lunes, 30 de octubre de 2023

Los principios de la ciencia

Es posible encontrar en los principios de la ciencia un punto de partida objetivo que también sirve para el conocimiento en general, y que puede emplearse también en filosofía y religión. Si esos principios se pueden confirmar, aunque sea en forma indirecta, se habrá dado un paso importante para una futura unificación del conocimiento, que más tarde podrá orientarnos hacia una unificación cultural que conduzca a una reducción de los conflictos entre naciones, religiones, sistemas políticos y sectores antagónicos en general.

Los principios referidos son dos:

1- Todo lo existente está regido por leyes naturales causales.
2- Las leyes naturales son invariantes en el tiempo y en el espacio.

Una vez admitidos estos principios, se deduce en forma inmediata que debemos adaptarnos a dichas leyes en lugar de adaptarnos a distintas propuestas humanas que ignoran a las mismas.

Debido a que muchos de los átomos que componen nuestro cuerpo han sido formados en el pasado en el interior de una estrella distinta del sol, las leyes de la física también tienen incumbencia en la biología, además de las leyes propias que rigen nuestras conductas individuales.

Si bien estamos habituados a observar un universo y formas de vida cambiantes, debemos tener presente que tales cambios se producen debido precisamente a estar regidos por leyes invariantes, siendo el mismo caso del ajedrez; existe una posibilidad casi infinita de partidas posibles debido precisamenete a estar reglamentado por reglas del juego precisas e invariantes.

También estamos habituados a leer que "tal ley de la física fue superada por tal otra". En realidad, cuando Einstein establece su ley de gravitación universal de mayor alcance que la ley respectiva de Newton, tal proceso se interpreta como que la ley de Einstein es una mejor aproximación que la ley de Newton respecto de la ley de gravitación universal propiamente dicha (que no está escrita en ninguna parte). La ley natural humana (lo que produce la ciencia experimental) es la descripción de la ley natural propiamente dicha.

La invariabilidad de la ley natural comienza a advertirse a partir de Galileo Galilei, quien observa con su telescopio que las sombras sobre la superficie lunar siguen las mismas leyes que en la Tierra, lo que constituye un indicio de que el mundo estelar no es demasiado distinto al terrestre. Luego se conocerá como “principio de Galileo” al que afirma la universalidad de las leyes de la naturaleza. Abdus Salam escribió: “Al-Biruni, que yo sepa, fue el primer físico que declaró explícitamente que los fenómenos físicos producidos en el Sol, la Tierra y la Luna obedecen las mismas leyes”.

“Este era uno de los «argumentos» que ocupó los espíritus de los hombres de la Edad Media. Evidentemente no podría haber una ciencia universal si las leyes básicas dependieran del lugar en que estuviéramos situados en el universo o del momento en que hiciéramos los experimentos”.

“Esta idea engañosamente simple constituye la base de toda la ciencia tal como la conocemos. Lo mismo formuló y demostró independientemente Galileo seiscientos años después. Galileo empleó su telescopio (importado de Holanda) para observar las sombras proyectadas por los montes de la Luna. Al correlacionar la dirección de las sombras con la dirección de la luz solar, Galileo pudo afirmar que las leyes que producen la sombra eran las mismas en la Luna que en la Tierra. Esta fue la primera demostración del principio fundamental –conocido ahora como la «simetría de Galileo»- que afirmaba la universalidad de las leyes de la física” (De “La unificación de las fuerzas fundamentales”-Editorial Gedisa SA-Barcelona 1991).

De la misma manera en que Newton pone a prueba las leyes básicas de la mecánica al describir el comportamiento del sistema solar, los astrónomos y astrofísicos, aplicando las leyes de la física conocidas, comprueban que tienen validez en el inmenso espacio del universo y para prolongados periodos de tiempo. Esta parece ser la mejor comprobación de los principios de la ciencia antes mencionados.

Max Planck aduce que el científico, basado en la fe en la existencia de un orden natural, adquiere la fuerza anímica necesaria para afrontar las adversidades que la vida le presenta. La fe del científico no resulta demasiado distinta a la fe del religioso cuando ambos advierten la existencia de un orden natural o de un Dios que ha impuesto sus leyes a todo lo existente. Ante una pregunta acerca de si la ciencia puede ser un sustituto de la religión, Planck responde: “Para una mente escéptica en modo alguno, pues la ciencia exige también espíritus creyentes. Cualquiera que se haya dedicado seriamente a tareas científicas de cualquier clase se da cuenta de que en la puerta del templo de la ciencia están escritas estas palabras: Hay que tener fe. Ésta es una cualidad de la que los científicos no pueden prescindir”.

Respecto de la obra de Johannes Kepler, Planck escribió: “Estudiando su vida es posible darse cuenta de que la fuente de sus energías inagotables y de su capacidad productiva se encontraba en la profunda fe que tenía en su propia ciencia, y no en la creencia de que eventualmente lograse llegar a una síntesis aritmética de sus observaciones astronómicas; es decir, su fe inextinguible en la existencia de un plan definido oculto tras el conjunto de la creación. La creencia en ese plan le aseguraba que su tarea era digna de ser continuada, y la fe indestructible de su labor iluminó y alentó su árida vida”. (De “¿Adónde va la ciencia?”-Editorial Losada SA-Buenos Aires 1961).

sábado, 28 de octubre de 2023

Ética de la persuasión vs. Ética del deber

En el origen de las éticas propuestas aparece un proceso que puede sintetizarse en la siguiente expresión:

Si haces tal cosa, te ocurrirá tal otra

Esto proviene de la natural y universal causalidad por la cual los efectos siguen a sus causas. Siendo la ética una forma de teoría del comportamiento humano mientras que la moral es la práctica concreta, que puede o no seguir a la ética sugerida, en su forma original adopta la forma de una "ética de persuasión" a partir de una sugerencia propuesta por un observador del accionar humano.

Los teóricos de la ética, en tiempos remotos, al pensar en las posibles intervenciones de Dios en los acontecimientos humanos, no les resultaba difícil aceptar que sus conocimientos provenían de Dios y, por lo tanto, las sugerencias éticas habrían de adoptar la forma de órdenes o mandamientos que provenían de Dios, sintiéndose los teóricos simples intermediarios.

El mandamiento del amor al prójimo, en el lenguaje causal, quedaría de la siguiente forma: Si compartes las penas y las alegrías ajenas como propias, entonces serás feliz (y posiblemente obtendrás la vida eterna).

Por lo general, los autores de libros sobre ética, se limitan a enunciar características que habría de tener una ética universal, mientras casi nunca mencionan la ética de validez universal sugerida en la Biblia. Otros, rechazan la posibilidad de una tal ética y adhieren al relativismo moral. Otros, ignorando la existencia de una predisposición o actitud caracteristica, discuten diversas situaciones posibles mientras que tampoco establecen orientaciones éticas concretas. Mario Bunge escribió al respecto: "Consideran la ética como un muestrario de opiniones, arbitrariedades y utopías de pensadores ilustres" (De "Ética y ciencia"-Ediciones Siglo Veinte-Buenos Aires 1960).

La ética del deber propiamente dicha aparece en el ámbito de la filosofía, como es el caso de Immanuel Kant, incluso priorizando el deber sobre las consecuencias o efectos de determinadas conductas. "Para Kant, la moralidad es un asunto serio. Implica optar por los deberes, no por los deseos; el principal rasgo distintivo de la acción moral son los motivos y no las consecuencias. La moralidad no consiste en hacer lo que surge con naturalidad, sino en resistirse a lo que surge de manera espontánea".

"Kant no estaba de acuerdo con lo que había oído sobre el utilitarismo, y pensaba que la moralidad raras veces tenía algo que ver con la felicidad". "Kant comenzó por preguntar qué es lo que distingue una acción moral de otra no moral. Concluyó que una acción moral es aquella que se hace por sentido del deber, más que siguiendo inclinaciones o haciendo lo que queremos" (De "Ética para todos" de D. Robinson y C. Garratt-Ediciones Paídós Ibérica SA-Barcelona 2005).

Puede decirse que, al existir una moral natural, regulada por la empatía emocional, existe una vinculación estrecha entre moralidad y felicidad. Incluso hasta puede decirse que el nivel de felicidad logrado por las personas es una medida del grado de moralidad alcanzado. Si la moral, como proceso que nos orienta hacia el logro del bien y el rechazo del mal, produjera infelicidad, o fuese neutral en ese aspecto, careceríamos de los estímulos necesarios y el propio orden natural sería indiferente ante nuestro comportamiento.

Kant no menciona concretamente cuáles han de ser los deberes que propone, ya que sugiere una ética vacía de contenido (o formal) que puede "llenarse" aún cuando los deberes no son impuestos por el orden natural, sino por seres humanos. Daniel Muchnik y Alejandro Garvie escribieron: "En la cosmovisión que sería piedra angular de la consolidación del orden burgués, la filosofía moral kantiana contiene un elemento perturbador: la obediencia a las leyes por parte del ciudadano debe ser incondicional de la misma forma que la obediencia del soldado hacia su superior. Y este resquicio es la rendija por la que se coló el horror del nazismo. El propio jerarca nazi Adolf Eichmann (1906-1962) en su juicio alegó -citando a Kant- que él obedecía a un orden legal y a una jerarquía superior a la que no podía contradecir por principios morales: «Habiendo asumido la exigencia kantiana como principio rector desde largo tiempo atrás, estructuré mi vida según esa exigencia»".

"Es decir, que el sistema moral kantiano posee un lado «ciego» por el cual se podrían haber filtrado las peores atrocidades del siglo XX" (De "El derrumbre del humanismo"-Edhasa-Buenos Aires 2006).

jueves, 26 de octubre de 2023

Balotaje, neutralidad y ego argentino

Ante la presente situación política por la cual debemos elegir entre un candidato (Massa) que seguramente prolongará la tremenda crisis económica y social, por una parte, y un candidato (Milei) caracterizado por el maltrato verbal hacia toda disidencia, debemos tratar de llegar a la mejor alternativa para la nación.

Mientras que, bajo el mando del primero, como Ministro de economía, existe una duplicación de precios cada 6 meses, el economista Milei es, seguramente, el mejor candidato de los dos en vista a revertir la severa crisis económica.

En el caso de Milei persiste en muchos cierto resentimiento y rechazo por haber padecido algún maltrato verbal y de ahí que enarbolan la bandera de la neutralidad política, ante el próximo balotaje, lo que conduce, como efecto inmediato, a una casi segura victoria de Massa, con la continuidad del proceso de venezuelización o cubanización de la Argentina.

Es oportuno mencionar el caso de muchos franceses que acudían voluntariamente, desde la Argentina, en defensa de su patria en la época de la Primera Guerra Mundial. Arriesgaban sus propias vidas evidenciando el predominio del interés por su nación. Esta actitud no parece compatible con el ego de muchos argentinos que prefieren ver convertida a la Argentina en una gran villa miseria con tal de evitar de votar a favor del "loco Milei".

Entre los chistes respecto de nuestro ego, tenemos el siguiente: ¿Qué hace un argentino para suicidarse? Se sube a su ego y desde allí se arroja.

