Según Milton Friedman, "la responsabilidad social de las empresas es aumentar sus beneficios". En un análisis superficial, esta expresión puede interpretarse como una "búsqueda egoísta del lucro". Sin embargo, si se tiene presente que las ganancias de un empresario dependen esencialmente de su capacidad para producir bienes y servicios de buena calidad a precios accesibles, una gran fortuna será la medida en que pudo beneficiar a la sociedad con sus productos.
Desde posturas marxistas, sin embargo, ven en quienes favorecen a la sociedad a personas necesariamente egoístas o incluso perversas, por lo cual resultaría necesario reemplazarlas por políticos a cargo del Estado. De ahí que el terrorismo de izquierda asesinó a varios empresarios y a varios gerentes de empresas, en sus intentos por "liberar" al país de esa "plaga". Uno de los ideólogos marxistas de los años 70, el "sacerdote" Carlos Mugica, escribió: “Una sociedad en la que se realicen plenamente los valores cristianos, será una sociedad sin empresarios” (De “Una vida para el pueblo”-Pequén Ediciones-Buenos Aires 1984).
Entre los empresarios también existen quienes no producen en forma eficiente, incluso por no respetar las leyes humanas ni tampoco las leyes morales, por lo cual la vida de sus empresas suelen ser breves. También esa brevedad se debe a simples errores en la toma de decisiones sin que por ello se haya incurrido en tales desacatos.
Entre los empresarios eficaces puede encontrarse una diferencia esencial en sus comportamientos, ya que unos consideran a sus empresas como creaciones personales que deberían perdurar en el tiempo para seguir beneficiando a la sociedad. Otros, por el contrario, tienen en sus mentes tan sólo las ganancias que recibirán y se desprenden de sus empresas sin mayores dificultades si observan ganancias inmediatas, teniendo siempre latente la posibilidad de desviarse del buen camino debido a las prioridades adoptadas para su vida.
Entre los empresarios del primer grupo encontramos a Steve Jobs, quien expresó: “Odio que la gente se etiquete a sí misma de «emprendedora» cuando lo que en realidad está intentado hacer es crear una compañía para después venderla o salir a bolsa para poder recoger los beneficios y dedicarse a otra cosa. No están dispuestos a llevar a cabo el trabajo necesario para construir una auténtica empresa, que es la tarea más dura en este campo. Así es como puedes hacer una contribución real y sumarte al legado de los que vinieron antes que tú. Así es como construyes una compañía que siga representando unos valores dentro de una o dos generaciones. Eso es lo que hicieron Walt Disney, Hewlett y Packard, y las personas que construyeron Intel. Crearon una compañía para que durase, y no sólo para ganar dinero. Eso es lo que quiero que ocurra con Apple” (De "Steve Jobs" de Walter Isaacson-Debate-Buenos Aires 2011).
En cuanto a la segunda clase de empresarios, Antonio I. Margariti escribió: "Los buscadores de renta o rent-seeking son aquellos empresarios cortesanos, perfectamente descriptos por el profesor Gordon Tullock a quienes no les interesa para nada organizar una empresa, ni su progreso y mucho menos contar con un grupo de colaboradores para emprender la tarea común de crear bienes de calidad, capaces de satisfacer las necesidades humanas".
"Sólo les preocupa la renta que puedan obtener, ya sea explotando la empresa o desguazándola hasta exprimir el último centavo. Finalmente se desprenden de ella. Para lo cual tratan de acercarse a los que detentan el poder e influyen sobre las decisiones políticas para que el gobierno elabore o interprete reglas en su propio beneficio. Los buscadores de rentas siempre aparecen alrededor de los funcionarios con el fin de obtener privilegios, prebendas o beneficios particulares que nunca coinciden con el interés general de los consumidores. Buscan cambiar el entorno de una sana competencia por un mercado político, cautivo de sus intereses. Cuando lo consiguen con ayuda del gobierno se aprovechan de la incapacidad de organización de los consumidores para defender sus intereses".
"Por eso se apoderan de empresas estatales sin poner un centavo, o consiguen monopolios para explotar los juegos de azar, o presentan ofertas con sobreprecios en licitaciones amañadas donde sus cómplices les adjudican todas las obras públicas de manera sistemática".
"Este proceso desemboca normalmente en una pérdida de bienestar para el conjunto de los consumidores y en una superrenta para los rent-seeking por incremento de precios, exenciones impositivas o subsidios obtenidos a través de impuestos cobrados a los propios consumidores".
"Así sus intereses particulares se elevan a la categoría de preferencial agenda política. Estos buscadores de rentas son parásitos que compiten entre sí para ver quién obtiene más a cambio de lo que ofrecen a los funcionarios".
"Gordon Tullock dice que «con frecuencia, los burócratas son manipulados por otros rent-seekers y que ciertamente no desarrollarían con tanta eficacia tal actividad sin la extensa red de condescendencia de los políticos y la ignorancia racional de muchos electores». Uno de los aspectos en los que más se ha centrado el análisis del comportamiento rent-seeking se refiere a la perdurabilidad del derecho de monopolio o a la restricción de la competencia que consiguen, por medio de la compra de políticos, la financiación de campañas electorales, los apoyos a candidaturas implícitas y los sobornos explícitos" (De www.economiaparatodos.com.ar).
Antonio I. Margariti también se refiere al empresariado auténtico: "En cambio el otro tipo de empresario, aquél que no es buscador de rentas, está inspirado por una verdadera pasión por crear. Siente el gozo pleno de compartir el trabajo creador con sus colaboradores y se satisface cuando consigue producir objetos bellos, duraderos y útiles a las necesidades de los consumidores".
"No existe una caracterización mejor de este tipo de empresarios que la que hiciera hace muchos años quien fuera uno de los grandes economistas liberales italianos: Luigi Einaudi. Einaudi era un típico piamontés: trabajador incansable, ahorrativo hasta la médula, afable con todo el mundo, inteligente y respetuoso pero al mismo tiempo irónico, pero por sobre todo poseedor de un inagotable sentido común. Fue uno de los mejores tratadistas de Finanzas públicas del mundo".
"La ciencia financiera le debe aportaciones definitivas en la clasificación de los ingresos del Estado, el concepto de renta imponible, el análisis del impuesto óptimo, la critica al impuesto-tala y la teoría de la amortización de la deuda. Fue presidente de la República Italiana desde 1948 a 1956. Antes había sido ministro de Finanzas del gobierno de Alcides De Gasperi y gobernador del Banco de Italia donde dirigió la audaz reforma monetaria que salvó a Italia de la hiperinflación de la lira. Einaudi apreciaba sobremanera el valor del esfuerzo personal y en ocasión de una visita a la planta de Maranello -que había sido completamente destruida por bombardeos aliados en 1944 y reconstruida en 1946- rindió homenaje a su amigo Enzo Ferrari il commendatore, destacando que era ejemplo del empresario creador y distinguiéndolo del buscador de rentas".
"Dijo entonces Luigi Einaudi: «Miles, millones de individuos trabajan, producen y ahorran a pesar de todo aquello que el gobierno inventa para molestarlos, trabarlos y desanimarlos. Esa fuerza interior que los empuja, no es tanto la sed de dinero. Es el gusto, el orgullo de ver prosperar su empresa, aumentar el crédito, inspirar confianza cada vez mayor en los clientes, ampliar su fábrica, mejorar la condición de sus colaboradores y embellecer la sede de los negocios. Todo esto constituye un aliciente de progreso mucho más potente que el espíritu de ganancia»".
"Si así no fuese, no se explicaría porqué estos emprendedores, en su propia empresa prodigan toda su energía e invierten todo su capital para retirar una renta personal más que modesta y muy inferior a la que podrían obtener segura y cómodamente con emprendimientos especulativos. A ellos los anima la pasión por crear".
domingo, 10 de agosto de 2025
sábado, 9 de agosto de 2025
Darwin y la religión
El proceso por el cual se advierte un retroceso en cuanto a la aceptación del cristianismo, se debe principalmente a que los "creyentes" suponen que en la Biblia se ha dicho toda la verdad, no sólo sobre cuestiones de moral, sino sobre los temas abarcados posteriormente por la ciencia experimental. Como contrapartida, muchos de quienes no comparten tal postura, por lo general descreen de todo lo que implique religión, incluso rechazan las propuestas morales bíblicas básicas.
Si en la Biblia está toda la verdad posible, como muchos suponen, quien conozca la Biblia en detalles, pasa a una etapa de superioridad intelectual incluso sobre los Premios Nobel en ciencias, ya que la ciencia estaría bastante más abajo que "la palabra de Dios". También en el Islam se adopta una actitud semejante. Tales "creyentes" no están dispuestos, por lo general, a renunciar a tan elevado trono en donde se han ubicado. Esta postura surge de un excesivo egoísmo que conduce a muchos a un alejamiento de la religión moral y, otras veces, genera serios conflictos y divisiones.
Tampoco Charles Darwin supo advertir que la Biblia es un libro sobre cuestiones asociadas al comportamiento humano y que tiene las limitaciones básicas de la época en que surge, principalmente acerca de cuestiones sobre física, astronomía y biología. Las aparentes intervenciones de Dios, cambiando o suspendiendo sus propias leyes naturales, que perderían así su carácter de invariables en el tiempo y el espacio (milagros), lleva una alta dosis de incompatibilidad con la visión cientifica del universo. El precio que se paga por sostener una visión propia de hace dos mil años, o más, es el paulatino alejamiento de la gente respecto de la religión moral.
Si Cristo es la principal figura de la Biblia, puede advertirse fácilmente que sus prédicas son completamente independientes de la física, la astronomía o la biología. Cuando afirma que "Dios sabe que os hace falta antes que se lo pidáis", resulta ser un indicio de aceptar la posibilidad de la no intervención de Dios en los acontecimientos humanos, si bien en otras ocasiones, quizás simbólicamente, las acepta. Al respecto, Benjamín Farrington escribió: "De la crítica que Darwin lleva a cabo sobre el Nuevo Testamento, es acertada su indignación ante el pensamiento cristiano que fundamenta la prueba de veracidad en los milagros. Lo único que se consigue con todas estas rupturas de las leyes naturales es oscurecer el gran milagro que el Evangelio mismo significa".
"Pero también su descubrimiento tuvo su lado positivo; Darwin jugó en el siglo XIX el mismo papel que Galileo en el XVII, obligando a los ortodoxos a revisar su actitud ante los Libros Sagrados. Las consecuencias del trabajo de estos dos hombres han sido permanentes; ellos pusieron fin a la costumbre de conceder la última palabra a la Biblia en cuestiones de física y biología, lo cual ha constituido un factor favorable para el desarrollo de las ciencias. Pero ello ha tenido también una consecuencia desagradable, porque para un cierto tipo de mentalidades, muy corrientes en nuestra época, la concepción de la verdad se limita a la que proporcionan las ciencias naturales y la Biblia no tiene nada que decir; su tipo de verdad se ha hecho invisible" (De "Evolucionismo"-Editorial LAIA SA-Barcelona 1973).
Los opositores a la religión no contemplan la posibilidad de que los profetas bíblicos desconocieran en su tiempo el concepto de ley natural, como vínculo invariable entre causas y efectos. Por otra parte, los fanáticos tampoco las tienen en cuenta o las relegan suponiendo que Dios interviene a cada instante en los acontecimientos humanos, siempre que se le hayan hecho los pedidos correspondientes, en forma directa o a través de intermediarios, por cuanto "Dios NO sabe lo que nos hace falta", contradiciendo a Cristo. Farrington agrega: "Los antiguos escritores hebreos no poseían el vocabulario propio para tratar de las leyes naturales; el mismo concepto de Naturaleza, que nosotros hemos recogido de los griegos, les eran desconocidos. Les interesaba algo distinto, pero no por eso menos auténtico; se le podría llamar mejor sabiduría que ciencia. En su opinión la realidad última era moral, un ser moral que sólo sería comprendido por aquellos que estuviesen dispuestos a seguir sus preceptos. Esto también es un punto de vista, pero Darwin no lo supo captar".
"Al abandonar el cristianismo Darwin no cayó en el ateísmo; volvió al deísmo de su padre y de su abuelo. Sus escritos están llenos de referencias a la Primera Causa o Creador, la dificultad estriba en averiguar qué quería significar con estos términos. Parece ser que reconoció dos clases de razones para creer en Dios: la emotiva y la racional. Examina la primera en relación con la tremenda impresión que le causaron los bosques del Brasil, pero la rechaza con su reflexión: «No veo cómo tales sentimientos y convicciones íntimas puedan ser una prueba de lo que realmente existe»".
Por otra parte, Darwin escribió: "Otra fuente de convicción en la existencia de Dios, relacionada con la razón y no con los sentimientos, me influyó mucho más fuertemente. Se deduce de la extrema dificultad, incluso imposibilidad, de concebir este inmenso y maravilloso Universo, del que el hombre forma parte con su capacidad de examinar el pasado y el futuro, como resultado del ciego azar o de la necesidad. Estas reflexiones me inducen a pensar en una Primera Causa con una inteligencia de alguna manera análoga a la del hombre; y merezco ser llamado un Deísta".
"A lo largo de mis más extremas fluctuaciones nunca he sido ateo, en el sentido de negar la existencia de un Dios. Creo, por lo general (y cada vez más a medida que envejezco), exceptuando algunas ocasiones, que mi estado de ánimo podría describirse como agnóstico".
En otra parte: "Al llegar a este punto tropezamos con una dificultad a la que aludiré aunque escapa a las consideraciones de mi campo. Un Creador Omnipotente debe haber previsto todas las consecuencias que resultan de las leyes por Él impuestas, pero ¿puede afirmarse de forma racional que el Creador ordena para el bien de la Creación cada una de las inumerables variaciones de nuestras plantas y animales domésticos, cuando muchas de estas variaciones no ofrecen ningún servicio al hombre y no resultan beneficiosas, además de perjudiciales, para los mismos animales?" (Citas en "Evolucionismo").
Si en la Biblia está toda la verdad posible, como muchos suponen, quien conozca la Biblia en detalles, pasa a una etapa de superioridad intelectual incluso sobre los Premios Nobel en ciencias, ya que la ciencia estaría bastante más abajo que "la palabra de Dios". También en el Islam se adopta una actitud semejante. Tales "creyentes" no están dispuestos, por lo general, a renunciar a tan elevado trono en donde se han ubicado. Esta postura surge de un excesivo egoísmo que conduce a muchos a un alejamiento de la religión moral y, otras veces, genera serios conflictos y divisiones.
Tampoco Charles Darwin supo advertir que la Biblia es un libro sobre cuestiones asociadas al comportamiento humano y que tiene las limitaciones básicas de la época en que surge, principalmente acerca de cuestiones sobre física, astronomía y biología. Las aparentes intervenciones de Dios, cambiando o suspendiendo sus propias leyes naturales, que perderían así su carácter de invariables en el tiempo y el espacio (milagros), lleva una alta dosis de incompatibilidad con la visión cientifica del universo. El precio que se paga por sostener una visión propia de hace dos mil años, o más, es el paulatino alejamiento de la gente respecto de la religión moral.
Si Cristo es la principal figura de la Biblia, puede advertirse fácilmente que sus prédicas son completamente independientes de la física, la astronomía o la biología. Cuando afirma que "Dios sabe que os hace falta antes que se lo pidáis", resulta ser un indicio de aceptar la posibilidad de la no intervención de Dios en los acontecimientos humanos, si bien en otras ocasiones, quizás simbólicamente, las acepta. Al respecto, Benjamín Farrington escribió: "De la crítica que Darwin lleva a cabo sobre el Nuevo Testamento, es acertada su indignación ante el pensamiento cristiano que fundamenta la prueba de veracidad en los milagros. Lo único que se consigue con todas estas rupturas de las leyes naturales es oscurecer el gran milagro que el Evangelio mismo significa".
"Pero también su descubrimiento tuvo su lado positivo; Darwin jugó en el siglo XIX el mismo papel que Galileo en el XVII, obligando a los ortodoxos a revisar su actitud ante los Libros Sagrados. Las consecuencias del trabajo de estos dos hombres han sido permanentes; ellos pusieron fin a la costumbre de conceder la última palabra a la Biblia en cuestiones de física y biología, lo cual ha constituido un factor favorable para el desarrollo de las ciencias. Pero ello ha tenido también una consecuencia desagradable, porque para un cierto tipo de mentalidades, muy corrientes en nuestra época, la concepción de la verdad se limita a la que proporcionan las ciencias naturales y la Biblia no tiene nada que decir; su tipo de verdad se ha hecho invisible" (De "Evolucionismo"-Editorial LAIA SA-Barcelona 1973).
Los opositores a la religión no contemplan la posibilidad de que los profetas bíblicos desconocieran en su tiempo el concepto de ley natural, como vínculo invariable entre causas y efectos. Por otra parte, los fanáticos tampoco las tienen en cuenta o las relegan suponiendo que Dios interviene a cada instante en los acontecimientos humanos, siempre que se le hayan hecho los pedidos correspondientes, en forma directa o a través de intermediarios, por cuanto "Dios NO sabe lo que nos hace falta", contradiciendo a Cristo. Farrington agrega: "Los antiguos escritores hebreos no poseían el vocabulario propio para tratar de las leyes naturales; el mismo concepto de Naturaleza, que nosotros hemos recogido de los griegos, les eran desconocidos. Les interesaba algo distinto, pero no por eso menos auténtico; se le podría llamar mejor sabiduría que ciencia. En su opinión la realidad última era moral, un ser moral que sólo sería comprendido por aquellos que estuviesen dispuestos a seguir sus preceptos. Esto también es un punto de vista, pero Darwin no lo supo captar".
"Al abandonar el cristianismo Darwin no cayó en el ateísmo; volvió al deísmo de su padre y de su abuelo. Sus escritos están llenos de referencias a la Primera Causa o Creador, la dificultad estriba en averiguar qué quería significar con estos términos. Parece ser que reconoció dos clases de razones para creer en Dios: la emotiva y la racional. Examina la primera en relación con la tremenda impresión que le causaron los bosques del Brasil, pero la rechaza con su reflexión: «No veo cómo tales sentimientos y convicciones íntimas puedan ser una prueba de lo que realmente existe»".
Por otra parte, Darwin escribió: "Otra fuente de convicción en la existencia de Dios, relacionada con la razón y no con los sentimientos, me influyó mucho más fuertemente. Se deduce de la extrema dificultad, incluso imposibilidad, de concebir este inmenso y maravilloso Universo, del que el hombre forma parte con su capacidad de examinar el pasado y el futuro, como resultado del ciego azar o de la necesidad. Estas reflexiones me inducen a pensar en una Primera Causa con una inteligencia de alguna manera análoga a la del hombre; y merezco ser llamado un Deísta".
"A lo largo de mis más extremas fluctuaciones nunca he sido ateo, en el sentido de negar la existencia de un Dios. Creo, por lo general (y cada vez más a medida que envejezco), exceptuando algunas ocasiones, que mi estado de ánimo podría describirse como agnóstico".
En otra parte: "Al llegar a este punto tropezamos con una dificultad a la que aludiré aunque escapa a las consideraciones de mi campo. Un Creador Omnipotente debe haber previsto todas las consecuencias que resultan de las leyes por Él impuestas, pero ¿puede afirmarse de forma racional que el Creador ordena para el bien de la Creación cada una de las inumerables variaciones de nuestras plantas y animales domésticos, cuando muchas de estas variaciones no ofrecen ningún servicio al hombre y no resultan beneficiosas, además de perjudiciales, para los mismos animales?" (Citas en "Evolucionismo").
jueves, 7 de agosto de 2025
EEUU y la profecía de Kruschev
A fines de la década de los 50, el entonces líder de la Unión Soviética, Nikita Kruschev, hizo una proclama similar a las profecías emitidas en el pasado por los personajes bíblicos. Y es la siguiente: "Ustedes, los estadounidenses, son muy ingenuos. No, no aceptarán el comunismo en forma descarada, pero nosotros los seguiremos alimentando con ligeras dosis de socialismo hasta que un día despierten y se den cuenta de que el comunismo llegó a su país. No tendremos que luchar contra ustedes. Debilitaremos tanto su economía, que en algún momento caerán en nuestras manos como fruto maduro". (Del "Manifiesto capitalista" de Robert T. Kiyosaki-Aguilar-Buenos Aires 2023).
