jueves, 28 de noviembre de 2024

Adoctrinamiento peronista

"«Yo me propongo imitar a Mussolini en todo, menos en sus errores», les prometía Perón a los exiliados de la comunidad italiana en la Argentina. Luego explicaba la relevancia del adoctrinamiento en las aulas: «Nosotros tenemos en este momento casi cuatro o cinco millones de estudiantes. Que si no votan hoy, votan mañana, no hay que olvidarse. Tenemos que irlos convenciendo desde que van a la escuela primaria. Y yo les agradezco mucho a las madres que les enseñan a decir Perón antes que decir papá»" (De "Una historia argentina en tiempo real" de Jorge Fernández Díaz-Grupo Editorial Planeta SAIC-Buenos Aires 2021).

Entre los hechos destacados en materia de adoctriamiento de niños y jóvenes, aparece el reemplazo de la anterior caridad cristiana por la "justicia social" emanada desde el Estado. Eva Perón afirmaba que los ricos hacían beneficencia para "humillar a los pobres", de ahí que había que prohibir toda forma de ayuda voluntaria e individual para que los pobres agradecieran a Eva y a Perón por todo lo que les daban. "El gran ausente de las lecturas que trataban temas vinculados con la pobreza o la caridad en los textos preperonistas era el Estado". "Este concepto de caridad, constantemente presente en los textos preperonistas, desaparece por completo en los textos peronistas. El acto de caridad es reemplazado por la acción del Estado o, más frecuentemente, de la Fundación Eva Perón" (De "Mañana es San Perón" de Mariano Plotkin-Ariel-Buenos Aires 1993).

Es necesario distinguir entre populismo y totalitarismo, siendo el primero un vicio de los gobernantes que engañan al pueblo a partir de falsos enunciados y promesas incumplidas o incumplibles. Totalitarismo, además, implica la intromisión del Estado y de sus gobernantes en los pensamientos y en la intimidad de los individuos y de las familias. Es por ello que el peronismo ha sido una forma de totalitarismo.

La intromisión peronista en las escuelas primarias puede haber sido una forma altamente denigrante para los padres antiperonistas. Ello se debe a que el antiperonista era considerado un enemigo, un traidor, un cipayo despreciable, etc. Luego de haber sido denigrado de tal forma, se entera que, en la escuela primaria, a sus hijos se los trata de "peronizar", con lo cual, en el futuro, en caso de ser alumnos obedientes con la formación recibida, serán enemigos de sus propios padres y de su propia familia. Mariano Plotkin escribió: "Los textos son las herramientas con las que los alumnos aprenden las primeras letras en una etapa muy receptiva de sus vidas. Lo que leen en los textos tiene un impacto profundo en sus mentes".

Los lineamientos generales de lo que los maestros habrían de enseñar, provenía directamente de una decisión de Perón. Al respecto apareció la siguiente resolución: "Que el contenido del primero de esos cuadernos, JUSTICIALISMO, expone la doctrina elaborada por el General Perón y algunas de las principales realizaciones inspiradas en ella, con miras a ilustrar al maestro y facilitarle el cumplimiento de sus obligaciones como agente del Estado".

Algunos manuales que no cumplían con los requerimientos del adoctrinamiento peronista, fueron retirados de circulación. El citado autor agrega: "Tal fue el caso de la Editorial Estrada, cuyos manuales para tercero, cuarto y quinto grado fueron retirados de circulación por las autoridades educativas debido a que «ignoran la realidad de la Nueva Argentina»".

"La Ley 14126 de 1952, que ordenaba la utilización de la autobiografía de Eva Perón La razón de mi vida como texto obligatorio para todos los niveles de enseñanza bajo la jurisdicción del Ministerio, representó un paso adelante en el proceso de politización del sistema educativo. La razón de mi vida, de acuerdo con la ley, debía ser usado como texto de lectura en todos los grados de la escuela primaria y sería además texto único para quinto y sexto grado".