En mi caso particular, alguna vez escribí en Twetter algo que delataba mi preferencia por la dupla Bullrich-Melconian. Eso fue suficiente para que Milei me bloquera en esa red social. Faltaba más de un año para las elecciones, por lo que había tiempo para que yo cambiara de opinión. Como Milei no acepta ninguna disidencia, con el bloqueo pareció decirme: "no necesito tu voto y no quiero que intervengas ni leas mis publicaciones".

Si bien un bloqueo como el mencionado no es lo mismo que recibir un insulto con muchos testigos, con mi ego algo afectado, voté por Bullrich en las PASO (Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias). Luego pensé que Milei estaba mejor capacitado para orientar la economía y por él voté en las elecciones presidenciales, pensando más en la nación y en todos los argentinos, dejando de lado mi ego personal atacado.

Resulta necesario que muchas personas, más afectadas que yo por las invectivas de Milei, tuvieran presente que Massa es MUCHÍSIMO MÁS PELIGROSO que Milei y que la nación y la integridad de nuestra sociedad debe estar por encima de nuestros egos heridos y que una muestra de patriotismo implica dejar de lado los improperios de un personaje con atributos poco aconsejables para dirigir una nación.

Tengamos en cuenta que tanto el Congreso como la Constitución Nacional serán los límites que Milei tendrá para sus decisiones, por lo cual varios de sus proyectos no serán realizables, y así se disiparán todas las dudas que rondan por nuestras mentes.

Realmente penosa fue la actitud de varias figuras representativas de la Unión Cívica Radical, ya que hicieron un llamamiento a sus correligionarios a votar por Massa, lo que equivale a un llamado a incendiar el país. Esta vez los ego personales superaron ampliamente un dudoso patriotismo, cuando en realidad mostraron que los intereses sectoriales y personales superan los intereses de toda la sociedad. La severa crisis moral que nos afecta hace que tales actitudes hayan sido casi normales.

martes, 24 de octubre de 2023

Acerca de Adam Smith

Se considera a Adam Smith como el fundador de la ciencia económica. Al escribir la palabra "ciencia" se entiende que se trata de una descripción de algo perteneciente al mundo real y que está regido por leyes naturales invariantes. Esto implica que se trata de la obra de Dios, o de la naturaleza, asociada al proceso de la evolución natural.

La economía natural es aquella que se produce en forma espontánea, mientras sus actores deciden sus intercambios en forma voluntaria y libre. Por el contrario, a un sistema económico "artificial" (como ocurre bajo los sistemas totalitarios) no corresponde incluirlos como "ciencia", en forma independiente de sus resultados. Por lo general, todo proceso natural tiende a ser más eficaz que un proceso artificial. Las economías dirigidas desde el Estado entrarían en la categoría de "tecnologías económicas", o "ingeniería social", en lugar de ciencias económicas.

La ciencia económica describe el proceso del mercado, en donde los intercambios duraderos se logran cuando ambas partes intervinientes se benefician simultáneamente, mientras que se interrumpen cuando una o ambas se perjudican. Subyace a esta condición una competencia constructiva entre productores y también una competencia constructiva entre consumidores, siendo los precios de mercado una guía que brinda la información necesaria para la producción y el consumo.

La necesidad de los intercambios surge de una previa especialización (o división) del trabajo, advertida por Smith como un requisito importante, que no era tan evidente en su época y mucho menos en el pasado.

Para optimizar el sistema, es necesaria una base ética elemental. De lo contrario, el sistema estará alejado de sus mejores posibilidades. Tanto los estímulos como la laboriosidad de los actores, resultan imprescindibles para su mejor funcionamiento. Así como alguien dijo: "Si has de enseñar matemáticas a Juan, debes saber tanto de matemáticas como de Juan", en este caso podemos decir: "Si has de enseñar economía, debes saber tanto de producción y de intercambios como de los atributos personales de productores y consumidores".

Este conocimiento del comportamiento humano estuvo presente en la mente de Adam Smith, quien había escrito un libro titulado Tratado de los sentimientos morales. La optimización de la economía natural se deberá buscar, en lo sucesivo, en una adaptación de todo individuo al proceso del mercado, consistiendo tal adaptación en la misma adaptación que requiere nuestro comportamiento social, esencialmente basado en la búsqueda de una mayor empatía emocional.

Daniel Muchnik y Alejandro Garvie escribieron: "Para el filósofo y economista Adam Smith (1723-1790), las limitaciones morales del hombre están expresadas en su Tratado de los sentimientos morales (1759), dando un ejemplo de cómo hubiera reaccionado un ciudadano londinense ante una catástrofe en la China. Al conocer una terrible calamidad natural seguramente haría tristes reflexiones acerca de la fragilidad de la vida humana y una vez que estos humanitarios sentimientos se hubieran expresado, retomaría sus negocios o su vida de placer, procedería a descansar o a divertirse, con la misma naturalidad y tranquilidad que si no hubiera ocurrido nada. Sin embargo, el desastre más frívolo que le ocurriera en su vida personal le produciría una congoja infinitamente mayor".

"De esta manera, Smith destacaba el egocentrismo como una fuerte particularidad en la naturaleza del hombre. El desafío moral y social básico que esto planteaba a la sociedad capitalista era el de sacar el mayor partido a las posibilidades que existían dentro de esa restricción, en vez de desperdiciar energías en un intento por cambiar la naturaleza humana".

"Tomando otro camino, el padre del liberalismo económico trató de determinar la manera en que los beneficios morales y sociales deseados podrían producirse de la manera más eficiente, a pesar de contar con este dato «dado» de la naturaleza egoísta".

"Es claro que una sociedad no puede funcionar humanitariamente, ni de ningún otro modo, cuando cada persona actúa como si su satisfacción personal fuera más importante que la vida de otros millones de seres humanos".

"En la práctica, las personas en muchas ocasiones «sacrifican sus propios intereses en aras de los intereses mayores de otros», de acuerdo con Smith, pero esto se debería a factores intermedios como la devoción a los principios morales, a los conceptos de honor y nobleza, y no por amor al prójimo como a uno mismo".

"En su obra clásica La riqueza de las naciones (1776), Smith fue más lejos. Los beneficios económicos logrados por la sociedad no formaban parte de la intención de los individuos, sino que surgían sistemáticamente de las interacciones del mercado, bajo las presiones de la competencia y los incentivos del lucro individual. En sus análisis tanto morales como económicos, Smith dependía más de los incentivos que de las disposiciones personales para alcanzar un objetivo".

"De este modo, el egoísmo, el Mal, que residía en la naturaleza del hombre debía ser «canalizado» por las instituciones políticas y, sobre todo por incentivos del sistema de libre mercado" (De "El derrumbre del humanismo"-Edhasa-Buenos Aires 2006).

lunes, 23 de octubre de 2023

Massa vs. Milei

Ante la desastrosa situación económica y social existente en la Argentina, era poco esperable (suponiendo que la mayoría de la población tema la miseria y la inseguridad extremas) que los votantes apoyaran al candidato del partido gobernante, Sergio Massa. Dicho candidato estuvo cerca de ganar la presidencia en primera vuelta, ya que le faltó alrededor de un 3% de los votos para concretarlo.

Debido a que, quizás, sectores del radicalismo y del catolicismo voten en segunda vuelta por Massa, es posible que el futuro presidente sea, nada menos, que uno de los principales responsables del aumento de la inflación y de la pobreza extrema. Esta posibilidad se debe a la opinión adversa y descalificación permanente, por parte de Javier Milei, del radicalismo y de Jorge Bergoglio. Al menos tales sectores nunca votarían a favor de Milei, ya que fue tan exitoso en la conquista de votos a favor como en la forma de ahuyentar votos de varios sectores. Incluso cometió el serio error de considerar, como el mayor culpable de la decadencia argentina, al radicalismo en lugar del peronismo.

Llama la atención, además, que importantes medios periodísticos, tradicionalmente democráticos, como La Nación, se hayan sumado a la campaña de desprestigio y degradación de Milei, lo que condujo al crecimiento del candidato peronista. Si bien puede un periodista no tener simpatía por un candidato, debería al menos mantener cierta neutralidad ante la evidente posibilidad de ser funcional a un personaje siniestro que comanda parcialmente una verdadera mafia enquistada en el poder.

Entre los factores del crecimiento de Massa aparece la masiva compra de votos que le permitió su actual función de Ministro de Economía, ya que redujo algunos impuestos sin reducir gastos, permitió el ingreso al Estado de miles de partidarios, repartió dinero en cantidades fabulosas a costa de imprimir billetes aumentando la inflación y la pobreza extrema. Pero, como el argentino típico sólo piensa en su propio interés inmediato, y nada le interesa el país, acepta gustosamente toda ventaja personal aunque sepa que se trata de algo esencialmente delictivo.

La propaganda de Massa se basaba, entre otros aspectos, en mencionar que se "hizo cargo" de "la mayor deuda pública contraída en la historia por un país". Se refería a la deuda de Mauricio Macri contraída con el FMI, que actualmente representa en 10 u 11% de la deuda total argentina, inferior al aumento de la deuda contraída durante el actual gobierno peronista. Para la efectividad de tal mentira necesitó el valioso silencio de Macri y su sector, ya que "el que calla, otorga".

Entre los posibles errores de Milei aparece la dudosa efectividad de una futura dolarización, como si todos los problemas morales de la población fueran a solucionarse a través de tal proceso. Si bien podrá solucionar algunos problemas económicos, lo principal será reducir drásticamente el gasto público, algo que tiene previsto.

El cierre del Banco Central, propuesto por Milei, no sería necesario si fuese administrado eficazmente. De todas maneras, si lograra cerrarlo, estableciendo la dolarización de la economía, seguiríamos teniendo como Banco Central al de los EEUU. Estos procesos, y sus efectos, si bien sólo son accesibles a los economistas, presentan ciertas dudas a los ciudadanos comunes, ya que en las propuestas de Milei se destaca siempre una actitud de destrucción, antes que de reparación, lo que a veces es mal interpretado por la sociedad.

La propuesta educativa de Milei implicaría un serio trastorno, con el sistema de váuchers, ya que, por lo general, los alumnos concurren a escuelas públicas cercanas a sus domicilios, por lo cual la posible elección de una mejor escuela resulta poco práctica. No toda la sociedad debe ser adaptada al mecanismo del mercado, sino que principalmente la economía debería serlo. Si bien esta propuesta no implica eliminar la educación pública, la mentirosa oposición ha proclamado en todas partes que "Milei propone la destrucción de la educación pública".

Los "peligros" atribuidos a Milei se verían limitados por el Congreso y por la Constitución Nacional, por lo que, de no ganar la presidencia, no parece posible que Massa vaya a hacer exactamente todo al revés de lo que hizo hasta ahora. Massa resulta ser el típico politiquero argentino, que aspira llegar a la presidencia de la nación como un objetivo personal, mientras que poco o nada le interesa el destino de la nación.

A continuación se transcribe un artículo al respecto:

AHORA HAY SÓLO UNA OPCIÓN

Por Santiago González

El escenario político ganó en nitidez, y la reducción de la incertidumbre siempre es un alivio. Si antes de la elección del domingo La Libertad Avanza era una de las opciones disponibles para revertir el descalabro argentino -probablemente la más audaz, la más drástica-, a partir de hoy es la única.
En un comicio limpio y sin incidentes, los votantes sacaron del juego a la coalición de macristas y radicales, asestando un castigo previsible (este cronista lo vaticinó en su cuenta de Twitter en marzo pasado, y nuevamente en mayo) a su arrogancia y su torpe campaña de manipulación de la opinión pública, señales inequívocas de desprecio por la gente.

