lunes, 27 de febrero de 2023

La soledad de los tiranos

Los líderes de los gobiernos populistas, y también de aquellos totalitarios, tienden a crear divisiones entre la población, acudiendo al miedo o el terror en contra de la oposición y al engaño o al soborno para mantener a los adeptos. De ahí que no puedan contar con el beneplácito de los opositores mientras saben que las adhesiones partidarias provienen de gente ignorante o bien de interesados en recibir algunas ventajas materiales.

Cuando se habla de personajes "populares" como Perón y Eva, se piensa en una gran adhesión por parte del pueblo, sin considerar a los opositores, que son vistos como el "no pueblo" (traidores, cipayos, vendepatrias, etc.). Por el contrario, los políticos decentes, los considerados "no populares", tienen mayor aceptación entre los ciudadanos comunes.

Entre los panfletos que circulaban bajo la tiranía peronista de los años 50, la única forma que tenía la oposición para manifestarse debido a que la casi totalidad de los diarios eran peronistas, o no se atrevían a ponerse en contra, encontramos el siguiente: "Se ha advertido en estos días un notable aumento de precauciones por parte del Gobierno. No sólo ha puesto en estado de alerta a la policía y ha dado orden a los forajidos de la Alianza Libertadora Nacionalista de que «ganaran la calle». También ha aumentado el número de baterías antiaéreas colocadas en distintos puntos de la ciudad, especialmente cerca del Ministerio de Guerra y de la residencia presidencial".

"Son los efectos de la popularidad: el pueblo ama tanto a Perón que éste no se atreve a salir solo a la calle desde que es presidente y vive rodeado de bayonetas y cañones".

"Según Perón, los presidentes anteriores no eran populares y conquistaban el poder mediante el fraude electoral. Sin embargo, se les veía con frecuencia pasear solos por la calle Florida y a nadie se le ocurriría ni siquiera faltarles el respeto. Verdaderamente, no envidiamos la popularidad de que goza el «Conductor»" (De "Los panfletos y su aporte a la Revolución Libertadora" de Félix Lafiandra (h)-Editorial Itinerarium-Buenos Aires 1955).

En cuanto al derroche de recursos del Estado para la compra de adhesiones y votos, las cosas siguen más o menos igual, o peor. En el libro mencionado leemos al respecto: "La casa Berlingeri entregó al general Embrioni un flamante automóvil Chevrolet Sedan, Vall-Air, motor Nº 0028045, Serie S, Nº 186.935, acompañado de una tarjeta personal de Juan Domingo Perón. Hay que recompensar el fervor constitucionalista de los generales. Entre arriesgar la vida junto a los compañeros de armas para derribar el tirano o recibir de manos de éste un auto nuevo, pagado con el dinero del pueblo, la elección no podía ser dudosa".

Respecto de una entrevista que le hace un periodista italiano a Perón, leemos lo siguiente: "El cuestionario que el periodista italiano de la revista Tempo, de Milán, sometió al déspota para que guisara cómodamente sus patrañudas respuestas contenía dos preguntas que éste borró, porque no había manera de contestarlas en forma que no fuese escupir al cielo. El esputo le iba a caer en la cara".

"Primera pregunta: Se ha dicho, en la prensa europea, que la bandera argentina quemada en la noche del 11 de junio, no fue quemada en realidad por los católicos, sino por empleados policiales, en presencia de Abraham Krislavin, subsecretario del ministro Borlenghi, quien mandó cometer ese crimen para culpar a los católicos, y que eso se hizo en jurisdicción de la comisaría 6ta. ¿Qué hay de verdad en esto?".

"Segunda pregunta: ¿Son tan elevados los sueldos de un ministro de la República Argentina, como para que el titular pueda hacer tan grandes ahorros que, cuando sale del ministerio como rata por tirante, vaya a Nueva York a vivir con su familia, con su secretario y su secretaria, en el hotel más caro del mundo, el Waldorf-Astoria?".

"El lápiz rojo del tirano borró colérico estas impertinentes preguntas. En su inagotable bolsa de mentiras no encontró ninguna que pudiera hacerles tragar a los lectores italianos".

sábado, 25 de febrero de 2023

Los políticos antigrieta

Teniendo presente las elecciones presidenciales de 2023 en la Argentina, algunos políticos proponen disolver la grieta que separa peronistas y antiperonistas desde el futuro gobierno. Para ello comienzan por culpar a ambos sectores ante la división que impide lograr acuerdos y también de ciertas formas de sabotaje por parte del sector que momentáneamente no ocupa el gobierno.

Ante esta actitud, se observa la tendencia a amparar al sector peronista-kirchnerista igualándolo al antiperonista, negando evidentes comportamientos delictivos del primero. Se olvida que quienes empezaron la grieta fueron Perón y Eva, desde los años 40 y 50 del siglo anterior.

Desde el sector peronista se considera a sus opositores como enemigos, que no quieren ver salir de la pobreza a los menos favorecidos, que no quieren que estudien en las universidades, que no accedan a muchos derechos, que sienten placer por verlos sufrir, etc. Es decir, consideran a los antiperonistas como seres perversos carentes de todo atributo humano, o algo similar. Luego, los políticos que proponen acuerdos entre ambos sectores, esperan que los antiperonistas "dialoguen" con quienes los consideran casi como inhumanos.

Por otra parte, los peronistas se atribuyen virtudes que no poseen y niegan defectos y limitaciones asociados a sus pobres gestiones, especialmente las que ofrecieron planes sociales, jubilaciones sin aportes, puestos laborales en el Estado y muchas otras formas de compra de votos que han generado un deterioro económico casi imposible de solucionar.

Como se trata en realidad de una grieta moral, antes que ideológica, no tiene sentido intentar acuerdos con quienes niegan la moral elemental y utilizan la mentira en forma casi permanente. Si bien los sectores antiperonistas no están exentos de fallas morales, las diferencias son enormes.

Por lo general, cuando dos posturas son irreconciliables, se tiende a acudir a alguna instancia superior, como la Constitución, Dios o la ley natural. Como el peronismo es esencialmente totalitario y populista, desconoce toda instancia superior y acude a cierta "razón" que le darían los votos de la gente (comprados generalmente con recursos del Estado) o bien a las masivas manifestaciones en lugares públicos.

Como la grieta social se debe a causas morales, poco podrá hacerse desde la política o desde la economía, excepto que desde esas posiciones se inste a una mejora ética generalizada que pueda, al menos, reducir el antagonismo hasta niveles normales.

jueves, 23 de febrero de 2023

El "precio" de la felicidad

Llegar a descubrir el camino que conduce a la felicidad, ha sido el motivo de vida de muchos seres humanos que han realizado esfuerzos intelectuales de todo tipo, ya que estamos acostumbrados a que en este mundo nada se consigue en forma "gratuita", y menos lo que resulta valioso. De ahí que, siguiendo con la analogía de tipo económico, tal "precio" implica justamente advertir cuáles han de ser las acciones que nos llevarán a dicho logro.

Adoptando el criterio utilizado por los científicos, podemos, observación mediante, advertir que los que "aman al prójimo" como a ellos mismos, o que intentan hacerlo, presentan síntomas de ser bastante felices, ya que la verdadera felicidad es la que se comparte con los demás. Si tenemos presentes las cuatro componentes emocionales básicas de nuestra actitud característica, es decir, amor, odio, egoísmo e indiferencia, no resulta nada sorprendente tal conclusión.

Puede decirse que el precio que nos impone el orden natural para adquirir un elevado nivel de felicidad, implica la elección consciente de una de tales componentes básicas. En ello radica tal costo. Una vez hecha la elección, hemos optimizado nuestro nivel de felicidad, ya que cada individuo posee distintas predisposiciones genéticas respecto del nivel de felicidad que ha de lograr.

Adviértase que tal costo necesariamente requiere del conocimiento de nuestros atributos personales, por lo que el nivel de felicidad dependerá de lo que hemos heredado genéticamente y también de los que hemos aprendido y razonado debido a la influencia social del medio, atendiendo principalmente a las generaciones pasadas, aprovechando las experiencias de los demás para orientar nuestras decisiones.

En cierta forma volvemos a Sócrates quien asociaba la virtud moral (o emocional) al conocimiento, y los defectos morales a la ignorancia. De ahí que el principio esencial de la inteligencia emocional implica saber cuál es el mejor camino hacia la felicidad.

Admitiendo la existencia de un "costo" que nos impone el orden natural, y disponiendo de la información bíblica asociada a los mandamientos, muchos son los creyentes que han supuesto que el camino hacia la felicidad (y hacia la inmortalidad, si existe) es la del sacrificio y del sufrimiento. Si interpretaran al mandamiento del amor al prójimo como la actitud que permite compartir penas y alegrías ajenas como propias, advertirían que ello conduce a la felicidad y que todo sufrimiento o sacrificio aparece cuando carecemos de tal actitud, es decir, cuándo no se ha cumplido con tal mandamiento, o que ha sido intepretado erróneamente.

Para colmo, hay personas que creen ser muy virtuosas eligiendo una vida de penurias e incomodidades en la creencia que Dios nos exige tal camino como precio para lograr una vida posterior plena de dicha y felicidad. La dicha y la felicidad surgen en esta vida en cuanto nos decidimos a cumplir con los mandamientos bíblicos. Posiblemente, el llamado de Cristo a sus seguidores, a soportar penurias, lo habría hecho a los primeros cristianos para imponer la ética natural que venía implícita en el Antiguo Testamento. El resto de las generaciones tenemos a nuestra disposición las sugerencias bíblicas para nuestro entero beneficio.

Es importante tener presente que tanto el razonamiento elemental como la observación de la cotidiana realidad, son los medios que permitirán una mejora generalizada de la sociedad, es decir, una mejora ética que puede darse en forma simultánea a una mejora en los niveles individuales de felicidad. De ahí que ya no será necesario esperar acuerdos entre líderes religiosos en la espera de una posible unificación de creencias; algo completamente imposible de lograr y de establecer.

miércoles, 22 de febrero de 2023

Dolarización: ¿punto de llegada o punto de partida?

Por Roberto Cachanosky

En 2018 y 2019 organizamos junto con Jorge Ávila, reconocido y prestigioso economista, dos debates en Ucema sobre dolarización, en el cual participó también Alejandro Estrada. En las dos oportunidades con el auditorio a pleno más transmisión online, lo que demostraba que ya en ese momento había gran interés por el tema, de manera que esto no es nuevo en el debate económico argentino.

