domingo, 30 de junio de 2019

Abandonemos el libertarismo ingenuo

Por John Alejandro Bermeo

El libertarismo es insuficiente

Cada día el pensamiento libertario se hace más popular, especialmente en aquellos países que padecen las consecuencias del socialismo. Mientras que el libertarismo nació en Estados Unidos como reacción a la derecha, en Latinoamérica nació como reacción a la izquierda.[1]

La manera en la que muchos entienden el libertarismo en Latinoamérica viene de la mano de Alberto Benegas Lynch (h): “El liberalismo es el respeto irrestricto por el proyecto de vida del prójimo”, cita que ha sido popularizada por el economista Javier Milei gracias al cambio cultural que viene generando en la Argentina.

Considero absolutamente plausible que la primera noción y aproximación de muchos jóvenes a las ideas libertarias sea el «todo vale», el «vive y deja vivir», y el «respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo», pero considero muy problemático que permanezcan únicamente con esta visión ingenua, simplona e incompleta.

Las grandes cuestiones de la vida no se solucionan con el «vive y deja vivir». Es lamentable que muchas personas se queden apenas con lo corto de miras del pensamiento libertario.

El fundamento del libertarismo descansa en un principio ético-jurídico llamado el principio de no agresión, este nos dice que siempre es incorrecto «iniciar» el uso o la amenaza de uso de la fuerza física contra la persona y su propiedad. El énfasis en la palabra «iniciar» es muy importante, pues quiere decir que el libertarismo no es algún tipo de pacifismo autodestructivo, sino, que el libertarismo sí contempla el uso de la fuerza como defensa y represalia.

Si el libertarismo lo único que nos dice es que siempre es incorrecto iniciar la agresión contra Otro, ¿qué pasa con las otras preguntas importantes de la vida?, ¿cómo florecer uno mismo?, ¿cómo lograr la felicidad?, ¿cómo alcanzar lo que Aristóteles llamó eudaimonía? Hagámoslo más simple, pensemos en esto: ¿Qué nos dice el libertarismo sobre las drogas? Dirá que deben ser libres, no te dirá si está bien o está mal, si es correcto o incorrecto. ¿Qué nos dice el libertarismo de la necrofilia? Que debe ser libre siempre que haya consentimiento del fallecido, pero no te dirá si está bien o mal o si es correcto o incorrecto. Repito, el libertarismo solo se ocupa del papel de la agresión a la persona y su propiedad, empero, no se ocupa de la «buena vida» o el summum bonum, no se ocupa de la excelencia, la moral o las virtudes, todo esto es un mundo aparte al libertarismo. Es papel de filosofías completas, filosofías de vida, ocuparse de lo bueno, de lo bello y del florecimiento humano. Aquí las religiones, corrientes éticas, la moral y la costumbre e incluso las leyes, juegan un papel importante para dar forma a todos los aspectos del ser humano.

Escribe Hoppe:

“Muchos libertarios sostienen la opinión de que todo lo que se necesita para mantener un orden social libertario es la aplicación estricta del principio de no agresión (NAP por sus siglas en inglés). Por tanto, según su punto de vista, siempre y cuando uno se abstenga de la agresión, debería mantenerse el principio de «vive y deja vivir». Sin embargo, aunque este «vivir y dejar vivir» suena atractivo para los adolescentes en rebelión contra la autoridad paterna y toda convención y control social (y muchos jóvenes se han sentido inicialmente atraídos por el libertarismo, creyendo que «vivir y dejar vivir» es la esencia del libertarismo), y aunque el principio sí se sostiene y se aplica a las personas que viven lejos y que se tratan entre sí de manera indirecta y remota, no se sostiene ni se aplica, o más bien es insuficiente, cuando se trata de personas que viven cerca entre sí, como vecinos y cohabitantes de la misma comunidad”.

Aunque el libertarismo es lógicamente correcto y consistente, es insuficiente. Dada la claridad de lo mencionado por Hoppe, quiero ahondar en lo que menciona al final.

Cada día las relaciones de mercado son más impersonales, pero incluso, siendo personales, normalmente, poco o nada nos importa lo que haga esta persona en su vida privada, menos aún si son personas que «viven lejos» y hasta este punto, parece que el «vive y deja vivir» y el «respeto irrestricto por el proyecto de vida del prójimo» funcionan. Sin embargo, todo esto cambia cuando las personas «viven cerca». Hoppe plantea el caso del “mal vecino”. Supongamos que nuestro vecino ha hecho de su casa un burdel o supongamos que nuestro vecino es un necrofílico o anda todo el día desnudo por su casa y se masturba en su patio. Ninguno de estos actos atenta contra nuestra persona ni contra nuestra propiedad, pero claramente no es lo mejor ni es lo más deseable. A nadie le gustaría que su familia tuviera que soportar a un vecino como el mencionado, o a un vecino que “se dedica habitualmente al sacrificio ritual de animales”.[4] En estos casos el libertarismo no tiene una respuesta, es necesario aquí abandonar el libertarismo o si se quiere, complementarlo para lograr dar solución a estos problemas. En el mismo sentido, el libertarismo no te dirá nada sobre las virtudes o los vicios, es necesario abandonar el libertarismo o complementarlo con filosofías de vida que den razones por las cuales la drogadicción o el alcoholismo no son buenos para la vida ni el progreso personal y social.

Sin virtudes no hay capitalismo

El sistema económico que los libertarios defienden depende de unos valores, de una moral, y una vez esta es abandonada su propio sostenimiento se hace inviable. Las virtudes de autocontrol, de trabajo, de honestidad y una baja preferencia temporal, en resumen, la frugalidad, hacen posible la existencia del capitalismo. Cualquier libertario debe tener esto en cuenta a la hora de defender el capitalismo. Una sociedad avocada al presente, al consumismo, al endeudamiento, al entretenimiento y los vicios, en resumen, al hedonismo o el carpe diem, no puede sostenerse y da lugar a un proceso de descivilización. Deben promoverse los valores y las virtudes que dan sustento al sistema que defendemos.

No soy el primero ni el último en señalar la importancia de cierto tipo de valores para el sostenimiento y reproducción del capitalismo. Daniel Bell en su obra “Las contradicciones culturales del capitalismo”, ya señalaba cómo el sistema capitalista lleva dentro de sí la semilla de su propia destrucción al socavar las instituciones y valores que le dieron nacimiento. Escribe Bell:

“La estructura de carácter heredada del siglo XIX, con su exaltación de la autodisciplina, la gratificación postergada y las restricciones, aún responden a la estructura técnoeconómica; pero choca violentamente con la cultura, donde tales valores burgueses han sido rechazados de plano, en parte, paradójicamente, por la acción del mismo sistema económico capitalista”.

En suma, los valores y la cultura que dieron origen al capitalismo hoy son rechazados por el sistema, por lo tanto, el capitalismo no podrá sostenerse.

Una sociedad que hoy se mueve hacia el ocio y el entretenimiento, hacia el lujo excesivo y el derroche, hacia los placeres carnales y el hippismo, hacía la drogadicción, el libertinaje sexual, el porno y la masturbación, en pocas palabras, hacia la inmoralidad o si se prefiere, el «pecado», no puede sostenerse.

Vivimos en una sociedad en donde existe una crisis de los valores. Los antivalores florecen. Los libertarios ingenuos creen que con el “todo vale siempre que tu libertad no atente contra la mía” es suficiente para construir familias, vecindades, sociedad y civilización, no obstante, este credo es el credo de la destrucción. Ya lo diría el gran pensador Nicolás Gómez Dávila:

“El liberalismo pregona el derecho del individuo a envilecerse, siempre que su envilecimiento no estorbe el envilecimiento del vecino”.

Y el resultado de tal envilecimiento del «todo vale» conduce a la «imposibilidad práctica» de la filosofía libertaria. Escribe Wiliam M. Sullivan:

“El liberalismo ha enturbiado las raíces sociales y morales de su propia viabilidad. Es cada vez más patente la incapacidad de un credo liberal simplista para sostener sus propias condiciones de posibilidad”.

El libertarismo y su defensa del capitalismo sin moralidad, resulta pues, en una erosión y en una contradicción de los mismos. Como mencionó el economista e historiador Joseph Schumpeter: “El éxito mismo [del capitalismo] socava las instituciones sociales que lo protegen”.

Es necesario abandonar ese libertarismo ingenuo y adolescente del «todo vale» para volver a las raíces que le dieron origen. El libertarismo y el capitalismo necesita «nutrirse de virtudes», de las virtudes burguesas. El espíritu del capitalismo (ascetismo y puritanismo) con la disciplina personal, el trabajo, la prudencia, la honradez, la rectitud, la puntualidad, el ahorro, la inversión y la austeridad dispararon el proceso civilizatorio que nos ha traído bienestar y riqueza como nunca antes en la historia de la humanidad.

[1] Aquí entiendo la palabra liberalismo y libertarismo como sinónimos ya que estoy hablando de autores argentinos, y en la Argentina no ha existido un robo de la palabra “liberalismo” por parte de la izquierda, como sí ha ocurrido en EE. UU. y en Colombia donde se usa el término “Libertario”. También presumo que los autores no están pensando en el liberalismo clásico decimonónico ya que este va mucho más allá de solo “respetar al prójimo”.

(De https://misesreport.com/abandonemos-el-libertarismo-ingenuo/)

miércoles, 26 de junio de 2019

Ayn Rand (egoísmo racional) vs. Cristo (empatía emocional)

Una actualización de la expresión bíblica "por sus frutos los conoceréis", podría ser: "por sus seguidores conoceréis a los ideólogos". Así, se advierte en el sector partidario de la "filosofía objetivista" un fuerte rechazo hacia el cristianismo y también hacia quienes no están de acuerdo en considerar al aborto una práctica que deba promocionarse y justificarse teniendo presente la existencia de métodos menos salvajes para evitar nacimientos indeseados.

El sector objetivista ha promovido una amplia grieta entre los partidarios del liberalismo además del rechazo de los sectores conservadores. El problema radica, no tanto en la no aceptación del cristianismo en cuanto a lo sobrenatural, los milagros y los misterios irracionales, sino que va más allá hasta el rechazo de la ética cristiana. Debe recordarse que, hasta épocas relativamente recientes, era común interpretar los sueños como mensajes inducidos por el mismísimo Dios para comunicarse con los creyentes, por lo que es aconsejable separar las sugerencias éticas, y su posible efectividad, de las supuestas causas que le dieron origen. Así, desde la religión natural se acepta la efectividad de la ética cristiana mientras se deja un tanto de lado el aspecto mítico e irracional asociado a la religión teísta.

En una entrevista a la escritora Ayn Rand, puede advertirse su expresión: "el amor al prójimo es inmoral....". Ello implica que compartir las penas y las alegrías ajenas como propias (empatía emocional) sería una actitud "inmoral", aún cuando se advierte que se trata de un proceso natural previsto por la evolución biológica para favorecer nuestra supervivencia (de lo contrario no habría sido "instalado" por el proceso evolutivo).

Si, desde el punto de vista de la ética objetivista, es inmoral el cristianismo, tal ética podrá ser vista también como "inmoral" desde el punto de vista cristiano. Ayn Rand escribió: "El principio de intercambio comercial es el único principio ético racional para todas las relaciones humanas, personales y sociales, privadas y públicas, espirituales y materiales. Es el principio de justicia" (pág. 45)(De "La virtud del egoísmo"-Grito Sagrado Editorial-Buenos Aires 2007).

Al promover una ética que exalta el "egoísmo racional", descartando el proceso empático, se advierte que se trata de una ética no natural, por cuanto rechaza la empatía como ley natural de primerísima importancia para la supervivencia humana. La ignorancia de la empatía llega a tal extremo que en la mente de los objetivistas no existe la posibilidad de un beneficio simultáneo entre dos personas, sino que sólo contemplan el egoísmo y el altruismo, en los cuales una de las dos partes es ignorada, o bien perjudicada, por la otra. En base a tal omisión, Ayn Rand interpreta la muerte de Cristo, no como un acto de amor a la humanidad para beneficio de todos, sino como un "acto altruista" que sirvió para perjudicar al "bueno" y beneficiar a los malos. (Ver https://www.youtube.com/watch?v=7jQ_Avtu0lg).

Si la empatía emocional no existe en la mente de Ayn Rand, tampoco ha de existir en la de sus incondicionales seguidores, aunque forme parte del mundo real. Además, ello implicaría humillarse aceptando que, en ese sentido, Cristo tendría la razón. La actitud anti-cristiana de sus seguidores se advierte en la burla y la descalificación permanente hacia todo lo que sea religión, y en especial el cristianismo, ignorando que la economía de mercado requiere, para un funcionamiento adecuado, no del egoísmo propuesto por Ayn Rand, sino de la empatía que conduce a la cooperación social. Así, un intercambio comercial entre dos personas se mantendrá en el tiempo si, y sólo si, ambos se benefician simultáneamente. De lo contrario, cuando se beneficia uno de ellos (debido al egoísmo o debido al altruismo) tales intercambios habrán de interrumpirse.

El randismo unifica a los enemigos (cristianismo y marxismo) suponiendo falsamente que ambos promueven el "altruismo". Sin embargo, como cualquier adulto y cualquier niño lo sabe, el cristianismo promueve el amor al prójimo (empatía emocional), mientras que el marxismo promueve el odio entre sectores (empatía emocional negativa) utilizando el disfraz del altruismo para engañar ingenuos e inadvertidos.

En cuanto al aborto, se presentan dos posturas extremas, como la de quienes proponen "salvar las dos vidas" y la de los que proponen "eliminar las dos vidas". En este caso, se trata de la eliminación del niño en gestación y del deterioro psicológico que sufrirá la madre inducida a abortar ya que podrá surgir cierto cargo de conciencia a partir de reacciones desde un nivel subconsciente. Algunas encuestas realizadas en Francia confirman que un elevado porcentaje de mujeres aborteras han tenido ese tipo de problema moral.

