domingo, 23 de noviembre de 2025

Felicidad vs. Infelicidad

La existencia de la empatia emocional, por la cual tenemos la predisposición a compartir penas y alegrías ajenas como propias, resulta ser el principal factor de supervivencia. Luego, si adquirimos tal predisposición, se observará que el grado de felicidad adquirido es superior al logrado bajo otras actitudes o predisposiciones. De ahí que, en principio, puede decirse que la felicidad se logra junto a nuestra capacidad para la preservación de la vida humana.

Puede decirse, además, que la verdadera felicidad es la que, de alguna manera, puede transmitirse a los demás a través de la empatía emocional. Por el contrario, si alguien se jacta de poseer muchos bienes materiales, que garantizarían sus posibilidades de lograr placeres en cantidad, haciendo cierta ostentación de superioridad, muestra un incompleto entendimiento de lo que la felicidad implica, alejándose del criterio de supervivencia impuesto por el orden natural.

Otra consecuencia de la ostentación de riquezas, que por lo general genera envidia en los demás, es la evidencia de los falsos motivos para la envidia, ya que se siente envidia, no por la felicidad ajena, sino por la aparente felicidad ajena. Si es absurdo proceder en forma ostentosa, mucho más absurdo es proceder en forma envidiosa. De ahí que el camino hacia la felicidad, asociado a los bienes materiales, produce efectos opuestos a los provocados por la empatía emocional.

Muchas veces encontramos expresiones como que “no existe la naturaleza humana” y que, por lo tanto, no existiría un marco natural que “aceptara” o “rechazara” las distintas teorías elaboradas respecto de la felicidad. Por el contrario, podemos denominar “naturaleza humana” al resultado de millones de años de evolución biológica que han conformado nuestros atributos corporales y psíquicos, que son la esencia de los estudios establecidos por la psicología.

Las teorías de la felicidad, por lo tanto, pueden entrar en el ámbito de la ciencia experimental y por ello mismo admitir cierta contrastación empírica, ya que es posible, en principio, evaluar los resultados de tales teorías. Sin embargo, no es frecuente encontrar en los libros de psicología, o de psicología social, un capítulo titulado “Teorías de la felicidad”. Quizá ello se deba a que la felicidad implica un estudio poco accesible a la verificación experimental, si bien se han realizado estudios concretos al respecto.

Entre las teorías establecidas, aparece la que sintetiza la felicidad en la siguiente fórmula:

F = B + C + V

Significando tales letras, lo siguiente:

Felicidad = Biología + Condiciones de vida (relaciones humanas) + Actividades voluntarias (sentido de la vida)

Esta síntesis implica que la felicidad individual depende principalmente de nuestra herencia genética, si bien está a nuestro alcance lograr el óptimo que permite tal herencia.

Respecto a las Condiciones de vida, se establece que el nivel de felicidad logrado depende bastante de nuestros vínculos sociales, o de nuestras relaciones humanas; vínculos que dependen esencialmente de la empatía emocional.

En cuanto a las Actividades voluntarias, pueden asociarse a los objetivos personales que orientan nuestra vida y le dan un sentido adicional a la misma.

Seguramente que alguien podrá decir que todo esto es algo evidente, si bien ha sido necesario un trabajo intenso por parte de sus autores. Se recomienda reproducir un video de youtube en el cual Axel Kaiser describe esta teoría. El título de la conferencia es: El progreso de la infelicidad, en el canal Fundación para el Progreso.

Otro aspecto a considerar se sintetiza en una imagen utilizada en la conferencia, en la cual se exhibe un elefante con un jinete montado. El jinete dirige al elefante, aunque éste no siempre obedece. El jinete representa nuestra racionalidad mientras que el elefante representa nuestras emociones.

De ahí que los seres humanos hemos de considerarnos como "seres emocionales que razonan" en lugar de "seres racionales con empatía".

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