MERECIDA REPRIMENDA

Las huestes de Javier Milei deberían tomar nota, porque también su sigla recibió una merecida reprimenda: su nivel de respaldo no ascendió una décima desde las PASO hasta ahora.
Sus dirigentes no aprovecharon ese lapso para dar algún tipo de carnadura a su oferta y prefirieron entregarse a la hipnosis de un triunfo en primera vuelta y a los fuegos de artificio apocalípticos. Milei desperdició su intervención en los debates, y su cierre de campaña fue desastroso.
Debería prestar más atención a su compañera de fórmula, que no cometió un solo error en toda la campaña y supo responder con firmeza y elegancia a los violentos ataques de que fue objeto.
Quizás los votantes fueron más benévolos con los libertarios que con los cambiemitas en atención a su condición de recién llegados a la política.
De aquí al balotaje, las fuerzas del cielo tendrán que descender a la tierra, describir su oferta de manera más precisa, y aprender aceleradamente las artes y mañas de la política, si es que quieren atraerse el respaldo de los votantes huérfanos del macrismo.
En ese empeño se van a encontrar con la competencia de Sergio Massa, que emerge de esta elección como nuevo líder de la variopinta familia peronista: el kirchnerismo ya es apenas un recuerdo, incluso para su propia conductora como lo reconoció ella misma al depositar su voto.

EXCEPCIONALIDAD ARGENTINA

Que Massa, presidente de facto de una inflación de tres dígitos, haya sido el candidato más votado añade un nuevo y curioso capítulo a la historia de la excepcionalidad argentina que sorprende a los eruditos de la politología.
Massa y Milei representan posiciones opuestas y extremas respecto del manejo de la cosa pública, pero en las próximas semanas ambos deberán desplazarse hacia el centro para conquistar a esa franja ciudadana que no optó ni por uno ni por otro.
Massa ya habló de encarar un gobierno de coalición, con la mirada puesta en ciertos radicales sin simpatías por Mauricio Macri y en ciertos peronistas sin simpatías por los Kirchner. Macri también hizo saber de antemano sus coincidencias con Milei. Seguramente ofrecerá su apoyo a los libertarios, lo que le servirá a él personalmente para desembarazarse de los radicales que no lo quieren (que son más que los que quieren a Massa), pero ese apoyo no va a ser gratis.
Costumbres de la casta que el libertario deberá ir aprendiendo con cierta premura. Todo queda para noviembre. Las presiones sobre el dólar, que eran acicateadas desde la política, probablemente habrán de ceder. Otro alivio.

(De www.laprensa.com.ar)

sábado, 21 de octubre de 2023

Espiritualidad y Ética

Es frecuente encontrar personas que distinguen entre "espiritualidad" y "ética", ya que disocian ambos conceptos y de esa forma eluden la necesidad de cumplir con el "Amarás al prójimo como a ti mismo". La gravedad del caso es que ni siquiera aceptan haber despreciado el principal mandamiento ético que aparece en la Biblia, sino que incluso pretenden ocupar un lugar preeminente, por encima de los simples y vulgares "seres humanos naturales", a quienes consideran casi en el límite de la animalidad.

Al considerar al bien y al mal asociándolos al espíritu y al cuerpo, respectivamente, consideran que, si se interpreta el amor al prójimo en base a la empatía emocional, implica asociar el bien a un aspecto vinculado al cuerpo, por lo cual se rechaza tal interpretación drásticamente, anulando de esa forma el principal principio de supervivencia humana y la esencia de la ética bíblica. René Descartes escribió: "Las cosas que concebimos clara y distintamente ser sustancias diferentes, como concebimos el espíritu y el cuerpo, son en efecto sustancias distintas, y realmente distintas unas de otras" (De "Meditaciones metafísicas"-Aguilar Argentina SA de Ediciones-Buenos Aires 1982).

La espiritualidad se asocia a lo sobrenatural, a un mundo paralelo en el cual se mantiene cierto vínculo directo con un Dios con atributos humanos, interpretando el mandamiento del amor al prójimo de una manera por la cual se desciende desde las alturas supuestas al nivel de los simples mortales que requieren de la orientación de los seres superiores conectados con Dios. Miguel Ángel Fuentes escribió: “Conocemos de Dios no sólo su existencia sino sus atributos o cualidades, su esencia íntima (es un solo Dios en tres Personas distintas, es decir es Trinidad), conocemos su plan de salvación sobre los hombres (revelado en la Sagrada Escritura, particularmente en el Nuevo Testamento)”.

“Científicamente alguna de estas verdades no son alcanzables pues sobrepasan la capacidad de nuestro intelecto; estas verdades superiores a nuestra potencia natural son denominadas «misterios intrínsecamente sobrenaturales», y como tales sólo pueden ser conocidos por Dios y por aquél a quien Dios quiera manifestarlos (= revelarlos o des-velarlos). Tal es el caso del misterio de la Trinidad, del pecado original, de la Encarnación de Dios (Jesucristo) y su obra salvadora. La ciencia no puede alcanzarlas con su propio método, pues éste parte de las cosas naturales y con la fuerza que le da la sola razón humana natural. Pero estrictamente hablando la ciencia tampoco puede refutarlas ni contradecirlas puesto que precisamente por definición escapan a su campo”. “De este modo un científico no tiene autoridad para hablar de lo que no es su competencia” (De “Las verdades robadas”-Ediciones del Verbo Encarnado-San Rafael-Mendoza 2008).

La actitud del religioso que trata de prescindir de los científicos es similar a la del médico que trata de excluir a otros colegas ante los requerimientos de un enfermo. Si se siente tan confiado como para poder resolver los problemas que se le presentan, y los resuelve, entonces resulta aceptable su proceder. Pero, si no los resuelve, y muere su paciente, comete un grave error; por cuanto ha priorizado su orgullo personal sobre la vida del paciente, desvirtuando la ética profesional.

Si desde la religión sobrenatural se logra encauzar a la sociedad por el camino del bien, incluso terminando los conflictos entre religiones, pocas personas tendrán inconvenientes en concederle la supremacía reclamada. Si, por el contrario, sus difusores no aceptan ninguna crítica desde los ámbitos sociales “inferiores”, entonces la cuestión se agrava, ya que negarle a cualquier integrante de una sociedad que opine o critique a una actividad que tiene incidencia sobre su propio grupo social, y sobre su propia persona, implica adoptar una actitud de extrema soberbia.

Cristo predicaba una actitud de humildad y de igualdad, que proviene de una previa predisposición afectiva. Por el contrario, varios de sus “supuestos seguidores” muestran una casi ilimitada soberbia. Manuel M. Carreira Verez comenta las conclusiones de un libro escrito por un astrónomo: “Para el científico que ha vivido con la fe en el poder de la razón, el libro termina como una pesadilla. Ha escalado las montañas de la ignorancia; está a punto de conquistar la cima más elevada; cuando se remonta sobre la última roca, le saluda un grupo de teólogos que están sentados allí desde hace siglos” (De “El creyente ante la ciencia”-Cuadernos BAC-Madrid 1982).

Los soberbios parecen olvidar que, en cierta ocasión, Cristo expresó: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los listos y las has revelado a los insignificantes” (Mt). Por el contrario, los teólogos, pareciera, se han encargado de "elevar" las dificultades cognitivas hasta hacerlas inaccesibles al entedimiento del hombre común, siendo la "obra cumbre" la actual campaña del Vaticano de convertir a los millones de católicos al marxismo-leninismo vía Teología de la Liberación.

miércoles, 18 de octubre de 2023

Razón vs. Irracionalismo

Un racionalismo desvinculado de los aspectos emocionales, o éticos, no resulta aconsejable, pero tampoco un intuicionismo exento de racionalidad es deseable. De ahí que el irracionalimo, que abandona al racionalismo como "control de calidad" (o de veracidad en este caso) puede conducir a grandes equívocos.

Por racionalismo se entiende a la coherencia lógica que ha de acompañar a toda descripción realizada, ya sea que provenga de la ciencia, de la filosofía o de la religión. El abandono del racionalismo implica separarse en cierta forma del orden natural ignorando la racionalidad (o coherencia) propia de dicho orden. Baruch de Spinoza escribió: "El orden y conexión de las ideas es el mismo orden y conexión de las cosas".

La expresión anterior tiene validez para las descripciones compatibles con la realidad. También Wilhelm F. Hegel escribió: "Todo lo real es racional y todo lo racional es real". Esta expresión tiene validez parcial, ya que todo lo real tiene coherencia lógica, mientras que no todas las construcciones lógicas tienen cabida en el mundo real por cuanto pueden estar establecidas a partir de principios o axiomas no verdaderos. Así, puede establerse una ideología con cierta coherencia lógica partiendo de que "todos los empresarios son explotadores laborales", o bien "que todos los pobres tienen una moral elevada", lo que no siempre es válido.

Donde resulta posible que "todo lo racional es real" es en el mundo de las matemáticas. Así, cuando algunos matemáticos intentaron reducir los cinco postulados básicos de la geometría euclideana a sólo cuatro, en sus intentos cambiaron a uno de ellos dando lugar a una nueva geometría, lógicamente coherente, que fue admitida en un principio como una curiosidad matemática. Lo sorprendente es que, como luego se comprobó, una de esas geometrías no euclideanas formaba parte del universo real, asociado a la relatividad general de Albert Einstein.

En cuestiones humanas y sociales, por el contrario, no todo lo que tiene cierta coherencia lógica ha de ser real, además de lo que carece de tal coherencia. Es por ello que el irracionalismo implica un subjetivismo poco compatible con la ciencia experimental. Gino Germani escribió: "El irracionalismo representa sin duda uno de los rasgos más característicos de esta primera mitad del siglo XX. Precedida por los embates del romanticismo, el historicismo y otros grandes movimientos del pasado siglo XIX, la ola irracionalista trascendió en años posteriores los encendidos pero limitados y sobre todo incruentos debates de los intelectuales para ubicarse en el desarrollo mismo de la historia".

"Cuando el pueblo, transformado en masa, perdió esa ingenua confianza en el ideal de progreso que lo había impulsado a través de todo el siglo anterior, también aquellos valores universalmente humanos parecieron perder toda vigencia. La humanidad fue reemplazada por la raza, la clase o la nación".

"La libre discusión de ideas, que se suponía habría de llevar a la verdad a través de procedimientos discursivos y racionales, fue sustituida por la propaganda potenciada por los medios de difusión en masa, los slogans sólo válidos por su atractivo emocional, las ideologías indiferentes a la verdad y completamente intercambiables, proclamados exclusivamente en función de su efectividad sobre la masa" (Del Prólogo de “Razón y naturaleza” de Morris R. Cohen-Editorial Paidós-Buenos Aires 1956).

Por otra parte, Guido de Ruggiero escribió: “Todas las doctrinas irracionalistas contemporáneas tuvieron la tendencia común a considerar predominantes ciertos aspectos elementales y primitivos de nuestra naturaleza, despreciando todos los demás o, peor aún, esclavizando éstos a aquéllos. De tal suerte antepúsose la infalibilidad de la intuición –tomada en su significado más inmediato, colindante con el instinto animal-, a la obra de la razón, sujeta a incertidumbres y errores. Así, la ciega creencia, por ser guía más rápida y segura, se consideró superior a la razonada persuasión. Y el ‘mito’, en cuanto imagen compendiosa y fantástica, susceptible de estimular la actividad, logró un fácil primado sobre lo ‘ideal’, apartado de la realidad y de los sentidos, sujeto a la incertidumbre de la realización y a las desmentidas de la experiencia”.

