miércoles, 30 de julio de 2025

Propiedad privada vs. Propiedad estatal

En donde no existe la propiedad privada de los medios de producción, y de la propiedad en general, como en los países socialistas, los integrantes de la sociedad quedan ligados a tales medios perdiendo su libertad de elección. Sólo les queda la "libertad" de obedecer órdenes provenientes de quienes dirigen al Estado. Si bien en las sociedades democráticas puede ocurrir algo similar en muchos casos, a todo individuo le queda la posibilidad de buscar otro trabajo o bien trabajar por cuenta propia.

Este es el primer inconveniente que surge de la abolición de la propiedad privada. Constancio C. Vigil escribió: "Algunos dicen que el hombre se libraría de su miseria si perdiera el instinto de propiedad. Sin propiedad individual no hay libertad".

"El hombre ya no es dueño de sí. Con collar y cadena sigue a la mano que lleva su alimento y su destino social. Para evitar que lo exploten, retornaría a la esclavitud".

"Sin propiedad individual, desaparecería la única igualdad posible, la que nos hace iguales respecto a la consecuencia de cada acción y en el derecho a la justicia terrenal. No habrá quien restablezca la igualdad una vez rota la ley natural de compensación".

"Sin propiedad individual, no hay esperanza de fraternidad. El odio, como una peste, se propaga entre los esclavos. Las fallas del sistema suscitan repulsiones feroces. Los disimulados amos aprecian de tal manera el trabajo de cada esclavo, que ni uno solo se conforma con su apreciación. La astucia erígese en cualidad victoriosa, substitutiva de las reales que ahora prevalecen y prevalecerán aún más en lo porvenir" (De "El Erial"-Editorial Atlántida-Buenos Aires 1973).

Además de los inconvenientes sociales y personales generados por la ausencia de propiedad privada, surgen los inconvenientes económicos. Así, durante la colonización de Sudamérica, se produce el proceso de depredación de lo que carece de dueño, o de propietario, ya que el ganado existente fue consumido casi hasta su extinción. Se advirtió entonces la necesidad de la propiedad privada, cuya aplicación revirtió esa tendencia. Martín Krause escribió: “En algún momento de la colonización del Río de la Plata, los españoles trajeron a esta región algunos ejemplares de ganado equino y vacuno, los que encontraron un hábitat fértil para su reproducción”.

“No resulta extraño que se reprodujeran con facilidad y dieran origen al «ganado cimarrón». Pero la cacería indiscriminada de vacunos y equinos provocó la disminución drástica de su número”.

“En ese momento, el ganado cimarrón era una «propiedad común». Al no existir un dueño específico, nadie tenía el incentivo de cuidarlo y el ganado era objeto de depredación (como ocurre hoy con las ballenas). El ganado cimarrón era un recurso móvil y la extensión de la pampa hacía imposible controlarlo”.

“Esto fue así hasta que los incentivos generados por la propiedad de la tierra y el interés de los dueños de manejar racionalmente el recurso dieron paso al avance tecnológico que permitió la delimitación clara de derechos de propiedad: el alambrado”.

“A partir de la difusión de esa innovación tan simple para nosotros hoy, nunca hubo ya problemas de depredación del ganado y los propietarios se encargaron de cuidar atentamente su producción. Pero hubo un momento en que en la Argentina hubiera debido considerarse a las vacas como una especie «en peligro de extinción». Pocos ejemplos resultan tan claros como éste para comprender el papel que cumplen los derechos de propiedad”.

Durante la colonización de América del Norte hubo un caso similar. Krause escribe al respecto: “Con la llegada de los europeos se abrió la posibilidad de que la caza de pieles de castor fuera un lucrativo negocio para los indios: surge entonces un precio para las pieles, y sube y aumenta su caza. La caza indiscriminada amenaza ahora llevar a una situación que ha sido descripta por Garret Hardin como la «tragedia de la propiedad común». Cada cazador se ocupa de obtener la mayor cantidad de pieles posible, pero ninguno de ellos se ocupa de cuidar que los animales se reproduzcan. Resultado: la depredación, la desaparición de la especie”.

“Los indios resolvieron este problema asignando derechos de propiedad, y comenta un relato anónimo de 1723, donde se muestra que el principio de los indios es marcar los límites del terreno de caza seleccionado por medio de marcas en los árboles realizadas con sus propias vinchas tribales, de modo que nadie ingrese en las zonas de otros. Hacia la mitad del siglo, estos territorios de caza estaban relativamente estabilizados” (De "La economía explicada a mis hijos"-Aguilar SA de Ediciones-Buenos Aires 2010).

lunes, 28 de julio de 2025

Competencia en el mercado vs. Egoísmo

En algunos sectores liberales, o supuestamente "liberales", se afirma que el egoísmo es la actitud que favorece al capitalismo, o economía de mercado. Como el egoísmo es un defecto moral, tal expresión fortalece las posturas adversas al capitalismo, por lo cual su instauración en muchos países se torna dificultosa. Asociamos al egoismo una actitud por la cual se busca un beneficio unilateral que tiende a generar conflictos sociales, mientras que la mayor figura reresentativa del capitalismo, Ludwig von Mises, escribe acerca de la "cooperación social", es decir, de un proceso que favorece a ambas partes intervinientes en todo intercambio de bienes o servicios.

La acción básica en una economía de mercado es el intercambio que favorece a ambas partes intervinientes, como se dijo. Si alguna de las partes, comprador o vendedor, busca un beneficio unilateral, los intercambios tenderán a suprimirse. Esto sucede cuando el vendedor ofrece productos de baja calidad a precio elevado, o a mayor precio que la competencia, o muestra un trato despectivo, o cosas por el estilo. También los compradores a veces exageran su rol de compradores descalificando la honradez del vendendor. En síntesis, todo lo que apunte a actitudes egoístas tiende a interrumpir el proceso básico del intercambio.

El egoísmo forma parte de la naturaleza humana y no resulta fácil erradicarlo, pero es posible limitarlo a "niveles normales", como ocurre con todo defecto moral. En el caso de un comerciante egoísta, se advierte la tendencia a vender a precios elevados y a pagar bajos sueldos a sus empleados, principalmente. Esto lo hará si se lo permite la inexistencia de comerciantes competidores. Como la esencia de la economía de mercado es la competencia entre oferentes, además de la competencia entre demandantes de bienes y servicios, tal competencia tenderá a bajar los "niveles" de egoismo.

Si el egoísta no satisface a sus clientes, estos realizarán sus compras en otra parte. Si el egoísta no satisface a sus empleados, estos buscarán trabajo en otra parte. Sin suficiente cantidad de clientes y sin empleados eficaces, la empresa deberá cerrar sus puertas. De ahí que el egoísta, para mantener su negocio, deberá limitar sus niveles de egoismo hasta llegar a niveles normales. De ahí que la base de la economía de mercado no es el egoísmo sino la cooperación social. Mientras mayor sea la adaptación de una sociedad a este proceso básico, mayor ha de ser el éxito económico.

Adviértase que la ética bíblica, por la cual se propone compartir penas y alegrías ajenas como propias, resulta totalmente compatible con los bajos niveles de egoísmo requeridos por la economía de mercado. Ello no implica, como irónicamente algunos afirman, que deberemos "enamorarnos" de los comerciantes y demás proveedores de bienes y servicios, sino que tal actitud implica una predisposición permanente que favorecerá toda acción social.

Así como Maquiavelo proponía desvincular la política de la ética, Ayn Rand parece intentar desvincular la economía de la ética, siendo que las actitudes o predisposiciones personales no se pueden bloquear o suprimir fácilmente, ya que nuestras actitudes predominantes forman parte irrenunciables de nuestra personalidad. Teniendo presente la vinculación necesaria que debe existir entre las diversas ramas de la ciencia social, debería considerarse al egoísmo como un defecto, tal como se lo considera en psicología social o en la religión moral, además de la tradición y las costumbres vigentes en la mayoría de las sociedades. Ayn Rand escribió al respecto: “En el uso popular, la palabra «egoísmo» es sinónimo de maldad: la imagen que evoca es la de un bruto sanguinario capaz de pisotear un sinnúmero de cadáveres para lograr sus fines, que no se preocupa por ningún ser viviente y que sólo persigue la satisfacción de caprichos súbitos e insensatos”.

“Sin embargo, el significado exacto de la palabra «egoísmo» y su definición de acuerdo con el diccionario [la autora se refiere a diccionarios de lengua inglesa] es: La preocupación por los intereses personales. Este concepto no incluye una calificación moral: no nos dice si la preocupación sobre lo que a uno le interesa es buena o mala, ni qué es lo que constituye los intereses reales del hombre. La respuesta a esa pregunta corresponde a la ética” (De “La virtud del egoísmo”-Grito Sagrado Editorial-Buenos Aires 2007).

domingo, 27 de julio de 2025

Culpa y empatía emocional

El sentimiento de culpa viene asociado, generalmente, a la empatía emocional. Si tenemos suficiente empatía, lo que equivale a decir que tenemos suficiente aptitud para compartir penas y alegrías ajenas como propias, surgirá el arrepentimiento por haber perjudicado de alguna forma a otro ser humano, lo que redunda también en haber disminuido en algo nuestra autoestima, por cuanto nos damos cuenta que nuestra opinión sobre nosotros mismos no es la mejor, o algo menor a la que hasta el momento manteníamos.

Si existe arrepentimiento, es porque somos capaces de sentir culpa por nuestros errores, lo que constituye el principal mecanismo de mejoramiento ético. Como en este mundo lo que mejor funciona es el proceso de "prueba y error", nuestro mejoramiento ético y afectivo estará promovido, entre otros, por el sentimiento de culpa, ya que, como no se trata de un sentimiento agradable, nos conducirá al arrepentimiento y a una mejora posterior.

A continuación se transcribe un artículo al respecto:

EL ARREPENTIMIENTO Y LA CONVERSIÓN SON LOS VERDADEROS REMEDIOS PARA EL ALMA

Un mundo sin pecado ni culpa

Por Fernando Miguel Salon

Con la visión mundana, y no con la visión de Cristo, es que creemos que la culpa ya no existe, por cuanto el pecado ya no existe, o la barrera está tan baja que cualquiera piensa que lo que hace está bien, aunque sea una abierta violación a los mandamientos y preceptos de Dios.

El egocentrismo ha hecho que al menor sentimiento de culpa originado en la ley natural que Dios ha puesto en las personas, la gente vaya al consultorio del psicólogo en busca de alguna terapia de alivio o de alguna pastilla ansiolítica. Nada más errado, pues esa no es la solución, y así la culpa continuará carcomiendo nuestra alma y cuerpo hasta la destrucción que acontecerá temprano o tarde.

¿Como vamos a hablar del perdón de los pecados si ya no existe el concepto de pecado? ¿Si se ha suprimido el concepto de culpa? Hoy algunos psicólogos -creo que numerosos, seguramente porque no tienen fe cuando tratan a sus clientes-, se empeñan en levantarles o aumentarles la autoestima, en quitarles el sentimiento de culpa, no el complejo de culpa. El complejo es algo que hay que quitar siempre, tanto si es de culpa como si es de superioridad.

Entonces se les dice a la gente que no es culpable. La culpa está en lo que ocurrió en la infancia, en lo que pasó con los padres, en las circunstancias, o mil excusas más. Hoy nadie es culpable. Nadie debe pedir perdón. Nadie es responsable. Nadie debe reparar nada.