Los ideólogos que promueven el aborto actúan con ignorancia, soberbia e irresponsabilidad, ya que, sencillamente podrían indicar que, al haber muchas mujeres que nunca practicaron un aborto, debería el resto accionar de una forma semejante. Sin embargo, la citada autora incluso considera que los no abortistas sienten "odio" (aunque en realidad el odio lo lleva encima el que promueve el genocido infame y silencioso que lleva a las sociedades a una etapa de barbarie o salvajismo). Ayn Rand escribió respecto de los antiabortistas: "No consigo realmente imaginar el estado mental de una persona que deseara condenar a otro ser humano a dicho horror. No puedo concebir el grado de odio que es necesario para hacer que esas mujeres vayan por ahí haciendo cruzadas contra el aborto. Odio es lo que revelan, desde luego, no amor por los embriones, que es algo absurdo que nadie podría sentir, sino odio, un odio virulento por un objeto sin nombre. A juzgar por el grado de intensidad de esas mujeres, yo diría que es cuestión de autoestima y que su miedo es metafísico. Su odio está dirigido contra seres humanos como tales, contra la mente, contra la razón, contra la ambición, contra el éxito, contra del amor, contra cualquier valor que le traiga felicidad a la vida humana. Y para reflejar la deshonestidad que domina el campo intelectual de hoy, se auto-denominan «pro-vida.»"
"¿Con qué derecho puede alguien proclamar el poder disponer de las vidas de otros y de decretar sus decisiones personales?" (De http://objetivismo.org/aborto/)

Sin embargo, ella sí se arroga el derecho de inducir a millones de personas a realizar acciones destructivas sobre el niño a nacer junto a posibles cargos de conciencia de las madres aborteras. También sus incondicionales seguidores protestan airadamente si alguien dice algo "inoportuno" sobre la jefa de la secta, mientras ellos se burlan de todo aquel que muestre algún síntoma de ser cristiano considerándolo casi un deficiente mental.

Si el liberalismo intenta insertarse en la sociedad, especialmente en aquella con influencia cristiana, debe intentar afianzarse dentro del ámbito de las ciencias sociales y no en el ámbito de la filosofía, para evitar cometer el error de relegar a importantes figuras, como Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek por personajes de poca altura intelectual y moral.

domingo, 23 de junio de 2019

Paganización de la religión moral

En el ámbito de la religión pueden distinguirse dos extremos; por un lado las religiones que se basan en un intercambio de homenajes y ritos a cambio de favores personales concedidos por un Dios interviniente en los acontecimientos cotidianos, que pueden denominarse como "paganas", y en el otro extremo las religiones que suponen que lo que a cada ser humano le ha de suceder en la vida depende principalmente de su actitud moral, y no tanto de las concesiones asignadas en tal proceso de intercambio.

Una forma adicional de distinguirlas implica considerar las religiones paganas como aquellas que no tienen en cuenta la existencia de leyes naturales y observan los acontecimientos cotidianos y naturales como un prolongado e ininterrumpido milagro. Por el contrario, el comportamiento asociado a la religión moral prescinde de las intervenciones divinas y concede mayor importancia a la existencia de tales leyes.

La paganización de la religión moral se observa especialmente en el caso del cristianismo, cuando el cumplimiento de los mandamientos bíblicos es reemplazado casi totalmente por rituales, o bien por actitudes de tipo filosófico por las cuales se asocia la virtud a una creencia determinada.

Toda religión pública se instala en una sociedad a través de costumbres y tradiciones, por lo que el predominio del cristianismo en el Imperio Romano, y luego en Europa, se debió a una previa adopción de una "vestimenta" de tipo pagano, para insertarse, no sin dificultades, en poblaciones fuertemente influenciadas por las religiones paganas. De ahí que, al ser transmitido por tradiciones, el ropaje pagano se mantuvo durante gran parte de su historia.

La proliferación de santos, en el mundo católico, no implicó tanto una multitudinaria oferta de ejemplos de vida, sino tan sólo la posibilidad de reemplazar los antiguos dioses especializados del paganismo. Charles Guignebert escribió respecto del cristianismo medieval: "Los dogmas cristianos fueron establecidos y formulados por orientales sutiles y refinados. La metafísica de los viejos maestros de Grecia tanto como el ingenio verbal de sus sofistas, habían contribuido ampliamente a su nacimiento: las ideas que encerraban y las palabras que los expresaban eran igualmente incapaces de penetrar en los cerebros del siglo X".

"Si residía en ellos el cristianismo verdadero, los contemporáneos de Otón el Grande o de Hugo Capeto debían limitarse a un cristianismo aparente, compuesto totalmente de una liturgia y de algunas afirmaciones, que no les ofrecían ningún sentido pensable. Debían aceptarlos como verdades imposibles de verificar. Pero, como eso no es una religión, quiero decir, como un sentimiento religioso, por poco vivo que esté, no puede contentarse con eso, junto a este cristianismo que les escapaba habían creado uno de acuerdo a su espíritu y su corazón, que era, muy naturalmente por otra parte, la continuación de aquél que se había constituido cuando los campesinos, y, poco después los bárbaros, penetraron en la Iglesia".

"Dios y Cristo reinaban sin duda, pero no gobernaban. La Santísima Virgen, cuyas virtudes multiplicaban y cuyo culto expandían los monjes; los Santos, que si era menester el pueblo hacía por sí mismo, especializándolos según sus necesidades y cuyas reliquias e imágenes trataba como verdaderos ídolos; prácticas exteriores y demostrativas, que exaltaban la sensibilidad y fomentaban el sentimiento religioso; leyendas, nacidas no se sabía dónde y embellecidas de boca en boca, pero que, con etiqueta cristiana y en un marco de milagros sorprendentes, llevaban los espíritus a concepciones y a preocupaciones familiares, he ahí la materia constitutiva de ese cristianismo".

"La «filosofía» o, más modestamente, el pensamiento, ya no tenían lugar en él. A decir verdad, la dogmática ortodoxa, amenazada un instante por el panteísmo fundamental de Escoto Erígena, no tenía ya nada que temer: se cernía por encima de la fe práctica y muy raros eran los que la conocían o se preocupaban por ella. Sólo, y es comprensible, la historia de la teología sacramentaria encontrará qué espigar en las prácticas de aquel tiempo; por ejemplo, fue entonces cuando la unción de los enfermos en peligro de muerte se hizo sacramento y se estableció la costumbre de dar la absolución al pecador antes de haber cumplido la penitencia impuesta".

"Fue entonces, también, cuando se empezó a elaborar ese extraordinario sistema penitencial que se tornó y siguió siendo el medio de elección de las autoridades eclesiásticas para subordinar a ellas enteramente a los fieles y que confunde prácticamente para esos fieles la regla doctrinal con una especie de catálogo de prohibiciones y de penas correspondientes a las faltas inevitables. La vida cotidiana queda incluida totalmente en ese catálogo, pero también la iniciativa de la verdadera piedad se pierde y la dirección religiosa se reduce a la aplicación casi automática de una tarifa. Es cómodo, pero el sentimiento religioso verdadero, tanto como la verdadera moral, casi no salen ganando nada; es el triunfo del mecanismo sacramental" (De "El cristianismo medieval y moderno"-Fondo de Cultura Económica-México 1957).

En el siglo XIII se produce una alianza entre fe y razón, adoptando el catolicismo una estructura mucho más amplia y segura, sin abandonar lo sobrenatural. El autor antes citado escribe al respecto: "Santo Tomás de Aquino razona como sigue: Aristóteles, que es la razón misma, llega a la noción de un Dios único, de un Dios personal independiente del mundo creado por él; esta es una representación justa, pero incompleta; la revelación cristiana provee a esas insuficiencias y es ella, sobre todo, quien nos eleva al conocimiento del Dios verdadero, uno en tres personas. Y así la razón natural es la servidora de la fe (naturalis ratio subservit fidei) y recibe de ella el beneficio de infinidad de verdades complementarias que no podría lograr por sus solas fuerzas. Por su parte, le rinde el servicio de presentarla como un sistema lógico y verdaderamente como una ciencia satisfactoria, la ciencia de las ciencias, la ciencia de Dios".

Si bien el catolicismo de entonces se fortalece, tiende a asociarse a una "filosofía cristiana" alejándose un tanto de la religión moral, cuyo objetivo principal es la promoción del cumplimiento de los mandamientos bíblicos. Puede una persona creer en todo lo que establece la Iglesia, pero si no cumple con tales mandamientos, no puede decirse que sea verdaderamente un cristiano. En forma análoga, si alguien ni siquiera escuchó alguna vez el nombre de Cristo, pero ama al prójimo como a sí mismo, puede decirse que tal persona es un cristiano, aunque sin saberlo. De lo contrario, si así no ocurriese, en lugar de ser una religión ética, el cristianismo sería una "religión filosófica" perdiendo sus atributos orientadores y su universalidad.

En adelante, el catolicismo se convertirá en una especie de ideología en donde la prioridad es la creencia antes que el cumplimiento de los mandamientos. Es por ello que son rechazados los ateos, no creyentes, infieles, heterodoxos, herejes, etc., no porque dejen de lado los mandamientos (que es posible que los dejen) sino por no adherir a la ideología católica. De ahí que sea muy fácil advertir esta situación cuando, en los países católicos, casi nadie pregunta por "el cumplimiento de los mandamientos" sino por su "creencia". También se asocia la virtud con la creencia, ya que la mayoría dice "soy creyente", o "creo en Dios", en lugar de decir "soy un cumplidor de los mandamientos bíblicos", o bien "soy alguien que intenta cumplirlos".

En los últimos tiempos, una parte importante de la Iglesia adhiere al marxismo-leninismo, la ideología que, en manos de Mao-Tse-Tung y Stalin, produjo más víctimas que las producidas por Hitler. Al promover el socialismo, la Iglesia traidora al cristianismo, parece no tener en cuenta que si, se elimina la propiedad privada de los medios de producción, y el Estado concentra toda forma de poder, cuando cae en manos de un líder algo perturbado, genera indefectiblemente una catástrofe social.

Con los avances de las ciencias sociales y de las neurociencias, se advierte que el mandamiento del amor al prójimo no es otra cosa que la consecuencia de acentuar la empatía que, de forma natural, existe en cada uno de nosotros. Cuando la mayor parte de la humanidad intente compartir las penas y las alegrías ajenas como propias, se habrá dado un paso importante hacia el establecimiento del Reino de Dios. Se restablecerá de esa forma la religión natural que tiene como único objetivo la mejorá ética de todo individuo y la masiva adaptación de la humanidad al orden natural.

viernes, 21 de junio de 2019

¿Debe Latinoamérica renegar de su pertenencia a Occidente?

El egoísmo individual, por el cual una persona centra sus razonamientos en todo lo que la involucra, y poco o nada en lo que respecta a los demás, se proyecta como un egoísmo colectivo (nacionalismo) por el cual observa su propia nación con benevolencia, pero no así al resto de las naciones, las que considera como enemigas. En el caso Latinoamericano puede hablarse de una especie de nacionalismo regional, o latinoamericanismo, que tiende a alabar lo que nos atañe como región, pero a denigrar a otras regiones. Tal actitud resulta similar al europeísmo, al norteamericanismo, al africanismo, etc., como nacionalismos regionales que tienden a renegar de otros sectores del planeta.

Desde el punto de vista de las leyes naturales que rigen nuestra conducta individual, puede advertirse que todos los seres humanos estamos regidos por ellas y, por lo tanto, la exaltación de países o regiones, junto a la simultánea denigración de otros, resulta incompatible con la visión individualista y natural. Las fronteras establecidas por los hombres deben ser sólo útiles para ciertas formas organizativas de las sociedades y no para dividir a los seres humanos.

Cuando le preguntan a Carlos Fuentes: "¿Cree usted que la idea decimonónica de América Latina, y de lo latinoamericano, está en deterioro, derrumbándose", responde: "En la medida en que no es una idea nuestra, claro que se ha deteriorado. Y se debería haber deteriorado hace muchísimo tiempo, porque es una invención francesa. El término América latina lo inventaron los franceses. El propósito de ellos era incluirse a sí mismos en el conjunto continental. Como los términos Iberoamérica, Hispanoamérica no los incluyen, pensaron: inventemos un concepto que sí lo haga, Latinoamérica".

"Y los latinoamericanos o iberoamericanos o hispanoamericanos estuvimos encantados, en el siglo diecinueve, de que los franceses nos abrieran los brazos. Francia era nuestro ideal. Basta leer a Esteban Echeverría, a Vicuña Mackenna, a la cantidad de escritores y pensadores latinoamericanos que creían que nos podíamos escapar de la terrible maldición de descender de España, de los indios y, peor todavía, de los esclavos africanos, convirtiéndonos en franceses honorarios. Una manera de hacerse franceses honorarios era llamarse latinoamericanos" (De "América Latina marca registrada" de Sergio Marras-Grupo Editorial Zeta SA-Buenos Aires 1992).

Luego de la emancipación, en el siglo XIX, de varios países americanos colonizados por España, surgen dos posturas antagónicas que se mantienen aún en nuestros días. La primera es la nacionalista (regionalmente hablando) que pretende romper lazos con España y exaltar lo propio, lo auténtico y lo tradicional, olvidando un tanto que todos esos valores son heredados de España, principalmente. En la actualidad implica un sectoralismo que, pareciera, quiere marginarse de Occidente estableciendo fuertes vínculos sólo entre países de la región.

La segunda postura es la impulsada por los internacionalistas que se sienten "ciudadanos del mundo" y que, sin dejar de establecer vínculos con los países vecinos aspiran a relacionarse con todos los países del mundo. Estos últimos a veces son mirados como antipatriotas por los nacionalistas, como es el caso de Domingo F. Sarmiento y de Juan Bautista Alberdi, con su tendencia europeizante. Mientras Sarmiento trata de importar ideas sobre educación y cultura desde EEUU y Europa, Alberdi promueve la inmigración de población europea, que favorecieron ampliamente a la Argentina.

El nacionalista observa como una gran virtud amar tan sólo a un país, al igual que se siente virtuoso por amar sólo a una persona en el mundo. Por el contrario, resulta más virtuoso amar muchas patrias y muchas personas. Cuando le preguntan a Carlos Fuentes: "¿Además de latinoamericano se siente otra cosa?", respondió: "Bueno, me sentiría nacionalmente mexicano. Por arraigos especiales, me sentiría nacionalmente chileno por haber crecido en Chile y haber estudiado allí mucho tiempo; me sentiría nacionalmente argentino por los mismos motivos. Yo tengo un gran afecto hacia Buenos Aires, le debo mucho a esa ciudad, me formó mucho. Le debo mucho a los Estados Unidos, le debo mucho a Suiza, y le debo mucho a Francia y España. ¿Cómo reducirme, cómo limitarme a un barrio, si una ciudad entera es mía?".

Puede sintetizarse la cultura occidental de la siguiente forma:

Cultura occidental = Cristianismo + Democracia política + Democracia económica (mercado)

Se advierte que el cristianismo no es una "invención" norteamericana ni europea, y que el mérito de las naciones no consiste solamente en proponer innovaciones positivas sino también en adoptarlas desde otros países. Sin embargo, el nacionalista latinoamericano tiende a mirar con malos ojos a todo lo extranjero, incluso lo que resulta exitoso.

