domingo, 15 de enero de 2023

Egoísmo, sólo derechos, empatía nula, vandalismo.....argentinos

En una época caracterizada por la promoción de los derechos individuales, mientras apenas se nombran los deberes correspondientes, se promociona en realidad un egoísmo exagerado que se advierte en el pobre respeto por las leyes y por los derechos de los demás. Así, cada argentino sólo piensa en sus derechos, en forma egoísta, por lo cual tiende a limitar severamente su empatía (ponerse imaginariamente en el lugar de los demás) siendo la falta de respeto por las leyes y por los demás, una consecuencia inevitable.

Al respecto podemos leer: "Lo concreto, el dato duro, es que la mayoría de los ciclistas no cumple las normas de tránsito. En eso coinciden las ONG que estudian el comportamiento del tránsito en el país. Los policías ven que pasan en rojo y no los paran, ni siquiera para concientizarlos. Es que los agentes de Tránsito no saben cómo actuar".

"La entidad civil Luchemos por la Vida hizo un relevamiento en 2021 en la Ciudad de Buenos Aires que arrojó resultados sorprendentes. Tome nota: el 95% de los bikers [ciclistas] no respeta la prioridad peatonal, el 84% no se detiene ante los semáforos en rojo, el 98% no hace señales con sus brazos para informar cambios en su desplazamiento, y el 71% no usa casco de protección" (De www.diariouno.com.ar).

Los peatones no son una excepción, ya que la prioridad de paso se interpreta como una prioridad absoluta incluso cuando sólo está permitido por el semáforo el paso de un automóvil. Cuando ambos, automóvil y peatón, están habilitados para pasar, la prioridad es del peatón; prioridad que pocas veces es renunciada para evitar una larga fila de autos en espera para doblar. La cortesía parece ser una cuestión del pasado y el paso lento es una muestra de jactancia por los "derechos plenos" adquiridos.

La actitud del peatón, e incluso del automovilista, no difiere demasiado de la actitud del ciclista, por cuanto una misma persona puede estar en tales situaciones en diferentes momentos. Lo destacable del caso es que una nación no puede funcionar aceptablemente con tales comportamientos generalizados. Los políticos suponen, ingenua o perversamente, que con las leyes que ellos promulgan pero que pocos respetan, van a solucionar los graves problemas de la sociedad.

Otro aspecto negativo a destacar es la vandalización de frentes de locales y viviendas, con pintadas y garabatos que, pareciera, tienen como fin destruir toda posible estética de una edificación. No confundir con el arte callejero que surge del consentimiento de los dueños de la propiedad a pintar. Tampoco se observa a alguien del sector estatal que trate de impedir la importante vandalización observada.

1 comentario:

agente t dijo...

Al sufrimiento estético que producen las pintadas suele añadirse el que produce el mensaje que pretenden transmitir, pues suele ser irrespetuoso y cerril. Y para colmo tampoco es raro que contengan fallos ortográficos clamorosos.