La realidad es que el sentimiento de culpa es sano, pues es lo que encamina hacia el arrepentimiento si hay una conciencia bien formada. Y arrepentirse significa pedir perdón profundamente de corazón a Dios y a la persona ofendida; no volver a hacer más el mal; y reparar o devolver las cosas al estado anterior al pecado. Si se cae otra vez, habrá que seguir el mismo proceso de arrepentimiento nuevamente.

No tenemos que hacer que la culpa desaparezca. Si yo pongo la mano en el fuego sin querer, mi organismo está preparado para mandar inmediatamente una señal a través de mis neuronas, y hace que yo quite la mano del fuego. Ya me he quemado un poco, pero no he terminado de quemarme.

BARBARIDADES

El sentimiento de culpa tiene esa misma misión. Hacer ver lo que es malo, lo que nos está haciendo daño, como el fuego. Hoy la insistencia en suprimir el sentido de culpa está haciendo a las personas sin conciencia, y eso está haciendo daño a otros. Y las está llevando a cometer barbaridades con la conciencia tranquila. Ha desaparecido el concepto de culpa, espantosamente, con caradurismo y desfachatez. Solamente queda el concepto de delito, que es lo que legalmente está mal, que es cambiante según los países y quien gobierna, que puede seguir leyes inicuas, y que además permite hacer trampas.

Tenemos que recuperar el sentido del bien y del mal. De lo contrario, haremos el mal. Darnos cuenta de que hacemos el mal a los demás y a nosotros mismos. Si fumamos sin darnos cuenta de que eso nos hace daño, nuestra conciencia no nos lo reprochará, pero nuestros pulmones tendrán cáncer. Los pulmones no entienden de nuestra opinión, sino que reaccionan ante el mal. Si soy un borracho y pienso que es buenísimo beber todas las noches alcohol mi conciencia no reaccionará, pero mi hígado se arruinará. Al igual que en esos ejemplos, no reconocer nuestra culpa matará nuestra alma (por eso algunos pecados se llaman mortales) y nuestro cuerpo. No tendremos paz en la Tierra, y mucho menos Vida Eterna.

Es fundamental reconocer nuestra culpa en estos tiempos, que son época de anarquismo moral. Hay evasión de culpa, entonces hay evasión de responsabilidad y evasión de reparación. El sentido de culpa es bueno, es necesario. Nos ayuda a distinguir el bien del mal. Y con la gracia de Dios hemos de intentar evitar el mal y hacer el bien.

SEGUNDA ETAPA

La conversión es la siguiente etapa. Si no hay arrepentimiento, si no hay conversión, no hay perdón de los pecados. “En Su Nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados”, está escrito. La conversión tiene que ver con la conciencia de culpa. ¿Y si no, de qué te vas a convertir? Has mentido y tienes que ser consciente de que eso está mal. Has dañado a tu padre, a tu esposo, a tu esposa, a tu prójimo, y tienes que ser consciente de que eso está mal y que tienes un precio que pagar.

Tiene que haber conciencia del bien y del mal. Y hay que arrepentirse. Pero tiene que haber también deseo de cambio, eso es la conversión y eso es lo que tenemos que enseñar, que existe el mal, y que hay que cambiar para el bien. Luego, Dios perdona los pecados. ¿Y qué hace falta para recibir ese perdón? Que estemos arrepentidos. Todos los razonamientos llevan al mismo lugar: la clave es el arrepentimiento perfecto y completo, con las tres características ya mencionadas.

Todos los que nos dicen que no hay pecado o que al menos no hay determinados pecados, porque hoy en día desperdiciar una botella de plástico es mucho más grave que matar a un bebé en el vientre de su madre, o faltar el respeto al padre; los que nos dicen que eso no es pecado en la actualidad, porque el mundo va en otra dirección; y los que dicen que no hace falta la conversión porque Dios es muy bueno y perdona siempre aunque no le pidas perdón y aunque no intentes cambiar, son falsos profetas, malos sacerdotes, malos consejeros, mala gente o al menos personas profundamente equivocadas o ignorantes. La ambigüedad del famoso discurso “todos, todos, todos” ha hecho mucho daño, y costara tiempo volver a hablar de que las palabras de Cristo no pasaran por los siglos.

Hoy algunos recibimos las pedradas por defender el Camino, la Verdad y la Vida. No las piedras físicas pero si las verbales, los insultos y silencios de parte de ateos y de falsos cristianos, pensando que somos retrógrados por no ser “progres” o “wokes”. Pero eso está mal. Nuestro Señor lo enseña claramente. Hay que seguir a Cristo, no al mundo. Ni inventar cosas que nunca fueron verbo y tradición cristianos.

PSICOLOGIA

Por otro camino totalmente diferente para tratar la culpa tenemos a la psicología, recién nacida en el siglo XIX, y que en el siglo XX continuó con el surgimiento de nuevas escuelas de pensamiento.

Sigmund Freud tenía una visión compleja y multifacética sobre la culpa en el contexto de su teoría psicoanalítica. Pensaba que el origen de la culpa surge del conflicto entre el Ello (instintos primitivos) y el Superyó (normas morales internalizadas). Cuando el individuo no logra cumplir con las expectativas del Superyó, surge la culpa. El Superyó es la instancia psíquica que internaliza las normas morales y sociales. La culpa es una manifestación de la tensión entre el Ello y el Superyó, y puede llevar a sentimientos de ansiedad y autorreproche.

Freud consideraba que la culpa era un factor importante en el desarrollo de las neurosis. La culpa reprimida o inconsciente podía manifestarse en forma de síntomas neuróticos, como la ansiedad o la depresión. También relacionó la culpa con el desarrollo psicosexual. Freud veía la culpa como un mecanismo que ayuda a regular el comportamiento y a mantener la cohesión social. Sin embargo, también reconocía que la culpa excesiva o patológica podía ser perjudicial para la salud mental.

Entonces, Freud consideraba que la culpa era un aspecto fundamental de la psiquis humana, surgido del conflicto entre los instintos y las normas morales internalizadas. La culpa podía tener un papel importante en el desarrollo de las neurosis y en la regulación del comportamiento, pero también podía ser fuente de sufrimiento y patología si no se manejaba adecuadamente.

EL CASO ARGENTINO

Ahora bien, según la Organización Mundial de la Salud, Argentina es uno de los países que tiene mayor cantidad de psicólogos por habitante, y paradójicamente, es uno de los países con mayor consumo de ansiolíticos. Y la culpa, tan tratada en consultorios de psicólogos argentinos, no “se cura” así. Porque ni terapias ni pastillas son los remedios adecuados dado que son remedios humanos, y consecuentemente pueden cambiar por modas, tiempos, ideologías, corrientes mundanas, reducción o eliminación de los conceptos de moral y ética, complicidades, y en resumen, muchísimo egoísmo.

Si yo lo hago, está bien. Si yo lo digo, está bien. La culpa la tiene el otro, siempre. Es la abolición del concepto de lo malo y de la responsabilidad sobre ello. Esta forma de pensar esta intrínsecamente fallida, es aberrante, y por lo tanto nunca será exitosa. Siempre que haya culpa hay culpable, siempre que haya responsabilidad hay responsable. La moraleja es que sin importar cuantas visitas y dinero se gasten en el psicólogo, la culpa y sus sentimientos no desaparecerán si el caso es la violación a los mandamientos y preceptos de Dios, y si no hay arrepentimiento.

Además de los diez mandamientos básicos y todas las enseñanzas de Cristo, a modo de ejemplo ya se dijo en Corintios 6:9-10: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”.

(De www.laprensa.com.ar)

sábado, 26 de julio de 2025

Grieta social y peronismo

La división existente en la sociedad argentina proviene de las épocas en que Perón y Eva comenzaron a hablar de "nosotros" y "ellos", promoviendo el odio en una escala masiva. En la actualidad, debido al kirchnerismo, la grieta social incluye en un mismo bando a peronistas y marxistas, ya que coinciden en el odio a los empresarios, a los yankis, a la civilización occidental, etc. Lila Caimari escribió: "La verdadera naturaleza del justicialismo finalmente se desnudaba: se trataba de un nacionalismo marxista, que salía del capitalismo para marchar directamente al colectivismo".

"El giro anticomunista de los enunciados de Perón y la presencia de católicos en el gobierno eran desmentidos por las realizaciones concretas. Si Perón no era marxista, en cambio, colaboraba con el marxismo en la medida en que agitaba al mundo obrero y precipitaba las tensiones hacia la lógica de la lucha de clases". "Esta corriente confluía con la de socialistas y comunistas que en el peronismo habían adoptado cierto nacionalismo. El peronismo se había convertido en una experiencia inédita que combinaba las dos ideologías" (De "Perón y la Iglesia Católica"-Emecé Editores SA-Buenos Aires 2010).

Para los peronistas y socialistas, tanto Perón como Marx eran unos "santos" que defendían a los pobres (teóricamente, al menos). Luego, si alguien se consideraba anti-peronista o anti-comunista, quienes eran seguidores de tales venerados "santos", necesariamente habrían de considerarlo casi como a un "diablo". De ahí que resulte imposible cualquier acercamiento o vínculo social entre integrantes de bandos opuestos, por cuanto el anti-peronista y anti-comunista habrá de rechazar totalmente cualquier descalificación moral.

Cabe aclarar que quienes estamos "a favor de los ricos", como dicen las masas peronistas, en realidad estamos a favor del sector productivo, es decir, los empresarios y capitalistas que constituyen los fundamentos materiales de la sociedad. Una sociedad sin empresarios (el sueño de los comunistas, principalmente) es una sociedad pobre como Cuba o Venezuela, por lo que el liberal ha de mirar con temor y fastidio a todos aquellos que apoyan un sistema económico y social que destruirá los fundamentos sociales y materiales de la nación, siendo los verdaderos enemigos de la gente decente.

De la misma manera en que un judío jamás podrá ser amigo de un nazi, un liberal tampoco podrá ser amigo de alguien que con su voto apoya la destrucción de la sociedad, y de ahí la destrucción de la libertad y la vida de sus integrantes. Cuando se habla de terminar con la "grieta social" que afecta a los argentinos, ello implica que el peronista y el comunista renunciarán a sus respectivas "religiones del odio" y comiencen a vislumbrar la posibilidad de aceptar las prédicas cristianas originales (no las tergiversadas por los "sacerdotes" peronistas-marxistas).

Puede alguien preguntarse si existe alguna posibilidad de llegar a algún acuerdo ideológico con peronistas y marxistas, sin cambios en ellos. Ello resulta imposible por cuanto estos individuos observan al liberal bajo una mirada altiva de superioridad moral y hasta intelectual. Ante alguna expresión del liberal, preguntan irónicamente si tal cosa "la leyeron en el diario Clarín", o bien que repite "propaganda yanky" o que proviene de un "ideólogo pagado por alguna multinacional". Incluso el liberal es mirado burlescamente, o a veces con cierta lástima debido a su "inferioridad moral e intelectual". Si alguien puede convencer a un "creyente" peronista-marxista, se lo puede considerar casi como a un "héroe intelectual".

viernes, 25 de julio de 2025

Igualdad y desigualdad ante la ley

La legitimidad de las leyes humanas, que provienen del Derecho, radica en que sean compatibles con las leyes naturales, especialmente con las asociadas a la moral. Siendo las leyes naturales de aplicación general, es decir, aplicables sin distinción a todos los seres humanos, las leyes humanas deberían también tener esa misma generalidad, y de ahí surge la igualdad de todo ser humano a ser considerado igual al resto ante los pronunciamientos de las leyes humanas.