En esos debates, los tres expositores estábamos de acuerdo con dolarizar, aunque había posturas en el auditorio que planteaban otros puntos de vista también respetables. Esto me lleva a una primera reflexión: el debate sobre dolarización se está transformando más en una cuestión pasional que racional, respecto al tratamiento que le dábamos un tiempo atrás.

Las descalificaciones personales de una y otra posición transforman el tema dolarización en un Boca-River, y no es así como se deben debatir estos temas que no hay que endiosarlos porque son cuestiones de técnica económica. Puesto en otras palabras, nadie es más liberal que otro por decir que está a favor de dolarización.

Personalmente, en ambos debates estaba a favor de la dolarización, al igual que Jorge Ávila y Alejandro Estrada, el tercer economista que desde fines de los 80 viene defendiendo la dolarización. Porque si bien ya se había desatado la crisis de 2018, había reservas en el BCRA como para rescatar los pesos en circulación y el stock de pasivos remunerados que tenía el BCRA. Hoy esa situación ha cambiado notablemente y surgen problemas de implementación que no son menores.

Como algunos han descubierto recientemente este tema y lo difunden como la pócima mágica que va a resolver todos los problemas de la economía, es bueno plantear ventajas y observaciones que pueden formularse al respecto.

Ventajas y observaciones

En primer lugar, no es cierto que Argentina pierda la soberanía si deja de emitir su propia moneda. Por un lado, porque la moneda no es un símbolo patrio, es solo una mercadería que sirve como medio de intercambio y reserva de valor.

Por otro lado, si no tener moneda implica perder la soberanía, de hecho, ya se perdió porque dejó de ser reserva de valor y, por lo tanto, no es unidad de cuenta, apenas mantiene la condición de medio de pago de las transacciones menores.

Tampoco es cierto, como afirman algunos defensores de la dolarización, que no hay que tener Banco Central y, por lo tanto, ellos lo cerrarían. En rigor lo que están haciendo es cambiar de entidad monetaria. Cierran el de acá, pero adoptan la Reserva Federal de EE.UU. como banco central. Se puede argumentar que la Fed actúa con cierto grado de mayor responsabilidad que el BCRA de Argentina, pero no que al cerrar el BCRA ya no se tiene ningún otro banco central.

El otro punto es que se dice que los bancos centrales son nuevos en la historia económica y que antes de ellos igual funcionaban las economías. Es cierto en términos de reguladores del sistema financiero, pero no es cierto en cuanto al monopolio de la emisión monetaria.

Como enseña Friedrich Hayek en Desnacionalización de la moneda, publicado en 1976: “Durante más de 2.000 años la prerrogativa oficial o derecho exclusivo del gobierno a suministrar dinero se limitó, en la práctica, al monopolio de la acuñación de oro, plata o cobre. Este fue el período durante el cual llegó a aceptarse sin cuestionamientos esa prerrogativa monopólica…”

Y agrega más adelante: “…la prerrogativa de acuñar que se reservaba el gobernante se estableció de manera firme bajo los emperadores romanos. Cuando al comenzar la edad moderna, Jean Bodin desarrolló el concepto de soberanía, consideró que el derecho a la acuñación era una de las sus partes más importantes y esenciales”.

En definitiva, no es nuevo el monopolio de emisión monetaria como se dice, lo que sí es nuevo son los mecanismos de intervención en el mercado que utilizan los bancos centrales. Una mayor “sofisticación” de la que había en la época de los emperadores romanos, pero el monopolio de la emisión no es un invento argentino, ni reciente. Esto no quiere decir que ese monopolio esté bien, solo señalo la superficialidad con que algunos políticos tratan el tema.

Reforma monetaria

Ahora bien, siendo que Argentina no tiene moneda, uno de los puntos a incluir dentro de un plan económico global para salir de la larga decadencia, es una reforma monetaria.

En este sentido, la dolarización podría ser una opción si hubiese reservas en el BCRA para rescatar el circulante. En algunos casos se propone pedir prestado una determinada cantidad de dólares. El tema es que esa cantidad de dólares surge de establecer un tipo de cambio a priori. Es decir, alguien estaría definiendo de antemano el tipo de cambio al que se va a dolarizar y no sería el mercado el que definiría esa tasa de rescate del circulante.

Pero asumiendo que hubiese dólares para dolarizar, el mecanismo de ingreso a esa dolarización debería ser similar al que se acordó para el ingreso al euro por parte de los países de la Unión Europea. Es decir, primero poner cierto orden fiscal, cumpliendo con las pautas establecidas en el Tratado de Maastricht, aunque algunos países no llegaron a cumplirlas e igual ingresaron.

Y aquí viene un punto que surge del debate sobre dolarización: si el Estado va a poner orden en las cuentas públicas bajando el gasto estatal, si va a desregular la economía, hacer una reforma laboral, etc., ¿para qué dolarizar si todas esas medidas van a llevar a la estabilidad monetaria? En este caso no sería necesaria la dolarización.

El contraargumento al punto anterior es que la tradición argentina de poner orden fiscal es solo por necesidad y transitoria para luego volver a las andadas, por lo tanto, la dolarización permitiría eliminar en forma definitiva una de las fuentes de financiamiento del populismo: la emisión monetaria.

Más de un país de la UE no hubiese hecho reformas y hubiese devaluado su moneda de no haber entrado al euro.

El argumento que con orden fiscal no hace falta la dolarización no luce suficiente, porque el sentido de la dolarización es más de carácter institucional que no permite el retorno a las andadas de emitir moneda o hace mucho más difícil volver a intentarlo.

Por eso no confío tanto en que una ley que haga independiente al BCRA del Poder Ejecutivo Nacional tenga mucho éxito en el país, considerando el escaso apego que tiene la dirigencia política argentina por cumplir con las leyes. Indudablemente la dolarización sería un instrumento mucho más potente que la ley que haga independiente al BCRA o incluso una nueva convertibilidad.

Por el momento, teniendo en cuenta las profundas reformas estructurales que necesita la economía argentina y dada la ausencia de reservas en divisas en el BCRA, tiendo a inclinarme por quitarle el curso forzoso al peso y darle curso legal a cualquier otra moneda que la gente quiera utilizar. Un sistema de competencia de monedas. Las condiciones que había en 2018/2019 para dolarizar hoy no se ven que existan, lo que no quiere decir que una dolarización no sería una buena opción para limitar el gasto público.

Me parece que el debate dolarización o competencia de monedas, está entrando en un terreno de fanatismos. En un Boca-River.

Reformas estructurales

El tema que debatir, y hay gente que ha trabajado seriamente en la dolarización como Jorge Ávila o más recientemente Emilio Ocampo y Nicolás Cachanosky, es si la dolarización es el punto de largada o el punto de llegada de un proceso de reformas estructurales.

¿Obliga la dolarización a llevar a cabo las reformas estructurales o hay que dolarizar luego que se avanzaron en las reformas estructurales? Es decir, el mismo tratamiento que el que se pensó para el ingreso de los países al euro.

Insisto, nadie es más liberal por decir que hay que dolarizar y es importante tratar el tema con la seriedad que requiere para evitar que algunos populistas vendan la dolarización como el santo remedio que todo lo cura y se destruya otro instrumento más para recuperar la economía argentina de su larga decadencia.

Queda para otra nota la reforma del sistema financiero. La idea de la banca Simons queda para otra nota, solo agrego dos puntos: 1) implementarla implica hacer desaparecer el sistema bancario por definición; y 2) es una propuesta claramente intervencionista porque regula al máximo el funcionamiento de las entidades, lo cual resulta incompatible con una postura anarcocapitalista.

(De www.elcato.org)

martes, 21 de febrero de 2023

Concursos de belleza ¿cosificación de la mujer?

Entre los argumentos esgrimidos por los opositores a los concursos de belleza, aparecen las palabras "cosificación" y "discriminación" de la mujer, tal los adjetivos esgrimidos por el Intendente de Guaymallén, Mendoza, principal saboteador de la Fiesta Nacional de la Vendimia.

En la provincia de Mendoza, la Reina de la Vendimia es valorada casi en forma semejante a cómo en la Argentina se valora a los integrantes del Seleccionado nacional de fútbol; un lugar tan valorado que muchos quisieran llegar a ocuparlo. Sin embargo, para el saboteador tal lugar preeminente implica una "cosificación" de la mujer.

También aduce que tal fiesta es "discriminatoria" hacia la mujer. En todo caso será así considerada por quienes carecen de atributos para ocupar tal lugar y por ello lograrán cierta "igualdad" favoreciendo la prohibición de tal tipo de concurso. Es una "solución" eficaz para calmar la envidia de quienes no soportan la existencia de mujeres atractivas. Esta tendencia se hace evidente en agresiones que sufren algunas adolescentes en las escuelas secundarias por ser atractivas.

Cuando en la Fiesta Nacional de la Vendimia se deje de elegir su reina y cuando su lugar sea ocupado por una representante departamental cuyo principal atractivo sea el discurso de tipo político-populista, tal fiesta comenzará a perder su atractivo, incluso ahuyentando a los turistas que todos los años vienen a participar en la misma.

Debe mencionarse que tal Intendente proviene de un partido asociado a la Internacional Socialista y de ahí que no sea tan extraño que intente boicotear algo que personalmente no es de su agrado, sin tener presente el daño que le hará a la provincia. Al igual que al típico líder socialista, le resulta tanto o más importante sus gustos personales que los gustos y expectativas de miles de integrantes de la sociedad.

A los izquierdistas les repugnan los títulos monárquicos como "rey" o "reina". Sin embargo, apoyan abiertamente a líderes socialistas cuyos poderes son mucho mayores que los que antes estuvieron en manos de monarcas.

Un artículo al respecto fue publicado en el diario digital La Prensa de Buenos Aires:

¿La belleza hace daño?

Por Claudio Chaves

Seguramente al lector le interese un rábano la determinación tomada por el Municipio de Guaymallén, Mendoza. Posiblemente dedicarle algunas líneas a la estupidez política parezca una pérdida de tiempo y de energías. Puede ser, concedo. De todos modos y no obstante los riesgos voy a hacerlo, aunque mi expertis sean los documentos, los libros y la historia, me apura la sangre y se me hace difícil correrme de un hecho que, aunque chiquito, evidencia cómo el progresismo destruye el pensamiento y el sentido común. Y voy a escribir la nota, precisamente porque hoy la batalla contra la estupidez se da en territorio del sentido común.

Resulta que el intendente radical de Guaymallén, Marcelino Iglesias, recordar su nombre porque con el tiempo puede pasar a ser ejemplo del mal gusto, ha prohibido los concursos de belleza. El funcionario asegura que el rol de la mujer ha ido evolucionando y es absolutamente anacrónica la elección de reinas y princesas. Es no sólo una cosificación de la mujer sino que también es una desvalorización de todos los roles que cumplen, etc, etc, etc.

¡En síntesis la belleza no debe premiarse y menos si de mujeres se trata! Bien a tono con el feminismo extremo. En los votos esa estupidez no garpa, Iglesias.

¿La belleza no es un valor, acaso? ¿En la belleza no hay armonía, consonancia, medida, proporción? ¿No hay también subjetividad, esto es, individualidad y singularidad? Va de suyo que no es el único valor. Hay otros, por ejemplo, la lealtad, la defensa de la vida, de la Patria, de las tradiciones, de las costumbres, de la familia, pero lo cierto es que la belleza es grato a la vista y da placer, como un paisaje, una escultura, una pintura, una pieza musical. La belleza física si bien es un don natural que nos hace diferentes, hay que trabajar sobre ella. No es soplar y hacer botellas. Dice un viejo proverbio chino que después de los 40 uno es responsable de su rostro.

La belleza no discrimina, es así, un don. ¿Hay que negarlo entonces? Este asunto de la cosificación de la que habla el Intendente es un disparate, en tanto y en cuanto la mujer o el hombre que se distinguen por su belleza física tengan en claro el juego que practican. Esta zoncera se asimila, en otro orden y en otro ámbito, a la determinación tomada bajo el gobierno del doctor Raúl Alfonsín, ya que de radicales hablamos, y defendida por el progresismo a lo largo de los tiempos de no calificar con nota a los alumnos porque el mérito, a veces natural y a veces trabajado, lastima a los que no están en la cima. Entonces jerarquizar es inconveniente, es dañino a la sociedad democrática. Lo que esconde medidas de esta naturaleza es la dificultad ideológica de aceptar la diferencia y para que esto no se note hay que prohibir las acciones que la promueven. ¡El igualitarismo llevado al extremo!

El intendente justicialista de Maipú se ha manifestado en contra de esta absurda decisión. ¡Muy bien! Como también el Pro, que afirma: "Algunos vientos de modernidad ven en ello `violencia y degradación a la mujer'. Por nuestra parte, nosotros no vemos ex reinas que se sientan denigradas por su participación, al contrario, observamos ex soberanas con roles centrales".

Además del FMI, en Juntos por el Cambio deberán poner la casa en orden en temas tan pequeñitos como este. Se agradece.

(De www.laprensa.com.ar)

lunes, 20 de febrero de 2023

Las leyes indigenistas están destruyendo a la Argentina

Por Claudio Chaves

Continuar discutiendo la nacionalidad de los indígenas para luego proceder a entregarles tierras ancestrales, en el caso que sean considerados argentinos, es un error de consecuencias fatales para la vida del país que aspira a vivir en armonía política y equilibrio social. El Auditor General de la Nación acusa de traición a la Patria a los funcionarios responsables de la entrega de tierras en Mendoza ampliando la denuncia al resto del país. El ex senador interpreta que los mapuches son chilenos por lo tanto extranjeros y nos les cabe el artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional. Veremos este asunto más adelante.

Dejemos a un lado el debate sobre los violentos del sur que roban, incendian y atacan, pues ya está harto demostrado y escrito que son un grupo de delincuentes asociados al terrorismo de la CAM chilena y en esos términos lo que buscan no es la tierra sino la revolución. El viejo sueño guevarista de transformar la Cordillera de los Andes en una nueva Sierra Maestra. Por supuesto que si en el trayecto se quedan con tierras mejor. No hay ingenuidad en estos dichos sabemos que su mayor aspiración es la creación de un nuevo país: La Araucanía, pero eso es un sueño irrealizable. Cuentan con el apoyo de sectores de la izquierda latinoamericana y europea, además del kirchnerismo que a través de Pietragalla, Presidente del INAI, se sienta a hablar con ellos en rueda de alienados.

El indigenismo europeo es chic y mundano, propio de almas bautismales dispuestas a empuñar la antorcha del discurso encendido que ennoblece la vida y calma la angustia de absoluto. ¡Pero hasta ahí llegó mi amor! No hay más. Hay argentinos que ven sombras y bultos que se menean o conspiraciones imperiales, donde hay mistongos, errándole al vizcachazo. En esas ONG no está el problema ni en los grupúsculos progre. El problema está en las organizaciones internacionales como la OIT y en nosotros. Autogenerado. Nuestras almas bellas de ayer, de hoy y de siempre.

¿Pero cuando comenzó el disgusto?

EL INICIO DEL DISPARATE

La resolución 107 de la OIT de 1957 abre el camino para la reivindicación de las comunidades indígenas de los países independientes. Las naciones imperiales buscaban lavar su cara interfiriendo en la vida jurídica de las naciones periféricas. Se podía o no, tomar la sugerencia. La soberanía nacional era aún un valor en el país. Se la ignoró.

Pero los años pasaron y bajo el gobierno del doctor Raúl Alfonsín se aprobó la Ley 23.302 puntapié inicial del progresismo indigenista. El Doctor Fernando de La Rua presentó su proyecto de ley que es la raíz de los conflictos indígenas desatados en el sur del país. Fundamentalmente porque ubica a los aborígenes como diferentes de los argentinos, con la intención de reparar lo actuado en el proceso de conquista y colonización y al mismo tiempo reconocer a los indígenas en tanto comunidades y no como ciudadanos argentinos. El clima anti conquista española y anti roquista era evidente. Se crea el INAI y por el artículo 2 de dicha ley se afirma: “se entenderá como comunidades indígenas a los conjuntos de familias que se reconozcan como tales…” Aquí comenzó la idea de la autopercepción.

En su exposición dijo De La Rua "que esta Ley preserva una pauta cultural que debemos cuidar, la existencia de la comunidad indígena".

En esos debates de 1984 el peronismo no pudo sostener la política que Perón se había dado frente al problema del indio, que a mí ver y entender tenía la misma orientación que la de la generación del 80, esto es construir la Argentina como un crisol de razas y no un mosaico. El peronismo renovador borraba lo actuado por Perón, que en la Constitución de 1949 no contemplaba la cuestión indígena, como si lo hacía la de 1853.

Lo que hubo en el gobierno de Perón fue la Dirección de Protección del Aborigen dependiente de la Dirección Nacional de Migraciones, lo que revela el tratamiento dado al asunto. En 1953 se sancionó la Ley 14.254 por la cual se crearon colonias granjas de adaptación y educación de la población aborigen. En los establecimientos se impartía enseñanza primaria y clases prácticas de enseñanza agraria.

LA MUNDIALIZACION PROGRESISTA

La OIT (Organización Internacional del Trabajo) en 1989 volvió sobre lo mismo de 1957, y aumentó las exigencias. La resolución 169 que Argentina ratificó por medio de la Ley 24071 del año 1992 guarda un decisivo sesgo indigenista. El país no debió firmar esa resolución pues en la Argentina los indígenas o sus descendientes gozan de igualdad de derechos que el resto de la población. La justicia social no ha tenido una mirada étnica.

Resolución que hoy complica cualquier obra que contribuya al crecimiento económico del país y perturbe la vida de pueblos auto percibidos indígenas, como por ejemplo Vaca Muerta o el gasoducto a construirse. Pues el articulo sexto de dicha resolución obliga a consensuar, con los auto percibidos indígenas, resoluciones electivas o administrativas del Estado Nacional o Provincial. Creando de esta forma prerrogativas de sangre que el artículo 16 de la Constitución Nacional expresamente prohíbe.

La Argentina como un perrito faldero caminó al lado de organizaciones internacionales que levantando derechos de minorías desconocen las esencias constitutivas de una Nación. La Constitución de 1994 siguió la misma dirección.

LA CONSTITUCION DE 1994

En su artículo 75 inciso 17 dice: “Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos y la posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan, y regular la entrega de otras, en propiedad comunitaria.”

Aquí nos encontramos con varios problemas. Primero: la propiedad comunitaria. ¿Propiedad social? Un dislate. No confundir con cooperativismo. Segundo y lo que hoy genera serios problemas: pueblos indígenas argentinos. Historiadores, políticos y periodistas vienen discutiendo acerca de si les corresponde a los araucanos recibir nuestras tierras, pues son chilenos. Veamos; las primeras oleadas de araucanos pasan la cordillera a mediados del siglo XVII y durante todo el XVIII y después continuaron. ¿Existía la Argentina?

Para no entrar en un debate historiográfico acerca del asunto que ya dieron historiadores como Francisco Ramos Mejía o José Nicolás Matienzo, recomiendo al lector buscar las declaraciones del Club Político Argentino o del historiador Luis Alberto Romero, entre otros críticos del gobierno actual, acerca de que recién podríamos hablar de Argentina a partir de la creación del Virreinato, aunque con pinzas.

A juicio de los citados somos Argentina al organizarnos constitucionalmente o sea a partir de 1853. Estas declaraciones fueron realizadas en el marco del derecho argentino sobre Malvinas. La Diputada Ajmechet de Cambiemos sostiene la misma tesis, no son argentinas pues cuando los ingleses las ocuparon no estábamos constituidos como país.

De modo que lo que vale para Malvinas acerca de si son o no argentinas vale para los araucanos: ¿vinieron de Chile? ¿Existía este país? ¿Llegaron a la Argentina? ¿Existíamos como tales? Mientras estos temas se discuten académicamente no podemos seguir entregando tierras a nadie. Ni discutir sobre la nacionalidad de puelches, pehuenches, huiliches y la mar en coche. Hay que derogar la ley 23.302 y 24.071. Desconocer la resolución 169 como en su momento se ignoró la 157. Derogar la ley 26.610 que frena los desalojos de tierras usurpadas. Cuando ese clima arraigue en el país será el tiempo de que la Corte apoyándose en el artículo 116 de la Constitución observe el conflicto existente entre el artículo 75 inciso 17 y el artículo 16

(De www.laprensa.com.ar)

El bien y el mal vs. La necesidad

La base de la moral natural está asociada al conocimiento del bien y del mal, para buscar lo primero y rechazar lo segundo. De ahí que debamos ser conscientes de las actitudes personales que conducen a tales categorías éticas, lo que se conoce como "conciencia moral". En ella descansa la religión moral, vinculada a las leyes naturales que rigen nuestras conductas individuales.