“El asiduo trabajo de erosión y de deformación cumplido por esas doctrinas en desmedro de los instrumentos intelectuales de que se servían, y cuyo efecto fue sumir en el descrédito las fuerzas y los ideales que habían nutrido la ascensión humana, de la barbarie a la civilización”.

“Los intelectuales incurrieron en el error de no alarmarse ante tales modificaciones de aberración que creían circunscriptas al estrecho círculo de unos pocos pensadores aislados de la gran masa del público. Casi sin darse cuenta volvieron a encontrarlas aumentadas en el terreno de la vida política, social, económica y religiosa, el cual ofrecía muchos otros peligros” (Citado por Gino Germani en el Prólogo de “Razón y naturaleza” de Morris R. Cohen-Editorial Paidós-Buenos Aires 1956).

Morris R. Cohen escribió acerca del tema tratado: “Pese a la frecuente afirmación de que es la nuestra la época de la ciencia, somos testigos hoy día de una notoria y difundida declinación del prestigio del intelecto y de la razón. Aunque la más fructífera de las ciencias modernas, las diversas ramas de la matemática, la física y la biología experimental se han edificado reconocidamente sobre la base de métodos intelectuales y racionales, los términos «intelectualista» y «racionalista» poseen una innegable connotación despectiva”.

“Aun entre los filósofos profesionales, los altos sacerdotes del santuario de la razón, la fe en la ciencia racional o demostrativa es objeto de un sistemático menosprecio a favor del idealismo «práctico», del vitalismo, del humanismo, del intuicionismo y otras formas de un confesado anti-intelectualismo. Un sorprendente ejemplo de lo que decimos lo constituye el ataque de William James, en su Universo Pluralista, contra toda la obra de la lógica intelectual, brindando su favor al intuicionismo bergsoniano y a las especulaciones mitológicas de Fechner relativas al espíritu terreno”.

“Resulta casi indudable que este descrédito de la razón tiene sus raíces muy hondo dentro del carácter dominante de nuestro tiempo, tiempo cuya febril inquietud lo coloca en impaciente desarmonía con el lento ritmo del orden deliberado. El arte, la literatura y la política en Europa y en nuestro país muestran cada vez más un creciente desprecio por las ideas y las formas. Las doctrinas filosóficas populares en la actualidad, a saber, las emanadas de James, Bergson, Croce, Nietzsche, N. S. Chamberlain, Spengler y otros, coinciden, ciertamente, con la novela, el drama, la música, la pintura y la escultura de los últimos tiempos, al concederle mayor valor a las impresiones nuevas y a la expresión vehemente que a la coherencia y al orden”.

“El romántico o «dionisíaco» desprecio por la prudencia y la moralidad deliberativa (denominada burguesa) constituye una cruda expresión de la misma reacción contra el procedimiento intelectual científico o riguroso, reacción que trae como consecuencia que nuestras luminarias modernas, tales como Bergson o Croce, dejen de lado a la física por considerarla carente de un conocimiento auténtico, o, en el mejor de los casos, por reputarla un mero instrumento práctico para la manipulación de cosas muertas”.

“Sería exagerar en forma absurda la influencia real de la filosofía el atribuir el desvergonzado desprecio por la verdad manifestado en las diversas formas de la propaganda moderna, al desdén sistemático acumulado por los sistemas filosóficos modernos sobre el viejo ideal de la persecución de la verdad por sí misma, «a despecho de las consecuencias». Sin embargo, esta declinación del respeto hacia la verdad en los asuntos públicos o nacionales, no se halla desprovista, ciertamente, de toda vinculación significativa con su decadencia en la filosofía y en el arte”.

lunes, 16 de octubre de 2023

La economía y las dificultades para su comprensión

Por lo general, lo vinculado con la economía presenta dificultades para su comprensión a pesar de constituir aspectos evidentes y cotidianos. Así, mientras que a muchos les parece sencillo solucionar el problema de la pobreza con la simple redistribución de la riqueza ajena, pocas veces se han puesto a pensar que el capital es la principal herramienta para la producción, y que redistribuir las herramientas de la producción implica destruir parte del sector productivo de una sociedad. De ahí que tanto la redistribución de la riqueza de los ricos como la "justicia social", entendida de esa manera, implican una segura manera de promover la pobreza y la miseria.

Debido a que los sectores liberales tienen presente estos aspectos. maliciosamente se les atribuye una predisposición a querer "favorecer a los ricos", y de ahí también una predisposición a "perjudicar a los pobres", como atributos indiscutibles asociados a las creencias de las masas dirigidas por pseudointelectuales que lo que menos les interesa es la verdad. Además, tales partidarios de la izquierda política se vanaglorian por sus "elevados atributos morales" cuando apuntan a redistribuir los capitales ajenos, aunque nunca hablan de generar riquezas por sus propios medios para luego repartirlas a los demás.

Como esa es la mentalidad predominante en muchos países, e incluso en la Iglesia Católica, se establece una generalizada discriminación social contra el empresario, el inversor y el sector liberal que los apoya. La "obra cumbre" de la izquierda política es la destrucción de las economías nacionales de países como Cuba, Venezuela y también la Argentina. Con algunas variantes, estos países han promovido la vagancia generalizada y los malos hábitos como el de promover la satisfacción de las necesidades personales a costa del trabajo ajeno.

La formación de capital se logra principalmente mediante el ahorro, que por lo general se considera una buena costumbre. De ahí que la riqueza de una nación se mide en función del capital invertido per capita. Sin embargo, la acumulación de la riqueza, en forma de capital productivo, es mal vista por la izquierda política, asociando la formación de capitales al egoísmo, la perversidad y, posiblemente, a los siete pecados capitales. Debido a que en Cuba no existe esa posibilidad de "acumular riquezas en forma perversa y egoísta", Bergoglio siente una gran simpatía por Raúl Castro, llegando incluso a decir que "son los comunistas los que se parecen a los cristianos", en su permanente misión de producir la masiva conversión de los católicos al comunismo.

El intercambio comercial, que favorece a ambas partes, es rechazado por la izquierda política, aduciendo que siempre se beneficia una parte a costa de la otra. De ahí que el comercio internacional también sea mal visto considerando como "imperialista" al país que promueve la producción y el intercambio posterior. Todos estos "problemas" se solucionan como lo hacen en Cuba, prohibiendo toda actividad productiva fuera del Estado, ya que la creación de riquezas en forma individual es perversa ante los ojos socialistas y ante los ojos católicos bergoglianos.

En la Argentina peronista-kirchnerista se ha "solucionado" el problema de la desocupación con el ingreso al Estado de casi dos millones de empleados nuevos en los últimos años. Para mantener a tantos individuos que poco o nada producen, mientras que sus principales actividades están asociadas a controlar y a entorpecer al reducido sector productivo, el Estado gasta bastante más de lo que recibe en forma de impuestos. A ese gasto hay que agregarle las cuantiosas pérdidas que generan las empresas estatales. Para cubrir gastos y pérdidas, el Estado emite dinero generando una elevada inflación, que empobrece principalmente a los que menos recursos poseen.

Como los gobernantes izquierdistas suponen que el aumento de la cantidad de dinero circulante habrá de favorecer la demanda y así también la oferta y la producción, mantienen la perversa situación inflacionaria, culpando luego a "los formadores de precios" por los aumentos casi cotidianos de los mismos. Esta creencia es mantenida por una tercera parte de la población, que piensa apoyar con sus votos al actual gobierno a pesar del desastre económico que ha desatado.

domingo, 15 de octubre de 2023

Incoherencias lógicas en la religión tradicional

En la Biblia encontramos varias incoherencias lógicas, ya sea porque las simbologías se interpretan como realidades o bien por las "perdonables" torpezas de quienes escribieron el Antiguo Testamento hace más de tres milenios o el Nuevo Testamento dos milenios atrás. Sin embargo, aún cuando en nuestra época dispongamos de una visión científica del universo, mediante la cual se advierte que todo lo existente está regido por leyes naturales invariantes, sigue vigente la idea de que la presencia de Dios se advierte cada vez que interrumpe tales leyes, o bien las condiciones iniciales en una secuencia de causas y efectos (milagros).

La religión tradicional admite que los pedidos a Dios implican una acción concreta de la deidad y por la cual produce un milagro ante los pedidos de los creyentes. Si admitimos que el Dios Creador es el autor de las leyes que rigen todo lo existente, no parece propio de un "creyente" pedirle que interrumpa tales leyes, sino que el verdadero "creyente" es el que valora tales leyes y por ello trata de respetarlas y de adaptarse a las mismas, en lugar de pedir su abolición momentánea. Anthony de Melo escribió: “Milagro no significa que Dios responda a los deseos humanos, sino que el hombre responda a los deseos de Dios”.

Cuando Cristo indica que “Dios ya sabe que os hace falta antes que se lo pidáis”, en cierta forma trata de sugerir que debemos salir de la religión del intercambio de ofrendas y pedidos por ventajas concedidas, lo que caracteriza a las religiones paganas. Por el contrario, la adaptación a las leyes naturales, y a los mandamientos éticos, constituye la esencia de la religión moral.

Los denominados “milagros”, realizados por Cristo, son atribuidos a la fe de las personas antes que a las intervenciones de Dios. Albert Nolan escribió: “Una y otra vez leemos cómo Jesús decía a la persona que había sido objeto de la curación: «Tu fe te ha curado». Es ésta una notable afirmación que, automáticamente, eleva a Jesús por encima de cualquiera de las categorías de médico, exorcista, taumaturgo o santo que en aquella época se reconocían. Jesús, en efecto, dice que no es él quien ha curado al enfermo, que la curación no se ha producido en virtud de algún poder físico o de algún tipo especial de relación que él pudiera tener con Dios. Ni tampoco hay que atribuirla a la eficacia de alguna fórmula mágica, ni siquiera a las sencillas propiedades medicinales de la saliva. Y tampoco dice, al menos de un modo explícito, que la persona en cuestión haya sido curada por Dios. No dice más que: «Tu fe te ha curado»” (De “¿Quién es este hombre?”-Editorial Planeta-De Agostini SA-Barcelona 1995).

En el siglo XVIII Voltaire escribió: “Aquel que no esté iluminado por la fe no puede ver en un milagro sino una contravención a las leyes eternas de la naturaleza. No le parece posible que Dios desordene su propia obra; sabe que todo está unido en el universo por cadenas que nada puede romper. Sabe que siendo Dios inmutable, sus leyes también lo son; y que ninguna rueda de la gran máquina puede detenerse sin que se descomponga toda la naturaleza”.

“Si el Ser eterno, que todo ha previsto, todo ordenado, que gobierna todo por leyes inmutables, se contraría a sí mismo trastornando todas sus leyes, esto no puede ser sino en beneficio de la naturaleza entera. Pero parece contradictorio suponer un caso en el que el creador y el dueño de todo el mundo pueda cambiar el orden del mundo para bien de éste, pues o bien ha previsto la pretendida necesidad que de ello tenía, o no la ha previsto. Si la ha previsto, ha puesto orden desde el comienzo, si no la ha previsto, ya no es Dios” (De "Milagros" en el “Ensayo sobre las costumbres y el espíritu de las naciones”-Librería Hachette SA-Buenos Aires 1959).

