viernes, 31 de octubre de 2025

Islam vs. Ley natural

Toda descripción verdadera del mundo real implica que ha de ser compatible con las leyes naturales existentes. Un síntoma evidente de que no se contemplan dichas leyes se advierte en el hecho de que el Islam admite hasta cuatro esposas mientras que, biológicamente hablando, nacen similares cantidades de hombres que de mujeres en toda población humana. Si algunos tienen hasta cuatro mujeres, otros quedarán sin ninguna.

Si hombres y mujeres están regidos corporal y psicológicamente por similares leyes naturales, existe una igualdad básica que debería respetarse. De ahí que la posición de inferioridad social de la mujer, propuesta por el Corán, no contempla tal hecho. Tampoco respeta la vida de los integrantes de otras religiones o de otras formas de mirar la realidad, por lo cual el Islam propone un cobro adicional de impuestos a los infieles, una expulsión de la sociedad islámica e incluso hasta el asesinato, lo que se conoce como yihad o guerra santa. Para colmo se supone que ésta ha sido la voluntad de Dios, o Alá, y no sólo la voluntad de Mahoma.

En algunos países se trata de vivir, actuar y pensar en forma similar a Mahoma; de ahí que no parece como algo "natural" ni un buen ejemplo, que un hombre de 53 años se case con una niña de 6 años e inicie vínculos íntimos cuando la niña tiene 9 años, como fue el caso del Profeta que escribió en el Corán todo lo que Alá le dictó, supuestamente.

Entre laa formas de difusión del Islam aparece en primer lugar el terror psicológico a ir al infierno, por lo cual, para evitar tal situación, el creyente tiende a cumplir con todas y cada una de las directivas establecidas. De esa forma se va estableciendo un totalitarismo teocrático en el cual la vida individual queda regida por el Corán, que es el que determina qué comer, qué vestir, qué pensar, qué hacer, etc. Ello implica destruir la esencia individual de todo ser humano.

Mahoma expresó: "Diferentes profetas han venido en nombre de Dios a ilustrar sus distintos atributos. Moisés, su clemencia y providencia; Salomón, su sabiduría, majestad y gloria; Jesucristo, su justicia, omnisciencia y poder; su justicia por la rectitud de su conducta, su omnisciencia por el conocimiento de los secretos de todos los corazones, su poder por los milagros que realizó. Pero ninguno de estos atributos ha bastado para lograr la conversión, y hasta los milagros de Jesús y Moisés han sido recibidos con incredulidad. Por lo tanto, yo, el último de los profetas, soy enviado con la espada. Los que promulgan mi fe no deberán entrar en argumentaciones ni discusiones, sino acabar con todos los que se nieguen a obedecer la ley. Todo el que luche por la verdadera fe, tanto si cae como si vence, recibirá una recompensa gloriosa".

"La espada es la llave del cielo y del infierno; todos los que la sacan en defensa de la fe serán recompensados con beneficios temporales; cada gota de sangre que derramen, cada peligro y tribulación que padezcan quedarán registrados en lo alto y se les atribuirá más mérito que al ayuno y a la oración. Si caen en la batalla, sus pecados quedarán perdonados en el acto y serán transportados al paraíso, donde vivirán en medio de eternos placeres entre los brazos de huríes de ojos negros" (Citado en "Mahoma" de Washington Irving-Salvat Editores SA-Barcelona 1986).

Si bien Mahoma parece valorar a Moisés y a Cristo, en realidad considera como "infieles" tanto a los seguidores de Moisés como a los de Cristo, induciendo a acosarlos y hasta matarlos, como sucede actualmente en varias partes del mundo. Si bien la lucha contra los "infieles" presenta ciertas variantes, todo parece indicar que el principal ideólogo de la violencia es el propio Mahoma. Antonio Elorza escribió: "Los atentados que ha protagonizado al-Qaeda a lo largo de la última década reivindican un fundamento teórico rigurosamente ortodoxo en el Corán y son ejecutados en nombre de la causa de Alá" (De "Los dos mensajes del Islam"-Ediciones B SA-Barcelona 2008).

La peligrosidad del yihadista radica en que éste busca una muerte honrosa para acceder al paraíso, preferentemente la busca asesinando infieles cuyas vidas son, para él, totalmente carentes de valor. Mark Juergensmeyer escribió: "El doctor Rantisi me corrigió. No debería llamarlos «ataques suicidas», dijo. Él prefería otro término, una palabra común árabe que escribió en mi cuaderno, tanto en árabe como en grafía latina: istishhadi. «Significa martirio voluntario», explicó Rantisi, añadiendo que «a todos los musulmanes les gustaría ser mártires»".

"El término que se usaba para describir ese acto era importante, siguió diciendo, porque llevaba en sí su significado. «Bombardeo suicida» sugería un acto impulsivo de una persona desequilibrada. Las misiones que llevaban a cabo los jóvenes en el ámbito de Hamás, dijo, eran acciones escogidas deliberada y cuidadosamente como parte de sus obligaciones religiosas. «No les ordenamos hacerlo», subrayó, «simplemente les damos permiso para hacerlo en determinadas ocasiones»" (De "Terrorismo religioso"-Siglo XXI de Argentina Editores-Buenos Aires 2001).

Otro aspecto que llama la atención es el uso de las palabras "heroísmo", "pureza", "rectitud" y cosas por el estilo, cuando en realidad se admite la posibilidad de asesinar a personas inocentes cuya único pecado consiste en no aceptar el Islam, o rechazarlo. Esto resulta similar a la "superioridad moral" del socialista mientras admira a personajes siniestros como el Che Guevara o a Lenin. El generalizado rechazo al cristianismo, tanto en Europa como en otras partes del mundo, junto con la adhesión al Islam, no parece ser una buena elección.

domingo, 26 de octubre de 2025

Las desventajas de la religión revelada

Las religiones que consideran que un Dios, similar a un ser humano, revela sus intenciones y directivas a través de enviados, y que el resto ha de aceptar, en base a confianza o fe, lo que digan sus enviados, presenta algunas desventajas, que pueden sintetizarse de la siguiente manera:

1- Posible desviación hacia un vulgar paganismo
2- Posibilitar la aparición de falsos profetas
3- Impedir la existencia de una religión universal

Las religiones bíblicas se basan en supuestas intervenciones de Dios en los acontecimientos humanos, siendo lo sobrenatural una exigencia, en épocas remotas, para una aceptación generalizada de la religión moral. Una vez que se acepta tal intervención, aparece la posibilidad de considerar a Dios casi como a un líder totalitario al que hay que alabar para recibir sus decisiones favorables, quedando la religión moral, de esa manera, al nivel de cualquier paganismo, en el cual la única diferencia radica en el objeto adulado, mientras que la actitud del creyente es bastante similar.

La situación de mayor gravedad ocurre cuando aparecen supuestos enviados de Dios que predican la violencia contra quienes se oponen a sus prédicas, como es el caso de Mahoma. Así, mientras que a un cristiano se le promete ir al cielo luego de cumplir con los mandamientos bíblicos, al musulmán se le hace una promesa similar si cumple, entre otros requisitos, con la yihad (guerra santa), es decir, podrá ir a la vida eterna si asesina a algunos judíos o algunos cristianos. Para mayor información sobre el Islam, se sugiere visitar en youtube los videos de Raad Salam.

Las religiones reveladas, por lo general, provocan divisiones y luchas internas, además de las divisiones y luchas contra otras religiones, o pseudoreligiones. De ahí que carecen de validez universal, o validez para todo habitante del planeta. Por el contrario, la religión natural (como es posible considerar al cristianismo), resulta compatible con las leyes naturales existentes, que son las mismas para todo ser humano. La religión será universal o no será "religión".

El criterio para validar una propuesta religiosa debería ser el mismo criterio utilizado por la ciencia experimental, es decir, se acepta lo que "funciona bien" y se rechaza lo que "funciona mal". Esto es; se aceptan las teorías compatibles con las leyes naturales y se rechaza el resto. Se acepta la propuesta religiosa que produce efectos positivos para la humanidad y se rechaza el resto.

sábado, 25 de octubre de 2025

Normal vs. Excepcional

Por lo general, asociamos como "comportamiento normal" a lo que está generalizado, o a lo que predomina en una sociedad. Así, en la Argentina es "normal" no respetar las normas de tránsito vehicular; de ahí que ocupamos el 6to lugar, a nivel mundial, entre los que peores conducimos automóviles y vehículos en general. Luego, lo "excepcional" sería el sector social que cumple con todas las reglas de tránsito. En otros países, lo "normal" es el respeto a dichas reglas, mientras que "excepcional" sería un comportamiento similar al de los argentinos.

Cuando se habla de un necesario "cambio de mentalidad", ello ha de implicar dejar de lado el egoísmo extremo que se evidencia en la falta de respeto a toda regla de convivencia, como la antes señalada. La corrupción generalizada se debe a un pensamiento corto, como el de quienes piensan que infringir las leyes morales elementales, como una costumbre o hábito, redundará en una ventaja personal, cuando a la larga tal modo de vida nos perjudicará a todos, aunque de distinta forma.