En oposición a la conciencia moral, buscando su reemplazo, ha surgido la "conciencia de clases sociales" mediante la cual se relativiza el valor del bien y del mal para reemplazarlo por el concepto de "necesidad". Así, luego del reconocimiento, por parte de Nikita Kruschev (líder del Partido Comunista soviético), de los masivos crímenes cometidos por Stalin y sus secuaces, se produce cierta "conciencia del socialismo real", ocultada hasta ese momento por la "conciencia de clases".

Los socialistas ingenuos, que creyeron en la propaganda soviética desde un principio, pero que todavía poseían reservas morales, rechazaron tal nefasta realidad. Otros, aún hoy en día, aducen que tales asesinatos fueron "necesarios", considerando que elevados fines sociales pueden requerir de medios no tan elevados, lo que se conoce como "el fin justifica los medios".

Para el marxista, un asesinato no es bueno ni malo, sino que depende de si fue ejecutado para instalar, o mantener, la vigencia del socialismo, o si se realizó para abolirlo. Es por ello que los promotores de asesinatos mediante la guerrilla de los años 70, hablan siempre de los "derechos humanos" del terrorista de izquierda, pero nunca de los derechos humanos de sus víctimas inocentes, ya que implicaban acciones "necesarias". En la Argentina ni siquiera existen monolitos recordatorios de los 1.094 asesinados por Montoneros y ERP; incluso gran parte de la población no tiene inconvenientes en votar, para cargos en el Estado, por partidos que reúnen a gran parte de los ex terroristas o familiares de los mismos.

Respecto a las posturas mencionadas, Howard Fast escribió: "Uno de los puntos cardinales de la Reforma Protestante fue el recobrar y desarrollar hasta nuevas alturas el antiguo credo profético judío de la responsabilidad individual del individuo ante su propia alma y su propia conciencia".

"El judío, en su desarrollo del monoteísmo profético -y hablo aquí de una evolución social más bien que religiosa- estableció un contrato entre el hombre y Dios. Este contrato es central en el judaísmo profético: entre otras cosas coloca la responsabilidad de las propias acciones enteramente sobre el individuo, convirtiendo los asuntos de responsabilidad social en cosas que él debe decidir y ejecutar, siendo esta decisión legal y aceptable ante los ojos de Dios".

"Los protestantes, al reexaminar este concepto hicieron avanzar un gran paso a la cultura occidental, pues tomaron ciertos valores éticos que habían surgido, hablando históricamente, de las luchas de los pueblos oprimidos contra la tiranía, y convirtieron a estos valores y esta moral en cualidades permanentes de conciencia".

"Ningún ser humano nace con una conciencia; una conciencia se desarrolla como una experiencia nacional, comunal, de grupo y de familia; y cuando este cuerpo de experiencia moral proviene de la eterna lucha del hombre contra la opresión, la esclavitud y la injusticia, tiene carácter humanista, está unida a la vida, a la misericordia y a la justicia, y tiene como meta horizontes cada vez más amplios de humana libertad".

"Hay una larga y orgullosa historia de la revolución que marca las etapas del hombre a lo largo de la historia y en la escala de la evolución social; pero, hasta la revolución bolchevique, cada una de estas etapas presenta una cierta ampliación de esa libertad buscada. Esto está especialmente marcado en lo que los marxistas llaman «revoluciones burguesas». La revolución bolchevique, sin embargo, limitó la libertad personal con el propósito de obtener una libertad última y completa, propuesta que se desarrolla en la teoría de la dictadura del proletariado".

"A lo largo de este libro me he formulado la pregunta de si es posible que exista tal contradicción entre la naturaleza de los medios y el fin que se busca. Yo no lo creo. El comisario es el «hermano mayor» y su papel, en el sentido más hondo, consiste en reemplazar la responsabilidad de la conciencia".

"Da por supuesta una situación en la cual la misma naturaleza del bien y del mal ha cambiado, y niega la capacidad al individuo de distinguir el bien del mal como un asunto de conciencia. En su etapa final, oblitera a la conciencia y la sustituye con sus «escritos sagrados», dispensados en su función eclesiástica".

"La infernal pesadilla a la cual puede llevarnos esto se manifiesta en el informe secreto de Jrúschov [o Kruschev]; pues cuando el individuo se ve desprovisto de su conciencia, la sociedad de la cual forma parte tiene que verse privada asimismo de ética y de moralidad. La medida de juzgar se desvanece y el bien y el mal pierden toda significación y sentido histórico".

"El mismo movimiento que una vez, en el momento en que la conciencia era oprimida, se prometió a sí mismo terminar de una vez para siempre con la pena capital, ahora se ríe de su antigua promesa. El asesinato ya no está ni bien ni mal -es necesario o innecesario- y lo mismo ocurre con la tortura, la libertad de palabra y todos los aspectos de la justicia social. Pero la amarga broma, la broma del diablo, consiste en que sólo la conciencia humana desarrollada históricamente refleja la necesidad más amplia de la humanidad y es esta necesidad básica, en la forma reflejada en la conciencia humana, la que el Partido Comunista rechaza".

"Una definición importante de Marx es la de la libertad, que él definió como encarnada en el reconocimiento de la necesidad. Es este reconocimiento el que lleva a los hombres a cambiar y a mejorar su condición social. Sin embargo, en todo el informe de Jrúschov y en la serie de apologías de ese informe, se da por supuesto que la carnicería descrita puede explicarse por un reconocimiento demasiado celoso de la necesidad que enfrentaba la Unión Soviética respecto de una agresión del exterior. Esta corrupción dogmática de Marx, esta supresión de la libertad en nombre de la libertad (ritual mágico) es típico de la degeneración de esta clase de pensamiento" (De "El Dios desnudo"-Santiago Rueda Editor-Buenos Aires 1958).

domingo, 19 de febrero de 2023

Locuras revolucionarias

La antigua y errónea asignación del precio a un determinado producto según el trabajo demandado para su construcción, excluía a otros factores, como el capital, la necesaria capacidad empresarial, etc. También ignoraba las preferencias de los compradores, guiados por gustos y necesidades sin atender el proceso de fabricación de un item particular.

Si el valor de una mercancia dependía casi exclusivamente del trabajo necesario para producirla, entonces aparecía el concepto de "plusvalía", asociado a una injusta retribución adicional que el empresario retenía, robándosela al trabajador, y ejerciendo de esa forma la tan criticada "explotación laboral".

Partiendo del valor-trabajo, Karl Marx pensó que, si se eliminaba la propiedad privada de los medios de producción, desaparecería la posibilidad de la explotación mencionada. Esta vez no se atendería a los gustos y necesidades de los consumidores, por cuanto sería el Estado (o quienes lo dirigen) quienes "sabiamente" decidirían qué y cuánto necesita cada individuo para vivir.

Aunque ello traería otros inconvenientes insalvables, por cuanto ya nadie haría inversiones de riesgo, ni de las otras. Se anularía la capacidad productiva de un gran sector de la población. La economía caería irremediablemente y la pobreza aumentaría (además de otros incovenientes asociadas a la pérdida de libertad individual).

Fue Lenin quien puso en práctica las ideas de Marx y Engels. Encontró como "solución", ante la caída de la producción, la apertura de "campos de reeducación" para quienes no se adaptaban a los cambios, si bien, momentáneamente, había habilitado una vuelta a la economía de intercambios ante la severa crisis surgida luego de la revolución bolchevique y la siguiente guerra civil. Los marxistas no sólo intentaban transformar el proceso económico imponiendo sus creencias, sino que también intentaban transformar a la propia naturaleza humana. Los campos de concentración eran destinados a quienes mostraban diferencias notables entre su naturaleza humana y la "naturaleza artificial" que querían imponerle desde el Estado socialista.

Luego de la muerte de Lenin, Stalin llega al poder promoviendo la economía dirigida desde el Estado. Los "campos de reeducación" inaugurados por Lenín acentuaron la orientación hacia campos de trabajos forzados. También Stalin favoreció el exterminio de millones de agricultores que se oponían a la expropiación socialista. La confiscación estatal no sólo se orientaba hacia los medios de producción sino directamente a la producción en sí. Años más tarde, Mao, el líder comunista chino, genera la hambruna más grande de la historia al promover una "reforma agraria" socialista.

En el mismo sentido de lo anterior, Fernando Ocáriz escribe: "La obra económica de Marx se presenta como crítica-superación de los clásicos (sobre todo Adam Smith y David Ricardo), de quienes ha tomado el punto de partida (teoría del valor-trabajo) y la misma noción de plusvalía".

"Aunque caben críticas particulares a El Capital, la crítica decisiva es la dirigida a su punto de partida, cuando la economía dio un paso adelante, distanciándose de los clásicos al poner en discusión la teoría del valor. Este distanciamiento se inició con Böhm-Bawerk, Carl Menger y Friedrich Wieser, en Austria; Marshall y Edgeworth en Inglaterra; Vilfredo Pareto en Suiza e Italia. El más representativo es quizá Eugen von Böhm-Bawerk, considerado como uno de los fundadores de la llamada economía marginalista moderna".

"Böhm-Bawerk criticó directamente a Marx, sobre todo en su escrito de 1896 Sobre la conclusión del sistema de Marx. Entre otras cosas, mostraba de modo bastante claro que no es posible establecer un valor de cambio intrínseco a cada mercancía, pues el cambio necesariamente está condicionado por los intereses de las partes y, de ordinario, por los valores de uso".

"Es interesante, en cambio, observar que la noción misma de valor de cambio, (prescindiendo, pues, del valor de uso) es exactamente la misma que la de precio. Marx establece, en cambio, una diferencia, creyendo descubrir en ella la contradicción del sistema capitalista, cuando lo único que muestra es la falsedad de la teoría que considera un valor de cambio fijo y determinado por el trabajo acumulado".

