miércoles, 13 de marzo de 2024

La rebelión de los bárbaros

Dentro del proceso social conocido como “la rebelión de las masas”, es posible señalar una variante que podría denominarse “la rebelión de los bárbaros”. Esta variante, posiblemente no advertida en las épocas de Ortega y Gasset, está relacionada con una especie de sublevación en contra de la ciencia experimental y de sus resultados.

El proceso indicado se observa en las redes sociales, como Facebook, en donde aparecen promotores entusiastas de la “tierra plana”, de la “tierra hueca” y de otras “teorías” por estilo. Si se tratara de individuos aislados, no parecería un problema importante, sin embargo, la cantidad de adhesiones asociadas a los mensajes absurdos es bastante numerosa.

Los terraplanistas no se han molestado siquiera en informarse un poco en materias como geografía o astronomía, ni los adherentes a la tierra hueca han leído algo sobre geología, ya que, pareciera, confían en su “sentido común” y en las “evidencias” que de ese sentido provienen.

Para colmo, ante varios videos de una astrónoma chilena, responden con burlas y califican como mentiras a todo lo que la divulgadora científica comenta. Los bárbaros suponen que los científicos realizan sus trabajos con la finalidad de engañar a la gente y que son justamente ellos, los bárbaros, los “liberadores” ante el engaño y los promotores de la verdad.

Si estos absurdos ocurren en temas tan evidentes y tan estudiados por los especialistas, podemos imaginarnos lo que ha de suceder en materia de religión, política y economía, procesos en los que las falacias no son tan fáciles de rebatir por tratarse de fenómenos sociales en los que intervienen muchísimas variables o causas posibles. Luego, cuando los bárbaros acceden al poder, las cosas seguramente no andarán bien.

1 comentario:

agente t dijo...

El uso y abuso de las redes sociales es la última forma de expansión que usan las posturas y visiones generales alógicas, acientíficas y emotivistas tan del gusto de ese numeroso grupo de individuos que saben o sabemos algo de bastantes cosas y mucho de nada y que, junto con lo anterior y más importante, han renunciado a la utilización y respeto de los intermediarios cualificados en los diversos temas sobre los que allí tratan, para alcanzar una relevancia social que anteriormente nunca pudieron disfrutar.