Son varios los síntomas acerca de la veracidad de la profecía mencionada. Uno de los primeros síntomas fue la generalizada adversión de muchos norteamericanos en contra de los militares de su país que lucharon en Vietnam. Por lo general, se escuchaba decir "Fuera yankys de Vietnam", pero casi nunca "Fuera soviéticos de Vietnam". Si bien puede ser discutible la participación de EEUU en esa guerra, sorprende un tanto la actitud de sectores estadounidenses que preferían ver derrotados a sus propios compatriotas. En una situación algo parecida, los argentinos, que a muchos de los cuales nos pareció una locura iniciar la Guerra de Malvinas, una vez iniciado el conflicto, pretendíamos un triunfo nacional, excepto quizás en el caso de algunos sectores de izquierda que odiaban a los militares por cuanto impidieron el establecimiento del socialismo y la expansión del imperio soviético, como en otros países de Latinoamérica.
Kiyosaki, quien participó de la guerra en Vietnam, relata su regreso a los EEUU y su salida del aeropuerto: "Tuvimos que pasar por entre miles de manifestantes. En cuanto me acerqué me lanzaron un huevo crudo y luego me escupió una mujer". "Me tomó casi veinte minutos conseguir un taxi. Fueron veinte minutos muy largos porque estuve ahí parado solo mientras la gente me insultaba y me atacaba físicamente. Los «hippies», hombres y mujeres de mi edad, me dieron empellones".
"La amargura entre muchos de los veteranos de la guerra de Vietnam tiene como raíz la comprensión de que quien venció a Estados Unidos fue Estados Unidos. Los medios de comunicación de nuestro país se volvieron contra nuestras tropas en el campo de batalla. Comprender esto me permitió analizar a fondo la definición del término traición: «El crimen de traicionar a su propio país»".
En el ámbito educativo de los EEUU, se advierte cierta promoción del racismo anti-blancos, como un racismo legítimo, además de promover ideas anticapitalistas. Kiyosaki escribió: "En 2021 millones de padres en la cultura woke «despertaron» y se dieron cuenta de que en nuestras escuelas se está enseñando la Teoría crítica de la raza derivada del movimiento BLM (Black Lives Matter)[Las vidas de negros importan] que, a su vez, se deriva de la educación posmoderna y que, como todo lo anterior, se deriva del marxismo". "Los padres han empezado a despertar y descubrir que a sus hijos les están enseñando socialismo marxista, fascismo, comunismo y racismo. Pero cero capitalismo".
"BLM es una organización racista. Si no lo fuera, se llamarían All Lives Matter (Todas las vidas importan), Y si fueran conscientes respecto al ambiente, se llamarían All Life Matter (Todo lo vivo importa)".
El citado autor afirma que en una encuesta realizada en 2019 el 36% de los estadounidenses tenía una opinión favorable del socialismo, mientras que en 2020 fue de un 40%. Quienes están a favor del marxismo, por lo general votan por los candidatos del Partido Demócrata de EEUU. Kiyosaki agrega: "Kamala Harris había asegurado que, de llegar a ser presidente, apoyaría el programa de «indemnizaciones para los negros estadounidenses para atender los legados de la esclavitud y la discriminación», programa pagado por los contribuyentes del país, por supuesto". "¿Por qué tendríamos que pedirles ahora a contribuyentes que nunca tuvieron esclavos que le paguen a gente que nunca estuvo esclavizada? No creo ser el único que se pregunta si eso no es racista".
Son varias las universidades norteamericanas y varios los medios periodísticos, además de los sindicatos asociados a la educación pública, los que están a favor del sistema socialista, siendo sus principales promotores. La mayoría de tales universidades residen en California.
Otras de las peticiones de los sectores marxistas implica la quita de medios económicos a la policía; otro de los sectores combatidos por quienes simpatizan con el delincuente urbano, el que "ha sido previamente marginado de la sociedad por un sistema económico injusto" (al menos como se dice en la Argentina). Kiyosaki escribe al respecto: "¿Por qué el Kremlin de California en Silicon Valley quiere cancelar los fondos para la policía? ¿Por qué muestran a nuestros policías como los tipos malos, de la misma forma que lo hicieron con los hombres y mujeres que luchamos en Vietnam?".
"Open Society Foundations de George Soros es uno de los grupos que apoyan el movimiento de «desfinanciación de la policía» que se ha extendido en EEUU. El grupo afiliado a Soros ha sido parte de esta cruzada desde 2016, o sea, mucho antes de que la muerte de George Floyd atrajera la atención del público al movimiento".
Al igual que en la Argentina y en otros países, la prensa casi nunca dice la verdad respecto de las víctimas del socialismo real, como ocurre con todos los que encubren y simpatizan con el marxismo, siendo las siguientes cifras las publicadas en el libro citado; cifras que aparecen en El libro negro del comunismo, de S. Courtois y otros:
China..............65 millones de muertes
Unión Soviética....20 millones de muertes
Corea del Norte.....2 millones de muertes
Camboya.............2 millones de muertes
Vietnam.............1 millón de muertes
África.............1,7 millones de muertes
Afganistán.........1,5 millones de muertes
Europa del Este.....1 millón de muertes
Latinoamérica.......150.000 muertes
Son varios los síntomas acerca de la veracidad de la profecía mencionada. Uno de los primeros síntomas fue la generalizada adversión de muchos norteamericanos en contra de los militares de su país que lucharon en Vietnam. Por lo general, se escuchaba decir "Fuera yankys de Vietnam", pero casi nunca "Fuera soviéticos de Vietnam". Si bien puede ser discutible la participación de EEUU en esa guerra, sorprende un tanto la actitud de sectores estadounidenses que preferían ver derrotados a sus propios compatriotas. En una situación algo parecida, los argentinos, que a muchos de los cuales nos pareció una locura iniciar la Guerra de Malvinas, una vez iniciado el conflicto, pretendíamos un triunfo nacional, excepto quizás en el caso de algunos sectores de izquierda que odiaban a los militares por cuanto impidieron el establecimiento del socialismo y la expansión del imperio soviético, como en otros países de Latinoamérica.
Kiyosaki, quien participó de la guerra en Vietnam, relata su regreso a los EEUU y su salida del aeropuerto: "Tuvimos que pasar por entre miles de manifestantes. En cuanto me acerqué me lanzaron un huevo crudo y luego me escupió una mujer". "Me tomó casi veinte minutos conseguir un taxi. Fueron veinte minutos muy largos porque estuve ahí parado solo mientras la gente me insultaba y me atacaba físicamente. Los «hippies», hombres y mujeres de mi edad, me dieron empellones".
"La amargura entre muchos de los veteranos de la guerra de Vietnam tiene como raíz la comprensión de que quien venció a Estados Unidos fue Estados Unidos. Los medios de comunicación de nuestro país se volvieron contra nuestras tropas en el campo de batalla. Comprender esto me permitió analizar a fondo la definición del término traición: «El crimen de traicionar a su propio país»".
En el ámbito educativo de los EEUU, se advierte cierta promoción del racismo anti-blancos, como un racismo legítimo, además de promover ideas anticapitalistas. Kiyosaki escribió: "En 2021 millones de padres en la cultura woke «despertaron» y se dieron cuenta de que en nuestras escuelas se está enseñando la Teoría crítica de la raza derivada del movimiento BLM (Black Lives Matter)[Las vidas de negros importan] que, a su vez, se deriva de la educación posmoderna y que, como todo lo anterior, se deriva del marxismo". "Los padres han empezado a despertar y descubrir que a sus hijos les están enseñando socialismo marxista, fascismo, comunismo y racismo. Pero cero capitalismo".
"BLM es una organización racista. Si no lo fuera, se llamarían All Lives Matter (Todas las vidas importan), Y si fueran conscientes respecto al ambiente, se llamarían All Life Matter (Todo lo vivo importa)".
El citado autor afirma que en una encuesta realizada en 2019 el 36% de los estadounidenses tenía una opinión favorable del socialismo, mientras que en 2020 fue de un 40%. Quienes están a favor del marxismo, por lo general votan por los candidatos del Partido Demócrata de EEUU. Kiyosaki agrega: "Kamala Harris había asegurado que, de llegar a ser presidente, apoyaría el programa de «indemnizaciones para los negros estadounidenses para atender los legados de la esclavitud y la discriminación», programa pagado por los contribuyentes del país, por supuesto". "¿Por qué tendríamos que pedirles ahora a contribuyentes que nunca tuvieron esclavos que le paguen a gente que nunca estuvo esclavizada? No creo ser el único que se pregunta si eso no es racista".
Son varias las universidades norteamericanas y varios los medios periodísticos, además de los sindicatos asociados a la educación pública, los que están a favor del sistema socialista, siendo sus principales promotores. La mayoría de tales universidades residen en California.
Otras de las peticiones de los sectores marxistas implica la quita de medios económicos a la policía; otro de los sectores combatidos por quienes simpatizan con el delincuente urbano, el que "ha sido previamente marginado de la sociedad por un sistema económico injusto" (al menos como se dice en la Argentina). Kiyosaki escribe al respecto: "¿Por qué el Kremlin de California en Silicon Valley quiere cancelar los fondos para la policía? ¿Por qué muestran a nuestros policías como los tipos malos, de la misma forma que lo hicieron con los hombres y mujeres que luchamos en Vietnam?".
"Open Society Foundations de George Soros es uno de los grupos que apoyan el movimiento de «desfinanciación de la policía» que se ha extendido en EEUU. El grupo afiliado a Soros ha sido parte de esta cruzada desde 2016, o sea, mucho antes de que la muerte de George Floyd atrajera la atención del público al movimiento".
Al igual que en la Argentina y en otros países, la prensa casi nunca dice la verdad respecto de las víctimas del socialismo real, como ocurre con todos los que encubren y simpatizan con el marxismo, siendo las siguientes cifras las publicadas en el libro citado; cifras que aparecen en El libro negro del comunismo, de S. Courtois y otros:
China..............65 millones de muertes
Unión Soviética....20 millones de muertes
Corea del Norte.....2 millones de muertes
Camboya.............2 millones de muertes
Vietnam.............1 millón de muertes
África.............1,7 millones de muertes
Afganistán.........1,5 millones de muertes
Europa del Este.....1 millón de muertes
Latinoamérica.......150.000 muertes
miércoles, 6 de agosto de 2025
Variabilidad humana y desigualdad
Si bien existen diferencias entre ejemplares pertenecientes a una misma especie animal, en el caso de los seres humanos se advierte una variabilidad mucho mayor, incluso porque intervienen los aspectos culturales que conforman las diversas personalidades. La amplia variabilidad genera una desigualdad natural que da lugar a conflictos sociales que afectan a distintos pueblos y en distintas épocas.
Aún cuando, de alguna forma, se busque igualar el "punto de partida", ya sea económico, social o educativo, al cabo de los años aparecen las inevitables desigualdades que se quiso "corregir". Esta parece ser una lucha vana por cuanto están involucrados aspectos biológicos que van más allá de las posibles decisiones humanas.
Adviértanse las desigualdades entre hermanos, que comparten atributos genéticos y culturales impartidos por el ambiente familiar. Si bien comparten algunas características personales, en la mayoría de los casos presentan diferencias notables entre sus respectivas personalidades. Christian de Duve escribió: "En su forma radical, el conflicto se centraba en dos absolutos opuestos: «determinismo genético» -el comportamiento es completamente innato- y el «determinismo ambiental» -el medio tiene un poder ilimitado para moldear el comportamiento-".
"El primero corresponde a la doctrina (darwinismo social) más vigorosamente defendida por el filósofo inglés del siglo XIX Herbert Spencer, que dice que las desigualdades sociales son producto de la selección natural, y que por lo tanto deben ser aceptadas e inevitables como lo ha ordenado la naturaleza. El último apoya el enfoque marxista que dice que el comportamiento humano es casi infinitamente maleable, y sólo requiere de las medidas políticas, sociales, educativas y económicas apropiadas para que se establezca una sociedad igualitaria y justa. Aun los más radicales entre los oponentes, han llegado a aceptar que la verdad se encuentra en algún lugar intermedio entre estos dos extremos. Ahora es asunto de proporciones. ¿Cuánto por cuenta de la naturaleza? ¿Cuánto por la de la crianza?”.
“La respuesta se puede encontrar en los impactos relativos de la evolución biológica y cultural sobre el comportamiento humano”. “Debemos tener en cuenta la imponente importancia de la evolución cultural y su capacidad para alterar el curso de la evolución biológica. La historia pasada y la presente diversidad de las estructuras sociales, refuerzan la conclusión de que los genes humanos prescriben pocas reglas del comportamiento social. El más específicamente humano de nuestros genes abrió el camino a la innovación, la comunicación, la intencionalidad y la libre elección, contribuyendo así a liberar las poblaciones humanas de la camisa de fuerza social impuesta por la selección natural. Si esta liberación será o no explotada con sabiduría, está aún por verse. La manera cómo utilicemos nuestra libertad evolutivamente adquirida, resulta crucial para el futuro de nuestra especie y la mayor parte del resto de mundo viviente” (De “Polvo vital”-Editorial Norma SA-Bogotá 1999).
Entre las soluciones propuestas, que apuntan a eliminar las desigualdades económicas, surge la eliminación de la propiedad privada, lo que conduce a una evidente falta de libertad. Sin embargo, si nos ubicamos imaginariamente en la postura de alguien materialista, convencido que la felicidad depende principalmente de los bienes materiales, adherirá a tal eliminación por cuanto posiblemente esté dominado mentalmente por la envidia.
La desigualdad económica, sin embargo, no afectará a la persona cuyos valores prioritarios son los emocionales o los intelectuales, ya que no tendrá la predisposición a sentir envidia por aquellos que tienen mayores bienes materiales. De ahí que la "solución" para las desigualdades económicas provendrá principalmente de la adopción de una escala de valores que no priorice lo material.
En épocas de crisis moral y social, predominan los valores materiales y los hábiles ideólogos promueven el odio, basado en la envidia, en la búsqueda de sistemas de tipo socialista, que en caso de establecerlos, empeorarán las cosas y muy pronto surgirán nuevamente las desigualdades económicas, como sucede en todo sistema socialista.
Finalmente se sugiere reproducir en youtube una charla sobre estos temas. Se ubica en el buscador interno escribiendo: "¿Por qué sigue vivo el comunismo? Sábados culturales" de Fernando Villegas.
Aún cuando, de alguna forma, se busque igualar el "punto de partida", ya sea económico, social o educativo, al cabo de los años aparecen las inevitables desigualdades que se quiso "corregir". Esta parece ser una lucha vana por cuanto están involucrados aspectos biológicos que van más allá de las posibles decisiones humanas.
Adviértanse las desigualdades entre hermanos, que comparten atributos genéticos y culturales impartidos por el ambiente familiar. Si bien comparten algunas características personales, en la mayoría de los casos presentan diferencias notables entre sus respectivas personalidades. Christian de Duve escribió: "En su forma radical, el conflicto se centraba en dos absolutos opuestos: «determinismo genético» -el comportamiento es completamente innato- y el «determinismo ambiental» -el medio tiene un poder ilimitado para moldear el comportamiento-".
"El primero corresponde a la doctrina (darwinismo social) más vigorosamente defendida por el filósofo inglés del siglo XIX Herbert Spencer, que dice que las desigualdades sociales son producto de la selección natural, y que por lo tanto deben ser aceptadas e inevitables como lo ha ordenado la naturaleza. El último apoya el enfoque marxista que dice que el comportamiento humano es casi infinitamente maleable, y sólo requiere de las medidas políticas, sociales, educativas y económicas apropiadas para que se establezca una sociedad igualitaria y justa. Aun los más radicales entre los oponentes, han llegado a aceptar que la verdad se encuentra en algún lugar intermedio entre estos dos extremos. Ahora es asunto de proporciones. ¿Cuánto por cuenta de la naturaleza? ¿Cuánto por la de la crianza?”.
“La respuesta se puede encontrar en los impactos relativos de la evolución biológica y cultural sobre el comportamiento humano”. “Debemos tener en cuenta la imponente importancia de la evolución cultural y su capacidad para alterar el curso de la evolución biológica. La historia pasada y la presente diversidad de las estructuras sociales, refuerzan la conclusión de que los genes humanos prescriben pocas reglas del comportamiento social. El más específicamente humano de nuestros genes abrió el camino a la innovación, la comunicación, la intencionalidad y la libre elección, contribuyendo así a liberar las poblaciones humanas de la camisa de fuerza social impuesta por la selección natural. Si esta liberación será o no explotada con sabiduría, está aún por verse. La manera cómo utilicemos nuestra libertad evolutivamente adquirida, resulta crucial para el futuro de nuestra especie y la mayor parte del resto de mundo viviente” (De “Polvo vital”-Editorial Norma SA-Bogotá 1999).
Entre las soluciones propuestas, que apuntan a eliminar las desigualdades económicas, surge la eliminación de la propiedad privada, lo que conduce a una evidente falta de libertad. Sin embargo, si nos ubicamos imaginariamente en la postura de alguien materialista, convencido que la felicidad depende principalmente de los bienes materiales, adherirá a tal eliminación por cuanto posiblemente esté dominado mentalmente por la envidia.
La desigualdad económica, sin embargo, no afectará a la persona cuyos valores prioritarios son los emocionales o los intelectuales, ya que no tendrá la predisposición a sentir envidia por aquellos que tienen mayores bienes materiales. De ahí que la "solución" para las desigualdades económicas provendrá principalmente de la adopción de una escala de valores que no priorice lo material.
En épocas de crisis moral y social, predominan los valores materiales y los hábiles ideólogos promueven el odio, basado en la envidia, en la búsqueda de sistemas de tipo socialista, que en caso de establecerlos, empeorarán las cosas y muy pronto surgirán nuevamente las desigualdades económicas, como sucede en todo sistema socialista.
Finalmente se sugiere reproducir en youtube una charla sobre estos temas. Se ubica en el buscador interno escribiendo: "¿Por qué sigue vivo el comunismo? Sábados culturales" de Fernando Villegas.
lunes, 4 de agosto de 2025
Otto von Guericke y sus estudios del vacío
Uno de los experimentos más llamativos del siglo XVII fue el ejecutado por Otto von Guericke, inventor de la bomba neumática, con la cual extrajo el aire del interior de dos hemisferios metálicos unidos. Debido a la presión del aire exterior, se necesitaban varios caballos para poder separarlos.
Lo llamativo del caso es que Guericke inicia sus investigaciones científicas, no tanto pensando en posibles utilidades prácticas o en un conocimiento puramente teórico, sino en verificar la posibilidad de existencia del vacío, negado en su momento por cuestiones religiosas y filosóficas. Desiderio Papp escribió: "¿Puede Dios actuar en la nada? ¿Es la Omnipotencia divina compatible con la realidad del vacío? Tales preguntas podrían parecer completamente ajenas al pensamiento científico. Pese a ello, fueron estos esotéricos problemas los que impulsaron a Guericke -a la vez experimentador de gran talento y pensador místico- a crear el instrumento que en mayor grado que cualquier otro habrá de permitir en los siglos XIX y XX penetrar en las profundidades de la materia y explorar su íntima estructura".
