miércoles, 15 de enero de 2025

Descentralización del poder vs. Concentración del poder

Es posible describir a las dos posturas extremas en política y economía, liberalismo y socialismo, como una postura descentralizadora de poder la primera y como concentradora de poder la segunda. Así, el liberalismo propone en política la división de poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), el cambio de gobierno periódicamente mediante elecciones y la economía de mercado, en base a una competencia entre muchas empresas para evitar toda forma de monopolio.

Las posturas socialistas, por el contrario, proponen la abolición de la propiedad privada de los medios de producción en vista a formar un monopolio estatal, incorporando a los poderes Legislativo y Judicial bajo el mando del Ejecutivo, para prolongar el poder absoluto en el tiempo, si la población lo permite o si no es capaz de impedirlo.

Al distribuir el poder económico, el político, el cultural, el religioso, y toda forma de poder, desde el liberalismo se trata de impedir la formación de un poder concentrado capaz de promover las grandes catástrofes humanas como las producidas por los totalitarismos del siglo XX. Por el contrario, los líderes políticos que aspiran a conquistar poderes ilimitados en el espacio y en el tiempo, aun pisoteando toda regla ética, ven en el Estado la vía para cumplir con sus perversos proyectos.

Resulta fácil advertir que la propaganda socialista invierte completamente la realidad, ya que culpa al liberalismo por promover “el poder económico en pocas manos” mientras aduce que la estatización de los medios de producción conduce a una “distribución popular de los medios de producción”. De ahí que siga teniendo validez aquella “amenaza” liberal hacia los socialistas: Mientras ustedes sigan mintiendo sobre nosotros, nosotros seguiremos diciendo la verdad sobre ustedes.

A manera de ejemplo se menciona un hecho ocurrido en la ex Unión Soviética, cuando recién en el año 1966 se juzga a dos escritores en función de sus escritos. Antes de esa situación, los juicios eran decididos en función de las coincidencias ideológicas, o no, entre jueces y acusados, dejándose de lado las pruebas concretas. En la actualidad este criterio puede imperar en países como Cuba o Venezuela, siendo algo normal a la luz de la ideología socialista.

Al respecto leemos: “El juicio se abrió el 10 de febrero de 1966 y duró cuatro días. Hubo en él varios elementos poco usuales, y desde cierto punto de vista, sin precedentes: esto es, que por primera vez en la historia de la Unión Soviética se procesaba a dos escritores por lo que habían escrito. En el pasado muchos autores soviéticos fueron encarcelados, desterrados, ejecutados o silenciados, pero nunca mediante un juicio en el que la principal evidencia contra ellos fuera su obra literaria”.

“Al poeta Gumilev se lo fusiló por haber participado aparentemente en una conspiración contrarrevolucionaria. Boris Pilniak había sido denunciado en los últimos años de la década del 20 por haber publicado una obra en el extranjero; pero no se lo procesó y cuando finalmente lo arrestaron y desapareció en 1937, nunca se llegaron a especificar los cargos. A Isaac Babel se lo detuvo en 1939, aparentemente no por algo que hubiese escrito –hacía años que apenas publicaba- sino por motivos no literarios que jamás fueron revelados. Ajmatova y Zoschenko fueron denunciados en 1946 por escribir con espíritu antisoviético, pero no se los procesó ni sufrieron otras sanciones de carácter administrativo fuera de su expulsión de la Unión de Escritores Soviéticos”.

“Boris Pasternak, quien publicó Doctor Zhivago en el extranjero, en un auténtico acto de desafío, fue atacado y perseguido, se lo llamó cerdo y renegado, pero nunca se lo sometió a procedimientos penales. En el caso más reciente de proceso a escritores, el de Josef Brodski en Leningrado, los cargos fueron de «parasitismo» y no se usó en su contra el contenido de su obra literaria” (De la Introducción de “Proceso a los escritores” por Max Hayward-Editorial Americana-Buenos Aires 1967).

No hay comentarios: