los conocimientos. Sí, no cabe duda, yo puedo comprar todo...si tengo plata. Yo puedo agarrar y liquidar el trigo, como se hizo siempre en la Argentina. Si llueve, la tierra me va a dar una cierta producción, y, si no llueve, va a andar mal. Entonces, bueno, para que las cosas anden mejor tendré que poner irrigación, o tendré que poner granos que sean apropiados para la poca lluvia. Algo hay que hacer,

H: -Además, necesito silos.

M: -Y también ingenieros...¿qué hago? ¿importo también los ingenieros? Estoy planteando el problema en un nivel casi tonto, porque en este momento toda la vida está más tecnificada. En definitiva, para tener plata que me permita comprar todo afuera, hay que vender productos competitivos, y para eso necesito conocimientos. Gente que enseñe y gente que aprenda.

H: -El ministro Domingo Cavallo (en ese momento, aún era el titular argentino de Economía) sostiene que hay una gran cantidad de actividad científica que no debería ser subvencionada ni apoyada, porque no cumple ninguna función, y, de paso, mandó a algunos investigadores a lavar los platos. ¿Qué le parece?

M: -Bueno, yo no sé si el ministro se refería a temas de investigación o si se refería a la calidad. Si hablamos de calidad de investigación, yo estoy totalmente de acuerdo con que tiene que ser controlada. Pero controlada seriamente; no como lo hizo aquel ministro de un gobierno militar que echó a los cuatro jóvenes científicos diciendo que no daban informes.
El ministro no sabe controlar la calidad, ningún ministro lo sabe. No está en manos de los burócratas ni de los políticos. Tiene que estar en manos de los científicos. Entonces, cuando venga un científico internacional o un comité de científicos internacionales a los cuales yo les tengo respeto, y me digan que Fulano, Mengano y Perengano no están haciendo buen trabajo científico, yo se los voy a creer.
No veo por qué hay que pagarle un sueldo a alguien que no corresponde. Pero lo tienen que evaluar los que saben, no los ministros. Ahora, cuando hablamos de evaluar temas y no calidad, entonces el problema se pone un poquito más delicado.

H: -¿Por qué?

M: -Porque, en general, es muy difícil decidir cuáles son los temas que se deben investigar. Esa es una lección que los políticos no aprenden. Les gusta dirigir la ciencia, pero es una cosa muy difícil de dirigir. ¿Por qué? Porque no sabemos dónde va, porque son los científicos los que deciden adónde va, pero, a menudo, ni siquiera de una manera muy clara.
La ciencia es el arte de lo posible. No se puede decir: "Yo quiero curar el cáncer, a mí el resto no me interesa. No me vengan con las áreas de conocimientos básicos, de genes, de ADN". No se actúa de ese modo en la ciencia porque, entonces, no voy a curar nunca el cáncer.
Primero, hay que entender lo que pasa. Lo que se podía curar al tuntún, de una manera fácil, por casualidad, ya lo sabemos curar, ya aprendimos. Ahora empiezan a aparecer cosas raras que no sabemos cómo curar. No sé, lo que quiero decir con esto es que, muy a menudo, los grandes avances han venido de una forma totalmente imprevisible.
Hay un ejemplo que me gusta usar: en este momento todos hablamos de la revolución debida a la biotecnología. Bueno, ¿cómo vino eso? ¿alguien se sentó y dijo: "voy a producir una revolución en biotecnología?". No, eso vino de otra forma. La base de la biotecnología son dos técnicas fundamentales: la de los anticuerpos monoclonales, por un lado, y, mucho más general y más importante probablemente, la técnica de la manipulación genética.
Muy bien, la manipulación genética, ¿cómo vino? Vino porque un señor estaba estudiando un fenómeno raro de bacterias, un fenómeno que se llama restricción genética. Era una cuestión, si usted quiere, totalmente esotérica, un problema que preocupaba y fascinaba a los genetistas, que no tenían la menor idea de cómo funcionaba.

H: -¿O sea que, el ministro hubiera dicho: "Estamos tirando la plata"?

M: -No solamente el ministro. Lo dijeron muchos científicos. No dijeron "estamos tirando la plata", pero opinaron: "el tema de las bacterias ya no le importa más a nadie. Todo el trabajo sobre ese tema ya se hizo y no hay nada más que aprender sobre bacterias. Lo que importa ahora son las células animales". Muchos científicos decían eso. Cuando se descubrió el fenómeno, se comprendió lo que pasaba.

(De "Pensar el mundo" de Jorge Halperín-Editorial Planeta Argentina SAIC-Buenos Aires 1997)

El origen de la grieta social

Cuando una sociedad está dividida por el odio entre dos sectores y por la descalificación drástica del opositor, se establecen las condiciones apropiadas para el fracaso. Este es el caso argentino, con la grieta social entre peronismo y antiperonismo, que ha sido exacerbada por el kirchnerismo en la búsqueda de rédito político.

Si se busca un origen, debe irse hasta el pasado para encontrar en Perón y Eva los promotores principales de la grieta, con la oportuna colaboración de los "fabricantes de peronismo": la gente adinerada que se jactaba de sus riquezas olvidando un tanto cierta responsabilidad social respecto de las conveniencias de toda la sociedad.

Desde un punto de vista ético, se advierte la misma realidad observada desde otras visiones, pero se trata de mejorar todo lo que funciona mal. Por el contrario, desde el punto de vista peronista o marxista, se trata de destruir y humillar al sector opositor, considerado como único y exclusivo culpable de todos los males que nos afectan.

Para sintetizar la actitud o predisposición que produjo la severa grieta social de la Argentina, puede mencionarse un párrafo de La razón de mi vida, libro atribuido a Eva Peron:

No. Mi obra no es filantropía, ni es caridad, ni es limosna, ni es solidaridad social, ni es beneficencia. Ni siquiera es ayuda social, aunque por darle un nombre aproximado yo le he puesto ése.
Para mí, es estrictamente justicia. Lo que más me indignaba al principio de la ayuda social, era que me la calificasen de limosna o beneficencia.
Porque la limosna para mí fue siempre un placer de los ricos: el placer desalmado de excitar el deseo de los pobres sin dejarlos nunca satisfechos. Y para eso, para que la limosna fuese aun más miserable y más cruel, inventaron la beneficencia y así añadieron al placer perverso de la limosna el placer de divertirse alegremente con el pretexto del hambre de los pobres. La limosna y la beneficencia son para mí ostentación de riqueza y de poder para humillar a los humildes.
Y muchas veces todavía, en el colmo de la hipocresía, los ricos y los poderosos decían que eso era caridad porque daban -eso creían ellos- por amor a Dios.
¡Yo creo que Dios muchas veces se ha avergonzado de lo que los pobres recibían en su nombre!
Mi obra no quiere ser de esa caridad. Yo nunca he dicho, ni diré jamás, que doy nada en nombre de Dios.
Lo único que se puede dar en nombre de Dios es lo que deja alegres y contentos a los humildes, no lo que se da por compromiso ni por placer sino lo que se da por amor.

Se advierte una injusta asignación de extrema maldad a toda persona que, por distintas razones, colaboraba de alguna forma con los más necesitados. Ya sea por vocación religiosa, por sentirse útil a la sociedad o por aparentar un catolicismo auténtico, quienes realizaban tareas de beneficencia pocas veces lo harían con la maldad y la perversidad atribuida por la autora del escrito.

Mientras que el rico daba ayuda o limosna de su propio bolsillo, Eva nunca repartía de lo propio, sino que lo que daba se lo quitaba primero al sector productivo (empresarios y empleados), para juntar fondos para la Fundación Eva Perón y desde ahí redistribuirlo para efectuar una auténtica "compra de votos" (o clientelismo) que abarcó varias generaciones de peronistas.

La gravedad de todo esto implica que la animadversión contra los ricos (la oligarquía) pronto se trasladó a la clase media y a todo el que no adhiriese al peronismo. De ahí que en la actualidad el militante peronista esté convencido que el opositor es gente con excesiva maldad y perversidad, por lo cual vota siempre por los candidatos seguidores de Perón y Eva, en forma independiente a cualquier mérito mostrado o a cualquier actividad ilícita que haya realizado.