"Los defensores de la ciencia escolástica negaban la realidad del vacío, esgrimiendo el argumento de ser éste incompatible con la Omnipotencia divina ya que Dios no podría actuar en el vacío, lo que equivalía, en sus razonamientos, a la nada. Valiéndose de tan singular argumento, los escolásticos podían acudir no sólo a la metafísica aristotélica, sino también -por extraño que parezca- a la física cartesiana. Descartes sostenía que la extensión constituía la materia. Si Dios -enseñaba Descartes- retiraba por un milagro de un recipiente la materia, incluso la materia fina del éter, las paredes del recipiente se juntarían ya que una extensión no puede subsistir sin contener materia" (De "Ideas revolucionarias de la ciencia"-Editorial Universitaria SA-Santiago de Chile 1975).
Con el tiempo se advirtió que el espacio vacío, o la ausencia de aire, en realidad tiene propiedades físicas, como una impedancia eléctrica de 377 ohmios, que es la relación existente entre los campos eléctrico y magnético de una onda electromagnética que se propaga en ese vacío, además de ser el lugar en que coexisten partículas y antipartículas de la escala cuántica.
Mientras que, desde la religión, se pregunta acerca de por qué Dios creó al universo tal como lo observamos, desde la ciencia experimental se pregunta acerca de cómo está hecho el universo, o de cómo funciona, siendo una postura bastante más simple y fructífera.
Lo llamativo del caso es que Guericke inicia sus investigaciones científicas, no tanto pensando en posibles utilidades prácticas o en un conocimiento puramente teórico, sino en verificar la posibilidad de existencia del vacío, negado en su momento por cuestiones religiosas y filosóficas. Desiderio Papp escribió: "¿Puede Dios actuar en la nada? ¿Es la Omnipotencia divina compatible con la realidad del vacío? Tales preguntas podrían parecer completamente ajenas al pensamiento científico. Pese a ello, fueron estos esotéricos problemas los que impulsaron a Guericke -a la vez experimentador de gran talento y pensador místico- a crear el instrumento que en mayor grado que cualquier otro habrá de permitir en los siglos XIX y XX penetrar en las profundidades de la materia y explorar su íntima estructura".
"Los defensores de la ciencia escolástica negaban la realidad del vacío, esgrimiendo el argumento de ser éste incompatible con la Omnipotencia divina ya que Dios no podría actuar en el vacío, lo que equivalía, en sus razonamientos, a la nada. Valiéndose de tan singular argumento, los escolásticos podían acudir no sólo a la metafísica aristotélica, sino también -por extraño que parezca- a la física cartesiana. Descartes sostenía que la extensión constituía la materia. Si Dios -enseñaba Descartes- retiraba por un milagro de un recipiente la materia, incluso la materia fina del éter, las paredes del recipiente se juntarían ya que una extensión no puede subsistir sin contener materia" (De "Ideas revolucionarias de la ciencia"-Editorial Universitaria SA-Santiago de Chile 1975).
Con el tiempo se advirtió que el espacio vacío, o la ausencia de aire, en realidad tiene propiedades físicas, como una impedancia eléctrica de 377 ohmios, que es la relación existente entre los campos eléctrico y magnético de una onda electromagnética que se propaga en ese vacío, además de ser el lugar en que coexisten partículas y antipartículas de la escala cuántica.
Mientras que, desde la religión, se pregunta acerca de por qué Dios creó al universo tal como lo observamos, desde la ciencia experimental se pregunta acerca de cómo está hecho el universo, o de cómo funciona, siendo una postura bastante más simple y fructífera.
domingo, 3 de agosto de 2025
El caso Larrabure
El "nunca más", pronunciado por la Corte Suprema de Justicia del año 1985, que condenó la represión por parte de militares argentinos a la guerrilla cubano-soviética, y el olvido de dicha Corte de dirigir tal proclama a Montoneros y ERP, implicó un apoyo implícito al que, luego, fue considerado por gran parte de la sociedad como un "terrorismo bueno", porque apuntaba a establecer el socialismo, es decir, "un mundo mejor".
Si la misión de dicha Corte Suprema de Justicia fue mantener vigente la grieta social abierta entre los argentinos, puede decirse que tuvo éxito. Ello se debe a que las víctimas del terrorismo marxista (1094 asesinatos, 2368 heridos, 756 secuestros extorsivos y 4380 bombas) nunca quedaron conformes con la absolución de los culpables ni con los subsidios a familiares de caídos bajo el accionar delictivo, adoptando un tratamiento desigual ante culpas y acciones similares.
La abierta predisposición a encubrir a terroristas, se hizo evidente también en otros casos, siendo esa Corte una vergüenza para la nación, aunque la exitosa película recientemente estrenada, posiblemente, olvide mostrar tan fundamental deficiencia.
En un artículo de 2005, aparecido en el Diario La Nación, titulado "La vía hacia la impunidad terrorista", se manifiesta lo siguiente: "El fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación denegando la extradición del terrorista etarra Lariz Iriondo posee una enorme gravedad institucional, no sólo por el desprestigio que genera al país transformándolo en una suerte de refugio para terroristas internacionales, sino también por las proyecciones que sus considerandos tendrán en el juzgamiento de los cometidos por las organizaciones terroristas argentinas".
La actual (2025) Suprema Corte de Justicia, mantiene una postura similar a la de los años 80, por cuanto esta vez se ha negado a reconocer como "mal terrorismo" al ejercido por Montoneros y ERP, siguiendo con una actitud que, pareciera, lo considera como un "buen terrorismo", ya que se opone a accionar en su contra; ni siquiera de una manera simbólica para que la población argentina admita que el terrorismo socialista fue y será algo malo.
A continuación se transcribe un artículo al respecto:
CASO LARRABURE: LA CORTE SE LAVÓ LAS MANOS
Por Daniel Zolezzi
La Corte Suprema de Justicia ha decidido días atrás que el Caso Larrabure -en el que se perseguía el castigo de quienes torturaron y asesinaron a dicho coronel- ha devenido “abstracto”.
Recordemos que Larrabure fue secuestrado por el ERP -Ejército Revolucionario del Pueblo, organización marxista que pretendía tomar el poder por las armas- en un ataque a la Fábrica Militar de Villa María en la que cumplía funciones, allá por agosto de 1974.
A partir de entonces, permaneció secuestrado en cárceles del pueblo en condiciones inhumanas, padeció torturas y fue asesinado un año después de su secuestro, en agosto de 1975.
Sus familiares querellaron a los dirigentes del ERP, considerando que su homicidio y las torturas que se le infligieron constituían delitos de lesa humanidad y resultaban, por lo tanto, imprescriptibles. Tanto las anteriores instancias como la Cámara Federal de Casación Penal rechazaron la querella, negando que tales ilícitos fueran de lesa humanidad. Pues bien, llegado el caso a la Corte, ésta optó por una solución que no empalidece frente a la de Poncio Pilatos. Sin pronunciarse sobre el fondo del asunto, decidió que el caso había devenido “abstracto”, por haber fallecido el único dirigente del ERP que quedaba con vida: Juan Arnold Kremer.
De ese modo eludió pronunciarse acerca de si son crímenes de lesa humanidad los que cometen organizaciones armadas que procuran el poder por la vía de la violencia. Como si sólo ese sujeto hubiera participado del secuestro, las torturas y el crimen en cuestión.
LAMENTABLE RETROCESO
Así, esta Corte tripartita -que había ganado cierto prestigio al rechazar, en tiempo adecuado, el malicioso recurso extraordinario interpuesto por Cristina Kirchner en la causa de la obra pública- ha retrocedido varios casilleros. Porque al rehuir, con un pretexto fútil, pronunciarse sobre el fondo de lo debatido en esa querella, ha dejado vigente la perversa doctrina que campea en nuestros tribunales: que afirma que sólo el Estado puede ser responsable de crímenes de lesa humanidad.
La cual, afirmando que el Estado está obligado a actuar conforme a derecho, lo que es cierto, exime de igual responsabilidad a quienes pretenden asumir su gobierno mediante métodos criminales. Lo cual es intrínsecamente perverso y merece igual condena.
Viene al caso lo que sostuvo, en cuanto al punto, ese profundo examinador de almas que fue Fedor Dostoievsky. Lo hizo en su novela Crimen y Castigo, donde su protagonista, Raskolnikov sostiene que es lícito matar si se lo hace en aras de un ideal.
A lo que Rasumijn responde: “Tu vienes a decidir que se puede, en conciencia, derramar sangre… pero esa autorización para derramar sangre, en conciencia, eso, a juicio mío, resulta más feroz que la decisión legal de verter sangre”. Y si no fuera más feroz, es, al menos, de igual gravedad. Así lo establece el Estatuto de la Corte Penal Internacional de Roma que, en su artículo 7, criminaliza la “desaparición forzada de personas” tanto sea que la lleve a cabo el “Estado” como “una organización política”. Y ese fue el caso del coronel Larrabure. A quien el ERP, además de secuestrar, asesinó.
Es cierto que tal Estatuto es posterior al crimen de Larrabure, pero también lo es con respecto a los crímenes que nuestra justicia consideró de lesa humanidad por ser cometidos por fuerzas estatales o paraestatales. Si esa norma es posterior, lo es para unos y para otros. De manera que para la justicia todo depende de qué lado se haya estado. Puro birlibirloque.
Además, a esta altura del siglo XXI, nadie ignora que una organización terrorista de ese signo, no sólo comete crímenes en su camino al poder, sino que los multiplica cuando lo consigue. Al eludir la cuestión, la Corte, cumbre del Poder Judicial, dejó pasar la oportunidad de sentar la doctrina correcta. Y de revertir la perversa línea que, hasta hoy, han seguido nuestros tribunales.
Tribunales que son indulgentes con el terrorismo que asoló la República, por entender que es lo “políticamente correcto”, siguiendo las huellas de una clase política que, de correcta, tiene muy poco. Y que así ha comprado la benevolencia de una izquierda, monetizada, para con sus múltiples incorrecciones (siendo harto benévolo el uso de este último vocablo).
(De www.laprensa.com.ar)
Si la misión de dicha Corte Suprema de Justicia fue mantener vigente la grieta social abierta entre los argentinos, puede decirse que tuvo éxito. Ello se debe a que las víctimas del terrorismo marxista (1094 asesinatos, 2368 heridos, 756 secuestros extorsivos y 4380 bombas) nunca quedaron conformes con la absolución de los culpables ni con los subsidios a familiares de caídos bajo el accionar delictivo, adoptando un tratamiento desigual ante culpas y acciones similares.
La abierta predisposición a encubrir a terroristas, se hizo evidente también en otros casos, siendo esa Corte una vergüenza para la nación, aunque la exitosa película recientemente estrenada, posiblemente, olvide mostrar tan fundamental deficiencia.
En un artículo de 2005, aparecido en el Diario La Nación, titulado "La vía hacia la impunidad terrorista", se manifiesta lo siguiente: "El fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación denegando la extradición del terrorista etarra Lariz Iriondo posee una enorme gravedad institucional, no sólo por el desprestigio que genera al país transformándolo en una suerte de refugio para terroristas internacionales, sino también por las proyecciones que sus considerandos tendrán en el juzgamiento de los cometidos por las organizaciones terroristas argentinas".
La actual (2025) Suprema Corte de Justicia, mantiene una postura similar a la de los años 80, por cuanto esta vez se ha negado a reconocer como "mal terrorismo" al ejercido por Montoneros y ERP, siguiendo con una actitud que, pareciera, lo considera como un "buen terrorismo", ya que se opone a accionar en su contra; ni siquiera de una manera simbólica para que la población argentina admita que el terrorismo socialista fue y será algo malo.
A continuación se transcribe un artículo al respecto:
CASO LARRABURE: LA CORTE SE LAVÓ LAS MANOS
Por Daniel Zolezzi
La Corte Suprema de Justicia ha decidido días atrás que el Caso Larrabure -en el que se perseguía el castigo de quienes torturaron y asesinaron a dicho coronel- ha devenido “abstracto”.
Recordemos que Larrabure fue secuestrado por el ERP -Ejército Revolucionario del Pueblo, organización marxista que pretendía tomar el poder por las armas- en un ataque a la Fábrica Militar de Villa María en la que cumplía funciones, allá por agosto de 1974.
A partir de entonces, permaneció secuestrado en cárceles del pueblo en condiciones inhumanas, padeció torturas y fue asesinado un año después de su secuestro, en agosto de 1975.
Sus familiares querellaron a los dirigentes del ERP, considerando que su homicidio y las torturas que se le infligieron constituían delitos de lesa humanidad y resultaban, por lo tanto, imprescriptibles. Tanto las anteriores instancias como la Cámara Federal de Casación Penal rechazaron la querella, negando que tales ilícitos fueran de lesa humanidad. Pues bien, llegado el caso a la Corte, ésta optó por una solución que no empalidece frente a la de Poncio Pilatos. Sin pronunciarse sobre el fondo del asunto, decidió que el caso había devenido “abstracto”, por haber fallecido el único dirigente del ERP que quedaba con vida: Juan Arnold Kremer.
De ese modo eludió pronunciarse acerca de si son crímenes de lesa humanidad los que cometen organizaciones armadas que procuran el poder por la vía de la violencia. Como si sólo ese sujeto hubiera participado del secuestro, las torturas y el crimen en cuestión.
LAMENTABLE RETROCESO
Así, esta Corte tripartita -que había ganado cierto prestigio al rechazar, en tiempo adecuado, el malicioso recurso extraordinario interpuesto por Cristina Kirchner en la causa de la obra pública- ha retrocedido varios casilleros. Porque al rehuir, con un pretexto fútil, pronunciarse sobre el fondo de lo debatido en esa querella, ha dejado vigente la perversa doctrina que campea en nuestros tribunales: que afirma que sólo el Estado puede ser responsable de crímenes de lesa humanidad.
La cual, afirmando que el Estado está obligado a actuar conforme a derecho, lo que es cierto, exime de igual responsabilidad a quienes pretenden asumir su gobierno mediante métodos criminales. Lo cual es intrínsecamente perverso y merece igual condena.
Viene al caso lo que sostuvo, en cuanto al punto, ese profundo examinador de almas que fue Fedor Dostoievsky. Lo hizo en su novela Crimen y Castigo, donde su protagonista, Raskolnikov sostiene que es lícito matar si se lo hace en aras de un ideal.
A lo que Rasumijn responde: “Tu vienes a decidir que se puede, en conciencia, derramar sangre… pero esa autorización para derramar sangre, en conciencia, eso, a juicio mío, resulta más feroz que la decisión legal de verter sangre”. Y si no fuera más feroz, es, al menos, de igual gravedad. Así lo establece el Estatuto de la Corte Penal Internacional de Roma que, en su artículo 7, criminaliza la “desaparición forzada de personas” tanto sea que la lleve a cabo el “Estado” como “una organización política”. Y ese fue el caso del coronel Larrabure. A quien el ERP, además de secuestrar, asesinó.
Es cierto que tal Estatuto es posterior al crimen de Larrabure, pero también lo es con respecto a los crímenes que nuestra justicia consideró de lesa humanidad por ser cometidos por fuerzas estatales o paraestatales. Si esa norma es posterior, lo es para unos y para otros. De manera que para la justicia todo depende de qué lado se haya estado. Puro birlibirloque.
Además, a esta altura del siglo XXI, nadie ignora que una organización terrorista de ese signo, no sólo comete crímenes en su camino al poder, sino que los multiplica cuando lo consigue. Al eludir la cuestión, la Corte, cumbre del Poder Judicial, dejó pasar la oportunidad de sentar la doctrina correcta. Y de revertir la perversa línea que, hasta hoy, han seguido nuestros tribunales.
Tribunales que son indulgentes con el terrorismo que asoló la República, por entender que es lo “políticamente correcto”, siguiendo las huellas de una clase política que, de correcta, tiene muy poco. Y que así ha comprado la benevolencia de una izquierda, monetizada, para con sus múltiples incorrecciones (siendo harto benévolo el uso de este último vocablo).
(De www.laprensa.com.ar)
Cuando Borges fue despedido de su trabajo como bibliotecario
Varios años antes de ser designado director de la Biblioteca Nacional en 1955, Jorge Luis Borges trabajaba como bibliotecario en una modesta biblioteca de barrio. No había trabajo más compatible con su vocación literaria. Sin embargo, debido principalmente a su postura anti-nazi, durante la Segunda Guerra Mundial, fue "trasladado" a otro trabajo por decisión de los peronistas, siendo una manera indirecta de despedirlo de su trabajo a la vez que denigrarlo de alguna forma, ya que su nueva función resultaba totalmente incompatible con sus aptitudes literarias.
Algunos detalles poco conocidos surgen de la respuesta de Borges en una entrevista que le efectuara Fernando Sorrentino; respuesta que aquí se reproduce:
Jorge Luis Borges expresó: "Cuando Perón subió al poder, me nombraron inspector para la venta de aves de corral en los mercados. Entonces yo me di cuenta de que ésa era una manera de indicarme que tenía que irme. fui a ver a un amigo mío en la Municipalidad; le pregunté por que a mí, que era un escritor, me habían juzgado digno de desempeñar ese cargo, y él me dijo: ¿Usted fue partidario de los aliados durante la guerra? «Sí, naturalmente», le contesté. «Bueno», dijo, «entonces, ¿qué quiere?»".
"Entonces mandé mi renuncia ese mismo día -ya habían hablado por teléfono preguntando si había renunciado-. Y fue lo mejor que podía acontecerme, porque me pidieron conferencias en el Colegio Libre de Estudios Superiores, y luego me ofrecieron una cátedra de literatura inglesa en la Asociación Argentina de Cultura Inglesa (desde entonces sigo no ya dictando esa misma cátedra, pero sí dando conferencias sobre temas afines: ahora tengo ahí un seminario sobre poesía anglosajona los sábados)".
"Y luego ya empecé a hacer giras por las provincias, a pronunciar conferencias sobre diversos temas de literatura argentina y extranjera. Recuerdo una conferencia sobre la cábala que di, invitado por una sociedad judía, en Santiago del Estero; recuerdo muchas conferencias sobre Lugones, sobre la poesía gauchesca, sobre Ascasubí. Estanislao del Campo, Eduardo Gutiérrez, Hernández..., en fin muchas otras".
"De suerte que yo casi debería afiliarme al Partido Peronista, porque, si no hubiera sido por el hecho de que ellos me echaron de la Biblioteca, yo posiblemente me hubiera jubilado como bibliotecario y no me hubiera sido dado conocer una de las felicidades que me quedan: la cátedra. A mí me gusta mucho enseñar sobre todo porque, mientras enseño, estoy aprendiendo. Y tanto es así, que ahora todos los domingos nos dedicamos un grupo muy pequeño, al estudio del escandinavo antiguo. Todos los sábados tengo mis readings in old English poetry en la Asociación Argentina de Cultura Inglesa. Y todo eso se lo debo de algún modo a la circunstancia fortuita de que me echaran de esa Biblioteca, y yo tuve entonces que ganarme la vida de algún modo" (De "Borges & Perón" de Enrique Estrázulas-Solaris SA-Buenos Aires 1996).
Fieles a su líder y conductor, los fanáticos recibían estímulos para fabricar y dirigir el odio a los ricos, a la clase media, a los yankis, a los "cipayos" como Borges, etc. El blanco del odio peronista incluyó también a la escritora Victoria Ocampo y hasta familiares de Borges. La Argentina, a partir del peronismo, quedó dividida en dos sectores irreconciliables. Tal es así, que desde el sector peronista no se considera “argentino” al anti-peronista, ni tampoco el anti-peronista reconoce como argentino al peronista, justamente por considerar a sus "héroes" políticos encima incluso de la integridad de la patria. Alicia Jurado escribió al respecto: “El gobierno peronista, antes de que yo la conociera [a Victoria Ocampo], había demostrado ese odio metiéndola en la cárcel durante un mes, sin que se la acusara de nada ni se le diera explicación alguna al ponerla en libertad; este episodio le produjo una impresión indeleble y se refirió a él muchas veces".