La ansiada unidad latinoamericana se podrá alcanzar junto con el predominio de la mentalidad universalista, una vez que sean relegados los nacionalismos exagerados. Son tales nacionalismos justamente los que impiden la unidad mencionada. Javier Fernández escribe: "El perfil original de nuestra América y el amor a las cosas de América no impide el aprendizaje en formas de cultura más avanzadas: antes por lo contrario, el nacionalismo espiritual, la expresión original de cada pueblo sólo es válida en función del lenguaje universal de la cultura" (De la Nota Preliminar de "Plenitud de América" de Pedro Henríquez Ureña-Peña, Del Giudice Editores-Buenos Aires 1952).

Uno de los peligros que amenazan la cultura latinoamericana es la pretendida imposición de una "identidad" propia que habría de establecer una especie de "hombre nuevo latinoamericano", uniforme en toda la región y distinto del resto de los habitantes del planeta. Mario Vargas Llosa escribe al respecto: "Una de las manías recurrentes de la cultura latinoamericana ha sido la de definir su identidad. A mi juicio, se trata de una pretensión inútil, peligrosa e imposible, pues la identidad es algo que tienen los individuos, no las colectividades una vez que superan los condicionamientos tribales. Únicamente en las comunidades más primitivas, donde el individuo sólo existe como una parte de la tribu, tiene razón de ser la idea de una identidad colectiva".

"La gran mayoría de sociedades latinoamericanas dejó ya atrás ese estadio primitivo y arcaico. Pese a ello, la mentalidad tribal y la tentación colectivista de desaparecer al individuo dentro de una colectividad supuestamente homogénea e idéntica están lejos de haber sido superadas. Ellas retornan, de manera cíclica, como amenazas constantes a nuestra modernización y a que América Latina asuma, con todas sus consecuencias, la cultura de la libertad".

"Aunque apagada por largos periodos, esta visión esquizofrénica y racista de lo que es América Latina nunca ha desaparecido del todo. De tiempo en tiempo, reflota, en el campo político, porque, como todas las simplificaciones maniqueas, permite a los demagogos agitar las pasiones colectivas y dar respuestas superficiales y esquemáticas a problemas complejos" (De "América Latina: ¿integración o fragmentación" de Ricardo Lagos-Edhasa-Buenos Aires 2008).

miércoles, 19 de junio de 2019

La desactualización de la filosofía

Los métodos que, históricamente, promovieron el conocimiento humano (religión, filosofía y ciencia), surgieron en forma sucesiva según el orden indicado. Cuando alguno de ellos adquiere mayor predominio, resulta necesario que los restantes se vinculen de alguna forma para no quedar relegados, siendo un proceso similar al que ocurre con el avance científico y tecnológico, ya que toda empresa que no se actualice tiende a desaparecer.

Cuando surge el cristianismo, la filosofía intenta adaptarse a la nueva religión, apareciendo la "filosofía cristiana". Sin embargo, al redescubrirse la filosofía griega, es el cristianismo quien debe hacer el esfuerzo de adaptación, como el realizado por Tomás de Aquino al intentar compatibilizar el cristianismo con la filosofía de Aristóteles.

En todos los casos, hubo quienes se refugiaron en sus propios métodos e ignoraron completamente los métodos rivales, desconociendo aún los aportes de cierta validez. Una filosofía desactualizada y débil fue la que ignoró los aportes de la religión, especialmente en la ética, mientras que una religión desactualizada y débil fue la que ignoró los aportes de la filosofía.

Con la aparición de la ciencia experimental, en el siglo XVI, comienza una nueva etapa de adaptación mutua. Sin embargo, puede advertirse que en la actualidad hay religiosos y filósofos que la ignoran completamente, refugiándose en la fe y en la razón, respectivamente, debilitando sus posibles influencias en la sociedad. Se habla incluso de "la muerte de la filosofía" cuando ignora completamente el enorme caudal de conocimientos científicos aportados en los últimos siglos.

Esta desactualización, en realidad, es sólo parcial, ya que todavía se advierte la presencia de filósofos que tienen una aceptable formación científica. El resto, por el contrario, pareciera ser un sector que busca promover posturas asociadas a un éxito personal, dejando completamente de lado la búsqueda y el predominio de la verdad.

En el siglo XIX, Jaime Balmes advierte algunas de las debilidades observadas en los filósofos de entonces, siendo él mismo alguien que pudo compatibilizar el cristianismo con la filosofía. Respecto de los falsos axiomas adoptados, escribió: "Toda la ciencia ha menester un punto de apoyo; y quien se encarga de profesarla, busca con tanto cuidado este punto, como el arquitecto asienta el fundamento sobre el cual ha de levantar el edificio. Desgraciadamente no siempre se encuentra lo que se necesita, y el hombre es demasiado impaciente para aguardar que los siglos que él no ha de ver, proporcionen a las generaciones futuras el descubrimiento deseado".

"Si no encuentra, finge; en vez de construir sobre la realidad, edifica sobre las creaciones de su pensamiento. A fuerza de cavilar y utilizar, llega hasta el punto de alucinarse a sí mismo, y lo que al principio fuera un pensamiento vago, sin estabilidad ni consistencia, se convierte en verdad inconcusa".

"Las excepciones embarazarían demasiado; lo más sencillo es asentar una proposición universal: he aquí el axioma. Vendrán luego numerosos casos que no se comprenden en él; nada importa: con este objeto se halla concebido en términos generales y confusos o ininteligibles, para que, interpretándose de mil maneras diferentes, sufra en su fondo todas las excepciones que se quiera, sin perder nada de su prestigiosa reputación".

"Entretanto el axioma sirve admirablemente para cimentar un raciocinio extravagante, dar peso a un juicio disparatado, o desvanecer una dificultad apremiadora; y cuando se ofrecen al espíritu dudas sobre la verdad de lo que se defiende, cuando se teme que el edificio venga al suelo con fragorosa ruina, se dice a sí mismo el espíritu: «no, no hay peligro; el cimiento es firme: es un axioma, y un axioma es un principio de eterna verdad»".

"Para merecer este nombre, es menester que la proposición sea tan patente al espíritu, como lo son al ojo los objetos que miramos presentes, a la debida distancia, y en medio del día. En no dejando al entedimiento enteramente convencido desde que se le ofrece, y una vez comprendido el significado de los términos con que se le enuncia, no debe ser admitido en esta clase. Viciadas las ideas por un axioma falso, vense todas las cosas muy diferentes de lo que son en sí; y los errores son tanto más peligrosos cuanto el entendimiento descansa en más engañosa seguridad" (De "El criterio"-Editorial Difusión-Buenos Aires 1952).

Quien fundamenta sus pensamientos en axiomas falsos, pretendiendo vencer a sus rivales en absurdas discusiones, se parece un tanto al ciego que, para que la lucha sea pareja, invita al vidente a realizar la contienda en una habitación a oscuras. Tal es la actitud del pseudointelectual que ignora todas las ramas de las ciencias sociales y denigra a todas las religiones. Todo lo que no puede ser abarcado por los axiomas adoptados, es ignorado o rechazado; debería preguntarse, al menos una vez, si acaso no serán falsos sus axiomas elegidos.

En realidad, las conclusiones falsas pueden derivar tanto de axiomas falsos como de axiomas verdaderos pero insuficientes. La utilidad de un axioma dependerá de las deducciones que se pretenden extraer de él. De ahí que, en lugar de hablar de "axiomas falsos", puede hablarse también de "axiomas insuficientes".

Los axiomas de gran generalidad permitirán establecer deducciones de ese mismo carácter. Así, el principio de existencia de leyes naturales invariantes, poco o nada servirá para deducir alguna ley natural concreta, aunque sí podrá dar una orientación general a quienes dediquen sus vidas a alguna actividad intelectual. Por el contrario, la existencia de la actitud característica, en psicología social, permitirá describir aceptablemente los aspectos éticos del comportamiento humano, teniendo poca o ninguna injerencia en otras ramas de la ciencia experimental.

Además de las filosofías mal fundamentadas, aparecen falsas descripciones de la ciencia experimental. Mario Bunge escribió: "El constructivismo-relativismo es la gnoseología inherente a la sociología, antropología y filosofía de la ciencia inspirada por Thomas S. Kuhn y Paul K. Feyerabend... Según ellos, los científicos no estudian la realidad, sino que la construyen; y no cooperan entre sí para comprenderla, sino que luchan por el poder... Y, puesto que consideran que los hechos son construcciones convencionales, sostienen que hay tantas verdades como grupos sociales. O sea, la validez de toda pieza de conocimiento sería relativa al grupo, la sociedad o la circunstancia: no habría verdades universales o transculturales" (De "Crisis y reconstrucción de la filosofía"-Editorial Gedisa SA-Barcelona 2001).

Si la ciencia fuera tal cosa, como es interpretada por los pseudointelectuales, no habría que tomarse la molestia de conocerla, y mucho menos de tenerla en cuenta para establecer vínculos con la filosofía o para intentar alguna adaptación a sus ideas. De ahí que se llega a la creencia de que conocer el mundo implica buscar dentro de la mente de algún iluminado (que propone un gran axioma) para aceptar luego, fe mediante, todas sus conclusiones. Bunge agrega respecto de tales "filósofos": "Trabajan, con frecuencia, bajo la creencia de que la lógica basta para revelar los secretos del universo, algo que sólo la ciencia puede hacer".

El odio es una suma de burla y envidia; burla hacia quienes se califica como inferiores y envidia de quienes se sospecha como superiores. El pesudointelectual, que no busca la verdad, sino tan sólo competir y destacarse de los demás, se burla de la religión sin tener en cuenta que fue la mejor alternativa de supervivencia de la antigüedad, y siente envidia por la ciencia, apoyando todo lo que la denigre y la descalifique.

lunes, 17 de junio de 2019

El latrocinio con "buenas intenciones"

El siglo XX se caracterizó, entre otros aspectos, por asignar cierta condicionalidad a los mandamientos bíblicos que ordenan "no matar" y "no robar". Así, muchos aceptaron los asesinatos masivos de Lenin y Stalin por cuanto, sostenían, lo hacían pensando en "fines superiores". Con un criterio similar, se acepta el robo organizado por parte de políticos que dirigen al Estado, aduciendo "fines nobles", como es la redistribución del botín entre los sectores más pobres. El grave problema que acarrea esta manera de pensar es que se promueve el asesinato y el robo, haciendo de tales acciones, legítimas normas de acción. Además, quienes adoptan tales hábitos, tarde o temprano matarán por matar y robarán para acrecentar su poder personal.

Se ha llegado al extremo de que ciertos funcionarios e ideólogos del Derecho consideran al delito urbano como una "justa venganza" contra la sociedad que previamente excluyó a su ejecutor. Quienes matan o roban, supuestamente por "necesidad", son prontamente liberados para que sigan con su "depuradora acción" en contra del ciudadano común. La destrucción del "sistema excluyente" legitima toda acción delictiva (que es interpretada por los sectores socialistas como acciones orientadas hacia una posterior mejora social).

La población tiende a admirar y a idolatrar a los personajes de la política que, desde el Estado, hicieron del robo y de la posterior distribución del botín, el fundamento de sus acciones. En la Argentina, el inicio del latrocinio masivo peronista, fue considerado como el "comienzo de una nueva era". Puede leerse al respecto: "El poder en Eva y su marido, nunca estuvo concebido como un fin en sí, sino como un instrumento que consecuentemente ellos pusieron al servicio de la causa del pueblo. Al servicio, ratifiquemos, de las causas populares. Al servicio -en principio- de los sectores más desposeídos del territorio argentino..." (De "La historia de Eva Perón"-Osvaldo Sánchez Teruelo SA Editor-Buenos Aires 1970).

Es posible distinguir entre el robo a nivel individual y el robo organizado en forma colectiva. Fernando Nicolay escribió: "Describiremos los distintos procedimientos utilizados por los ladrones de profesión que, no concretándose a cometer un acto de improbidad en un momento de tentación, de desaliento o de necesidad, hacen del robo un oficio, una carrera, como otros se dedican a la industria, a la ciencia, al comercio o a las artes".

"Explicaremos la organización de las cuadrillas que se conciertan para preparar y realizar obras de depredación por medio de asociaciones que les permiten desafiar las leyes y hasta tener en jaque a la fuerza pública" (De "Historia de las Creencias"-Ediciones Anaconda-Buenos Aires 1946).

Los sectores populistas no admiten las naturales críticas de sus víctimas: la gente decente, ya que aducen que hay sectores poderosos que roban mucho más. De ahí que el ciudadano común, al ser despojado indirectamente mediante el robo al Estado, y sin quejarse de ninguna manera, debería seguir aportando sus impuestos en forma estoicamente silenciosa.

Habiéndose adoptado una actitud benevolente respecto del robo, no es de extrañar que la mayor parte de los diputados nacionales vitoreara y aplaudiera efusivamente la expresión del, entonces, presidente de la Nación interino, Adolfo Rodríguez Saa, cuando expresó: "No vamos a pagar la deuda externa". Prácticamente se difundió entre la población la idea de que no es un delincuente el que toma deudas para no pagarlas, sino que es un delincuente el que pretende cobrarlas en su totalidad.

Al ser el latrocinio y la redistribución altamente aceptados por la mayoría de los argentinos, con el tiempo se fue perfeccionando hasta llegar a la "fase superior del peronismo": el kirchnerismo. En lugar de distribuir dinero a raudales, máquinas de coser, lotes, juguetes y otros bienes robados al sector productivo por los peronistas, el kirchnerismo "obsequió" más de 3,5 millones de jubilaciones sin aporte, decenas de miles de puestos de trabajo estatales innecesarios, casi 1 millón de pensiones por invalidez a quienes podían trabajar, planes sociales, ayuda universal por hijo (promoviendo la paternidad irresponsable), etc. Si el peronismo significó el estancamiento económico y social por muchos años, el kirchnerismo ha significado la bancarrota económica por muchos años, por cuanto no es posible volver atrás con designaciones establecidas legalmente y, sobre todo, por la opinión mayoritaria de la población que ve en el robo al sector productivo la acción gubernamental más acorde a la "justicia social".

Además de las "concesiones" que destruyeron la economía, el kirchnerismo constituyó una organización delictiva cuyos montos de extracción son comparables a un PBI nacional. José Antonio Díaz escribió: "El modelo de la obra pública sobrevaluada, cartelizada y hecha a medida de empresarios amigos, forma parte de la matriz del negocio del poder en la Argentina. Kirchner no inventó nada, aunque fue un perfeccionista. ¿O acaso no se reduce a eso la política misma, según su concepción? Claro, los pasos requieren de «especialistas» en saquear los recursos el Estado-Gobierno".

