jueves, 7 de octubre de 2021

La Economía (y la Política) en una lección

Así como es posible adoptar un criterio general para orientar las decisiones que se establecen en economía, también es posible hacerlo en política. Ello se debe a que existe una relación cercana entre una y otra de estas actividades descritas por sus respectivas ramas de la ciencia social.

En el caso de la política se considera que tal actividad tiene como finalidad adoptar decisiones, por parte del gobierno, bajo el punto de vista de la administración del Estado, dejando un tanto de lado la política maquiavélica que centra su atención en el arribo al poder y en su posterior mantenimiento. La descripción de las diversas modalidades para la conquista y el mantenimiento del poder, tiene que ver mucho más con la psicología y la ética que con la administración.

Teniendo presente que las ciencias sociales constituyen un cuerpo unificado de conceptos y objetivos, o que así debería ser, el criterio unificador podría ser el propuesto por Henry Hazlitt, quien escribió: "El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores" (De "La Economía en una lección"-Unión Editorial SA-Madrid 1981).

Este criterio debería establecerse para la política, de tal manera que quedaría así: "El arte de la Política consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o decisión y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal acto o decisión no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores".

Adviértase que este criterio contempla a todos los sectores e individuos, evidenciándose la igualdad esencial que debe asociarse a toda ciencia social experimental, ya que, como tal, deberá tener presentes las leyes naturales que rigen la conducta y los comportamientos de todos y cada ser humano en particular.

Si bien se considera que algunas ramas de las ciencias sociales son descriptivas y otras normativas, como la Ética, debe tenerse presente que, antes de establecerse una sugerencia ética, debe describirse el comportamiento social asociado a nuestra naturaleza humana. De ahí que todas las ramas de las ciencias sociales deberían adoptar ambas modalidades, es decir, descriptivas y normativas.

El criterio de Hazlitt es el establecido generalmente en la Ética y en la religión moral, ya que toda Ética objetiva debe incluir a todos los seres humanos (el prójimo), regidos por leyes naturales, y que deben contemplarse los efectos tanto mediatos como inmediatos de toda actitud adoptada, teniendo presente que tales consecuencias son los efectos necesarios asociados a la existencia de la invariabilidad de la ley natural.

Henry Hazlitt escribió: "La Economía se halla asediada por mayor número de sofismas que cualquier otra disciplina cultivada por el hombre. Esto no es simple casualidad, ya que las dificultades inherentes a la materia, que en todo caso bastarían, se ven centuplicadas a causa de un factor que resulta insignificante para la Física, las Matemáticas o la Medicina: la marcada presencia de intereses egoístas".

1 comentario:

agente t dijo...

Una cosa es la teoría y otra la práctica de la política. Hoy en día las democracias de corte occidental se basan únicamente en las premisas tácticas de la economía consumista trasladadas al ámbito político. Sólo se atiende a la satisfacción de los intereses cortoplazistas tanto de los propios políticos como de los electores, dejando de lado la necesaria visión que los estados o naciones deben tener sobre su persistencia y conservación, es decir, el largo plazo o los principios y valores fundamentados y fundamentales que justifican su existencia. A este respecto se suele comentar que sólo quedan dos estados en el mundo que planifican a largo plazo, el Vaticano y China, y en el primer caso yo no lo tendría tan claro.