"Para mí, la prisión de 1945 había sido una semana de exaltación y camaradería juveniles y no le di demasiada importancia; pero para Victoria, persona ya mayor y que en nada había provocado, como lo hicimos los estudiantes, la ira oficial, aquella incomprensible injusticia y el hecho de no verse en compañía de sus pares sino sola entre delincuentes, tiene que haberle parecido una pesadilla semejante a «El proceso de Kafka» o a los insólitos destinos que imagina Borges en «La lotería en Babilonia»”.
“De esas arbitrariedades nadie se vio libre. En una ocasión, por cantar el Himno Nacional en la calle, metieron presas a un grupo de señoras entre las que estaban Adela Grondona, que años después contó el hecho en un librito al que tituló «El grito sagrado». Norah, la hermana de Borges y la propia Leonor Acevedo, madre de ambos, quien por su avanzada edad cumplió la sentencia arrestada en su domicilio. Contaba Leonorcita que el comisario la reconvino por perturbar, a sus años, el orden público y ella respondió:
- No hice más que cantar mi himno.
- El nuestro –le señaló el comisario
- Así es, pero es más mío que suyo.
Y ante el asombro de su interlocutor, añadió:
- Lo escribió mi abuelo Vicente López y Planes
(De “El mundo de la palabra”-Emecé Editores SA-Buenos Aires 1990).
Algunos detalles poco conocidos surgen de la respuesta de Borges en una entrevista que le efectuara Fernando Sorrentino; respuesta que aquí se reproduce:
Jorge Luis Borges expresó: "Cuando Perón subió al poder, me nombraron inspector para la venta de aves de corral en los mercados. Entonces yo me di cuenta de que ésa era una manera de indicarme que tenía que irme. fui a ver a un amigo mío en la Municipalidad; le pregunté por que a mí, que era un escritor, me habían juzgado digno de desempeñar ese cargo, y él me dijo: ¿Usted fue partidario de los aliados durante la guerra? «Sí, naturalmente», le contesté. «Bueno», dijo, «entonces, ¿qué quiere?»".
"Entonces mandé mi renuncia ese mismo día -ya habían hablado por teléfono preguntando si había renunciado-. Y fue lo mejor que podía acontecerme, porque me pidieron conferencias en el Colegio Libre de Estudios Superiores, y luego me ofrecieron una cátedra de literatura inglesa en la Asociación Argentina de Cultura Inglesa (desde entonces sigo no ya dictando esa misma cátedra, pero sí dando conferencias sobre temas afines: ahora tengo ahí un seminario sobre poesía anglosajona los sábados)".
"Y luego ya empecé a hacer giras por las provincias, a pronunciar conferencias sobre diversos temas de literatura argentina y extranjera. Recuerdo una conferencia sobre la cábala que di, invitado por una sociedad judía, en Santiago del Estero; recuerdo muchas conferencias sobre Lugones, sobre la poesía gauchesca, sobre Ascasubí. Estanislao del Campo, Eduardo Gutiérrez, Hernández..., en fin muchas otras".
"De suerte que yo casi debería afiliarme al Partido Peronista, porque, si no hubiera sido por el hecho de que ellos me echaron de la Biblioteca, yo posiblemente me hubiera jubilado como bibliotecario y no me hubiera sido dado conocer una de las felicidades que me quedan: la cátedra. A mí me gusta mucho enseñar sobre todo porque, mientras enseño, estoy aprendiendo. Y tanto es así, que ahora todos los domingos nos dedicamos un grupo muy pequeño, al estudio del escandinavo antiguo. Todos los sábados tengo mis readings in old English poetry en la Asociación Argentina de Cultura Inglesa. Y todo eso se lo debo de algún modo a la circunstancia fortuita de que me echaran de esa Biblioteca, y yo tuve entonces que ganarme la vida de algún modo" (De "Borges & Perón" de Enrique Estrázulas-Solaris SA-Buenos Aires 1996).
Fieles a su líder y conductor, los fanáticos recibían estímulos para fabricar y dirigir el odio a los ricos, a la clase media, a los yankis, a los "cipayos" como Borges, etc. El blanco del odio peronista incluyó también a la escritora Victoria Ocampo y hasta familiares de Borges. La Argentina, a partir del peronismo, quedó dividida en dos sectores irreconciliables. Tal es así, que desde el sector peronista no se considera “argentino” al anti-peronista, ni tampoco el anti-peronista reconoce como argentino al peronista, justamente por considerar a sus "héroes" políticos encima incluso de la integridad de la patria. Alicia Jurado escribió al respecto: “El gobierno peronista, antes de que yo la conociera [a Victoria Ocampo], había demostrado ese odio metiéndola en la cárcel durante un mes, sin que se la acusara de nada ni se le diera explicación alguna al ponerla en libertad; este episodio le produjo una impresión indeleble y se refirió a él muchas veces".
"Para mí, la prisión de 1945 había sido una semana de exaltación y camaradería juveniles y no le di demasiada importancia; pero para Victoria, persona ya mayor y que en nada había provocado, como lo hicimos los estudiantes, la ira oficial, aquella incomprensible injusticia y el hecho de no verse en compañía de sus pares sino sola entre delincuentes, tiene que haberle parecido una pesadilla semejante a «El proceso de Kafka» o a los insólitos destinos que imagina Borges en «La lotería en Babilonia»”.
“De esas arbitrariedades nadie se vio libre. En una ocasión, por cantar el Himno Nacional en la calle, metieron presas a un grupo de señoras entre las que estaban Adela Grondona, que años después contó el hecho en un librito al que tituló «El grito sagrado». Norah, la hermana de Borges y la propia Leonor Acevedo, madre de ambos, quien por su avanzada edad cumplió la sentencia arrestada en su domicilio. Contaba Leonorcita que el comisario la reconvino por perturbar, a sus años, el orden público y ella respondió:
- No hice más que cantar mi himno.
- El nuestro –le señaló el comisario
- Así es, pero es más mío que suyo.
Y ante el asombro de su interlocutor, añadió:
- Lo escribió mi abuelo Vicente López y Planes
(De “El mundo de la palabra”-Emecé Editores SA-Buenos Aires 1990).
sábado, 2 de agosto de 2025
Los cátaros vs. La estructura medieval
Durante el siglo XIII, en una zona del sur de Francia, conocida como el Languedoc, habita una secta cristiana conocida como los "cátaros". Considerada por la Iglesia Católica de la época como una herejía, inicia una campaña militar para asesinar a la gran mayoría de sus integrantes.
El surgimiento del capitalismo estuvo asociado al debilitamiento de la estructura feudal, cuando los comerciantes y los artesanos se instalan en los pueblos dejando un tanto de lado tal estructura caracterizada por una división social de castas, con sus derechos y obligaciones. Como los cátaros se oponen a varios preceptos básicos de la Iglesia, rectora del feudalismo, pueden considerarse como un sector promotor del capitalismo naciente.
Si bien el orden medieval es defendido como una sociedad cristiana, basada en los Evangelios, es posible advertir que llevaba en su estructura muchos aspectos opuestos, especialmente la manera "poco cristiana" de combatir a una secta que no presentaba peligrosidad alguna, excepto para quienes el poder terrenal predominaba sobre otros objetivos.
Si quisiéramos sintetizar al cristianismo respecto a sus normas de acción, podríamos sintetizarlo en dos principios básicos:
1- Considera la existencia de un orden natural constituido por leyes naturales invariantes a las cuales nos debemos adaptar ("Buscad el Reino de Dios y su justicia, que lo demás se os dará por añadidura"). De ahí que el Reino de Dios, o gobierno de Dios a través de sus leyes, se opone a todo gobierno, mental o material, del hombre sobre el hombre.
2- Busca la igualdad entre todos los seres humanos proponiendo adoptar la predisposición a compartir penas y alegrías ajenas como propias ("Amarás al prójimo como a ti mismo").
Una teocracia indirecta, en la cual existen intermediarios entre Dios, o el orden natural, y el resto, tiene el inconveniente de que fácilmente puede convertirse en un gobierno de hombres sobre hombres, o de intermediarios sobre el resto, que es lo que ha sucedido com Mahoma y sucedió principalmente con la Iglesia Católica medieval. Esto sucedió al elevar a Cristo de intermediario a Dios y así poder ocupar los sacerdotes la postura de intermediarios, en lugar de difusores del cristianismo.
De ahí que la mejor opción sea una teocracia directa, en la cual todo individuo tenga acceso a las leyes naturales que conforman nuestra personalidad individual, lo que esencialmente constituyen los Evangelios, si bien posteriormente se redujo tal teocracia directa a una teocracia indirecta con las falencias por todos conocidas.
Desde esta visión se podría interpretar al "pecado original" como una prohibición no cumplida por los hombres cuando tienden a reemplazar las leyes naturales (o leyes de Dios) como referencia, para ubicar en su reemplazo a criterios humanos alejados de dichas leyes.
Volviendo a los cátaros, encontramos que se oponen al gobierno del hombre sobre el hombre que caracteriza al orden medieval. Leemos al respecto: "Hay que reconocer que los cátaros condenaban todo lo que constituye los resortes del feudalismo. Una de sus oraciones hace alusión al carácter satánico de la jerarquía vasallática y de toda sociedad basada en la subordinación forzada de un hombre a otro. El emperador ordena al rey, el rey al conde, el conde al caballero; cada uno se esfuerza por esclavizar a su prójimo" (Del libro "Los cátaros" de René Nelli-Ediciones Martínez Roca SA-Bercelona 1989).
El citado autor agrega: "La misma teoría echaba por tierra, en un plano muy diferente, uno de los fundamentos del feudalismo: el valor atribuido a la sangre, y la idea de que las virtudes y el derecho de dominar a los demás se transmiten de padre a hijo".
Respecto de la guerra, leemos: "También se rechazaba la noción de bellator, de guerrero, sobre la que se basa el sistema feudal. Dado que el catarismo condenaba la guerra, cuya única razón consistía en hacerla".
Aunque el mandamiento cristiano aludía al "prójimo", en la Edad Media europea la mujer ocupaba un lugar subalterno, error que intentaron corregir los cátaros. René Nelli escribe al respecto: "El matrimonio es también una especie de contrato que sólo adquiere su valor por el hecho de ser considerado como un sacramento. Y sólo pertenece al sistema feudal en la medida en que no es igualitario e implica la subordinación de la esposa al esposo. En la Edad Media, el marido era el «señor» de su mujer. ¿No era preciso que hasta el más humilde de los labradores dispusiese de alguien a quien poder dar órdenes?".
El surgimiento del capitalismo estuvo asociado al debilitamiento de la estructura feudal, cuando los comerciantes y los artesanos se instalan en los pueblos dejando un tanto de lado tal estructura caracterizada por una división social de castas, con sus derechos y obligaciones. Como los cátaros se oponen a varios preceptos básicos de la Iglesia, rectora del feudalismo, pueden considerarse como un sector promotor del capitalismo naciente.
Si bien el orden medieval es defendido como una sociedad cristiana, basada en los Evangelios, es posible advertir que llevaba en su estructura muchos aspectos opuestos, especialmente la manera "poco cristiana" de combatir a una secta que no presentaba peligrosidad alguna, excepto para quienes el poder terrenal predominaba sobre otros objetivos.
Si quisiéramos sintetizar al cristianismo respecto a sus normas de acción, podríamos sintetizarlo en dos principios básicos:
1- Considera la existencia de un orden natural constituido por leyes naturales invariantes a las cuales nos debemos adaptar ("Buscad el Reino de Dios y su justicia, que lo demás se os dará por añadidura"). De ahí que el Reino de Dios, o gobierno de Dios a través de sus leyes, se opone a todo gobierno, mental o material, del hombre sobre el hombre.
2- Busca la igualdad entre todos los seres humanos proponiendo adoptar la predisposición a compartir penas y alegrías ajenas como propias ("Amarás al prójimo como a ti mismo").
Una teocracia indirecta, en la cual existen intermediarios entre Dios, o el orden natural, y el resto, tiene el inconveniente de que fácilmente puede convertirse en un gobierno de hombres sobre hombres, o de intermediarios sobre el resto, que es lo que ha sucedido com Mahoma y sucedió principalmente con la Iglesia Católica medieval. Esto sucedió al elevar a Cristo de intermediario a Dios y así poder ocupar los sacerdotes la postura de intermediarios, en lugar de difusores del cristianismo.
De ahí que la mejor opción sea una teocracia directa, en la cual todo individuo tenga acceso a las leyes naturales que conforman nuestra personalidad individual, lo que esencialmente constituyen los Evangelios, si bien posteriormente se redujo tal teocracia directa a una teocracia indirecta con las falencias por todos conocidas.
Desde esta visión se podría interpretar al "pecado original" como una prohibición no cumplida por los hombres cuando tienden a reemplazar las leyes naturales (o leyes de Dios) como referencia, para ubicar en su reemplazo a criterios humanos alejados de dichas leyes.
Volviendo a los cátaros, encontramos que se oponen al gobierno del hombre sobre el hombre que caracteriza al orden medieval. Leemos al respecto: "Hay que reconocer que los cátaros condenaban todo lo que constituye los resortes del feudalismo. Una de sus oraciones hace alusión al carácter satánico de la jerarquía vasallática y de toda sociedad basada en la subordinación forzada de un hombre a otro. El emperador ordena al rey, el rey al conde, el conde al caballero; cada uno se esfuerza por esclavizar a su prójimo" (Del libro "Los cátaros" de René Nelli-Ediciones Martínez Roca SA-Bercelona 1989).
El citado autor agrega: "La misma teoría echaba por tierra, en un plano muy diferente, uno de los fundamentos del feudalismo: el valor atribuido a la sangre, y la idea de que las virtudes y el derecho de dominar a los demás se transmiten de padre a hijo".
Respecto de la guerra, leemos: "También se rechazaba la noción de bellator, de guerrero, sobre la que se basa el sistema feudal. Dado que el catarismo condenaba la guerra, cuya única razón consistía en hacerla".
Aunque el mandamiento cristiano aludía al "prójimo", en la Edad Media europea la mujer ocupaba un lugar subalterno, error que intentaron corregir los cátaros. René Nelli escribe al respecto: "El matrimonio es también una especie de contrato que sólo adquiere su valor por el hecho de ser considerado como un sacramento. Y sólo pertenece al sistema feudal en la medida en que no es igualitario e implica la subordinación de la esposa al esposo. En la Edad Media, el marido era el «señor» de su mujer. ¿No era preciso que hasta el más humilde de los labradores dispusiese de alguien a quien poder dar órdenes?".
miércoles, 30 de julio de 2025
Propiedad privada vs. Propiedad estatal
En donde no existe la propiedad privada de los medios de producción, y de la propiedad en general, como en los países socialistas, los integrantes de la sociedad quedan ligados a tales medios perdiendo su libertad de elección. Sólo les queda la "libertad" de obedecer órdenes provenientes de quienes dirigen al Estado. Si bien en las sociedades democráticas puede ocurrir algo similar en muchos casos, a todo individuo le queda la posibilidad de buscar otro trabajo o bien trabajar por cuenta propia.
Este es el primer inconveniente que surge de la abolición de la propiedad privada. Constancio C. Vigil escribió: "Algunos dicen que el hombre se libraría de su miseria si perdiera el instinto de propiedad. Sin propiedad individual no hay libertad".
"El hombre ya no es dueño de sí. Con collar y cadena sigue a la mano que lleva su alimento y su destino social. Para evitar que lo exploten, retornaría a la esclavitud".
"Sin propiedad individual, desaparecería la única igualdad posible, la que nos hace iguales respecto a la consecuencia de cada acción y en el derecho a la justicia terrenal. No habrá quien restablezca la igualdad una vez rota la ley natural de compensación".
"Sin propiedad individual, no hay esperanza de fraternidad. El odio, como una peste, se propaga entre los esclavos. Las fallas del sistema suscitan repulsiones feroces. Los disimulados amos aprecian de tal manera el trabajo de cada esclavo, que ni uno solo se conforma con su apreciación. La astucia erígese en cualidad victoriosa, substitutiva de las reales que ahora prevalecen y prevalecerán aún más en lo porvenir" (De "El Erial"-Editorial Atlántida-Buenos Aires 1973).
Además de los inconvenientes sociales y personales generados por la ausencia de propiedad privada, surgen los inconvenientes económicos. Así, durante la colonización de Sudamérica, se produce el proceso de depredación de lo que carece de dueño, o de propietario, ya que el ganado existente fue consumido casi hasta su extinción. Se advirtió entonces la necesidad de la propiedad privada, cuya aplicación revirtió esa tendencia. Martín Krause escribió: “En algún momento de la colonización del Río de la Plata, los españoles trajeron a esta región algunos ejemplares de ganado equino y vacuno, los que encontraron un hábitat fértil para su reproducción”.
“No resulta extraño que se reprodujeran con facilidad y dieran origen al «ganado cimarrón». Pero la cacería indiscriminada de vacunos y equinos provocó la disminución drástica de su número”.
“En ese momento, el ganado cimarrón era una «propiedad común». Al no existir un dueño específico, nadie tenía el incentivo de cuidarlo y el ganado era objeto de depredación (como ocurre hoy con las ballenas). El ganado cimarrón era un recurso móvil y la extensión de la pampa hacía imposible controlarlo”.
“Esto fue así hasta que los incentivos generados por la propiedad de la tierra y el interés de los dueños de manejar racionalmente el recurso dieron paso al avance tecnológico que permitió la delimitación clara de derechos de propiedad: el alambrado”.
“A partir de la difusión de esa innovación tan simple para nosotros hoy, nunca hubo ya problemas de depredación del ganado y los propietarios se encargaron de cuidar atentamente su producción. Pero hubo un momento en que en la Argentina hubiera debido considerarse a las vacas como una especie «en peligro de extinción». Pocos ejemplos resultan tan claros como éste para comprender el papel que cumplen los derechos de propiedad”.
Durante la colonización de América del Norte hubo un caso similar. Krause escribe al respecto: “Con la llegada de los europeos se abrió la posibilidad de que la caza de pieles de castor fuera un lucrativo negocio para los indios: surge entonces un precio para las pieles, y sube y aumenta su caza. La caza indiscriminada amenaza ahora llevar a una situación que ha sido descripta por Garret Hardin como la «tragedia de la propiedad común». Cada cazador se ocupa de obtener la mayor cantidad de pieles posible, pero ninguno de ellos se ocupa de cuidar que los animales se reproduzcan. Resultado: la depredación, la desaparición de la especie”.
“Los indios resolvieron este problema asignando derechos de propiedad, y comenta un relato anónimo de 1723, donde se muestra que el principio de los indios es marcar los límites del terreno de caza seleccionado por medio de marcas en los árboles realizadas con sus propias vinchas tribales, de modo que nadie ingrese en las zonas de otros. Hacia la mitad del siglo, estos territorios de caza estaban relativamente estabilizados” (De "La economía explicada a mis hijos"-Aguilar SA de Ediciones-Buenos Aires 2010).
Este es el primer inconveniente que surge de la abolición de la propiedad privada. Constancio C. Vigil escribió: "Algunos dicen que el hombre se libraría de su miseria si perdiera el instinto de propiedad. Sin propiedad individual no hay libertad".
"El hombre ya no es dueño de sí. Con collar y cadena sigue a la mano que lleva su alimento y su destino social. Para evitar que lo exploten, retornaría a la esclavitud".
