lunes, 3 de junio de 2024

Malthus y el crecimiento poblacional

Un excesivo crecimiento de la población mundial provocaría serios problemas de alimentación, contaminación ambiental y otros inconvenientes derivados de ellos. El primero en advertir este peligro fue Thomas R. Malthus, quien propuso una ley para describir el aumento de una población, teniendo una forma matemática como la siguiente:

dP/dt = r P

Esta igualdad matemática indica que la velocidad de crecimiento de una población (derivada de la población P respecto del tiempo t) es proporcional a la población P existente, a través de una constante r que depende de la población considerada. Es fácil advertir que, a mayor población, mayor ha de ser la cantidad de nacimientos. Esta ley, que se cumple para una población que crece en forma exponencial, sólo tiene validez para pequeñas poblaciones, no sometidas a limitaciones como la falta de alimentos o la falta de vivienda.

Si la población mundial creciera según esa ley, tarde o temprano superaría la cantidad de alimentos disponibles y sobrevendría una catástrofe, pero las poblaciones reales tienden a limitarse, justamente debido a la limitación en la cantidad de alimentos y de viviendas, principalmente. Recientes investigaciones demográficas sostienen que dentro de poco se establecerá la última duplicación de la población mundial, quedando para un tiempo muy largo (quizás nunca más) una posterior duplicación.

Llama la atención que, desde organismos internacionales y desde grandes poderes económicos, se está promoviendo una limitación poblacional a partir de fomentar el aborto, la homosexualidad y otras prácticas que llevan a esa finalidad. Pareciera que no han consultado con los expertos en demografía o bien no le tienen confianza a sus conclusiones. O quizás las conclusiones no son coincidentes entre los especialistas.

Otras alarmas surgieron con el informe del Club de Roma, en los años 60, respecto del futuro de la humanidad. En realidad no se tiene en cuenta que se trató de una simulación por computadora mediante la cual se observaba la influencia de cinco variables interactuantes simultáneamente, lo que no implicaba que el comportamiento de la población mundial necesariamente habría de transitar por algunas de esas situaciones derivadas de las distintas simulaciones.

Todo indica que existe una especie de ley poblacional general que, en forma casi espontánea, la población mundial se acomoda a las condiciones de supervivencia existentes evitando la posibilidad de catástrofes mundiales, como se supone que podrían existir. Lo que depende de las acciones humanas es el nivel de felicidad o el nivel de sufrimiento existente, lo que requiere de cambios de tipo ético a nivel individual.

1 comentario:

agente t dijo...

Los máximos dirigentes y directivos a nivel mundial saben que el planeta puede aguantar un crecimiento poblacional como el acaecido en las últimas cinco décadas durante poco tiempo más. No porque la población no se autolimite a medida que va alcanzando mejores estándares de vida sino precisamente porque no se autolimita en esos estándares. Piensan, y creo que con razón, que el planeta no aguantaría mucho con todos los actuales 8000 millones de habitantes consumiendo como un europeo medio, y no te digo nada si es como un norteamericano medio. En realidad, lo que quieren es seguir siendo unos privilegiados cargando todo el peso de los ajustes que sean necesarios (seguramente muchos y muy duros) en el resto de la población.