Los peronistas idolatran a Eva por haber podido lograr una inmensa fortuna (con medios del Estado) y así superar ampliamente a los "perversos oligarcas". Aplaudían rabiosamente a la que ostentaba carísimos vestidos y lucía joyas de gran valor monetario. La "abanderada de los pobres" fue ovacionada, no tanto por la ayuda social, sino por haber superado en lujo y poder a cualquier integrante de la odiada oligarquía nacional.

jueves, 17 de junio de 2021

Ateología

Ante el evidente fracaso de las religiones, cuyos efectos negativos parecen superar ampliamente sus efectos positivos, surgen dos posturas opuestas:

a) Mejorar las religiones existentes, apuntando hacia una posible unificación
b) Eliminarlas de una vez y para siempre.

La ateología es un intento por fundamentar el ateísmo de manera de limitar la influencia de las religiones hasta hacerlas desaparecer de la mente de los seres humanos. Además del fortalecimiento del ateísmo, la ateología promueve la denigración de todo lo vinculado a la religión, especialmente con interpretaciones negativas al respecto. Quizás la peor descalificación proviene de Marx cuando afirmó que "la religión es el opio de los pueblos", interpretado como "lo que adormece para hacer daño", suponiendo que toda religión ha sido un invento de las clases dominantes para dominar más fácilmente a las clases sociales sometidas.

El ateísmo juega con ciertas ventajas por cuanto, desde el presente, juzga burlonamente lo que los autores del Antiguo Testamento escribieron hace unos 3.400 años. En ese entonces predominaba la idea de la existencia de un Dios Creador que exigía obediencia a los seres humanos y que castigaba severamente toda desobediencia. Era una forma de interpretar una situación similar a la de asistir a una casa extraña en donde se deben respetar las decisiones y costumbres del dueño, y que implica una actitud de soberbia tratar de imponerle al dueño, y a otras personas, lo que deben o no deben hacer.

Así, el autor bíblico simboliza, con las figuras de Adán y Eva, la desobediencia al mandato de Dios al pretender orientarse por criterios personales dejando un tanto de lado las leyes impuestas por la deidad. Esther Díaz escribió. "La desobediencia de quienes quisieron saber tanto como Dios -para ser capaces de ejercer el mismo tipo de poder- desató la ira divina. El padre adorable se transmutó en juez detestable. Condenó a sus criaturas a la vergüenza, el trabajo, el dolor de parto, la impotencia, el sufrimiento y la miseria sexual" (Del prólogo del "Tratado de ateología" de Michel Onfray-Ediciones de la Flor-Buenos Aires 2006).

El ateísmo activo en cierta forma adopta la postura de Adán al intentar establecer gobiernos humanos en reemplazo del gobierno de Dios a través de sus leyes naturales. Los totalitarismos del siglo XX, como gran parte de los gobiernos tiránicos sucedidos a lo largo de la historia, muestran fehacientemente los resultados negativos, y a veces catastróficos, que surgen al dejar de lado las recomendaciones bíblicas y de algunas otras religiones.

El ateísmo activo pretende escudarse en el método y los resultados de la ciencia experimental. Sin embargo, a ningún científico serio se le ocurriría negar, transgredir o reemplazar alguna ley natural comprobada en forma experimental. Por el contrario, una vez conocida una ley, es aconsejable adaptarse a la misma, como lo hace el ingeniero que la aplica en cuestiones concretas.

Mientras que, desde la religión milenaria, se sugiere la obediencia a Dios para recibir su beneplácito y evitar su castigo, en la actualidad hablamos de adaptarnos a las leyes naturales para ser felices y evitar la desadaptación que nos ha de producir infelicidad, como una forma de autocastigo. Reemplazando el antiguo Dios Creador por el orden natural, como el conjunto de leyes naturales que gobiernan todo lo existente, se advierte que la religión tradicional resulta bastante más compatible con la ciencia experimental que el ateísmo activo.

Mientras que el avance del conocimiento científico limitó la validez de la religión bíblica a cuestiones emocionales o éticas, negando validez a los aspectos puramente cognitivos, tanto el fanático religioso como el vengativo ateo activo, mantienen su defensa y su ataque, respectivamente, a la religión que todo lo abarca y contempla. Michel Onfray escribió: "Odio a sí mismo, al mundo, a las mujeres y a la libertad; Pablo de Tarso agrega a ese cuadro desolador el odio a la inteligencia. El Génesis ya enseña el desprecio del saber; pues no lo olvidemos, el pecado original, la culpa imperdonable transmitida de generación en generación, es haber probado la fruta del árbol del conocimiento. Lo imperdonable consiste en haber querido saber y en no contentarse con la obediencia y la fe que Dios exige para acceder a la felicidad. Igualar a Dios en la ciencia, preferir la cultura y la inteligencia a la imbecilidad de los obedientes son otros tantos pecados mortales..."

El citado autor, enceguecido por su ateísmo, parece desconocer que la esencia de la religión bíblica es el amor al próximo y no el odio, ni tampoco el desprecio por la inteligencia. La prohibición bíblica de no reemplazar, mediante el conocimiento humano, a las leyes de Dios, al no ser respetada, produjo las grandes catástrofes sociales del siglo XX, cuando los regímenes totalitarios se establecieron como religiones paganas que ignoraron completamente las sugerencias bíblicas. Los ingenieros sociales, al ignorar elementales leyes naturales, produjeron decenas de millones de víctimas inocentes como resultado de intentar establecer su ateísmo.

Mientras que los científicos cristianos activos establecieron las bases de la física y de la astronomía (Copérnico, Galileo, Kepler, Newton, Faraday, Ampere, Maxwell), las bases de la genética (Mendel), hasta la teoría del big bang (Lemaitre), poco se sabe de científicos ateos activos que hayan establecido aportes similares. Incluso otro pueblo bíblico, como los judíos, han hecho importantes contribuciones científicas galardonadas con una importante cantidad de Premios Nobel, lo que desligitima tanto la teoría racista nazi como la ateología.

La empatía emocional parece ser el proceso de mayor relevancia respecto de la supervivencia de la humanidad, lo que implica compartir las penas y las alegrías ajenas como propias, que constituye esencialmente el mandamiento cristiano del amor al próximo. Denigrar al cristianismo equivale a desconocer también tal proceso que favorece nuestra adaptación al orden natural. De ahí que de los ateos activos se requiera la misma decencia y honradez de aquel médico que calificó de charlatán a Louis Pasteur, y que, seguro de su descalificación, pidió tragar una muestra de saliva de un perro rabioso para sostener su postura. (Finalmente le ayudó a Pasteur, sin quererlo, al aclararle que las muestras de varios días tenían atenuada su peligrosidad).

De ahí que los ateos activos decentes deberían hacer todo lo contrario al amor al prójimo, promoviendo el odio y el egoísmo. En este caso, debe reconocerse a Ayn Rand, una atea activa, quien promueve públicamente "la virtud del egoísmo". También deben proponerle a sus hijos que hagan todo lo opuesto a la ética cristiana. Deben, además, proponer al ciudadano común que sea cada vez más egoísta y más odioso, por ser la manera concreta de escapar de la "perniciosa" influencia de la Biblia.

miércoles, 16 de junio de 2021

El intercambio comercial equitativo

Los seres humanos en libertad, tienden a establecer intercambios que benefician a ambas partes. Sin embargo, tales intercambios equitativos, como gran parte de las costumbres del pasado, son puestos en discusión. Se supone que todas las generaciones anteriores vivían en el error permanente y que es necesario hacer todo lo contrario a lo que siempre se hizo. Faustino Ballvé escribió: "El hombre es incapaz de satisfacer por sí mismo todas sus necesidades. La economía de autarquía individual o autística es imposible. Jamás se ha encontrado en la vida de la humanidad esa clase de economía que sólo aparece en las utopías como la vida de Robinson Crusoe".

"Los hombres tienen que recurrir a otros hombres para obtener las cosas o servicios que les faltan, a cambio de otras cosas o servicios que pueden ofrecer".

"El intercambio -para decirlo más sencillamente, el cambio- se opera en el mercado. La familia que tiene huevos de sobra, los cambia por carne con otra familia que necesita huevos y tiene carne de sobra. Pero esto no basta. A veces una familia que tiene huevos, necesita carne que no tiene la familia vecina, pero sí tiene ésta pescado que aquella puede cambiar por carne".