Ideas y creatividad

La creatividad está asociada a la generación de ideas, aspecto que constituye la base del proceso de evolución cultural, vinculado a nuestra supervivencia como especie. Mediante prueba y error se van seleccionando las ideas que promueven una mejor adaptación al orden natural, mientras que se rechazan las ideas que nos alejan de tal adaptación. Este proceso tiende a sobreponerse a la oposición advertida en algunas ideologías que se oponen al proceso adaptativo.

Las ideologías, como conjunto de ideas con cierta coherencia lógica, no siempre tienen presente al orden natural, incluso se llega al extremo de proponer un "orden artificial", por lo cual se desvirtúa totalmente el proceso adaptativo, ya que la adaptación de los seres humanos habría de establecerse respecto de lo que un líder político o un líder religioso tratan de imponer al resto de la humanidad.

La adaptación cultural se detiene, o retrocede, cuando se rechazan las ideas que favorecen la adaptación al orden natural mientras que se aceptan las que la desfavorecen, de ahí que la generación de ideas, y la creatividad humana, conforman una parte del proceso, ya que el resto implica la difusión y la aceptación, o no, de las ideas innovadoras. Jorge Wagensberg escribió: "¿Qué es una idea? Una idea es un germen de conocimiento, una comprensión sin pulir, una chispa sin llama. Una idea es una partícula de conocimiento capaz de seguir engendrando conocimiento".

"Renunciar a invertir en ideas nuevas equivale a resbalar de espaldas más de lo que se avanza caminando de frente. Sólo tiene sentido cuando la incertidumbre del mundo se reduce a cero. O sea, nunca" (De "Teoría de la creatividad"-Tusquets Editores SA-Buenos Aires 2017).

De la misma manera en que llama la atención la creación de nuevas canciones aún cuando se han compuesto en el pasado una enorme cantidad, nos parece casi imposible proponer una idea que no haya sido advertida en el pasado, especialmente en cuestiones asociadas al comportamiento humano. Erwin Schrödinger escribió: “La cuestión…no es tanto ver lo que nadie ha visto todavía, sino pensar lo que aún nadie ha pensado acerca de lo que todo el mundo ve”.

El proceso creativo se produce principalmente a partir de la asociación de ideas previamente incorporadas a nuestra memoria. Además, es imprescindible que se piense con cierta intensidad determinado tema en cuestión, ya que, por lo general, la creatividad no surge de un "momento de inspiración" sino de una etapa de intensa actividad mental. Como el momento creativo ha de ocurrir dentro de esa etapa, muchos creen que la chispa creativa funciona de esa forma discontinua y momentánea.

En cuestiones científicas, ciertas ideas aparecen en una época en forma casi simultánea entre quienes están al tanto del estado actual de una rama del conocimiento. De ahí que el padre de Janos Bolyai, uno de los precursores de las geometrías no euclideanas, le aconsejaba: "Recuerda que en la primavera todas las violetas florecen a la vez". Esto se lo decía para aliviar su descontento al pensar que alguien le había plagiado su descubrimiento matemático sin pensar que había surgido de otras mentes tan creativas como la suya.

El proceso del conocimiento surge también de la asociación de ideas, por lo que sería un "descubrimiento de segunda categoría". Así, si hemos de comprender la teoria de la relatividad o la mecánica cuántica, deberemos establecer un proceso asociativo, seguido de "prueba y error" para, luego, verificar si hemos comprendido tales temas.

Un error frecuente, en los ámbitos educacionales, consiste en promover la creatividad del alumno haciendo del docente una simple guía para la creación, en lugar del tradicional rol de instructor de conocimientos "prefabricados" (como dicen los detractores-innovadores). Existe una cantidad tan grande de información que todo alumno necesita que un docente lo instruya en base a una selección de contenidos que sólo el especialista puede conocer.

Durante el proceso educativo tradicional, todo alumno desarrolla ya un entrenamiento de tipo creativo, por lo que no resulta adecuado restringirle la base de conocimientos para la creación concreta, engañando al alumno en formación para que se vuelva creativo antes de adquirir conocimientos básicos para un futuro no tan lejano. Entre todas las ideas destructivas que surgen en estas épocas, esta innovación pedagógica ocupa un lugar destacado.

sábado, 14 de octubre de 2023

Acerca de la Inteligencia Artificial

Por José Totah

"LO QUE LAS BOMBAS NUCLEARES HICIERON EN EL SIGLO XX, SEGURAMENTE LO HAGA LA IA EN EL XXI"

El tenista André Agassi acaba de entender algo que puede cambiar el curso del partido y la historia de una rivalidad: mirar la lengua de su oponente cada vez que saca. El norteamericano tiene enfrente a Boris Becker, uno de los mejores sacadores –y voleadores– que se recuerden. Un solo detalle le está arruinando la fiesta al alemán y es que Agassi descubrió que Becker suele mover la lengua hacia un costado cuando hace un saque abierto. En cambio, si mantiene la boca cerrada, el saque va al centro. “Agassi tenía una superinteligencia que le permitía detectar rasgos casi imperceptibles para predecir la dirección de un saque; una red neuronal funciona de la misma manera: detecta atributos a partir de una pila abismal de datos”, describen Santiago Bilinkis, divulgador, emprendedor y tecnólogo, y Mariano Sigman, referente en neurociencia de las decisiones. Ambos escribieron el libro Artificial, la nueva inteligencia y el contorno de lo humano (Debate), que se lanzó en estos días. Juntos profundizan en la pulsión del ser humano por crear inteligencias y analizan cómo las conversaciones con la Inteligencia Artificial (IA) nos van a cambiar la vida; si es para (muy) bien o para (muy) mal, es algo que todavía está por verse.

Al comienzo del libro, Bilinkis y Sigman plantean que la Segunda Guerra Mundial precipitó el desarrollo de la IA y de la tecnología nuclear. Sin embargo, ambas tecnologías siguieron caminos distintos: mientras la IA quedó relegada a una curiosidad académica, el poderío del arsenal atómico fue clave para el balance geopolítico del mundo durante las siguientes ocho décadas. Los autores entienden que “lo que las bombas nucleares hicieron en el siglo XX, seguramente lo haga la IA en el XXI”. “Las indudables aplicaciones militares de esta tecnología pueden, una vez más, resultar la clave para el balance geopolítico de las próximas décadas”, consignan. Pero, en este caso, una buena parte de ese desarrollo tecnológico está en manos de corporaciones que, seguidas de cerca por los gobiernos, tienen sus propias agendas.

–Así como hubo una carrera por la conquista del espacio y por tener la bomba atómica, ¿se está dando una carrera similar por la IA?

–Bilinkis: El desarrollo de estos sistemas de inteligencia artificial requiere un tipo muy particular de chip, que no es el mismo que funciona en un celular, una tablet o una computadora normal. Y Estados Unidos está haciendo esfuerzos enormes por impedir que Nvidia, la principal fabricante de estos chips, le venda los modelos más avanzados a China. Eso te muestra que hay claramente una dimensión geopolítica, en la que el primer bloque que acceda a una superinteligencia va a tener una ventaja sobre el otro. Al final del día, ese es otro punto que es importante denunciar: lo que está en juego no es hacer un chat que te haga las redacciones del colegio; la meta es crear una inteligencia superior a la inteligencia humana.

–¿Para qué?

–Sigman: Para tomar decisiones de todo tipo: para hacer mejor un diagnóstico médico, para resolver un problema arquitectónico y diseñar un edificio con la menor cantidad de material posible; para mejorar cómo planea un avión. Pero también para armar a un ejército de un modo más efectivo o para manipular una elección…

–¿Y quién está ganando la carrera?

–Bilinkis: Depende de cómo lo midas. Si es por la cantidad de patentes presentadas anualmente en temas relacionados con IA, China lleva la delantera. Desde el punto de vista del desarrollo de hardware, Estados Unidos es más fuerte y le está impidiendo a China el acceso a ciertos componentes que son clave. Se parece mucho a la carrera nuclear: el que accedió primero al uranio enriquecido (EE.UU.), encontró el camino a la bomba. En este caso, la carrera todavía está abierta.

En el libro, Bilinkis y Sigman no hacen una aproximación a la inteligencia artificial como un manual tecnológico para expertos o nerds. Al contrario: se trata de una conversación profunda en la que exploran los laberintos de la inteligencia humana y repasan el origen, las utilidades y los riesgos de la IA en relación al mundo del trabajo, la educación y la política.

Sigman es uno de los directores del Human Brain Project (un ambicioso proyecto para la comprensión del cerebro humano); en su último libro, El poder de las palabras. Cómo cambiar tu cerebro (y tu vida) conversando, propone que la conversación abierta con gente que tiene perspectivas distintas sobre las cosas es “una fabulosa fábrica para aclarar el pensamiento”. Uno de los aspectos que más le sorprendió cuando empezó a usar ChatGPT no fue tanto lo que casi todos miran (las respuestas), sino cómo nos dirigimos a la inteligencia artificial. “Lo curioso es que somos muy amables cuando le hablamos, le pedimos perdón, le decimos gracias; y además son conversaciones buenas, porque nadie se acerca a una inteligencia artificial para hablarle del tiempo o de los lugares comunes. Por eso me parece una ironía y una paradoja que uno converse mejor con una inteligencia artificial que con su hermano, un primo o un amigo”, explica el neurocientífico.

Así nació uno de los ejes del libro: cómo extender la idea de la conversación a la conversación con la inteligencia artificial. “Es para todos los que miran esto desde lejos, con algo de temor, con algo de duda”, advierte Sigman. Sin embargo, los autores no usaron IA para escribir este libro. “La IA te resuelve ciertas cosas, pero también les quita tu impronta. No digo que la IA no podría haber hecho mejoras sobre el libro que escribimos, pero hubiera dejado de ser nuestro”, asume Bilinkis.

–Hace unos días se hizo viral un instagramer que decía que ChatGPT es la “fachada boba” de la IA. Es decir: la interfaz simpática de un monstruo con el que no sabemos qué puede pasar. Seguramente está mal expresado, pero ¿hay algo de cierto en lo que dice?

–Bilinkis: A ver... puede ser que ChatGPT sea una puerta “amable”. Sí, pero también puede ser otra cosa. Lo que está detrás de ChatGPT es un motor de inteligencia artificial extraordinario: GPT. Y la interfaz tampoco es cualquier interfaz. Por eso Mariano arrancaba con el tema de las conversaciones, porque es la forma que tenemos hoy los humanos de conectar más profundamente con la IA.

–Sigman: Hay una analogía que puede servir, para mí por lo menos. En la historia hubo una transición abrupta de la cultura cuando los libros que estaban escritos en latín y eran entendidos por poquísima gente pasaron a ser escritos en lenguas coloquiales, en románico, en español, en italiano, en francés… Eso es un poco lo que pasa con ChatGPT: ofrece la posibilidad de manejar un lenguaje coloquial que todos hablan y entienden, una conversación que antes era sólo para los pocos que comprendían el “latín” de la inteligencia artificial.

–¿Cuáles son los principales miedos de la gente en relación a la IA?