"¿Qué fundamento real tenía Marx para aceptar la teoría del valor-trabajo? Ninguno: es una experiencia incuestionable que hay productos que tienen un valor de cambio muy diverso aunque requieran el mismo trabajo para producirse (por ejemplo, extracción de diversos tipos de carbón, de metales, etc)".

"Esto prueba que la teoría del valor-trabajo es una decisión, un programa económico apto para que la propiedad privada carezca de sentido. En efecto, sólo si no hay propiedad privada ni cambio individual, cabe dar un valor de cambio (precio) fijo para cada producto en base al trabajo, y afirmarse entonces que lo que no tiene trabajo acumulado (ej. la tierra) no tiene valor de cambio, no puede tener precio. Pero entonces, no es una explicación del capitalismo, y por tanto no está demostrada su inevitable destrucción" (De "El marxismo"-Ediciones Palabra SA-Madrid 1980).

viernes, 17 de febrero de 2023

Pensamiento y lenguaje: Vygotsky vs. Piaget

La principal diferencia entre los seres humanos y los animales radica en la posibilidad que tenemos para establecer pensamientos abstractos y poder comunicarlos a través del lenguaje, existiendo un vínculo cercano entre pensamiento y lenguaje, ya que el lenguaje también permite desarrollar el pensamiento.

No todo pensamiento se realiza en base a palabras, ya que la asociación de imágenes es lo esencial del proceso, es decir, vinculamos imágenes retenidas en la memoria, ya sea entre ellas o con otras que percibimos a través de los sentidos, y también vinculamos símbolos asociados a esas imágenes, como pueden ser las palabras. Lev S. Vygotsky escribió: “Una palabra no se refiere a un solo objeto, sino a un grupo o a una clase de objetos, y cada una de ellas es, por lo tanto, también, una generalización” (De “Pensamiento y lenguaje”-Ediciones Fausto-Buenos Aires 1998).

El pensamiento no sólo se basa en el lenguaje, como se dijo, sino también en imágenes no asociadas a palabras. David G. Myers escribió: “Los artistas piensan en imágenes. Lo mismo hacen los compositores, los poetas, los matemáticos, los atletas y los científicos. Albert Einstein reconoció que algunos de sus más grandes descubrimientos los realizó mediante imágenes visuales y más tarde pudo explicarlos con palabras” (De “Psicología”-Editorial Médica Panamericana SA-Madrid 2006).

Henri Poincaré agrupaba a los matemáticos bajo dos categorías principales: los que razonaban en base a imágenes y los que lo hacían en base a símbolos, escribiendo al respecto: “Es imposible estudiar las obras de los grandes matemáticos, y aun las de los pequeños, sin observar y sin distinguir dos tendencias opuestas o, más bien, dos clases de espíritus enteramente diferentes. Unos están preocupados, ante todo, por la lógica; al leer sus trabajos, se siente la tentación de creer que no han avanzado sino paso a paso….sin abandonar nada al azar. Los otros se dejan guiar por la intuición y, desde el primer momento, hacen conquistas rápidas, pero a veces precarias, como osados caballeros de vanguardia”.

“No es la materia que tratan la que les impone uno u otro método. Si de los primeros se dice, a menudo, que son analistas, y si se llama geómetras a los otros, esto no impide que unos permanezcan analistas aun cuando estudien geometría, mientras que los otros son todavía geómetras, aun cuando se ocupen de análisis puro. Es la propia naturaleza de sus espíritus quien los hace lógicos o intuitivos, y no pueden despojarse de ella cuando abordan un asunto nuevo” (De “El valor de la ciencia"-Espasa-Calpe Argentina SA-Buenos Aires 1947).

Mientras que el intuitivo se parece a un hombre que da un fuerte golpe para hacer oscilar un columpio, el lógico se asemeja al que aplica leves golpes con una frecuencia similar a la propia de oscilación del columpio, llegando a inducirle una oscilación similar, aunque empleando un tiempo mayor. De ahí que el pensamiento intuitivo sea rápido, mientras que el pensamiento lógico resulta lento. Mientras que la verdad aparece más claramente ante el pensamiento en base a imágenes, la coherencia lógica está asociada al pensamiento verbal. Por ello resulta necesario un control entre ambos tipos de pensamiento, para asegurar tanto la verdad como la coherencia lógica. Daniel Kahneman escribió: “Durante décadas, los psicólogos han mostrado gran interés por dos modos de pensamiento”. “El Sistema 1 opera de manera rápida y automática, con poco o ningún esfuerzo y sin sensación de control voluntario”. “El Sistema 2 centra la atención en las actividades mentales esforzadas que lo demandan, incluidos los cálculos complejos” (De “Pensar rápido, pensar despacio”-Debate-Buenos Aires 2012).

Podemos viajar imaginariamente al pasado para tratar de reconstruir el proceso mediante el cual fueron apareciendo los distintos idiomas y dialectos. En primer lugar consideraremos el concepto intuitivo de “sistema”, palabra que significa “agregado de objetos que cumple determinada finalidad”. Los elementos básicos de un sistema natural han de ser las entidades (a las que asociamos la pregunta ¿quién?), sus atributos (¿cómo es) y las actividades (¿qué cambios produce en el sistema?). Gran parte de todo lo que existe puede describirse a partir de los conceptos mencionados, dando lugar a las funciones básicas que han de cumplir las palabras:

Entidades -> ¿Quién? -> Sustantivos
Atributos -> ¿Cómo es? -> Adjetivos
Actividades -> ¿Qué cambios produce? -> Verbos

Generalmente, las ideas están expresadas por algún sustantivo, algún adjetivo y algún verbo. Deberán, además, respetar un orden de aparición adecuado. De ahí proviene el denominado “teorema de Platón”, quien escribió: “Los nombres enunciados completamente solos, uno a continuación de otro, no constituyen, pues, nunca un discurso, como tampoco una serie de verbos enunciados sin la compañía de ningún nombre” (Citado en “La filosofía del Lenguaje” de Sylvain Auroux-Editorial Docencia-Buenos Aires 1998).

Los conceptos mencionados permiten establecer un “sistema descriptivo elemental” que reproducirá en nuestra mente las características del sistema real. Podemos decir que una idea es la imagen que permite reproducir mentalmente la información asociada a un sistema real. Las imágenes elaboradas por nuestra mente serán luego traducidas a palabras. Las ideas y las palabras forman estructuras semejantes, ya que tienen similar contenido de información. Ludwig Wittgenstein escribió: “Lo que cualquier figura, sea cual fuere su forma, ha de tener en común con la realidad para poder siquiera –correcta o falsamente- figurarla, es su forma lógica, esto es, la forma de la realidad” (Del “Tractatus Logico-Philosophicus”-Ediciones Altaya SA-Barcelona 1994).

La mente elabora pensamientos asociados a un sistema natural y los traduce a palabras. Los comunica al oyente, a través del lenguaje oral, o al lector, a través de la escritura. El receptor le asocia sus propias imágenes al mensaje recibido. De ahí que las palabras sean las intermediarias entre las imágenes transmitidas y las reproducidas en la mente del receptor. Thomas Hobbes escribió: “El uso general del lenguaje consiste en transferir nuestro discurso mental al discurso verbal, o la secuencia de nuestros pensamientos a una secuencia de palabras” (De “Leviatán”-Ediciones Altaya SA-Barcelona 1994).

El sistema natural utiliza conceptos tales como entidades, atributos y actividades, los que son tratados mediante las operaciones de la lógica analógica (agrupar y comparar), dando lugar a los sustantivos, adjetivos y verbos. Los conectivos, por otra parte, utilizan conceptos derivados de las operaciones de la lógica simbólica. Se han omitido los adverbios, artículos, y demás, los cuales permiten definir con mayor precisión aquello que se describe.

Sintetizando:

Estructura del pensamiento = Lógica analógica + Lógica simbólica

Estructura del lenguaje = Sistema natural + Conectivos

La estructura básica de los idiomas es única, lo que posibilita su aprendizaje por parte de los niños. Ian Hacking escribió: “Virtualmente, cualquier niño «atrapará» el lenguaje de cualquier comunidad en la que se encuentre. En lugar de postular que cada niño nace con cien gramáticas distintas (japonés, chicano, kwkiutl y francés), es mejor conjeturar que todos los lenguajes comparten una estructura subyacente única y que los niños nacen con una disposición a seguir esta estructura al delinear un lenguaje real en base a lo que se ha dicho en torno a ellos” (De “¿Porqué el lenguaje importa a la Filosofía“-Editorial Sudamericana SA-Buenos Aires 1979).

El lenguaje es la expresión del pensamiento, pero el pensamiento se perfecciona buscando una adecuada expresión. De ahí que podamos identificar sus estructuras. Jean Piaget escribió: “Entre el lenguaje y el pensamiento existe un vínculo genético tal que cada uno se apoya necesariamente en el otro, en formación solidaria y en perpetua acción recíproca; pero, en definitiva, los dos dependen de la inteligencia, que es anterior al lenguaje e independiente del mismo” (Citado en “Principios de Filosofía del Lenguaje” de José Hierro S. Pescador-Alianza Editorial SA-Madrid 1997).

Según se ha visto, no existe una diferencia esencial entre pensamiento y lenguaje, ya que se confunden en un mismo proceso, por lo que no parece oportuno intentar saber cuál surge primero, o si el origen es biológico o social, ya que todo lo que conforma a los seres humanos deriva de una herencia genética junto a una adquisición social. Anna Giardini y otros escribieron: "Si Vygotsky consideraba el lenguaje de la misma manera que un proceso que nace en el exterior para después trasladarse hacia el interior de la persona, Piaget lo considera, en cambio, un proceso que funciona al revés; desde el interior hacia el exterior. Según el psicólogo ruso, la lengua es primero social y después individual, así como todas las otras competencias; por el contrario, según el psicólogo suizo, el lenguaje primero es individual y después social".

"Además, si según Vygotsky este instrumento enriquece y completa el pensamiento, según Piaget es el desarrollo cognitivo el que permite el uso de la lengua. Por lo tanto, los dos psicólogos tienen visiones totalmente opuestas, que viajan en direcciones contrarias. Pero ambos relacionan, a su manera, el lenguaje con el pensamiento, características únicas e irrepetibles del hombre" (De "Vygotsky"-Editorial Salvat SL-Barcelona 2017).

jueves, 16 de febrero de 2023

La "excomunión" socialista

Los seres humanos tendemos a buscar alguna forma de inmortalidad, aunque sea indirecta, asociándonos a un grupo, secta o sector de la sociedad que habrá de perdurar en el tiempo; al pertenecer a tal asociación de individuos, sentiremos que algo de nosotros perdurará más allá de nuestra vida. De ahí que una expulsión de la misma será muy temida por quienes encuentran el sentido de sus vidas en dicha asociación.