Cuando en una sociedad predominan diversas ideologías religiosas o políticas, surge la tendencia de los legisladores y de los jueces a tratar en forma favorable a quienes comparten ideologías y a tratar en forma desfavorable a quienes sostienen ideologías contrarias, como ocurre en los sistemas totalitarios. También estos casos de desigualdad ante la ley aparecen en las sociedades democráticas, pero como una forma de corrupción en el ámbito judicial.

En realidad, cuando la ley humana, o cuando los jueces intentan limitar las sanciones que corresponderían a quienes cometen alguna infracción o algún delito, lo que en primera instancia pareciera consistir en un beneficio al infractor, en realidad lo están perjudicando en el largo plazo en caso de que tal beneficio momentáneo sea un aliciente para seguir delinquiendo en el futuro.

Las leyes humanas, y las sanciones correspondientes ante su incumplimiento, en ocasiones tienen excepciones en cuanto a su aplicación, como es el caso de los menores de edad. Cuando la edad de la imputabilidad es relativamente alta, y el menor es inimputable por delitos cometidos, la ley tiende a promover la violencia y a acentuar la posibilidad de que tal menor adopte en el futuro el camino de la delincuencia.

Por lo general se dice que la imputabilidad tardía tiende a "proteger" al menor para conducirlo hacia una vida mejor, sin embargo puede ocurrir todo lo contrario. En décadas pasadas, cuando había mucha menos delincuencia, con los menores habían pocas excepciones. En los años 50, el autor de este escrito, siendo un niño que iba a la escuela primaria, participa en un enchastre de una vidriera de un local comercial tirando barro de una acequia. Luego de la denuncia policial del comerciante, los entonces menores fuimos citados a una dependencia policial donde nos marcaron los dedos y otros tratos similares. También recibimos advertencias que con antecedentes policiales tendríamos inconvenientes en el futuro en cuanto a la inserción educativa y laboral, y cosas por el estilo. Tal "igualdad ante la ley", a pesar de ser menores, sirvió para que posteriormente no se nos pasara por la cabeza realizar semejantes "hazañas".

En la actualidad, a la previa creencia de que "los niños no mienten", se suma también que "las mujeres no mienten" y que basta una denuncia sin pruebas para que la justicia comience a actuar. De ahí que los hombre adultos pueden ser víctimas de falsas denuncias ante la evidente "desigualdad ante la ley". Este es el caso ocurrido en la Argentina, y que se menciona en el artículo periodístico siguiente:

EL MÉDICO DENUNCIADO POR SU HIJO POR ABUSO SEXUAL SOSTUVO QUE EXISTE "UN SISTEMA PERVERSO"

El médico Pablo Ghisoni sostuvo que existe “un sistema perverso” tras estar tres años preso luego de la denuncia de su hijo por abuso sexual y que ahora reveló que todo había sido inventado por su madre.

Días atrás se dio a conocer el video de Tomás, quien contó que de chico fue manipulado por su madre para denunciar a su papá por abuso sexual, lo que provocó que Ghisoni esté preso durante tres años y, ante la viralización del video, el médico habló sobre el calvario vivido y la falsa denuncia realizada por su hijo.

“Son cosas que uno cree que son imposibles, pero pasan. Mi exmujer, para quedarse con la custodia de mis hijos, armó una denuncia en mi contra por abuso sexual”, relató Ghisoni.

Todo comenzó en 2012 cuando la Justicia determinó que los tres menores debían quedar al cuidado de su padre tras el divorcio, pero la situación se tornó un martirio cuando, en 2016, Andrea Vázquez acusó falsamente al médico de haber abusado y violentado a su hijo Tomás.

El médico contó que desde la denuncia realizada no pudo volver a ver a sus hijos y que se trata de “un calvario eterno, una destrucción brutal del vínculo”.

En este marco, sostuvo que existe “un sistema perverso armado que funciona como un negocio”, por lo que pidió que “no haya más familias Ghisoni destruidas por un poder judicial que no escucha”.

Ghisoni sostuvo que durante estos años fue vulnerado de sus derechos, por lo que manifestó la necesidad de que “las falsas denuncias deban ser penalizadas”.

Acerca del video viralizado, relató que le produjo “una congoja tremenda”, mientras que respecto a Vázquez, señaló que “es una denunciante serial y crónica” y que “tiene diagnóstico de psicópata y narcisista”.

(De www.laprensa.com.ar)

miércoles, 23 de julio de 2025

La reverencia por la vida

En forma similar en que René Descartes adopta como principio filosófico el conocido "Pienso, luego existo", para, luego, deducir de tal principio toda una visión del vínculo entre el hombre y el universo, otros pensadores adoptan principios diferentes para fundamentar sus diversas visiones al respecto. Por lo general, tales principios son adoptados luego de tener presentes gran parte de las ideas elaboradas para constituir la visión filosófica respectiva.

Albert Schweitzer adopta como punto de partida la expresión "reverencia por la vida". Al respecto, Frederick Franck escribió: "La norma de Albert Schweitzer «Reverencia por la vida» es el principio sobre el que se puede fundar una ética viable. «Reverencia por la vida» fue el principio guía en todo lo que hizo. Estaba totalmente libre de todo sentimentalismo. Simplemente era evitar infligir un sufrimiento innecesario en cualquier ser vivo y generar alivio del padecimiento con todos los medios médicos y humanos a su disposición. La reverencia por el misterio de la vida era para él la base no sólo de la ética sino también de todas las relaciones realmente humanas, tanto con nuestros pares humanos como también con todo lo que vive".

"No fue simplemente un pionero en la defensa de los derechos humanos, lo fue también en cuanto a la ayuda externa -sin ningún lazo político o ideológico de por medio. e incluso un precursor en el trabajo misionero: no convirtió a nadie, no predicó el amor cristiano, sino que simplemente lo practicó".

"Al mismo tiempo fue un adelantado en ecumenismo práctico: «El Dogma divide, el Espíritu une», escuché que le decía a un periodista del Time a quien paró en seco cuando este último comenzó a teologizar" (De "¿Qué significa ser humano" de F. Franck, J. Roze y R. Connolly-Editorial Kier SA-Buenos Aires 2001).

Por lo general, quienes priorizan las acciones concretas, son orientados por actitudes simples, como las propuestas por los Evangelios, dejando de lado dogmas y teologizaciones varias que tienden a reemplazar lo simple y lo efectivo. Harvey Cox escribe al respecto: "La pregunta, para mí, no es si creemos en este o ese credo, o cuánto descreemos, todavía creemos o creemos por la mitad. La pregunta es: ¿podemos nosotros, como cristianos contemporáneos, como seguidores de Jesús, sumergirnos en nuestra cultura pospatrialcal de esta era, descontruccionista, religiosamente plural, manejada por la tecnología, global, nacionalista, con Internet y una red global de comunicaciones, con la misma pasión e imaginación con que nuestros antepasados se sumergieron en la de ellos?".

"Lo peor en cuanto a los credos de la Iglesia es que nos han dividido más que unido. Han echado a personas que debieron ser parte de la familia e incluido a personas que podían decir las palabras, pero no podían transitar por el camino. En lugar de servir como señales en el camino, los credos se transformaron en jaulas. En vez de poesía, se hicieron declaraciones juradas con puntos suspensivos al final" (De "¿Qué significa ser humano").

domingo, 20 de julio de 2025

El choque de civilizaciones

El conflicto entre Irán e Israel es representativo del "choque de civilizaciones" anunciado por Samuel P. Huntington. Tal conflicto se debe esencialmente a que los gobernantes iraníes, fieles a la idea de expandir el Islam en todo el planeta, encuentran en los judíos a un enemigo que les resulta necesario hacerlo desaparecer. Sin embargo, recordemos que gobiernos iraníes anteriores, como el de Reza Pahlavi, depuesto en 1979, mostraban una buena predisposición hacia Occidente, incluyendo a Israel. Ello implica que el "choque de civilizaciones" no es un proceso continuo, si bien en el largo plazo puede conducir a la imposición islámica de un totalitarismo teocrático en gran parte del planeta.

Si tal proceso puede resultar negativo para la humanidad, debería cambiarse la palabra "civilización" por incivilización. Deberíamos dejar de lado el relativismo cultural que impide juzgar cada propuesta "cultural" por los efectos que produce. Actualmente se encubren ciertos hábitos poco favorables a sectores de la sociedad, como es el caso de las mujeres en algunos países islámicos, aduciendo que "son parte de su cultura", dándoles legitimidad, aunque para nada contemplen las leyes naturales asociadas al orden natural.

Estamos inmersos en un proceso de adaptación cultural al orden natural, y por ello debemos considerar cada propuesta en base a los efectos que producen en individuos y sociedades, aceptando lo que favorece tal adaptación, en el sentido que favorece nuestra supervivencia plena, y rechazando todo lo que conduzca a un alejamiento respecto de tal supervivencia. De ahí que la tendencia hacia un totalitarismo teocrático mundial, que se trata de establecer para imponer la visión personal de Mahoma, ignorando totalmente la existencia de leyes naturales, o leyes de Dios, es algo totalmente negativo.

Para que la humanidad abandone los diversos conflictos que caracterizan nuestra época, es necesario recordar que existe un principio de supervivencia individual y colectiva denominada "empatía emocional". Mediante ella tenemos la predisposición a compartir penas y alegrías ajenas como propias, lo que asegura que nunca haremos sufrir a alguien con quien luego compartiremos ese sufrimiento. También trataremos que los demás sean felices para, luego, compartir con ellos esa felicidad. Esto constituye esencialmente la ética bíblica, cuya expresión es el "Amarás al prójimo como a ti mismo". De ahí que las prédicas y la ética de Mahoma poco o nada tienen que ver con la ética bíblica. La guerra santa contra los infieles es algo totalmente opuesto a la ética bíblica.

Como lo que constituye la mentalidad ocidental se caracteriza por sus raíces judeo-cristianas, existe un antioccidentalismo que apunta contra esos fundamentos. Lo extraño del caso es que, desde los propios países europeos, se combate al cristianismo mientras se admite y se promueve el avance demográfico de integrantes de pueblos islámicos que materializarán en el futuro el tan esperado totalitarismo teocrático impulsado desde el Corán.

Al distinguir entre ciencia y sabiduría, asociando la palabra de Mahoma como sabiduría, considerándola superior a la ciencia, no resulta extraño que sólo un científico musulmán haya ganado un Premio Nobel en ciencia, como es el caso del físico Abdus Salam (si bien es posible que algún otro lo haya recibido posteriormente). Si consideramos que los científicos describen las leyes naturales, o leyes de Dios, son éstos los que nos acercan al conocimiento de tales leyes y a la auténtica sabiduría. Sin embargo, desde los sectores antioccidentales establecen una generalización fácil por la cual denigran todo lo que sea occidental. Al respecto leemos:

"La agresión contra Occidente, entre otras cosas, es una agresión contra la mentalidad de Occidente. Los occidentalistas a menudo representan la mentalidad occidental como una suerte de idiotez elevada. Estar provisto de la mentalidad occidental equivale a ser una especie de sabio idiota, mentalmente defectuoso, pero con un don especial para los cálculos aritméticos".
"Se trata de una mentalidad carente de alma, como una calculadora, incapaz de hacer lo que es humanamente importante de veras. La mentalidad occidental es capaz de grandes éxitos económicos, sin duda, y de desarrollar y promocionar el avance de la tecnología, pero no consigue en cambio aprehender las cosas más elevadas de la vida, ya que carece de espiritualidad y del entedimiento necesario del sufrimiento humano".
"La mentalidad occidental, a ojos de los occidentalistas, es una mentalidad truncada, que sirve para hallar la mejor manera de alcanzar una meta determinada, pero que resulta absolutamente inservible para hallar la manera justa. Su aspiración a la racionalidad es una verdad a medias, y es la mitad que menos cuenta".
"Si mediante racionalidad nos referimos a la razón instrumental, al adaptar los medios a los fines, Occidente dispone de muchos medios, pero de muy pocos fines. Según esta óptica, el hombre occidental es un metomentodo hiperactivo, que en todo momento halla el medio adecuado para la finalidad errónea" (De "Occidentalismo" de Ian Buruma y Avishai Margalit-Ediciones Península-Barcelona 2005).