"¿Qué pasos hay que respetar? Licitar una construcción a un valor entre un 100 a un 200% por encima del real. Canjear una «comisión» de entre el 15 y el 25% para el funcionario u organismo que concede, a cambio de un «adelanto» de certificación de obra equivalente al 25 o 30% del valor total. Y liquidación, por último, del pago por parte del Estado, aunque la obra no esté finalizada".

"Las concesiones en base a los sobreprecios de los contratistas y los retornos como adelanto a cuenta del precio final, constituyen el remanido formato del negocio. El contratista precisa contratos y es mayor su beneficio por conseguirlos que su pérdida por desviar un porcentaje al Estado coimero. Sería un 15 o un 30% a cuenta de ganancias" (De "LA KAJA/Kirchner SA"-Editorial Sudamericana SA-Buenos Aires 2010).

Los sistemas democráticos funcionan, en el mejor de los casos, como un mercado. Si un partido político gobierna mal, no se lo vuelve a votar (al igual que no se vuelve a comprar al comerciante que nos estafó de alguna manera). En la Argentina, por el contrario, el latrocinio contra el Estado es visto como una maniobra que requiere inteligencia, "viveza" y otros "nobles" atributos por los cuales la intención de voto aumenta con ellos. Así nos va.

domingo, 16 de junio de 2019

Ética cristiana en una lección

Puede decirse que la actitud cristiana, respecto de las demás personas, es la predisposición a responder según lo sugiere, u ordena, el "Amarás al prójimo como a ti mismo". Por "actitud" entendemos la tendencia a responder de igual manera en iguales circunstancias, pudiendo definirse como:

Actitud característica = Respuesta / Estímulo

O bien:

Respuesta = Actitud característica X Estímulo

De ahí que la Actitud sea como un "operador matemático" que actúa sobre el Estímulo para producir cierta Respuesta en quien posee tal actitud. Luego, sus respuestas podrán actuar como estímulos para otras personas.

Al sugerirse "amar al prójimo como a uno mismo", podemos incluso interpretar que aun nuestro perrito podrá considerarse "el prójimo", pues el sufrimiento o la alegría manifestadas por el animalito harán que éste nos "contagie" ese sufrimiento o esa alegría. La ética cristiana puede generalizarse a toda la sociedad, a toda la humanidad e, incluso, al mundo animal, ya que tal respuesta característica predispone a compartir penas y alegrías ajenas como propias.

Es oportuno mencionar las cuatro actitudes básicas que cubren todas las alternativas posibles. Estas actitudes pueden describirse suponiendo el caso de alguien que sufre un accidente en la calle. Las respuestas posibles serán:

a) El observador del accidente comparte el sufrimiento (empatía, amor)
b) El observador se alegra del sufrimiento ajeno (empatía negativa, odio)
c) Al observador sólo le interesa lo que a él mismo le pueda suceder (egoísmo)
d) Al observador poco le interesa lo que le suceda a los demás y a él mismo (indiferencia, negligencia)

Al compartir las penas y alegrías ajenas como propias, nadie intentará provocar tristeza o sufrimiento en los demás, mientras que todos trataremos de inducir alegría y felicidad en los demás. He aquí la síntesis de una sociedad posible y de una humanidad posible que se ha denominado como el Reino de Dios.

¿Cómo deberíamos actuar si el prójimo es un delincuente? En ese caso, tal individuo estaría produciendo sufrimiento ajeno para lograr alguna finalidad que lo beneficie sólo a él mismo, mostrando una actitud de odio o de egoísmo. Por ello, la actitud cristiana implicará reprender o sugerir al delincuente que abandone su actitud personal.

Si, por el contrario, tratáramos de compartir las penas y las alegrías del delincuente, habríamos de asociarnos de alguna forma al delito, por lo que estaríamos promoviendo el mal, o el sufrimiento ajeno, ya que siempre debemos tener en la mente lo que hace el delincuente y lo que le sucede a su víctima. De lo contrario, estaríamos oponiéndonos al proyecto bíblico del Reino de Dios.

viernes, 14 de junio de 2019

Principio unificador de ciencia, filosofía y religión

Toda postura científica, filosófica o religiosa parte de algún principio explícito (a veces implícito) que asegura su coherencia lógica permitiendo desarrollar el pensamiento deductivo, aun cuando tal coherencia no garantice su veracidad, o su compatibilidad con la realidad. Como ejemplo puede mencionarse a René Descartes quien, con el "Pienso, luego existo", estableció un punto de partida antropocéntrico, que constituyó una novedad al dejar de lado los principios teocéntricos adoptados con preponderancia hasta entonces. George H. Mead escribió: "Descartes comenzó sus investigaciones filosóficas con estas palabras: «Estoy resuelto a rechazar como absolutamente falso todo cuanto esté sujeto a la mínima duda. Negaré la validez de la evidencia matemática, la existencia de un Dios, de los objetos externos, de mi cuerpo e incluso de mí mismo»".

"Así se sumerge Descartes con osadía en la duda filosófica, porque la conclusión previsible era que encontraría alguna verdad. ¿Y qué encontró después de todas sus negaciones? Dos postulados. «Cogito ergo sum». Es imposible negar el pensamiento que todo lo niega, dice Descartes, y al pensador, a menos que uno pueda admitir el movimiento y no un cuerpo que se ha movido. El segundo postulado -la existencia de un Dios- se basa en su teoría de las ideas innatas, de que toda idea verdaderamente clara debe estar de acuerdo con la realidad, porque el efecto no puede dejar de estar en armonía con la causa" (De "Escritos filosóficos y políticos"-Fondo de Cultura Económica de Argentina SA-Buenos Aires 2009).

Algunos años después, Baruch de Spinoza establece una síntesis que involucra tanto a Dios como al hombre y a la naturaleza, en un todo regido por leyes naturales. Con el posterior desarrollo de la ciencia experimental se advirtió la posibilidad de que el mundo real se comportara de esa forma. Se abandonaba así la dualidad Dios-hombre, o sobrenatural-natural en interacción mutua, como entes distintos y separados.

A la visión de Spinoza se la ha calificado muchas veces como "panteísta" (todo es Dios), confundiéndola con aquellas religiones paganas que ven tanto en una vaca como en un insecto al mismísmo Dios, ofreciéndoles alguna forma de adoración. Por el contrario, la postura spinociana propone la existencia de leyes naturales que conforman un orden natural al cual nos debemos adaptar. Roger Scruton escribió: "La adopción del método geométrico hace que la filosofía de Spinoza parezca, a primera vista, de una austeridad intolerable. Es normal para los filósofos partir de enigmas particulares, para avanzar luego, gradualmente, hacia un retrato abstracto de la realidad. Fue así como Descartes comenzó preguntándose a sí mismo si existía algo de lo que no pudiera dudar, y continuó hasta construir una teoría metafísica que pondría fin a sus dudas. Spinoza comienza en el punto donde otros pensadores terminan; parte de los axiomas de una teoría abstracta. Luego desciende gradualmente hacia la realidad humana y hacia los problemas que su teoría debe resolver. Llevar esto a cabo es de por sí un gran logro; llevarlo a cabo de la manera como Spinoza lo hizo, con el fin de dar soluciones a las preguntas fundamentales, es casi un milagro" (De "Spinoza"-Grupo Editorial Norma SA-Bogotá 1998).

Las distintas posturas filosóficas son generalmente aceptadas o rechazadas en función de las afinidades personales, y pocas veces en función de sus compatibilidades con la realidad. Uno de los aspectos por los cuales la física ha logrado un alto nivel, radica en que las teorías son aceptadas en cuanto son compatibles con la realidad. Incluso varios de los realizadores de la mecánica cuántica no están muy a gusto con la forma conceptual o intuitiva de tal teoría, pero la aceptan por la veracidad de sus predicciones. En materia de religión, por el contrario, quienes no gustan de que el ser humano sea un producto de la evolución biológica, como parte de un proceso de creación indirecta, rechazan toda teoría descriptiva asociada a ese proceso.

Puede decirse que la postura de Spinoza ha sido confirmada con el transcurrir del tiempo, al menos en lo que respecta a la existencia de leyes naturales que abarcan todo lo existente; tal es la visión que puede extraerse a partir de las indagaciones basadas en la física moderna. José Ortega y Gasset escribió: "La misión de la física es averiguar de cada hecho que ahora se produce su principio, es decir, el hecho antecedente que originó aquél. Pero este principio tiene a su vez un principio anterior y así sucesivamente hasta un primer principio originario".

"El físico renuncia a buscar este primer principio del Universo, y hace muy bien. Pero repito que el hombre donde cada físico vive alojado no renuncia y, de agrado o contra su albedrío, se le va el alma hacia esa primera y enigmática causa. Es natural que sea así. Vivir es, de cierto, tratar con el mundo, dirigirse a él, actuar en él, ocuparse de él. De aquí que sea al hombre materialmente imposible, por una forzosidad psicológica, renunciar a poseer una noción completa del mundo, una idea integral del Universo" (De "El espectador" VII-Revista de Occidente SA-Madrid 1964).

El principio unificador que estamos buscando puede sintetizarse de la siguiente manera:

Todo lo existente está regido por leyes naturales invariantes a las que nos debemos adaptar.

Desde el punto de vista de la ciencia experimental, posiblemente no constituya una novedad por cuanto quien se dedica a la ciencia intuye que detrás de los fenómenos naturales que ha de estudiar, podrá encontrar regularidades (o leyes naturales) en las cuales ha de encontrar un vínculo invariante entre causas y efectos.

El filósofo, por otra parte, tampoco ha de ignorar tales leyes y mucho menos ha de intentar reemplazarlas por propuestas concretas surgidas de su mente para ser aplicadas a la sociedad, como ha ocurrido muchas veces.

Desde el punto de vista religioso se advierte que será la religión natural la que se identifica con esta visión científica de la realidad, haciendo innecesaria la existencia de lo sobrenatural, por lo que quedarían excluidas las intervenciones de Dios en los acontecimientos humanos.

De todas las leyes naturales, la más importante (por sus efectos sobre la sociedad) es la "ley de empatía", ya que nos permite compartir las penas y las alegrías ajenas como propias. Con dicha ley se promueve el Bien y se rechaza el Mal, ya que si compartimos las penas ajenas, nunca tendremos la predisposición a hacer el Mal (lo que produce sufrimiento). Además, tendremos siempre la predisposición a hacer el Bien, ya que "Alegría compartida es doble alegría y dolor compartido es medio dolor".

Los conflictos humanos y sociales se producen por cuanto no se pone en práctica esta ley, siendo el odio, el egoísmo y la indiferencia las actitudes que se oponen a la ley de la empatía.

Cuando somos plenamente conscientes de la existencia de leyes naturales, surge la intención de describirlas y luego de adaptarnos a ellas. Tal descripción y adaptación constituyen el proceso básico que da sentido a la humanidad y a la vida de cada ser humano. Ignorar nuestra misión en el universo implica renunciar a la esencia de la vida inteligente y por ello mismo perder la orientación que nos impone el orden natural.

Puede decirse que, admitiendo el principio considerado, es posible pasar de una religión de la fe y las creencias a una religión de las evidencias, ya que las leyes que nos sirven para una mejora moral son simples y accesibles a nuestro conocimiento, ya que lo esencial es el cumplimiento de los mandamientos bíblicos, por cuanto se trata de una religión moral.

Ante las opiniones adversas que puedan surgir, es oportuno señalar que la mayor herejía cometida contra el cristianismo consiste en interpretarlo como una religión pagana en la cual Dios decide a favor de quienes le rinden homenajes y castiga a quienes lo ignoran, tal como lo haría un Hitler o un Stalin. El pagano busca subterfugios para evitar cumplir con los mandamientos por cuanto "amar al prójimo como a uno mismo" resulta difícil de cumplir mientras que "amar a Dios sobre todas las cosas" es interpretado como una simple adulación de tipo pagano.

martes, 11 de junio de 2019

Ciencias sociales vs. Mitos y utopías

En épocas pre-científicas predominaban los mitos (para describir el pasado) y las utopías (para proyectarse hacia el futuro). Aun en la actualidad siguen teniendo vigencia a pesar de los errores y debilidades que conllevan sus principios básicos. Ello no implica que necesariamente todas estas expresiones sean completamente falsas, ya que deben interpretarse como procesos previos y necesarios para afrontar la realidad cuando no se disponía de otros medios.

Respecto de los mitos, Víctor W. Turner escribió: "Los mitos relatan cómo una situación pasó a ser otra, cómo se pobló un mundo despoblado, cómo se transformó el caos en cosmos, cómo los inmortales se hicieron mortales, cómo aparecieron las estaciones en un clima que carecía de ellas, cómo la unidad primigenia de la humanidad se escindió en una pluralidad de tribus y naciones, cómo seres andróginos se convirtieron en hombres y mujeres, etc. Los mitos son fenómenos liminales; suelen relatarse en un tiempo o en un lugar que está «entre una cosa y otra»" (De la "Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales"-Aguilar SA de Ediciones-Madrid 1975).

Las utopías, por otra parte, se originan en mitos, como el que sostiene que en el pasado existió una Edad de Oro y que por ello deberíamos establecer sociedades similares en el futuro. George Kateb escribió: "Los teóricos del utopismo han tratado de encontrar equivalentes artificiales, civilizados y admitidos por la sociedad a las condiciones descritas en las viejas historias. El utopismo es en realidad un esfuerzo por imaginar cómo sería de armoniosa la vida si se la alejara del marco natural o pastoral. Y se supone que la sociedad perfecta sería aquella en que la vida transcurriera armónicamente, aquella en que todos los hombres querrían vivir si pudieran. No sería ésta una sociedad perfecta de acuerdo con los excéntricos proyectos de un pensador aislado, sino de acuerdo con las tendencias de toda la humanidad" (De la "Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales").

Se dice que las utopías son necesarias para vislumbrar cambios futuros de la sociedad y que, sin tales proyectos ideales, resultaría casi imposible establecer progresos importantes. Si bien esta postura extrema puede no ser demasiado frecuente, es necesario desmentirla. Por empezar, considerando el principio científico de la valoración de las distintas posturas según los resultados obtenidos, puede decirse que las diversas utopías, materializadas de alguna forma en el pasado, fracasaron rotundamente, en especial el socialismo.

Las utopías, por lo general, apuntan a un modelo de sociedad a construir bajo ciertos principios, que esencialmente implican la propiedad colectiva y la disolución de la familia tradicional. Parecieran constituir objetivos destinados a combatir el egoísmo de los seres humanos y a eliminar las posibilidades de envidia por parte de quienes adhieren a tales proyectos. En ningún caso contemplan los atributos asociados a la naturaleza humana individual, sino que proponen una adaptación de tal naturaleza humana al proyecto social "artificial" surgido de la mente de algún hombre.