"Sin propiedad individual, desaparecería la única igualdad posible, la que nos hace iguales respecto a la consecuencia de cada acción y en el derecho a la justicia terrenal. No habrá quien restablezca la igualdad una vez rota la ley natural de compensación".
"Sin propiedad individual, no hay esperanza de fraternidad. El odio, como una peste, se propaga entre los esclavos. Las fallas del sistema suscitan repulsiones feroces. Los disimulados amos aprecian de tal manera el trabajo de cada esclavo, que ni uno solo se conforma con su apreciación. La astucia erígese en cualidad victoriosa, substitutiva de las reales que ahora prevalecen y prevalecerán aún más en lo porvenir" (De "El Erial"-Editorial Atlántida-Buenos Aires 1973).
Además de los inconvenientes sociales y personales generados por la ausencia de propiedad privada, surgen los inconvenientes económicos. Así, durante la colonización de Sudamérica, se produce el proceso de depredación de lo que carece de dueño, o de propietario, ya que el ganado existente fue consumido casi hasta su extinción. Se advirtió entonces la necesidad de la propiedad privada, cuya aplicación revirtió esa tendencia. Martín Krause escribió: “En algún momento de la colonización del Río de la Plata, los españoles trajeron a esta región algunos ejemplares de ganado equino y vacuno, los que encontraron un hábitat fértil para su reproducción”.
“No resulta extraño que se reprodujeran con facilidad y dieran origen al «ganado cimarrón». Pero la cacería indiscriminada de vacunos y equinos provocó la disminución drástica de su número”.
“En ese momento, el ganado cimarrón era una «propiedad común». Al no existir un dueño específico, nadie tenía el incentivo de cuidarlo y el ganado era objeto de depredación (como ocurre hoy con las ballenas). El ganado cimarrón era un recurso móvil y la extensión de la pampa hacía imposible controlarlo”.
“Esto fue así hasta que los incentivos generados por la propiedad de la tierra y el interés de los dueños de manejar racionalmente el recurso dieron paso al avance tecnológico que permitió la delimitación clara de derechos de propiedad: el alambrado”.
“A partir de la difusión de esa innovación tan simple para nosotros hoy, nunca hubo ya problemas de depredación del ganado y los propietarios se encargaron de cuidar atentamente su producción. Pero hubo un momento en que en la Argentina hubiera debido considerarse a las vacas como una especie «en peligro de extinción». Pocos ejemplos resultan tan claros como éste para comprender el papel que cumplen los derechos de propiedad”.
Durante la colonización de América del Norte hubo un caso similar. Krause escribe al respecto: “Con la llegada de los europeos se abrió la posibilidad de que la caza de pieles de castor fuera un lucrativo negocio para los indios: surge entonces un precio para las pieles, y sube y aumenta su caza. La caza indiscriminada amenaza ahora llevar a una situación que ha sido descripta por Garret Hardin como la «tragedia de la propiedad común». Cada cazador se ocupa de obtener la mayor cantidad de pieles posible, pero ninguno de ellos se ocupa de cuidar que los animales se reproduzcan. Resultado: la depredación, la desaparición de la especie”.
“Los indios resolvieron este problema asignando derechos de propiedad, y comenta un relato anónimo de 1723, donde se muestra que el principio de los indios es marcar los límites del terreno de caza seleccionado por medio de marcas en los árboles realizadas con sus propias vinchas tribales, de modo que nadie ingrese en las zonas de otros. Hacia la mitad del siglo, estos territorios de caza estaban relativamente estabilizados” (De "La economía explicada a mis hijos"-Aguilar SA de Ediciones-Buenos Aires 2010).
lunes, 28 de julio de 2025
Competencia en el mercado vs. Egoísmo
En algunos sectores liberales, o supuestamente "liberales", se afirma que el egoísmo es la actitud que favorece al capitalismo, o economía de mercado. Como el egoísmo es un defecto moral, tal expresión fortalece las posturas adversas al capitalismo, por lo cual su instauración en muchos países se torna dificultosa. Asociamos al egoismo una actitud por la cual se busca un beneficio unilateral que tiende a generar conflictos sociales, mientras que la mayor figura reresentativa del capitalismo, Ludwig von Mises, escribe acerca de la "cooperación social", es decir, de un proceso que favorece a ambas partes intervinientes en todo intercambio de bienes o servicios.
La acción básica en una economía de mercado es el intercambio que favorece a ambas partes intervinientes, como se dijo. Si alguna de las partes, comprador o vendedor, busca un beneficio unilateral, los intercambios tenderán a suprimirse. Esto sucede cuando el vendedor ofrece productos de baja calidad a precio elevado, o a mayor precio que la competencia, o muestra un trato despectivo, o cosas por el estilo. También los compradores a veces exageran su rol de compradores descalificando la honradez del vendendor. En síntesis, todo lo que apunte a actitudes egoístas tiende a interrumpir el proceso básico del intercambio.
El egoísmo forma parte de la naturaleza humana y no resulta fácil erradicarlo, pero es posible limitarlo a "niveles normales", como ocurre con todo defecto moral. En el caso de un comerciante egoísta, se advierte la tendencia a vender a precios elevados y a pagar bajos sueldos a sus empleados, principalmente. Esto lo hará si se lo permite la inexistencia de comerciantes competidores. Como la esencia de la economía de mercado es la competencia entre oferentes, además de la competencia entre demandantes de bienes y servicios, tal competencia tenderá a bajar los "niveles" de egoismo.
Si el egoísta no satisface a sus clientes, estos realizarán sus compras en otra parte. Si el egoísta no satisface a sus empleados, estos buscarán trabajo en otra parte. Sin suficiente cantidad de clientes y sin empleados eficaces, la empresa deberá cerrar sus puertas. De ahí que el egoísta, para mantener su negocio, deberá limitar sus niveles de egoismo hasta llegar a niveles normales. De ahí que la base de la economía de mercado no es el egoísmo sino la cooperación social. Mientras mayor sea la adaptación de una sociedad a este proceso básico, mayor ha de ser el éxito económico.
Adviértase que la ética bíblica, por la cual se propone compartir penas y alegrías ajenas como propias, resulta totalmente compatible con los bajos niveles de egoísmo requeridos por la economía de mercado. Ello no implica, como irónicamente algunos afirman, que deberemos "enamorarnos" de los comerciantes y demás proveedores de bienes y servicios, sino que tal actitud implica una predisposición permanente que favorecerá toda acción social.
Así como Maquiavelo proponía desvincular la política de la ética, Ayn Rand parece intentar desvincular la economía de la ética, siendo que las actitudes o predisposiciones personales no se pueden bloquear o suprimir fácilmente, ya que nuestras actitudes predominantes forman parte irrenunciables de nuestra personalidad. Teniendo presente la vinculación necesaria que debe existir entre las diversas ramas de la ciencia social, debería considerarse al egoísmo como un defecto, tal como se lo considera en psicología social o en la religión moral, además de la tradición y las costumbres vigentes en la mayoría de las sociedades. Ayn Rand escribió al respecto: “En el uso popular, la palabra «egoísmo» es sinónimo de maldad: la imagen que evoca es la de un bruto sanguinario capaz de pisotear un sinnúmero de cadáveres para lograr sus fines, que no se preocupa por ningún ser viviente y que sólo persigue la satisfacción de caprichos súbitos e insensatos”.
“Sin embargo, el significado exacto de la palabra «egoísmo» y su definición de acuerdo con el diccionario [la autora se refiere a diccionarios de lengua inglesa] es: La preocupación por los intereses personales. Este concepto no incluye una calificación moral: no nos dice si la preocupación sobre lo que a uno le interesa es buena o mala, ni qué es lo que constituye los intereses reales del hombre. La respuesta a esa pregunta corresponde a la ética” (De “La virtud del egoísmo”-Grito Sagrado Editorial-Buenos Aires 2007).
La acción básica en una economía de mercado es el intercambio que favorece a ambas partes intervinientes, como se dijo. Si alguna de las partes, comprador o vendedor, busca un beneficio unilateral, los intercambios tenderán a suprimirse. Esto sucede cuando el vendedor ofrece productos de baja calidad a precio elevado, o a mayor precio que la competencia, o muestra un trato despectivo, o cosas por el estilo. También los compradores a veces exageran su rol de compradores descalificando la honradez del vendendor. En síntesis, todo lo que apunte a actitudes egoístas tiende a interrumpir el proceso básico del intercambio.
El egoísmo forma parte de la naturaleza humana y no resulta fácil erradicarlo, pero es posible limitarlo a "niveles normales", como ocurre con todo defecto moral. En el caso de un comerciante egoísta, se advierte la tendencia a vender a precios elevados y a pagar bajos sueldos a sus empleados, principalmente. Esto lo hará si se lo permite la inexistencia de comerciantes competidores. Como la esencia de la economía de mercado es la competencia entre oferentes, además de la competencia entre demandantes de bienes y servicios, tal competencia tenderá a bajar los "niveles" de egoismo.
Si el egoísta no satisface a sus clientes, estos realizarán sus compras en otra parte. Si el egoísta no satisface a sus empleados, estos buscarán trabajo en otra parte. Sin suficiente cantidad de clientes y sin empleados eficaces, la empresa deberá cerrar sus puertas. De ahí que el egoísta, para mantener su negocio, deberá limitar sus niveles de egoismo hasta llegar a niveles normales. De ahí que la base de la economía de mercado no es el egoísmo sino la cooperación social. Mientras mayor sea la adaptación de una sociedad a este proceso básico, mayor ha de ser el éxito económico.
Adviértase que la ética bíblica, por la cual se propone compartir penas y alegrías ajenas como propias, resulta totalmente compatible con los bajos niveles de egoísmo requeridos por la economía de mercado. Ello no implica, como irónicamente algunos afirman, que deberemos "enamorarnos" de los comerciantes y demás proveedores de bienes y servicios, sino que tal actitud implica una predisposición permanente que favorecerá toda acción social.
Así como Maquiavelo proponía desvincular la política de la ética, Ayn Rand parece intentar desvincular la economía de la ética, siendo que las actitudes o predisposiciones personales no se pueden bloquear o suprimir fácilmente, ya que nuestras actitudes predominantes forman parte irrenunciables de nuestra personalidad. Teniendo presente la vinculación necesaria que debe existir entre las diversas ramas de la ciencia social, debería considerarse al egoísmo como un defecto, tal como se lo considera en psicología social o en la religión moral, además de la tradición y las costumbres vigentes en la mayoría de las sociedades. Ayn Rand escribió al respecto: “En el uso popular, la palabra «egoísmo» es sinónimo de maldad: la imagen que evoca es la de un bruto sanguinario capaz de pisotear un sinnúmero de cadáveres para lograr sus fines, que no se preocupa por ningún ser viviente y que sólo persigue la satisfacción de caprichos súbitos e insensatos”.
“Sin embargo, el significado exacto de la palabra «egoísmo» y su definición de acuerdo con el diccionario [la autora se refiere a diccionarios de lengua inglesa] es: La preocupación por los intereses personales. Este concepto no incluye una calificación moral: no nos dice si la preocupación sobre lo que a uno le interesa es buena o mala, ni qué es lo que constituye los intereses reales del hombre. La respuesta a esa pregunta corresponde a la ética” (De “La virtud del egoísmo”-Grito Sagrado Editorial-Buenos Aires 2007).
domingo, 27 de julio de 2025
Culpa y empatía emocional
El sentimiento de culpa viene asociado, generalmente, a la empatía emocional. Si tenemos suficiente empatía, lo que equivale a decir que tenemos suficiente aptitud para compartir penas y alegrías ajenas como propias, surgirá el arrepentimiento por haber perjudicado de alguna forma a otro ser humano, lo que redunda también en haber disminuido en algo nuestra autoestima, por cuanto nos damos cuenta que nuestra opinión sobre nosotros mismos no es la mejor, o algo menor a la que hasta el momento manteníamos.
Si existe arrepentimiento, es porque somos capaces de sentir culpa por nuestros errores, lo que constituye el principal mecanismo de mejoramiento ético. Como en este mundo lo que mejor funciona es el proceso de "prueba y error", nuestro mejoramiento ético y afectivo estará promovido, entre otros, por el sentimiento de culpa, ya que, como no se trata de un sentimiento agradable, nos conducirá al arrepentimiento y a una mejora posterior.
A continuación se transcribe un artículo al respecto:
EL ARREPENTIMIENTO Y LA CONVERSIÓN SON LOS VERDADEROS REMEDIOS PARA EL ALMA
Un mundo sin pecado ni culpa
Por Fernando Miguel Salon
Con la visión mundana, y no con la visión de Cristo, es que creemos que la culpa ya no existe, por cuanto el pecado ya no existe, o la barrera está tan baja que cualquiera piensa que lo que hace está bien, aunque sea una abierta violación a los mandamientos y preceptos de Dios.
El egocentrismo ha hecho que al menor sentimiento de culpa originado en la ley natural que Dios ha puesto en las personas, la gente vaya al consultorio del psicólogo en busca de alguna terapia de alivio o de alguna pastilla ansiolítica. Nada más errado, pues esa no es la solución, y así la culpa continuará carcomiendo nuestra alma y cuerpo hasta la destrucción que acontecerá temprano o tarde.
¿Como vamos a hablar del perdón de los pecados si ya no existe el concepto de pecado? ¿Si se ha suprimido el concepto de culpa? Hoy algunos psicólogos -creo que numerosos, seguramente porque no tienen fe cuando tratan a sus clientes-, se empeñan en levantarles o aumentarles la autoestima, en quitarles el sentimiento de culpa, no el complejo de culpa. El complejo es algo que hay que quitar siempre, tanto si es de culpa como si es de superioridad.
Entonces se les dice a la gente que no es culpable. La culpa está en lo que ocurrió en la infancia, en lo que pasó con los padres, en las circunstancias, o mil excusas más. Hoy nadie es culpable. Nadie debe pedir perdón. Nadie es responsable. Nadie debe reparar nada.
La realidad es que el sentimiento de culpa es sano, pues es lo que encamina hacia el arrepentimiento si hay una conciencia bien formada. Y arrepentirse significa pedir perdón profundamente de corazón a Dios y a la persona ofendida; no volver a hacer más el mal; y reparar o devolver las cosas al estado anterior al pecado. Si se cae otra vez, habrá que seguir el mismo proceso de arrepentimiento nuevamente.
No tenemos que hacer que la culpa desaparezca. Si yo pongo la mano en el fuego sin querer, mi organismo está preparado para mandar inmediatamente una señal a través de mis neuronas, y hace que yo quite la mano del fuego. Ya me he quemado un poco, pero no he terminado de quemarme.
BARBARIDADES
El sentimiento de culpa tiene esa misma misión. Hacer ver lo que es malo, lo que nos está haciendo daño, como el fuego. Hoy la insistencia en suprimir el sentido de culpa está haciendo a las personas sin conciencia, y eso está haciendo daño a otros. Y las está llevando a cometer barbaridades con la conciencia tranquila. Ha desaparecido el concepto de culpa, espantosamente, con caradurismo y desfachatez. Solamente queda el concepto de delito, que es lo que legalmente está mal, que es cambiante según los países y quien gobierna, que puede seguir leyes inicuas, y que además permite hacer trampas.
Tenemos que recuperar el sentido del bien y del mal. De lo contrario, haremos el mal. Darnos cuenta de que hacemos el mal a los demás y a nosotros mismos. Si fumamos sin darnos cuenta de que eso nos hace daño, nuestra conciencia no nos lo reprochará, pero nuestros pulmones tendrán cáncer. Los pulmones no entienden de nuestra opinión, sino que reaccionan ante el mal. Si soy un borracho y pienso que es buenísimo beber todas las noches alcohol mi conciencia no reaccionará, pero mi hígado se arruinará. Al igual que en esos ejemplos, no reconocer nuestra culpa matará nuestra alma (por eso algunos pecados se llaman mortales) y nuestro cuerpo. No tendremos paz en la Tierra, y mucho menos Vida Eterna.
Es fundamental reconocer nuestra culpa en estos tiempos, que son época de anarquismo moral. Hay evasión de culpa, entonces hay evasión de responsabilidad y evasión de reparación. El sentido de culpa es bueno, es necesario. Nos ayuda a distinguir el bien del mal. Y con la gracia de Dios hemos de intentar evitar el mal y hacer el bien.
SEGUNDA ETAPA
La conversión es la siguiente etapa. Si no hay arrepentimiento, si no hay conversión, no hay perdón de los pecados. “En Su Nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados”, está escrito. La conversión tiene que ver con la conciencia de culpa. ¿Y si no, de qué te vas a convertir? Has mentido y tienes que ser consciente de que eso está mal. Has dañado a tu padre, a tu esposo, a tu esposa, a tu prójimo, y tienes que ser consciente de que eso está mal y que tienes un precio que pagar.
Tiene que haber conciencia del bien y del mal. Y hay que arrepentirse. Pero tiene que haber también deseo de cambio, eso es la conversión y eso es lo que tenemos que enseñar, que existe el mal, y que hay que cambiar para el bien. Luego, Dios perdona los pecados. ¿Y qué hace falta para recibir ese perdón? Que estemos arrepentidos. Todos los razonamientos llevan al mismo lugar: la clave es el arrepentimiento perfecto y completo, con las tres características ya mencionadas.
Todos los que nos dicen que no hay pecado o que al menos no hay determinados pecados, porque hoy en día desperdiciar una botella de plástico es mucho más grave que matar a un bebé en el vientre de su madre, o faltar el respeto al padre; los que nos dicen que eso no es pecado en la actualidad, porque el mundo va en otra dirección; y los que dicen que no hace falta la conversión porque Dios es muy bueno y perdona siempre aunque no le pidas perdón y aunque no intentes cambiar, son falsos profetas, malos sacerdotes, malos consejeros, mala gente o al menos personas profundamente equivocadas o ignorantes. La ambigüedad del famoso discurso “todos, todos, todos” ha hecho mucho daño, y costara tiempo volver a hablar de que las palabras de Cristo no pasaran por los siglos.
Hoy algunos recibimos las pedradas por defender el Camino, la Verdad y la Vida. No las piedras físicas pero si las verbales, los insultos y silencios de parte de ateos y de falsos cristianos, pensando que somos retrógrados por no ser “progres” o “wokes”. Pero eso está mal. Nuestro Señor lo enseña claramente. Hay que seguir a Cristo, no al mundo. Ni inventar cosas que nunca fueron verbo y tradición cristianos.
PSICOLOGIA
Por otro camino totalmente diferente para tratar la culpa tenemos a la psicología, recién nacida en el siglo XIX, y que en el siglo XX continuó con el surgimiento de nuevas escuelas de pensamiento.
Sigmund Freud tenía una visión compleja y multifacética sobre la culpa en el contexto de su teoría psicoanalítica. Pensaba que el origen de la culpa surge del conflicto entre el Ello (instintos primitivos) y el Superyó (normas morales internalizadas). Cuando el individuo no logra cumplir con las expectativas del Superyó, surge la culpa. El Superyó es la instancia psíquica que internaliza las normas morales y sociales. La culpa es una manifestación de la tensión entre el Ello y el Superyó, y puede llevar a sentimientos de ansiedad y autorreproche.
Freud consideraba que la culpa era un factor importante en el desarrollo de las neurosis. La culpa reprimida o inconsciente podía manifestarse en forma de síntomas neuróticos, como la ansiedad o la depresión. También relacionó la culpa con el desarrollo psicosexual. Freud veía la culpa como un mecanismo que ayuda a regular el comportamiento y a mantener la cohesión social. Sin embargo, también reconocía que la culpa excesiva o patológica podía ser perjudicial para la salud mental.
Entonces, Freud consideraba que la culpa era un aspecto fundamental de la psiquis humana, surgido del conflicto entre los instintos y las normas morales internalizadas. La culpa podía tener un papel importante en el desarrollo de las neurosis y en la regulación del comportamiento, pero también podía ser fuente de sufrimiento y patología si no se manejaba adecuadamente.