Las calificaciones de acciones y personalidades "normales" y "excepcionales", como las mencionadas, tienen un carácter subjetivo. De ahí que convendría encontrar tales calificativos asociados a aspectos objetivos, es decir, vinculados a las leyes naturales que rigen nuestras conductas individuales. Bajo este criterio, una persona "normal" será aquella adaptada al orden natural, siendo la empatía emocional la principal ley de supervivencia, individual y colectiva, por la cual tenemos la predisposición a compartir penas y alegrías ajenas como propias, evitando hacer daño a los demás y promoviendo beneficiarlos de alguna manera. De ahí que la ética cristiana apunte a construir una personalidad adaptada al orden natural, lo que ha de significar una "normalidad objetiva".

Toda conducta o acción que proviene de un alejamiento o ignorancia de tal predisposición empática, llevará a estados sociales e individuales indeseables, es decir, a ciertas formas de sufrimiento. De ahí que, en la actualidad, gran parte de la población mundial vive alejada de la "normalidad objetiva", si bien vive en una indeseable "normalidad subjetiva".

Como nuestra actitud personal, desde el punto de vista emocional, está relacionada con nuestro aspecto racional o cognitivo, podemos ampliar el concepto de "normalidad objetiva" teniendo presente que el pensamiento cotidiano se ha de orientar por una simultánea influencia de nuestro pasado, de nuestro presente y de nuestro futuro. Por el contrario, si bien los animales domésticos muestran bastantes señales de inteligencia, carecen por lo general de la "influencia del futuro"; influencia que en los seres humanos está asociada al sentido de la vida. Harry Stack Sullivan escribió: "Sostengo que, siempre que no intervengan las circunstancias, el hombre-persona vive con su pasado, su presente y su porvenir cercano, todos los cuales son claramente pertinentes para demostrar y explicar su pensamiento y acción; el porvenir cercano influye en nosotros en un grado no igualado, ni aun remotamente, en ninguna otra especie de los seres vivos" (De "La teoría interpersonal de la psiquiatría"-Editorial Psique-Buenos Aires 1964).

Por lo general, especialmente desde la izquierda política, los aspectos emocionales poco cuentan respecto del nivel de felicidad logrado por la gente, ya que todo se asocia al dinero y al poder; análisis siempre realizado bajo el amparo del relativismo moral. Así, al ver en las sociedades humanas occidentales nada más que corrupción y maldad, se apunta, no a una mejora ética individual, sino a un "cambio de sistema económico", de manera de buscar un posible acceso a la cima del poder. Néstor A. Braunstein escribió: "La psiquiatría es la única rama de la medicina que tiene vergüenza de usar la palabra «enfermedad» para definir eso de que se ocupa y por eso llama a sus afecciones «trastornos», un eufemismo que traduce el vocablo inglés «desórdenes». ¿Qué «orden» es el que se desordena cuando alguien es distinto de cómo se espera? ¿Qué saber autoriza al médico para «clasificar» a los seres humanos entendiendo que padecen «trastornos de la personalidad», que son anormales o peligrosos y que requieren «tratamientos»?" (De "Clasificar en psiquiatría"-Siglo XXI Editores SA-Madrid 2013).

Como existe la posibilidad de admitir una "normalidad objetiva", es también factible que, desde la psiquiatría, se llegue a una clasificación similar. La existencia del bien y del mal, o de lo deseable y lo reprochable, es algo evidente. Y ello implica poder clasificar a los seres humanos según sus actitudes y según que esas actitudes estén orientadas a producir buenos o malos efectos. La realidad humana depende principalmente de las actitudes o predisposiciones individuales y colectivas, antes que del "sistema económico adoptado".

jueves, 23 de octubre de 2025

Acerca del Estado de bienestar

Existen dos formas principales de socialismo. Una forma es la propuesta por Karl Marx e implica la expropiación de los medios de producción. La restante implica la expropiación de gran parte de las ganancias producidas por tales medios (vía impuestos), que siguen como propiedad privada. A esta segunda forma se la conoce como el Estado benefactor o Estado de bienestar.

Uno de los objetivos buscados en esta segunda forma es la protección social de todo integrante de la sociedad, produciendo por lo general los mismos efectos que produce la sobreprotección de un niño por parte de sus padres, es decir, se lo acostumbra a que le resuelvan todos sus problemas incapacitándolos para la lucha que presenta la vida cotidiana.

Los socialdemócratas, promotores del Estado benefactor, aducen que debe evitarse la "marginación social" de cada integrante de la sociedad. Sin embargo, cuando la sobreprotección pasa de cierto límite, se convierte a muchos en parásitos sociales acostumbrados a vivir a costa del trabajo ajeno, siendo de esta forma efectivamente "marginados de la sociedad" por el Estado benefactor.

Se ha llegado al extremo de que muchos políticos muestran como un gran logro el hecho de "proteger" a varios sectores de la sociedad y que, debido a una excesiva sobreprotección, se los ha convertido en ineptos sociales. Mientras que el éxito de la sociedad libre implica la existencia de ciudadanos que pueden valerse por sus propios medios, sin ayuda de nadie. Wilhelm Röpke escribió: “Si tomamos en serio el respeto a la dignidad humana, lo razonable sería proceder a la inversa y medir el progreso por la capacidad que podemos atribuir a amplias masas populares de solucionar el problema de su seguridad existencial con sus propias fuerzas, bajo su propia responsabilidad, mediante el ahorro, los seguros y otras numerosas formas de ayuda voluntaria entre grupos. Sólo esto es, en definitiva, digno de un hombre libre y adulto, y no estar mirando siempre al Estado en espera de una ayuda que, en definitiva, sale de los bolsillos de los contribuyentes o de las limitaciones impuestas a los afectados por el proceso de deterioro del valor de la moneda”.

“Entre los lentos cánceres de nuestra economía y sociedad occidentales se destacan dos: el avance al parecer incontenible del Estado de beneficencia o Benefactor y la erosión del valor del dinero, lo que se denomina inflación reptante. Existe entre ambos un estrecho vínculo nacido de sus causas comunes y de su esfuerzo recíproco. Los dos se inician lentamente, pero al poco tiempo el ritmo se acelera hasta que cuesta detener el deterioro, lo cual multiplica el peligro. Si los afectados supieran lo que les aguarda al final, tal vez se detendrían a tiempo. La dificultad estriba en que es extraordinariamente difícil lograr que se oiga la voz de la razón mientras todavía se está a tiempo”.

“Los demagogos sociales emplean las promesas del Estado Benefactor y de la política inflacionaria para seducir a las masas y cuesta advertir a la gente de modo convincente acerca del precio que todos deberán pagar al final. Tanto mayor razón para que aquellos cuya visión es más equilibrada y extensa redoblen sus esfuerzos por desengañar a los demás, sin atender a los violentos ataques de los demagogos sociales, poco escrupulosos para escoger sus medios, y de los funcionarios del propio Estado Benefactor”.

“Otra característica común del Estado Benefactor y de la inflación crónica es que ambos fenómenos demuestran, en forma clara y aterradora, de qué manera ciertas fuerzas políticas socavan los cimientos de una economía y una sociedad libres y productivas. Ambos son los resultados de opiniones masivas, reclamos masivos, emociones masivas y pasiones masivas, y a ambos los dirigen esas fuerzas en contra de la propiedad, de la ley, la diferenciación social, la tradición, la continuidad y el interés común. Los dos convierten al Estado y al voto en medios para hacer que una parte de la comunidad avance, a expensas de las otras, hacia donde la mayoría del electorado empuja por la fuerza de su solo peso. Los dos son expresión de la disolución de aquellos principios morales firmes que antaño se aceptaban como incuestionables” (De “Una economía humana”).

Los promotores del Estado de bienestar no buscan solamente sobreproteger individuos, sino también dominarlos desde el Estado, imponer una igualdad social, entendida como igualdad económica, a fin de evitar la envidia generalizada. Axel Kaiser escribió: "La figura del Estado de bienestar encuentra su origen en tiempos del canciller alemán Otto de Bismarck, décadas antes de la Primera Guerra Mundial. Bismarck definió su sistema benefactor como «socialismo de Estado», agregando que los alemanes debían acostumbrarse a más socialismo".

"Su propósito, además de competir políticamente por la derecha con las promesas del movimiento socialista, era convertir a los alemanes en dependientes del Estado para que estuvieran más dispuestos a ir a la guerra y peler por él y su proyecto imperial. El mismo Bismarck declaró que «cualquiera que tenga una pensión del Estado se encuentra más satisfecho y es más fácil de manejar que quien no tiene esa expectativa. Mire la diferencia entre un empleado privado y uno en la cancillería o la corte; el último aceptará mucho más porque tiene una pensión que recibir». Y también diría: «Será una gran ventaja cuando tengamos setecientos mil pensionados pequeños obteniendo sus ingresos del Estado, especialmente si provienen de esas clases que de otro modo no tienen mucho que perder en una revuelta y erróneamente creen que tienen mucho que ganar de ella»" (De "Parásitos mentales"-Ariel-Buenos Aires 2024).

Resulta fácil advertir que es el Estado de bienestar el camino previo al totalitarismo, tal como lo expuso Friedrich Hayek en su libro "Camino de servidumbre". Wilhelm Röpke escribió: “La verdad es que este moderno Estado benefactor o Estado-providencia, que a la luz de estas reflexiones se nos presenta como un anacronismo, resultaría incomprensible si no tuviéramos en cuenta el hecho de que en la actualidad tiene otro sentido. Su meta auténtica ya no es ayudar a los débiles y necesitados de ayuda, a aquellos cuyos hombros son demasiado débiles para soportar la carga de la vida y las vicisitudes del destino. Estos problemas le ocupan cada vez menos. La realidad es que con suma frecuencia son los necesitados de todo los que menos reciben de él. El Estado benefactor no es hoy la expansión de las antiguas instituciones de la seguridad y la previsión social tal como las creó por ejemplo, en Alemania, Bismarck. Mientras tanto, se ha ido convirtiendo en un número creciente de países en un instrumento de la revolución social, cuya meta consiste en lograr la más perfecta igualdad posible de ingresos y bienes, con lo que la envidia ha desplazado a la compasión como motivo predominante”.