"El cambio de las cosas se facilita cuando se inventa la moneda, la cual aparece primero en forma primitiva, hasta llegar a la moneda acuñada que todos usamos y conocemos. Entonces las cosas o servicios se cambian por dinero y viceversa" (De "Diez lecciones de economía"-Víctor P. de Zabalía Editor-Buenos Aires 1960).

En el intercambio equitativo, ambos intervinientes se benefician por cuanto las valoraciones subjetivas de lo que ofrecen y de lo que reciben son interpretadas en forma favorable por cada uno de ellos. Al ofrecer lo que a cada uno le sobra y recibir aquello de lo que cada uno carece, se hace evidente que se produce un beneficio simultáneo, lo que asegura la continuidad de los intercambios.

Si, como muchos aducen, en todo intercambio alguien se beneficia y otro se perjudica, entonces los intercambios comerciales estarían destinados a fracasar y a interrumpirse en el futuro, lo que a veces ocurre, pero no siempre. El citado autor escribe: "Es un error creer que el que compra una cosa quiera dar por ella un equivalente o sea que el que da mil pesos por una vaca crea que una vaca y mil pesos valen lo mismo y viceversa. En el mercado tanto el comprador como el vendedor dan menos de lo que obtienen. El que da mil pesos por una vaca es porque, para él, la vaca que obtiene vale más de los mil pesos que da. Y el que da una vaca por mil pesos es que, para él, los mil pesos valen más que una vaca. Si no fuera así no harían el cambio; cada uno de ellos se quedaría con lo que ya tiene".

Esta situación, que se repite desde tiempos inmemoriales, es descrita aceptablemente por quienes sostienen que se produce un beneficio simultáneo en los intercambios con continuidad en el tiempo. Sin embargo, muchos sostienen que es el egoísmo humano el que favorece tales intercambios, lo que implica que cada actor apunta a su propio beneficio sin apenas interesarse por el beneficio del otro, algo que niega la experiencia.

Este beneficio unilateral también se promueve, en forma inversa al egoísmo, con el altruismo, mediante el cual todo individuo debería concentrarse en el beneficio del otro aún a costa de un perjuicio propio, lo que resulta absurdo, al menos comparado con el ventajoso intercambio que favorece a ambas partes.

El intercambio equitativo resulta natural en quienes adoptan la ética cristiana, o similar. Lanza del Vasto escribió: "Ninguna economía seria se funda en el robo. El beneficio rápido y de uno solo no es perdurable".

"El juego del beneficio mutuo no es un pasatiempo facultativo ni una divertida fantasía, sino una rama importante de la Ciencia-del-Bien-y-del-Mal y constituye la ley fundamental del mundo civil, del mismo modo que la de gravitación y gravedad es la del mundo físico".

"En semejante juego gana el hombre suficientemente inteligente para no considerar el beneficio del otro como un inconveniente inevitable sino como el señuelo de una ventaja a más largo plazo; gana el hombre que siempre vela, en los mejores negocios que se le presentan, porque el otro se vaya contento para que tal vez vuelva a ofrecerle sus mercancías o su clientela" (De "Las cuatro plagas"-Editorial Sur-Buenos Aires 1961).

Los detractores de la economía de mercado aducen que el comercio es una actividad parasitaria; una intermediación que no produce algo positivo o concreto. Lanza del Vasto escribe al respecto: "Los planteos de Marx sobre los principios del comercio y sobre la razón de las ganancias llevan el sello de la misma ignorancia de la naturaleza de las cosas".

"Cuando afirma que el comerciante no tiene más función y profesión que la de vender bienes a un precio más caro del que valen, le atribuye un arte de prestidigitador o poderes mágicos de que carece".

"Si gracias a engaños burdos vive a expensas del público, cabe preguntarse cómo, desde hace cuarenta siglos y aún más que dura la maniobra, ningún hombre (exceptuado Marx) no haya descubierto sus trucos. Es falso decir que el comerciante no haya introducido ninguna modificación en el objeto que revende a un precio superior a aquél en que lo compró".

"Lo hizo cambiar de lugar.
-¡Un detalle! ¡Una contingencia!
- Sí, gran pensador, economista político, realista perfecto: ¡Un detalle!".

"El espacio y el tiempo: ¡dos detalles! (Pero, ¿no habías olvidado otro hace un momento: el Creador). Al hacer cambiar el objeto de lugar en el momento preciso, el mercader lo dotó de una cualidad nueva sin la cual sus otras cualidades nada valen: la oportunidad".

"Al haber trasladado el objeto de lugar, todo se ha cambiado. Si el comerciante ignorara, como nuestro filósofo, esta verdad, quebraría (pero los filósofos tienen la ventaja de quebrar sin advertirlo). Al llevar más rápidamente la mercancía al punto donde más se la reclama, el comerciante es el estímulo más fuerte de la circulación de bienes y el más sensible regulador de los precios".

"Su ventaja -en contra de lo que podría creerse- consiste generalmente en vender a los precios más bajos".

"La mercancía y el dinero son riquezas muertas si permanecen detenidas. Llevarlas a su destino del modo más expeditivo equivale a hacerlas vivir y ser".

"Es tan falso ver en el comercio una gordura enfermiza, una excrecencia parasitaria, como decir que el corazón que, porque no secreta la sangre que atrae a sí y despide, es un chupador de sanguijuelas y una hinchazón" (De "Las cuatro plagas").

Cuando se califica al socialismo como una economía planificada desde el Estado, puede decirse también que se trata de una economía sin intercambios y sin comercio. De ahí surge el origen de las tradicionales filas de espera socialista, que promueve millones de horas-hombre de trabajo productivo perdidas. En cada propuesta socialista en contra de la economía de mercado se puede apreciar que el remedio propuesto resulta peor que la enfermedad que se quiere subsanar.

domingo, 13 de junio de 2021

Asesinato en el Congreso de la Nación

Por Karina Mariani

"La historia de Occidente, desde la era de las polis griegas hasta la resistencia actual al socialismo, es esencialmente la historia de la lucha por la libertad contra los privilegios de los burócratas''. Ludwig Heinrich Edler Von Mises

La Cámara de Diputados de la Nación ha dictaminado el fin de la República para hundir a sus habitantes a una sociedad estamental.

Una sociedad estamental es aquella organizada en base a colectivos con determinadas condiciones económicas, legales y jurídicas que constituyen un sistema cerrado sin movilidad social. Se trata de sociedades con una jerarquía en forma de pirámide, que clasifica a la población en estratos sociales cuya pertenencia a los mismos es un derecho determinado por una condición privilegiada según una escala valorativa. Una sociedad estamental no es una República, que quede claro, en el barrio a esto se le decía Antiguo Régimen o Absolutismo. Bien, la Cámara de Diputados de la Nación Argentina ha dictaminado el fin de la República para hundir a sus habitantes a una sociedad estamental.

Esta semana, y con mayorías aplastantes que incluyen al oficialismo y a la oposición, se aprobó la Ley de Cupo Laboral Trans para conceder puestos y contratos dentro de todos los poderes del Estado al colectivo trans. Además se aprobó una ley que obliga a que existan 50% hombres y 50% mujeres en los medios de comunicación estatales y privados, condicionando el dinero que el Estado otorga a los medios a la aplicación de dicha paridad y del lenguaje inclusivo. Y también obliga a la representación de travestis, transexuales, transgénero e intersex en los medios de comunicación.­

VALORES MANCILLADOS­

­Tantos valores republicanos están siendo mancillados con estas leyes que cuesta organizar la crítica, vamos por partes:­

Merced a que vivimos sumidos en un paternalismo autoritario y demagógico desde hace unos ininterrumpidos 100 años, no somos capaces de distinguir la asistencia al infortunio de la contratación de empleados públicos. Si el Estado contrata a alguien se supone que es para que realice una tarea necesaria. O sea: el gobernante toma el dinero que extrae a los ciudadanos en forma de impuestos para pagar un servicio necesario, por ejemplo, la seguridad en la vía pública. Se trata de un servicio que la sociedad necesita y que debe estar a cargo de gente capacitada para tal fin.­

Por otro lado existe el infortunio, que la sociedad debe atender cuando sus miembros sufren una tragedia (por ejemplo un terremoto) o una discapacidad que les impide acceder a las mismas oportunidades que el resto de los ciudadanos. En estos casos corresponde que el Estado otorgue una compensación (becas, subsidios, exenciones) para mejorar la calidad de vida de los afectados.

