jueves, 5 de agosto de 2021

Combatiendo al capital

La expresión "combatiendo al capital", indentificada con la mentalidad peronista, implica un combate contra las empresas, los empresarios, la economía de mercado y el ahorro productivo. De ahí la justificación de imponerle al sector productivo un excesivo nivel de impuestos. Al ser casi confiscatorios, ha generado un éxodo de empresas y capitales y una muy pobre predisposición a la inversión.

La falta de empresarios y la vigencia de una mentalidad desfavorable a la formación de empresas son las principales causas de la pobreza de los pueblos del Tercer mundo, ya que, habiendo necesidades y desocupados, lo que falta es el vínculo que los reúna, aunque Carlos Mugica, sacerdote católico elogiado por Jorge Bergoglio, piense lo contrario: “Una sociedad en la que se realicen plenamente los valores cristianos, será una sociedad sin empresarios”.

La baja productividad de las economías socialistas se debe, entre otros aspectos, a la ausencia de incentivos materiales para el trabajador, Sin embargo, Mugica apoyaba esa causa de baja productividad: “Las famosas leyes económicas, de las cuales se ha hablado tanto, son leyes que a lo mejor hay que criticar desde las bases, porque el principio que las fundamenta es falso, porque es el principio del lucro”.

“Si hoy todos los que se dicen católicos en la Argentina pusieran todas sus tierras en común, todas sus casas en común, no habría necesidad de reformas agrarias, no habría necesidad de construir una sola casa”.

“Yo personalmente, como miembro del movimiento del Tercer Mundo, estoy convencido que en la Argentina solo hay una salida a través de una revolución, pero una revolución verdadera, es decir simultánea: cambio de estructuras y cambio de estructuras internas. Como decían los estudiantes franceses de mayo del 68, tenemos que matar al policía que tenemos adentro, al opresor que tenemos adentro […] El cristiano, entonces, tiene que estar dispuesto a dar la vida”. (De “Una vida para el pueblo”-Pequén Ediciones-Buenos Aires 1984).

A continuación se transcribe un artículo del economista Roberto Cachanosky:

Todo lo que tiene para ofrecer el populismo K es poder comprar un par de zapatos en 12 cuotas

Mientras otra cadena de electrodomésticos se presentaba en convocatoria de acreedores, el presidente Alberto Fernández anunciaba, con bombos y platillos, el relanzamiento de Ahora 12 pero con la posibilidad de financiar compras hasta en 30 meses.

Al encabezar en forma virtual un acto para anunciar la ampliación del programa “Ahora 12”, el presidente Alberto Fernández dijo que su administración tiene un “plan de salida” para la crisis.

¿Qué se puede comprar ahora 12 en cuotas? Por ejemplo, un par de zapatos. El anuncio luce bastante patético porque en los países normales la gente paga al contado los zapatos y en cuotas su vivienda. En el populismo argentino ocurre al revés.

Explico lo ridículo de la situación. El salario promedio que informa el Ministerio de Trabajo para el asalariado registrado estable está en $86.000 mensuales. Si esa persona quiere comprarse un departamento de 50 metros cuadrados en una zona económica como Villa Lugano, ¿cuántos años tendría que ahorrar para poder comprar al contado un departamento, dado que el crédito hipotecario en Argentina es prohibitivo?

Por empezar hay que utilizar el tipo de cambio libre o financiero para poder hacer la cuenta porque el vendedor quiere dólares. En Argentina las propiedades se cotizan en dólares y se hacen las operaciones con los billetes a la vista, independientemente si hay cepo, control de cambios u otras restricciones.

En el caso aludido, un departamento en Villa Lugano de 50 metros cuesta US$ 70.000 tomando un precio por metro cuadrado de USD 1.400. Ahora bien, el trabajador que gana $86.000 por mes, al tipo de cambio del mercado blue, equivale a unos USD 570 mensuales.

Si se supone que ese trabajador consume muy poco y vive con el 50% de sus ingresos, podría ahorrar USD 285 mensuales. Es decir, que para poder comprarse al contado el departamento de 50 metros cuadrados en Villa Lugano tiene que ahorrar 20 años, sin contar el costo de la escribanía, la inmobiliaria y los impuestos para el registro que representa entre 5% y 6%, equivalente a otros 14 meses más de ahorro.

Obviamente, dichos 20 años surgen de suponer que no hay inflación en dólares durante ese período y el salario equivalente en dólares al cambio libre se mantiene constante.

