jueves, 17 de noviembre de 2022

A contramano de la evolución biológica

Conducir a contramano un automóvil implica grandes probabilidades de producir un serio accidente; de ahí que resulta ser la analogía adecuada para advertir que ir "a contramano de la evolución biológica" puede llevar a la humanidad a serios conflictos sociales. En realidad, ya estamos conduciéndonos en ese sentido "prohibido" por las leyes naturales enterándonos de ello principalmente por sus consecuencias.

También algunos autores simbolizan los conflictos sociales aduciendo que "vamos en contra de la historia" o bien "en contra de los designios de Dios". La expresión asociada a la evolución biológica proviene de la visión científica del universo; un universo regido por leyes naturales invariantes que materializan el orden natural. Dicho orden genera la vida inteligente mediante un proceso biológico evolutivo que apunta a nuestra adaptación a dichas leyes junto a nuestra supervivencia como especie.

A cargo del ser humano queda la evolución cultural como una continuación del proceso biológico, promoviendo también la adaptación al orden natural asociada a nuestra supervivencia. La evolución cultural brinda a la humanidad un sentido, como también lo otorga a todo individuo, esta vez como un sentido de la vida que se ha de agregar a los diversos sentidos de la vida individuales, elegidos por propia voluntad personal.

En épocas pasadas encontramos a Marco Tulio Cicerón quien advierte la existencia de una ley natural que debemos respetar y acatar. Tal acatamiento se ha de evidenciar en las relaciones y vínculos entre las personas, lo que le otorga una validez esencial desde el punto de vista de la evolución cultural.

Sin embargo, aparece una visión negadora de tal postura asociada a los escritos de San Agustín, quien observa la realidad bajo la perspectiva de la existencia de un Dios que interviene en los acontecimientos humanos, descalificando como "paganos" a quienes observan una ley natural invariante, sin interrupciones de ningún tipo. Al respecto leemos: "La diferencia de perspectiva es evidente: Cicerón habla de la justicia, fundamentalmente, como de un determinado tipo de relación entre los hombres; Agustín la considera la recta relación entre Dios y el hombre. Si nos fuera permitida la imagen, diríamos que el primero se maneja en una dimensión horizontal, la que se da exclusivamente en el mundo; el segundo lo hace en una dimensión vertical, la que se da entre el mundo y lo trascendente. Por tanto, Cicerón usa una noción jurídico-política de justicia, y cuando Agustín alude a este concepto, tiene presente al «justo» en sentido bíblico, o sea, al santo" (Magnavacca)(Citado en "Teorías y proyectos políticos" de M.D. Boeri y A.D. Tursi-Editorial DOCENCIA-Buenos Aires 1992).

Si tenemos presente el mandamiento bíblico del "amor al prójimo", se advierte la "horizontalidad" de la propuesta cristiana, por lo que la "verticalidad" extrema no es otra cosa que la mutilación parcial de la religión moral.

Podemos encontrar varios indicios de la marcha en contra de la evolución biológica y de la evolución cultural correspondiente; una de ellas es la "educación" sexual a los niños de corta edad a los cuales no se los instruye tanto en los valores morales, asociados a los aspectos emocionales, sino que se les induce a "elegir" una sexualidad que puede, o no, coincidir que aquella que traen de nacimiento. Ello deriva de la actual tendencia a la mutilación de lo espiritual (o del alma) en favor de los órganos sexuales, que serán los que decidirán las acciones y objetivos asociados al "homo placentero", que poco o nada tienen que ver con los objetivos de adaptación y supervivencia asociados a la evolución biológica.

Otro de los síntomas observables en estas épocas de decadencia es la masiva adhesión de la gente a favor de personajes siniestros que exaltan el odio y el asesinato selectivo como una norma de vida. Así, para muchos, la Revolución socialista legitima sus crímenes, pero si alguien intenta defenderse, invocan a los "derechos humanos" que los demás deberían respetar, principalmente en el terrorista revolucionario.

El proceso evolutivo, guiado por mutaciones seleccionadas mediante "prueba y error", avanza priorizando lo que mejor se adapta a la supervivencia de toda especie. También la ciencia experimental, mediante "prueba y error", tiende a seleccionar la descripción que mejor se adapta a la realidad. Sin embargo, la mayoría, cuando aplica tal método, tiende a aceptar lo que peor se adapta a los fines adaptativos y de supervivencia, como es el caso de los sistemas económicos, en especial el socialismo.

La causa principal de tales errores radica en el reemplazo, en los cerebros individuales, de la propia realidad con sus leyes naturales, por ideologías poco compatibles con el orden natural, propuestas por individuos que ni siquiera las tienen en cuenta, por lo cual se materializa el gobierno mental del hombre sobre el hombre con los magros resultados de siempre.

1 comentario:

agente t dijo...

La doble vara de medir de la izquierda es legendaria.