La crisis del mundo occidental recae en el abandono de sus raíces morales, lo que conduce a una desadaptación creciente respecto del orden natural. De ahí que, ante toda desadaptación del tipo mencionado, corresponde la sugerencia positiva para un retorno a los fundamentos culturales abandonados. El anti-occidentalismo, por el contrario, apunta a la destrucción de las bases judeo-cristianas y greco-romanas, para reemplazarlas por ideologías afines al marxismo y al Islam, que poco o nada tienen que ver con las leyes naturales que conforman el orden natural.

sábado, 19 de julio de 2025

Creatividad y edad del intelectual

Si consideramos la edad límite de un jugador de fútbol; edad en la cual comienza su declive impidiéndole seguir desempeñándose como en sus mejores tiempos, podemos decir que tal edad es de unos 40 años. Si a un jugador de fútbol se le pidiera que eligiese, si pudiera, "detener el reloj del tiempo" para poder mantenerse siendo un jugador eficaz, posiblemente elegiría unos 30 años de edad.

Ante una misma "elección", un intelectual elegiría posiblemente los 60 o los 70 años, ya que sus capacidades mentales no han disminuido, contando, además, con la experiencia acumulada durante toda esa vida. Puede decirse que la edad del intelectual puede ser bastante prolongada de tal manera de permitir lograr su mejor obra creativa en sus últimos años de vida. De ahí surgen, posiblemente, las sugerencias médicas de ejercitar la mente en forma similar a la ejercitación recomendada para todo el cuerpo.

Para confirmar todo esto, contamos con la información establecida por José Luis de Imaz en su libro Las raíces del pensar (Emecé Editores SA-Buenos Aires 1990), que se transcribe a continuación. En este caso aparecen, asociadas a cada escritor, la edad en que fallece y luego la edad en que establece su última obra, que en algunos casos puede ser la mejor, o una de las mejores de su vida:

Bertrand Russell......98...........95
Jacques Maritain......91...........87
Albert Schweitzer.....90...........90
Jorge L. Borges.......88...........88
Paulo Freyre..........87...........80
Martin Buber..........87...........87
Carl Jung.............85...........83
Raúl Prebisch.........85...........85
Agatha Christie.......85...........83
Marguerite Yourcenar..85...........85
Sygmund Freud.........82...........82
Margaret Mead.........80...........76
Raymond Aron..........80...........78
María Montessori......79...........79
Arthur Koestler.......78...........74
Arnold Toynbee........78...........78
Mircea Eliade.........78...........78
José Vasconcelos......77...........77
Simone de Beauvoir....76...........73
Giovanni Papini.......74...........72
Pierre Teilhard.......74...........74
Charles Darwin........74...........68
Miguel de Unamuno.....72...........72

En cuanto a los físicos, la edad promedio del mejor descubrimiento es de alrededor de los 38 años, conclusión surgida de un estudio similar realizado por el autor de este blog. En el libro mencionado aparece una lista con los años de mayor productividad de algunos físicos:

Mayor productividad entre los 20 y los 30 años:

Werner Heisenberg. Niels Bohr. Robert Oppenheimer. Enrico Fermi. Ernest Rutherford. Paul Dirac. Albert Einstein.

Mayor productividad entre los 30 y los 40 años:

Erwin Schrödinger. Linus Pauling. Max Born. Otto Stern. Louis de Broglie. Isaac Rabi. Irene Curie. Frédéric Joliot

jueves, 17 de julio de 2025

Marxismo y mentiras

Para instaurar el socialismo, los ideólogos marxistas adoptaron estrategias basadas en una doble mentira: describiendo al capitalismo distorsionándolo, asignándole defectos que no tiene, y describiendo al socialismo real distorsionándolo también, pero esta vez considerándolo mucho mejor de lo que realmente es.

Entre las mentiras sobre el capitalismo aparece la visión ecológica del proceso que involucra al cazador y la presa. Los marxistas suponen que el sector productivo, los empresarios, son personas malignas que tratan de vivir a costa de sus empleados y sus clientes, de la misma manera que un animal carnívoro se alimenta matando a sus presas. Luego de adoptar esta visión, suponen que, como ocurre en la naturaleza animal, donde el cazador evita eliminar a todas sus presas, ya que así moriría por falta de alimentos. De ahí que, según los marxistas, los empresarios pagan a sus empleados sólo un mínimo para apenas permitir su supervivencia. También algunos ideólogos aducen que "los ricos se harán cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres", por lo que las empresas ya no tendrían a quienes vender sus productos y finalmente tendrían que cerrar sus puertas.

Algo así puede ocurrir en sociedades con muy pocos empresarios, por lo que en ese caso no existe tal cosa como un mercado competitivo. La economía de mercado, o capitalismo, es algo distinto, ya que supone la existencia de competencia entre empresarios y entre compradores. Todo sistema económico sin mercado competitivo, no es capitalismo. En un sistema capitalista, por el contrario, el principal capital de una empresa es el capital humano, ya sea considerando a sus empleados como considerando a sus clientes, por lo cual todo buen empresario "cuida de la mejor manera a su capital". Si el empresario no cuida su capital humano, éste se irá a las empresas competidoras, por lo que la visión marxista del cazador y su presa, poco o nada tiene que ver con el capitalismo real. Y si, efectivamente ocurren casos de cazador y presa, se trata de empresas que, a la corta o a la larga, cerrarán sus puertas.

Respecto de la acusación de que bajo un sistema capitalista existe concentración de poder económico, como es el caso de los monopolios, se trata justamente de economías con ausencia de empresas competidoras, como antes se dijo. Esta situación no deseable puede conducir a la empresa monopólica a cobrar precios excesivos por sus productos. Sin embargo, si ello ocurre, es muy posible que despierte la atención de futuros competidores. Lo absurdo de la cuestión es que, desde el marxismo se propone eliminar la posibilidad de monopolios privados mediante la creación de un monopolio estatal muchísimo mayor, tal el caso del Estado socialista que surge como consecuencia inmediata de abolir la propiedad privada de los medios de producción.

Otro aspecto a considerar es que, en las economías de mercado, el nivel de los sueldos de los empleados depende en forma directa del capital productivo invertido por las empresas. Mayor cantidad de capitales implica mayor nivel de sueldos, aunque los marxistas opinen que, "a mayor capitalismo, mayor explotación laboral".

Acerca de la ausencia de empresas o de consumidores, leemos al respecto: "Si un monopolio es una economía en la que sólo hay un vendedor, un monopsonio es una economía en la que sólo hay un comprador. En un monopolio, el único vendedor tiene el poder de fijar precios. Por el contrario, en un monopsonio, es el único comprador quien tiene el poder de fijar precios".

"Los economistas predicen que, en un monopolio, el precio se elevará por encima de los niveles competitivos. Cuando sólo hay un vendedor de agua, por ejemplo, es probable que el precio del agua sea alto. Los economistas predicen que, por el contrario, en un monopsonio, el precio caerá por debajo de los niveles competitivos. En el mercado laboral, por ejemplo, si sólo un empleador está contratando trabajadores, es probable que el precio de la mano de obra sea bajo" (De "La sociedad del intercambio" de C. Johnson, R. Lusch y D. Schmidtz-Grupo Unión-Buenos Aires 2020).

Donde más se cumplen las falsas críticas marxistas acerca del capitalismo es precisamente bajo los sistemas socialistas. Como existe una sola empresa, que es el monopolio estatal, es la que decide todos los precios, beneficiando principalmente a la clase dirigente socialista. Además, al ser la única empresa, es la única que ofrece puestos de trabajo, por lo que también el nivel de los sueldos viene impuesto por el Estado. Los bajos sueldos deben ser aceptados por cuanto no existen alternativas de posibles traslados a empresas que no existen. De ahí que surja la gran diferencia económica y social entre la clase dirigente comunista y la clase trabajadora en la supuesta "sociedad sin clases sociales".

Los citados autores agregan: "El análisis económico estándard nos dice que, si la competencia por el lado del comprador en el mercado laboral fuese tan intensa como la competencia por el lado del vendedor, entonces los salarios aumentarán a un nivel que coincida con lo que vale la mano de obra de un trabajador. Si Henry Ford está tratando de ingresar al mercado de automóviles, entonces se incorpora al respectivo mercado laboral y recluta a los trabajadores de Chevrolet, tanto a los mejor pagados como a los peor pagados, ofreciéndoles un salario más alto para que trabajen para Ford".

"Chevrolet responde. Al darse cuenta de que su rentabilidad depende de retener a sus trabajadores más productivos, Chevrolet intenta retenerlos y para eso iguala la oferta de Ford. Ni Ford ni Chevrolet quieren ofrecer a los trabajadores más de lo que valen, pero, en última instancia, si los trabajadores de Ford valen más de lo que Ford está pagando, y si Ford tiene competidores, uno de los competidores de Ford ofrecerá a esos trabajadores mal pagados al menos un poco más para que cambien de empleador".

"Por lo tanto, el ideal económico sería que tanto los compradores como los vendedores, los dos lados del mercado laboral, sean competitivos. Es la competencia la que previsiblemente da como resultado que los trabajadores reciban aproximadamente lo que valen".

Las mentiras marxistas acerca del capitalismo real resultan bastante cercanas a la verdad sobre el socialismo real. De ahí que tiene validez aquel consejo a los socialistas surgido desde sectores liberales: "Mientras ustedes sigan mintiendo sobre nosotros, seguiremos diciendo la verdad acerca de ustedes". Jean-Françoise Revel escribió: "La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira" (De "El conocimiento inútil"-Editorial Planeta SA-Barcelona 1989).

martes, 15 de julio de 2025

Del feudalismo al capitalismo y al socialismo

Karl Marx sostenía que, en el proceso de evolución social, el capitalismo surgió como una superación del feudalismo, mientras que el socialismo habría de ser la superación del capitalismo. Sin embargo, el socialismo real constituye un sistema que tiene similitudes con el feudalismo, incluso con una concentración de poder bastante mayor. Respecto del paso del feudalismo al capitalismo, leemos lo siguiente: "Una libertad que había transformado la economía de Europa en la época de Adam Smith fue la libertad de la gente común de contratar a personas que no sean sus lores".

"En los sistemas feudales, si usted nació como siervo, tenía derecho a la protección de su lord, pero carecía de muchos derechos que ahora damos por sentados. En un sistema feudal, vivía donde su lord le decía que viviera. Progresaba lo que su lord le decía que progresara. Vendía su cosecha al lord, a un precio de su elección. No podía negociar nada de eso. Si quería irse, necesitaba el permiso de su lord. Cuando conocía a su lord, lo saludaba inclinándose. Su lord ciertamente no lo vio como su igual, y usted tampoco".

