viernes, 3 de noviembre de 2023

La "democracia" argentina

Existen ciertas semejanzas entre la democracia económica (mercado) y la democracia política, ya que implican procesos competitivos en los cuales, en el caso del mercado, los consumidores tienden a adquirir productos a los comerciantes que mejores mercaderías y precios les ofrecen. Análogamente, los votantes tienden a votar a favor de los candidatos que mejor gobiernan pensando en el beneficio de todos (y muchas veces en su beneficio personal).

El proceso del mercado se distorsiona cuando los consumidores, por alguna razón, comienzan a adquirir sus productos en aquellos lugares que ofrecen marcancías a precio más caro y de menor calidad. Algo parecido ocurre con la "democracia" argentina cuando gran parte del electorado tiende a apoyar con su voto a los candidatos que peor gestionan al Estado.

Recientemente, un político peronista de alto rango (Insaurralde), de la Provincia de Buenos Aires, aparece en Internet en una salida con una modelo por playas europeas, a bordo de un costoso yate, en franca ostentación de lujo y poder, con el dinero del Estado de un país con más del 40% de pobreza. Además trascendió que indemnizó a su ex esposa con una suma de 30 millones de dólares. En un país civilizado, tal burla a la sociedad le hubiese costado su carrera política, pero en las elecciones que siguieron a tal hecho, resultó ganador para una intendencia en dicha provincia.

La explicación más simple consiste en que gran parte del electorado considera que el que se hace millonario robando al pueblo, vía Estado, es "más vivo" que el resto, y ello habria de garantizar un "mejor gobierno". Además, la riqueza personal mediante el robo a la sociedad es la secreta ambición (o sueño) de muchos argentinos, ya que es la vía hacia la riqueza, la vagancia y la venganza contra una sociedad que desprecian.

A nivel nacional la cosa es más seria, ya que el candidato más votado (antes del próximo balotaje) es Sergio Massa, el actual Ministro de Economía que ha llevado la inflación (y la pobreza subsiguiente) a niveles alarmantes. Mientras que, hace algunas décadas atrás, los presidentes que no podían resolver la situación económica, preferían responsablemente renunciar a su cargo, en los últimos tiempos, en situaciones semejantes, pretenden ser reelegidos.

Veamos en qué consiste la "inflación de Massa". Esto puede sintetizarse en que, con un 12% de inflación mensual, existe una duplicación de precios cada 6 meses, aproximadamente:

Precio inicial: 100
Al mes 1: 112
Al mes 2: 125,44
Al mes 3: 140,49
Al mes 4: 157,35
Al mes 5: 176,23
Al mes 6: 197,38

Con este ritmo de inflación, veamos lo que ocurre al cabo de un año:

Precio en Enero: 100
Precio en Junio: 200
Precio en Diciembre: 400

Esto implica que los precios, en promedio, se cuadruplican a lo largo de un año, mientras que los sueldos crecen mucho menos, en la mayoría de los casos. Sin embargo, esto no presenta ningún inconveniente para casi la mitad del electorado, que manifiesta como intención de voto apoyar a quien irresponsablemente emite dinero en grandes cantidades, para la "compra de votos", con el aumento posterior de la inflación. A este candidato lo mueve la ambición de llegar a dirigir el Poder Ejecutivo, cueste lo que cueste, aún con la posible destrucción de la Nación a niveles poco imaginables.

1 comentario:

agente t dijo...

En España también existe un predominio mayoritario del votante necio, que vota en contra de sus intereses. De hecho, se vota por lo que dicen los candidatos, no por lo que hacen. De otro modo no se explican los resultados realmente dados.