"Así pues, el quitar se ha convertido en algo tan importante al menos como dar, y si llegara a ocurrir que no hubiera ya un número suficiente de gentes auténticamente necesitadas de ayuda, habría que inventárselas, para justificar la tendencia a rebajar a los más ricos hasta el nivel medio, en nombre de altisonantes frases morales, para dar satisfacción al resentimiento social. Se sigue hablando aún el viejo lenguaje de la antigua previsión social, se sigue pensando con aquellas viejas categorías, pero esto no es sino el telón que encubre la nueva campaña que se extiende a todo cuanto supera el nivel medio de ingresos, bienes y rendimiento. Y dado que no se conseguirán los nuevos objetivos de esta revolución social hasta que todo haya quedado nivelado; dado que las pequeñas diferencias que aún subsisten seguirán despertando el resentimiento social; dado que, por otra parte, es inimaginable una situación que no ofrezca ya pábulo al resentimiento social, la conclusión final es que no cabe esperar que se detenga esta evolución mientras no se acierte a ver la perversa filosofía social en que se apoya el moderno Estado de bienestar y se la rechace en consecuencia como uno de los más funestos errores de nuestra época” (De “Más allá de la oferta y la demanda”-Unión Editorial SA-Madrid 1979).

lunes, 20 de octubre de 2025

Prioridad moral vs. Prioridad ideológica

En los comienzos de los procesos revolucionarios, como fue el caso de la Revolución bolchevique o de la Revolución cubana, surgen adhesiones numerosas, que se van apagando con el tiempo al observar los resultados logrados. Sin embargo, aún con la evidencia de un fracaso contundente, son varios los que mantienen la adhesión previa. Mientras que para los primeros existe una prioridad moral por sobre toda ideología, para los segundos existe una prioridad racional, por cuanto la ideología les toma el control del cerebro desalojando todo rastro de realidad.

Lo grave del caso radica en que varios intelectuales, incluso algunos ganadores de un Premio Nobel, se encargan de difundir alabanzas a los peores dictadores totalitarios, promoviendo en las distintas poblaciones la continuidad de ideas que las perjudican indefectiblemente. Entre los casos de adhesión a Hitler, pueden mencionarse a los físicos Pascual Jordan y a Philipp Lenard (Premio Nobel).

Entre los adherentes a Stalin puede mencionarse a Frederic Joliot-Curie (Premio Nobel), quien expresó en el Congreso del Partido Comunista Francés de 1956: “Los hombres no son perfectos, ciertamente. Se han cometido errores y algunos muy graves. Todo hombre debe reprobarlos. Y todos pueden ver cómo los juzgamos cuando corresponden a un hombre tan importante como el camarada Stalin. Pero éstas son cosas que no conciernen ni a la doctrina marxista-leninista ni al sistema socialista”.

“Esto no es una excusa ni mucho menos; pero quiero preguntar: ¿Cuántos crímenes son cometidos todos los días en los países que dicen hablar en nombre de la libertad y que, por ejemplo, so pretexto de pacificación hacen matar a millares de seres humanos?” (De “Trabajos fundamentales”-Editorial Platina-Buenos Aires 1960).

También fue un admirador de Stalin y de Mao el escritor Pablo Neruda (Premio Nobel). Así, cuando varios intelectuales se juntan, son capaces de faltarle el respeto y burlarse de la memoria de decenas de millones de victimas inocentes del comunismo, como fue el caso de la comisión encargada de otorgar los Premios Nobel de Literatura, cuando se lo otorgan a Pablo Neruda, quien escribió loas a Stalin y a Mao, a pesar de los crímenes por éstos cometidos. “Después de escribir un poema de homenaje a Stalin en su muerte, se adapta a la era Kruschev, el detractor necrológico de Stalin y continuador del sistema comunista”.

“En sus memorias, Neruda rinde culto a Lenin sin atenuantes”. “En sus referencias a China, Neruda menciona el culto a la personalidad de Mao, pero nunca a sus crímenes ni la Revolución Cultural, como si el problema hubiera sido, al igual que con Stalin, sólo el culto a la personalidad. Se permite, por lo demás, varios elogios compensatorios de Mao". (De “Los fabricantes de miseria” de P.A. Mendoza, C.A. Montaner y Á. Vargas Llosa-Plaza & Janés Editores SA-Barcelona 1998).

El reciente Premio Nobel de Economía, Philippe Aghion, expresó en una entrevista: "Salvador Allende era una buena persona, pero no muy bueno en economía..." (De latercera.com). La "buena persona" se despreocupó por la condición social y económica de los chilenos, priorizando el poder y la expansión de la ideología comunista en Sudamérica. Para afianzar el poder logrado en las urnas, con un 36% de los votos, los seguidores de Allende trataron de establecer un poder militar con fuerte apoyo internacional.

Recordemos que las tan aplaudidas “revoluciones marxistas” no son otra cosa que guerras civiles entre diferentes sectores. Robert Moss escribió: “Una poderosa facción de la Unidad Popular de Allende (al igual que los grupos revolucionarios fuera del gobierno) se encontraba preparando, desde el mismo comienzo, una violenta insurrección: una revolución dentro de la revolución. Fueron ayudados por extremistas extranjeros que inundaron el país bajo Allende y que, corrientemente, se encontraban premunidos de papeles de identificación chilenos".

"Unos 14.000 extremistas foráneos mezclados en actividades revolucionarias en Chile, fueron identificados por el Servicio de Inteligencia Militar después del pronunciamiento. Los cubanos y norcoreanos jugaron importante rol suministrando armamentos checos e instructores militares. Durante los últimos meses del régimen, era obvio que Allende ya no contaba con el apoyo de los uniformados".

"Los comunistas y socialistas trabajaban febrilmente preparando sus brigadas para el inminente choque. Régis Debray, que visitara a Allende por última vez en agosto de 1973, lo resumió en la siguiente forma en Le Nouvel Observateur: «Todos sabíamos que era un asunto táctico ganar tiempo, organizar, armar y coordinar las formaciones militares de los partidos que componían la Unidad Popular y su gobierno. Era una carrera contra el tiempo»” (De “El experimento marxista chileno”-Editora Nacional Gabriela Mistral Ltda.-Santiago de Chile 1974).

Más cercano en el tiempo es el caso del economista Joseph Stiglitz, Premio Nobel, quien proclamó su apoyo a varios dictadores latinoamericanos. Al respecto, Axel Kaiser escribió: "Con este nivel grotesco de distorsión, no es extraño que Stiglitz haya apoyado casi todos los proyectos marxistas o populistas de América Latina en las últimas décadas. Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales, los Kirchner, Gabriel Boric y Fidel Castro fueron todos defendidos por Stiglitz en su esfuerzo por acabar con el neoliberalismo".

"Como es costumbre entre quienes se encuentran infectados por este parásito mental, al referirse a Chile Stiglitz distorsionó los hechos para ajustarlos a sus preferencias ideológicas" (De "Parásitos mentales"-Ariel-Buenos Aires 2024).

sábado, 18 de octubre de 2025

La ideología necesaria

Resulta preocupante la actual situación de la humanidad, plagada de conflictos de todo tipo y en donde las actuales ideologías de orientación resultan insuficientes para revertirla. Incluso si se lograra una ideología de adaptación satisfactoria, respecto del orden natural, nadie puede garantizar que sea aceptada en forma generalizada. Sin embargo, resulta ser el objetivo inmediato a lograr.

Con la palabra "ideología" se hace referencia a un conjunto de ideas que puede ser compatible con las leyes naturales que rigen nuestras conductas individuales, dejando de lado el carácter despectivo que por lo general se atribuye a tal palabra. Una ideología compatible con tales leyes ha de estar materializada mediante una teoría descriptiva organizada en forma axiomática y que resulte accesible al ciudadano común.

Entre los peligros advertidos para el futuro de la humanidad se pueden mencionar los totalitarismos todavía vigentes, como el socialismo y el expansivo totalitarismo teocrático constituido por el Islam. También se pueden mencionar los diversos nacionalismos expansivos y los diversos relativismos (moral, cognitivo, cultural) que sirven para legitimar aquellos movimientos que apuntan al logro de un poder opresivo contra el resto de los habitantes del planeta.

En un universo regido por leyes naturales invariantes, éstas han de ser la referencia necesaria para establecer toda descripción objetiva del ser humano y de la sociedad. Asociadas a la obra de un Creador, se tiene en esa referencia el fundamento de una religión natural enteramente compatible con la ciencia experimental, por cuanto la función esencial de la ciencia es la descripción de tales leyes. Así, la posible validez universal de la religión natural provendrá de igual manera que la validez universal de toda descripción científica verificada experimentalmente.

Si bien existe una gran cantidad de conocimientos dispersos en bibliotecas y otros medios, lo esencial y lo necesario en nuestra época consiste en poder adoptar un nuevo punto de partida que le dé sentido a todo lo que sabemos. Ello implica adoptar nuevos cimientos para sostener todo lo construido hasta ahora. El criterio a adoptar será el de Erwin Schrödinger quien define la situación de la siguiente forma: “La cuestión…no es tanto ver lo que nadie ha visto todavía, sino pensar lo que aún nadie ha pensado acerca de lo que todo el mundo ve”.

Como esencialmente el proceso reparador se debe dar al nivel de cada individuo, es necesario partir del concepto de actitud característica, de la psicología social, con sus componentes emocionales y cognitivas. Luego, conscientes de pertenecer a un enorme y grandioso orden natural, es posible que cada individuo trate de sentirse parte de tal ordenamiento, buscando con la ética natural, no tanto ciertas ventajas para la sociedad y para los demás, sino para fortalecer su propia autoestima y valor personal, lo que luego podrá servir para una mejora generalizada de la sociedad.

A través de las cuatro componentes emocionales básicas de nuestra actitud característica (amor, odio, egoísmo e indiferencia) se llega a una ética natural que tiende a favorecer el bien y a evitar el mal. Teniendo presente la existencia de la empatía emocional, por la cual podemos compartir las penas y las alegrías ajenas como propias, se llega a una ética natural enteramente compatible con la ética bíblica, con una evidente síntesis entre ciencia social y religión moral.

Las componentes emocionales y las componentes cognitivas de nuestra actitud, dan origen a ciertas teorías axiomáticas que materializan una "teoría de la acción ética" y una "teoría del conocimiento", que sirven para comprender gran parte de lo acontecido a través de la historia de la humanidad.

Entre las posibles derivaciones de tal punto de partida, surge la posibilidad de establecer un fundamento adicional de la economía, ya que en la visión de Ludwig von Mises se considera que la economía es una ciencia formal similar a la lógica y a las matemáticas, lo cual no parece ser adecuado por el momento. Por el contrario, vista como una ciencia experimental, también puede tener el rigor de las ciencias formales mencionadas, ampliando de esa forma una posible aceptación en ciertos sectores que aún siguen reacios a adoptarla.

La ideología o teoría de la adaptación cultural al orden natural, aquí esbozada, forma parte de lo que algunos autores denominan como la "ciencia de la paz". Así, Milton C. Mapes Jr. escribió: "Si la sociedad no aprende a manejar el conflicto mucho mejor de cuanto la especie humana lo ha hecho en el pasado, entonces probablemente nuestra civilización no sobrevivirá".

"En términos de resolución de conflicto, la paz no se define como la ausencia de conflicto, sino más bien como el manejo no violento del conflicto. Si bien el problema puede enunciarse con facilidad, su solución es increíblemente difícil, porque implica un cambio fundamental en nuestro entero enfoque del conflicto y ese enfoque ha sido nutrido en nuestros huesos por un periodo de muchos milenios, de hecho, de mucho antes del comienzo de la historia humana" (De "La lucha por la paz" de Charles Duryea Smith-Grupo Editor Latinoamericano SRL-Buenos Aires 1986).

jueves, 16 de octubre de 2025

Los efectos de las mentiras

Las reglas morales promovidas desde tiempos inmemoriales se basan todas en los efectos producidos por nuestras acciones; denominando "buenas" a las acciones que producen efectos favorables al individuo y a la sociedad, y "malas" a las que producen efectos desfavorables. Las reglas morales tienden a promover las buenas acciones y a rechazar las malas.

La mentira ha sido siempre considerada como una mala acción, ya que proviene de una mala actitud. Ello se debe a que toda mentira tiende a cambiar la realidad, ya que los efectos dependen de nuestras opiniones antes que de la realidad misma, como es el caso de las opiniones basadas en mentiras ajenas.

El proceso de la evolución cultural tiende a entorpecerse cuando predomina la mentira respecto de los efectos producidos por la adopción de cierto sistema político, económico o religioso, ya que, en vez de advertir a los demás acerca de los efectos negativos producidos por tal sistema, se lo encubre diciendo todo lo contrario, sin advertir a los demás acerca de los efectos verdaderos. De ahí, posiblemente, surja aquello de que "el hombre es el único animal capaz de tropezar más de una vez con la misma piedra".

Por lo general, respecto de un acontecimiento histórico, es posible disponer de dos posturas opuestas. De ahí que, para saber la verdad acontecida, no nos servirá ninguna en forma directa, ya que deberemos tratar de deducir lógicamente cuál de las dos posturas presenta una mayor coherencia lógica, entre otros aspectos.

Las mentiras asociadas a los gobernantes de un país son tan viejas como el mundo. Aldo Ottolenghi escribió: "Los antiguos eran por lo menos tan mentirosos como nosotros. En el año 1296 antes de Cristo, el rey de los hittitas, Muwatallu, se enfrentó, a la cabeza de sus tropas y las de sus aliados, con las del faraón Ramsés II, en la famosa batalla de Kadesh".

"Los egipios hablaban con entusiasmo de la arrolladora victoria del faraón: Ramsés es «el bien amado de Ra», «el toro poderoso amado por la verdad», «el impávido cuyo prestigio es grande en todo el país», «el que suprimió al país de Etiopía, el que acabó con las balandronadas del país de Hatti»".

"Ahora bien, Ramsés II perdió la batalla de Kadesh; pero consiguió engañar a la posteridad durante unos tres mil años, hasta que el descubrimiento de la civilización de Hatti y el de su escritura permitió rectificar las desvergonzadas mentiras de los sacerdotes egipcios".

"Evidentemente, el papel de los sacerdotes que celebraban la victoria del faraón en sus jeroglíficos, era el mismo de la mayoría de los periodistas modernos que exaltaban a los dictadores de los países totalitarios. Demostrando su fidelidad al régimen trataron de conseguir, a cambio de sus mentiras interesadas, la mayor cantidad posible de ventajas para sí mismos".

"El hecho de traicionar la verdad histórica no les preocupó en absoluto, como no preocupó tampoco a los sacerdotes egipcios".

"Sin embargo, examinando esas mentiras con espíritu científico, vemos que de ellas surgen varios hechos reales; el primero, es que existió efectivamente un faraón que se llamó Ramsés II. Los sacerdotes egipcios no habrían sacado ningún provecho alabando exageradamente a un monarca inexistente".

"El segundo es que los sacerdotes egipcios (por lo menos los del templo de Abu-Simbel, de Luksor y de Abidos, sobre cuyas paredes están escritas las alabanzas de la victoria de Ramsés) eran amigos del faraón".

"El tercero, es que tuvo lugar una batalla en Kadesh, entre los egipcios y los hittitas".

"Ramsés pudo salvar la vida gracias a la intervención de soldados recién llegados de Amurru".

"¿Cómo pudimos darnos cuenta de que la historia relatada por los sacerdotes egipcios había sido falsificada? Porque en el tratado de paz el país de Amurru (aliado del Faraón) fue entregado a los hittitas".

"Si el faraón hubiese ganado la batalla de Kadesh, es evidente que no habría cedido al enemigo el país de uno de sus vasallos".

"Nos encontramos, por lo tanto, frente a una falsificación de la historia, deliberada y consciente. Es posible que la misma se haya hecho también para mantener elevado el prestigio del faraón frente al pueblo egipcio" (De "Orígenes de la civilización occidental"-Hachette-Buenos Aires 1952).

miércoles, 15 de octubre de 2025

La "libertad de prensa" durante el peronismo

Los sistemas totalitarios coinciden en aplicar el lema fascista establecido por Benito Mussolini: "Todo en el Estado. Nada fuera del Estado. Nada contra el Estado". De ahí que el peronismo de los años 1946 al 1955 haya cerrado o expropiado varios diarios a lo largo y a lo ancho del país.

Mientras que en Italia y Alemania abandonaron el fascismo y el nazismo, respectivamente, y en Rusia y China abandonaron el socialismo, en la Argentina se mantiene vigente el peronismo, cuyos orígenes totalitarios desalientan la llegada de inversiones por cuanto poca confianza se le tiene a un pueblo que en cualquier momento retorna a los principios establecidos por Mussolini y seguidos también por Perón.

Los diarios y revistas, como los demás medios periodísticos, debían callar sus críticas al gobierno, incluso debían evitar decir verdades que molestaran al líder totalitario para no ser cerrados o clausurados. A continuación se menciona una lista de los diarios clausurados y confiscados por Perón entre 1946-55:

La Provincia de Salta
La Gaceta de Tucumán
El Orden de Tucumán
La Capital de Rosario
Tribuna de Rosario
Crónica de Rosario
La Unión de Río Gallegos
Córdoba de Córdoba
La Voz del Interior de Córdoba
El Debate de Jujuy
Tribuna de Río Cuarto
El Litoral de Santa Fe
El Imparcial de Santa Fe
El Orden de Santa Fe
La Época de Concordia
El Orden de Nueve de Julio
La Tarde de Zárate
La Hora de Tres Arroyos
Il Mattino d'Italia (de la colectividad italiana antifascista)
La Vanguardia (órgano del Partido Socialista)
La Mañana de Victoria (Entre Ríos)
Argentina Libre y Antinazi
El Intransigente de Salta
Democracia
La Prensa

(Lista extraída de "Relato Roto" de Diego Recalde-Editorial Hojas del Sur SA-Buenos Aires 2025).

martes, 14 de octubre de 2025

Perón y el estupro

El peronismo, al igual que otros totalitarismos, funciona como una especie de religión pagana, por cuanto sus seguidores se orientan por una “moral sectorial” que les permite alabar a sus personajes sagrados aun cuando sus vidas y ejemplos personales se opongan a una moral elemental.