"Cuando este sistema fue reemplazado por la sociedad de mercado, el efecto fue liberador para todos, sobre todo para los pobres. La dependencia de la misericordia de un lord en particular fue reemplazada por la interdependencia de una comunidad unida pero altamente funcional de clientes y proveedores. Si elige para trabajar para un empleador en lugar de iniciar un negocio propio, entonces le deja a su empleador que tome decisiones clave, y está dejando que su empleador asuma el riesgo que conlleva esas decisiones. Sigue siendo un agente libre en el sentido fundamental de que cuando llegue a la conclusión de que es mejor renunciar, no necesitará permiso para hacerlo. Incluso como empleado, usted es un socio crucial, no una mera posesión. Para decirlo claramente, no necesariamente preferirá ser socio que siervo. Puede que no se sienta tan seguro como le gustaría. Pero será libre" (De "La sociedad de intercambio" de C. Johnson, R. Lusch y D. Schmidtz-Grupo Unión-Buenos Aires 2020).

Si en el párrafo que describe un sistema feudal cambiamos "feudalismo" por "socialismo", "lord" (o señor feudal) por "clase dirigente socialista", se advertirá que la nueva descripción se adapta bastante al socialismo real. La coincidencia se debe esencialmente a la abolición de la propiedad privada, sólo accesible a los nobles y a la Iglesia en el feudalismo europeo, y a quienes dirigen el Estado bajo el socialismo. Con el reemplazo mencionado, el párrafo queda de la siguiente manera:

"En los sistemas socialistas, si usted nació como siervo, tenía derecho a la protección de su clase dirigente socialista, pero carecía de muchos derechos que ahora damos por sentados. En un sistema socialista, vivía donde su clase dirigente socialista le decía que viviera. Progresaba lo que su clase dirigente socialista le decía que progresara. Vendía su cosecha a la clase dirigente socialista, a un precio de su elección. No podía negociar nada de eso. Si quería irse, necesitaba el permiso de su clase dirigente socialista. Cuando conocía a su clase dirigente socialista, los saludaba inclinándose. Su clase dirigente socialista ciertamente no lo vio como su igual, y usted tampoco".

lunes, 14 de julio de 2025

Universo "liberal" vs Universo "socialista"

Desde el punto de vista liberal, todas las personas son aptas para el trabajo, por lo que, para que puedan desarrollar sus aptitudes laborales y potencialidades personales, resulta adecuado el sistema económico del libre mercado. Por el contrario, para los sectores socialistas, existe una desigualdad esencial (desigualdad ética principalmente), entre productores y el resto, por lo que resultaría necesaria la intervención del Estado para "proteger" a los más débiles de la "voracidad empresarial", impidiendo por ello que los débiles desarrollen sus aptitudes y potencialidades.

La "educación liberal", que muchos padres adoptan, consiste en no darles dinero suficiente a sus hijos, aunque dispongan de buena cantidad, para obligarlos a que se acostumbren a valorar el dinero y desarrollen aptitudes para el trabajo y el ahorro. La "educación socialista", por otra parte, consiste en darle a los hijos toda la protección y todo el apoyo económico posible, lo que muchas veces resulta perjudicial para quienes se convierten en personas incapaces de afrontar las adversidades de la vida, por cuanto han dependido siempre de sus padres.

Si consideramos la forma en que los seres humanos nos vinculamos con el universo, surgen dos visiones diferentes, y hasta opuestas. En un caso, se supone que el universo nos exige, como un precio que debemos pagar por nuestra supervivencia, el desarrollo máximo de nuestras potencialidades, tanto éticas como cognitivas. Así, resulta imperiosamente necesario que los científicos logren extraer energía mediante el proceso de fusión nuclear, para suplantar al petróleo, el gas y el uranio, de los cuales existen cantidades limitadas en nuestro planeta. De esa forma, el nivel de conocimientos adquiridos por los físicos, resulta algo mucho más importante que una especie de "deporte intelectual" ya que el futuro de la humanidad depende del éxito de tal proceso energético.

También, desde el punto de vista ético, el universo requiere de nosotros alcanzar un nivel de conocimientos que permita convencer a gran parte de la humanidad acerca de la existencia de una ética natural que es conveniente adoptar. De lo contrario, seguirán vigentes los serios conflictos que actualmente proliferan en la mayor parte de los países.

Acerca de la ética natural, basada en la empatía emocional, se advierte que coincide esencialmente con la ética bíblica. De ahí que, si estamos inmersos en un "universo liberal", que aboga por el máximo desarrollo humano, se supone que tal ética ha surgido desde los propios seres humanos, sin necesidad de supuestas intervenciones divinas, o revelaciones. Por el contrario, la visión del "universo socialista" supone que necesariamente tal ética ha surgido de un complejo proceso sobrenatural por el cual el Creador del universo se convirtió en un ser humano y llegó a nuestro planeta; tal la interpretación católica del cristianismo.

Si tenemos en cuenta que el "Amarás al prójimo como a ti mismo" implica compartir las penas y las alegrías ajenas como propias, parece innecesaria la existencia de un proceso sobrenatural tan complejo, ya que se trata de una propuesta ética sencilla y evidente.

Llegamos así a la posibilidad de considerar a Cristo como un ser humano excepcional, ya que logra dar un importante salto evolutivo en el proceso de adaptación cultural al orden natural. Si el Dios Creador ha sido tan eficaz en la creación de la vida inteligente, como un "padre liberal" se enorgullecería de que sus hijos fueran capaces de adaptarse al orden natural por sus propios medios.

Esta postura, que surge en varias ocasiones y en todas las épocas, tiene su origen en Arrio, en el siglo IV, considerado por la Iglesia Católica como el primer hereje. Alfredo Sáenz escribió al respecto: "Hemos de señalar que en aquellos tiempos se destacaban dos grandes escuelas teológicas. La primera, que era la escuela de Antioquía, insistía en la humanidad de Cristo más que en su divinidad; la segunda, la escuela de Alejandría, resaltaba la divinidad de Cristo más que su humanidad" (De "La nave y las tempestades"-Ediciones Gladius-Buenos Aires 2005).

Mientras que la religión bíblica es una religión moral, a partir del catolicismo se va convirtiendo en una "religión cognitiva", o "filosofía religiosa", en la cual la creencia es más importante que la acción ética. Es oportuno distinguir entre "herejía respecto de la Iglesia Católica" y "herejía respecto de los Evangelios". De ahí que la postura de los arrianos, si no se oponía al cumplimiento de los mandamientos bíblicos, no debería considerarse como una "herejía anticristiana".

Respecto de la postura de los arrianos y sus principios, Sáenz agrega: "No obstante estos principios, que rebajaban el Verbo al nivel de las criaturas, ponderaba Arrio, según hacen los herejes de todos los tiempos, las excelencias de Cristo, como para cubrirse de las obvias críticas que su afirmación suscitaría. No es Dios, es un hombre, decía, pero un gran hombre, un hombre eximio. Su dignidad es la más alta después de Dios. Como primogénito de las creaturas, está por encima de todo lo creado. En el curso de su vida llegó a un grado de virtud tal que merecía el título de Dios. Es «divino», aunque no sea Dios".

La mayor herejía anticristiana, no caben dudas, es la que predomina actualmente, en muchos sectores de la Iglesia Católica, y es la Teología de la Liberación, esencialmente marxismo-leninismo disfrazado de cristianismo. Las verdaderas herejías son las constituidas contra la moral bíblica, antes que las constituidas contra la "religión cognitiva", que relega la moral bíblica a un lugar secundario.

Durante las etapas iniciales del cristianismo, como se dijo, surge el cuestionamiento acerca de la naturaleza de Cristo, ya que se discutía respecto de si era “igual” o “similar” a la de Dios. Si se optaba por la primera posibilidad, como efectivamente ocurrió, en cierta forma la Iglesia se aseguraba el triunfo ante las religiones rivales, mientras que en el segundo caso se aceptaba la posibilidad de una legítima competencia. Puede decirse que la Iglesia confiaba más en la divinidad del mensajero que en la veracidad del mensaje. Desde un punto de vista actual puede advertirse que la actitud adoptada implica negar la legitimidad de las demás religiones y así promover conflictos, mientras que la segunda posibilidad permite mostrar que la superioridad del cristianismo se justifica esencialmente por la veracidad del mensaje.

Desde el punto de vista de la religión moral, resulta un tanto indiferente tal tipo de cuestionamiento presuponiendo que lo que en realidad se busca es el logro de una masiva mejora ética. Ésta parece haber sido la opinión del emperador Constantino cuando desestima el conflicto entre quienes proponían la “igual” o la “similar” naturaleza de Cristo respecto de Dios. Los bandos en conflicto eran los “alejandrinos” (promotores del “igual”) y los “arrianos” (promotores del “semejante”). Gerardo Vidal Guzmán escribió: “Sea como fuere, una vez que el arrianismo se encontró dueño de la corte orientó todos sus esfuerzos a debilitar las proposiciones dogmáticas que se habían acuñado el año 325. Era difícil contradecir abiertamente ante el pueblo cristiano las tesis del prestigioso Concilio de Nicea. Más viable parecía transformar su significado. Y así se hizo acudiendo al más simple de los expedientes: el ortográfico. En Nicea se había declarado a Cristo «homoousios», «de la misma naturaleza que el Padre». Pues bien, intercalando una simple y minúscula iota griega en la palabra era posible transformar el sentido de la declaración: homoiousios significaba en griego de «naturaleza semejante». Se trataba de una argucia que evitaba al arrianismo toda descalificación teológica que proviniera de la autoridad conciliar y que lo habilitaba en pleno para continuar su obra de propaganda y expansión” (De “Retratos de la antigüedad romana y la primera cristiandad”-Editorial Universitaria SA-Santiago de Chile 2004).

La pequeña diferencia de una letra implica nada menos que la diferencia entre religión natural y religión revelada. Así, si se acepta que Cristo es el Hijo de Dios, o del orden natural, se tiene una religión natural enteramente compatible con la ciencia. Si, por el contrario, se acepta que Cristo es igual a Dios, se tiene una religión revelada incompatible con la ciencia. En el primer caso se considera que la religión surge del hombre, mientras que en el segundo caso se considera que surge de Dios. Jonathan Kirsch da su versión del conflicto: “En última instancia, los teólogos de ambos bandos consiguieron condensar la controversia entera en una elección entre uno o dos eslóganes. Una facción insistía en presentar a Dios y Jesús como homoousion, una palabra griega que puede traducirse hablando en plata como «hechos de lo mismo», es decir, que Dios el Padre y Dios el Hijo eran en realidad una y la misma divinidad. La otra facción porfiaba en presentarlos como homoiousion, o sea, «hechos de algo parecido», o lo que es lo mismo, que Dios el Padre podía y debía distinguirse de Dios el Hijo. Las dos palabras se escriben igual en griego con la salvedad de una minúscula letra, una iota, que convierte homoousion en homoiousion. La ironía fue inmortalizada por Edward Gibbon, quien se refiere a la crucial letra griega como «el importante diptongo». «Los profanos de todas las épocas –escribe con travieso buen humor- se han reído de los furibundos conflictos que la diferencia de un solo diptongo provocaba entre los homoousianos y los homoiousianos»”.

“Y no se trató de una mera guerra de palabras. Los seguidores de una facción o la otra estaban dispuestos a echarse a la calle con piedras y garrotes, quemar las iglesias rivales, presentar acusaciones falsas contra el enemigo ante las autoridades imperiales e incluso sacar a rastras y linchar a los sacerdotes y obispos del otro bando”. “Ningún aspecto de la educación pagana de Constantino lo había preparado para el avispero teológico en el que se adentró cuando se encomendó a la protección del dios cristiano” (De “Dios contra los dioses”-Ediciones B SA-Barcelona 2006).

domingo, 13 de julio de 2025

Gerrard Winstanley: el primer comunista

Desde la izquierda política se distingue entre los socialismos utópicos y el "socialismo científico" de Marx y Engels, cuando en realidad sus propuestas son esencialmente las mismas. Debido a los frecuentes fracasos de aquellos socialismos, de donde viene el calificativo de "utópico", se supuso que, al proponer un socialismo calificado como "científico", al menos tendría una mayor aceptación en la sociedad.

Este absurdo se debe a la ignorancia del método utilizado en la ciencia experimental, ya que los resultados de aplicar el método de hipótesis y posterior verificación experimental, no garantiza la veracidad de tales hipótesis, ya que la mayor parte de las veces surgen resultados erróneos. Este es el caso del descubrimiento del salvarsán, por parte de Paul Ehrlich, quien logra el éxito recién en el intento 606.

El marxismo-leninismo ni siquiera utiliza el método científico en el cual se acepta tácitamente la invariabilidad de las leyes naturales, sino que utiliza el método dialéctico, que poco o nada tiene que ver con la ciencia experimental. Además, el marxismo-leninismo, teniendo la pretensión de dirigir a la humanidad, carece de una teoría adecuada del hombre, ya que parte de razonamientos filosóficos de dudosa validez, pretendiendo incluso la creación del “hombre nuevo soviético”, el que, siguiendo las creencias de Lysenko, habría de predominar en el futuro gracias a la (errónea) teoría de la herencia de los caracteres adquiridos. Resulta ser “una gran idea”, porque, como afirmó un escritor español, “llena todo un cerebro”. Henry de Lesquen escribió: “La visión global que de la sociedad propone el marxismo, de su evolución necesaria (el sentido de la Historia) y de su estado ideal (la sociedad comunista sin clases) reposa sobre dos pilares: un a priori filosófico, la dialéctica, cuyas recientes investigaciones, sobre todo en el campo de la biología molecular, han demostrado que decididamente no puede aplicarse a la realidad, y cierta cantidad de nociones económicas, acerca de las cuales lo menos que se puede decir es que casi no han sido confirmadas por los hechos. La ideología marxista en ningún momento se refiere a un conocimiento real del hombre. El desprecio original del factor humano explica buena parte el carácter propiamente inhumano de los regímenes que han intentado llevarla a la práctica” (De “La política de lo viviente”-EUDEBA-Buenos Aires 1981).

En cuanto a Gerrard Winstanley (1609-1676), el "primer comunista", Enrique Balaguer Pérez escribió: "Su comunismo nivelador abogaba por la colectivización de la tierra y de todos los recursos naturales como bienes fundamentales de todo el pueblo. Pensaba que debía desarrollarse una economía comunista primitiva a pequeña escala que eliminara el dinero, el comercio y la propiedad, y se estableciera en el marco de una comunidad política y social regida por asambleas, donde las decisiones se tomarían por votación popular y los cargos electos (de un año de duración) no tendrían otra misión que aplicar las decisiones tomadas por todas las personas mayores de edad, sin importar el sexo, en las asambleas populares".

"Winstanley pensaba, además, que las normas de convivencia (refrendadas por todos) que debían regir su utópica sociedad habrían de tener tal simpleza que pudieran ser entendidas por cualquiera, sin tener doble sentido ni diversas interpretaciones posibles".

"Su utopismo se entrelazaba, a la par que representaba, con la lucha de clases de su tiempo. En esa época la naciente burguesía pugnaba por el poder político y comenzaba a desarrollar una política de privatización de los, hasta entonces, terrenos comunales, conocida como enclousures, cercando las tierras, entonces en manos de terratenientes e impidiendo el paso a los campesinos" (De "Grandes personajes"-Editorial LIBSA-Madrid 2008).

sábado, 12 de julio de 2025

La invención de los circuitos integrados o microchips

Con la invención del circuito integrado, se advierte una tendencia favorable respecto de la utilización de patentes de invención, algo que ya se dislumbraba con la aparición del transistor. En épocas pasadas, algunos fabricantes iniciaban juicios por supuestas e indebidas utilizaciones de patentes de invención, pertenecientes a los denunciantes, con la intención de paralizar por un tiempo la producción de los competidores. Thomas A. Edison se lamentaba de que gran parte de sus ganancias debían ser destinadas al pago de abogados. Otra "víctima" de maniobras perversas fue Erwin Armstrong, quien perfecciona el receptor de amplitud modulada (AM) e inventa la transmisión por frecuencia modulada (FM), dando fin a su vida suicidándose.

Los Laboratorios Bell, por el contrario, facilitaron el uso del transistor, del cual poseían las respectivas patentes de invención. Walter Isaacson escribió: "En 1952, Centralab era de esas compañías que pagaban 25.000 dólares por una licencia para construir transistores y que contaban con la buena disposición de Bell para compartir sus conocimientos. Con aquella extraordinaria disposición a ceder sus patentes por un módico precio y a compartir sus conocimientos, los Laboratorios Bell sentaron las bases de la revolución digital, aun cuando no invirtieron su capital íntegro en ello" (De "Los innovadores"-Debate-Buenos Aires 2014).

Un circuito integrado es un circuito en el que las funciones de varios componentes discretos (transistores, resistencias, diodos, etc.) son realizadas en una pieza única de material semiconductor. Jack Kilby, de la Texas Instruments, había mostrado que en un mismo chips de semiconductor podían hacerse aquellos componentes antes separados, mientras que Robert Noyce, de la Fairchild, mostró unos meses más tarde el proceso por el cual estos componentes podían ser fácilmente conectados, ya que también los conductores podían integrarse en un solo chip. Kilby recibe posteriormente el Premio Nobel de Física, época en que Noyce había ya fallecido, posiblemente por fumar excesivamente. Jack Kilby expresó: "A diferencia del invento del transistor, éste era un invento con relativamente pocas implicaciones científicas. Ciertamente, en aquellos años, ahora y siempre, podrías decir que contribuia muy poco al pensamiento científico" (Citado en "Revolución en miniatura" de S. Braun y S. Macdonald-Editorial Tecnos SA-Madrid 1984).

Antes de la aparición de los circuitos integrados, existían aplicaciones definidas (radioreceptores, televisores, etc.) y la habilidad del diseñador radicaba en lograr el mejor circuito para una aplicación ya establecida. Cuando aparecen los circuitos integrados, la habilidad del diseñador radica en su capacidad para vislumbrar nuevas aplicaciones de los circuitos previamente fabricados.

Respecto de la participación de Robert Noyce, Isaacson escribió: "Con frecuencia, se llega a una misma innovación por distintos caminos. Noyce y sus colegas de Fairchild habían estado trabajando en la posibilidad de un microchip desde otro ángulo. Todo empezó cuando se toparon con un problema desastroso; sus transistores no funcionaban demasiado bien. Una cantidad bastante considerable de ellos fallaban. Una diminuta partícula de polvo o la mera exposición a ciertos gases podían hacer que se estropeasen. Lo mismo sucedía si recibían un golpe seco o sufrían una sacudida".

"Jean Hoerni, un físico de Fairchild, dio con una solución genial. Extendería una fina capa de óxido de silicio sobre la superficie del transistor, como si glasease por encima un pastel de tres pisos, para proteger el silicio de debajo". "El método recibió el nombre de «proceso planar» a raíz de la película plana de óxido que se formaba sobre el silicio. Una mañana de enero de 1959, Hoerni tuvo otra «epifanía» mientras se duchaba; en aquella capa protectora de óxido podían practicarse unas ventanitas para permitir que las impurezas se propagasen hacia puntos concretos con el fin de crear las propiedades semiconductoras deseadas. A Noyce le encantó aquella idea de «construir un transistor dentro de un capullo»".

Luego de varios enfrentamientos entre los abogados de la Texas y de Fairchild, respecto del tema de las patentes de invención, llegan a un acuerdo. Isaacson escribe: "En 1966, tres años antes de la resolución definitiva, Noyce y los abogados de Fairchild se reunieron con el presidente y el letrado de Texas Instruments y firmaron tortuosamente un tratado de paz. Cada parte reconocía que la otra poseía ciertos derechos de propiedad intelectual sobre el microchip, y ambas convenían en otorgarse una licencia cruzada sobre los susodichos derechos. Otras compañías tendrían que hacer tratos de permisos con ambas, en general pagando unas regalías que ascenderían al 4 por ciento del beneficio aproximadamente".

Respecto de la relación entre Kilby y Noyce, Isaacson escribe: "Cuando le informaron a Kilby de que había ganado el Premio Nobel en el 2000, diez años después de que Noyce falleciera, una de las primeras cosas que hizo fue alabar a Noyce: «Lamento que ya no esté vivo -le dijo a los periodistas-. Si estuviera con nosotros, sospecho con compartiríamos este premio»".

jueves, 10 de julio de 2025

El "Nunca Más" y las contradicciones de Ernesto Sábato

Homenajear a un terrorista y asesino serial, como Ernesto Che Guevara, implica en cierta forma homenajear a quienes difundieron al nefasto marxismo-leninismo, ideología perversa que produjo en el mundo peores efectos que el nazismo hitleriano. En la Argentina, como en casi toda Latinoamérica, tuvimos la "visita" de los terroristas adiestrados y apoyados por Fidel Castro. El encadenamiento de causas y efectos puede simbolizarse de la siguiente manera:

1- Los ideólogos marxistas envenenan con odio y mentiras las mentes de los incautos.
2- Los incautos envenenados toman las armas y asesinan a la gente decente.
3- Los policías y los militares adoptan posturas igualmente violentas en defensa de la sociedad.

Cuando se habla del "Nunca más", conocido también como el Informe Sábato, se advierte fácilmente que toda esa secuencia no se habría producido si no existiese la labor inicial de los ideólogos marxistas, como fue el caso de Ernesto Sábato, que incluso escribió un "homenaje" al Che Guevara. Lo absurdo del caso es que el propio Sábato dirigió una Comisión para proponer el Nunca Más a la violencia extrema, sin apenas tener presente que él mismo fue uno de los ideólogos y promotores de esa violencia.

En dicho homenaje, Sábato valora las aspiraciones guevaristas de promover el Hombre Nuevo, seguramente un Hombre Nuevo a imagen y semejanza del propio Ernesto Guevara, quien expresó: “El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales al ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así: un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal” (Citado en “Por amor al odio” de Carlos Manuel Acuña-Ediciones del Pórtico-Buenos Aires 2000).

Se mencionan a continuación alguno párrafos del homenaje mencionado:

HOMENAJE A ERNESTO GUEVARA

Por Ernesto Sábato

Ernesto Guevara no ha muerto por una simple elevación del nivel material de los pueblos miserables. Para mí, y creo que para muchos, en realidad para millones de hombres y sobre todo de muchachos que han llorado su fin, murió por un ideal infinitamente más valioso, por el ideal de un Nuevo Hombre. Lo que supone, claro, la lucha contra la miseria de los pueblos oprimidos, pero que en última y hasta quizás en primera instancia implica una nueva forma de convivencia, una Comunidad que sea precisamente eso: una comunión, un entrañable vínculo de hombres libres, una colaboración de personas dignas. No un conglomerado de máquinas y seres numerados.