Resulta urgente diferenciar el empleo público de la asistencia pública al infortunio. El empleo en el Estado no puede funcionar como subsidio al infortunio porque es una distorsión conceptual que confiere, al que otorga el empleo, una jerarquía estamental y arbitraria. Quienes tienen una discapacidad tienen derecho a ser asistidos pero no tienen un derecho a tener un cargo en el Estado porque el empleo público no es un derecho sino un servicio a la comunidad.

Se desprende entonces que la noción de cupo en un empleo es una aberración ya que se privilegia algún tipo de condición ajena a la naturaleza de la actividad que se desarrolla dentro de un cargo determinado. Lo que se debe priorizar en un empleo es el mérito, que puede ser intelectual o físico, que permita desarrollar mejor la actividad. Si ponemos a un ciego a dirigir el tránsito no le estamos dando un empleo, le estamos dando un subsidio, encubierto y a dedo, negándole su legítimo derecho a la asistencia en detrimento del objetivo de ese empleo que es que no choquen los autos, ¿se entiende?

­ LOS PRIVILEGIADOS­

­Ahora volvamos a la pirámide jerárquica: El hecho de que se legisle en función de colectivos (mujeres, trans) va diametralmente contra la noción de individuo como poseedor de derechos personalísimos. Se deja de lado la idea de que todos somos iguales ante la ley sin importar credos, sexos, linajes o preferencias sexuales y se aplica una agenda estamental en donde cierta jerarquía posee privilegios según pertenencia a un grupo arbitrariamente determinado (etnia, nobleza, lgbt+, etc).

Que exista una jerarquización identitaria en la ideología de las clases políticas argentinas es una traición a los preceptos de la República que dicen representar, pero es además una inconsistencia. La idea de que el género es una construcción cultural de imposición heteronormativa que debe ser reemplazada por la autopercepción es muy linda hasta que la autopercepción se transforma en política de Estado y norma excluyente de toda otra construcción alternativa.

En tales casos, ¿la autopercepción podría aplicarse más allá del género? De ser así, podríamos tener personas que se perciban capacitadas para la realización ciertas tareas (un analfabeto que se perciba ingeniero civil y pretenda construir un puente), personas que se perciban mayores de 70 y quieran cobrar jubilación o bien personas que se perciban discapacitadas aún cuando no tengan certificación de ello. ¿Debería el Estado atender a cada autopercepción o sólo va a jerarquizar las inherentes a la sexualidad? ¿Por qué los políticos priorizarían el factor sexual por sobre otros?

La paradoja de la identidad llevada al extremo debiera, en el mediano plazo, dañar las políticas de identidad gerenciadas por colectivos. Cada quien puede autopercibirse como se le cante pero esa percepción requiere de la otredad para ser efectiva. Y todos tienen el mismo derecho de percibirse y percibir a los demás lo que les venga en ganas.

­ INFINITAS MINITRIBUS­

­Si se puede entrar y salir de las identidades según la autopercepción y cada cual puede percibir al mundo según su autopercepción del momento se generarían infinitas minitribus inestables. En consecuencia, lo más sensato, para abrazar a la (tan deseada) diversidad, sería que cada quien se perciba como quiera pero no imponer jerarquías por esto y recurrir a esa señora con los ojos eternamente vendados frente las diferencias, que considera que todos somos iguales ante ella.­

Fiat iustitia, et pereat mundus (hágase justicia, aunque el mundo perezca) fue el lema de Fernando I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como la regla más importante para gobernar una nación, que sostiene que la aplicación de la justicia no debe tener en cuenta las circunstancias personales. Al ignorar esto nuestros diputados nos hunden en la barbarie jurídica donde los individuos no son personas sino engranajes de un grupo al que pertenecen y mediante normas antojadizas se da a los gobiernos la posibilidad de discriminar según su sabio capricho siguiendo una ideología tribalista que fracciona a la sociedad en estamentos.

Las regulaciones de cupos no sólo son contrarias al bien más preciado de nuestro ordenamiento, que es la igualdad ante la ley, sino que nos ponen ante un dilema científico y moral: ¿ser mujer o ser trans es una discapacidad? Si está estipulado en nuestra Carta Magna que todos somos iguales ante la ley y luego los políticos legislan normas de discriminación positiva para esos colectivos: ¿significa que la condición trans o femenina es un infortunio?

La idea de justicia para estos políticos consiste en otorgar a determinado colectivo aquello de lo que, según los diputados, carecen. Vale decir: están considerando a las mujeres y a las personas trans carenciados. Todos carenciados por igual. No interesa lo que cada uno (mujer, varón, trans) haga o desee como individuo, sus gustos, deseos, historia o proyectos, porque lo que buscan es generar una jerarquía de privilegio no basado en méritos o características personales. Juzgan a una persona por la posesión de órganos o gustos sexuales. Si esto no es discriminar se parece muchísimo. Se puede ser una mujer vaga o laburante, malévola o amorosa, valiente o cobarde, no importa porque pertenece al estamento de los discriminados positivamente y merece los privilegios de esa justicia estamental. Nadie vale por sí mismo sino por su lugar en la pirámide social: el Antiguo Régimen, no le demos más vueltas.

LEYES RETROGRADAS­

­¿A qué cosa nos van a obligar los diputados (de todo el arco político) con estas leyes retrógradas? Según lo aprobado, desde el Estado se deben promover "acciones de integración'' de las personas travestis, transexuales y transgénero en los puestos de trabajo y van a tener "Prioridad en las Contrataciones del Estado'' y en "las compras de insumos y provisiones a personas jurídicas o humanas del ámbito privado que incluyan en su planta laboral a personas travestis, transexuales y transgénero''. Asimismo el Banco Nación deberá promover líneas de crédito con tasa preferencial destinados específicamente a travestis, transexuales y transgénero.

Respecto a los medios de comunicación la regulación legisla la "equidad en la representación de los géneros desde una perspectiva de la diversidad sexual'' en los medios de comunicación audiovisual en cualquier plataforma y contempla un cupo para personas trans de cumplimiento obligatorio para los medios de gestión pública y somete a lo mismo al sector privado que desee contar con los beneficios de la pauta oficial.

Esta vigilancia de los privilegios se otorgaría mediante una especie de bula moderna intitulada certificado de equidad y para obtener este certificado los medios privados deberán elaborar anualmente un informe donde acrediten además, (para qué andar con chiquitas) el uso de lenguaje inclusivo en la producción y difusión de contenidos de comunicación además de las contrataciones ya citadas.­

El futuro es claro: los cupos basados en el género o la elección sexual en los empleos comienzan por lo público y obligan luego a las empresas privadas. Ya pasó el año pasado con la constitución de sociedades. Esto implica pedir a los aspirantes a un trabajo una declaración jurada de su autopercepción y de su orientación o actividad sexual, lo que parece una broma si no fuera una burrada. Una discriminación positiva que sostiene que las mujeres y los LGBTI necesitan del subsidio social para sobrevivir. Al final ¿las mujeres éramos una especie inferior a la que hay que amparar por ser menos capaces que los hombres? ¿Los trans son incapaces de conseguir, por alguna dificultad insalvable respecto de su ser, un trabajo por sus propios méritos?

Y siguiendo este razonamiento: ¿Por qué deben pagar los sufridos esclavos fiscales de este país el gusto sexual de otros? Se abre acá un problema de fuste: si para conseguir un trabajo tengo que asumir que soy transexual o que me percibo mujer, en un país donde la pobreza supera la mitad de sus habitantes y donde la crisis reina, y con la simple declaración de autopercepción alcanza; no se necesita mucha cabeza para ver que se trata de un rediseño estadístico. En adelante cada uno dirá que se percibe lo que dé más beneficios y listo. Quien desee un trabajo, en todas las aplicaciones deberá marcar la crucecita de trans y esta población crecerá exponencialmente.­­

EL DESEO DEL AMO­

­La institucionalización de los privilegios legales y estamentales adosados a la persona por su condición sexual o de género, más allá de sus acciones, justifica un trato desigual para aquellos que no reúnan las marcas de identidad jerárquica de la pirámide social y por tanto sean merecedores legalmente de un trato desigual. Cuando la discriminacion y la arbitrariedad se vuelve la norma se ha asesinado a la República y toda justicia pasará por el deseo del amo (político, rey, presidente, el nombre es lo de menos).

Lo sorprendente es que estamos a pocos meses de una elección legislativa en la que los bandos contendientes que han votado juntos estos yerros clamarán ser distintos y necesarios para proteger el orden constitucional... sí, los mismos que se cargaron la igualdad ante la ley.

En dulce montón, los representantes de las formaciones políticas mayoritarias enchastraron en el lodo todo el sistema que dicen defender, imponiendo además sistemas coercitivos como el chantaje de la pauta oficial o mecanismos como el adoctrinamiento del lenguaje inclusivo descartado por todos los organismos especializados. ¿Para quién legislan?­

Los privilegios son siempre a expensas de un tercero. En una sociedad donde la jerarquía estamental regula legalmente dichos privilegios no hay estado de derecho. Toda discriminación es negativa para los que no pertenecen al grupo privilegiado. Sólo 10 diputados se opusieron al proyecto de cupo trans que no encontrará obstáculos en Senadores. En cambio, en lo que se refiere a medios de comunicación, ya es ley la obligación de contratar personas en función de su sexo y orientación sexual con sólo 9 diputados votando negativamente. La Cámara de Diputados tiene 257 miembros, significa que la inmensa mayoría de sus miembros prefiere la jerarquía estamental a la democracia republicana y esta semana lo dejaron bien claro.­

(De laprensa.com.ar)

Científico social vs. Ingeniero social

Mientras que la labor del científico consiste en descubrir y luego describir leyes naturales, la labor del ingeniero consiste en aplicar el conocimiento aportado por el científico para solucionar algún problema concreto o para establecer una innovación tecnológica. En el caso de las humanidades, la labor del "ingeniero social" puede conllevar un extremo peligro, como ha sido el caso de los diversos totalitarismos.

En estos casos, varios "ingenieros sociales", que poco tuvieron en cuenta algunas elementales leyes naturales que nos rigen a nivel individual, adoptaron la perversa costumbre de diseñar sociedades para que el resto de la humanidad se sometiera y se adaptara a esos proyectos. Paul Johnson escribió: "La ingeniería social ha sido la decepción sobresaliente y la mayor calamidad de la edad moderna. En el siglo XX ha causado la muerte de millones y millones de personas inocentes en la Rusia soviética, la Alemania nazi, China comunista y otros lugares... La ingeniería social es la creación de intelectuales milenaristas que creen que pueden rehacer el universo a la luz de su sola razón" (De "Intelectuales"-Javier Vergara Editores-Buenos Aires 1990).

En lugar de científicos e ingenieros sociales, Lanza del Vasto los denomina "predicadores de la moral" y "reformadores", respectivamente, escribiendo al respecto: "Cuatro son las plagas que azotan a las ciudades humanas y los reinos desde el comienzo de los tiempos: miseria, servidumbre, guerra y sedición".

"Los pensadores preocupados por este problema se dividen en dos grupos opuestos: de un lado están los Reformadores para quienes todo el mal procede de una sociedad y de una economía mal ordenadas y que sostienen que cabe asegurar a todos y para siempre la abundancia, la libertad, la paz y la justicia con sólo que se cambie de sistema; del otro lado, los Predicadores de la moral que afirman que todas las confusiones y desórdenes provienen de la maldad y de los vicios de los hombres y que el cambio de sistema no les hará eludir el castigo que merecen".

"Nada más cierto que el cambiar de régimen y mejorar las leyes sin cambiar a los hombres ni hacerlos mejores es como barrer una estancia sin abrir la ventana; el polvo levantado (por lo menos el que no se haya tragado) volverá a caer en el suelo".

"Nada más cierto que si el hombre fuera enteramente bueno, el peor sistema -la esclavitud, por ejemplo- no tendría nada de malo. Si el amo fuera sabio y justo y el servidor abnegado y amante, ¿a quién perjudicaría la esclavitud?" (De "Las cuatro plagas"-Editorial Sur-Buenos Aires 1961).

El inconveniente mencionado es tan viejo como la humanidad. Incluso en la Biblia ha sido simbolizado con la manzana de Adán y el pecado original. Traducido al lenguaje actual puede decirse que el conocimiento de las leyes naturales permite al ser humano una plena adaptación a las mismas. Lanza del Vasto escribe al respecto: "La Biblia enseña que el pecado de Adán consiste en el mal de haber comido del fruto del conocimiento del bien y del mal".

"Comer significa tomar y degradar para que el hombre incorpore algo a sí mismo".
"Fruto significa goce y provecho".
"El pecado consiste entonces en haber incorporado a sí y degradado el conocimiento para goce y provecho".

"Adán poseía el conocimiento en toda su verde y viviente plenitud puesto que el conocimiento era un árbol plantado en el centro de su dominio. Dios no le vedaba mirar el árbol ni sentarse a su sombra. Alzado como una escalera hacia el cielo, el árbol del conocimiento estaba hecho para la contemplación y la adoración, estaba hecho para los ojos y no para los dientes. Adán no debía arrancarle el fruto para morderlo y dar con él satisfacción al vientre".

La soberbia ha sido considerada como el peor pecado capital ya que implica negarle a Dios, y a sus leyes naturales, el prioritario lugar para orientar a la humanidad. Tage Lindbom escribió: "El hombre ha sucumbido a la tentación. Ha querido ser «como dioses» y por ahí ha caído en el pecado fundamental, el mayor que existe: el orgullo espiritual, superbia".
“No es por azar por lo que el orgullo espiritual, «superbia», se menciona en cabeza de todos los pecados mortales. Es primordial en que se dirige como una acción belicosa directamente contra la orden divina. Es un desafío al mismo tiempo que una tentativa de establecer un poder, de instituir un «mundo» donde reinará el hombre y el hombre solo. Los otros seis pecados capitales, la avaricia, la lujuria, la envidia, la gula, la cólera y la pereza, no implican ese ataque directo contra la orden divina. Lo que la Biblia describe como una caída es dramático no solamente porque resulta de ello una separación entre Dios y la más elevada de sus obras creadas, el hombre. También es dramático en que el orgullo espiritual, «superbia», interviene en una situación donde se ha ofrecido una elección: obedecer la orden de Dios o seguir la propia inclinación a autoglorificarse. Es este segundo término el que el hombre ha elegido” (De “La semilla y la cizaña”-Taurus Ediciones SA-Madrid 1980).

El mayor experimento histórico de ingeniería social fue puesto en práctica por Vladimir Lenin, quien, bajo la errónea creencia marxista en la herencia de los caracteres adquiridos, aspiraba a diseñar una humanidad bajo su criterio personal. Brian Crozier escribió: “Nunca debe olvidarse que Lenin estaba convencido de que su revolución generaría un nuevo tipo de hombre –el Homo Sovieticus- cuyo comportamiento estaría inspirado por consideraciones de orden social y no personal. Su teoría de la «decadencia del Estado» se asentaba sobre este frágil y optimista cimiento ya que el Homo Sovieticus, al ser una nueva especie de hombre, no iba a necesitar el aparato coercitivo de la autoridad central y, en consecuencia, el Estado iba a resultar innecesario” (De “Teoría del conflicto”-Emecé Editores SA-Buenos Aires 1977).

viernes, 11 de junio de 2021

Los atractivos del socialismo

A pesar de los pobres resultados que ha logrado el socialismo, en los procesos electorales se advierte una importante adhesión a los candidatos que proponen un retorno a ese tipo de economía, incluso sabiendo que los propios ex-países comunistas adoptaron la economía de mercado, o capitalista. También se advierte una generalizada preferencia por el capitalismo cuando los propios promotores del socialismo, en diversos países, optan por EEUU o Europa cuando realizan inversiones personales, lugar de residencia o de turismo, universidades para sus hijos, etc., mientras que casi nunca se dirigirán a Cuba o Venezuela.