Este es el caso de Perón, denunciado algunas veces por estupro. Al respecto leemos: “En Argentina, el término «estupro» se utiliza para describir el delito sexual que ocurre cuando una persona adulta obtiene consentimiento sexual de un adolescente mediante engaño, aprovechando una posición de superioridad. Aunque el término puede ser entendido en general, el Código Penal argentino moderno aborda estas situaciones bajo figuras como abuso sexual”.

“El estupro se refiere a una relación sexual consentida en apariencia, pero donde el consentimiento es viciado por el engaño del agresor, que generalmente es mayor de edad y abusa de una posición de poder o superioridad” (De “Google”).

Entre las críticas al líder totalitario aparece su vínculo cercano con las integrantes de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios). Diego Recalde escribió: “La quinta de Olivos no era todavía (1953) la vivienda presidencial sino un lugar de recreación para solaz del gobernante. Tal vez por ese motivo, el General dispuso que funcionara, dentro de la misma quinta de Olivos, la sede de la UES. Sólo la rama femenina. Los adolescentes varones tuvieron su propia sede en el barrio de Avellaneda”.

“Perón compró la propuesta [de Armando Méndez San Martín] no tanto por el adoctrinamiento, que lo entusiasmaba, sino por la posibilidad de hacer casting de niñas de manera solapada. Ya no estaba Evita haciéndole marca personal” (De “Relato roto”-Editorial Hojas del Sur SA-Buenos Aires 2025).

El conflicto entre Perón y la Iglesia se agudiza cuando en Córdoba se crea el Movimiento Católico de Juventudes, ya que Perón rechaza toda organización ajena al Estado, es decir, ajena a su poder personal. Félix Luna escribió: “Preocupaba a los círculos católicos cordobeses la actividad de la UES, no en el plano político sino en el terreno moral. –Nos parecía que era corruptor –dice Carnelutti-. No me refiero a la corrupción sexual. Circulaban, desde luego, muchos rumores; se hablaba de los regalos que se les hacían a algunas chicas a cambio de ciertos favores, se aludía a supuestas orgías en la Quinta de Olivos… Pero esto, para nosotros, no era lo más importante, aun si fuera cierto. Lo que nos preocupaba eran los métodos con que se pretendía atraer a la juventud. No se le presentaban ideales ni se le proponían misiones; se los seducía con halagos y sobornos. Compraban a estos chicos y chicas en una carrera de oportunismo que ablandaba el espíritu juvenil. Y esto nos exasperaba: como católicos, no podíamos permitirlo…” (De “Perón y su tiempo” III-Editorial Sudamericana SA-Buenos Aires 1986).

Años antes, luego de enviudar, Perón se vinculaba con una menor. Recalde escribe al respecto: “En 1941, siendo coronel, Juan Domingo Perón conoció en la provincia de Mendoza a una chiquilina llamada María Cecilia Yurbel. Era hija de un campesino sin recursos, que se la entregó a Perón cuando ella tenía 17 años. Se la dio «para todo servicio», como solían ser esas entregas”.

“En 1943, siendo coronel y secretario de Trabajo y Previsión, la presentó en la mítica Radio Belgrano como su hija. Para ese entonces ella ya era mayor de edad, tenía 19 años”. “Ella fue su amante durante un largo tiempo, hasta que Eva Perón, la flamante novia del coronel, dejó de jugar a creerse el cuentito de la hija o la sobrina, y la echó de ese mismo departamento a patadas en el culo al grito de: - ¡Salí de acá, negra de mierda!”.

Luego de la muerte de Eva, en 1952, Perón reinicia sus vínculos con menores. Recalde escribe: “Nélida se llama ella. Pero a diferencia de la Jefa Espiritual de la Nación, ella no se tiñe. Se acepta como es: morocha. Nélida Haydeé Rivas. Nelly para los más íntimos. Tiene 14 años. el General muchos más: 58. 44 años de diferencia hay entre ella y él”.

Derrocado en 1955, Perón parte al exilio: “Nélida Rivas estaba decidida a reencontrarse con el General, pero para eso tenía que salir de la Argentina. Sin embargo no pudieron pasar la frontera. La nena no llevaba documentos. No fue un olvido involuntario. La causa penal por estupro, que seguía en curso, le impedía a Nélida salir del país”.

“Ya circulaba el rumor de que Perón andaba con otras chicas, algo que pudo comprobar ella misma con sus propios ojos en la Argentina, cuando estando de novia con él y ambos queriéndose casar, en paralelo el Pocho andaba con una tenista llamada Mery Terán de Weiss, que había conocido en la UES”.

domingo, 12 de octubre de 2025

John Rawls y los "privilegios inmerecidos"

En el ámbito de la política y la economía, varios autores tratan de encontrar un criterio orientador respecto de la "justicia social" o "justicia distributiva", llegando de esa forma a sugerir una "igualdad de resultados" o bien "una igualdad en el punto de partida". La igualdad de resultados implica un sistema cercano al socialismo en el cual el Estado se encarga de redistribuir ganancias o bien de distribuir la propiedad privada, de manera de establecer cierta igualdad social o económica.

En cuanto a la igualdad en el punto de partida, también se propone que sea el Estado quien la establezca, como es el caso de promover la educación pública a tal efecto. En realidad, como la educación pública tiende a generar capital humano, que beneficiará a toda la sociedad, no debería ser considerada como un gasto sino como una inversión; si bien tampoco resulta siempre un elemento igualador, por cuanto su aprovechamiento ha de ser bastante distinto entre los distintos individuos que la reciben.

Lo que llama la atención es el hecho de considerar como algo "injusto" ciertas ventajas de origen genético, o hereditario en general, por lo que debería ser el Estado el que habría de "compensar" tal injusticia. Axel Kaiser escribió al respecto: "De ahí que también sea absurdo hablar de que quienes nacen en familias de más dinero en sociedades abiertas son «privilegiados». El concepto de «privilegio» tiene una connotación de inmoralidad precisamente porque se supone que es asignado de manera arbitraria, y no ganado en condiciones de igualdad ante la ley".

"Ser hijo de un duque y recibir el título y toda la riqueza de parte del Estado es un privilegio. Ser hijo de un empresario exitoso que trabajó para crear su riqueza y beneficiar a sus hijos con los frutos de su trabajo no es un privilegio, sino un legítimo derecho".

"La pregunta decisiva es la siguiente: si, como dice Rawls y creen los progresistas, el ideal de un orden socialmente justo es aquel en que todos tienen exactamente las mismas oportunidades, ¿acaso no significa esto que sería ideal eliminar todas las diferencias entre seres humanos que pueden afectar esa igualdad de oportunidades, incluyendo diferencias genéticas, educativas, geográficas, de salud, familiares y así sucesivamente?".

"Según Thomas Nagel,la igualdad de oportunidades supone que la sociedad debe compensar aquellas desigualdades que surgen de factores «más allá del control del individuo»: «Desde un punto de vista moral es hasta cierto punto arbitrario el modo en que los beneficios -inteligencia, educación, genética, etcétera- están distribuidos y, por tanto, no hay nada de malo en que el Estado intervenga en esa distribución»".

"El filósofo Ronald Dworkin, siguiendo la misma lógica, sostuvo que los igualitaristas no deben aceptar desigualdades en la distribución de riqueza como justas si estas han resultado de diferencias en capacidades heredadas o han sido el producto de ventajas derivadas del azar. Tanto para Nagel como para Rawls y Dworkin, todo aquello que las leyes del universo hayan creado beneficiando a unos sobre otros es «arbitrario» moralmente y el Estado debe corregirlo" (De "Parásitos mentales"-Ariel-Buenos Aires 2024).

En primera instancia se advierte que el conocimiento por parte de quienes, desde el Estado, intentarán reducir las ventajas "inmerecidas" que algunos poseen, o han heredado, requiere de capacidades más allá de cualquier persona de inteligencia normal. Kaiser agrega: "Ya en el siglo XVIII el filósofo escocés David Hume observó que un orden social en que la propiedad se distribuyera en proporción al virtuosismo o mérito de sus miembros requeriría de un ser superior omnisciente con inteligencia infinita y que sólo actuara buscando el bien".

"La aparentemente sofisticada teoría de justicia social de Rawls, complementada por Nagel y Dworkin, y que, como hemos dicho, ha sido sin duda la más influyente en Occidente en más de medio siglo, no pasa de ser un constructo parcialmente arbitrario, con serior errores, incoherencias y pretensiones totalmente imposibles de satisfacer. Y, sin embargo, este parásito de la meritocracia subjetiva se ha instalado en todo el debate público occidental como justificación para un incremento sostenido del poder del Estado sobre la vida de los ciudadanos bajo el pretexto de conseguir igualdad «real» o sustantiva de oportunidades por razones de justicia social".

viernes, 10 de octubre de 2025

Los periodistas deportivos

Quienes pueden influir socialmente debido a sus actuaciones en medios masivos de comunicación, tienen la obligación de realizar sus tareas con la mayor responsabilidad posible, de manera de no transmitir actitudes negativas que puedan recaer en terceros. Este es el caso de los periodistas políticos y de los periodistas en general.