Si pensamos las cosas con mayor amplitud, admitiremos la posibilidad de trascender a través de toda la humanidad, sin necesidad de pertenecer a subgrupos de la misma que, por lo general, compiten con otros similares convirtiendo al planeta en una especie de escenario de violencia en el que no se vislumbra posibilidades de cambiar.

La palabra "excomunión" nos da idea de quedar "fuera de la comunidad". Al respecto leemos: "Excomulgar: Apartar de la comunidad de los fieles y del uso de los sacramentos al rebelde a los mandamientos de la Iglesia. Declarar a una persona fuera de la comunión o trato con otra u otras, casi siempre con violencia de expresión" (Del "Diccionario de la Lengua Española"-Ediciones Castell 1988).

Una de las expulsiones más conocidas es la ejecutada por la sinagoga holandesa contra el heterodoxo Baruch de Spinoza. En la declaración de expulsión se exige, a todos los miembros de la comunidad judía, no tener ningún contacto personal con el expulsado, lo que incluía a sus propios familiares, que cumplen con la orden.

En el caso del Partido Comunista de EEUU, y seguramente de otros países, ocurría otro tanto. Muchos de sus integrantes estaban mentalizados de tal manera que lo peor que les podía ocurrir era la expulsión de tal institución. Howard Fast, quien perteneció a dicho Partido por unos años, escribe al respecto: "La discusión de los miembros está guiada por los funcionarios pagos de la sección, cuya tarea máxima es entonces derrotar y destruir cualquier oposición a la resolución... aunque haya que dar pasos que lleven hasta la expulsión; y aunque la discusión se prolongue semanas, todo ello no es más que «ruido» y «furia». El resultado, siempre, está en la línea precisa de la resolución original, con algunas variaciones formales para que los miembros no supongan haber sido tomados por tontos".

"Lo que mantiene esta situación increíble e impide que toda la estructura se venga abajo es, primero y principalmente, el terror místico-religioso de expulsión, con sus tabús correspondientes; segundo, la habilidad de los funcionarios del Partido para convencer a los rangos y filas de la sabiduría divina y de la bondad de la jefatura; y finalmente la fe de los rangos y filas en el templo de la virtud que el Partido ha llegado a ser para él. Naturalmente, debe recordarse que en los países donde el Partido Comunista tiene el poder, la tortura y la muerte acompañan el armazón final de la disciplina" (De "El Dios desnudo"-Santiago Rueda Editor-Buenos Aires 1958).

Debido a la necesidad de creer en algo o en alguien, el creyente espera de los funcionarios del Partido cierta excelencia intelectual y moral, por lo que muchos de estos tienden a adoptar el rol requerido para tales circunstancias. El citado autor escribe al respecto: "Los miembros, sacrificados, dedicados, que se han acercado primeramente por una visión de socialismo, de justicia y de hermandad humanas, se ven forzados por presiones internas y externas del Partido hacia el contentamiento consigo mismo, hacia la estrechez, la religiosidad y la adoración del Partido. Por este proceso los miembros se transforman en sacerdotes, el Partido es un templo y los jefes dioses. No he escogido símbolos pintorescos: estos símbolos definen un hecho. Yo he pasado por este proceso, y lo conozco".

En cuanto a los líderes, escribe: "El apetito de omnisciencia, que corre como un hilo por todas las acciones de la vida, empieza a desarrollar dentro de él la convicción de ser omnisciente; su proceso mental está ahora estructurado de tal modo que le resulta imposible comprender que está equivocado".

(Omnisciencia: Conocimiento de muchas ciencias o materias. Conocimiento de todas las cosas reales y posibles).

"Está por encima del hombre. Cuando se le hacen favores o se lo trata amablemente, no agradece al donador. Esto es burgués. Él es el Partido; el acto de dar y tomar es parte de la realidad «política». Y también, en los últimos tiempos, ha perdido el poder de entregarse a los sentimientos normales; su «meticulosidad», su «corrección», su terror a resbalar en el ascenso, la desconfianza que jalona el camino hacia el poder... todo esto mutila su facilidad para sentirse cómodo en presencia de otros seres humanos".

Entre los golpes contra la realidad que sufren los incautos dominados mentalmente por hábiles embaucadores, puede mencionarse el "informe secreto" de Nikita Kuschev delatando los crímenes de millones de individuos perpetrados por Stalin y sus secuaces. Para no reconocer la falsedad de la "nueva religión pagana", se asocia tal oscuro periodo al simple "culto a la personalidad" (de Stalin). Al respecto, Howard Fast escribe: "Fue un trágico momento aquel en que los rusos, después de relatarnos el horror más espeluznante de nuestra época, nos explicaron serenamente que todo esto se debía al «culto del individuo», como dicen ellos, y que ahora el culto de la individualidad ha sido abolido de una vez para siempre".

"Ningún análisis de lo que convirtió a estos individuos en los monstruos que eran, ningún análisis de la organización que controlaban, ninguna referencia al apetito de poder o a la paranoia, ninguna alusión al hecho de que tal vez una tiranía «benigna» engendra tiranos poco benignos, ninguna alusión al uso de la inteligencia. Si uno acepta la magia, ¿para qué preocuparse de la razón? Pronunciemos la palabra «culto de la personalidad» y todo se pondrá en orden".

martes, 14 de febrero de 2023

¿Qué significa "ser liberal"?

Si nos preguntamos por el significado de "ser cristiano", seguramente escucharemos respuestas que nos dirán que significa "creer en la palabra de Cristo", en ser su "seguidor", si bien no deberíamos asociar con tal denominación sino al que cumple sus mandamientos éticos, es decir, que cumple con su voluntad. En cierta forma podría decirse que ser cristiano implica parecerse, en su conducta, a Cristo, o al menos intentar hacerlo. Es por ello que son los demás los que nos deben calificar, o no, como cristianos, y no uno mismo. A partir de tal definición podemos decir que, entonces, casi no hay cristianos, o que son una minoría.

Si nos preguntamos por el significado de "ser liberal", esta vez la respuesta ha de ser algo más dificil por cuanto no existe una personalidad liberal con la cual podamos identificarnos plenamente. Tampoco existe un conjunto de "mandamientos liberales" que nos permitan asociar con la denominación "liberal" al que los cumple plenamente, o al que los intente cumplir.

Al menos contamos con algunas opiniones interesantes, como la de Gregorio Marañón, quien escribió al respecto:



Yo dije, entonces, a mi contradictor antiliberal:

Para seguir discutiendo, es necesario que antes precisemos qué es ser liberal. Yo reconozco que lo que ustedes combaten como liberalismo, que lo que ustedes pretenden destruir, y no destruirán, tiene sus aspectos discutibles y algunos indefendibles.

Pero son pecados de los fariseos del liberalismo y no de los verdaderos liberales. Lo importante de ser liberal es lo que no figura en sus anatemas. Ser liberal es, precisamente, estas dos cosas; primero, estar dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo; y segundo, no admitir jamás que el fin justifica los medios, sino que, por el contrario, son los medios los que justifican el fin.

El liberalismo es, pues, una conducta y, por tanto, es mucho más que una política. Y, como tal conducta, no requiere profesiones de fe sino ejercerlo, de un modo natural, sin exhibirla ni ostentarla. Se debe ser liberal sin darse cuenta, como se es limpio, o como, por instinto, nos resistimos a mentir.

(De "Ensayos liberales"-Editorial Espasa-Calpe SA-Madrid 1956)

lunes, 13 de febrero de 2023

La falacia naturalista

David Hume estableció un criterio descalificador de diversas éticas basándose, no en los efectos que un mandato o sugerencia de conducta produce en quienes lo ponen en práctica, sino en la estructura lógica de su enunciado. Al respecto escribió: "Para cada uno de los sistemas morales que he encontrado hasta ahora he señalado siempre que el autor usa durante algún tiempo la manera ordinaria de razonamiento...cuando de repente me sorprende ver que en lugar de las copulaciones usuales de proposiciones, es y no es, me encuentro con que todas las proposiciones se conectan con debe o no debe".

"Este cambio es imperceptible; pero, sin embargo, es de suprema importancia. Es necesario que este cambio sea resaltado y explicado, porque debe o no debe expresan una relación o afirmación nueva. Se debería dar razones, lo cual me parece completamente inconcebible, cómo puede deducirse esta nueva relación (debe o no debe) a partir de otras que son completamente diferentes (es o no es)".

Carlos I. Massini Correas escribió: “El argumento llamado pomposamente «ley de Hume», pretendiendo para él la demostrabilidad y certeza de las «leyes» naturales, puede ser resumido del siguiente modo: todas las doctrinas éticas elaboradas hasta la aparición del Tratado de la naturaleza humana, han incurrido en la pretensión de «deducir» de afirmaciones acerca de «los asuntos humanos» proposiciones acerca de lo que debe hacer el hombre; ahora bien, como no es posible que en la conclusión se encuentre una relación –en este caso la relación deber- que no se halla en las premisas, el mencionado modo de razonamiento es una auténtica falacia y su puesta en evidencia por parte del escéptico escocés «subvertirá todos los sistemas morales corrientes», en especial aquellos que remiten como a su fundamento a la naturaleza humana”.

“Cuando se frecuenta más o menos asiduamente la literatura ética contemporánea de origen anglosajón [….] el investigador queda sorprendido al ver la seguridad y aplomo con que sus autores dan por definitivamente superado todo el conjunto de la ética clásica, incluida en ella, por supuesto, la tomista. Para una buena mayoría de estos autores, a partir del momento en que Hume formuló su conocida «ley» acerca de la incomunicabilidad entre el ámbito del «ser» y el del «debe ser» y de que George E. Moore expuso su no menos conocido argumento de la «falacia naturalista», toda la «ética pre-analítica» quedó refutada de modo definitivo".