Dejando de lado las antiguas formas de producción, con pocos intercambios, debido al predominio del autoabastecimiento, podemos encontrar cuatro formas principales de producción e intercambio, que se dan en la actualidad, aunque pocas veces se establezcan en una forma "pura", sino que en toda economía real aparecen estos tipos básicos aunque predominando alguno de ellos. Tales tipos básicos serán: feudalismo, precapitalismo, capitalismo y socialismo.

En las épocas del feudalismo europeo, predomina el vínculo entre el señor y el vasallo motivado esencialmente por un intercambio de protección por libertad. Es decir, el vasallo renuncia parcialmente a su libertad con tal de sentirse protegido por el señor feudal con la ventaja de no tener que preocuparse por las penurias cotidianas. Paul Janet escribió: "Es cierto que por derecho natural ningún hombre nace esclavo de otro; pero esta sujeción puede, sin embargo, tener lugar... Una causa es una convención libre entre el esclavo y el dueño; que no se puede negar que un hombre tenga el derecho de vender su libertad por su subsistencia".

"Es por esto mismo por lo que muchos pueblos se someten a otros, viniendo así a ser los súbditos, es decir, los siervos de otros pueblos más poderosos que ellos. «La perfecta servidumbre -dice Grotius-, consiste en estar obligados a servir toda la vida a un amo, porque él atienda a las cosas necesarias a la vida del siervo, y esta sujeción, así entendida, no es muy dura en sí misma, porque la obligación perpetua en que se halla el esclavo de servir a su dueño, está compensada por el beneficio de tener asegurado para siempre de qué vivir»" (De "Historia de la Ciencia Política"-Daniel Jorro Editor-Madrid 1910).

El pacto medieval se establecía entre hombres libres, por cuanto existía la posibilidad de darle término en el futuro. Marc Bloch escribió: "Buscarse un protector, complacerse en proteger: dos aspiraciones que son de todos los tiempos. Pero no acostumbran a dar origen a instituciones jurídicas originales más que en las civilizaciones donde los otros marcos sociales flaquean. Éste fue el caso en la Galia, después del hundimiento del Imperio romano".

"Entre los débiles que se buscaban un defensor, los más miserables se hacían simplemente esclavos, obligando, con ellos mismos, a su descendencia. Sin embargo, muchos otros, incluso entre los humildes, procuraban preservar su condición de hombres libres. A semejante deseo, los personajes que recibían su obediencia no tenían, por lo general, nada que objetar. En esa época en que los vínculos personales todavía no habían ahogado las instituciones públicas, disfrutar de lo que se llamaba libertad era esencialmente pertenecer, en cualidad de miembro de pleno derecho, al pueblo gobernado por los monarcas merovingios..." (De "La sociedad feudal"-Editorial Claridad SA-Buenos Aires 2016).

Si bien se dice que el vasallo sacrificaba bastante de su libertad para recibir protección y seguridad personal, también puede decirse que se trataba de un intercambio equitativo entre trabajo brindado y seguridad recibida. Ello se debe a que en la época medieval la inseguridad del desprotegido era muy grande. Robert Heilbroner y William Milberg escribieron: "Resulta difícil para nosotros reconstruir el ambiente de violencia que prevalecía en gran parte de la vida feudal, pero un investigador nos ha proporcionado estadísticas que sirven para explicar el punto: entre los hijos de los duques ingleses, 46% de aquellos que nacieron entre 1330 y 1479 tuvieron una muerte violenta. Su promedio de vida, excluyendo la muerte violenta, era de 31 años; incluyéndola era de sólo 24 años. El campesino, aunque no era un guerrero y, por tanto, en su trabajo no estaba expuesto a los peligros de combates continuos, asesinatos, etc., era a menudo víctima de los asaltantes, indefenso ante la captura, incapaz de proteger sus posesiones en contra de la destrucción. De esta manera, es posible entender por qué incluso los hombres libres se convertían en siervos «encomendándose» a un señor feudal quien, a cambio de su subordinación económica, social y política, les ofrecía una valiosa protección militar" (De "La evolución de la sociedad económica"-Prentice-Hall-México 1999).

Incluso los mercaderes, que promueven intercambios comerciales en las sociedades feudales, caracterizadas por una economía de autoabastecimiento, viajan con escoltas armados. Los citados autores escriben: "Encontramos la primera de estas fuerzas del cambio bajo un disfraz inesperado. Se trata de una pequeña procesión irregular de hombres armados, que avanzan por uno de los caminos rudimentarios de la Europa medieval: a la cabeza del portador de un estandarte de colores, le sigue un jefe militar, después un grupo de jinetes con arcos y espadas y, por último, una caravana de caballos y mulas cargados con barriles, fardos, sacos y pacas".

El auge de los mercaderes implica el fin de la época feudal y el inicio de la economía capitalista; en realidad, precapitalista, por cuanto no siempre se establecen mercados competitivos. En la actualidad, en los países subdesarrollados principalmente, tiene vigencia tal precapitalismo, por cuanto la mentalidad antiempresarial impide la formación de un número suficiente de empresas para que exista la competencia propia de una economía de mercado propiamente dicha.

Aun cuando se establezca una economía capitalista verdadera, ésta requiere de individuos activos, con fuertes motivaciones personales que materialicen la fuerza vital necesaria para una adecuada adaptación a tal economía. Debido a que en épocas de crisis social y moral, las motivaciones personales se debilitan, poco atractivo se presenta el sistema capitalista, por lo que grandes sectores de la población aspiran a intercambiar libertad por protección. Esta vez, es el Estado el que ocupa el lugar del señor feudal, mientras que el nuevo vasallo es esencialmente vago e irresponsable.

El atractivo del socialismo presenta dos aspectos; por una parte resulta atractivo para el que tiene ilimitadas ambiciones de poder y muy pocas aptitudes para el trabajo y la producción. En el socialismo advierte la posibilidad de estar entre la clase dirigente con todas las ventajas que ello implica. Por otra parte, están los faltos de motivaciones, como se dijo antes, a los que hay que agregar los envidiosos, que aspiran a la igualdad económica pero a un bajo nivel, al cual quisieran ver a todos los por ellos envidiados.

En cuanto a las motivaciones por las cuales muchos aceptan el socialismo, puede hacerse una síntesis teniendo presente las ventajas para el interesado como las desventajas para el resto:

a) Socialista que aspira a integrar la clase dirigente: Le atrae el socialismo pensando en su futura posición de poder sobre el resto; le atrae la dependencia mental y material a la que verá sometida a la burguesía.

b) Socialista que aspira a integrar la clase proletaria: Le atrae el socialismo por cuanto ya no tendrá que preocuparse en cómo ganarse la vida por cuanto deberá limitarse a obedecer. Le atrae el socialismo pensando en los padecimientos que padecerán todos aquellos que, por el momento, lo superan, económicamente hablando.

Se observa que el socialismo es un retroceso respecto del feudalismo, ya que, mientras en el feudalismo se establecía una servidumbre voluntaria, el socialismo implica una servidumbre obligatoria, que no es otra cosa que una forma de esclavitud.

Los promotores de una aparente igualdad social o económica, que apuntan a dirigir la futura sociedad socialista, tienen en mente principalmente la desigualdad de la que ellos saldrán beneficiados y sus enemigos perjudicados.

La grieta es moral

Por Manuel Adorni

El difícil comprender que es lo que está queriendo hacer el Gobierno con el destino de Argentina. A esta altura los errores no forzados son algo prácticamente cotidiano. Vacunas que no están (o que están en brazos equivocados), declaraciones del Presidente que erosionan una porción de nuestras frágiles relaciones internacionales, Diputados quejándose de la “miseria” de sus sueldos y un país que no da más.

La semana comenzó con el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, llamando a ocupar tierras. El Jefe de Estado en un acto público y sin mucho desparpajo explicó que carece de sentido tener “tierras improductivas” cuando hay alguien que necesita un terreno. Lisa y llanamente una invitación a que quién lo crea conveniente pueda tomar lo ajeno como propio. Lo interesante es que esto no es simplemente una preocupación para aquel que con mucho esfuerzo pudo comprar una parcela en algún alejado lugar y aún no logró construir o establecerse allí, sino que también es un llamado de atención para cualquiera que se le ocurra invertir un dólar en la Argentina.