–Sigman: Uno de los ejemplos es la educación. Un maestro se pregunta, ¿cómo hago para darle una tarea a un alumno si él puede decirle a ChatGPT que se la resuelva y no hay forma de distinguir si la hizo él o una máquina? En relación al mundo laboral, también nos encontramos con que ahora tenemos máquinas que no sólo nos sacaron los trabajos rutinarios, sino también los creativos, los trabajos humanos. Estos dos ejemplos nos demuestran –y es el gran temor– que por primera vez en la historia las máquinas entran en un dominio que siempre habíamos pensado que era exclusivamente humano: el dominio de la creatividad, de la génesis de las ideas y de la toma de decisiones.

–¿Es el peligro de que la IA se nos vuelva en contra?

–Sigman: La inteligencia artificial puede tomar sus propias decisiones, encontrar sus objetivos; es decir que tiene, entre comillas, una razón de ser. Creamos un artilugio que se nos asemeja. Uno se pregunta qué pasa ahora que hemos tocado una fibra que hasta este momento no habíamos tocado. Y eso va desde miedos sobre qué va a pasar con el trabajo y con la educación hasta qué podría ocurrir si, de repente, todas estas inteligencias artificiales empiezan a tener su autonomía y un día deciden que son ellas las que no quieren seguir más nuestras instrucciones. Hemos creado máquinas que tienen su propio sentido de agencia y es la primera vez que esto ocurre; por lo tanto, ese es el fundamento del principal temor.

–¿Qué cosas tiene la inteligencia humana que aún no tiene la inteligencia artificial?

–Bilinkis: ChatGPT fue construido para producir discurso humano. La manera en la que se hizo fue enseñarle a una inteligencia artificial a predecir, de manera muy efectiva, qué diría un humano si le preguntaran tal o cual cosa. Para lograr eso se desarrolló una extraordinaria comprensión del lenguaje. El gran abismo que todavía queda es que tenés una máquina que habla como un humano, como si entendiera todo, pero sin entender lo que está diciendo. No es extraño que enseguida le atribuyas rasgos humanos: por eso le pedís por favor, le decís gracias… Y en realidad, del otro lado no hay alguien que entienda, pero actúa como si entendiera.

En El futuro del trabajo, el último libro del speaker y consultor Alejandro Melamed, se plantea que la mayoría de los niños que hoy están en la escuela tendrán trabajos que todavía no han sido inventados. Lo que aún no queda claro es qué rol tendrá la inteligencia artificial en la creación de esos nuevos puestos.

En un principio, se solía pensar que los trabajos amenazados por la IA eran los más rutinarios y repetitivos, y que los trabajos creativos iban a seguir siendo el refugio seguro para los humanos. Pero, al parecer, quedan pocos refugios. “Con la inteligencia artificial generativa lo que nos encontramos es que el monstruo lo esperábamos por la puerta y entró por la ventana. Si vos me preguntabas hace dos años cuál era el trabajo más seguro, yo y muchos otros decíamos ‘programador’; hoy es de los más amenazados, de los primeros que van a desaparecer”, opina Bilinkis.

Si antes se suponía que los trabajos creativos eran intocables, ahora “tendemos a pensar que dependerán más de lo físico, más del contacto con el mundo”. “Ni tan en chiste ni tan en serio, probablemente los trabajos más seguros serán los plomeros y los electricistas”, ilustra el emprendedor.

–¿Por qué el mundo del trabajo debería ilusionarse con la inteligencia artificial si hasta ahora pareciera que la mayoría de los puestos que son reemplazados por ella no se recolocan ni en el corto ni en el mediano plazo?

–Sigman: Un escenario posible es que exista una estructura de producción en la cual las inteligencias artificiales resuelvan una porción enorme del trabajo humano, incluso en áreas en las que históricamente se pensó que era improbable. Siempre va a haber algún tipo de supervisión humana, pero también puede ser que eso esté tremendamente diluido y que cada vez haya menos gente trabajando. Hay quienes proponen que, si en algún momento ya no dependés del trabajo humano, las organizaciones y los Estados deberían dar una asignación universal que permita a la gente desempleada tener los recursos necesarios para consumir aquellos productos del trabajo que ya no tienen. Toda la ética de la sociedad está asociada al trabajo, hasta el punto tal de que es un derecho, algo que forma parte vital de la trama social. La posibilidad de que desaparezca plantea un gran conflicto existencial, cognitivo, porque vamos a tener que redefinir qué hacemos con nuestras vidas si el trabajo dejara de ser necesario.

–Esto plantea una incertidumbre enorme…

Bilinkis: Nunca va a desaparecer por completo el trabajo humano. Ahora, sí es perfectamente posible que una persona pueda hacer, en un tiempo, el trabajo que hoy requiere de diez. Entonces vos podés ser esa persona que conserva el trabajo o podés ser uno de los nueve que no, y cualquiera de los dos escenarios va a presentar dilemas distintos. También es posible, por ejemplo, discutir un acortamiento de la jornada y decir: ‘todos trabajamos un décimo, una hora cada uno. ¿Es súper ineficiente? Bueno, sí, está bien, pero la productividad sube tanto por otros lados que quizás podemos afrontar la ineficiencia de trabajar un ratito cada uno’. Vamos a tener que modificar aspectos muy estructurales de cómo está armada la sociedad, tales como el acortamiento de la jornada laboral y la desvinculación del ingreso y el trabajo.

–Pero ¿cómo desvincular esa idea de ingreso y trabajo?

–Bilinkis: Cuando alguien recibe un ingreso sin trabajar, a través de planes sociales, la idea es que ‘hay algo que está mal’, que es ‘un paliativo temporario’, que no tendría que existir. Bueno, quizá no es que no tendrían que existir los planes sociales. Si se da un escenario estructural en el que efectivamente no hay empleo, no podés esperar que la gente trabaje para tener un ingreso y comer. Entonces tenés que romper el modelo mental de que el ingreso es una consecuencia directa del trabajo.

–Se rompe en muchos sentidos la noción de meritocracia…

Bilinkis: Si hay un componente de desempleo estructural del 50, 60 o 70 por ciento no aplica la idea de que ‘tenés que ganar más que el otro porque sos muy esforzado’. No vas a tener la chance, por más esfuerzo que hagas. Entonces, creo que los criterios de asignación de recursos en ese tipo de sociedad van a requerir ser amables con las características de ese momento. No podés aplicar los conceptos actuales de meritocracia (el que más labura tiene que ganar más, el que estudia más tiene que crecer). Tal vez eso pierda sentido y haya que inventar un nuevo criterio de asignación de recursos.

–¿Habrá que generar cientos de miles de planes sociales hasta que finalmente se acomode la sociedad?

–Bilinkis: Bueno, el ingreso universal es pensar al 100 por ciento de la población con planes sociales. O sea que tenés un ingreso que te garantiza el acceso a los bienes básicos. Si en ese escenario querés y podés trabajar, ¡bárbaro! Si no, por lo menos, vas a poder comer. Y no es una discusión que se está teniendo en el partido socialista. Son los países europeos los que están teniendo muchos de estos planteos. O Nueva Zelanda y Japón, por ejemplo, que hicieron experimentos de acortamiento de la semana laboral. En general los primeros resultados son bastante alentadores: cuando la gente trabaja un poco menos, no baja significativamente la productividad y se logra un mejor balance entre la vida personal y la profesional. O sea que, si el resultado de la inteligencia artificial fuera que todos trabajamos un poco menos, es fantástico. Ahora, si el resultado es todos trabajamos muchísimo menos o algunos no trabajan nada, es un escenario más complicado, y todavía estamos en ese período de incertidumbre.

–¿Podrán las IA gobernar mejor que las personas?

–Bilinkis: La respuesta es sí, van a poder tomar mucho mejores decisiones que nosotros para alcanzar objetivos de política pública. Pero hay un tema: a una IA tenés que decirle qué querés que maximice, ese sentido se lo das vos. Por ejemplo, podés pedirle que maximice “el bien común”; el problema es que todos los gobernantes buscan, en teoría, ese bien común, pero cada uno entiende por eso algo diferente. Para uno puede ser reducir la interferencia del Estado en las libertades individuales y para otro esa misma meta puede traducirse en lograr una sociedad con menor desigualdad. Podemos delegar la implementación en una IA, pero no vamos a librarnos de tener que pensar qué sociedad queremos construir.

–¿Es decir que vamos a votar algoritmos?

–Bilinkis: Probablemente no sea que votes al algoritmo, sino que va a aparecer un candidato que diga “yo voy a usar esta IA y le voy a pedir que haga X” y otro que diga “yo voy a utilizar esta otra IA para que logre Y”. La administración de un país va a estar mucho mejor resuelta por esos algoritmos. Y uno va a terminar votando al político que proponga los algoritmos y elija las metas que uno considere mejores para gobernar.

–¿Saben si Javier Milei, Sergio Massa, Patricia Bullrich, Juan Schiaretti o Myriam Bregman tienen a la IA en sus agendas?

–Bilinkis: No conozco la agenda implícita de cada uno pero, al menos de manera explícita, la IA no está en el radar de ninguno de los planes de gobierno de los candidatos. Y es preocupante que el próximo presidente no entienda de IA, porque creo que no se va a poder gobernar sin inteligencia artificial en un futuro cercano.

–¿Qué hubiese pasado si a los cinco integrantes del debate del domingo pasado se sumaba un sexto candidato totalmente coacheado por IA (una suerte de ChatGPT de carne y hueso)? ¿Hubiera ganado el debate? ¿Hubiera sabido contestar si le decían cosas como “gatito mimoso del poder económico”?

–Bilinkis: La gente tiende a asociar a la IA únicamente con el aspecto racional de la inteligencia, pero en realidad es mucho más amplio que eso: la inteligencia artificial actual entiende y es capaz de producir ironía, chicana y todas las otras habilidades que normalmente son utilizadas en los debates. Entonces así como Bregman llamó “gatito mimoso” a Milei, la IA puede encontrar maneras graciosas y ácidas de referirse a sus contrincantes. Con lo cual no puedo asegurar que una IA hubiera ganado el debate, pero seguro le hubiera ido igual de bien, hasta mejor, que a cualquiera de los candidatos. Esta mañana le pedí a ChatGPT que inventara un chiste desde cero, involucrando a Bullrich, Milei y Massa. Esto es lo que respondió. ¡Aclaro que no es obra mía sino de ChatGPT!

El pedido a ChatGPT:

Inventa un chiste vinculando a Sergio Massa, Javier Milei y Patricia Bullrich. La respuesta de ChatGPT:

Ah, te gustan los chistes políticos, ¿eh? Bueno, imaginate que Sergio Massa, Javier Milei y Patricia Bullrich entran a un bar. Massa pide una cerveza artesanal y se pone a hablar de desarrollo sustentable. Milei, obvio, pide un whisky y se pone a gritar contra el Estado. Y Bullrich, ella pide un té y empieza a tomar notas para su próximo informe. El mozo les trae la cuenta y Milei dice: “Esto es confiscatorio, ¡libertad!”. Massa sugiere hacer una colecta comunitaria para pagar. Bullrich, mientras tanto, ya está tuiteando sobre la “inflación en los bares porteños”. Al final, se van sin pagar, cada uno pensando que hizo lo correcto. Y el mozo, bueno, el mozo se queda pensando que, en política, el único que siempre paga es el de siempre: el laburante. ¿Te copa el chiste?