"Esto les permite exhibir un extraño aire de suficiencia cuando se trata de abordar temas tales como el de la objetividad de la ética, el del fundamento de la ley natural, o el del conocimiento del «bien». Todos estos tópicos no plantearían sino pseudo-problemas y para su eliminación «terapéutica» bastaría con remitirse a la «ley» de Hume o a la «falacia» de Moore, sin que sea necesario recurrir a ningún argumento ulterior; y si alguien, inocentemente, se atreviera a hablar de ley natural o de acciones intrínsecamente malas, bastaría con responderle, con tono condescendiente: ¿no ha oído hablar usted de la «ley» de Hume o de la «falacia naturalista»?” (De “La falacia de la falacia naturalista”-Editorial Idearium-Mendoza 1995).

Para evitar este inconveniente lógico, debería, en principio, intercalarse alguna premisa adicional. Al respecto, Francisco J. Ayala escribió: "Como puso de manifiesto Richard Hare, en realidad, para resolver el problema de la falacia naturalista -que es, de acuerdo al análisis de Hare, un falso problema- no hace falta añadir premisa alguna. Cualquier persona que deduzca «Pedro debe ser castigado» de «Pedro mató a su padre» está tomando en cuenta en forma implicita la siguiente premisa, que da por cierta: «Quienes matan a su padre y no sufren ningún trastorno mental deben ser castigados»".

"Esa característica de carácter implícito de las premisas valorativas se conoce como «superveniencia»" (De "El cerebro moral" de Camilo J. Cela Conde y Francisco J. Ayala-Editorial Salvat SL-Barcelona 2019).

Si tenemos presente la actitud característica existente en todo individuo, con sus componentes emocionales de amor, egoísmo, odio e indiferencia, estamos describiendo lo que todo ser humano "es". Luego, consideramos el "debe ser" como una optimización de lo que "es". Teniendo presente la empatía emocional (amor) como la actitud que debería predominar, no se diferencia lo que el ser humano "es" de lo que "debe ser", escapando a la falacia naturalista que, en realidad, implica una meticulicidad que no debería influir en el ámbito de las investigaciones éticas.

Vygotsky y el stalinismo

El psicólogo ruso Lev Vygotsky, quien aceptaba los lineamientos teóricos del marxismo, fue censurado durante la época de Stalin, prohibiéndose la difusión de sus investigaciones. Por lo general, los marxistas desprecian toda forma de religión sin advertir que el marxismo-leninismo casi siempre se manifestó como una religión pagana; lo que no constituye novedad alguna.

En primer lugar, sus ideólogos suponen ser designados por la historia para orientar o dirigir a la humanidad, imitando a los profetas que suponen haber escuchado el llamado de Dios para una misión similar. Los ideólogos socialistas no aceptan ningún desvío ideológico de la recta comprensión de la ortodoxia marxista-leninista, rechazando toda herejía en forma similar a la actuación de la Santa Inquisición.

Respecto de Vygotsky, Anna Giardini y otros, escriben: "Intentó reflexionar sobre las relaciones entre psicología y marxismo. El punto no era adaptar el hombre y su existencia, de modo acrítico, a la doctrina de Marx. El punto era entender qué era útil, en la doctrina de Marx, para entender al hombre en su infinita complejidad y variedad".

"Ante la ciega ortodoxia de los colegas más intransigentes, y más fieles a la línea del Partido Comunista, Vygotsky cita palabras del Evangelio. En La psique, la conciencia, el inconsciente, el psicólogo recuerda un pasaje del Evangelio según San Marcos. Frente a la intransigencia hipócrita de los fariseos respecto de las festividades y los mandamientos, Jesús subraya que el «sábado» (día sagrado para los judíos) «ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado». Del mismo modo, la doctrina marxista ha sido hecha para ayudar al hombre a entenderse mejor a sí mismo y al mundo, y no el hombre el que ha sido hecho para adaptarse ciegamente a la doctrina marxista" (De "Vygotsky"-Editorial Salvat SL-Barcelona 2017).

En cuanto a los motivos de la censura, los citados autores escriben: "Mientras, la clase de los pequeños terratenientes (los kulaks) era perseguida para poner la agricultura bajo el control masivo de la máquina estatal. Justamente la atención de Vygotsky al mundo rural y a esta clase de pequeños productores agrícolas, a menudo acomodados y cultos, cuando el gobierno quería liquidarlos, atrajo la mirada malévola de la censura".

"Los campesinos ricos que se oponían a la confiscación de sus tierras eran deportados y fusilados. Y, junto a ellos, muchos miembros del partido obstaculizaron esa política. La acusación de «enemigo del pueblo» era garantía de arrestos, procesos sumarios, fusilamientos y deportaciones. Stalin seguía su obra de idealización de su poder, representándose como el padre cariñoso e infalible de su pueblo, además del único guardián y garante de la correcta aplicación de la doctrina de Marx y Lenin".

"Todas las desviaciones de su voluntad eran castigadas con sangre. Todos los aspectos de la sociedad rusa, desde la vida cotidiana hasta la cultura, tenían que seguir sus deseos. La persecución era inevitable para opositores y heterodoxos. A partir de 1934, empezó la estación de la «Gran Purga»: millones de personas fueron ejecutadas o condenadas a la máquina mortal de los gulags...., es decir, «Dirección general de campos de trabajo correctivos»".

"En 1936, con un decreto, el comité central del Partido Comunista de la Unión Soviética condenó a Vygotsky y a otros muchos estudiosos, acusándolos de practicar una psicología que reproducía modelos occidentales y burgueses y, por lo tanto, contraria al espíritu y a los ideales de la revolución bolchevique. En concreto, fueron criticados los contactos con psicólogos occidentales....La «condena al olvido» que se impone al pensamiento y a la obra de Vygotsky duraría hasta la segunda mitad de la década de 1950".

Las diversas posturas anticientíficas, ya sea surgidas de la religión o de la filosofía, se caracterizan por adoptar como referencia las opiniones y las descripciones hechas por una persona en lugar de adoptar como referencia la propia realidad con sus leyes naturales invariantes.

domingo, 12 de febrero de 2023

El espíritu del monoteísmo

En épocas remotas, surgieron religiones primitivas, con dioses especializados que controlaban diversas partes de lo conocido. La creencia predominante, respecto de la actitud que tales dioses esperaban de los seres humanos, consistía en pedidos, súplicas y homenajes, de la misma manera en que los diversos déspotas surgidos a lo largo de la historia reclaman y esperan de sus subalternos.

Si el monoteísmo de los hebreos hubiese reducido la cantidad de dioses a uno sólo, pero hubiera mantenido vigente una creencia similar respecto de lo que ese Dios esperaba de los hombres, es decir, homenajes y pedidos, el cambio no hubiese sido significativo, ya que el comportamiento de los seres humanos se habría mantenido en forma similar. También los primeros profetas hebreos practicaban "artes adivinatorias" aduciendo tener un vínculo con el Dios único, en lugar de que el vínculo establecido habría de realizarse a través de la interpretación de sus leyes.

El cambio significativo implicó el surgimiento de la religión moral, basada en la creencia en un Dios que esperaba, y reclamaba, cierto comportamiento ético en los seres humanos, desprovisto de los vicios de las religiones politeístas. Tal comportamiento apuntaba a una mejora en las condiciones de vida de los seres humanos.

Tal religión se fue imponiendo a partir de los profetas, que se sentían intermediarios entre Dios y los seres humanos, interpretando adecuadamente las leyes impuestas por el Dios Crador e intentando hacerlas cumplir en su condición de tales. Israel I. Mattuck escribió: "En el siglo VIII AC apareció un nuevo tipo de profeta entre los hebreos. Entre ellos, se habían dado siempre profetas, hombres que afirmaban ser canales de comunicación con Dios. Por tanto, estaban habituados a extraer de la omnisciencia divina el conocimiento del futuro o de lo oculto".

"Se les pagaba por sus servicios, profetizar era su oficio. Quienes se dedicaban a él, formaban gremios. Estos profetas no dejaron ningún escrito, sólo leyendas que pone un toque de fantasía en la historia, añadiendo milagros a los hechos, al relatar la impresión causada por sus actividades y su personalidad".

"Los profetas del siglo VIII AC en adelante, recurrieron a la escritura. A diferencia de los profetas profesionales, no se ganaban la vida profetizando, siempre criticaron, a veces desdeñosamente, a aquéllos".

"Los nuevos profetas predecían el futuro no como videntes que pretenden ver el futuro, sino aplicando las leyes por las que, a su entender, Dios gobierna el curso de la vida y de la historia humanas".

"Los acontecimientos que predijeron no siempre sucedieron, pero los principios en que basaban sus predicciones eran válidos, aunque la predicción fuese errónea. Y lo que más les importaba eran los principios. Fueron maestros religiosos dominados por la urgencia de una misión que los llevaba a hablar a los hombres de Dios y su justicia".

"El pueblo estaba muy por debajo de la aprehensión espiritual y la conducta moral que la verdadera religión exige. La situación moral, en varios aspectos, violaba la ley divina. El desastre era inevitable".

"Eran humanos. Nadie atendía sus exhortaciones; se burlaban de sus enseñanzas. Arrastrados por un sentido de urgencia moral que lo dominaba todo, se sentían frustrados ante la insensibilidad de quienes trataban de despertar" (De "El pensamiento de los profetas"-Fondo de Cultura Económica-México 1962).

Las leyes de Dios, advertidas por los profetas, eran invariantes en el tiempo, asociando a Dios el atributo de que "no cambia" con el tiempo. De ahí la identidad de la ley natural invariante de la ciencia experimental y el Dios caracterizado por las leyes naturales que rigen todo lo existente. El citado autor escribe: "Dios gobierna el universo de acuerdo con una ley. Esta idea no es afirmada en forma explícita aunque sí está claramente implicada en la creencia -explícita o implícita- de que Dios no cambia".

"Los profetas no pensaban en Dios como en una persona, sino como un poder dotado de conciencia, al parecer como la de una persona, pero infinitamente más rica. Dios piensa, siente, juzga y quiere. Lo difícil, o imposible, para nosotros es concebir tal poder sin personalizarlo, hecho que debemos atribuir a nuestras limitaciones humanas".

"La historia de cada pueblo está bajo el gobierno de Dios, de modo que deben sufrir las consecuencias de su incapacidad de reconocerlo y obedecer sus mandatos morales".

