El periodista Jaime Bayly comentaba, en su canal de youtube, que Donald Trump sugirió, u ordenó, a su consejero Elon Musk, dueño de una red satelital de información, bloquear el servicio a Ucrania de tal red. De ser cierta dicha información, se advierte una clara intención de Trump de facilitar el triunfo militar de la Rusia de Putin en su ofensiva contra Ucrania. Se supone que la red satelital mencionada, habrá facilitado hasta ahora el despliegue militar ucraniano en defensa de su terriorio.
Los países europeos, por el contrario, desconfían de Putin y temen que, una vez usurpado parcialmente el territorio ucraniano, prosiga su invasión contra otros países limítrofes con Rusia. De ahí que la postura de Trump parece indicar un cambio radical respecto de la postura histórica de EEUU, que fue la principal fuerza militar que impidió la expansión mundial de Hitler y luego de Stalin. Como Putin pareciera ser un nuevo Stalin, resulta peligroso para la paz mundial la actitud anti-europea y anti-occidental de Trump.
A continuación se transcribe un artículo respecto de este complejo acontecimiento:
TRUMP ABRIÓ LA CAJA DE PANDORA
Por Rodolfo Enrique Gallo del Castillo
La mesa estaba servida en el Salón Oval de la Casa Blanca. El supuesto mediador, Donald Trump, ocupaba el centro de la escena. Pero estaba muerto de bronca, porque enfrente tenía nada menos que a Volodímir Zelenski, el irreductible enemigo de Vladimir Vladimirovich Putin. Como ya lo dije en un artículo anterior, el pensamiento y los sentimientos del líder de la Federación Rusa, de su íntimo socio y amigo Cirilo I, Patriarca Cristiano Ortodoxo de Moscú, y de Donald Trump, son prácticamente idénticos. Tres almas y un solo corazón, caracterizado por su total desprecio por los países de Occidente, sus valores y sus ideales democráticos.
El enemigo ausente, presidente de la Federación Rusa, acababa de cumplir tres años de su fatal invasión a Ucrania. Fatal porque, en los papeles, figuraba como la Segunda Potencia Militar Mundial, mientras que Ucrania era uno de los países más pobres de Europa. Pero no hay mejor cuña que la del mismo palo y los hechos se encargaron pronto de mostrarlo.
Cuando los mejores 200.000 soldados rusos invadieron la patria de Zelenski, divididos en cuatro columnas, varios países le ofrecieron al exitoso comediante ucraniano aviones para huir con sus amigos y sus familias.
Pero no era tiempo de comedia cuando se avecinaban los rostros sangrientos del drama y de la tragedía. Zelenski no rehuyó el papel marcado por la realidad: héroe o nada. "Necesito armas, no aviones, aquí me quedo". Contestó.
Como lo explican impecablemente las obras de Jorge Luis Borges: El coraje siempre es mejor. A no joder vamos. Como dicen los malevos: "La suerte siempre premia al taura, porque es mujer."
Donald Trump, viejo amigo y socio de Putin, sufrió todas estas humillaciones rusas en carne propia, en silencio. "Una guerra que no debió comenzar nunca y que yo habría terminado en un solo día", dijo una y mil veces. Ahora está muy claro el por qué. Porque no hubiera movido un solo dedo en favor de Ucrania y en contra de su amigo del alma: Vladimir Putín.
Pero bueno, la víctima estaba por fin dentro del Salón Oval, rodeado de enemigos mortales. Y allí tenía que firmar un acuerdo con Trump para entregar la mitad de las tierras raras de Ucrania, como compensación de guerra por la financiación bélica de Estados Unidos.
Cuando Zelenski criticó a Putin por jamás haber cumplido con su palabra, nunca, el vaso se desbordó de mala manera. Trump y sus corifeos se pusieron verdes, especialmente su vicepresidente Vance y su canciller Marcos Rubio. Para estos la situación era peor que para su jefe, porque Trump siempre fue íntimo amigo de Putin, desde la primera hora, mientras que Vance y Rubio no solamente decían horrores de Putin, sino que denostaban a Trump antes de que sus obligaciones políticas y su falta de valor y personalidad los hubieran convertidos en perritos falderos de su nuevo líder político, social, económico, ideológico y personal.
"Yo sólo quise contarle un cuento, pero el encono me traicionó", expresa un famoso tango titulado, precisamente Dicen que dicen, cantado magistralmente por Julio Sosa. No se equivocaba el poeta: el encono siempre traiciona, en el peor momento, el de la verdad. Y el Salón Oval lo mostró al mundo, a través de una gigantesca puesta en escena que, seguramente, estaba preparada para otra cosa, para mostrar como le sacaban la mitad de sus tierras raras a un país pobre, heroico, mártir, que no arruga ni aunque vengan degollando. Las lamentables escenas donde unos compadritos de papel maché lo recriminaban al líder ucraniano por no haberse puesto un traje nada menos que en el sacrosanto Salón Oval, donde le habían hecho el inmenso honor de invitarlo. Cuando Trump le decía a Zelenski que le tenía demasiado odio a Putin como para poder firmar un Tratado de Paz con Rusia.