Entre los periodistas deportivos se advierte, en algunos casos, una descalificación permanente contra algunos jugadores con la posible intención de crear una animosidad negativa generalizada contra los mismos, como ocurrió con Martín Liberman, quien se quejaba de quedarse sin trabajo luego de finalizado el Mundial de 2022. Ello se debió a su campaña en contra de Messi, llamando la atención de que alguien que se supone entendido en la materia, llegue a discutir a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. El propio Messi se quejaba de los periodistas que no sólo lo criticaban futbolísticamente, sino también a nivel personal.

Entre las críticas frecuentes se escuchaba decir que Messi no jugaba tan bien en la selección como lo hacía en el Barcelona, agregando que allí le pagaban más dinero, o que "no sentía la camiseta" de la selección, y cosas por el estilo, lo que resultaba absurdo. Quienes conocen algo de fútbol saben muy bien que los rendimientos individuales pueden variar bastante dependiendo del equipo en donde juegan. Este fue el caso de Francia en el Mundial 2002, con varios integrantes de la Francia campeona del Mundial 1998, no sólo quedó eliminada en primera ronda, sino que no hizo ningún gol en tres partidos, siendo que contaba en el plantel con el goleador de Italia (Trezeguet), con el de Inglaterra (Henry) y con el de Francia (Cissé).

Otro caso similar fue el del periodista Toti Pasman, que todavía en la actualidad sigue acosando con sus comentarios públicos tanto a Di María como a su señora. El mencionado periodista en cierta ocasión le pedía por favor al Director Técnico de la selección que excluyera a Di María, aún siendo un destacado jugador en los principales clubes de Europa y que luego brillara en los recientes éxitos de la selección nacional.

El caso "más grave" es el del "periodista" Álvaro Morales, quien desde México emite su odio y descalificaciones contra Messi, Di María y todo lo que sea argentino. Ante el próximo encuentro entre las selecciones sub 20, de México y Argentina, en el Mundial de Chile, manifestó que "Sería humillante y vergonzoso para Argentina que México la elimine". La palabra "humillación" es repetida por muchos simpatizantes de países poco exitosos en competencias internacionales, ya que, pareciera, tan sólo se conforman con eliminar o con perjudicar a un equipo poderoso en lugar de pensar en ganar algún campeonato importante.

Las buenas actuaciones, tanto de México como de Argentina, permiten vislumbrar que cualquiera de los dos equipos está capacitado para ganar. Pero nadie se debe sentir humillado por una derrota deportiva, excepto en el caso de algunos fanáticos adeptos que poco o nada conocen de fútbol. La mayor parte de la afición argentina considera como rivales históricos o tradicionales a Uruguay y a Brasil, pero no a México. Sin embargo, pocas veces se escucha a un periodista argentino descalificar al fútbol o a los jugadores uruguayos o brasileros, ya que tanto en la Argentina, como en Uruguay y Brasil se respeta y se vive el verdadero y auténtico espíritu del balón-pié.

martes, 7 de octubre de 2025

El wokismo como forma totalitaria

Entre las principales características de los diversos totalitarismos se distingue la de encontrar y culpabilizar a un sector de la sociedad al cual se le asignarán todas las culpas por los problemas existentes en la nación. Luego, la mejora social provendrá de limitar o de liquidar a tal sector supuestamente culpable, sin que ninguno de sus integrantes tengan el derecho a la defensa ni a la inocencia.

Así, para los nazis, el enemigo a hacer desaparecer estaba constituido por las diversas razas "inferiores"; para los comunistas el enemigo es la clase social "burguesa"; para los musulmanes son los "infieles" a quienes se los debe atacar o convertir al Islam, de ahí los numerosos crímenes contra cristianos en muchos países islámicos y la gran cantidad de atentados contra sus templos.

En cuanto al wokismo, palabra que proviene de "despertar", parece incorporar todo tipo de asignación de culpabilidad posible, bajo la existencia necesaria, según su visión, de la dualidad opresor-oprimido, que aparece en distintas formas en las sociedades actuales. De ahí que el wokismo sea la ideología proveedora de motivos para odiar que dejaría satisfechos a quienes tienen tal prediposición negativa adoptada para sus vidas.

Agustín Laje logra enumerar gran parte de estos pares de opresores y oprimidos que caracterizan a un movimiento contracultural que tiende a destruir las sociedades humanas actuales con el importante apoyo de instituciones universitarias, estatales y empresariales, entre otras. Al respecto escribió:

"Así, sobre el sexo se dirá que existe un sistema opresivo llamado «patriarcado» en el que, por definición, la mujer es oprimida y el hombre es su opresor. Sobre la orientación sexual se identificará un sistema opresivo llamado «heteronormatividad» en el que los homosexuales, sin excepción, son oprimidos por los heterosexuales".

"Sobre la identidad de género se descubrirá la existencia de un sistema de opresión denominado «cisnormatividad», en el que los «transgénero» son oprimidos por los «cisgénero» (según la neolengua en boga, estos son los que se perciben con el sexo que objetivamente tienen), quienes conforman el grupo de sus opresores. Sobre el color, no importa la época ni el lugar, siemre que se trate de algún país occidental se dirá que persiste un sistema racista, en el que las personas de piel blanca son por definición y por herencia histórica los opresores, y cualquier otra raza (especialmente la afro) son los oprimidos".

"Sobre el ingreso económico, el wokismo recoge del socialismo su censura al sistema de opresión capitalista, en el que los ricos son ricos porque los pobres son pobres, de modo que los primeros oprimen a los segundos. Sobre los logros conseguidos por una determinada persona, se explicará que consisten en el mero producto de un ilusorio sistema «meritocrático», en el que aquellos que reclaman haber tenido algún mérito al hacer o conseguir algo, en realidad no habrían hecho otra cosa que aprovecharse de sus «privilegios», oprimiendo con ellos a quienes no tuvieron la misma «suerte»".

"Sobre los antecedentes o conductas criminales se dirá que vivimos en un sistema «punitivista» que oprime a los delincuentes y beneficia injustamente al hombre que es honesto gracias a sus «privilegios». Sobre la religión se sostendrá que recibimos de tiempos medievales un sistema opresivo llamado «cristianismo», en el que los que comparten esa fe oprimen a cualquiera que tenga otra fe o que sencillamente no tenga ninguna".

"Sobre la nacionalidad se argumentará que existe, en toda época y lugar, un sistema «xenófobo» y «etnocéntrico», en el que todo nacional de un país occidental es opresor, y todo inmigrante extranjero (especialmente si no proviene de Occidente, y mejor todavía si no tiene estatus legal) es oprimido. Sobre la etnia se esgrimirá que a lo largo de los siglos todavía persiste la opresión «colonizadora», en el marco de la cual los llamados «pueblos originarios» son oprimidos por todo aquel que tenga ascendencia europea, por más lejana en el tiempo que fuere".

"Sobre la masa corporal se dirá que afrontamos la dominación de un sistema «gordofóbico» en el que los delgados son los opresores de los excedidos de peso. Sobre la apariencia física se acusará al sistema que privilegia la «belleza hegemónica», del que se aprovechan los bien parecidos para oprimir a los poco agraciados".

"Sobre la edad se arremeterá contra la presencia opresiva de un sistema «adultocéntrico», en el que los adultos oprimen a los niños y a los adolescentes. Sobre las capacidades físicas de las personas, se dirá que vivimos en sociedades «capacitistas», diseñadas por aquellos que gozan de todas sus capacidades motrices y sensoriales con deliberado fin de excluir a la población con «diversidad funcional»".

"Sobre el estado mental, asimismo, se identificará el macabro funcionamiento de un sistema opresivo que suelen llamar «capacitismo psiquiátrico», en el que las personas que están en sus cabales oprimen a los mentalmente insanos. Incluso sobre la especie se dirá que vivimos en un sistema de opresión llamado «especismo», por medio del cual los seres humanos nos convertimos en opresores de cualquier otra especie viva al considerarla inferior a nosotros" (De "Globalismo"-HarperEnfoque-Nashville, Tennessee 2024).

Mientras que los inmigrantes islámicos en Europa seguirán avanzando con sus reglas que abarcan hasta los mínimos detalles de la vida hogareña, tendientes a la destrucción de la cultura occidental, el wokismo seguirá con sus "cancelaciones" masivas avanzando contra la destrucción de la cultura norteamericana. Todo proceso destructivo produce cambios, pero no todo cambio permite mejoras, como los casos mencionados.

domingo, 5 de octubre de 2025

La renuncia estética

Los gustos y afinidades estéticas, asociadas al arte y a las modas, seguramente están vinculadas a los aspectos psicológicos de individuos y sociedades. Incluso podría establecerse una especie de análisis de la personalidad de un individuo a partir de sus gustos musicales.

En la actualidad resulta llamativo el síntoma generalizado por el cual se hace evidente una tendencia a la renuncia de lo que antes se consideraba bello, apuntando por el contrario a exaltar lo carente de atractivo, al menos respecto de tendencias anteriores.

Se menciona un artículo al respecto:

LA REVOLUCIÓN DE LA FEALDAD

Lorenzo Bernaldo de Quirós considera que la "revolución de la fealdad" no es una rebelión creativa, sino una rendición a la apatía y al conformismo.