Imaginemos que mañana les parecerá bien que aquel que no tenga trabajo tome uno por la fuerza, o aquel que gane mucho, pase a ganar la mitad para que se pueda inventar otro puesto de trabajo. Mejor aún: cuando los sindicatos se convenzan que una empresa tenga que trabajar de manera diferente, la podrá tomar sin más que con algunas banderas y bombos y una dosis de prepotencia. Ese es el país que propuso la frase y que mucho daño nos hace y hará a todos. Nuevamente pone frente a frente a quienes con su esfuerzo lograron hacerse de un patrimonio (sin importar como deseen utilizarlo) y quienes pretenden vivir de ellos, sin más. No sólo quedó en eso el desatino verbal: también cuestionó las herencias. Increíblemente el Presidente puso de manifiesto sus ideas más inmorales: robarle los activos a los difuntos. Toda una novedad.

Los días pasaron también junto a varias declaraciones de Diputados nacionales. Dos de ellas se destacaron por su falta de escrúpulos. Por un lado la de la diputada Mara Brawer: “Hoy no necesitamos la vacuna de Pfizer”. Está claro que no se anotició de los más de 83.000 muertos (40.000 de esos decesos ocurridos desde que comenzamos con la accidentada campaña de vacunación), ni de la cantidad de gente que espera la vacuna. Menos aún se ha percatado que cada tres minutos muere una persona por Covid en el país. Hay algo que sí está claro: ella está vacunada.

La otra frase que hizo trizas la templanza de muchos fue la de la diputada Fernanda Vallejos: “Pero sí, que un CEO de cualquier empresa que no tiene más responsabilidad que satisfacer el afán de lucro de un privado, aún a costas del pueblo, gane más que un representante de la voluntad popular, como país, da vergüenza”.

Es llamativo que solo compare su salario y no los gastos que conlleva el funcionamiento de todo el Congreso, Honorable sitio que cuenta con más de 14.000 empleados, con una media de 35 asesores por cada legislador (algo así como lo que contratan en promedio 3 pymes en la Argentina) y solo para dar algún ejemplo más, unos 1.425 empleados en la Biblioteca del Congreso (solo superada en cantidad de empleados por la Biblioteca Nacional de China y la Biblioteca Británica). También omitió en su débil comparación mencionar nuestros records en pobreza, inflación, desocupación y miseria. Y omitió aclarar que su sueldo equivale a 10 salarios mínimos (sin contemplar adicionales, viáticos, y demás conceptos liquidables) y que también equivale a 13 jubilaciones mínimas, las que perciben el 75% de los jubilados y pensionados. Por cierto cada cuatro niños, solo uno se alimenta como corresponde. Todo esto lejos de ser responsabilidad de algún CEO, es en buena parte responsabilidad de quienes nos gobiernan y de quiénes lo han hecho durante décadas. Lo de Vallejos se suma a un sinfín de frases de su autoría (todas desafortunadas, por cierto) entre las que se destaca la esbozada poco tiempo atrás: “Argentina tiene la maldición de exportar alimentos”. Dios nos proteja.

La semana se despide con la frase del presidente Fernández (en un intento suicida por congraciarse con su colega español) más disparatada de todas: “Los mexicanos salieron de los indios, los brasileños salieron de la selva, pero nosotros loa argentinos llegamos en barco”. Más allá del análisis del significado de la frase, de su origen o de lo que piense el Presidente, está claro que Alberto Fernández no está a la altura de las circunstancias. Esto ha sido un papelón absolutamente innecesario con consecuencias imprevisibles, en un país donde lo que verdaderamente somos en realidad es una tierra con el 46% de pobreza, el 11% de desocupación, el 70% de pobreza infantil y que se encamina a tener en algún tiempo no muy lejano, más habitantes pobres que no pobres.

(De www.infobae.com)

domingo, 6 de junio de 2021

Eva Perón y la venganza contra la sociedad

Por lo general, todos hemos sufrido rechazos al pretender lograr algún objetivo social, profesional, comercial, deportivo, etc. Muchos pueden superar estos fracasos parciales mientras otros dedican sus vidas a vengarse de las personas o los sectores sociales que alguna vez los perjudicaron.

También puede darse el caso de quienes quieren vengar los males recibidos por algún familiar, como es el caso de un alumno secundario que, sin motivaciones aparentes, se burla y le falta el respeto a un docente. Luego de recibir las amonestaciones correspondientes por su comportamiento, y ante el requerimiento de explicaciones por parte del director del establecimiento educativo, el alumno responde: "Es que a mi padre siempre lo han jodido...".

Entre los años 40 y 50, del siglo pasado, el boxeador José María Gatica muestra un comportamiento antideportivo, y, además, se jacta del dinero que ha ganado. Para hacer ostentación, prende fuego un billete de alto valor para encender un cigarro. Lo que era de esperar, muere en la miseria. Un autor hace la comparación de Gatica con Eva Duarte de Perón, quien también orienta su vida a la venganza contra sectores de la sociedad que la perjudicaron en la niñez y en la juventud, situación que, con el tiempo, no pudo superar. Eva, una vez que accede al poder, hace ostentaciones de riquezas mientras que, a diferencia del boxeador, muere con mucho dinero. Román J. Lombille escribió: "En uno de mis viajes por el continente conocí a un hombre que entiende mucho de box, de psicología boxística... y me explicó el caso Gatica, sobre el que publicó un trabajo".

"Allí aclaraba el caso de ese boxeador desleal, rencoroso, que concitaba el odio del público ensañándose con el rival caído e infringiendo todas las normas. Esa era su venganza, la manifestación de su resentimiento por los años de infancia envilecida -allá en San Luis-, de lustrabotas humillado, de chango mendicante".

"El de María Eva Duarte fue otro complejo, paralelo en otra napa social. Nadie se vengó tanto (mientras fue hada bienhechora), nadie humilló tanto (mientras dignificaba), nadie atesoró tanto (mientras era dama de los humildes). ¡Afortunada ella! Se libró en vida de la ignominia que pasa el cómplice, que se salvó huyendo. Pero la muerte no redime sino al cadáver. Los hechos subsisten".

"Lo lamento por esa costurera del barrio pobre de Mataderos, que recibió una máquina de coser, regalada por la Dama de la Esperanza. Entre todos pagamos cien mil pesos por esa máquina. Los 97.000 restantes fueron invertidos en joyas y ropas para el Hada" (De "Eva, la predestinada"-Ediciones Gure-Buenos Aires 1955).

Mientras Eva era aclamada por el sector que recibía algún regalo y creía en sus palabras, era rechazada por otro importante sector de la sociedad. De ahí que el "No llores por mí, Argentina" implicó lágrimas de amor para algunos; para el resto implicó lágrimas por los padecimientos económicos y sociales iniciados por el peronismo y vigentes en un país que nunca se pudo recuperar del odio sembrado en todos los niveles de la sociedad.

El odio a los ricos se trata siempre de disimular con un aparente amor a los pobres. Es posible que, de tanto simular esa situación, se termine por creer en la existencia de una auténtica virtud, hasta el extremo de suponer que se trata de una predestinación hacia una gran obra humanitaria. Los desaires que recibe en algunos países europeos y en el Vaticano, no impiden que mantenga su creencia en cierta predestinación. El citado autor escribió: "Eva «tiene» que creer en su misión. El golpe a su orgullo ha sido terriblemente duro, pero Hernán Benítez (su confesor) la ayuda a sobreponerse. No es la primera vez, en la historia de la Orden de San Ignacio de Loyola, que el general ha estado disintiendo con el Papa. «Por fortuna -dirá el libro de Eva, al que no es ajeno el jesuita- gracias a Dios las cosas suceden de otra manera, de otra manera que unos llaman Destino y otros Providencia y casi todos atribuimos a Dios»".

"«Yo creo que, en verdad, existe una fuerza desconocida que prepara a los hombres y a las mujeres para el cumplimiento de la misión particular que cada uno debe realizar. Si esa fuerza es maravillosamente divina o ha sido puesta por Dios en la naturaleza de la sociedad o del alma humana, yo no sé si pretendo averiguarlo, pero creo que existe y que nos conduce sin forzarnos con tal que nosotros no le neguemos nuestra generosidad»".

