martes, 12 de marzo de 2024

El fideísmo como herejía

Por fideísmo se entiende, en religión, el predominio de la fe sobre la razón, hasta llegar al extremo de la irracionalidad. Ello se debe a que, para muchos, la religión moral no es una cuestión asociada a la ética, sino que habría de ser un complejo proceso que ha de establecer un vínculo concreto entre la deidad y algunos hombres “elevados”, dando lugar al “espiritualismo cristiano”. Bajo el fideísmo se cae a veces en el “todo vale”, constituyendo una verdadera herejía en contra de una religión que apunta esencialmente a la plena adaptación del ser humano al orden natural.

La expresión más representativa del fideísmo es aquella de Tertuliano: “Creo porque es absurdo”. Carlo Mazzantini escribió: “La actitud fideísta se encuentra, verdadera y propiamente, sobre todo en los apologetas adversos a la filosofía y, en general, a la cultura antigua, como Tertuliano (siglos II-III), y en los «antidialécticos» medievales, como San Pedro Damiano (siglo XI). Estos sostenían que aun lo absurdo y contradictorio podía y debía creerse, puesto que todo es posible a la divina Omnipotencia” (De “Herejías de nuestro tiempo” de Giovanni Rossi-Ediciones Studium-Madrid 1956).

Con la palabra “herejía” se designa a todo desvío a la ortodoxia aceptada y propuesta por la Iglesia Católica. De ahí que será considerada como herejía una postura que priorice el cumplimiento de los mandamientos bíblicos a toda creencia y tradición posible. Desde el punto de vista de tal “herejía”, se considera como referencia las palabras del propio Cristo y de ahí que la verdadera herejía será la de quienes ubican en un lugar secundario al cumplimiento de los mandamientos y a la consideración de la religión bíblica como una propuesta esencial y exclusivamente ética.

Así, desde la religión natural, que prescinde de lo sobrenatural, se observa a la religión tradicional como un caso similar a saber leer y nunca leer nada, a creer en Dios y en la divinidad de Cristo y no cumplir con sus mandamientos (y muchas veces ni siquiera intentarlo).

Por lo general, la herejía del fideísmo va asociada a la herejía de la idolatría, lo que conduce a numerosas discusiones sin sentido entre los distintos idólatras vinculados a las diversas iglesias y sectas. Si alguna vez se propusieran profundizar exclusivamente en el significado de los mandamientos éticos, al menos podrían advertir un principio de acuerdo.

1 comentario:

agente t dijo...

Me temo que el verdadero propósito de los distintos credos está mucho más cerca del uso preferente de lo sobrenatural como criterio definidor y dirimidor que el establecimiento de criterios éticos razonados y razonables o cualquier otro tipo de ecumenismo no ligado a la capacidad de ejercer poder.