Los seres humanos tendemos a buscar alguna forma de inmortalidad, aunque sea indirecta, asociándonos a un grupo, secta o sector de la sociedad que habrá de perdurar en el tiempo; al pertenecer a tal asociación de individuos, sentiremos que algo de nosotros perdurará más allá de nuestra vida. De ahí que una expulsión de la misma será muy temida por quienes encuentran el sentido de sus vidas en dicha asociación.
Si pensamos las cosas con mayor amplitud, admitiremos la posibilidad de trascender a través de toda la humanidad, sin necesidad de pertenecer a subgrupos de la misma que, por lo general, compiten con otros similares convirtiendo al planeta en una especie de escenario de violencia en el que no se vislumbra posibilidades de cambiar.
La palabra "excomunión" nos da idea de quedar "fuera de la comunidad". Al respecto leemos: "Excomulgar: Apartar de la comunidad de los fieles y del uso de los sacramentos al rebelde a los mandamientos de la Iglesia. Declarar a una persona fuera de la comunión o trato con otra u otras, casi siempre con violencia de expresión" (Del "Diccionario de la Lengua Española"-Ediciones Castell 1988).
Una de las expulsiones más conocidas es la ejecutada por la sinagoga holandesa contra el heterodoxo Baruch de Spinoza. En la declaración de expulsión se exige, a todos los miembros de la comunidad judía, no tener ningún contacto personal con el expulsado, lo que incluía a sus propios familiares, que cumplen con la orden.
En el caso del Partido Comunista de EEUU, y seguramente de otros países, ocurría otro tanto. Muchos de sus integrantes estaban mentalizados de tal manera que lo peor que les podía ocurrir era la expulsión de tal institución. Howard Fast, quien perteneció a dicho Partido por unos años, escribe al respecto: "La discusión de los miembros está guiada por los funcionarios pagos de la sección, cuya tarea máxima es entonces derrotar y destruir cualquier oposición a la resolución... aunque haya que dar pasos que lleven hasta la expulsión; y aunque la discusión se prolongue semanas, todo ello no es más que «ruido» y «furia». El resultado, siempre, está en la línea precisa de la resolución original, con algunas variaciones formales para que los miembros no supongan haber sido tomados por tontos".
"Lo que mantiene esta situación increíble e impide que toda la estructura se venga abajo es, primero y principalmente, el terror místico-religioso de expulsión, con sus tabús correspondientes; segundo, la habilidad de los funcionarios del Partido para convencer a los rangos y filas de la sabiduría divina y de la bondad de la jefatura; y finalmente la fe de los rangos y filas en el templo de la virtud que el Partido ha llegado a ser para él. Naturalmente, debe recordarse que en los países donde el Partido Comunista tiene el poder, la tortura y la muerte acompañan el armazón final de la disciplina" (De "El Dios desnudo"-Santiago Rueda Editor-Buenos Aires 1958).
Debido a la necesidad de creer en algo o en alguien, el creyente espera de los funcionarios del Partido cierta excelencia intelectual y moral, por lo que muchos de estos tienden a adoptar el rol requerido para tales circunstancias. El citado autor escribe al respecto: "Los miembros, sacrificados, dedicados, que se han acercado primeramente por una visión de socialismo, de justicia y de hermandad humanas, se ven forzados por presiones internas y externas del Partido hacia el contentamiento consigo mismo, hacia la estrechez, la religiosidad y la adoración del Partido. Por este proceso los miembros se transforman en sacerdotes, el Partido es un templo y los jefes dioses. No he escogido símbolos pintorescos: estos símbolos definen un hecho. Yo he pasado por este proceso, y lo conozco".
En cuanto a los líderes, escribe: "El apetito de omnisciencia, que corre como un hilo por todas las acciones de la vida, empieza a desarrollar dentro de él la convicción de ser omnisciente; su proceso mental está ahora estructurado de tal modo que le resulta imposible comprender que está equivocado".
(Omnisciencia: Conocimiento de muchas ciencias o materias. Conocimiento de todas las cosas reales y posibles).
"Está por encima del hombre. Cuando se le hacen favores o se lo trata amablemente, no agradece al donador. Esto es burgués. Él es el Partido; el acto de dar y tomar es parte de la realidad «política». Y también, en los últimos tiempos, ha perdido el poder de entregarse a los sentimientos normales; su «meticulosidad», su «corrección», su terror a resbalar en el ascenso, la desconfianza que jalona el camino hacia el poder... todo esto mutila su facilidad para sentirse cómodo en presencia de otros seres humanos".
Entre los golpes contra la realidad que sufren los incautos dominados mentalmente por hábiles embaucadores, puede mencionarse el "informe secreto" de Nikita Kuschev delatando los crímenes de millones de individuos perpetrados por Stalin y sus secuaces. Para no reconocer la falsedad de la "nueva religión pagana", se asocia tal oscuro periodo al simple "culto a la personalidad" (de Stalin). Al respecto, Howard Fast escribe: "Fue un trágico momento aquel en que los rusos, después de relatarnos el horror más espeluznante de nuestra época, nos explicaron serenamente que todo esto se debía al «culto del individuo», como dicen ellos, y que ahora el culto de la individualidad ha sido abolido de una vez para siempre".
"Ningún análisis de lo que convirtió a estos individuos en los monstruos que eran, ningún análisis de la organización que controlaban, ninguna referencia al apetito de poder o a la paranoia, ninguna alusión al hecho de que tal vez una tiranía «benigna» engendra tiranos poco benignos, ninguna alusión al uso de la inteligencia. Si uno acepta la magia, ¿para qué preocuparse de la razón? Pronunciemos la palabra «culto de la personalidad» y todo se pondrá en orden".
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1 comentario:
Las organizaciones comunistas son sectas con sus consiguientes lacras, alienaciones y delitos, pero lo que hace todo ello posible es la asunción de una ideología contraria a la racionalidad, a los hechos y evidencias, pero que es sumamente embriagadora y autoindulgente.
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