EL CASO ARGENTINO
Ahora bien, según la Organización Mundial de la Salud, Argentina es uno de los países que tiene mayor cantidad de psicólogos por habitante, y paradójicamente, es uno de los países con mayor consumo de ansiolíticos. Y la culpa, tan tratada en consultorios de psicólogos argentinos, no “se cura” así. Porque ni terapias ni pastillas son los remedios adecuados dado que son remedios humanos, y consecuentemente pueden cambiar por modas, tiempos, ideologías, corrientes mundanas, reducción o eliminación de los conceptos de moral y ética, complicidades, y en resumen, muchísimo egoísmo.
Si yo lo hago, está bien. Si yo lo digo, está bien. La culpa la tiene el otro, siempre. Es la abolición del concepto de lo malo y de la responsabilidad sobre ello. Esta forma de pensar esta intrínsecamente fallida, es aberrante, y por lo tanto nunca será exitosa. Siempre que haya culpa hay culpable, siempre que haya responsabilidad hay responsable. La moraleja es que sin importar cuantas visitas y dinero se gasten en el psicólogo, la culpa y sus sentimientos no desaparecerán si el caso es la violación a los mandamientos y preceptos de Dios, y si no hay arrepentimiento.
Además de los diez mandamientos básicos y todas las enseñanzas de Cristo, a modo de ejemplo ya se dijo en Corintios 6:9-10: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”.
(De www.laprensa.com.ar)
Si existe arrepentimiento, es porque somos capaces de sentir culpa por nuestros errores, lo que constituye el principal mecanismo de mejoramiento ético. Como en este mundo lo que mejor funciona es el proceso de "prueba y error", nuestro mejoramiento ético y afectivo estará promovido, entre otros, por el sentimiento de culpa, ya que, como no se trata de un sentimiento agradable, nos conducirá al arrepentimiento y a una mejora posterior.
A continuación se transcribe un artículo al respecto:
EL ARREPENTIMIENTO Y LA CONVERSIÓN SON LOS VERDADEROS REMEDIOS PARA EL ALMA
Un mundo sin pecado ni culpa
Por Fernando Miguel Salon
Con la visión mundana, y no con la visión de Cristo, es que creemos que la culpa ya no existe, por cuanto el pecado ya no existe, o la barrera está tan baja que cualquiera piensa que lo que hace está bien, aunque sea una abierta violación a los mandamientos y preceptos de Dios.
El egocentrismo ha hecho que al menor sentimiento de culpa originado en la ley natural que Dios ha puesto en las personas, la gente vaya al consultorio del psicólogo en busca de alguna terapia de alivio o de alguna pastilla ansiolítica. Nada más errado, pues esa no es la solución, y así la culpa continuará carcomiendo nuestra alma y cuerpo hasta la destrucción que acontecerá temprano o tarde.
¿Como vamos a hablar del perdón de los pecados si ya no existe el concepto de pecado? ¿Si se ha suprimido el concepto de culpa? Hoy algunos psicólogos -creo que numerosos, seguramente porque no tienen fe cuando tratan a sus clientes-, se empeñan en levantarles o aumentarles la autoestima, en quitarles el sentimiento de culpa, no el complejo de culpa. El complejo es algo que hay que quitar siempre, tanto si es de culpa como si es de superioridad.
Entonces se les dice a la gente que no es culpable. La culpa está en lo que ocurrió en la infancia, en lo que pasó con los padres, en las circunstancias, o mil excusas más. Hoy nadie es culpable. Nadie debe pedir perdón. Nadie es responsable. Nadie debe reparar nada.
La realidad es que el sentimiento de culpa es sano, pues es lo que encamina hacia el arrepentimiento si hay una conciencia bien formada. Y arrepentirse significa pedir perdón profundamente de corazón a Dios y a la persona ofendida; no volver a hacer más el mal; y reparar o devolver las cosas al estado anterior al pecado. Si se cae otra vez, habrá que seguir el mismo proceso de arrepentimiento nuevamente.
No tenemos que hacer que la culpa desaparezca. Si yo pongo la mano en el fuego sin querer, mi organismo está preparado para mandar inmediatamente una señal a través de mis neuronas, y hace que yo quite la mano del fuego. Ya me he quemado un poco, pero no he terminado de quemarme.
BARBARIDADES
El sentimiento de culpa tiene esa misma misión. Hacer ver lo que es malo, lo que nos está haciendo daño, como el fuego. Hoy la insistencia en suprimir el sentido de culpa está haciendo a las personas sin conciencia, y eso está haciendo daño a otros. Y las está llevando a cometer barbaridades con la conciencia tranquila. Ha desaparecido el concepto de culpa, espantosamente, con caradurismo y desfachatez. Solamente queda el concepto de delito, que es lo que legalmente está mal, que es cambiante según los países y quien gobierna, que puede seguir leyes inicuas, y que además permite hacer trampas.
Tenemos que recuperar el sentido del bien y del mal. De lo contrario, haremos el mal. Darnos cuenta de que hacemos el mal a los demás y a nosotros mismos. Si fumamos sin darnos cuenta de que eso nos hace daño, nuestra conciencia no nos lo reprochará, pero nuestros pulmones tendrán cáncer. Los pulmones no entienden de nuestra opinión, sino que reaccionan ante el mal. Si soy un borracho y pienso que es buenísimo beber todas las noches alcohol mi conciencia no reaccionará, pero mi hígado se arruinará. Al igual que en esos ejemplos, no reconocer nuestra culpa matará nuestra alma (por eso algunos pecados se llaman mortales) y nuestro cuerpo. No tendremos paz en la Tierra, y mucho menos Vida Eterna.
Es fundamental reconocer nuestra culpa en estos tiempos, que son época de anarquismo moral. Hay evasión de culpa, entonces hay evasión de responsabilidad y evasión de reparación. El sentido de culpa es bueno, es necesario. Nos ayuda a distinguir el bien del mal. Y con la gracia de Dios hemos de intentar evitar el mal y hacer el bien.
SEGUNDA ETAPA
La conversión es la siguiente etapa. Si no hay arrepentimiento, si no hay conversión, no hay perdón de los pecados. “En Su Nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados”, está escrito. La conversión tiene que ver con la conciencia de culpa. ¿Y si no, de qué te vas a convertir? Has mentido y tienes que ser consciente de que eso está mal. Has dañado a tu padre, a tu esposo, a tu esposa, a tu prójimo, y tienes que ser consciente de que eso está mal y que tienes un precio que pagar.
Tiene que haber conciencia del bien y del mal. Y hay que arrepentirse. Pero tiene que haber también deseo de cambio, eso es la conversión y eso es lo que tenemos que enseñar, que existe el mal, y que hay que cambiar para el bien. Luego, Dios perdona los pecados. ¿Y qué hace falta para recibir ese perdón? Que estemos arrepentidos. Todos los razonamientos llevan al mismo lugar: la clave es el arrepentimiento perfecto y completo, con las tres características ya mencionadas.
Todos los que nos dicen que no hay pecado o que al menos no hay determinados pecados, porque hoy en día desperdiciar una botella de plástico es mucho más grave que matar a un bebé en el vientre de su madre, o faltar el respeto al padre; los que nos dicen que eso no es pecado en la actualidad, porque el mundo va en otra dirección; y los que dicen que no hace falta la conversión porque Dios es muy bueno y perdona siempre aunque no le pidas perdón y aunque no intentes cambiar, son falsos profetas, malos sacerdotes, malos consejeros, mala gente o al menos personas profundamente equivocadas o ignorantes. La ambigüedad del famoso discurso “todos, todos, todos” ha hecho mucho daño, y costara tiempo volver a hablar de que las palabras de Cristo no pasaran por los siglos.
Hoy algunos recibimos las pedradas por defender el Camino, la Verdad y la Vida. No las piedras físicas pero si las verbales, los insultos y silencios de parte de ateos y de falsos cristianos, pensando que somos retrógrados por no ser “progres” o “wokes”. Pero eso está mal. Nuestro Señor lo enseña claramente. Hay que seguir a Cristo, no al mundo. Ni inventar cosas que nunca fueron verbo y tradición cristianos.
PSICOLOGIA
Por otro camino totalmente diferente para tratar la culpa tenemos a la psicología, recién nacida en el siglo XIX, y que en el siglo XX continuó con el surgimiento de nuevas escuelas de pensamiento.
Sigmund Freud tenía una visión compleja y multifacética sobre la culpa en el contexto de su teoría psicoanalítica. Pensaba que el origen de la culpa surge del conflicto entre el Ello (instintos primitivos) y el Superyó (normas morales internalizadas). Cuando el individuo no logra cumplir con las expectativas del Superyó, surge la culpa. El Superyó es la instancia psíquica que internaliza las normas morales y sociales. La culpa es una manifestación de la tensión entre el Ello y el Superyó, y puede llevar a sentimientos de ansiedad y autorreproche.
Freud consideraba que la culpa era un factor importante en el desarrollo de las neurosis. La culpa reprimida o inconsciente podía manifestarse en forma de síntomas neuróticos, como la ansiedad o la depresión. También relacionó la culpa con el desarrollo psicosexual. Freud veía la culpa como un mecanismo que ayuda a regular el comportamiento y a mantener la cohesión social. Sin embargo, también reconocía que la culpa excesiva o patológica podía ser perjudicial para la salud mental.
Entonces, Freud consideraba que la culpa era un aspecto fundamental de la psiquis humana, surgido del conflicto entre los instintos y las normas morales internalizadas. La culpa podía tener un papel importante en el desarrollo de las neurosis y en la regulación del comportamiento, pero también podía ser fuente de sufrimiento y patología si no se manejaba adecuadamente.
EL CASO ARGENTINO
Ahora bien, según la Organización Mundial de la Salud, Argentina es uno de los países que tiene mayor cantidad de psicólogos por habitante, y paradójicamente, es uno de los países con mayor consumo de ansiolíticos. Y la culpa, tan tratada en consultorios de psicólogos argentinos, no “se cura” así. Porque ni terapias ni pastillas son los remedios adecuados dado que son remedios humanos, y consecuentemente pueden cambiar por modas, tiempos, ideologías, corrientes mundanas, reducción o eliminación de los conceptos de moral y ética, complicidades, y en resumen, muchísimo egoísmo.
Si yo lo hago, está bien. Si yo lo digo, está bien. La culpa la tiene el otro, siempre. Es la abolición del concepto de lo malo y de la responsabilidad sobre ello. Esta forma de pensar esta intrínsecamente fallida, es aberrante, y por lo tanto nunca será exitosa. Siempre que haya culpa hay culpable, siempre que haya responsabilidad hay responsable. La moraleja es que sin importar cuantas visitas y dinero se gasten en el psicólogo, la culpa y sus sentimientos no desaparecerán si el caso es la violación a los mandamientos y preceptos de Dios, y si no hay arrepentimiento.
Además de los diez mandamientos básicos y todas las enseñanzas de Cristo, a modo de ejemplo ya se dijo en Corintios 6:9-10: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”.
(De www.laprensa.com.ar)
sábado, 26 de julio de 2025
Grieta social y peronismo
La división existente en la sociedad argentina proviene de las épocas en que Perón y Eva comenzaron a hablar de "nosotros" y "ellos", promoviendo el odio en una escala masiva. En la actualidad, debido al kirchnerismo, la grieta social incluye en un mismo bando a peronistas y marxistas, ya que coinciden en el odio a los empresarios, a los yankis, a la civilización occidental, etc. Lila Caimari escribió: "La verdadera naturaleza del justicialismo finalmente se desnudaba: se trataba de un nacionalismo marxista, que salía del capitalismo para marchar directamente al colectivismo".
"El giro anticomunista de los enunciados de Perón y la presencia de católicos en el gobierno eran desmentidos por las realizaciones concretas. Si Perón no era marxista, en cambio, colaboraba con el marxismo en la medida en que agitaba al mundo obrero y precipitaba las tensiones hacia la lógica de la lucha de clases". "Esta corriente confluía con la de socialistas y comunistas que en el peronismo habían adoptado cierto nacionalismo. El peronismo se había convertido en una experiencia inédita que combinaba las dos ideologías" (De "Perón y la Iglesia Católica"-Emecé Editores SA-Buenos Aires 2010).
Para los peronistas y socialistas, tanto Perón como Marx eran unos "santos" que defendían a los pobres (teóricamente, al menos). Luego, si alguien se consideraba anti-peronista o anti-comunista, quienes eran seguidores de tales venerados "santos", necesariamente habrían de considerarlo casi como a un "diablo". De ahí que resulte imposible cualquier acercamiento o vínculo social entre integrantes de bandos opuestos, por cuanto el anti-peronista y anti-comunista habrá de rechazar totalmente cualquier descalificación moral.
Cabe aclarar que quienes estamos "a favor de los ricos", como dicen las masas peronistas, en realidad estamos a favor del sector productivo, es decir, los empresarios y capitalistas que constituyen los fundamentos materiales de la sociedad. Una sociedad sin empresarios (el sueño de los comunistas, principalmente) es una sociedad pobre como Cuba o Venezuela, por lo que el liberal ha de mirar con temor y fastidio a todos aquellos que apoyan un sistema económico y social que destruirá los fundamentos sociales y materiales de la nación, siendo los verdaderos enemigos de la gente decente.
De la misma manera en que un judío jamás podrá ser amigo de un nazi, un liberal tampoco podrá ser amigo de alguien que con su voto apoya la destrucción de la sociedad, y de ahí la destrucción de la libertad y la vida de sus integrantes. Cuando se habla de terminar con la "grieta social" que afecta a los argentinos, ello implica que el peronista y el comunista renunciarán a sus respectivas "religiones del odio" y comiencen a vislumbrar la posibilidad de aceptar las prédicas cristianas originales (no las tergiversadas por los "sacerdotes" peronistas-marxistas).
Puede alguien preguntarse si existe alguna posibilidad de llegar a algún acuerdo ideológico con peronistas y marxistas, sin cambios en ellos. Ello resulta imposible por cuanto estos individuos observan al liberal bajo una mirada altiva de superioridad moral y hasta intelectual. Ante alguna expresión del liberal, preguntan irónicamente si tal cosa "la leyeron en el diario Clarín", o bien que repite "propaganda yanky" o que proviene de un "ideólogo pagado por alguna multinacional". Incluso el liberal es mirado burlescamente, o a veces con cierta lástima debido a su "inferioridad moral e intelectual". Si alguien puede convencer a un "creyente" peronista-marxista, se lo puede considerar casi como a un "héroe intelectual".
"El giro anticomunista de los enunciados de Perón y la presencia de católicos en el gobierno eran desmentidos por las realizaciones concretas. Si Perón no era marxista, en cambio, colaboraba con el marxismo en la medida en que agitaba al mundo obrero y precipitaba las tensiones hacia la lógica de la lucha de clases". "Esta corriente confluía con la de socialistas y comunistas que en el peronismo habían adoptado cierto nacionalismo. El peronismo se había convertido en una experiencia inédita que combinaba las dos ideologías" (De "Perón y la Iglesia Católica"-Emecé Editores SA-Buenos Aires 2010).
Para los peronistas y socialistas, tanto Perón como Marx eran unos "santos" que defendían a los pobres (teóricamente, al menos). Luego, si alguien se consideraba anti-peronista o anti-comunista, quienes eran seguidores de tales venerados "santos", necesariamente habrían de considerarlo casi como a un "diablo". De ahí que resulte imposible cualquier acercamiento o vínculo social entre integrantes de bandos opuestos, por cuanto el anti-peronista y anti-comunista habrá de rechazar totalmente cualquier descalificación moral.
Cabe aclarar que quienes estamos "a favor de los ricos", como dicen las masas peronistas, en realidad estamos a favor del sector productivo, es decir, los empresarios y capitalistas que constituyen los fundamentos materiales de la sociedad. Una sociedad sin empresarios (el sueño de los comunistas, principalmente) es una sociedad pobre como Cuba o Venezuela, por lo que el liberal ha de mirar con temor y fastidio a todos aquellos que apoyan un sistema económico y social que destruirá los fundamentos sociales y materiales de la nación, siendo los verdaderos enemigos de la gente decente.
De la misma manera en que un judío jamás podrá ser amigo de un nazi, un liberal tampoco podrá ser amigo de alguien que con su voto apoya la destrucción de la sociedad, y de ahí la destrucción de la libertad y la vida de sus integrantes. Cuando se habla de terminar con la "grieta social" que afecta a los argentinos, ello implica que el peronista y el comunista renunciarán a sus respectivas "religiones del odio" y comiencen a vislumbrar la posibilidad de aceptar las prédicas cristianas originales (no las tergiversadas por los "sacerdotes" peronistas-marxistas).
Puede alguien preguntarse si existe alguna posibilidad de llegar a algún acuerdo ideológico con peronistas y marxistas, sin cambios en ellos. Ello resulta imposible por cuanto estos individuos observan al liberal bajo una mirada altiva de superioridad moral y hasta intelectual. Ante alguna expresión del liberal, preguntan irónicamente si tal cosa "la leyeron en el diario Clarín", o bien que repite "propaganda yanky" o que proviene de un "ideólogo pagado por alguna multinacional". Incluso el liberal es mirado burlescamente, o a veces con cierta lástima debido a su "inferioridad moral e intelectual". Si alguien puede convencer a un "creyente" peronista-marxista, se lo puede considerar casi como a un "héroe intelectual".
viernes, 25 de julio de 2025
Igualdad y desigualdad ante la ley
La legitimidad de las leyes humanas, que provienen del Derecho, radica en que sean compatibles con las leyes naturales, especialmente con las asociadas a la moral. Siendo las leyes naturales de aplicación general, es decir, aplicables sin distinción a todos los seres humanos, las leyes humanas deberían también tener esa misma generalidad, y de ahí surge la igualdad de todo ser humano a ser considerado igual al resto ante los pronunciamientos de las leyes humanas.
Cuando en una sociedad predominan diversas ideologías religiosas o políticas, surge la tendencia de los legisladores y de los jueces a tratar en forma favorable a quienes comparten ideologías y a tratar en forma desfavorable a quienes sostienen ideologías contrarias, como ocurre en los sistemas totalitarios. También estos casos de desigualdad ante la ley aparecen en las sociedades democráticas, pero como una forma de corrupción en el ámbito judicial.
En realidad, cuando la ley humana, o cuando los jueces intentan limitar las sanciones que corresponderían a quienes cometen alguna infracción o algún delito, lo que en primera instancia pareciera consistir en un beneficio al infractor, en realidad lo están perjudicando en el largo plazo en caso de que tal beneficio momentáneo sea un aliciente para seguir delinquiendo en el futuro.
Las leyes humanas, y las sanciones correspondientes ante su incumplimiento, en ocasiones tienen excepciones en cuanto a su aplicación, como es el caso de los menores de edad. Cuando la edad de la imputabilidad es relativamente alta, y el menor es inimputable por delitos cometidos, la ley tiende a promover la violencia y a acentuar la posibilidad de que tal menor adopte en el futuro el camino de la delincuencia.
Por lo general se dice que la imputabilidad tardía tiende a "proteger" al menor para conducirlo hacia una vida mejor, sin embargo puede ocurrir todo lo contrario. En décadas pasadas, cuando había mucha menos delincuencia, con los menores habían pocas excepciones. En los años 50, el autor de este escrito, siendo un niño que iba a la escuela primaria, participa en un enchastre de una vidriera de un local comercial tirando barro de una acequia. Luego de la denuncia policial del comerciante, los entonces menores fuimos citados a una dependencia policial donde nos marcaron los dedos y otros tratos similares. También recibimos advertencias que con antecedentes policiales tendríamos inconvenientes en el futuro en cuanto a la inserción educativa y laboral, y cosas por el estilo. Tal "igualdad ante la ley", a pesar de ser menores, sirvió para que posteriormente no se nos pasara por la cabeza realizar semejantes "hazañas".