De más está decir que un joven que entra al mercado laboral, si tiene la suerte de conseguir trabajo con ese sueldo mensual inicial, tiene que esperar 20 años para poder comprarse su propiedad, y mientras tanto vivir en la casa de sus padres, para no pagar alquiler.

Como el tiempo de espera es muy largo, el Gobierno le ofrece como consuelo comprarse un par de zapatos en 12 cuotas y otros productos a pagar en 30 meses, como si con eso le estuviera dando la gran oportunidad de progreso de su vida.

Mercado de capitales devaluado

¿Por qué ocurre esta locura? Porque el populismo siempre vio al mercado de capitales como el enemigo que especula y no produce, cuando no es otra cosa que el lugar en el cual los que generan ahorro lo ofrecen a quienes demandan crédito para consumir o invertir, a través de un intermediario idóneo registrado.

Una gran oportunidad para que los jóvenes actuales pudieran comprarse una vivienda a créditos pagables hubiese existido si el kirchnerismo no hubiera confiscado los ahorros de los trabajadores que voluntariamente habían optado por las AFJP.

Actualmente, las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) en Chile administran USD 200.000 millones de ahorro de largo plazo que pueden prestarlo a los que quieren comprarse un departamento o una casa.

Para tener una idea de qué representa ese monto, el total de depósitos del sector privado en el sistema financiero argentino suma apenas el equivalente a unos USD 41.000 millones, es decir que en Chile las AFJP administran ahorros para prestar que son 5 veces más grandes.

Y cabe nota, que la mitad de esos depósitos son colocaciones a la vista para transacciones corrientes. De ahí que si se hace una comparación homogénea, surge que Chile tiene 10 veces más ahorro de largo plazo que los depósitos a plazo fijo del sistema financiero argentino.

Cuando en 2008 el kirchnerismo se apropió con los ahorros de la gente en nombre de la solidaridad social, destruyó el ahorro de largo plazo que se estaba formando. Se lo apropió y lo utilizó para financiar políticas populistas de gasto público, que no detuvieron el aumento de la deuda de la Administración Central. Por lo tanto, si hoy los jóvenes no pueden acceder a una vivienda es culpa de ese populismo impulsado por el kirchnerismo.

La administración pública financia el déficit fiscal con aumento de la deuda de la Administración Central (Secretaría de Finanzas).

Agrego a esa locura la pesificación previa de los depósitos en 2002 que dispuso el mini gobierno de Eduardo Duhalde, la ausencia de moneda y la persecución del Estado a todo aquel que ahorra, haciéndole pagar el denominado Impuesto a la Riqueza, más todos los gravámenes que se cobran sobre las cuentas bancarias.

De ahí que hoy en la Argentina los depósitos privados en el sistema financiero representan apenas 16% del PBI, muy por debajo del 54% a 55% del PBI que significan en Brasil o Chile.

Además, es imposible que mejoren los ingresos reales si no se promueve la inversión bruta interna fija, que cayó a niveles muy bajos.

Como puede verse en el gráfico, en pesos constantes de 2004 la inversión fija no creció entre 2010 y 2016, y se encuentra en caída sostenida desde 2019. Esa es una de las causas por la que no se genera trabajo y se mantiene mal remunerado.

El populismo, combatiendo al capital, destruyendo la moneda y el mercado de capitales, ha conseguido que los argentinos terminemos financiando el crecimiento y la inversión de los países desarrollados porque, quien puede, fuga sus capitales en busca de seguridad jurídica.

Para paliar ese cuadro los populistas originarios buscan conformar a la gente con la posibilidad de poder comprar un par de zapatos en 12 cuotas gracias al Ahora 12. Esto es todo lo que tiene para ofrecer, no mucho más.

(De www.infobae.com)

1 comentario:

agente t dijo...

El programa Ahora 12 me ha traído a la memoria una iniciativa del gobierno español, allá por los años 2006 y 2007, para ayudar a los jóvenes a encontrar una solución habitacional (así llamaba el ejecutivo al acceso a la vivienda) consistente en un portal de internet donde se agrupaban la legislación, planes, ayudas, direcciones útiles y páginas web relativas a la vivienda de todos los niveles administrativos (central, autonómico y local), es decir, nada que hiciese bajar unos precios en constante alza debida a la descontrolada burbuja del sector inmobiliario y que los hacía prohibitivos para las economías humildes y medias, pero que se hizo famoso por el añadido cínico que acompañaba a dicho  despliegue informático consistente en el regalo de unas zapatillas deportivas a quienes las solicitasen, dando a entender claramente que no había más remedio que patearse las calles en busca de una oportunidad que permitiera el acceso a la ansiada vivienda y la consiguiente emancipación personal.