"«Lo indudable es que esta situación espiritual es también más fecunda que la otra del azar: el que se cree hijo de la suerte no se siente obligado a nada, puesto que el azar no tiene personalidad ni puede tener exigencias de ninguna clase; pero el que se sabe hijo de un Destino o de la Providencia o de una fuerza desconocida pero de un orden superior a su vida y a su naturaleza, tiene que sentirse responsable de la misión que le ha sido encomendada»".

El peronismo adquiere, con Eva, los atributos de una nueva religión pagana; al menos en la consideración de un gran sector de la población. Habilidosos políticos logran con tal masiva creencia una masa electoral básica que resulta difícil vencer y que, según parece, podrá llevar al país a una catástrofe social nunca antes conocida.

Lombille sintetiza lo adquirido por la profetisa en su viaje a Europa: "Quinientos vestidos, doscientos tapados, entre ellos cuarenta de pieles, cuatro millones de dólares en joyas, trescientos potes de perfume, doscientos sombreros, ciento treinta pares de zapatos, ochenta baúles de ropa interior, son el saldo fructífero del viaje".

"«Yo quería ver lo que Europa había realizado en materia de obras sociales. Cada vez que se me presentó la ocasión o aun buscándola secretamente o públicamente, visité cuanta obra social me fue posible» -escribe después en su libro. De las visitas de las obras sociales europeas, efectuadas en secreto, no quedó constancia. De las visitas públicas, tampoco".

Puede llamar la atención que, siendo Eva una creyente asesorada por un sacerdote, haya orientado su vida hacia el lujo, el odio y la venganza. Su animadversión contra las personas adineradas hizo que las considerara como enemigas. Es oportuno recordar que el "amor al prójimo" carece totalmente de sentido para el egoísta y para el que odia. De ahí que tal mandamiento bíblico implica esencialmente establecer una trabajosa mejora de nuestra personalidad, de manera que llegue a tener sentido y pueda ser puesto en práctica. En el caso de Eva, se hace evidente la frecuente predisposición de intentar adaptar la religión a su perturbada personalidad en lugar de intentar adaptar su personalidad a los mandamientos bíblicos.

Debido a que el empresario es la figura central en toda economía de mercado, o capitalista, y por tener el empresario exitoso un mayor nivel económico que el resto, llega a ser un personaje envidiado por gran parte de la sociedad. De ahí la actitud antagónica del peronismo hacia el sector productivo, excepto si se trata de empresarios partidarios. La nueva religión pagana del peronismo, por ser anticapitalista y antiliberal, favoreció la decadencia económica y moral de la sociedad argentina, siendo su definitivo abandono el requisito previo a todo intento de lograr una verdadera y prolongada reversión de nuestra severa decadencia.

viernes, 4 de junio de 2021

LA ECONOMÍA PERONISTA | SALIDA DE LA CRISIS - 2/2

LA ECONOMÍA PERONISTA | APOGEO Y CRISIS - 1/2

EL GRAN SALTO ADELANTE | La masacre más grande del Comunismo

Ética y supervivencia

Se considera a la ética como la información necesaria para conducir al ser humano por la senda del bien, evitando el mal, o por el camino que conduce a la felicidad, evitando toda forma de sufrimiento. De ahí que se considere con similar importancia ambos aspectos, por cuanto debemos conocer y dominar el proceso mental que nos conduce a lograr lo positivo como a evitar lo negativo.

Como el bien y el mal, o la felicidad y la infelicidad, pueden tener distintas valoraciones, tales diferencias pueden conducir a falsas alternativas, por lo cual resulta conveniente definir los objetivos éticos con cierta precisión. De lo contrario, puede caerse en un indeseado subjetivismo. La moral será luego considerada como una medida del acatamiento a una determinada y previa ética adoptada.

Apuntando hacia una mayor objetividad, surge el concepto de supervivencia. Así, la ética es la información necesaria para conducir al ser humano por la senda de la supervivencia, evitando nuestra autodestrucción. El bien es todo aquello que favorece nuestra supervivencia mientras que la felicidad es el estado emocional que resulta luego de haber encontrado el camino del bien. Debido a que todos los seres humanos estamos sometidos a las mismas leyes naturales, puede decirse que tal supervivencia implica no sólo a la humanidad sino también a cada individuo que la integra.

Este último requisito, que puede parecer un tanto obvio, es de gran importancia por cuanto importantes sectores de la humanidad, simpatizantes del socialismo, admiten sin inconvenientes que los asesinatos masivos contra opositores, en la URSS y China, fueron "necesarios". Adoptan una postura similar a la observada en las hormigas o las abejas, colectividades de insectos en las cuales resulta prioritaria la supervivencia del conjunto siendo secundaria la supervivencia de cualquiera de sus integrantes.

Si bien resulta difícil imaginar una completa autodestrucción de la especie humana, ya que en cualquier parte puede sobrevivir un nuevo Noé que la regenere, debe considerarse una supervivencia completa y no sólo parcial. Si consideramos que el ser humano debe desarrollarse en sus tres dimensiones, física, emocional e intelectual, cuando se limitan severamente estas últimas, como ocurre en la actualidad en muchos países, puede decirse que existe una autodestrucción de gran parte de nuestra esencia humana. De ahí que toda falla moral pueda asociarse a alguna forma de mutilación de nuestra personalidad.

A partir de este punto de vista, se le puede dar sentido a la expresión "perseverar en nuestro ser" que aparece en la "Ética" de Baruch de Spinoza, en donde se advierte la vinculación existente entre ética y supervivencia. Al respecto escribió: "El esfuerzo con que cada cosa trata de perseverar en su ser, no es sino la esencia activa de esta cosa. Tal esfuerzo cuando se relaciona sólo con el alma se llama voluntad; pero cuando se relaciona a la vez con el alma y con el cuerpo, se llama instinto. El instinto no es pues otra cosa que la esencia misma del hombre; y de la naturaleza de dicha esencia se sigue necesariamente lo que sirve para su conservación".

"Por virtud y poder entiendo la misma cosa; es decir que el esfuerzo de las cosas en conservarse a sí mismas es su esencia verdadera. La virtud, en cuanto se relaciona con el hombre, es la propia esencia o naturaleza del hombre, en cuanto tiene el poder de hacer algo que sólo se explica por la necesidad de su naturaleza".

"Hay muchas cosas fuera de nosotros que nos son útiles y que, por tanto, debemos anhelar. Pero es claro que entre ésas son las más valiosas las que coinciden absolutamente con nuestra naturaleza. Así, cuando se asocian dos individuos de naturaleza completamente idéntica, forman una individualidad de doble poder que la del individuo aislado. Para el hombre nada es, pues, más útil que el hombre; nada más valioso pueden desear los hombres que la conservación de su ser que la coincidencia de todos en todo, de manera que el cuerpo y el espíritu formen un solo cuerpo y un solo espíritu, y todos se esfuercen en lo posible por conservar su ser y buscar al mismo tiempo el bienestar común y propio" (Citado en "Spinoza" de Carl Gebhardt-Editorial Losada SA-Buenos Aires 1977).

El planteamiento de una ética natural es el paso más importante para establecer luego nuestra adaptación al orden natural; adaptación que implica nuestra supervivencia individual y colectiva. Tal adaptación cultural, como proceso que prolonga la adaptación biológica, materializa o involucra todo lo que se conoce como cultura y civilización.

La ética natural, que contempla tanto la tendencia a la cooperación como a la competencia, se sintetiza en la empatía emocional por la cual compartimos las penas y las alegrías ajenas como propias. La síntesis entre ética bíblica y psicología social emerge como la ética adecuada para la supervivencia de la humanidad y de cada uno de sus integrantes.

Adviértase que una ética natural ha de estar expresada en forma accesible al ciudadano común, y esta accesibilidad ha de depender de la sencillez del concepto de empatía emocional, como nuestra capacidad para compartir estados emocionales ajenos. Acentuando tal capacidad y predisposición empática, lograremos orientar nuestra vida hacia el objetivo adaptativo. De ahí que toda propuesta ética que no reúna tal característica, siendo entendible sólo por una minoría, pocas posibilidades tendrá de alcanzar el objetivo de la supervivencia.