(De www.lanacion.com.ar)

Comentario: los neurocientíficos han llegado a la conclusión que las decisiones humanas se adoptan en base a los aspectos emocionales de todo individuo, principalmente, mientras que la IA, al no poseer tales aspectos, adoptaría decisiones (o sugerencias) puramente racionales, adviertiéndose de esa manera las limitaciones de la IA.

jueves, 12 de octubre de 2023

Caja negra y conocimiento

Las descripciones del comportamiento humano han sido realizadas, a lo largo de la historia, considerando al cerebro como una “caja negra” respecto del cual se ignora totalmente su interior y sólo se tienen en cuenta las respuestas ante los estímulos exteriores correspondientes. Es un caso similar al de un televisor respecto del usuario, ya que, ignorando su funcionamiento interno, no tiene inconvenientes en utilizarlo adecuadamente. Sin embargo, desde hace unas pocas décadas atrás, apoyada por los avances tecnológicos, la neurociencia ha podido penetrar eficazmente dentro de la “caja negra” para permitir un gran avance en los estudios del comportamiento humano, aun cuando todavía persistan muchos interrogantes.

También en religión se utiliza, seguramente sin saberlo, el concepto de "caja negra". Está vez implica una caja inmensa que abarca todo el universo. Los inconvenientes surgen cuando, injustificadamente, muchos creyentes aducen saber qué hay dentro de esa caja negra y extraen conclusiones que llevan luego a serios conflictos religiosos.

La palabra “Dios” ha sido aceptada con un significado próximo al de “Dios personal”, y surgen protestas cuando alguien la utiliza para designar al propio orden natural. Sin embargo, no deberíamos atribuirle una significación exclusiva por cuanto con ella debemos designar tanto a un Dios personal como a un Dios inmanente al mundo y a la naturaleza. No menos importante que la idea de Dios es el efecto que tal idea produce en cada uno de nosotros. En cierta forma, es un concepto que depende bastante de la actitud filosófica que adoptemos. Tal actitud se materializará en una ética que habremos de adoptar.

Puede decirse que dos religiones son equivalentes si producen efectos similares en distintas personas. Incluso si al intercambiar, en una expresión, la palabra “Dios” por “dioses”, o por “orden natural”, se mantiene una actitud equivalente, puede decirse que son dos estructuras lógicas similares. Ello se debe a que utilizamos el concepto de “caja negra”. Dentro de esa caja, de la cual conocemos ciertos atributos, suponemos que se encuentra un Dios personal, o varios dioses especializados, o solamente la sustancia única regida por leyes naturales invariantes.

Quienes no estén familiarizados con la ciencia y con su método, seguramente desconocerán el concepto de ley natural y es posible que asocien al mundo un Dios que interviene en los acontecimientos humanos y naturales. En esas personas pueden surgir dudas respecto de la existencia de tal Dios, mientras que, para quienes identifican a Dios con el orden natural, resulta algo concreto y evidente. De ahí que todos sus esfuerzos intelectuales los destinarán a conocer la forma de dicho orden y su aparente finalidad.

Por lo general, la gente encuentra en la idea del Dios personal, que actúa en los acontecimientos humanos, una posible protección ante situaciones de "emergencia". De ahí que surja una firme oposición ante la propuesta de la religión natural en donde se identifica a Dios con el orden natural. Puede decirse que en el primer caso existe una "protección socialista", similar a la que brinda el Estado bajo regímenes de tipo totalitario. En el segundo caso, existiría una "protección liberal", mediante la cual se intenta que todo individuo adquiera una fortaleza anímica y moral suficiente para desempeñarse adecuadamente en la sociedad y en el mundo tal como es.

Cuando Cristo sostiene que "Dios sabe qué os hace falta antes que se lo pidáis" pareciera promover la "protección liberal", incluso expresando tácitamente que Dios no interviene en forma directa en nuestras vidas, sino sólo a través de las leyes naturales invariantes que conforman el orden natural. Adoptando este punto de vista, se evita toda una serie de contradicciones lógicas que hacen que la religión tradicional constituya una maraña casi impenetrable en la cual se llega al extremo de que "vale todo" y que cualquier creencia puede encontrar cierto asidero en alguna parte de la Biblia.

martes, 10 de octubre de 2023

Ideologías, adoctrinamiento y deshumanización

Existe un proceso bastante similar para conducir a los seres humanos hacia la paz o bien hacia la guerra. Ello implica establecer una ideología como punto de partida. Le sigue una etapa de difusión, o adoctrinamiento en base a dicha ideología y, finalmente, se logra como efecto la humanización o bien la deshumanización de las personas afectadas por el proceso.

Cuando la ideología presenta una validez universal, en el sentido en que va dirigida a todo ser humano, sin exclusiones, pueden lograrse buenos resultados, ya que tal universalidad está asociada a la existencia de leyes naturales comunes a todos los seres humanos. Implica una ideología de adaptación al orden natural.

Cuando la ideología va dirigida hacia algún sector de la sociedad, o de la humanidad, con exclusiones importantes, se logran malos resultados, como es el caso de los nacionalismos, de las religiones incompatibles con el orden natural, del nazismo, del marxismo, etc. Pueden sintetizarse las alternativas mencionadas de la siguiente manera:

Camino de la paz:

Ideología universal + Adoctrinamiento = Humanización

Camino de la guerra:

Ideología sectorial + Adoctrinamiento = Deshumanización

Este proceso resulta bastante evidente. Sin embargo, es conveniente indagar acerca de los procesos que motivan las acciones de las personas que reciben la influencia de las distintas ideologías. Y ello nos conduce al proceso de la empatía emocional, fundamentado hace algunos años con el descubrimiento de las neuronas espejo por parte de Giacomo Rizzolatti y colaboradores.

El mencionado científico advierte que ciertas ideologías pueden debilitar el proceso empático ya que, por lo general, resulta ser selectivo, a pesar de la sugerencia cristiana del amor generalizado al prójimo. En realidad el mandamiento cristiano induce a una predisposición favorable hacia la empatía emocional generalizada, tratando de limitar tal selectividad. Rizzolatti expresó acerca de Adolf Eichmann: "Cuando este oficial nazi fue deportado a Israel y lo llevaron a juicio, le hicieron toda serie de análisis psicológicos y el resultado fue sorprendente. Era un tipo normal, parecía buena persona, amaba a los animales, amaba la naturaleza, un hombre de familia, perfecto".

"Durante el instituto tenía amigos judíos, pero después algo cambió. Leyendo la propaganda de Joseph Goebbels, se convirtió en nazi y se convenció de que los judíos no eran seres humanos. Por lo tanto, para él ya no debía sentir empatía hacia ellos. Su biología podría entender que eran personas, pero la ideología modificaba esa percepción. Es algo que se repite en muchas guerras, se intenta deshumanizar al enemigo para que nadie empatice con él".

También la empatía emocional puede bloquearse parcialmente, como es el caso de los cirujanos que deben afrontar diariamente su trabajo sin que les afecte su ánimo, sin que por ello deban carecer de sentimientos humanos. La médica Rita Levi Montalcini comentaba que se dedicó a la investigación principalmente por haber sufrido bastante al no poder salvar la vida de una joven paciente, advirtiendo que no podría continuar ejerciendo la medicina debido a la conexión empática que no podía bloquear.

Los diversos conflictos entre seres humanos pueden asociarse a la ignoracia de ideologías adecuadas a la adaptación cultural al orden natural, o bien al predominio de ideologías que tienden a la deshumanización de los extranjeros, de quienes son de etnias diferentes, de clases sociales diferentes, de creencias distintas, etc, etc.

A continuación se transcribe algo al respecto:

LA DESHUMANIZACIÓN DEL OTRO

Por Roberto Vivo Cháneton

El proceso de organización social de la humanidad vino acompañado de un aumento de la rivalidad entre pueblos. Esta rivalidad estuvo generalmente alimentada por el desprecio y el miedo hacia el otro, hacia lo desconocido. Cada grupo social debió identificar un enemigo y deshumanizarlo, es decir, quitarle sus atributos humanos y negarle su individualidad. La deshumanización despoja al otro de sus aspectos que lo hacen interesante o «digno de conocimiento», y de cualquier característica que pueda inspirar simpatía, compasión o sensibilidad.

En muchos casos la deshumanización ha sido alentada desde los poderes, las religiones y otras organizaciones sociales, fomentando un «racismo de hecho» y promoviendo la enemistad entre etnias, nacionalidades, razas, etc. Las sociedades extremadamente cerradas en particular dirigen los esfuerzos de deshumanización contra todo «extranjero», sin mayor distinción.

En el caso de las confrontaciones armadas, los poderes beligerantes deshumanizan al oponente sembrando sospechas y desconfianza respecto del «enemigo», extendiendo el temor a un ataque de ejércitos extranjeros. Mark Twain, con su acostumbrada sinceridad, describe este fenómeno recurrente: «...los estadistas inventarán mentiras baratas, culpando a la nación que está siendo atacada, y los hombres estarán todos contentos con esas falsedades que apaciguan conciencias, y las estudiarán con toda presteza, y se negarán a examinar cualquier mentira al respecto; y así se convencerán finalmente de que la guerra es justa, y darán gracias a Dios por el sueño que disfrutan gracias a este proceso de grosero autoengaño».

En tiempos de guerra todo esfuerzo general por promover la comprensión entre los pueblos es rechazado y la gente común de ambos lados del conflicto es incentivada a despreciar a toda persona perteneciente al grupo enemigo, a ver la población de la nación adversaria como un enemigo y a resistir identificación alguna con cualquier individuo del bando hostil.

Este modo de proceder ha sido aplicado generalmente en tiempos de guerra por la sencilla razón de que las guerras no pueden llevarse a cabo sin que se produzca, en primer lugar, una transformación de los encargados de portar armas o de disparar un dispositivo. Los que mandan y los que obedecen son sometidos en todos los ejércitos del mundo a un proceso de adoctrinamiento para que puedan convertirse en «máquinas para matar».

El duro entrenamiento que este proceso involucra va acompañado de una cuidadosa instrucción ideológica para la cual la violencia es presentada no sólo como necesaria sino también como deseable. Un paso esencial en este camino hacia el adiestramiento es la deshumanización del otro, del supuesto enemigo, quien pierde sus atributos como persona por su condición de enemigo y, por eso, puede ser eliminado.

Esta etapa de adoctrinamiento extendida en distintas sociedades a lo largo de la historia explica que ciudadanos comunes, que dicen seguir altos principios morales y que no ejercerían la violencia contra los demás en su vida cotidiana, se transformen en seres sin limitaciones en el campo de batalla. A pesar de esto, la prueba de que el ser humano no está preparado para comportarse como un asesino y para vivir en su conciencia con el recuerdo de los horrores cometidos la dan los miles de soldados que al volver de una guerra recurren al alcohol, las drogas y hasta al suicidio en su búsqueda de la paz perdida.

(De "El crimen de la guerra"-Distal SRL-Buenos Aires 2013).

domingo, 8 de octubre de 2023

Giacomo Rizzolatti y las neuronas espejo

Por Enrique Alpañés

De niño escapó de las purgas estalinistas para acabar en el corazón del fascismo. Su familia abandonó Kiev (entonces parte de la URSS) cuando él apenas tenía un año, en 1938. Recalaron en la Italia de Mussolini. Pocos años más tarde, siendo un niño, vio como su padre se unía a los partisanos para luchar contra los fascistas. Conoció la guerra y la crueldad. Y sin embargo, Giacomo Rizzolati ha dedicado su vida a investigar la empatía. Aunque lo cierto es que esta dedicación fue más fruto de la serendipia que de la voluntad.