No una nueva sociedad que, aunque precedida de una cruenta revolución, termine por ofrecernos una especie de Norteamérica al revés, sin la hegemonía de los trusts capitalistas pero dominada por los instrumentos todopoderosos de una dictadura burocrática, tan deshumanizadora como aquéllos. En suma, pienso que combatió y murió por una convivencia en que los hombres sean verdaderos seres humanos, con la altísima dignidad que les corresponde, rescatados por fin no sólo de la alienación económica provocada por los regímenes explotadores, sino también de esa otra alienación, más sutil y tremenda, porque es capaz de perdurar más allá de una equivocada revolución social que es la alienación científica, la que está conduciendo el mundo a una monstruosa maquinaria de robots.

Porque su muerte tiene eso: el valor de un símbolo. Y en esta sociedad racionalizada que desechó, olvidó y menospreció los símbolos, en esta sociedad en que la eficacia y la técnica han pasado a ser más valiosas que el fervor y el sacrificio, puede achacarse a Guevara, en efecto, un romantisismo alocado. Pero es precisamente ese romanticismo, es justamente esa imagen heroica y solitaria la que despierta la esperanza y el coraje y la fe en millones de jóvenes generosos en los cuatro confines de la tierra.

Se negó a fomentar la producción mediante premios materiales, sosteniendo que era menester cambiar la mentalidad de la masa para llegar al hombre nuevo que la revolución anhelaba, apelando únicamente al entusiasmo revolucionario, al patriotismo, al esfuerzo desinteresado y a la fe que mueve montañas.

Dejemos a los norteamericanos hablar de eficacia. Dejemos a McNamara hablar de Vietnam en términos de empresario, calculando el costo en dólares de cada vietcong muerto por su patria. Desde su estólido punto de vista es coherente, ya que al fin de cuentas forma parte de ese paradigma de una civilización cuantitativa que es su país. Pero los heroicos vietnamitas no funcionan en esa aritmética, y prueban con su holocausto que los valores humanos son cualitativos, que la fe es más fuerte que el número de cañones; que la esperanza es más poderosa que la ambición de los mercaderes; que la dignidad es más resistente que el sórdido y sangriento empecinamiento de los empresarios.

(Palabras pronunciadas en la Universidad de París, noviembre de 1967).

(Extractos de "Ernesto Sábato. Obra completa. Ensayos"-Seix barral-Buenos Aires 1996).

La invención del transistor

Se ha considerado al transistor como el mayor invento del siglo XX, siendo el dispositivo básico, junto a los circuitos integrados, que permitió el auge de la electrónica digital, junto a las comunicaciones y las computadoras. El transistor surge de la búsqueda de un conmutador de estado sólido para ser utilizado en telefonía y reemplazar a los relés y a los sistemas de barras. Luego se vislumbra la posibilidad de obtener un reemplazo de la válvula de vacío.

El nombre "transistor" fue ideado por J. R. Pierce, quién expresó: "...y entonces, en aquella época, el transistor fue imaginado para ser el dual del tubo de vacío, así si un tubo de vacío tenía transconductancia, éste debe tener transresistencia, y así llegué a sugerir transistor" (Citado en "Revolución en miniatura" de S. Braun y S. Macdonald-Editorial Tecnos SA-Madrid 1984).

El transistor surge de los Laboratorios Bell, de la AT&T, logrando sus empleados la concesión de 8 Premios Nobel de Física. La patente de invención fue concedida a John Bardeen y a Walter Brattain por el transistor de punta de contacto, mientras que la patente de transistor de juntura, surgido en 1951, le fue concedida a William Schockley. Al respecto, E. Braun y S. Macdonald escriben: "Es asombroso que Schockley hubiera formulado la teoría precisa del transistor de unión al menos dos años antes de que el dispositivo fuera producido".

Mientras que los inventores del siglo XIX, como Edison y Tesla, eran intuitivos, careciendo del conocimiento amplio de la física de su tiempo, los inventores del siglo XX tenían una preparación científica y académica de alto nivel.

Entre los aspectos organizativos de los Laboratorios Bell se destaca la construcción de edificios que facilitaban el contacto personal de sus investigadores, ya que el trabajo en equipo implica trabajo de individualidades en cooperación. Walter Isaacson escribió: "La sede de Manhattan se había quedado pequeña, y la mayor parte de los laboratorios se trasladaron a un espacio de ochenta hectáreas en las colinas de Murray Hill (New Jersey). Mervin Kelly y sus colegas querían que su nuevo hogar se pareciese a un campus académico pero evitando la separación de las distintas disciplinas en diferentes edificios".

"Sabían que la creatividad surge de los encuentros casuales. «Todos los edificios han sido conectados de tal manera que se evite una delimitación geográfica fija entre departamentos y se propicien el intercambio y un estrecho contacto entre ellos», escribió un directivo. Los pasillos eran extraordinariamente largos, de más de doscientos metros, y estaban pensados para fomentar los encuentros fortuitos entre personas con distintos talentos y especialidades, una estrategia que Steve Jobs replicó al diseñar la nueva sede central de Apple setenta años después".

"Cualquiera que se pasease por los Laboratorios Bell se vería expuesto a una lluvia de ideas aleatorias, y las absorbería como una célula fotovoltaica. Claude Shannon, el excéntrico teórico de la información, de vez en cuando recorría los largos pasillos de terrazo rojo montado en un monociclo haciendo malabares con tres pelotas y saludando a los colegas. Era una extravagante metáfora del caldo de cultivo en plena ebullición que se percibía en los pasillos" (De "Los innovadores"-Debate-Buenos Aires 2014).

Estos efectos de "proximidad" se acentuaron cuando Bardeen fue a parar a una sala en que estaba Brattain. Isaacson escribió al respecto: "En un principio, Bardeen no disponía de despacho propio, por lo que se instaló en el espacio del laboratorio que le correspondía a Brattain. Fue una decisión acertada que puso de manifiesto, una vez más, la energía creativa que generaba la proximidad física; al estar tan juntos, el teórico y el experimentador podían poner en común sus ideas cara a cara, hora tras hora".

Ante el éxito inicial de Bardeen y Brattain con el transistor de contacto puntual, surge el ego de Schockley quien. "obligado" a ocupar un lugar destacado, logra establecer los principios del transistor de juntura. Al respecto, Isaacson comenta: "Schockley firmó como testigo en la histórica entrada del cuaderno de Bardeen, pero no escribió nada más ese día. Estaba claramente desconcertado. Su intenso y oscuro impulso competitivo eclipsaba el orgullo que debería sentir por el éxito de su equipo".

"Reconoció después: «Experimenté emociones encontradas. La euforia por el éxito del grupo estaba empañada por no ser yo uno de los inventores. Me sentía algo frustrado por el hecho de que mis esfuerzos personales, que habían comenzado más de ocho años antes, no hubieran fructificado en ninguna contribución original significativa». Sus demonios estaban cada vez más inquietos en lo más profundo de su mente. Nunca retomaría la amistad con Bardeen y Brattain, y se puso a trabajar enfervorecidamente para poder reclamar una cuota similar de reconocimiento por el invento y para crear, por su cuenta, una versión aún mejor".

La personalidad competitiva de Schockley se advitió una vez más cuando aparece en la principal foto de los tres inventores, pero ocupando injustificadamente el lugar de trabajo de Brattain. En esa foto aparecen, de izquierda a derecha, Bardeen (que luego ganaría otro Premio Nobel), Schockley y Brattain. Isaacson escribió: "Los Laboratorios Bell obligaron a que Schockley figurase en todas las fotos publicitarias junto con Bardeen y Brattain. La más famosa los muestra a los tres en el laboratorio de Brattain. Justo antes de que se tomase la instantánea, Schockley se sentó en la silla de Brattain, como si esos fuesen su mesa y su microscopio, y ocupó así el punto focal de la imagen. Años después Bardeen describiría la consternación que Brattain aún sentía al recordar el episodio, y el rencor que le guardaba a Schockley. «Walter odia esta imagen. Es su equipo y nuestro experimento; Bill no tenía nada que ver con ello»".

domingo, 6 de julio de 2025

El pensamiento corto en economía

Es posible distinguir entre un "pensamiento corto" y un "pensamiento largo", especialmente en el caso de la economía. Para una mejor definición conviene establecer una analogía con los ajedrecistas. En este caso, el pensamiento corto es el del principiante que tiene en cuenta sólo una o dos jugadas posibles del contrincante junto a sus posibles respuestas. Por el contrario, el gran jugador tiene presente muchas más posibles jugadas del adversario junto a sus posibles respuestas; además de tener en mente un estudio previo de partidas jugadas en el pasado y de aperturas analizadas por especialistas.

En cuestiones económicas se advierte en mucha gente la tendencia a proponer "soluciones" aparentemente simples y eficaces a partir del razonamiento corto, como es el caso de proponer una amplia emisión de billetes o bien una masiva redistribución de propiedades, previa expropiación y nacionalización. Se basan, entre otros, en el caso del verdulero que impone un precio de venta de un producto que resulta 3 o 4 veces más caro que el importe que se le pagó al agricultor que lo produce. En este caso se ignoran los costos de transporte y de la necesaria intermediación, además del costo de mantenimiento refrigerado de los productos, impuestos, sueldos que paga el comerciante y el riesgo de perder las frutas y verduras cuya vida útil es bastante breve.

Los políticos que buscan el poder, como objetivo personal, tienden a promover el pensamiento corto de las masas para luego hacer promesas poco compatibles con una sana economía. Este problema no es nuevo. Ya en el siglo XIX, Jaime Balmes advertía lo poco efectivas que eran las soluciones "populares", escribiendo al respecto: "La mejora de la suerte del operario es, sin duda, un objeto de alta importancia; es preciso que se piense en ella".

"Los que desdeñan el examen de esta cuestión no conocen los grandes peligros de que por ella está amenazada la sociedad; pero, en cambio, los que quieran precipitarla, los que, afectando el intento de resolverla en un sentido benéfico, comiencen por atacar directa o indirectamente la propiedad, por cercenar la libertad de los ricos, son apóstoles de una libertad tiránica, de una igualdad imposible, y sus proyectos insensatos no tendrán otro resultado que causar trastornos profundos que al fin vendrán a descargar con peso abrumador sobre los mismos jornaleros".

"La acción legislativa del Gobierno sería funesta, atacaría la propiedad, disminuiría la producción, provocaría el atesoramiento de los capitales, produciría un trastorno económico que acabaría con una subversión del orden social. No basta decir: «Elevemos los jornales». Es preciso saber si es posible elevarlos. El precio del jornal no es cosa absoluta, sino que está unido a muchas relaciones que necesariamente lo obligan a cierta oscilación".

"Determinado por la ley el precio del jornal, es cierto que se quita al patrono la facultad de reducirlo, pero no se le da ningún medio para sostenerlo. No puede pagarlo si no vende o si el objeto trabajado puesto a la venta no paga todos los gastos de producción, además de un beneficio líquido para su sustento propio y de la familia. Por tanto, puesto el patrono en la alternativa de hundirse o cerrar la fábrica, hará lo último y en lugar del jornal elevado nos quedaremos sin ningún jornal".

"¿Qué haremos entonces? ¿Se abrirá un juicio inquisitorio para saber si el patrono dice o no la verdad cuando se declare impotente para sostener su establecimiento? ¿Fiscalizaremos sus operaciones en la compra de primeras materias, los gastos de producción, el interés del capital empleado, el alquiler de la casa, la conservación y reparación de máquinas y, finalmente, averiguaremos la cantidad líquida que dice serle necesaria para la manutención de la familia? ¿Quién no ve que esto es imposible sin una opresión aborrecedora, sin atacar directamente la propiedad, que acabaría atesorando todos los capitales, paralizando todas las empresas industriales, cerrando todas las fuentes de producción?" (Citado en "La evolución de las ideas y las luchas sociales" de Jaime Carrera-Casa Editorial Bosch-Buenos Aires 1940).

