Para describir en forma aceptable las diversas posturas ideológicas, resulta imprescindible adoptar una referencia concreta, asumiendo que tal diferencia es la propia realidad, es decir, la referencia es la verdad. En el caso de los pensadores católicos, se advierte que consideran como la mejor opción una sociedad similar a la establecida durante la Edad Media europea.
En el caso mencionado, se observa que la Iglesia, en lugar de ser la difusora de Cristo (el intermediario entre Dios y los seres humanos), eleva a Cristo al nivel de Dios mientras que la Iglesia pasa a ocupar el "lugar vacante", es decir, se considera intermediaria entre Dios y los seres humanos. De ahí que, en lugar de existir el Reino de Dios, o gobierno ético de Dios a través de los mandamientos bíblicos, surge el gobierno de Papas y reyes estableciendo otra de las variantes de gobiernos del "hombre sobre el hombre".
Entre quienes intentan encontrar un vínculo entre actitud política y actitud religiosa aparece Juan Donoso Cortés, quien pareciera adoptar al catolicismo medieval como referencia, por lo que verá como negativas a toda las restantes posturas políticas. Raúl Sánchez Abelenda escribe al respecto: "El genial resultado obtenido es la formulación de la correspondencia entre posturas políticas y la concepción del mundo, conforme o no a los principios políticos, sociales y culturales del cristianismo".
"En la configuración de ese ideal de la cultura cristiana, Donoso Cortés es eminente. Su polemismo «jerarquista» le hace ver con claridad la íntima dependencia entre liberalismo y deísmo, entre socialismo y ateísmo, entre comunismo y panteísmo, donde si Dios es algo, es el Estado, porque fuera de éste no hay nada".
"El Discurso sobre Europa es, en esto, apocadíctico, cuya afirmación base reza: «La verdadera causa del mal hondo y profundo que aqueja a Europa está en que ha desaparecido la idea de autoridad divina y de la autoridad humana». En una perspectiva vertiginosa ve Donoso cómo la caída de la cultura europea del orden estatal cristiano, pasando por el liberalismo teísta, concluye en el socialismo ateo".
"Sin pretender cotejar las construcciones ideológicas contrapuestas a la de Donoso, la tesis de nuestro pensador se reduce a esta afirmación central: con la decadencia política corre paralela la decadencia religiosa".
"El proceso de esta tesis donosiana se condensa en que a la soberanía constituyente y efectiva de la monarquía absoluta -con todos los matices que ella comporta, según pudimos analizar- corresponde el Dios legislador todopoderoso del teísmo. A la soberanía constituyente, pero no gobernante, de la monarquía constitucional corresponde un Dios meramente legislador, pero que no rige el mundo: el deísmo. A la soberanía del pueblo, propia de la democracia liberal -o «republicanismo»- corresponde la plena negación de Dios: el ateísmo. Y a la exclusiva soberanía popular de la democracia socialista-comunista, un Dios no distinto del mundo: el panteísmo; más grave que lo anterior al identificarse con el Estado" (De "La teoría del poder en el pensamiento político de Juan Donoso Cortés"-EUDEBA-Buenos Aires 1969).
Si bien Donoso Cortés vivió en el siglo XIX, no pudo contemplar los desarrollos posteriores del liberalismo, por lo que no pudo advertir ciertas compatibilidades entre cristianismo y liberalismo. Sánchez Abelenda agrega al respecto: "La condenación en bloque del liberalismo, tan complejo en el conjunto de sus fenómenos y, sobre todo, tan real en sus raíces históricas hace olvidar el hecho de que por endebles, tergiversadas y contrahechas que sean, la corriente liberal ha arrastrado y arrastra muchas ideas valiosas del ordo cristiano, que si bien no le pertenecen de jure están presentes en su légamo y no en las secas orillas desde donde se atalaya su corriente".
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1 comentario:
El vínculo entre lo religioso y lo político es completo y resulta difícil separar ambos aspectos de lo humano pues ambos radican en el mismo sector de la mente. Por lo tanto, Donoso estaba bien orientado, dejando al margen la exactitud o inexactitud de sus concretas apreciaciones, demasiado rígidas y esquemáticas.
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