Una actualización de la expresión bíblica "por sus frutos los conoceréis", podría ser: "por sus seguidores conoceréis a los ideólogos". Así, se advierte en el sector partidario de la "filosofía objetivista" un fuerte rechazo hacia el cristianismo y también hacia quienes no están de acuerdo en considerar al aborto una práctica que deba promocionarse y justificarse teniendo presente la existencia de métodos menos salvajes para evitar nacimientos indeseados.
El sector objetivista ha promovido una amplia grieta entre los partidarios del liberalismo además del rechazo de los sectores conservadores. El problema radica, no tanto en la no aceptación del cristianismo en cuanto a lo sobrenatural, los milagros y los misterios irracionales, sino que va más allá hasta el rechazo de la ética cristiana. Debe recordarse que, hasta épocas relativamente recientes, era común interpretar los sueños como mensajes inducidos por el mismísimo Dios para comunicarse con los creyentes, por lo que es aconsejable separar las sugerencias éticas, y su posible efectividad, de las supuestas causas que le dieron origen. Así, desde la religión natural se acepta la efectividad de la ética cristiana mientras se deja un tanto de lado el aspecto mítico e irracional asociado a la religión teísta.
En una entrevista a la escritora Ayn Rand, puede advertirse su expresión: "el amor al prójimo es inmoral....". Ello implica que compartir las penas y las alegrías ajenas como propias (empatía emocional) sería una actitud "inmoral", aún cuando se advierte que se trata de un proceso natural previsto por la evolución biológica para favorecer nuestra supervivencia (de lo contrario no habría sido "instalado" por el proceso evolutivo).
Si, desde el punto de vista de la ética objetivista, es inmoral el cristianismo, tal ética podrá ser vista también como "inmoral" desde el punto de vista cristiano. Ayn Rand escribió: "El principio de intercambio comercial es el único principio ético racional para todas las relaciones humanas, personales y sociales, privadas y públicas, espirituales y materiales. Es el principio de justicia" (pág. 45)(De "La virtud del egoísmo"-Grito Sagrado Editorial-Buenos Aires 2007).
Al promover una ética que exalta el "egoísmo racional", descartando el proceso empático, se advierte que se trata de una ética no natural, por cuanto rechaza la empatía como ley natural de primerísima importancia para la supervivencia humana. La ignorancia de la empatía llega a tal extremo que en la mente de los objetivistas no existe la posibilidad de un beneficio simultáneo entre dos personas, sino que sólo contemplan el egoísmo y el altruismo, en los cuales una de las dos partes es ignorada, o bien perjudicada, por la otra. En base a tal omisión, Ayn Rand interpreta la muerte de Cristo, no como un acto de amor a la humanidad para beneficio de todos, sino como un "acto altruista" que sirvió para perjudicar al "bueno" y beneficiar a los malos. (Ver https://www.youtube.com/watch?v=7jQ_Avtu0lg).
Si la empatía emocional no existe en la mente de Ayn Rand, tampoco ha de existir en la de sus incondicionales seguidores, aunque forme parte del mundo real. Además, ello implicaría humillarse aceptando que, en ese sentido, Cristo tendría la razón. La actitud anti-cristiana de sus seguidores se advierte en la burla y la descalificación permanente hacia todo lo que sea religión, y en especial el cristianismo, ignorando que la economía de mercado requiere, para un funcionamiento adecuado, no del egoísmo propuesto por Ayn Rand, sino de la empatía que conduce a la cooperación social. Así, un intercambio comercial entre dos personas se mantendrá en el tiempo si, y sólo si, ambos se benefician simultáneamente. De lo contrario, cuando se beneficia uno de ellos (debido al egoísmo o debido al altruismo) tales intercambios habrán de interrumpirse.
El randismo unifica a los enemigos (cristianismo y marxismo) suponiendo falsamente que ambos promueven el "altruismo". Sin embargo, como cualquier adulto y cualquier niño lo sabe, el cristianismo promueve el amor al prójimo (empatía emocional), mientras que el marxismo promueve el odio entre sectores (empatía emocional negativa) utilizando el disfraz del altruismo para engañar ingenuos e inadvertidos.
En cuanto al aborto, se presentan dos posturas extremas, como la de quienes proponen "salvar las dos vidas" y la de los que proponen "eliminar las dos vidas". En este caso, se trata de la eliminación del niño en gestación y del deterioro psicológico que sufrirá la madre inducida a abortar ya que podrá surgir cierto cargo de conciencia a partir de reacciones desde un nivel subconsciente. Algunas encuestas realizadas en Francia confirman que un elevado porcentaje de mujeres aborteras han tenido ese tipo de problema moral.
Los ideólogos que promueven el aborto actúan con ignorancia, soberbia e irresponsabilidad, ya que, sencillamente podrían indicar que, al haber muchas mujeres que nunca practicaron un aborto, debería el resto accionar de una forma semejante. Sin embargo, la citada autora incluso considera que los no abortistas sienten "odio" (aunque en realidad el odio lo lleva encima el que promueve el genocido infame y silencioso que lleva a las sociedades a una etapa de barbarie o salvajismo). Ayn Rand escribió respecto de los antiabortistas: "No consigo realmente imaginar el estado mental de una persona que deseara condenar a otro ser humano a dicho horror. No puedo concebir el grado de odio que es necesario para hacer que esas mujeres vayan por ahí haciendo cruzadas contra el aborto. Odio es lo que revelan, desde luego, no amor por los embriones, que es algo absurdo que nadie podría sentir, sino odio, un odio virulento por un objeto sin nombre. A juzgar por el grado de intensidad de esas mujeres, yo diría que es cuestión de autoestima y que su miedo es metafísico. Su odio está dirigido contra seres humanos como tales, contra la mente, contra la razón, contra la ambición, contra el éxito, contra del amor, contra cualquier valor que le traiga felicidad a la vida humana. Y para reflejar la deshonestidad que domina el campo intelectual de hoy, se auto-denominan «pro-vida.»"
"¿Con qué derecho puede alguien proclamar el poder disponer de las vidas de otros y de decretar sus decisiones personales?" (De http://objetivismo.org/aborto/)
Sin embargo, ella sí se arroga el derecho de inducir a millones de personas a realizar acciones destructivas sobre el niño a nacer junto a posibles cargos de conciencia de las madres aborteras. También sus incondicionales seguidores protestan airadamente si alguien dice algo "inoportuno" sobre la jefa de la secta, mientras ellos se burlan de todo aquel que muestre algún síntoma de ser cristiano considerándolo casi un deficiente mental.
Si el liberalismo intenta insertarse en la sociedad, especialmente en aquella con influencia cristiana, debe intentar afianzarse dentro del ámbito de las ciencias sociales y no en el ámbito de la filosofía, para evitar cometer el error de relegar a importantes figuras, como Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek por personajes de poca altura intelectual y moral.
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