miércoles, 12 de junio de 2024

Extrema derecha, extrema izquierda y demás

Entre los errores más frecuentes se encuentra la asignación del calificativo de “fascista” a líderes socialistas totalitarios, como Hugo Chávez o Nicolás Maduro. Pareciera que se quisiera amparar a los socialistas asociándoles sus fracasos, no al sistema que aplican, sino a otra tendencia política cercana. De esa manera siguen teniendo las puertas abiertas para otros arribos al poder, a pesar de los evidentes fracasos.

Debe tenerse siempre presente que los políticos que lideran la "tabla de posiciones" de asesinatos, en la escala de las decenas de millones, son Mao, Stalin y Hitler, no apareciendo el líder fascista Mussolini entre los primeros 15 o 20 lugares, correspondiéndole un nivel de violencia extrema bastante menor.

Debido a que tanto la extrema derecha como el liberalismo se oponen al socialismo, es frecuente considerar a economistas liberales, como Javier Milei, como de “extrema derecha”, lo que es totalmente inexacto.

Si bien no es posible calificar con exactitud las distintas posturas políticas, al menos es posible atribuirles algunas características generales, de manera de limitar los grandes errores que se cometen; muchas veces con intenciones políticas, pensando en futuras elecciones.

A continuación se mencionan las características principales de las distintas tendencias, según Enrico Udenio

Extrema izquierda

En el segmento de la extrema izquierda, la mayoría de sus ideas de base son marxistas. Pueden ser fascistas o no, definiendo el término fascista como toda idea que necesita de la violencia para el logro de sus fines. Si bien existen algunas diferencias entre los diversos grupos políticos que componen la izquierda radical, todos se unen monolíticamente alrededor de varios puntos, entre ellos:

1- Un furioso sentimiento contrario al capitalismo, liberalismo y a todo lo que representa la derecha. Ésta no es vista como un adversario político con ideas diferentes, sino como un enemigo que tiene que ser derrotado y aniquilado.
2- Un fuerte nacionalismo político y económico. Adhieren a una amplia estatización de la economía (su amplitud dependerá del nivel de la influencia comunista). La mayoría de sus partidos políticos promueven la nacionalización de sectores como el bancario, energético, de transporte, telecomunicaciones y comercio exterior, entre otros.
3- Mecanismos totalitarios para su aplicación tanto en el ámbito político como económico. Esto se evidencia en la intolerancia hacia toda idea diferente de la propia. Su predisposición totalitaria se evidencia al rechazar la validez de la democracia pluralista cuando los resultados electorales resultan supuestamente “contrarios a los intereses del pueblo”, un eufemismo en el que subyace la desvalorización hacia la capacidad intelectual del ciudadano que ejerce su derecho al voto.
4- Una enemistad con la globalización, la que es señalada como el vehículo imperialista que utilizan los países desarrollados para someter a los pueblos del resto del mundo.

Extrema derecha

Lo primero que extraemos del análisis histórico de esta ideología, es que no está, como solemos imaginar, en el polo opuesto de la extrema izquierda. Ambos tienen, en sus discursos, tantas discrepancias como coincidencias. Algunos de los elementos más importantes que unifican a todo el espectro de la extrema derecha, son:

1- Profesa un nacionalismo a ultranza, que queda muy evidenciado en el odio a lo diferente y a lo extranjero, incluidas razas, religiones e ideas políticas.
2- Es anticomunista y anticapitalista
3- El Estado es absoluto, ante lo cual los individuos y los grupos son lo relativo.
4- Es el Estado, y no el individuo, quien debe juzgar dónde están los límites de las libertades individuales. Algunas de estas son consideradas inútiles y nocivas por promover la corrupción, la degradación y la droga.
5- En lo económico, es estatista promoviendo un “capitalismo de Estado” semitotalitario, en detrimento del capital privado, en especial del extranjero, del que desconfía profundamente. Uno de los discursos más utilizado históricamente para defender esta posición es el del “fomento del desarrollo nacional”. Es fuertemente regulador y controlador de las reglas del juego económicas del sistema capitalista. No acuerda con la libre competencia.
6- En lo político es totalitario. Cuando se encuentra en minoría reniega del juego democrático, desvalorizando la idea de "las mayorías". Una ideología debe ser inculcada a través de la propaganda educativa, e impuesta luego, si es preciso, por la fuerza.
7- Es enemiga de la globalización, a la que señalan como el vehículo por el cual se infiltran productos y personas contrarias a los intereses nacionales, económicos y culturales.

Derecha democrática

En la actualidad, la centroderecha gobierna en gran parte de los países desarrollados del mundo o, en su defecto, es una alternativa firme de acceso al poder. Sus ideas se apoyan sobre el siguiente trípode:

1- Es capitalista y promueve la economía de mercado, con su libre juego de la oferta y la demanda.
2- Entiende que la propiedad privada de bienes es el derecho básico sobre el cual se asienta el desarrollo de una nación.
3- Rechaza el rol del Estado intervencionista porque considera que atenta contra las libertades individuales del hombre, así como contra las posibilidades de desarrollo genuino de una nación.

Izquierda democrática

El sector de la izquierda que adhiere a las estructuras democráticas es denominado con los nombres de "socialdemocracia" o "centroizquierda". En la actualidad, los partidos políticos socialdemócratas europeos se basan en las siguientes premisas:

1- Aceptan el capitalismo liberal y "la economía social de mercado" (se trata de una interpretación de la economía de mercado con una mayor preocupación por las necesidades sociales).
2- El socialismo sin democracia resulta un sinsentido.
3- Aceptación de la propiedad privada de bienes, con algunas restricciones en lo que se refiere a determinados servicios sociales y riquezas consideradas básicas para la nación. Mientras que para el marxismo la restricción de la propiedad es total, para la socialdemocracia la restricción es parcial.
4- El Estado tiene un moderado nivel de intervencionismo sobre la economía bajo el paraguas del "nacionalismo". Su postura es que debe ser la sociedad la que dicte las reglas de la economía, a diferencia del neoliberalismo, en el que es la economía la que dicta las reglas a la sociedad.
5- Para proveer eficazmente de los servicios sociales necesarios a una nación, la socialdemocracia redistribuye la riqueza a través de una fuerte presión impositiva que alcanza a toda la población, aunque los grandes capitalistas deben pagar más impuestos que las clases media y baja.

(Extractos de “Corazón de derecha, discurso de izquierda”-Ugerman Editor-Buenos Aires 2004).

1 comentario:

agente t dijo...

En realidad, la denominada derecha democrática no es tan antiestatista como se deduciría de la descripción aquí realizada. En la práctica es una socialdemocracia algo suavizada aderezada con rasgos de corrupción, precisamente incardinada en ese intervencionismo oligárquico no reconocido pero efectivamente practicado.

Por otra parte, el intervencionismo de la denominada izquierda democrática es más intenso que lo sugerido en este texto, y para nada se le puede calificar de nacionalista, sino que es también oligárquico, incluyendo intereses transnacionales. Su defensa de una fuerte tributación para el gran capital es meramente retórica, pues lo que realmente hacen es alambicar hasta el extremo las tácticas fiscales elusivas, dejándolas sólo al alcance de los muy poderosos, recayendo el correspondiente costo económico en las clases medias y bajas.