En pleno siglo XXI, las masas encontraron "satisfactorio y revolucionario" el mandato de "¡Exprópiese!" por parte de Hugo Chávez. Al ver la decadencia de Venezuela, se observó plenamente el pensamiento corto en cuestiones de economía.

sábado, 5 de julio de 2025

Emociones y política

Muchos son los pensadores que aducen que tanto los individuos como las sociedades resolverán sus serios problemas a partir del predominio de la razón sobre las emociones, ya que las emociones "perturbarían" los razonamientos. En primer lugar, se advierte un evidente error en esta afirmación por cuanto existen emociones que apuntan a la cooperación social (empatía emocional) y también emociones negativas, como el odio (burla y envidia) que producirán efectos completamente distintos. Así, mientras que las emociones positivas no perturbarían los razonamientos, sí lo harán las emociones negativas.

Supongamos por un instante que alguien odia intensamente a un político, a un sector de la sociedad, a los integrantes de un grupo religioso o a toda una nacionalidad. Tal persona seguramente tendrá la predisposición a negar valores, capacidades o cualquier atributo positivo de los sectores odiados, de tal manera que también negará una parte importante de la realidad y, seguramente, descalificará y mentirá sobre tales sectores. Además, negará defectos de los integrantes de su sector preferido, lo que se advierte en cierta obsecuencia ideológica.

Se tienen, por lo tanto, dos visiones distintas acerca de los seres humanos. Así, unos lo definen como "un ser racional que tiene emociones", mientras que otros lo definen como "un ser emocional que razona". En ambos casos se advierte la posibilidad de que la razón controle las emociones y también de que las emociones controlen la razón. Sin embargo, desde la neurociencia se aduce que en realidad nuestras decisiones derivan principalmente de las emociones, siendo controladas o limitadas por la razón, especialmente cuando las emociones tienden a producir efectos negativos.

Respecto del proceso cerebral asociado a nuestras decisiones, se menciona un párrafo escrito por Néstor P. Braidot. Se alude en tal escrito la existencia de la "amígdala", como parte de nuestro cerebro, por lo cual no debe confundirse con las amígdalas cercanas a la garganta. Debe tenerse presente, además, que la zona interior del cerebro se asocia a las emociones, entre otras funciones, mientras que la corteza exterior está asociada a los razonamientos:

"La amígdala actúa como una especie de sistema de alarma del cerebro y a su vez como generadora de estados de la mente. En el proceso de «sentir» las emociones, este órgano recibe los estímulos a través de una vía rápida que produce una respuesta automática y casi instantánea: sonreír, huir, correr, llorar".

"Sin embargo, un cuarto de segundo más tarde, la información llega a la corteza cerebral, donde se adapta al contexto real y se concibe un plan racional de acción".

"Si se confirma que la reacción instantánea es correcta, se continúa con la acción corporal ya iniciada. Si la decisión racional indica que corresponde responder verbalmente más que físicamente, la corteza envía un mensaje al hipotálamo para que «calme las cosas»".

"En este caso, el hipotálamo indica al cuerpo que «pare» los cambios que ya ha comenzado a realizar, y al mismo tiempo envía mensajes inhibitorios a la amígdala para que también se adapte".

"Es importante observar en el volumen de tráfico neural que se genera, que el que asciende al sistema límbico es mayor que el que desciende de la corteza".

"Esto significa que, desde el punto de vista neuronal, la parte emocional del cerebro tiene más poder para influir en la conducta que la racional. Nuestro control consciente sobre las emociones es limitado debido a que las conexiones desde los sistemas emocionales hacia los cognitivos son más abundantes que las que van en sentido contrario" (De "Neuromarketing" de Néstor P. Braidot-Editorial Puerto Norte Sur SL-Madrid 2005).

Como ejemplo de sector político en el que predomina el odio hacia los empresarios, los burgueses, los yankis, los occidentales, los antiperonistas, etc, aparece el peronismo. Consiste en un 20 o 25% del electorado nacional que nunca reconoce defectos y errores de sus gobernantes en el poder, mientras que asigna toda clase de defectos a los sectores odiados, especialmente defectos que no son tales. Es un sector que encubre la corrupción de sus ídolos políticos por lo que es el principal cómplice de la decadencia nacional. Se menciona un artículo al respecto:

CRISTINA, LA BANDOLERA

Por Elena Valero Narváez

La corrupción se da en todo grupo humano con cierto grado de complejidad. Puede darse en organismos estatales y privados como instituciones, partidos, empresas y clubes, pero el mayor foco de corrupción se da en la actividad pública.

Existe una marcada diferencia en la naturaleza y niveles de corrupción entre un régimen político regimentado, totalitario o autoritario y uno democrático con economía de mercado. En las democracias liberales y capitalistas, donde los ciudadanos están sometidos a un poder controlado por otros poderes y se respeta a las minorías, se observa que las normas son menos arbitrarias, las desregulaciones aumentan la observabilidad de quienes gobiernan y disminuye, con la empresa privada, una elevada fuente de corrupción: la burocracia estatal.

Los políticos estatistas y dirigistas llevan inexorablemente a la abolición de múltiples poderes espontáneos de la sociedad civil creando una acumulación enorme del poder en el Estado y, con ello, una enorme burocracia que desarrolla un nivel alto de corrupción y a la par una disminución de la libertad y de la supremacía de la ley.

EL ANDAMIAJE

Pensemos en el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner: ¿Cuál ha sido la Justicia, la igualdad jurídica y el sentido de honradez de que habla la bandolera? Honra para quienes en ejercicio de indebidas atribuciones públicas robaron al país millones de dólares en actos de inconsciencia criminal.

El fenómeno Cristina está asociado en buena medida a la dialéctica adecuada: teorías e ideas falsas, mentiras a piacere han obtenido un excelente resultado. Sus seguidores ciegos a la realidad la consideran la Madre Teresa. Las explicaciones racionales y la comprensión de los problemas no juegan un papel importante para ellos, sí la ideología y el liderazgo. No les importa la condena a 6 años de prisión por la causa Vialidad donde direccionó obra pública a favor de un testaferro, Lázaro Baez, ni las de Dólar futuro, ni el Memorándum con Irán, Hotesur y los Cuadernos de la corrupción. Ni siquiera una sociedad libre de estructura democrática.

No tienen en cuenta que fue la inflación que produjo ese gobierno la que generó la pérdida de la capacidad adquisitiva de sus salarios, hizo cada vez más penosos los consumos necesarios y empobreció al país arrastrándolos a dificultades y molestias cada vez mayores.

Fue por ello que buena parte de la sociedad votó la presente política económica y la lucha por eliminar de la política a la principal responsable del desorden que todavía perdura y que el gobierno decidió atacar. Javier Milei ha tenido mucho que ver en demostrar las falacias de la dialéctica del kirchnerismo, de la cual es campeona la expresidente, al punto que hasta los que aceptan sus robos la defienden como si fuera Robin Hood.

Cristina ha escapado al problema de la inflación porque es más fácil para un político populista correrse de las dificultades, sobre todo si enfrentarlas trae reacciones sociales. En esto se diferencia enormemente del presidente Milei, quien le ha puesto el pecho al déficit fiscal generador del flagelo inflacionario.

Cristina Kirchner es de los políticos que han sustituido con un plan los mecanismos espontáneos de la economía de mercado, tal como precios, competencia, iniciativa privada, entre otros, por técnicas defectuosas, interferencias burocráticas y limitaciones a las libertades individuales.

Bajo el régimen de libre mercado los funcionarios en vez de poner trabas que coartan la energía y creatividad de las personas, se esfuerzan por anular todas las tendencias monopolizadoras o de cualquier otra índole que dificulten sus actividades.

El mercado no resuelve todos los problemas, muchas veces está imposibilitado de actuar pero es el mejor sistema para encarar las dificultades que se presentan. El Estado debe actuar cuando algún problema escapa a las posibilidades de la actividad privada, pero no hacerlo cuando ella existe.

El kirchnerismo se reservó la posibilidad de distribuir la riqueza como si ello fuera un fin del Estado y se cree respetuoso del orden constitucional. Error, bien lo especificó Alberdi cuando dijo: “Para proteger mejor el fin social de la riqueza, la Constitución argentina ha preferido la distribución libre a la distribución reglamentaria y artificial. La distribución de la riqueza se opera por sí sola tanto más equitativamente cuanto menos se ingiere al Estado en imponerle reglas”.

La mayoría de los políticos adora las nacionalizaciones de empresas: creen en el error que significa la gestión de los gobiernos en el campo de la industria y el comercio, sin notar que los funcionarios públicos no se hallan preparados para desenvolverse con eficacia.

Tampoco pueden contrarrestar las presiones políticas que los asedian para inclinar las administraciones al favoritismo y el dispendio. La corrupción resulta inevitable en esa esfera, cualquiera sea la forma con que se presenta. Lo vemos claro en la politización a las que fueron llevadas las empresas durante el gobierno anterior.

El Congreso fue testigo de todos los actos de corrupción a medida que se producían y estaban mejor informados que el resto del país: fueron contados con los dedos de una mano quienes los denunciaron y trataron de evitarlos. Poco hicieron para desalentar esa mentalidad estatista dirigista y distribucionista. Han sido participes de los errores en los cuales han tenido en alguna medida directa o indirecta participación.

Es por ello que el Gobierno actual se debe preocupar porque las medidas que inexorablemente deberán tomar cuenten con el apoyo o al menos la tolerancia de la opinión pública. Mantener bien definido el rumbo y el contacto con la sociedad para hacerle conocer la política que se lleva a cabo es indispensable.

No debería desechar a los medios de prensa sino tenerlos en cuenta como instrumentos necesarios que permiten un contacto directo con la gente. Son, también, de vital importancia en la orientación del comportamiento ciudadano.

ESFUERZO

Se debe mantener el esfuerzo que está haciendo este gobierno: si no ayudamos a consolidar la situación presente, si no permitimos que se mantengan de aquí para adelante, el futuro que se puede prever es de confusión y caos. Los que aún no lo han percibido creyendo que hay remedios fáciles no se dan cuenta que nadie puede solucionar los problemas actuales solo, se necesita de apoyo, de la continuidad de la confianza.

Ello dependerá de los sectores que rechazan las políticas del gobierno anterior como también sus infantiles y ridículas actitudes, como las de Cristina Kirchner: bailar en el balcón de su casa sabiendo que le esperan 6 años de reclusión.

O tal vez me equivoque y su baile y alegría se deben a que, sabiendo que en Argentina no todos son iguales ante la ley, en vez de recibir el trato de una condenada común, tendrá muchos privilegios. Es increíble, para el que no sabe los estragos que hace el populismo, verla haciendo pantomimas en el balcón recibiendo la ovación de gente a la cual robó descaradamente.

El gobierno, si hace lo que hay que hacer, recibirá andanadas de críticas de los sectores que hoy respaldan a la expresidente sin analizar la enorme responsabilidad que tuvo en el atraso del país. Dice que van a volver, todo puede ser en la Argentina, pero si ello ocurriera, podemos estar seguros que sería trágico para todos los argentinos.

(De www.laprensa.com.ar)