El principal principio ético surge de aquellos profetas: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Levítico XIX, 18). Al llegar a tal principio, se advierte la continuidad que se mantiene con el cristianismo, por lo que Cristo expresó: "No he venido a abolir, sino a dar plenitud", intentando fortalecer la religión bíblica antes que instituir una nueva religión.

Por lo general, se supone que existe una gran diferencia entre ciencia experimental y religión moral. Sin embargo, si consideramos que las leyes naturales descritas por los científicos son las leyes de Dios observadas por los profetas, se advierten coincidencias importantes, a pesar del tiempo transcurrido entre el surgimiento de la religión moral monoteísta y el inicio de la ciencia experimental.

El mandamiento del amor al prójimo, asociado esta vez a la empatía emocional, e interpretado como la actitud por la cual compartimos penas y alegrías ajenas como propias, pone en evidencia lo acertado que estuvieron los profetas bíblicos. Además, la empatía emocional tiene actualmente un fundamento biológico en las neuronas espejo. Tan sólo falta una adecuada difusión de este principio moral que el proceso evolutivo ha provisto en todos y cada uno de los seres humanos que habitamos el planeta.

viernes, 10 de febrero de 2023

No combatir la delincuencia implica promoverla

Si cometer un delito no tiene consecuencias para el culpable, en cierta forma implica alentar los delitos. Ello se debe a que, en cierta forma, impera un criterio comercial; esto es, si se comete una acción ilegal, el "precio" que se ha de pagar es ir a la cárcel, lo que puede incidir a que no se lo cometa. Pero, si no debe pagarse ningún "costo", no hay nada que temer y se podrá delinquir tranquilamente.

Esto se advierte en el caso de las multas de tránsito. Si bien tratamos de cumplir con las reglas de tránsito por una cuestión de seguridad personal, en otros casos este cumplimiento se debe al temor a pagar elevadas multas, advirtiéndose un "costo" económico concreto y evidente.

Todo esto resulta bastante claro. Sin embargo, como gran parte de la sociedad está del lado de la protección del delincuente antes que de la persona decente, se aduce que "el encierro en la cárcel no mejora al detenido", faltando poco para que se diga que no debe existir tal encierro, ya que impide la "reinserción social" del delincuente. Por el contrario, pensando en la seguridad de las personas decentes, que son mayoría, puede afirmarse que "el delincuente encerrado no tiene posibilidades de seguir matando inocentes", o cometiendo otros delitos.

La justicia estatal poco hace para evitar delitos, incluso se le prohíbe al policía disparar su arma antes que lo haga el delincuente, debiendo elegir entre desacatar el reglamento e ir a la cárcel o bien perder la vida ante el "victorioso" delincuente que sentirá cierto orgullo por haber matado a un policía.

En la lucha contra el delito se tiene, en un extremo, la denominada “tolerancia cero”, mientras que en el otro extremo se ubica el garantismo (que propone penas mínimas) y el abolicionismo (que propone erradicarlas). De ahí que toda nación mira hacia ambos extremos, aunque necesariamente se orienta hacia uno de ellos.

Debe aclararse que “tolerancia cero” no es lo mismo que “mano dura”, por cuanto con aquélla se han logrado excelentes resultados, mientras que con la última no ha sido así. La mano dura consiste, esencialmente, en aplicar el “ojo por ojo y diente por diente”, llegando el Estado a cometer excesos, mientras que la “tolerancia cero” implica adoptar penas proporcionales a los delitos cometidos comenzando por las pequeñas contravenciones, sin dejar ninguna sin sanción.

La tolerancia cero es la respuesta de la justicia, y de las instituciones policiales, a ciertas investigaciones realizadas en el campo de la Psicología Social. En una de ellas, Philip Zimbardo, en 1969, abandonó un automóvil sin patente, y con las puertas abiertas, en una calle del Bronx neoyorkino. A los diez minutos comenzó el robo de sus partes y a los tres días no quedaba nada de valor. Posteriormente abandonó otro automóvil en similares condiciones, pero esta vez en un barrio habitado por gente con mejores recursos económicos, como fue el caso de Palo Alto, en California. Durante una semana quedó intacto, por lo que procedió a abollar algunas partes de la carrocería con un martillo, quedando luego de cierto tiempo en un estado similar al del automóvil utilizado en la experiencia anterior.

El experimento de Zimbardo despertó la iniciativa, en James Wilson y en George Kelling, de redactar un artículo titulado “Ventanas rotas” en el cual se recomienda, a manera de ejemplo, al dueño de un edificio, reemplazar a la brevedad algún vidrio roto. De lo contrario, ese vidrio podrá actuar como una señal de abandono que pronto despertará la atención de algunos vándalos que seguramente tratarán de romper los restantes.

La tolerancia cero se basa en la tendencia a castigar cualquier infracción reduciendo el tiempo entre el delito cometido y la sanción recibida, pudiendo sintetizarse en dos postulados básicos:

1- Si el responsable de una infracción no es condenado inmediatamente, se le incita a reincidir.
2- Si los responsables de infracciones no son condenados cada vez con toda la severidad permitida por la ley, de forma progresiva pasarán de los pequeños delitos al crimen.

Adviértase que los postulados de la tolerancia cero casi explícitamente manifiestan que tanto el garantismo como el abolicionismo, al aplicar penas mínimas o nulas, convierten a la justicia penal en una promotora directa del delito. Howard Safir, ex jefe de policía de Nueva York relata algunas de sus experiencias aplicando el criterio mencionado: “Para dar una idea de cuánto avanzamos en menos de una década: en 1990, Nueva York, con una población de 7,5 millones de habitantes, tuvo más de 2.200 homicidios”. “En 1998, luego de haber estado al mando por dos años, hubo sólo 633 homicidios, lo cual significa que en 1998 hubo 1.500 personas transitando tranquilamente por la calle, que en 1990 habrían sido asesinadas”.

“Los policías que sólo recorren las calles respondiendo a la delincuencia y esperando que su presencia lo impida, están perdiendo su tiempo y nuestro dinero; mientras que los oficiales que conocen con profundidad vecindarios y saben dónde, cuándo y cómo se cometen los delitos, pueden tener –y siempre lo han tenido- un efecto sobre la delincuencia. Los «policías conformistas» son de muy poca ayuda en las áreas invadidas por el tráfico de drogas”.

“La habilidad de los oficiales de policía para tener un impacto sobre la delincuencia es algo que los criminólogos –quienes creen que las fluctuaciones de aquélla se deben a motivos sociales y económicos- siempre han refutado. Muchos criminólogos creen que estos problemas rebasan las habilidades de un oficial de policía, o de los organismos de procuración de justicia. En la ciudad de Nueva York demostramos que no es así. Las actividades de la policía sí tienen un impacto considerable sobre la delincuencia, pero el éxito no sólo recae en las cifras de oficiales en la calle, sino en lo que hacen ahí”.

En cuanto al consumo de drogas y su reducción, el citado autor escribió: “Hasta que no se encuentre una manera de reducir exitosamente la demanda, de cortar el suministro de droga reduciendo el tráfico y volviendo su venta un negocio con pérdidas, no se controlará el comercio de estupefacientes”. “Mi trabajo no consistía en perseguir a los traficantes de heroína y cocaína por mar y tierra. Mi objetivo era sacar las drogas de la ciudad de Nueva York”.

“Recobrar las calles y los parques es una cosa, pero mantenerlos es otro reto. Sin un seguimiento eficaz, las ciudades a menudo vuelven a caer en manos de delincuentes. Quizás sea éste el aspecto más frustrante de la prevención delictiva, invertir tiempo y recursos para limpiar un vecindario, sólo para perderlo en cuanto nos retiramos de ahí”.

En cuanto a la penalización de delitos menores y su influencia en la disminución de los mayores, escribió: “En 1993 el promedio de gente que se saltaba los molinetes del metro era de 214.000 por mes –era casi un deporte olímpico-; el mensaje que les estábamos enviando a esos infractores era que si se saltaban un molinete podrían obtener no sólo eso, sino mucho más. Comenzamos por reforzar las leyes de evasión de pasajes, y redujimos el número a cerca de 15.000. No sólo incrementamos los ingresos del metro, sino que también en el año 2000 la delincuencia en este medio de transporte se redujo un 60%. Un ejemplo de trabajo bien hecho para mejorar la calidad de vida fue cuando arrestamos a uno de estos transgresores de molinetes y encontramos una metralleta corta bajo su abrigo. Imaginen si hubiéramos permitido que abordara un vagón del metro lleno” (De “Seguridad”-Grupo Editorial Planeta SAIC-Buenos Aires 2004).

La inimputabilidad de los menores ante delitos cometidos resulta ser también un aliciente que la justicia penal brinda a los jóvenes para iniciarse en el delito. Se mejoraría la situación, en el sentido de la tolerancia cero, si se bajara la edad de la imputabilidad al menos desde los catorce años, en lugar de los dieciséis.

Quienes apoyan el sistema penal garantista y abolicionista, son los sectores que se oponen al sistema capitalista (supuesto culpable de todos los males). Mientras tanto, la cantidad de asesinatos y otros delitos sigue su marcha ascendente estando las estadísticas oficiales falsificadas para mostrar un éxito que no es tal. Diana Cohen Agrest describe el prontuario de quien estaba libre cuando cometió el asesinato de su propio hijo: “Ezequiel había sido arrancado de la vida brutalmente, y el homicida, tan joven como su víctima, era un delincuente que de no ser por nuestra justicia injusta, debería haber estado encarcelado cuando disparó el horror. Hijo de un policía que habría denunciado el extravío de una de sus armas seis años antes, el asesino ya había sido condenado reiteradamente por el delito de portación de arma de guerra, por portación de arma de uso civil, por encubrimiento agravado, por el delito de robo agravado, por el delito de robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa y por portación ilegal de arma de guerra en concurso real. Esta sucesión de condenas no fue un obstáculo para su libertad” (De “Ausencia perpetua”-Debate-Buenos Aires 2013).

El sistema garantista puede también denominarse como de “persuasión cero” por cuanto hace muy poco por desalentar al delincuente y para encaminarlo por la buena senda. Recién cuando comete un asesinato, es posible que vaya por un tiempo a la cárcel, para conformar a los familiares de la víctima. Aunque, si allí se comporta bien, pronto recuperará su libertad y volverá a asesinar a otros inocentes.