En la actualidad, a la previa creencia de que "los niños no mienten", se suma también que "las mujeres no mienten" y que basta una denuncia sin pruebas para que la justicia comience a actuar. De ahí que los hombre adultos pueden ser víctimas de falsas denuncias ante la evidente "desigualdad ante la ley". Este es el caso ocurrido en la Argentina, y que se menciona en el artículo periodístico siguiente:
EL MÉDICO DENUNCIADO POR SU HIJO POR ABUSO SEXUAL SOSTUVO QUE EXISTE "UN SISTEMA PERVERSO"
El médico Pablo Ghisoni sostuvo que existe “un sistema perverso” tras estar tres años preso luego de la denuncia de su hijo por abuso sexual y que ahora reveló que todo había sido inventado por su madre.
Días atrás se dio a conocer el video de Tomás, quien contó que de chico fue manipulado por su madre para denunciar a su papá por abuso sexual, lo que provocó que Ghisoni esté preso durante tres años y, ante la viralización del video, el médico habló sobre el calvario vivido y la falsa denuncia realizada por su hijo.
“Son cosas que uno cree que son imposibles, pero pasan. Mi exmujer, para quedarse con la custodia de mis hijos, armó una denuncia en mi contra por abuso sexual”, relató Ghisoni.
Todo comenzó en 2012 cuando la Justicia determinó que los tres menores debían quedar al cuidado de su padre tras el divorcio, pero la situación se tornó un martirio cuando, en 2016, Andrea Vázquez acusó falsamente al médico de haber abusado y violentado a su hijo Tomás.
El médico contó que desde la denuncia realizada no pudo volver a ver a sus hijos y que se trata de “un calvario eterno, una destrucción brutal del vínculo”.
En este marco, sostuvo que existe “un sistema perverso armado que funciona como un negocio”, por lo que pidió que “no haya más familias Ghisoni destruidas por un poder judicial que no escucha”.
Ghisoni sostuvo que durante estos años fue vulnerado de sus derechos, por lo que manifestó la necesidad de que “las falsas denuncias deban ser penalizadas”.
Acerca del video viralizado, relató que le produjo “una congoja tremenda”, mientras que respecto a Vázquez, señaló que “es una denunciante serial y crónica” y que “tiene diagnóstico de psicópata y narcisista”.
(De www.laprensa.com.ar)
Cuando en una sociedad predominan diversas ideologías religiosas o políticas, surge la tendencia de los legisladores y de los jueces a tratar en forma favorable a quienes comparten ideologías y a tratar en forma desfavorable a quienes sostienen ideologías contrarias, como ocurre en los sistemas totalitarios. También estos casos de desigualdad ante la ley aparecen en las sociedades democráticas, pero como una forma de corrupción en el ámbito judicial.
En realidad, cuando la ley humana, o cuando los jueces intentan limitar las sanciones que corresponderían a quienes cometen alguna infracción o algún delito, lo que en primera instancia pareciera consistir en un beneficio al infractor, en realidad lo están perjudicando en el largo plazo en caso de que tal beneficio momentáneo sea un aliciente para seguir delinquiendo en el futuro.
Las leyes humanas, y las sanciones correspondientes ante su incumplimiento, en ocasiones tienen excepciones en cuanto a su aplicación, como es el caso de los menores de edad. Cuando la edad de la imputabilidad es relativamente alta, y el menor es inimputable por delitos cometidos, la ley tiende a promover la violencia y a acentuar la posibilidad de que tal menor adopte en el futuro el camino de la delincuencia.
Por lo general se dice que la imputabilidad tardía tiende a "proteger" al menor para conducirlo hacia una vida mejor, sin embargo puede ocurrir todo lo contrario. En décadas pasadas, cuando había mucha menos delincuencia, con los menores habían pocas excepciones. En los años 50, el autor de este escrito, siendo un niño que iba a la escuela primaria, participa en un enchastre de una vidriera de un local comercial tirando barro de una acequia. Luego de la denuncia policial del comerciante, los entonces menores fuimos citados a una dependencia policial donde nos marcaron los dedos y otros tratos similares. También recibimos advertencias que con antecedentes policiales tendríamos inconvenientes en el futuro en cuanto a la inserción educativa y laboral, y cosas por el estilo. Tal "igualdad ante la ley", a pesar de ser menores, sirvió para que posteriormente no se nos pasara por la cabeza realizar semejantes "hazañas".
En la actualidad, a la previa creencia de que "los niños no mienten", se suma también que "las mujeres no mienten" y que basta una denuncia sin pruebas para que la justicia comience a actuar. De ahí que los hombre adultos pueden ser víctimas de falsas denuncias ante la evidente "desigualdad ante la ley". Este es el caso ocurrido en la Argentina, y que se menciona en el artículo periodístico siguiente:
EL MÉDICO DENUNCIADO POR SU HIJO POR ABUSO SEXUAL SOSTUVO QUE EXISTE "UN SISTEMA PERVERSO"
El médico Pablo Ghisoni sostuvo que existe “un sistema perverso” tras estar tres años preso luego de la denuncia de su hijo por abuso sexual y que ahora reveló que todo había sido inventado por su madre.
Días atrás se dio a conocer el video de Tomás, quien contó que de chico fue manipulado por su madre para denunciar a su papá por abuso sexual, lo que provocó que Ghisoni esté preso durante tres años y, ante la viralización del video, el médico habló sobre el calvario vivido y la falsa denuncia realizada por su hijo.
“Son cosas que uno cree que son imposibles, pero pasan. Mi exmujer, para quedarse con la custodia de mis hijos, armó una denuncia en mi contra por abuso sexual”, relató Ghisoni.
Todo comenzó en 2012 cuando la Justicia determinó que los tres menores debían quedar al cuidado de su padre tras el divorcio, pero la situación se tornó un martirio cuando, en 2016, Andrea Vázquez acusó falsamente al médico de haber abusado y violentado a su hijo Tomás.
El médico contó que desde la denuncia realizada no pudo volver a ver a sus hijos y que se trata de “un calvario eterno, una destrucción brutal del vínculo”.
En este marco, sostuvo que existe “un sistema perverso armado que funciona como un negocio”, por lo que pidió que “no haya más familias Ghisoni destruidas por un poder judicial que no escucha”.
Ghisoni sostuvo que durante estos años fue vulnerado de sus derechos, por lo que manifestó la necesidad de que “las falsas denuncias deban ser penalizadas”.
Acerca del video viralizado, relató que le produjo “una congoja tremenda”, mientras que respecto a Vázquez, señaló que “es una denunciante serial y crónica” y que “tiene diagnóstico de psicópata y narcisista”.
(De www.laprensa.com.ar)
miércoles, 23 de julio de 2025
La reverencia por la vida
En forma similar en que René Descartes adopta como principio filosófico el conocido "Pienso, luego existo", para, luego, deducir de tal principio toda una visión del vínculo entre el hombre y el universo, otros pensadores adoptan principios diferentes para fundamentar sus diversas visiones al respecto. Por lo general, tales principios son adoptados luego de tener presentes gran parte de las ideas elaboradas para constituir la visión filosófica respectiva.
Albert Schweitzer adopta como punto de partida la expresión "reverencia por la vida". Al respecto, Frederick Franck escribió: "La norma de Albert Schweitzer «Reverencia por la vida» es el principio sobre el que se puede fundar una ética viable. «Reverencia por la vida» fue el principio guía en todo lo que hizo. Estaba totalmente libre de todo sentimentalismo. Simplemente era evitar infligir un sufrimiento innecesario en cualquier ser vivo y generar alivio del padecimiento con todos los medios médicos y humanos a su disposición. La reverencia por el misterio de la vida era para él la base no sólo de la ética sino también de todas las relaciones realmente humanas, tanto con nuestros pares humanos como también con todo lo que vive".
"No fue simplemente un pionero en la defensa de los derechos humanos, lo fue también en cuanto a la ayuda externa -sin ningún lazo político o ideológico de por medio. e incluso un precursor en el trabajo misionero: no convirtió a nadie, no predicó el amor cristiano, sino que simplemente lo practicó".
"Al mismo tiempo fue un adelantado en ecumenismo práctico: «El Dogma divide, el Espíritu une», escuché que le decía a un periodista del Time a quien paró en seco cuando este último comenzó a teologizar" (De "¿Qué significa ser humano" de F. Franck, J. Roze y R. Connolly-Editorial Kier SA-Buenos Aires 2001).
Por lo general, quienes priorizan las acciones concretas, son orientados por actitudes simples, como las propuestas por los Evangelios, dejando de lado dogmas y teologizaciones varias que tienden a reemplazar lo simple y lo efectivo. Harvey Cox escribe al respecto: "La pregunta, para mí, no es si creemos en este o ese credo, o cuánto descreemos, todavía creemos o creemos por la mitad. La pregunta es: ¿podemos nosotros, como cristianos contemporáneos, como seguidores de Jesús, sumergirnos en nuestra cultura pospatrialcal de esta era, descontruccionista, religiosamente plural, manejada por la tecnología, global, nacionalista, con Internet y una red global de comunicaciones, con la misma pasión e imaginación con que nuestros antepasados se sumergieron en la de ellos?".
"Lo peor en cuanto a los credos de la Iglesia es que nos han dividido más que unido. Han echado a personas que debieron ser parte de la familia e incluido a personas que podían decir las palabras, pero no podían transitar por el camino. En lugar de servir como señales en el camino, los credos se transformaron en jaulas. En vez de poesía, se hicieron declaraciones juradas con puntos suspensivos al final" (De "¿Qué significa ser humano").
Albert Schweitzer adopta como punto de partida la expresión "reverencia por la vida". Al respecto, Frederick Franck escribió: "La norma de Albert Schweitzer «Reverencia por la vida» es el principio sobre el que se puede fundar una ética viable. «Reverencia por la vida» fue el principio guía en todo lo que hizo. Estaba totalmente libre de todo sentimentalismo. Simplemente era evitar infligir un sufrimiento innecesario en cualquier ser vivo y generar alivio del padecimiento con todos los medios médicos y humanos a su disposición. La reverencia por el misterio de la vida era para él la base no sólo de la ética sino también de todas las relaciones realmente humanas, tanto con nuestros pares humanos como también con todo lo que vive".
"No fue simplemente un pionero en la defensa de los derechos humanos, lo fue también en cuanto a la ayuda externa -sin ningún lazo político o ideológico de por medio. e incluso un precursor en el trabajo misionero: no convirtió a nadie, no predicó el amor cristiano, sino que simplemente lo practicó".
"Al mismo tiempo fue un adelantado en ecumenismo práctico: «El Dogma divide, el Espíritu une», escuché que le decía a un periodista del Time a quien paró en seco cuando este último comenzó a teologizar" (De "¿Qué significa ser humano" de F. Franck, J. Roze y R. Connolly-Editorial Kier SA-Buenos Aires 2001).
Por lo general, quienes priorizan las acciones concretas, son orientados por actitudes simples, como las propuestas por los Evangelios, dejando de lado dogmas y teologizaciones varias que tienden a reemplazar lo simple y lo efectivo. Harvey Cox escribe al respecto: "La pregunta, para mí, no es si creemos en este o ese credo, o cuánto descreemos, todavía creemos o creemos por la mitad. La pregunta es: ¿podemos nosotros, como cristianos contemporáneos, como seguidores de Jesús, sumergirnos en nuestra cultura pospatrialcal de esta era, descontruccionista, religiosamente plural, manejada por la tecnología, global, nacionalista, con Internet y una red global de comunicaciones, con la misma pasión e imaginación con que nuestros antepasados se sumergieron en la de ellos?".
"Lo peor en cuanto a los credos de la Iglesia es que nos han dividido más que unido. Han echado a personas que debieron ser parte de la familia e incluido a personas que podían decir las palabras, pero no podían transitar por el camino. En lugar de servir como señales en el camino, los credos se transformaron en jaulas. En vez de poesía, se hicieron declaraciones juradas con puntos suspensivos al final" (De "¿Qué significa ser humano").
domingo, 20 de julio de 2025
El choque de civilizaciones
El conflicto entre Irán e Israel es representativo del "choque de civilizaciones" anunciado por Samuel P. Huntington. Tal conflicto se debe esencialmente a que los gobernantes iraníes, fieles a la idea de expandir el Islam en todo el planeta, encuentran en los judíos a un enemigo que les resulta necesario hacerlo desaparecer. Sin embargo, recordemos que gobiernos iraníes anteriores, como el de Reza Pahlavi, depuesto en 1979, mostraban una buena predisposición hacia Occidente, incluyendo a Israel. Ello implica que el "choque de civilizaciones" no es un proceso continuo, si bien en el largo plazo puede conducir a la imposición islámica de un totalitarismo teocrático en gran parte del planeta.
Si tal proceso puede resultar negativo para la humanidad, debería cambiarse la palabra "civilización" por incivilización. Deberíamos dejar de lado el relativismo cultural que impide juzgar cada propuesta "cultural" por los efectos que produce. Actualmente se encubren ciertos hábitos poco favorables a sectores de la sociedad, como es el caso de las mujeres en algunos países islámicos, aduciendo que "son parte de su cultura", dándoles legitimidad, aunque para nada contemplen las leyes naturales asociadas al orden natural.
Estamos inmersos en un proceso de adaptación cultural al orden natural, y por ello debemos considerar cada propuesta en base a los efectos que producen en individuos y sociedades, aceptando lo que favorece tal adaptación, en el sentido que favorece nuestra supervivencia plena, y rechazando todo lo que conduzca a un alejamiento respecto de tal supervivencia. De ahí que la tendencia hacia un totalitarismo teocrático mundial, que se trata de establecer para imponer la visión personal de Mahoma, ignorando totalmente la existencia de leyes naturales, o leyes de Dios, es algo totalmente negativo.
Para que la humanidad abandone los diversos conflictos que caracterizan nuestra época, es necesario recordar que existe un principio de supervivencia individual y colectiva denominada "empatía emocional". Mediante ella tenemos la predisposición a compartir penas y alegrías ajenas como propias, lo que asegura que nunca haremos sufrir a alguien con quien luego compartiremos ese sufrimiento. También trataremos que los demás sean felices para, luego, compartir con ellos esa felicidad. Esto constituye esencialmente la ética bíblica, cuya expresión es el "Amarás al prójimo como a ti mismo". De ahí que las prédicas y la ética de Mahoma poco o nada tienen que ver con la ética bíblica. La guerra santa contra los infieles es algo totalmente opuesto a la ética bíblica.
Como lo que constituye la mentalidad ocidental se caracteriza por sus raíces judeo-cristianas, existe un antioccidentalismo que apunta contra esos fundamentos. Lo extraño del caso es que, desde los propios países europeos, se combate al cristianismo mientras se admite y se promueve el avance demográfico de integrantes de pueblos islámicos que materializarán en el futuro el tan esperado totalitarismo teocrático impulsado desde el Corán.
Al distinguir entre ciencia y sabiduría, asociando la palabra de Mahoma como sabiduría, considerándola superior a la ciencia, no resulta extraño que sólo un científico musulmán haya ganado un Premio Nobel en ciencia, como es el caso del físico Abdus Salam (si bien es posible que algún otro lo haya recibido posteriormente). Si consideramos que los científicos describen las leyes naturales, o leyes de Dios, son éstos los que nos acercan al conocimiento de tales leyes y a la auténtica sabiduría. Sin embargo, desde los sectores antioccidentales establecen una generalización fácil por la cual denigran todo lo que sea occidental. Al respecto leemos:
"La agresión contra Occidente, entre otras cosas, es una agresión contra la mentalidad de Occidente. Los occidentalistas a menudo representan la mentalidad occidental como una suerte de idiotez elevada. Estar provisto de la mentalidad occidental equivale a ser una especie de sabio idiota, mentalmente defectuoso, pero con un don especial para los cálculos aritméticos".
"Se trata de una mentalidad carente de alma, como una calculadora, incapaz de hacer lo que es humanamente importante de veras. La mentalidad occidental es capaz de grandes éxitos económicos, sin duda, y de desarrollar y promocionar el avance de la tecnología, pero no consigue en cambio aprehender las cosas más elevadas de la vida, ya que carece de espiritualidad y del entedimiento necesario del sufrimiento humano".
"La mentalidad occidental, a ojos de los occidentalistas, es una mentalidad truncada, que sirve para hallar la mejor manera de alcanzar una meta determinada, pero que resulta absolutamente inservible para hallar la manera justa. Su aspiración a la racionalidad es una verdad a medias, y es la mitad que menos cuenta".
"Si mediante racionalidad nos referimos a la razón instrumental, al adaptar los medios a los fines, Occidente dispone de muchos medios, pero de muy pocos fines. Según esta óptica, el hombre occidental es un metomentodo hiperactivo, que en todo momento halla el medio adecuado para la finalidad errónea" (De "Occidentalismo" de Ian Buruma y Avishai Margalit-Ediciones Península-Barcelona 2005).
La crisis del mundo occidental recae en el abandono de sus raíces morales, lo que conduce a una desadaptación creciente respecto del orden natural. De ahí que, ante toda desadaptación del tipo mencionado, corresponde la sugerencia positiva para un retorno a los fundamentos culturales abandonados. El anti-occidentalismo, por el contrario, apunta a la destrucción de las bases judeo-cristianas y greco-romanas, para reemplazarlas por ideologías afines al marxismo y al Islam, que poco o nada tienen que ver con las leyes naturales que conforman el orden natural.
Si tal proceso puede resultar negativo para la humanidad, debería cambiarse la palabra "civilización" por incivilización. Deberíamos dejar de lado el relativismo cultural que impide juzgar cada propuesta "cultural" por los efectos que produce. Actualmente se encubren ciertos hábitos poco favorables a sectores de la sociedad, como es el caso de las mujeres en algunos países islámicos, aduciendo que "son parte de su cultura", dándoles legitimidad, aunque para nada contemplen las leyes naturales asociadas al orden natural.
Estamos inmersos en un proceso de adaptación cultural al orden natural, y por ello debemos considerar cada propuesta en base a los efectos que producen en individuos y sociedades, aceptando lo que favorece tal adaptación, en el sentido que favorece nuestra supervivencia plena, y rechazando todo lo que conduzca a un alejamiento respecto de tal supervivencia. De ahí que la tendencia hacia un totalitarismo teocrático mundial, que se trata de establecer para imponer la visión personal de Mahoma, ignorando totalmente la existencia de leyes naturales, o leyes de Dios, es algo totalmente negativo.
Para que la humanidad abandone los diversos conflictos que caracterizan nuestra época, es necesario recordar que existe un principio de supervivencia individual y colectiva denominada "empatía emocional". Mediante ella tenemos la predisposición a compartir penas y alegrías ajenas como propias, lo que asegura que nunca haremos sufrir a alguien con quien luego compartiremos ese sufrimiento. También trataremos que los demás sean felices para, luego, compartir con ellos esa felicidad. Esto constituye esencialmente la ética bíblica, cuya expresión es el "Amarás al prójimo como a ti mismo". De ahí que las prédicas y la ética de Mahoma poco o nada tienen que ver con la ética bíblica. La guerra santa contra los infieles es algo totalmente opuesto a la ética bíblica.
Como lo que constituye la mentalidad ocidental se caracteriza por sus raíces judeo-cristianas, existe un antioccidentalismo que apunta contra esos fundamentos. Lo extraño del caso es que, desde los propios países europeos, se combate al cristianismo mientras se admite y se promueve el avance demográfico de integrantes de pueblos islámicos que materializarán en el futuro el tan esperado totalitarismo teocrático impulsado desde el Corán.