La izquierda política propone la implantación del "socialismo científico", que en realidad es la misma utopía propuesta por los "socialistas utópicos", con la diferencia de que la primera es obligatoria y la segunda optativa. El marxismo considera como "fundamento científico" lo que en realidad es un mito, como es el caso de la "lucha de clases" y la "explotación laboral" asociadas a las sociedades capitalistas.

En las economías competitivas, cada empresario trata de mantener y de agrandar su capital, especialmente su capital humano (empleados) que predomina sobre el capital material en la actual sociedad del conocimiento (las empresas de mayor cotización son las informáticas). Quien pretende "explotar laboralmente" a sus empleados, pronto los perderá, por lo que en toda economía desarrollada (competitiva) la "lucha de clases" es un mito que constituye la única razón de ser de la izquierda política.

Sin embargo, tal sector tiende a descalificar la ética cristiana, basada esencialmente en la empatía. Con el descubrimiento de las neuronas espejo, se advierte la existencia de un fundamento neurológico de la empatía e, indirectamente, de la ética natural, por la cual se propone al "amor al prójimo" como la mejor actitud a adoptar. También aquí falla la izquierda política, como también otros sectores, al no utilizar el criterio de valorar o calificar las distintas propuestas según el criterio científico de su compatibilidad con la realidad.

La mayor "lucha de clases" de la historia se estableció en el siglo XX cuando las clases dirigentes maoístas y stalinistas asesinaron a decenas de millones de individuos pertenecientes a las "clases sociales incorrectas". Jordan B. Genta escribió: "Bertrand-Serret denuncia el mito marxista de clases antagónicas, rígidas, herméticas como compartimientos estancos, en que se irían polarizando todos los pueblos: una de ellas -la clase obrera- encierra todas las virtudes y soporta todas las injusticias; la otra -la clase burguesa- arrastra todos los vicios y comete todas las injusticias".

"No hay entendimiento ni conciliación posibles. La lucha es a muerte hasta que una de las clases sea aniquilada. Se puede anticipar el desenlace inevitable porque el sentido de la historia es la promoción obrera: desde la externa inhumanidad (alienación) llegará a ser la humanidad verdadera y plenamente recuperada en sí y por sí misma, la sociedad sin clases, sin fronteras y sin diferencias que engendran odio".

"El mito marxista de las clases lo ha invadido todo; domina cada vez más la mentalidad no sólo de las masas, sino de los cuadros dirigentes. Ha penetrado hasta en los lugares santos y en los cuarteles" (Del Prólogo de "El mito marxista de las clases" de René Bertrand-Serret-Editorial Huemul SA-Buenos Aires 1967).

Otro ámbito propicio para los mitos es la religión. Como ejemplo puede citarse la influencia de Calvino, quien creía en una predestinación por la cual Dios elegiría a quienes irían a la vida eterna y quienes al infierno. Los elegidos habrían de ser los exitosos y ello se evidenciaría en la capacidad de crear y poseer riquezas. De ahí que los poco exitosos seguramente habrán vivido una vida atormentada suponiendo que estaban destinados al castigo eterno.

Según Calvino, ni siquiera las virtudes humanas del "no creyente" conducirían a la vida eterna, sino que la creencia o la adhesión a Dios determinaría tal destino. La religión cristiana dejaría de ser una cuestión de moral para convertirse en un puro misticismo. Roger Bastide escribe sobre la idea de Calvino: "Los paganos, aunque provistos de cualidades morales, están condenados y destinados a la «muerte eterna»" (De "El prójimo y el extraño"-Amorrortu Editores SCA-Buenos Aires 1970).

viernes, 7 de junio de 2019

Solyenitsin y su opinión sobre Occidente

De la misma manera en que las opiniones sobre individuos dependen de la escala de valores adoptada por quien opina, las opiniones sobre culturas o civilizaciones dependen también de ese aspecto. En cuanto a las principales visiones sobre la historia, vigentes en la actualidad, y que son adoptadas parcialmente por los distintos países, podemos sintetizarlas de la siguiente manera:

a) Economicismo socialista (Marx): el fin de la historia ha de ser el socialismo (o bien el comunismo, como un socialismo sin Estado).
b) Economicismo liberal (Fukuyama): el fin de la historia ha de ser el capitalismo y la democracia liberal.
c) Ética natural (Cristo): el fin de la historia ha de ser el Reino de Dios (sociedad en la que predomina el cumplimiento de los mandamientos bíblicos)

Desde un punto de vista científico, puede decirse que estamos inmersos en un proceso de adaptación cultural al orden natural y que tal proceso implica, no sólo política y economía, sino también lo ético. Es por ello que Alexander Solyenitsin, un disidente de la Unión Soviética, no sólo veía los defectos del socialismo sino también los de las sociedades occidentales. Puede decirse que adoptaba una postura cercana a la del cristianismo.

En conferencias dictadas en EEUU algunas decenas de años atrás, destaca el crecimiento moral que el régimen carcelario soviético favoreció en ciudadanos que soportaron penurias de todo tipo, mientras que, por otra parte, destaca el decaimiento moral que sufre Occidente debido al mal uso de la libertad asociado al éxito económico del capitalismo. Al respecto escribió: "Si alguien me preguntara si yo propondría a Occidente, tal como es actualmente, como un modelo para mi país, debería responder con franqueza: no, yo no puedo recomendar vuestra sociedad como ideal para la transformación de la nuestra".

"A través del intenso sufrimiento de este siglo, nuestro país ha alcanzado un desarrollo espiritual de tal calidad que el sistema occidental, en su presente estado de agotamiento espiritual, no presenta ningún atractivo. La simple enumeración de las particularidades de vuestra existencia... sumerge en la más extrema congoja".

"Hay un hecho incontestable: en el Occidente, el carácter del hombre se ha debilitado; en el Este, se ha fortalecido. Seis décadas, nuestro pueblo, y tres décadas los pueblos de Europa oriental... Durante ese tiempo hemos pasado por una escuela espiritual que deja muy por detrás la experiencia de Occidente. Una vida compleja, mortal, aplastante ha forjado en esos países caracteres muy fuertes, más profundos y más interesantes que la vida occidental con su bienestar reglamentado".

"Por esta razón, la transformación de nuestra sociedad en la vuestra, si bien significaría un progreso en ciertos aspectos, en otros -y cuán preciosos- implicaría una decadencia. No, una sociedad es incapaz de permanecer en el fondo de un abismo sin leyes, como es el caso entre nosotros, pero le resultaría irrisorio quedarse en la superficie civilizada de un jurismo sin alma, como acaece entre vosotros. Un alma humana abrumada por varias décadas de violencia aspira a algo más alto, más cálido, más puro que lo que hoy puede ofrecerle la existencia de las masas de un Occidente que propone, como tarjeta de visita, la repugnante presión de la publicidad, el embrutecimiento de la televisión y una música insoportable" (De "El suicidio de Occidente"-Ediciones Mikael-Paraná 1979).

Si bien es aceptable la visión de Solyenitsin, es oportuno decir que el camino indirecto del totalitarismo, para la mejora espiritual, no es la forma adecuada para la mejora individual, ya que vendría a ser algo similar a decir que el encarcelamiento socialista con los masivos asesinatos, o bien el dolor de una madre que pierde a su hijo, constituyen caminos para alcanzar una ética personal de excelencia. Se pueden lograr resultados positivos sin necesidad de pasar por experiencias semejantes. De ahí que Solyenitsin tampoco proponga al socialismo como alternativa para tal mejora.

Las culpas asociadas al capitalismo, por el deterioro moral de las sociedades occidentales, son injustas, ya que dicho sistema económico, que ha mostrado mucha eficacia en su función de responder a las necesidades y demandas de la población, no se lo debe considerar como causante del hedonismo, la envidia o la indiferencia reinantes. El mal uso de la libertad debe asociarse a las erróneas actitudes predominantes en la sociedad, y no a la libertad misma.

Si los miembros de la sociedad demandan bienes y servicios que pueden considerarse superfluos o inmorales, pronto encontrarán a alguien que se los provea con eficacia. Lo mismo ocurrirá si demandan bienes y servicios útiles y necesarios. De ahí que el deterioro moral no provenga del sistema económico que permite que los proveedores respondan con eficacia, sino de quienes efectúan demandas superfluas o inmorales.

El error de algunos sectores liberales consiste en adoptar una actitud economicista y creer que la economía de mercado, por sí sola, ha de resolver todos los problemas humanos y sociales existentes, lo que luego da lugar a las injustas críticas al capitalismo, cuando tal sistema no produce los valores morales esperados, por cuanto en realidad deben preexistir al tipo de sistema económico, y no generarse a partir del mismo.

Las leyes naturales, que conforman el orden natural, imponen al hombre el cumplimiento de cierta ética objetiva como precio para su supervivencia y su felicidad. Tal ética objetiva, que implica esencialmente los mandamientos bíblicos, permite brindar un sentido de la vida objetivo que debería servir de orientación a todo habitante del planeta. El alejamiento del hombre de la religión moral es la principal causa de la severa crisis moral que afecta a gran parte de las sociedades actuales.

Mientras mayor es la libertad disponible en una sociedad, con mayor evidencia se advertirán los defectos morales, como es el caso del hedonismo advertido por Solyenitsin, quien dijo al respecto: "Cuando se constituyeron los Estados modernos, proclamaron este principio: el gobierno debe estar al servicio del hombre, y el hombre vive en esta tierra para gozar de la libertad y buscar su bienestar (por ejemplo, la Declaración de la Independencia de los EEUU). Ahora bien, he aquí que en el curso de las últimas décadas el progreso técnico y social ha permitido por fin realizar ese sueño: un Estado que asegure el bienestar general".

"El ciudadano ha recibido la libertad tan deseada, al mismo tiempo que la cantidad y la calidad de bienes materiales que hubieran debido saciar su ansia de felicidad, al menos según la manera común de entender que se había forjado en el curso de esas mismas décadas. (Se pasa sin embargo por alto un pequeño detalle psicológico: el afán constante por tener siempre más cosas, siempre mejores cosas, y el severo trajín por obtenerlas, imprimen en el rostro de muchos occidentales la marca de la preocupación e incluso de la depresión, a pesar de la costumbre que manda disimular cuidadosamente ese tipo de expresiones)".

"También la biología lo sabe: no es bueno que un ser vivo se habitúe a un bienestar demasiado grande. Hoy en la vida de la sociedad occidental el bienestar ha comenzado a quitarse su máscara funesta".

La oposición entre "la ciudad de Dios" y la "ciudad del hombre", según la visión de San Agustín, o entre el teocentrismo y el antropocentrismo, se materializa entre la atención e importancia que los diversos individuos dan a las leyes naturales (o leyes de Dios) y a las leyes humanas. Tal aspecto también fue observado por Solyenitsin, afirmando al respecto: "En conformidad con sus objetivos, la sociedad occidental ha elegido la forma de existencia que le resultaba más cómoda y que yo calificaría de jurídica. Los límites (muy amplios) de los derechos y del buen derecho de cada hombre están allí definidos por un sistema de leyes".

"A fuerza de atenerse a dicho sistema, de moverse en él y bordearlo, los occidentales han adquirido una buena dosis de savoir-faire y de resistencia jurídica. (Las leyes llegan a ser tan complejas que un simple ciudadano es incapaz de conocerlas sin la ayuda de un especialista)".

"Todo conflicto recibe una solución jurídica, y en ello reside la sanción suprema. Si un hombre se encuentra jurídicamente en su derecho, no se le puede pedir más. Vaya uno después a decirle que no tiene del todo razón, vaya a aconsejarle que limite sus exigencias y que renuncie a lo que le corresponde por derecho, vaya a pedirle que consienta a un sacrificio o corra un riesgo gratuito... usted quedará como un perfecto idiota".

"La auto-limitación libremente consentida es algo que no se ve casi nunca: todo el mundo practica la auto-expansión, hasta que los marcos jurídicos comienzan a emitir imperceptibles crugidos. (Una compañía petrolera es legalmente irreprochable cuando compra la patente de invento de un nuevo producto de energía para impedir que salga al mercado. También es legalmente irreprochable el fabricante de alimentos que envenena su producto para que dure más tiempo. Después de todo, la gente está en su derecho si no lo compra)".

"He pasado toda mi vida bajo el comunismo y puedo asegurarles que una sociedad donde no existe la balanza imparcial de la ley es una cosa horrible. Pero una sociedad que en todo y para todo cuenta con la balanza de la ley, también ella es, verdaderamente indigna del hombre. Una sociedad que se instala en el terreno de la ley, sin apuntar más arriba, no emplea sino muy débilmente las facultades superiores del hombre".

"El derecho es demasiado frío y demasiado formal como para que ejerza una influencia benéfica sobre la sociedad. Cuando toda la vida está imbuida de relaciones meramente jurídicas, se crea una atmósfera de mediocridad moral que ahoga los mejores impulsos del hombre. Frente a las amenazantes pruebas de nuestro siglo, jamás las muletas jurídicas bastarán para que los hombres se mantengan de pie".

lunes, 3 de junio de 2019

Totalitarismo y desdoblamiento de la personalidad

Por lo general, las críticas al socialismo recaen en las desventajas que presenta desde el punto de vista de la economía, dejándose de lado otros aspectos, quizás de mayor importancia, como es el caso de los gobiernos totalitarios que imponen presiones sobre sus súbditos buscando una adhesión total hacia la ideología oficial.

Todo individuo, y especialmente las figuras destacadas de la sociedad, afrontan situaciones conocidas como "estar entre la espada y la pared", ya que la adhesión a un gobierno despótico implica tener que darle las espaldas a su círculo social más próximo. Muchas veces deberá elegir entre la obediencia al poder que interiormente rechaza o el llamado de su conciencia que le reclama fidelidad hacia la sociedad de la que forma parte.

La hipocresía a la que se ve obligado a adoptar el ciudadano de un país socialista, implica un desdoblamiento de su personalidad, que le impide establecer con libertad vínculos sociales con otros individuos, obligados por las mismas circunstancias, a adoptar una similar actitud, ya que tal adopción ha de constituir una forma de vida adecuada para adaptarse a la sociedad colectivista.

Estos aspectos de las sociedades totalitarias pueden conocerse principalmente por las situaciones relatadas por destacados artistas de la Unión Soviética. En este caso, se mencionan aspectos de la vida del músico y compositor Dmitri Shostakóvich. Al respecto, Jorge Volpi escribió: "En su retrato, Vollman no se limita a dibujar a Shostakóvich como una torturada víctima del sistema, sino que lo pinta como un disidente a medias, dominado en la misma medida por el ansia de libertad y por el miedo, en permanente estado de zozobra, tan apocado como valeroso, consagrado a su rebelión secreta a través de la música".