En los últimos años, se ha producido una metamorfosis cultural que ha elevado lo que, en otro tiempo, se consideraba feo, vulgar o grotesco a la categoría de vanguardia estética. Lo que en su momento era un distintivo marginal, hoy se exhibe en pasarelas, inunda las redes sociales y define la moda de la élite. Esta "revolución de la fealdad", palpable en la vestimenta deconstruida, en la proliferación de tatuajes o en los cortes de pelo que evocan referencias tribales no es un mero capricho estético. Es el síntoma de una profunda crisis de las formas y, en última instancia, de la civilidad, porque es una manifestación de las religiones seculares postmodernas que han florecido en el mundo contemporáneo.

Sin duda los valores estéticos y la concepción de la belleza sufren mutaciones, a veces radicales, a lo largo del tiempo y, en ocasiones, la fealdad es una forma de rebelión del individuo frente al statu quo dominante. Sin embargo, en la mayoría de las sociedades occidentales se ha transformado en un culto, se ha institucionalizado y se ha convertido en una nueva Forma Dominante. Quienes antes se rebelaban han terminado por adherirse al credo y a las normas del “buen feísmo”. Se está creando una nueva prisión estética para una "moda" que exige conformidad.

La “religión de la fealdad y su culto sólo no suponen la ausencia o el rechazo de la belleza. Para Rosenkranz, la fealdad no es simplemente la falta de belleza, sino su negación activa y dialéctica y refleja el nihilismo y la desesperanza de una sociedad que ha perdido sus valores fundamentales, optando por la destrucción de los ideales y sin tener interés alguno en construir otros y sustituirlos por éstos. En consecuencia, el movimiento “feista" tiene poco de liberador. Es una expresión de la desilusión y del vacío cultural muy parecido al de la contracultura en los años 60 y 70 del siglo pasado.

En el ámbito de la vestimenta, la “revolución de la fealdad” es producida y vendida por las mismas élites que antes dictaban el canon de la belleza. Las grandes casas de moda, que una vez vistieron a la burguesía y a la aristocracia en busca de la elegancia, ahora venden jerséis rotos y carísimos, transformando la marginalidad en un producto de consumo de lujo. Lo que antaño era la señal de un verdadero rechazo al sistema, hoy es una mercancía para aquellos que pueden permitirse pagar altos precios para aparentar que no les importa nada su aspecto.

El traje y la corbata o ese horror del primero sin la segunda son dos de las bestias negras de la “revolución de la fealdad”. Pues bien, ambos son la manifestación de una filosofía que valora la estructura, el respeto y la elegancia. Ofrecen una imagen de orden, de control y de seriedad. Son un lenguaje sin palabras y comunican respeto por la ocasión, por los demás y por uno mismo. No son reliquias de una época pasada. Son herramientas vivas para resistir la marea de la uniformidad; representan una defensa activa de la elegancia, de la disciplina y del respeto frente a la “revolución de la fealdad”. Pero ahí no termina la historia.

La proliferación masiva de tatuajes es otra manifestación de ese mismo fenómeno. Lo que hace apenas unas décadas era un distintivo de tribus, marineros, presos, bandas o marginales se ha convertido en una moda omnipresente. El cuerpo se ha transformado en un lienzo para la expresión de una identidad a menudo efímera y contradictoria. Más allá de su valor artístico, el tatuaje ha perdido su significado ritual, el ser una expresión de la individualidad o de transgresión para diluirse en la uniformidad del colectivo.

En su versión más extrema, esta tendencia se asemeja a una regresión tribal. Los cortes de pelo asimétricos, rapados por los lados y con una cresta en el centro, los aros en la nariz y las perforaciones faciales recuerdan a las prácticas de tribus ancestrales. Sin embargo, lo que en el contexto de una cultura tribal tenía un profundo significado social o religioso, en el mundo moderno es una imitación vacía, una especie de disfraz de barbarie con pretensiones cutres de modernidad.

La belleza, en su sentido clásico, ha estado históricamente asociada con la búsqueda de la armonía, del orden y de la perfección. La "revolución de la fealdad" rompe con estos ideales, promoviendo lo grotesco, lo distorsionado y lo imperfecto. Esta ruptura es un síntoma de una sociedad que ha perdido la conexión con sus valores fundamentales y su herencia cultural. El arte, la moda y la arquitectura han buscado trascender la realidad, elevando lo humano a un nivel superior. En la actualidad, el “culto a la fealdad” es un espejo de la desintegración social, la alienación y la ansiedad existencial, mostrando una incapacidad para encontrar significado en un mundo que se percibe como caótico.

Por último, la belleza ha sido a menudo considerada como un concepto universal, aunque con variaciones culturales. La "revolución de la fealdad", sin embargo, promueve una visión puramente subjetiva del gusto, donde no existen reglas ni verdades objetivas. Todo se reduce a una cuestión de "me gusta o no me gusta". Esta falta de estándares compartidos debilita el tejido social y cultural, ya que una sociedad que no puede ponerse de acuerdo sobre lo que es bello, o incluso sobre lo que es arte, puede estar perdiendo la capacidad de unirse en torno a valores o ideales comunes. La exaltación de lo feo puede ser una manifestación de una sociedad que ha caído en el relativismo absoluto, donde todo es igualmente válido y, por lo tanto, nada tiene un valor real.

La "revolución de la fealdad" no es una rebelión creativa, sino una rendición a la apatía y al conformismo. Al glorificar lo burdo y lo vulgar, se renuncia a aspirar a la belleza o, para ser precisos, se pretende destruirla. Al abandonar las formas, se abandona también la disciplina que éstas conllevan. La civilización no es un estado natural; es un esfuerzo constante por domar los instintos primarios, por construir un mundo de orden y armonía. La moda, en su versión más superficial, y la estética en su sentido más profundo, son un reflejo de ese esfuerzo. Cuando la apariencia se vuelve desordenada y caótica, no es descabellado pensar que el alma de la sociedad, de los individuos que la integran también se ha vuelto desordenado y caótico.

(De www.elcato.org)

Deísmo vs. Teísmo

Para describir las diferencias existentes entre las posturas deístas y teístas, dentro del cristianismo, resulta conveniente hacer una analogía entre las posturas liberales y socialistas en cuanto al rol del Estado y del individuo. Así, mientras que el liberalismo propone un Estado mínimo que establezca y garantice las reglas para la actividad económica promovida por los individuos, el socialismo propone un Estado poderoso que monopolice totalmente las actividades económicas reduciendo significativamente el accionar individual. Luego, la postura deísta se asemeja al liberalismo por cuanto sostiene que las leyes naturales que rigen todo lo existente hacen innecesaria la intervención de un Dios exterior al mundo, mientras que la postura teísta supone que un Dios personal interviene en la humanidad a través de la revelación e incluso en forma casi cotidiana a través de los milagros.

También la analogía se mantiene en cuanto a la posible influencia que ambas posturas producen en el comportamiento individual, ya que, cuando todo depende del Estado, o de las decisiones de Dios, menor predisposición tendrá todo individuo a tratar de realizar acciones creativas predominando una actitud contemplativa. Por el contrario, si está convencido que todo su futuro depende de sus acciones, tratará de adaptarse lo antes posible a las leyes naturales dejando de esperanzarse en las posibles respuestas que dará Dios a sus pedidos y ofrendas.

De todas formas, mientras que la elección entre una economía de mercado o una de tipo socialista depende de las decisiones de los hombres, la forma en que funciona el Universo, ya sea cercano a la visión deísta, o a la teísta, no depende de nuestras decisiones, mientras que su conocimiento implica uno de los grandes objetivos de la humanidad. Es oportuno tener en cuenta que la economía de mercado ha dado mejores resultados que la de tipo socialista, por lo cual ésta fue abandonada en la mayor parte de los países. Quizás sea también la postura deísta la que más convenga al hombre, por lo cual podemos suponer que el mundo está hecho de tal manera que de dos alternativas posibles, la naturaleza ha elegido la que mejor conviene al desarrollo pleno del hombre.

Puede establecerse una definición breve de ambas posturas de la siguiente forma:

Deísmo: Universo = Dios = Naturaleza

Teísmo: Universo = Dios + Naturaleza

Mientras que el teísmo se basa esencialmente en la fe, el deísmo se basa en la razón. De ahí que tenga importancia para el teísta la creencia en un Dios personal, ya que, por lo general, asocia la creencia a la virtud. Por el contrario, para el deísta tiene mayor importancia saber cómo funciona el mundo real para una adaptación al mismo. Además, el teísta tiende a someterse intelectualmente a la tradición religiosa y a la jerarquía eclesiástica, mientras que el deísta tiende a ser un librepensador.

Si llegamos a definir en una forma concreta a la religión, existirá la posibilidad de ponernos de acuerdo. Tal definición ha de responder a algunas de las siguientes preguntas:

I) ¿Es la religión una competencia de misterios e irracionalidad; y una disputa respecto de la habilidad para conquistar adeptos transmitiendo y convenciendo a la población acerca de la validez de los mismos?

II) ¿O es acaso la religión un camino para “unir a los adeptos” despertando en ellos una actitud cooperativa para consolidar tal vínculo?.

La disputa entre deísmo y teísmo surge bajo la primera posibilidad mencionada, mientras que deja de existir en cuanto se considera la segunda posibilidad, por cuanto no existe una estrecha relación entre creencia religiosa y comportamiento ético. Una postura filosófica de validez personal o sectorial nunca debería considerarse una “religión”, ya que para ello debería tener un carácter y una validez universal. El establecimiento de tal religión universal ha de consistir en encontrar y transmitir la información necesaria para el resurgimiento ético del hombre, siendo el deísmo, o religión natural, la que presenta una mayor sencillez conceptual y compatibilidad con la ciencia experimental. Miguel de Unamuno escribió: “Creer en Dios es anhelar que le haya y es además conducirse como si le hubiera”.

A partir de la prioridad ética sobre la creencia o el razonamiento, podemos interpretar los mandamientos de Cristo considerando que contemplan tanto el aspecto racional del hombre como el aspecto vinculado a su aspecto emocional. Así, el amor a Dios puede identificarse con el “amor intelectual de Dios” propuesto por Baruch de Spinoza, posiblemente el deísta más influyente en la historia del pensamiento. En cuanto al amor al prójimo, debería interpretarse en base a la empatía, como una sugerencia a compartir las penas y las alegrías ajenas como si fuesen propias. De ahí que en base a este último requisito debemos discernir si una persona trata de ser cristiana, al menos, o no. Martín Buber escribió respecto de Spinoza: "En su teoría de los atributos divinos, parece haberse empeñado en el mayor esfuerzo anti-antropomórfico que haya intentado alguna vez el espíritu humano. Spinoza califica de infinito el número de los atributos de la sustancia divina. Sin embargo, asigna nombre sólo a dos de ellos, «extensión» y «pensamiento» -en otras palabras, el cosmos y el espíritu” (De “Eclipse de Dios”-Ediciones Galatea-Buenos Aires 1955).

sábado, 4 de octubre de 2025

Enfermedades sociales y parásitos mentales

Las acciones humanas dependen esencialmente de las ideas y creencias que llevamos depositadas en nuestro cerebro. Todos nuestros pensamientos se conforman como deducciones de tales ideas y creencias. Cuando no son contrastadas con la realidad, conducen a conclusiones erróneas que se van expandiendo por toda la sociedad hasta consolidar una especie de epidemia mental con resultados poco satisfactorios.

Este proceso ha sido comparado con la existencia de virus y parásitos que a veces atacan nuestro cuerpo, o el cuerpo de los animales. Este es el caso de las garrapatas que incluso tienen un poder anastesiante para pasar inadvertidas por sus víctimas y así poder cumplir con su misión perjudicial para aquellas. También los parásitos mentales son creados y difundidos de tal manera que son considerados como "verdades" evidentes por sus víctimas ocasionales. Alex Kaiser escribió al respecto: "En su libro The Parasitic Mind, el biólogo Gad Saad, que ha aplicado las lecciones de la psicología evolutiva al marketing, explicó que Occidente está sufriendo una pandemia que impide a quienes se encuentran afectados pensar racionalmente".

"Este no es el resultado de la propagación de una bacteria o virus, sino de «ideas patógenas» difundidas por universidades, políticos, medios de comunicación, el arte y la cultura, lo que trae consecuencias devastadoras. Estos patógenos, añade Saad, vienen fundamentalmente de los círculos académicos de izquierda".

"Saad compara su poder infeccioso con el parásito de la malaria presente en los mosquitos. Los parásitos de la mente, dice, están compuestos por «patrones de pensamiento, sistemas de creencias y actitudes que impiden pensar con claridad y precisión»".

"Una vez que estos toman control de nuestros circuitos neuronales, las personas perdemos la capacidad de razonar. Porque los «neuroparásitos» determinan la conducta del huésped de diferentes maneras".

"No puede sorprendernos que una ideología que promueve el odio, la culpa, la destrucción de la familia, el determinismo sociológico, la demolición de las tradiciones, el irracionalismo científico y que desprecia toda forma de espiritualidad, especialmente de origen religiosa, introduzca parásitos mentales que depriman a sus portadores. Pero el problema es mayor, porque este tipo de parásitos es altamente contagioso y tiene la capacidad de destruir por completo el orden social" (De "Parásitos mentales"-Ariel-Buenos Aires 2024).

De todo esto se infiere que es imposible establecer un diálogo con personas que en sus mentes no existen ideas compatibles con la realidad, ya que están idiologizados con estos "parásitos mentales". Así, todavía muchos socialistas creen que el muro de Berlín fue establecido para evitar la entrada de gente occidental y así evitar la "contaminación moral" que podría producir entre la gente de la Alemania Oriental comunista. También cierto peronista, ante el comentario de que el departamento de Guaymallén, Mendoza, se había convertido en "un gran basurero", respondió: "Lo que sucede es que ahora la gente come más", para justificar tanto al intendente peronista como al gobierno nacional peronista en ese momento.

En cuanto a la forma de combatir la "epidemia" mental, parece que la única forma efectiva radica en tratar de evitar nuevos contagios, ya que resulta casi imposible que los contaminados abandonen sus ideas y creencias patógenas.

viernes, 3 de octubre de 2025

Relativismo moral y drogadicción

Por lo general, las descripciones erróneas de la realidad, o bien aquellas incompletas, conducen a visiones erróneas acerca del universo en donde estamos inmersos; y también han de producir efectos negativos en los seres humanos. De ahí que las visiones de la sociedad que conducen a malos resultados resultan sospechosas de ser erróneas o incompletas. Este es el caso del relativismo moral, que se asocia a la inexistencia del bien y del mal en sentido objetivo; por lo que, luego, no existiría tampoco un sentido de la vida objetivo. Ello se debe a que el bien es lo que favorece cierto objetivo o finalidad, mientras que el mal es aquello que lo impide. Si no existe algo que favorece un objetivo ni tampoco algo que lo impide, es porque se supone inexistente un supuesto objetivo o sentido.

Quienes suponen inexistente un sentido objetivo de la vida, asociado a la inexistencia del bien y del mal, colaboran sin quererlo en cierta desorientación generalizada que conduce al vacío existencial y de ahí al alcoholismo o al consumo de drogas. Viktor Frankl escribió: “La prueba de que en el 90% de los casos crónicos de alcoholismo agudo por ella analizados [por una alumna] aparecía un acusado complejo de vacío existencial”.

“Lo mismo cabe decir, en términos análogos, de la esclavitud de las drogas. De creer a Stanley Krippner, en los drogadictos aparece el complejo de vacuidad en el cien por cien de los casos. Al preguntárseles si para ellos todo había dejado de tener sentido, la respuesta fue afirmativa, sin una sola excepción [en los casos estudiados]” (De “Ante el vacío existencial”-Editorial Herder SA-Barcelona 1986).

También la creencia de que la razón debe imperar sobre lo emocional, en lugar de ocupar una importancia similar, alejan a la gente de la búsqueda de mayores niveles de empatía emocional, siendo el racionalismo extremo otra creencia que produce malos efectos. María Luz Pintos Peñaranda escribió: "La consideración de que la naturaleza humana es la racional se lleva al extremo de creer que toda otra característica en los humanos es «no esencial» sino accidental, secundaria, pasajera, cambiante; es decir, en ningún caso algo que defina su ser propio".

"Si las emociones son vistas como perturbación e, incluso, como una obnuvilación de la razón, es preciso poder eliminarlas por medio de la razón, es decir, controlarlas, dominarlas, someterlas racionalmente, porque sólo de este modo el ser humano se estará comportando conforme a su esencia de ser «racional» por encima de todo. La consigna teórica general es que las emociones deben ser controladas racionalmente. El comportamiento perfecto es el del carácter racional (el superior) y no el empático-emotivo (el inferior)" (De "Perspectivas sobre la vida humana" de Javier San Martín y Tomás D. Moratalla [Editores]-Editorial Biblioteca Nueva SL-Madrid 2011).

La existencia de la conciencia moral refleja cierta compatibilidad o armonía entre lo racional y lo emocional, que implica además haber podido adquirir un pleno sentido de la vida. Viktor Frankl escribió al respecto: "No sólo es necesario encontrar el sentido, sino que es posible, y la conciencia moral guía al hombre en esa búsqueda. La conciencia moral, en suma, es un órgano de sentido. Se puede definir como la facultad de intuir el sentido único y peculiar que late en cada situación".

“Tarde o temprano nos veremos obligados, no ya a moralizar, sino a ontologizar la moral; habrá que definir el bien y el mal, no como algo que debamos o no hacer, sino el bien como aquello que favorece la realización del sentido que se encomienda a un ente y se le exige, y el mal como aquello que impide esa realización”.

“La mera supervivencia no puede ser el valor supremo. Ser hombre significa estar orientado y ordenado a algo que no es uno mismo. La existencia humana se caracteriza por su autotrascendencia. Cuando la existencia humana no apunta más allá de sí misma, la permanencia en la vida deja de tener sentido, es imposible. Ésta fue al menos la lección que yo aprendí en los tres años que hube de pasar en Auschwitz y en Dachau, y los psiquiatras militares pudieron confirmar en el mundo entero que los prisioneros de guerra más capacitados para sobrevivir eran aquellos que se orientaban hacia el futuro, hacia una meta de futuro, hacia un sentido que debían cumplir en el futuro. ¿No puede aplicarse esto, por analogía, al tema de la supervivencia de la humanidad?”.

“Pero si la humanidad quiere encontrar un sentido que sea válido para todos, debe dar un nuevo paso. Después de haber alcanzado, hace miles de años, el monoteísmo, la fe en un solo Dios, debe llegar a creer en una sola humanidad. Hoy necesitamos más que nunca un monantropismo” (De “El hombre doliente”-Editorial Herder SA-Barcelona 1987).