Al distinguir entre ciencia y sabiduría, asociando la palabra de Mahoma como sabiduría, considerándola superior a la ciencia, no resulta extraño que sólo un científico musulmán haya ganado un Premio Nobel en ciencia, como es el caso del físico Abdus Salam (si bien es posible que algún otro lo haya recibido posteriormente). Si consideramos que los científicos describen las leyes naturales, o leyes de Dios, son éstos los que nos acercan al conocimiento de tales leyes y a la auténtica sabiduría. Sin embargo, desde los sectores antioccidentales establecen una generalización fácil por la cual denigran todo lo que sea occidental. Al respecto leemos:
"La agresión contra Occidente, entre otras cosas, es una agresión contra la mentalidad de Occidente. Los occidentalistas a menudo representan la mentalidad occidental como una suerte de idiotez elevada. Estar provisto de la mentalidad occidental equivale a ser una especie de sabio idiota, mentalmente defectuoso, pero con un don especial para los cálculos aritméticos".
"Se trata de una mentalidad carente de alma, como una calculadora, incapaz de hacer lo que es humanamente importante de veras. La mentalidad occidental es capaz de grandes éxitos económicos, sin duda, y de desarrollar y promocionar el avance de la tecnología, pero no consigue en cambio aprehender las cosas más elevadas de la vida, ya que carece de espiritualidad y del entedimiento necesario del sufrimiento humano".
"La mentalidad occidental, a ojos de los occidentalistas, es una mentalidad truncada, que sirve para hallar la mejor manera de alcanzar una meta determinada, pero que resulta absolutamente inservible para hallar la manera justa. Su aspiración a la racionalidad es una verdad a medias, y es la mitad que menos cuenta".
"Si mediante racionalidad nos referimos a la razón instrumental, al adaptar los medios a los fines, Occidente dispone de muchos medios, pero de muy pocos fines. Según esta óptica, el hombre occidental es un metomentodo hiperactivo, que en todo momento halla el medio adecuado para la finalidad errónea" (De "Occidentalismo" de Ian Buruma y Avishai Margalit-Ediciones Península-Barcelona 2005).
La crisis del mundo occidental recae en el abandono de sus raíces morales, lo que conduce a una desadaptación creciente respecto del orden natural. De ahí que, ante toda desadaptación del tipo mencionado, corresponde la sugerencia positiva para un retorno a los fundamentos culturales abandonados. El anti-occidentalismo, por el contrario, apunta a la destrucción de las bases judeo-cristianas y greco-romanas, para reemplazarlas por ideologías afines al marxismo y al Islam, que poco o nada tienen que ver con las leyes naturales que conforman el orden natural.
sábado, 19 de julio de 2025
Creatividad y edad del intelectual
Si consideramos la edad límite de un jugador de fútbol; edad en la cual comienza su declive impidiéndole seguir desempeñándose como en sus mejores tiempos, podemos decir que tal edad es de unos 40 años. Si a un jugador de fútbol se le pidiera que eligiese, si pudiera, "detener el reloj del tiempo" para poder mantenerse siendo un jugador eficaz, posiblemente elegiría unos 30 años de edad.
Ante una misma "elección", un intelectual elegiría posiblemente los 60 o los 70 años, ya que sus capacidades mentales no han disminuido, contando, además, con la experiencia acumulada durante toda esa vida. Puede decirse que la edad del intelectual puede ser bastante prolongada de tal manera de permitir lograr su mejor obra creativa en sus últimos años de vida. De ahí surgen, posiblemente, las sugerencias médicas de ejercitar la mente en forma similar a la ejercitación recomendada para todo el cuerpo.
Para confirmar todo esto, contamos con la información establecida por José Luis de Imaz en su libro Las raíces del pensar (Emecé Editores SA-Buenos Aires 1990), que se transcribe a continuación. En este caso aparecen, asociadas a cada escritor, la edad en que fallece y luego la edad en que establece su última obra, que en algunos casos puede ser la mejor, o una de las mejores de su vida:
Bertrand Russell......98...........95
Jacques Maritain......91...........87
Albert Schweitzer.....90...........90
Jorge L. Borges.......88...........88
Paulo Freyre..........87...........80
Martin Buber..........87...........87
Carl Jung.............85...........83
Raúl Prebisch.........85...........85
Agatha Christie.......85...........83
Marguerite Yourcenar..85...........85
Sygmund Freud.........82...........82
Margaret Mead.........80...........76
Raymond Aron..........80...........78
María Montessori......79...........79
Arthur Koestler.......78...........74
Arnold Toynbee........78...........78
Mircea Eliade.........78...........78
José Vasconcelos......77...........77
Simone de Beauvoir....76...........73
Giovanni Papini.......74...........72
Pierre Teilhard.......74...........74
Charles Darwin........74...........68
Miguel de Unamuno.....72...........72
En cuanto a los físicos, la edad promedio del mejor descubrimiento es de alrededor de los 38 años, conclusión surgida de un estudio similar realizado por el autor de este blog. En el libro mencionado aparece una lista con los años de mayor productividad de algunos físicos:
Mayor productividad entre los 20 y los 30 años:
Werner Heisenberg. Niels Bohr. Robert Oppenheimer. Enrico Fermi. Ernest Rutherford. Paul Dirac. Albert Einstein.
Mayor productividad entre los 30 y los 40 años:
Erwin Schrödinger. Linus Pauling. Max Born. Otto Stern. Louis de Broglie. Isaac Rabi. Irene Curie. Frédéric Joliot
Ante una misma "elección", un intelectual elegiría posiblemente los 60 o los 70 años, ya que sus capacidades mentales no han disminuido, contando, además, con la experiencia acumulada durante toda esa vida. Puede decirse que la edad del intelectual puede ser bastante prolongada de tal manera de permitir lograr su mejor obra creativa en sus últimos años de vida. De ahí surgen, posiblemente, las sugerencias médicas de ejercitar la mente en forma similar a la ejercitación recomendada para todo el cuerpo.
Para confirmar todo esto, contamos con la información establecida por José Luis de Imaz en su libro Las raíces del pensar (Emecé Editores SA-Buenos Aires 1990), que se transcribe a continuación. En este caso aparecen, asociadas a cada escritor, la edad en que fallece y luego la edad en que establece su última obra, que en algunos casos puede ser la mejor, o una de las mejores de su vida:
Bertrand Russell......98...........95
Jacques Maritain......91...........87
Albert Schweitzer.....90...........90
Jorge L. Borges.......88...........88
Paulo Freyre..........87...........80
Martin Buber..........87...........87
Carl Jung.............85...........83
Raúl Prebisch.........85...........85
Agatha Christie.......85...........83
Marguerite Yourcenar..85...........85
Sygmund Freud.........82...........82
Margaret Mead.........80...........76
Raymond Aron..........80...........78
María Montessori......79...........79
Arthur Koestler.......78...........74
Arnold Toynbee........78...........78
Mircea Eliade.........78...........78
José Vasconcelos......77...........77
Simone de Beauvoir....76...........73
Giovanni Papini.......74...........72
Pierre Teilhard.......74...........74
Charles Darwin........74...........68
Miguel de Unamuno.....72...........72
En cuanto a los físicos, la edad promedio del mejor descubrimiento es de alrededor de los 38 años, conclusión surgida de un estudio similar realizado por el autor de este blog. En el libro mencionado aparece una lista con los años de mayor productividad de algunos físicos:
Mayor productividad entre los 20 y los 30 años:
Werner Heisenberg. Niels Bohr. Robert Oppenheimer. Enrico Fermi. Ernest Rutherford. Paul Dirac. Albert Einstein.
Mayor productividad entre los 30 y los 40 años:
Erwin Schrödinger. Linus Pauling. Max Born. Otto Stern. Louis de Broglie. Isaac Rabi. Irene Curie. Frédéric Joliot
jueves, 17 de julio de 2025
Marxismo y mentiras
Para instaurar el socialismo, los ideólogos marxistas adoptaron estrategias basadas en una doble mentira: describiendo al capitalismo distorsionándolo, asignándole defectos que no tiene, y describiendo al socialismo real distorsionándolo también, pero esta vez considerándolo mucho mejor de lo que realmente es.
Entre las mentiras sobre el capitalismo aparece la visión ecológica del proceso que involucra al cazador y la presa. Los marxistas suponen que el sector productivo, los empresarios, son personas malignas que tratan de vivir a costa de sus empleados y sus clientes, de la misma manera que un animal carnívoro se alimenta matando a sus presas. Luego de adoptar esta visión, suponen que, como ocurre en la naturaleza animal, donde el cazador evita eliminar a todas sus presas, ya que así moriría por falta de alimentos. De ahí que, según los marxistas, los empresarios pagan a sus empleados sólo un mínimo para apenas permitir su supervivencia. También algunos ideólogos aducen que "los ricos se harán cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres", por lo que las empresas ya no tendrían a quienes vender sus productos y finalmente tendrían que cerrar sus puertas.
Algo así puede ocurrir en sociedades con muy pocos empresarios, por lo que en ese caso no existe tal cosa como un mercado competitivo. La economía de mercado, o capitalismo, es algo distinto, ya que supone la existencia de competencia entre empresarios y entre compradores. Todo sistema económico sin mercado competitivo, no es capitalismo. En un sistema capitalista, por el contrario, el principal capital de una empresa es el capital humano, ya sea considerando a sus empleados como considerando a sus clientes, por lo cual todo buen empresario "cuida de la mejor manera a su capital". Si el empresario no cuida su capital humano, éste se irá a las empresas competidoras, por lo que la visión marxista del cazador y su presa, poco o nada tiene que ver con el capitalismo real. Y si, efectivamente ocurren casos de cazador y presa, se trata de empresas que, a la corta o a la larga, cerrarán sus puertas.
Respecto de la acusación de que bajo un sistema capitalista existe concentración de poder económico, como es el caso de los monopolios, se trata justamente de economías con ausencia de empresas competidoras, como antes se dijo. Esta situación no deseable puede conducir a la empresa monopólica a cobrar precios excesivos por sus productos. Sin embargo, si ello ocurre, es muy posible que despierte la atención de futuros competidores. Lo absurdo de la cuestión es que, desde el marxismo se propone eliminar la posibilidad de monopolios privados mediante la creación de un monopolio estatal muchísimo mayor, tal el caso del Estado socialista que surge como consecuencia inmediata de abolir la propiedad privada de los medios de producción.
Otro aspecto a considerar es que, en las economías de mercado, el nivel de los sueldos de los empleados depende en forma directa del capital productivo invertido por las empresas. Mayor cantidad de capitales implica mayor nivel de sueldos, aunque los marxistas opinen que, "a mayor capitalismo, mayor explotación laboral".
Acerca de la ausencia de empresas o de consumidores, leemos al respecto: "Si un monopolio es una economía en la que sólo hay un vendedor, un monopsonio es una economía en la que sólo hay un comprador. En un monopolio, el único vendedor tiene el poder de fijar precios. Por el contrario, en un monopsonio, es el único comprador quien tiene el poder de fijar precios".
"Los economistas predicen que, en un monopolio, el precio se elevará por encima de los niveles competitivos. Cuando sólo hay un vendedor de agua, por ejemplo, es probable que el precio del agua sea alto. Los economistas predicen que, por el contrario, en un monopsonio, el precio caerá por debajo de los niveles competitivos. En el mercado laboral, por ejemplo, si sólo un empleador está contratando trabajadores, es probable que el precio de la mano de obra sea bajo" (De "La sociedad del intercambio" de C. Johnson, R. Lusch y D. Schmidtz-Grupo Unión-Buenos Aires 2020).
Donde más se cumplen las falsas críticas marxistas acerca del capitalismo es precisamente bajo los sistemas socialistas. Como existe una sola empresa, que es el monopolio estatal, es la que decide todos los precios, beneficiando principalmente a la clase dirigente socialista. Además, al ser la única empresa, es la única que ofrece puestos de trabajo, por lo que también el nivel de los sueldos viene impuesto por el Estado. Los bajos sueldos deben ser aceptados por cuanto no existen alternativas de posibles traslados a empresas que no existen. De ahí que surja la gran diferencia económica y social entre la clase dirigente comunista y la clase trabajadora en la supuesta "sociedad sin clases sociales".
Los citados autores agregan: "El análisis económico estándard nos dice que, si la competencia por el lado del comprador en el mercado laboral fuese tan intensa como la competencia por el lado del vendedor, entonces los salarios aumentarán a un nivel que coincida con lo que vale la mano de obra de un trabajador. Si Henry Ford está tratando de ingresar al mercado de automóviles, entonces se incorpora al respectivo mercado laboral y recluta a los trabajadores de Chevrolet, tanto a los mejor pagados como a los peor pagados, ofreciéndoles un salario más alto para que trabajen para Ford".
"Chevrolet responde. Al darse cuenta de que su rentabilidad depende de retener a sus trabajadores más productivos, Chevrolet intenta retenerlos y para eso iguala la oferta de Ford. Ni Ford ni Chevrolet quieren ofrecer a los trabajadores más de lo que valen, pero, en última instancia, si los trabajadores de Ford valen más de lo que Ford está pagando, y si Ford tiene competidores, uno de los competidores de Ford ofrecerá a esos trabajadores mal pagados al menos un poco más para que cambien de empleador".
"Por lo tanto, el ideal económico sería que tanto los compradores como los vendedores, los dos lados del mercado laboral, sean competitivos. Es la competencia la que previsiblemente da como resultado que los trabajadores reciban aproximadamente lo que valen".
Las mentiras marxistas acerca del capitalismo real resultan bastante cercanas a la verdad sobre el socialismo real. De ahí que tiene validez aquel consejo a los socialistas surgido desde sectores liberales: "Mientras ustedes sigan mintiendo sobre nosotros, seguiremos diciendo la verdad acerca de ustedes". Jean-Françoise Revel escribió: "La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira" (De "El conocimiento inútil"-Editorial Planeta SA-Barcelona 1989).
Entre las mentiras sobre el capitalismo aparece la visión ecológica del proceso que involucra al cazador y la presa. Los marxistas suponen que el sector productivo, los empresarios, son personas malignas que tratan de vivir a costa de sus empleados y sus clientes, de la misma manera que un animal carnívoro se alimenta matando a sus presas. Luego de adoptar esta visión, suponen que, como ocurre en la naturaleza animal, donde el cazador evita eliminar a todas sus presas, ya que así moriría por falta de alimentos. De ahí que, según los marxistas, los empresarios pagan a sus empleados sólo un mínimo para apenas permitir su supervivencia. También algunos ideólogos aducen que "los ricos se harán cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres", por lo que las empresas ya no tendrían a quienes vender sus productos y finalmente tendrían que cerrar sus puertas.
Algo así puede ocurrir en sociedades con muy pocos empresarios, por lo que en ese caso no existe tal cosa como un mercado competitivo. La economía de mercado, o capitalismo, es algo distinto, ya que supone la existencia de competencia entre empresarios y entre compradores. Todo sistema económico sin mercado competitivo, no es capitalismo. En un sistema capitalista, por el contrario, el principal capital de una empresa es el capital humano, ya sea considerando a sus empleados como considerando a sus clientes, por lo cual todo buen empresario "cuida de la mejor manera a su capital". Si el empresario no cuida su capital humano, éste se irá a las empresas competidoras, por lo que la visión marxista del cazador y su presa, poco o nada tiene que ver con el capitalismo real. Y si, efectivamente ocurren casos de cazador y presa, se trata de empresas que, a la corta o a la larga, cerrarán sus puertas.
Respecto de la acusación de que bajo un sistema capitalista existe concentración de poder económico, como es el caso de los monopolios, se trata justamente de economías con ausencia de empresas competidoras, como antes se dijo. Esta situación no deseable puede conducir a la empresa monopólica a cobrar precios excesivos por sus productos. Sin embargo, si ello ocurre, es muy posible que despierte la atención de futuros competidores. Lo absurdo de la cuestión es que, desde el marxismo se propone eliminar la posibilidad de monopolios privados mediante la creación de un monopolio estatal muchísimo mayor, tal el caso del Estado socialista que surge como consecuencia inmediata de abolir la propiedad privada de los medios de producción.
Otro aspecto a considerar es que, en las economías de mercado, el nivel de los sueldos de los empleados depende en forma directa del capital productivo invertido por las empresas. Mayor cantidad de capitales implica mayor nivel de sueldos, aunque los marxistas opinen que, "a mayor capitalismo, mayor explotación laboral".
Acerca de la ausencia de empresas o de consumidores, leemos al respecto: "Si un monopolio es una economía en la que sólo hay un vendedor, un monopsonio es una economía en la que sólo hay un comprador. En un monopolio, el único vendedor tiene el poder de fijar precios. Por el contrario, en un monopsonio, es el único comprador quien tiene el poder de fijar precios".
"Los economistas predicen que, en un monopolio, el precio se elevará por encima de los niveles competitivos. Cuando sólo hay un vendedor de agua, por ejemplo, es probable que el precio del agua sea alto. Los economistas predicen que, por el contrario, en un monopsonio, el precio caerá por debajo de los niveles competitivos. En el mercado laboral, por ejemplo, si sólo un empleador está contratando trabajadores, es probable que el precio de la mano de obra sea bajo" (De "La sociedad del intercambio" de C. Johnson, R. Lusch y D. Schmidtz-Grupo Unión-Buenos Aires 2020).
Donde más se cumplen las falsas críticas marxistas acerca del capitalismo es precisamente bajo los sistemas socialistas. Como existe una sola empresa, que es el monopolio estatal, es la que decide todos los precios, beneficiando principalmente a la clase dirigente socialista. Además, al ser la única empresa, es la única que ofrece puestos de trabajo, por lo que también el nivel de los sueldos viene impuesto por el Estado. Los bajos sueldos deben ser aceptados por cuanto no existen alternativas de posibles traslados a empresas que no existen. De ahí que surja la gran diferencia económica y social entre la clase dirigente comunista y la clase trabajadora en la supuesta "sociedad sin clases sociales".
Los citados autores agregan: "El análisis económico estándard nos dice que, si la competencia por el lado del comprador en el mercado laboral fuese tan intensa como la competencia por el lado del vendedor, entonces los salarios aumentarán a un nivel que coincida con lo que vale la mano de obra de un trabajador. Si Henry Ford está tratando de ingresar al mercado de automóviles, entonces se incorpora al respectivo mercado laboral y recluta a los trabajadores de Chevrolet, tanto a los mejor pagados como a los peor pagados, ofreciéndoles un salario más alto para que trabajen para Ford".
"Chevrolet responde. Al darse cuenta de que su rentabilidad depende de retener a sus trabajadores más productivos, Chevrolet intenta retenerlos y para eso iguala la oferta de Ford. Ni Ford ni Chevrolet quieren ofrecer a los trabajadores más de lo que valen, pero, en última instancia, si los trabajadores de Ford valen más de lo que Ford está pagando, y si Ford tiene competidores, uno de los competidores de Ford ofrecerá a esos trabajadores mal pagados al menos un poco más para que cambien de empleador".
"Por lo tanto, el ideal económico sería que tanto los compradores como los vendedores, los dos lados del mercado laboral, sean competitivos. Es la competencia la que previsiblemente da como resultado que los trabajadores reciban aproximadamente lo que valen".
Las mentiras marxistas acerca del capitalismo real resultan bastante cercanas a la verdad sobre el socialismo real. De ahí que tiene validez aquel consejo a los socialistas surgido desde sectores liberales: "Mientras ustedes sigan mintiendo sobre nosotros, seguiremos diciendo la verdad acerca de ustedes". Jean-Françoise Revel escribió: "La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira" (De "El conocimiento inútil"-Editorial Planeta SA-Barcelona 1989).
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