"Se vio obligado a tener una vida de agente doble, la cual por un lado lo obligaba a aceptar con resignación la sucesión de vejaciones y rectificaciones del régimen, y por el otro a tratar de enfrentarse a éste a través de veladas alusiones en sus obras, sutiles muestras de descaro (que sus censores pocas veces tuvieron la astucia de detectar) o mínimas muestras de desacuerdo que sin embargo no dejaban de ser sorprendentes en su medio y en su época".

"De allí el enigma que rodeará su figura hasta nuestros días: ¿hasta dónde el compositor fue un fiel acólito del poder soviético, siempre dispuesto a agachar la cabeza frente a las amonestaciones de sus comisarios de cultura y dispuesto a escribir música de segundo orden para armonizar sus fastos oficiales, o hasta dónde en realidad fue un «héroe trágico», como lo presenta Vollman, un hombre que tuvo el valor de alzarse contra el poder de la única forma que podía hacerlo, a través de sus obras?".

"A la hora de juzgar la conducta de Shostakóvich frente al régimen comunista, surgieron dos bandos antagónicos: aquellos que, en vista de sus declaraciones públicas, en especial durante sus visitas a Occidente, jamás dejaron de considerarlo un compositor oficial o, en el mejor de los casos, un juguete usado por los jerarcas del Kremlim como vehículo de propaganda -no muy distinto, en este sentido, a decenas de artistas, ajedrecistas y atletas- y, en el otro bando, quienes, a raíz de su muerte y de las declaraciones de disidentes como Volkóv, empezaron a mirarlo como una suerte de prisionero de conciencia, una más de las víctimas de los sistemas totalitarios del siglo XX, por más que durante buena parte de su vida gozase de una existencia mucho más plácida que la mayoría de sus compatriotas" (Del Prólogo de "Dmitri Shostakóvich" de Carlos Prieto-Fondo de Cultura Económica-México 2013).

Un punto de inflexión en la vida de Shostakóvich, lo constituyó el día en que el propio Stalin hizo público su desagrado por la música del compositor, lo que implicó que toda la jauría seguidora del líder adoptara una postura similar. Volpi agrega: "El 28 de julio de 1935 el mismísimo Stalin se dirigió al Bolshói a una de sus funciones y el compositor constató, aterrorizado, cómo el dictador refunfuñaba ante cada estertor de los metales o cómo se reía sarcáticamente en uno de sus duetos de amor. Dos días depués, Pravda publicó un artículo que juzgaba vulgar y primitiva la pieza, lo que equivalía a una auténtica condena a su autor. Tal como cuenta Carlos Prieto, Shostakóvich jamás se repuso de este primer encontronazo con los perros de presa del sistema".

"Es a partir de ese incidente donde encontramos al otro Shostakóvich, al Shostakóvich decidido a engañar a sus detractores y a entregarles gato por liebre de una manera mucho más grotesca que en sus sinfonías Segunda y Tercera".

Como en todos los casos, la conciencia moral del ser humano actúa como un contrapeso, o una guía, que lo orienta en cada una de las circunstancias de la vida. Volpi agrega: "Como cualquier agente doble, Shostakóvich siempre sirvió a dos amos -el régimen y su conciencia- y, como cualquier agente doble, a veces los límites de su lealtad hacia uno u otra se tornaban irremediablemente difusos, inestables, grises. A veces fue un cobarde, a veces un héroe, pero sobre todo fue un hombre que, como advierten desde la ficción y desde la crítica Vollman y Prieto, sufrió como pocos las embestidas ideológicas del siglo XX".

Una de las situaciones más desagradables de su vida, le ocurrió al compositor cuando fue obligado por el régimen a firmar una declaración conjunta contra Andréi Sajarov. Carlos Prieto escribió al respecto: "En 1973 el partido organizó una masiva campaña de denuncias contra el físico disidente Andréi Sajarov por supuestas «actitudes antipatrióticas». A iniciativa del partido firmaron cartas grupos diversos: cuarenta miembros de la Academia de Ciencias de la URSS, escritores, economistas, artistas. El 3 de setiembre tocó el turno a los músicos. Ese día, Pravda publicó una carta titulada «Sajarov, indigno del nombre de ciudadano». Shostakóvich, ya muy enfermo, cedió a las presiones del partido y su nombre apareció entre los doce firmantes"

Matislav Rostropovich hizo el siguiente comentario: "Jamás olvidaré el día que lo obligaron, realmente lo forzaron, a firmar una carta contra Sajarov. Shostakóvich intentaba explicar por qué no podía firmar. «Estoy muy débil», decía, y estaba realmente muy enfermo. Decía también: «El único lugar por donde todavía puedo hacer algún paseo es alrededor de mi casa de campo. Por allí también pasea Sajarov. ¿Cómo podré mirarlo a los ojos si firmo?» Y, sin embargo, lo forzaron, lo cual le causó un gran sufrimiento. Cesaron sus paseos....No lo acuso. Estaba ya muy gravemente atacado por el cáncer".

Muchos son los partidarios del socialismo por cuanto, a partir de esa palabra, imaginan una sociedad armoniosa que subsana todos los errores de las sociedades capitalistas, o pseudo-capitalistas. Sin embargo, todo socialismo real implica un sistema que, por lo general, tiende a destruir individualidades para convertirlas en anónimos integrantes de un colectivismo despersonalizado, que poco o nada tiene que ver con la sociedad imaginada por personas ingenuas o ignorantes, inadvertidas de lo que siempre ha sucedido bajo todo socialismo real.

domingo, 2 de junio de 2019

De lo religioso a lo sociológico

Desde un punto de vista religioso, se habla de "verticalidad" cuando todo pensamiento individual se orienta en Dios y en lo sobrenatural, mientras que "horizontalidad" implica un pensamiento centrado en el hombre y en lo natural. Debido a la severa crisis que afecta tanto a la sociedad como a la Iglesia Católica, han aparecido posturas que promueven interpretaciones sociológicas de la religión; actitud que rechaza el conservadorismo y la tradición católica.

Entre las diversas posturas renovadoras, encontramos las que, partiendo de la psicología social, pretenden afianzar la ética cristiana mostrando su compatibilidad con las leyes naturales, intentado que el mensaje bíblico alcance a la mayoría de las personas, y no sólo a quienes adoptan una determinada actitud filosófica. Tal "horizontalismo" pretende interpretar al cristianismo como una religión natural; algo "herético" según la tradición, pero que seguramente favorecerá el mejoramiento masivo de los integrantes de la sociedad. Habría que consultarle a los tradicionalistas acerca de qué cambio suponen que implicará la Segunda Venida de Cristo, ya que la continuidad de la religión tradicional, sin cambio alguno, implica que no habría necesidad de la profecía establecida por el propio Cristo.

Otra postura muy distinta es la del marxismo, que pretende usar al catolicismo para difundir sus nefastos ideales. En la actualidad se observa el afianzamiento casi total del marxismo al haber podido llegar a las altas esferas del Vaticano, ya que el reemplazo de los Evangelios por la Teología de la Liberación es algo evidente, si bien los habilidosos ideólogos han convencido a muchos ingenuos que en realidad el amor cristiano y el odio marxista son una misma cosa.

El proceso de entronización del marxismo en la cúpula de la Iglesia, lleva varios años. Alfredo Saenz escribió: "Hay como un constante trasbordo idelógico, más o menos inadvertido, que va de las cosas sobrenaturales a las cosas naturales: de Dios al hombre, del pecado a la alienación, de la confesión al psicoanálisis, de la lucha contra el pecado a la lucha contra la pobreza, del llamado a la salvación eterna al deber de edificar el socialismo, el paraíso en la tierra. Muchos parecen no apartarse de las fórmulas religiosas: hablan de salvación, de pecado, de Dios, de Iglesia, pero emplean dichas palabras de manera tal que ya no tienen sentido religioso sino puramente sociológico" (De "Inversión de valores"-Ediciones Mikael-Paraná 1978).

Puede no ser exagerada la afirmación de que la Iglesia Católica se ha convertido (al menos parcialmente) en la principal promotora del socialismo a nivel mundial. Ello se debe a que mantiene al cristianismo como el perfecto disfraz para engañar a muchos incautos. El citado autor agrega: "En no pocas ocasiones la apertura al mundo, tan propia de la tendencia horizontalista, acaba por hacerse apertura al marxismo, el amor al prójimo termina por ser enrolamiento en la guerrilla. Quien deja de lado la trascendencia de Dios con la pretensión de instalarse en un puro «humanismo» no podrá detenerse allí sino que de hecho seguirá deslizándose hacia abajo...".

Saenz menciona algunas estrofas de canciones cantadas en ámbitos católicos desde hace unos 40 años, o más. "El orgulloso «hombre nuevo» se propondrá la edificación de un mundo nuevo. Con soberbia prometeica tomará la arcilla con la que -nuevo Creador- rehará el universo".

Lo haremos tú y yo
nosotros lo haremos:
tomemos la arcilla
para el hombre nuevo.

Su sangre vendrá
de todas las sangres
borrando los siglos
del miedo y del hambre.

"El «amor al otro» lo llevará al socialismo y a la abolición de la propiedad privada. Será menester arrancar los alambrados, símbolo de propiedad sobre una tierra usurpada:

Yo pregunto a los presentes
si no se han puesto a pensar
que esta tierra es de nosotros
y no del que tenga más.

A desalambrar, a desalambrar
que la tierra es nuestra,
tuya y de aquél,
de Pedro, María, Juan y José.

Yo pregunto si en la tierra
nunca habrá pensado Usted
que si las manos son nuestras
es nuestro lo que nos dé.

A desalambrar, a desalambrar.."

"Luego viene el mito, la bandera enarbolada de la rebeldía. «Camilo Torres» es una canción que se canta en las misas de algunos grupos «selectos»:

"Donde murió Camilo nació una cruz
pero no de madera sino de luz.

Le mataron cuando iba por su fusil
Camilo Torres muere para vivir.
Dicen que tras las balas se oyó una voz;
era Dios que gritaba «Revolución».

Lo clavaron con balas contra una cruz
lo llamaron bandido como a Jesús.
Revisad la sotana, mi general,
en la guerrilla cabe un sacristán.

Y cuando ellos bajaron por su fusil
vieron que el pueblo tiene como cien mil,
Cien mil Camilos prestos a combatir,
Camilo Torres muere para vivir".

"Tales son, entre muchas otras semejantes, las letras que se escuchan en diversas capillas, parroquias, colegios, o reuniones más reservadas, generalmente en el ámbito del Santo Sacrificio de la Misa. Porque sé que a algunos les parecerá imposible, vuelvo a afirmar una vez más que todos estos cantos figuran o en cancioneros de parroquias, o de colegios católicos, o en hojas que se ponen en los bancos de las iglesias. Y que todos han sido cantados en el transcurso de la Santa Misa. Es este un hecho verdaderamente alarmante".

Breve historia de la Electrónica

La electrónica es la rama de la tecnología que genera la transmisión, almacenamiento y procesamiento de información codificada eléctricamente. Así, el sonido, las imágenes, los símbolos alfanuméricos, etc., pueden ser afectados por tales procesos.

1 Telegrafía

En 1838, Samuel Morse patenta el primer telégrafo; palabra que significa “gráfico (o letra) a lo lejos”, ya que la interrupción intermitente de un circuito eléctrico permite transmitir puntos y rayas a distancia. Ello implica que, desde lejos, pude controlarse un electroimán asociado a una especie de lápiz, o marcador, que hace marcas (o bien perforaciones) sobre una cinta de papel que se mueve a velocidad constante.
Para superar los inconvenientes de este primitivo sistema, Morse utilizó sucesivos circuitos eléctricos, cada uno con su propia pila eléctrica y su propio electroimán (relevador o relé).
Morse se ganaba la vida pintando retratos en una época anterior a la de la aparición de la fotografía. También se atribuye esta invención a los ingleses Cooke y Wheatstone. Además, los alemanes Karl Gauss y W. E. Weber se comunicaban con un primitivo telégrafo.

2 Telefonía

Se atribuye a Alexander Graham Bell, nacido en Inglaterra, la invención del teléfono. La palabra “teléfono” significa “sonido a distancia”. Su inventor se desempeñaba como profesor de sordomudos tratando siempre de perfeccionar su trabajo docente. También se atribuye esta invención al italiano Meucci y a Elisha Gray.
El primer teléfono de Bell estaba constituido por dos imanes permanentes en forma de U, ubicados a cierta distancia, cada uno cumpliendo la función de núcleo de un bobinado. En ambos casos se incluía una membrana metálica sobre esas U.
Al hablar alguien cercano al primer imán, hacía oscilar la membrana metálica generando en el bobinado respectivo una débil tensión eléctrica (debido a la variación momentánea del campo magnético). Esa tensión se transmitía al segundo bobinado perturbando el campo magnético del segundo imán, y haciendo vibrar a la membrana respectiva al mismo ritmo que lo hacía la primera, reproduciendo de esa manera el sonido que inició la secuencia.

3 Electromagnetismo

La tecnología tiene como fundamento alguna rama de la ciencia experimental. Así, la transmisión de información mediante ondas de radio y televisión, tienen como fundamento al electromagnetismo de Maxwell.
El físico escocés James Clerk Maxwell amplía la ley de Ampere para establecer la ley de Ampere-Maxwell. Esta ampliación implica que, no sólo toda corriente eléctrica produce un campo magnético, sino que también puede ser producido por una variación de campo eléctrico no asociado a cargas eléctricas en movimiento. Previamente, en 1831, Michael Faraday había descubierto que un campo magnético variable produce también un campo eléctrico.
Estos campos de fuerzas, mutuamente sostenidos, se propagan aun por el espacio vacío. De ahí que nos llega la luz emitida por estrellas distantes, ya que la luz es también una perturbación electromagnética.
Luego de la etapa teórica, le siguió la experimental. Fue Heinrich Hertz quien verificó experimentalmente la existencia de tales ondas. Es de destacar el poco interés de Hertz por una posible aplicación práctica de las mismas. Incluso una vez expresó: “No sé para qué pueden servir estas onditas”. Su principal interés recaía en comprobar la veracidad de la teoría de Maxwell.
La etapa propiamente tecnológica está asociada a Guglielmo Marconi quien desarrolló un transmisor para establecer la “telegrafía sin hilos”. Marconi afirmó que el mejor premio que recibió fue una medalla recordatoria obsequiada por los 500 sobrevivientes del Titanic, que pudieron salvar sus vidas gracias a la telegrafía sin hijos, o radiotelegrafía.