LA OTAN DINAMITADA
Llevado por el encono y la ira Trump abrió de un solo golpe la Caja de Pandora de su alineamiento con el Kremlin como nunca lo había hecho desde que asumió la presidencia de los Estados Unidos. Sus declaraciones dinamitaron la Organización del Tratado del Atlántico Norte, fundada en 1949, precisamente, para enfrentar a la Unión Soviética cuando trataba de extender el materialismo dialético, marxista, leninista, a todo el planeta.
Para los 32 países que forman actualmente la OTAN, más sus 18 países aliados, (50 en total) el Kremlin es su enemigo declarado, y viceversa. La aparición del actual presidente de los Estados Unidos, como amigo y posible socio de Putin no es algo fácil de digerir y, seguramente, funcionará como si fueran fuerzas o posiciones surgidas de una Caja de Pandora, con imprevisibles consecuencias.
¿Cómo se alinearán ahora el Pentágono y el Congreso de los Estados Unidos frente a este quiebre profundo en la relación de países aliados, países neutrales o países enemigos?
Esto no es para nada un tema menor, porque le investigación y desarrollo de todo tipo de armas, especialmente las más complejas (como las nucleares) incluyen secretos y medidas de seguridad que ningún país quiere compartir con posibles enemigos. ¿Cómo se moverá el Pentágono en esta coyuntura, cómo resguardará sus más importantes secretos militares ante el resto de los países?
Es muy probable que la OTAN se fragmente, no se sabe todavía, si en dos, o en tres sectores diferenciados. Por ejemplo, una parte podrían ser los Estados Unidos, incluido el Pentágono, y algunos aliados, pero todavía no se sabe cuáles, ni cómo, ni cuando. Otro bloque será seguramente un Bloque Europeo, liderado por Francia, el Reino Unido y Alemania, con Polonia también muy cerca y casi todo el resto, con la única excepción, quizás, de Hungría, demasiado amigo de Putin para el paladar europeo. Por ahora, es como si hubieran espoleado sus corceles los cuatro jinetes del Apocalipsis, sin saber a ciencia cierta hacia donde se dirigen.
La pequeña obra de odio y encono representada en el Salón Oval, con solamente un actor profesional, por un lado, y un elenco de partiquinos por el otro, permitió al público mundial cambiar de posición. Hasta el viernes 28 de febrero, todo había sido atrozmente previsible. Pero, por lo menos, se trataba de actores muy convencionales y las convenciones, como la tradición, siempre fueron uno de los baluartes de la vida civilizada.
Pero el odio y el encono tomaron la batuta y mostraron el peor rostro de la realidad, sin afeites ni morigeración alguna. Afortunadamente, Zelenski escapó a tiempo de esa encerrona del peor gusto, y las respuestas de los miles de millones de espectadores, en todo el mundo, fueron el mejor termómetro de las grandes corrientes de la opìnión pública en estos momentos.
Los fanáticos de Trump aplaudieron a rabiar el intento de puesta en caja del líder ucraniano rebelde, profundamente irrespetuoso frente a la grandeza de su majestad el Tío Patilludo, señor de horca y cuchillo para propios y extraños. Fue felicitado en todos los tonos posibles por haber echado del Salón Oval a ese díscolo europeo malagradecido.
Los europeos, en cambio, vieron a Donald Trump como alguien bastante pasado al enemigo, "proveedor no confiable" en términos comerciales. Los ingleses, especialmente, lo vieron como una reedición del funesto Neville Chamberlain, el primer ministro británico que cayó en todas las celadas de Hitler, especialmente en la más importante de todas, el Pacto de Munich de 1938, que hundió a Europa en una mentira colosal fabricada por un sujeto sin escrúpulos. Son tremendas las páginas dedicadas por Winston Churchill a Neville Chamberlain. No era un mal hombre, seguramente, pero resultó fatal.
Por esa tremenda experiencia pasada a partir de 1938, Gran Bretaña no cree, ni por un instante, que se deba perder un tiempo precioso en apaciguar a Putin ahora que esta debilitado y con la guardia baja. Para nada. Máquinas todas, como decían los viejos indicadores navales. El reacomodamiento bélico de todos los países europeos miembros de la OTAN es otra de las incógnitas militares del futuro inmediato.
FELICITACIONES
En el otro extremo del cúmulo de felicitaciones europeas a Zelenski, y su ofrecimiento de apoyo incondicional, se ubican las insólitas felicitaciones de Putin a Trump y a sus adláteres (para no ofenderlos). No tienen desperdicio. El jefe del Kremlin felicitó al presidente y vice de los Estados Unidos por su notable "moderación" al no abofetear ni golpear al "canalla de Zelenski" después de asistir a sus declaraciones irrespetuosas y malagradecidas. Increíble pero real. Las anteojeras del encono pueden llegar a niveles realmente notables. Lo único que faltaba es que golpearan al invitado oficial.
Por suerte, hay algo que no se escapó de la Caja de Pandora: la esperanza.
(De www.laprensa.com.ar)
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