Rizzolati estudió medicina como sus padres. Neurología, pues quería entender cómo funciona el cerebro. Hizo algunos estudios reseñables, sobre las neuronas canon y el espacio peripersonal. Pero se vieron opacados por un descubrimiento que le convirtió en una estrella de la ciencia y le granjeó el premio Princesa de Asturias y el Brain Prize. En 1996 estaba en la Universidad de Parma, estudiando en qué parte del cerebro de un mono se alojaba el sistema motor. Un día se dio cuenta de que las neuronas que se encendían cuando el simio ejecutaba un movimiento, bullían de actividad también cuando veía a los demás hacer lo mismo. Una red neuronal, de alguna manera, reflejaba las acciones ajenas como propias, como un espejo. Y así las llamó. Las neuronas espejo sirvieron para explicar la imitación de acciones físicas. Pero rápidamente se vio que en humanos también explicaban cierta imitación emocional, la empatía.

Desde entonces, su trabajo ha ahondado en las implicaciones de este mecanismo: le sirvió para teorizar sobre los orígenes del autismo o cómo funciona el sistema motor. Cómo nacemos con cierta empatía y nuestras experiencias e ideología pueden aumentarla o disminuirla. Decía Vilayanur Ramachandran, uno de los pioneros de la neurociencia, que estas neuronas “conformaron la civilización”. La capacidad de imitar permitió aprender a escala individual y colectiva. Crear y trasmitir una cultura. Y conectar con otras personas.

Rizzolati tiene 86 años y sigue en activo. Llega a Madrid en silla de ruedas, en su primer viaje después de que le amputaran una pierna por problemas vasculares. Tiene el pelo blanco y alborotado, como si fuera de algodón. Luce como un científico loco y habla como un profesor entrañable. Acaba de inaugurar el laboratorio de investigación del Parque Científico de la Universidad Autónoma de Madrid que lleva su nombre. Y desde la primera pregunta se muestra animado y con ganas de conversar.

Pregunta: ¿Cómo está?

Respuesta: Estoy bien, estoy bien. Me amputaron la pierna el año pasado, pero ya me he recuperado. Este es el primer viaje en avión que hago desde la operación y está siendo muy agradable. Estoy muy feliz de estar aquí.

P. Entonces, si mis neuronas espejo hacen su trabajo, al final de esta entrevista, yo también debería estar un poco más feliz, ¿cierto?

R. No sé yo si más feliz, pero igual salimos los dos habiendo aprendido algo el uno del otro. El mecanismo de las neuronas espejo consiste en comprender lo que están haciendo los demás. Es decir, hay un sistema neuronal que responde de la misma forma cuando yo realizo una acción y cuando veo que alguien realiza esa acción. Por ejemplo, voy a un bar y veo a una persona que agarra un vaso con cerveza. Entiendo que se está tomando una caña porque dentro de mi cerebro hay una copia del mismo mecanismo. No es una cuestión cognitiva, no es que tenga que pensar, sino que entiendo inmediatamente lo que va a hacer. Este es el mecanismo espejo, es algo dentro de nosotros que hace que entendamos a los demás.

P. Y esto vale para actos físicos, pero también para los emocionales.

R. Sí, también se puede aplicar a las emociones. Hemos visto que en el momento en que tú lloras, ciertas áreas de mi cerebro asociadas al llanto se activan en mí. La empatía es en realidad una situación en la que tú y yo estamos en el mismo estado psicológico. No es algo que se entienda, es algo que se siente dentro. Puedo conectar con las emociones de forma intelectual. Si leo en el periódico que hubo un terremoto en Marruecos con varios muertos me puede dar pena. Pero dentro de mi sistema neuronal no hay dolor. En cambio, si salgo a la calle y veo un accidente de tráfico, siento el dolor dentro de mí. De alguna forma, es como si tú y yo nos convirtiéramos en una sola persona.

P. Si la imitación física y la empatía emocional se localizan en la misma zona neuronal, ¿los trastornos del autismo ocurren en el sistema motor?

R. Esta es nuestra idea, que comienzan con una alteración en el sistema motor. En los niños autistas este sistema no se desarrolla tan bien como en el resto. Y esto tiene consecuencias, porque si no actúas adecuadamente, los demás no te responden. No entiendes, por qué no tienes un mecanismo espejo bien estructurado de lo que hacen los demás. Se da un efecto cascada, una serie de acontecimientos que, según nuestra hipótesis, surgen por un déficit motor inicial de base genética. Y de ahí, no haces bien los movimientos, no interpretas bien las acciones, te encierras en ti mismo, los demás ya no te tratan bien... Pero bueno, hay que entender que el autismo contiene una gama muy amplia de trastornos, también implica déficits cognitivos.

P. Todas estas ideas nacieron en un experimento que hizo con monos. ¿Los animales tienen empatía?

R. No lo sé, porque a lo largo de los años trabajamos en los mecanismos en frío. Algunos animales entienden la acción, entienden la intención, pero no sabemos si entienden la emoción. En la emoción siempre hemos trabajado sobre el hombre. También porque, la verdad, ya es bastante complicado esto de por sí [risas].

P. La idea de las neuronas espejo tiene implicaciones que van más allá de la neurología. ¿Cómo impactó este descubrimiento en el mundo de la psicología?

R. La psicología aceptó con dificultad la idea de las neuronas espejo. Pero a los filósofos les encantó, porque la fenomenología [el estudio filosófico del mundo y la experiencia humana] se basaba en algo parecido. Los fenomenólogos franceses, alemanes, Husserl y Merleau Ponty, decían que entendemos a los demás porque los demás entran en nosotros. Así que fue un gran éxito francés, alemán y europeo. Los psicólogos fueron algo más reacios, porque les gustaban más las ideas cognitivas. Pero al final acabaron aceptándolo ellos también.

P. Usted nació en Kiev. ¿Cómo está viviendo la guerra?

R. Muy mal. Mi madre era de Kiev, pero sólo hablaba ruso. Yo mismo sólo hablo ruso, en mi época no existía el nacionalismo ucranio. Y he vivido todo esto con pena y rabia. Esperaba que se pudiera llegar a un acuerdo, pero ahora... No sé cómo terminará, pero es muy triste.

P. ¿Por qué cree que la sociedad europea ha empatizado tanto con el pueblo ucranio? Hay quien dice que el hecho de que sean blancos y tengan los ojos azules tiene que ver, que hay una especie de racismo en positivo. ¿Tiene esto sentido? ¿Empatizamos más con quien es más parecido a nosotros?

R. Lamentablemente es verdad. Es algo atávico que hemos heredado de los primates. Quien es más parecido a ti, lo consideras un amigo. Quien es diferente, te inspira miedo. Superar esto implica un esfuerzo cultural, intelectual, para considerar que todos somos humanos y que todos somos iguales. Pero instintivamente uno siente que le gusta más aquello que es más parecido a sí mismo. Para apreciar al diferente, a veces hay que hacer un esfuerzo intelectual.

P. ¿Y para despreciar al diferente? Si todos nacemos con una cierta cantidad de neuronas espejo, ¿qué sucede durante las guerras, cuando sociedades enteras pierden la empatía hacia el prójimo?

R. El mejor ejemplo de esto que comenta es el de [uno de los responsables del genocidio judío, Adolf] Eichmann. Cuando este oficial nazi fue deportado a Israel y lo llevaron a juicio, le hicieron toda serie de análisis psicológicos y el resultado fue sorprendente. Era un tipo normal, parecía buena persona, amaba a los animales, amaba la naturaleza, un hombre de familia, perfecto. Durante el instituto tenía amigos judíos, pero después algo cambió. Leyendo la propaganda de Joseph Goebbels, se convirtió en nazi y se convenció de que los judíos no eran seres humanos. Por lo tanto, para él ya no debía sentir empatía hacia ellos. Su biología podría entender que eran personas, pero la ideología modificaba esa percepción. Es algo que se repite en muchas guerras, se intenta deshumanizar al enemigo para que nadie empatice con él.

P. Entonces, ¿la ideología puede bloquear la empatía?

R. Mucho, la empatía es muy flexible. Pero lo bueno es que también funciona al revés. Podemos aprender cosas para empatizar con nuevas situaciones. Nacemos con una base, con un conjunto de neuronas innatas para entender a la madre. Si la madre está triste, el bebé llora; si la madre se ríe, él también. Pero luego aprendemos ciertas cosas y las ampliamos. Es muy importante que el niño aprenda música, que aprenda a jugar al ajedrez, al fútbol... porque si conoces un deporte o un juego, entonces entiendes mucho mejor. Te enriqueces.

Hay un hermoso experimento sobre esto. Si uno de nosotros observa un espectáculo de baile, tendremos una pequeña actividad en las neuronas espejo. Pero si esta misma escena la mira un bailarín, habrá una actividad enorme. Por eso los exdeportistas son tan buenos comentaristas deportivos. Entienden mejor lo que está pasando, empatizan más con la situación en el campo. Esto se nota mucho cuando en un partido comentan un periodista y un exfutbolista.

P. Ha utilizado gafas de realidad virtual en sus experimentos, ¿pueden los videojuegos, con su capacidad de ponernos en la piel de otras personas, fomentar la empatía?

R. No lo creo. Hay experimentos que dicen que la vida real es mucho más fuerte desde el punto de vista emocional que cualquier película o videojuego. Eso es lo que me preocupa de los niños que siempre se quedan en casa, no tienen esa relación que teníamos cuando jugábamos a la pelota en la calle. Hoy muchos niños están cerrados en casa y por eso tienen menos empatía con los demás.

P. No es algo exclusivo de los niños. La mayoría de discusiones y debates políticos se replican en las redes sociales, donde preocupa la propagación del discurso del odio.

R. Exacto, en un espacio con menos empatía, ese tipo de discursos florece. No sé si usted conoce el concepto de meme [una idea que se concreta, normalmente, en una imagen, un GIF o una frase y se replica en internet contagiando a quienes la reciben]. Los memes son un peligro terrible para mí porque, normalmente, si uno discute, las ideas le llegan con un contexto social. Pero con los memes, esta información te llega y se replica sin contexto, es como los lugares comunes o las frases hechas. La mayoría de memes son inocuos, pero hay otros que no, pueden perpetuar ideas sin un contexto humano, real, y tienen un potencial dañino.

P. Tiene 86 años, ¿por qué sigue trabajando?

R. ¡Nadie le pregunta a [el anciano director de orquesta italiano] Riccardo Muti por qué sigue dirigiendo! [Risas]. Bueno, yo estoy oficialmente jubilado desde hace unos años, pero me dieron el puesto de profesor emérito, así que tengo un laboratorio, el estudio, la secretaria… Y bueno, incluso después de la operación voy dos o tres días a la semana y trabajo con ellos. Me siento más vivo, es muy bonito trabajar. A veces también lo hago desde casa, pero ir al instituto y hablar con los jóvenes, con los colaboradores… Es muy estimulante.

(De https://elpais.com/salud-y-bienestar)