4 Transmisor y receptor de Hertz

El transmisor de ondas electromagnéticas ideado por Hertz, estaba constituido por dos bobinados vinculados magnéticamente, que es esencialmente un transformador. Por el bobinado primario se aplicaba una tensión eléctrica mientras que al secundario le conectó una barra metálica (donde se conectaba el secundario) abierta en el centro. Cuando se cerraba el interruptor y circulaba corriente por el primario, saltaba una chispa entre las barras metálicas conectadas al secundario. Ello se debe a que puede considerarse al secundario y a las barras como un circuito LC (inductancia-capacidad eléctrica) con su propia frecuencia de resonancia. El cierre del interruptor, en el primario, implica un pulso de corriente que puede considerarse constituido por un amplio espectro de frecuencias que incluiría la de resonancia del secundario y la barra metálica. Al establecerse la resonancia, salta la chispa.
La perturbación electromagnética producida por la chispa, debería ser detectada por algún receptor, de manera de comprobar la existencia de tal perturbación. Tal receptor era un simple conductor en forma de C, donde la abertura de la C apuntaba hacia el transmisor. A este receptor se lo puede asociar a una bobina de una sola vuelta con un condensador en su extremo (las puntas de la C separadas por un aislante). Tal sistema LC debería tener una frecuencia de resonancia idéntica a la del transmisor. Por ello pudo Hertz observar una chispa en el receptor, producida por la recepción de una onda electromagnética.

5 Telegrafía sin hilos

Marconi modifica el chispero de Hertz conectando una antena al terminal superior del secundario del transmisor y estableciendo una conexión a tierra del terminal inferior. Además, coloca un bobinado para ser sintonizado, con su propia capacitancia distribuida, entre la antena y el terminal superior, permitiéndole seleccionar una determinada frecuencia de emisión, facilitando de esa forma la posibilidad de transmisiones simultáneas con otros equipos. Otra innovación consistió en girar 90 grados al transmisor, respecto del de Hertz, para que el campo eléctrico perpendicular al terreno fuera mucho menos absorbido, permitiéndole transmisiones de mayor alcance.
El receptor también podía sintonizarse, ya que estaba constituido por una bobina variable que resonaba con su propia capacitancia distribuida, conectada a la antena receptora. Con unos auriculares podían recibirse los puntos y rayas del código Morse, esta vez en forma de ondas electromagnéticas intermitentes, de distinta duración.
Si la señal recibida por el receptor se aplicara directamente a los auriculares, no se escucharía nada, por tratarse de frecuencias elevadas, Ello ocurre por la inercia mecánica de tal dispositivo, respondiendo al promedio de la corriente eléctrica que por él circula, siendo nulo el promedio de una corriente alterna.
Por ello Marconi utiliza un rectificador como detector para disponer de un promedio distinto de cero. Tal detector era una piedra galena (mineral de plomo y azufre) que permite que la corriente circule en un sentido, pero no en el otro. Para mejorar aún más la recepción coloca un capacitor (o condensador) que absorbe las variaciones de alta frecuencia permitiendo lograr una señal audible.

6 Válvulas termoiónicas

El inventor Thomas A. Edison realizó muy pocos descubrimientos científicos, siendo la emisión de electrones por parte de un filamento incandescente, su principal contribución en ese ámbito. Pero no le encuentra aplicación alguna. Experimentando con lámparas de filamento, observa que, cerca del terminal positivo de la tensión de alimentación, aparecen manchas en el vidrio que recubre al filamento.
John Ambrose Fleming, empleado de la Edison Light Company, de Londres, se entera del "efecto Edison" e introduce un conductor metálico dentro de una lámpara incandescente. Obtiene así el primer diodo (palabra que significa "dos terminales") y aparece en la naciente electrónica el término "valvula", ya que permite el paso de corriente eléctrica en un solo sentido (en forma similar al funcionamiento de la válvula de un neumático).
Lee de Forest, egresado de la Universidad de Yale, agrega una rejilla metálica entre el filamento (o cátodo) y la placa receptora (o ánodo). Obtiene así el audión, o triodo ("tres terminales"), en 1906. Este invento señala el inicio de la era de la electrónica.
Un dispositivo de tres terminales admite dos circuitos eléctricos: el de entrada (o control) y el de salida (o controlado). La amplificación de señales es la aplicación inmediata que se le puede dar a este dispositivo, ya que una pequeña variación de la tensión en el circuito de entrada se traduce en una variación de la corriente por el interior del triodo, que luego producirá una variación correspondiente de la tensión de salida (que puede ser bastante mayor a la variación de la tensión inicial de control).

7 Radiotelefonía

La meta siguiente, que se imponen los inventores de esa época, consistía en establecer una "telefonía sin hilos" o radiotelefonía. El chispero de Marconi sólo permitía emitir señales discontinuas, aptas para la telegrafía sin hilos. Para transmitir sonidos era necesario disponer de una oscilación eléctrica sostenida a la que se le pudiese agregar la información a propagar, es decir, modificando la amplitud de la señal básica para imprimirle el sonido a transmitir.
Ernst Alexanderson construyó un alternador giratorio logrando una frecuencia de 28.000 ciclos por segundo. La solución definitiva la logra Lee de Forest con su triodo, al realizar un circuito oscilador de alta frecuencia (esencialmente realimentando un amplificador). Una oscilación se produce acercando el micrófono conectado a un amplificador, ubicándolo cerca del parlante respectivo.
De Forest perfecciona el cine sonoro y patenta unos 300 inventos, pero no tuvo éxito como empresario por cuanto, más de una vez, es estafado por sus ocasionales socios.
Los receptores de radio primitivos, "a galena", comienzan a utilizar un amplificador con triodo, siendo una forma adicional de tratar la señal recibida, además de la detección y del filtrado capacitivo.
Al aparecer varias radioemisoras, que transmitían con distintas frecuencias, surgen inconvenientes para amplificarlas selectivamente en el receptor. Por ello fue necesario establecer una "mezcla de frecuencias" (entre la generada por un oscilador local, del propio receptor, y la recibida por la antena) de tal manera que su diferencia implicaba una frecuencia constante, mucho más fácil de amplificar, que se denominó "frecuencia intermedia". Este es el fundamento del receptor superheterodino, en donde la palabra "heterodyno" proviene del griego y significa "mezcla de fuerzas". Edwin W. Armstrong fue su inventor, inventando posteriormente la transmisión por frecuencia modulada. En un caso similar al de De Forest, al tener inconvenientes con empresarios, termina su vida suicidándose.

8 Heaviside y Pupin

Las líneas telefónicas admitían mucha capacidad eléctrica distribuida, por lo que las señales se debilitaban con las distancias. Había que agregarles inductancias (bobinas)de manera de lograr una especie de filtro pasabajos, es decir, que permite la fácil transmisión de bajas frecuencias, como las utilizadas en telefonía. Este proceso se conoce como "pupinizar" una línea telefónica.
La empresa ATT le encargó el trabajo a Campbell y a Pupin, siendo el primero un empleado de tal empresa. Ambos investigaron los trabajos previos realizados por Oliver Heaviside. De esos trabajos surge la teoría de los filtros eléctricos, realizada por Campbell y la obtención de una patente de invención a nombre de Pupin. La empresa ATT tuvo que pagar, en esa época, 500.000 dólares por hacer uso del invento patentado, que sólo era una mejora del trabajo de Heaviside.
Cuando le ofrecieron a Heaviside algo de dinero en retribución por sus trabajos, respondió que debía ser al "todo o nada", por lo que siguió en la pobreza extrema y en una soledad favorecida por su sordera.
El matemático Norbert Wiener alguna vez pensó en escribir una novela basada en este triste caso. Al respecto escribió: "Pupin había envuelto su alma dentro de un contrato comercial. Cuando un alma es comprada por alguien, el diablo es el consumidor último. Hasta la penitencia pública le fue denegada. Aunque era incapaz de reprimirse en silencio, las mentiras y las exageraciones a las que se vio forzado a recurrir deben de haber resonado sepulcralmente en el espacio vacío donde su alma se había alojado" (De "Inventar"-Tusquets Editores SA-Barcelona 1994).

9 Los Laboratorios Bell

Una de las empresas que realizó importantes aportes a la electrónica fue la ATT (American Telephone and Telegraph Company), sucesora de Bell Telephone Company. En la década de los 40 tenía 5.700 empleados, mientras que en los 60 tenía 17.500, que generaban unas 700 patentes de invención anuales.
Uno de sus empleados, el antes mencionado George A. Campbell, establece en 1915 la descripción matemática de los filtros de ondas. Un filtro de onda es un circuito que tiene una diferente respuesta para las distintas frecuencias que les son aplicadas. De ahí que transmitirá algunas y rechazará otras. La oposición al paso de las corrientes alternas, que presentan bobinas y condensadores, dependen de la frecuencia de aquellas, por lo que los filtros pasivos están constituidos principalmente por esos elementos circuitales. Posteriormente aparecen los filtros activos, que proveen una amplificación selectiva, según la frecuencia.
También en 1915, John R. Carson establece la transmisión por banda lateral única (BLU). Si se analiza el espectro de las frecuencias que componen una señal modulada en amplitud, se verá que consiste en una onda portadora de radiofrecuencia con dos bandas laterales generadas por la información a transmitir. Carson advirtió que la información venía por "duplicado" en ambas bandas por lo que podría suprimir una de ellas, e incluso a la portadora, necesitando mucha menor potencia del transmisor para lograr el mismo alcance que una señal modulada en amplitud, Eso sí, el receptor habría de ser bastante más complejo.
La transmisión de información requiere, en varias de sus etapas, de una adecuada amplificación. Ello implica, entre otros aspectos, que el amplificador tenga una respuesta lineal, es decir, que la salida sea una réplica aumentada de la señal de entrada, sin ninguna distorsión. De lo contrario, implicará la aparición de frecuencias indeseables en el proceso de la amplificación. Para lograr una compensación automática de la alinealidad propia de las válvulas y, posteriormente de los transistores, Harold S. Black propone el amplificador con realimentación negativa.
Black recuerda el momento exacto en que la idea surge de su mente: el 2 de agosto de 1927, a las 8 y 15 horas, cuando se dirigía a su trabajo, los Laboratorios Bell. La realimentación consiste en reinyectar a la entrada del amplificador parte de la señal de salida (como cuando una víbora muerde su propia cola). La realimentación positiva (en fase coincidente) produce una oscilación, mientras que la realimentación negativa (en contrafase) implica una redución de la ganancia del amplificador, pero con la ventaja antes mencionada.
La realimentación negativa también estabiliza la ganancia de un amplificador. Quienes logran la teoría matemática correspondiente fueron Harry Nyquist, estableciendo un criterio para el estudio de la estabilidad, y Hendrik W. Bode, quien describe la relación entre fase y frecuencia, complementando el trabajo de Nyquist.
En 1924, Clinton J. Davisson y Lester Germer, estudiando el comportamiento de las válvulas termoiónicas, verifican experimentalmente (sin proponérselo) la hipótesis de Louis de Broglie acerca de las ondas asociadas a las partículas atómicas. De esa forma, la mecánica ondulatoria pasa a ser una ley básica del mundo atómico.
Karl G. Jansky, buscando la fuente de ruido detectado por su antena, descubre que tales señales provienen de nuestra galaxia. Sin proponérselo, da inicio a la radioastronomía, que complementa a la tradicional astronomía óptica.
En 1928, J. B. Johnson describe matemáticamente al ruido térmico asociado al movimiento de los electrones. Éstos, al moverse por efecto de la temperatura, y al poseer carga eléctrica, generan variaciones aleatorias de tensión eléctrica. El ruido de Johnson está asociado a la temperatura, mientras que las frecuencias asociadas a las tensiones de ruido admiten un gran ancho de banda. El ruido térmico impone limitaciones a las comunicaciones codificadas eléctricamente.
El 23 de diciembre de 1947 se realiza la primera prueba exitosa del transistor. Son sus inventores los físicos J. Bardeen, W. Brattain y W. Schockley. El primero y el tercero eran físicos teóricos, mientras que Brattain era un físico experimental. Se considera al transistor como "el mayor invento del siglo XX".
Claude Shannon establece la teoría de la información, que consiste esencialmente en cuantificar tanto la información como la capacidad que posee un canal de comunicaciones para transmitirla. La formulación de Shannon establece que dicha capacidad aumenta con el ancho de banda disponible, siendo proporcional, además, al logaritmo de (1 + S/N), siendo S la potencia de la señal y N la potencia asociada al ruido térmico.
Arno Penzias y Robert Wilson repiten la historia de Jansky, ya que, trabajando con antenas de microondas, detectan el ruido de fondo que proviene de todas partes, descubriendo (sin proponérselo) la "radiación cósmica de fondo" predicha por los teóricos del big-bang, confirmando la teoría asociada a la expansión del universo.
Varios son los investigadores de los Laboratorios Bell que reciben el Premio Nobel de Física, tales los casos de Davisson, Brattain, Bardeen (2 Nobel), Schockley, Penzias, Wilson, y del fisico P.Anderson.

10 Radar

Quienes investigaban el comportamiento de las ondas de radio, observaron que, en ciertas ocasiones, eran reflejadas por las capas ionizadas de la atmósfera. El físico inglés Edward Appleton realiza un estudio para determinar la altura de esas capas, recibiendo posteriormente el Premio Nobel de Física.
En otras ocasiones, a veces fortuitas, se observó que incluso un avión reflejaba las ondas de radio, por lo que aparece la posibilidad de la radiolocalización. La palabra "radar" (abreviatura de radio detection and ranging) implica una "detección y posicionado por radio".
Su desarrollo se asocia a Robert Watson Watt en épocas previas a la Segunda Guerra Mundial. Esencialmente consiste en generar pulsos muy breves y potentes, que se envían por medio de una antena direccional. La misma antena recibe el rebote del pulso desde el objeto a localizar. Un radioreceptor recibe los pulsos mientras que un dispositivo indicador permite conocer la distancia del objeto reflector.