La megalomanía tiende a disimularse cuando existe una pareja gobernante, en donde uno de sus integrantes, “modestamente”, idolatra públicamente al otro, especialmente cuando fallece. Este fue el caso de Perón y Eva, en donde en cada discurso aparecen las proclamas idólatras mezcladas con incitaciones de odio hacia el enemigo. Eva Perón expresó: “Ellos saben bien que antes del general Perón vivían en la esclavitud y por sobre todas las cosas habían perdido la esperanza de un futuro mejor. Que fue el general Perón quien dignificó social, moral y espiritualmente. Y saben que la oligarquía, que los mediocres, que los vendepatrias, todavía no están derrotados. Desde sus guaridas asquerosas atentan contra el pueblo y contra la libertad (…) Yo no he hecho nada. Todo es Perón. Perón es la patria. Perón es todo y todos nosotros estamos a distancias siderales del líder de la nacionalidad. Yo, mi general, con la plenipotencia espiritual que me dan los descamisados de la patria, os proclamo, antes que el pueblo vote el once de noviembre, presidente de todos los argentinos. La patria está salvada porque está en manos del general Perón…” (Citado en “Perón. El fetiche de las masas” de Nicolás Márquez-Grupo Unión-Buenos Aires 2015).

En el libro La Razón de mi Vida, autobiografía de Eva Perón, aunque se atribuye su autoría al periodista español Manuel Penella de Silva, aparecen elogios desmesurados hacia el tirano: “Perón es el aire que respiramos, Perón es nuestro sol, Perón es vida”. Nicolás Márquez comenta: “Cabe subrayar que el propio Perón estudió y revisó en detalle todo el libro antes de autorizar su publicación y evidentemente no se ruborizó ni tuvo ningún inconveniente moral en aprobar estas grotescas alabanzas hacia él mismo”.

La difusión del libro y el culto a la personalidad pronto se hicieron obligatorios. “Miles de copias se confeccionaron en ediciones comunes para la plebe y otras tantas de lujo para las elites peronistas, cuyos ejemplares eran repartidos masivamente y brotaban a borbotones de los talleres de impresión. El texto de marras fue encajado prepotentemente en todo tipo de instituciones para consumo obligatorio de socios o adherentes, lo cual ocasionó un severo conflicto, por ejemplo, con el club Estudiantes de la Plata, cuyas autoridades en lugar de obligar a sus simpatizantes a leerlo guardaron los ejemplares en un sótano de la entidad”.

“Alguien delató la situación y la institución fue intercedida gubernamentalmente por una «Comisión interventora» al mando de Mario Sbuscio, quien gobernó de facto el club hasta junio de 1953, desmantelándolo financieramente y vendiendo ex profeso a los principales jugadores de fútbol a precio vil. El club fue acusado legalmente de «boicot contra la doctrina justicialista» al no repartir entre sus asociados cerca de dos mil ejemplares de la publicación. Con ese desguace el equipo de fútbol de primera división de Estudiantes fue obligado a descender a la Primera División B en 1953”.

La obligatoriedad llegó incluso al ámbito educativo. “El diputado Héctor Cámpora, en gesto connatural a su talante (ya había presentado 21 proyectos de ley proponiendo distintos homenajes al dictador y su esposa) hizo aprobar otra de sus obsecuentes ideas, en este caso para convertir el libro en lectura obligatoria en las escuelas primarias, secundarias y terciarias. A partir de entonces La Razón de Mi Vida serviría a los alumnos de tercer año para la lectura, ejercicios de ortografía y sintaxis; a los de cuarto como ejemplo literario; a los de quinto como repaso y a los de sexto para monografías y concursos. En la secundaria, el texto en cuestión se usaría como material bibliográfico de los cursos de Historia Argentina, Derecho, Instrucción Cívica y Economía Política”.

En la etapa kirchnerista se procedió a tergiversar la historia haciendo desaparecer algunos periodos resaltando otros, especialmente los propios. No podría esperarse algo distinto en sus adherentes. Aunque Perón y Eva estafaron moralmente a gran parte de los argentinos, y los llenaron de odio haciéndoles penosa la existencia, ante tal degradación, todavía sigue habiendo gran cantidad de peronistas.

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