Entre la población judía puede distinguirse a un sector que prefiere ser "inquilino", es decir, prefiere vivir en cualquier lugar del mundo, y otro sector que prefiere ser "propietario", y vivir en "casa propia", como lo es el Estado de Israel. Téngase en cuenta que tanto los cristianos como los musulmanes viven en cualquier país sin tener que dejar de lado sus respectivas religiones.
El principal motivo, aducido por los que prefieren ser "propietarios", fue tener seguridad personal ante el tremendo proceso de aniquilación llevado a cabo por los nazis. Sin embargo, el actual Estado de Israel, rodeado de pueblos hostiles, no resulta ser precisamente en "lugar seguro".
Entre los judíos hay sectores que prefieren no seguir hostigando a los palestinos árabes, para no perjudicarlos y para evitar reacciones adversas de ese pueblo, mientras que otros están obsesionados por expulsarlos de la región, aduciendo que esa tierra les pertenece. En este caso se utiliza un argumento similar al de algunos cristianos que consideran a los judíos como el pueblo "deicida", como si tuviesen culpa por lo que ocurrió hace unos 2.000 años atrás. También los que quieren seguir expulsando palestinos de la región, con un criterio similar, exponen derechos de "propiedad" de unos 2.000 años de antigüedad, sin contemplar que el pueblo palestino no fue el que los expulsó de la región casi dos milenios atrás.
En notas periodísticas, que pueden consultarse en Internet, aparecen videos en los cuales algunos judíos hostigan abiertamente a agricultores palestinos para expulsarlos de la región, incluso escoltados por soldados armados, lo que muestra la adhesión del actual gobierno de Israel que mira con buenos ojos continuar con la masiva expulsión. Son actos delictivos, en cualquier lugar del mundo, lo que muestra además el total desacuerdo del sector agresor respecto de la ética bíblica que afirmarían acatar.
Incluso, con tal actitud, han logrado dividir a Cisjordania en gran cantidad de "islas" territoriales, cuyan entradas y salidas son controladas por los israelíes, haciendo prácticamente imposible la creación de un Estado Palestino, por lo que se advierte que tal imposibilidad fue prevista desde hace tiempo por quienes adhieren al sector que actualmente gobierna Israel.
Por lo general, se tiene la errónea costumbre de hablar de "los judíos", en lugar de "algunos judíos", ya que no todos comparten la actitud mostrada contra los palestinos. Tampoco debe considerarse que todo palestino es un terrorista que sólo piensa en matar judíos.
Quien vio con cierta claridad lo que habría de ocurrir en el futuro, fue Hannah Arendt, de origen judío, quien advirtió con suficiente antelación y claridad, en 1948, los problemas asociados al Estado de Israel. Al respecto escribió: “Incluso si los judíos ganasen la guerra, al final encontrarían destruidas las únicas posibilidades y los únicos logros del sionismo en Palestina. El país que aparecería entonces sería algo muy diferente al soñado por la judería mundial, tanto sionista como no sionista. Los judíos «victoriosos» vivirían rodeados por una población árabe totalmente hostil, aislados dentro de unas fronteras continuamente amenazadas, obsesionados por la autodefensa física hasta un grado tal que sumergiría todos los demás intereses y actividades".
"El desarrollo de una cultura judía dejaría de ser el objetivo de la gente; los experimentos sociales serían descartados como lujos impracticables; el pensamiento político giraría en torno a la estrategia militar; el desarrollo económico estaría determinado exclusivamente por las necesidades de la guerra. Y todo esto sería el destino de una nación que […] seguiría siendo un pueblo muy pequeño, sobrepasado numéricamente por sus vecinos hostiles. Bajo estas circunstancias […] los judíos palestinos acabarían siendo una de esas tribus guerreras cuyas posibilidades e importancia la historia nos ha enseñado de sobra desde la época de Esparta” (Citado en “Arendt” de Cristina Sánchez-EMSE EDAPP SL-Buenos Aires 2015).
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1 comentario:
Hannah Arendt acertó en su pronóstico. El Israel actual se ha convertido en una sociedad fundamentalmente guerrera dirigida a distancia por intereses ajenos que lo utilizan para su inconfesable interés.
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