11 Transistor

El transistor surge de la búsqueda de un conmutador de estado sólido para ser utilizado en telefonía y reemplazar a los relés y a los sistemas de barras. Luego se vislumbra la posibilidad de obtener un reemplazo de la válvula de vacío.
Quentin Kaiser escribió: "Si no hubiera sido por las microondas o el radar de UHF, probablemente nunca hubiéramos tenido la necesidad de detectores de cristal. Si no hubiéramos obtenido detectores de cristal, probablemente no habríamos tenido el transistor, salvo que hubiera sido desarrollado de algún modo completamente diferente" (Citado en "Revolución en miniatura" de S. Braun y S. Macdonald-Editorial Tecnos SA-Madrid 1984).
En 1874, el físico alemán Ferdinand Braun descubrió que el contacto entre un alambre metálico y el mineral galena (sulfuro de plomo) permitía el paso de la corriente en una sola dirección. Por utilizar el radar elevadas frecuencias, el detector utilizado debería tener una capacitancia eléctrica muy reducida, por lo que no podían utilizarse diodos de vacío. El rectificador de estado sólido era esencial. Además, al inicio de la Segunda Guerra Mundial estaba completo el estudio teórico de los contactos semiconductor-metal.
Walter Brattain escribió: "Ninguno de la profesión estaba seguro de la analogía entre un rectificador de óxido de cobre y un tubo diodo de vacío y muchos tenían la idea de cómo conseguir poner una rejilla, un tercer electrodo, para hacer un amplificador" (Citado en "Revolución en miniatura").
Los niveles cuantificados de energía en los átomos dan lugar a bandas de energía cuando existen átomos distribuidos regularmente. El estudio del movimiento de electrones en estas bandas permitió vislumbrar la posibilidad de cambiar la conductividad eléctrica de los semiconductores agregándoles impurezas adecuadamente. Surgen así los materiales tipo N y tipo P".
Un diodo se construía uniendo un material N con uno P, mientras que el transistor surgió de una estructura del tipo NPN, o bien PNP. El nombre "transistor" fue ideado por J. R. Pierce, quién expresó: "...y entonces, en aquella época, el transistor fue imaginado para ser el dual del tubo de vacío, así si un tubo de vacío tenía transconductancia, éste debe tener transresistencia, y así llegué a sugerir transistor".
Luego de efectuadas las primeras pruebas con el transistor, se mantuvo en secreto durante casi siete meses, hasta que se pudo detallar su funcionamiento adecuadamente para solicitar la patente de invención respectiva. Esta patente fue concedida a Bardeen y a Brattain por el transistor de punta de contacto, mientras que la patente den transistor de juntura, surgido en 1951, le fue concedida a Schockley. Al respecto, E. Braun y S. Macdonald escriben: "Es asombroso que Schockley hubiera formulado la teoría precisa del transistor de unión al menos dos años antes de que el dispositivo fuera producido".
Podemos tener una idea del comportamiento del transistor mediante un circuito que utiliza una fuente de tensión continua, un miliamperímetro y dos resistencias con sus respectivos interruptores. La fuente se conecta entre colector y emisor mientras que las resistencias se conectan entre colector y base.
Estando ambos interruptores abiertos, no habrá corriente por el trayecto fuente-miliamperímetro-colector-emisor. Si cerramos un interruptor, habrá corriente de base y también de colector (medidas juntas por el miliamperímetro). Si cerramos el otro interruptor, habrá más corriente. De ahí que pueda decirse que el transistor se comporta como un conductor cuya resistencia se controla mediante la corriente de base.

12 Televisión

La palabra televisión significa "visión a lo lejos" y ha sido uno de los importantes logros de la inventiva humana. Muchos son los inventores y científicos que hicieron aportes para su realización. En el siglo XIX se idea un sistema mecánico en el cual dos cilindros, uno el transmisor y el otro el receptor, giran a la misma velocidad. Una aguja tocaba una lámina metálica en el primer cilindro, donde se ubicaba la imagen a transmitir, enviando una señal eléctrica que actuaba químicamente sobre un papel ubicado en el segundo cilindro.
Posteriormente aparece el método fotoeléctrico, hasta que finalmente se establece una exploración, tanto en el transmisor como en el receptor, con un delgado haz de electrones. El tubo de rayos catódicos de Crooke fue perfeccionado por Ferdinand Braun. Los rayos catódicos son electrones que chocan contra una pantalla fluorescente que emite luz en el lugar del impacto. A partir de este dispositivo, el problema consistía en controlar, desde el transmisor, los desplazamientos del haz de electrones para reproducir la imagen original.
El explorador de imagen fue el iconoscopio de Wladimir Zworykin, mientras que los aportes de Philo Farnsworth permitieron establecer la televisión en blanco y negro. Posteriormente surge la televisíón en color, con bastantes dificultades técnicas por vencer.

13 Los teóricos

Los progresos de la electrónica, durante el siglo XIX, y comienzos del XX, fueron establecidos principalmente por experimentadores carentes de formación universitaria. Incluso se afirma que Edison no conocía la ley de Ohm, es decir, posiblemente nunca realizó algún cálculo con ella, aunque intuitivamente advertía lo que sucedía en cualquier circuito eléctrico. Posteriormente aparecen los aportes de inventores con formación universitaria, como Braun, de Forest, Marconi, etc.
La electrónica contó también con el aporte de físicos y matemáticos quienes, a veces sin saberlo, establecieron bases teóricas de gran generalidad. Así, George Boole, tratando de matematizar la lógica, da origen al "álgebra de Boole", cuyas leyes no sólo describen los razonamientos del tipo verdadero-falso, sino también el comportamiento de los circuitos eléctricos con interruptores conectados en serie y en paralelo.
La electrónica digital nace verdaderamente en 1935 cuando Claude Shannon publica un artículo en el que describe la dualidad entre la lógica simbólica y el álgebra de los interruptores eléctricos, algo que no fue previsto por Boole, De Morgan, Schroeder y otros matemáticos que desarrollaron el álgebra de Boole.
El matemático y físico Joseph L. Fourier, en un trabajo de investigación sobre la propagación del calor, establece el "análisis armónico". Utilizando las series de Fourier, puede considerarse que toda señal periódica es una suma de componentes senoidales de distinta amplitud y frecuencia. Incluso un pulso único también admite un espectro característico de componentes de frecuencia. Esto dio origen al estudio de los circuitos mediante la respuesta en frecuencia, ya que puede conocerse el comportamiento de un circuito a partir del conocimiento de la respuesta ante funciones senoidales. Fourier, en su época, seguramente ignoraba esta futura aplicación de su teoría matemática.
Oliver Heaviside establece el cálculo operacional. Asocia un operador D a la derivada matemática, mientras que a la integración le asocia el operador 1/D. De esa forma logra reducir una ecuación diferencial lineal a una ecuación algebraica, de fácil resolución. Con el tiempo se le da el fundamento matemático correspondiente. Heaviside trabaja hasta los 24 años para dedicarse por completo a la investigación.
En la búsqueda de una respuesta característica única, que sirviera para predecir el comportamiento de un circuito ante cualquier tipo de función excitadora, se estableció a la "función senoidal amortiguada exponencialmente" como la función que abarca a todas las posibles señales eléctricas. Tal función generaliza a la función constante, a la senoidal y a la exponencial. Ello conduce al concepto de frecuencia compleja y a la utilización de la "transformada de Laplace", descubierta por el físico, matemático y astrónomo nacido en el siglo XVIII. Al respecto, W. H. Hayt y J. E. Kemmerly escriben: "El análisis de circuitos resistivos, el análisis de régimen permanente sinusoidal, el análisis transitorio, la respuesta forzada, la respuesta compleja y el análisis de circuitos excitados por funciones excitatrices exponenciales, y sinusoidales amortiguadas exponencialmente, se convertirán todos en casos especiales de las técnicas generales asociadas con el concepto de frecuencia compleja" (De "Análisis de circuitos en ingeniería"-Editorial McGraw-Hill-México 1970)

14 Circuitos integrados

Un circuito integrado es un circuito en el que las funciones de varios componentes discretos (transistores, resistencias, diodos, etc.) son realizados en una pieza única de material semiconductor. Jack Kilby, de la Texas Instruments, había mostrado que en un mismo chips de semiconductor podían hacerse componentes separados, mientras que Robert Noyce, de la Fairchild, mostró unos meses más tarde el proceso por el cual estos componentes podían ser fácilmente conectados. Kilby recibe posteriormente el Premio Nobel de Física, época en que Noyce había ya fallecido, posiblemente por fumar excesivamente. Jack Kilby expresó: "A diferencia del invento del transistor, éste era un invento con relativamente pocas implicaciones científicas. Ciertamente, en aquellos años, ahora y siempre, podrías decir que contribuia muy poco al pensamiento científico" (Citado en "Revolución en miniatura").
Antes de la aparición de los circuitos integrados, existían aplicaciones definidas (radioreceptores, televisores, etc.) y la habilidad del diseñador radicaba en lograr el mejor circuito para una aplicación ya establecida. Cuando aparecen los circuitos integrados, la habilidad del diseñador radica en su capacidad para vislumbrar nuevas aplicaciones de los circuitos previamente fabricados.

15 Valle del silicio

El Silicon Valley es una zona cercana a San Francisco, EEUU. Allí se instalan varias fábricas de componentes electrónicos, bajo la influencia de la Universidad de Stanford, en donde se destaca la figura de Frederick Terman, quien fuera autor del conocido libro "Ingeniería de Radio" y considerado el "padre del Silicon Valley".
Dos de sus alumnos, David Packard y William Hewlett, fundan la empresa Hewlett-Packard (luego de arrojar una moneda al aire para determinar el orden de los apellidos). Hewlett expresó posteriormente: "Nuestra idea original era aceptar lo que viniera, en términos de órdenes de trabajo" (Citado en "Los silicon boys" de David A. Kaplan-Emecé Editores SA-Buenos Aires 1990).
Uno de los primeros trabajos de HP fue el oscilador de audio Modelo 200 A, cuyo nombre daba la idea de que ya habían realizado 199 diseños anteriores. El éxito de la empresa se debió, entre otros aspectos, a la complementación entre las aptitudes de uno y otro socio fundador. Hewlett dijo respecto de Packard: "Él era el emprendedor y yo el que trabajaba".
William Schockley, al dejar los Laboratorios Bell, intenta establecer una fábrica de transistores. Entre sus empleados figuran Robert Noyce y Gordon Moore. Debido a su trato poco amable y a su incapacidad empresarial, en el primer año no logran fabricar ni un solo transistor. Schockley tomaba exámenes psicológicos a sus empleados, publicaba lo que ganaba cada uno y hasta utilizó un detector de mentiras cuando investigaba el origen de cierto accidente que ocurrió en la empresa.
Un empresario que fabricaba piezas de aviación, Sherman Fairchild, crea una empresa que contrata a los ex-empleados de Schockley, quien los denomina desde entonces "los ocho traidores". Durante la década de los 60, varios se independizan, hasta que los dos últimos, Noyce y Moore, se retiran para fundar su propia empresa.
Esta vez no hubo tirada al aire de una moneda, porque podría haberse dado el orden "Moore-Noyce" que suena como "more noise" (más ruido), la peor denominación posible de una empresa de electrónica, por lo que optan por Intel (de Integrated Electronics). Comienzan fabricando memorias con semiconductores para su utilización en computadoras.

16 Microprocesador

Una de las posibilidades que presentan los circuitos integrados es la de construir un chip que permita incluir todas las funciones de una calculadora manual. En 1969, la empresa japonesa Busicom solicita a Intel la realización de un chip con esas características. Asignan el diseño a Marcian E. Hoff, quien introduce una innovación interesante.
En electrónica digital hay dos formas de resolver problemas: con un hardware (circuiterío) complejo y un software (programación) simple, o bien con un hardware simple y una software complejo. La innovación de Hoff consistió en tener en cuenta la segunda alternativa, haciendo un circuito secuencial programable, con funciones similares a las de las computadoras ya existentes. En realidad, la programación del microprocesador no resultó compleja, pero permitió realizar un circuito no muy complicado.
La empresa japonesa desiste de su pedido y los primeros microprocesadores son puestos a la venta a muy bajo precio para sacárselos de encima. Sin embargo, en manos de aficionados y profesionales de la electrónica, se advierten sus casi ilimitadas posibilidades de aplicación.
El 15 de noviembre de 1971 aparece el primer microprocesador comercial, el 4004 de Intel. En un comienzo se lo denominó "ordenador microprogramable en un chip". En 1972 comenzó a denominarse según la forma actual.
Entre los factores que favorecieron la aparición del microprocesador, se tienen (según E. Braun y S. Macdonald):
I) El éxito de la calculadora ya había llevado a la industria a tomar el camino de o digital.
II) La tecnología MOS (metal óxido semiconductor) había avanzado muchísimo, con densidades crecientes y bajo consumo de potencia. Este factor fue de importancia decisiva, pues sin la posibilidad de poder poner al menos 2.000 componentes en un chip, toda la idea de un microprocesador hubiera sido absurda.

17 Amplificador operacional

Así como el circuito integrado posibilitó el rápido desarrollo de la electrónica digital, también favoreció el desarrollo de la electrónica analógica. La primera procesa información codificada mediante dos estados eléctricos posibles, mientras que la segunda lo hace con variables eléctricas que pueden varias con continuidad.
El amplificador operacional, que ya se había realizado con válvulas de vacío, es un amplificador de elevada ganancia. Si se lo realimenta negativamente, se advierte que su ganancia depende enteramente del lazo de realimentación. Como este lazo se puede lograr con resistencias, se puede controlar la ganancia, muy estable por cierto, en una forma muy simple.
La denominación de "operacional" deriva de su utilización en computadoras analógicas, siendo en la actualidad la célula básica de los circuitos lineales. La computadora digital, por otra parte, mediante aproximaciones derivadas del cálculo numérico, permite realizar simulaciones de sistemas regidos por ecuaciones diferenciales lineales en forma más simple y eficaz que las computadoras analógicas, por lo que se ha restringido bastante su utilización. También aquí el software predominó sobre el hardware.

18 Laser

Los trabajos teóricos de Albert Einstein, complementados por los de Paul Dirac, previeron la existencia de una tercera forma en que un átomo puede emitir o absorber energía luminosa, según se detalla a continuación.
Un átomo, al recibir alguna forma de energía, permite que un electrón se ubique en una órbita superior. Al volver a su nivel original, emite un fotón (Emisión espontánea).
Un átomo puede recibir la energía de un fotón, por lo que éste desaparece (Absorción).
La tercera posibilidad implica que un fotón llega a un átomo previamente activado, induciéndolo a emitir un fotón, por lo que llega uno y salen dos de ellos (Emisión estimulada).
En la Enciclopedia Salvat de Ciencia y Técnica puede leerse: "La emisión estimulada se produce cuando un átomo, en un estado excitado, es bombardeado por fotones de frecuencia exactamente igual que la del fotón que emitiría el átomo si cayera desde el estado excitado a un nivel de energía más bajo".
"Cuando estos fotones alcanzan el átomo, éste emite su propio fotón que naturalmente es idéntico al que lo ha alcanzado, y se produce la emisión estimulada. Además, los dos fotones viajan en la misma dirección y están totalmente en fase".
"Cuando uno de estos dos fotones choca contra otro átomo excitado, se emite un tercer fotón. Esta reacción en cadena se producirá mientras haya átomos del tipo necesario en estado excitado, y emitirá mucha luz, toda de la misma frecuencia y fase".
La palabra "laser" proviene de "Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation", es decir, "Amplificación de luz por emisión estimulada de radiación"