lunes, 14 de abril de 2025

Séneca y el cristianismo

La aceptación del cristianismo por parte de los antiguos romanos, se debió esencialmente a la compatibilidad de la ética cristiana con la ética estoica, prevalente en Roma desde una época coincidente con las primeras etapas del cristianismo. Una de las figuras representativas del estoicismo romano fue Lucio Anneo Séneca.

Por lo general, al menos desde algunos sectores del cristianismo, se habla con cierto desprecio de los antiguos paganos, sólo por el hecho de no ser cristianos. Si consideramos que, desde el punto de vista de la religión moral, puede denominarse cristiano a quien cumple con los mandamientos bíblicos, quizás sin conocerlos, quedaría mejor decir que los antiguos estoicos eran "pre-cristianos", debido precisamente a la cercanía existente entre ambas éticas.

Al respecto, Julio Mangas Manjarrés escribió: "Los autores cristianos, ya desde la Antigüedad, valoraron positivamente a Séneca. En la Europa medieval y moderna, Séneca siguió gozando de un gran prestigio. Entre ellos, predominó la idea de un Séneca pagano como precursor del cristianismo y, para algunos, la de un Séneca próximo a la conversión al cristianismo”.

“Se comprenden esas actitudes por tres hechos principales: el hermano mayor de Séneca conoció a san Pablo; la visión de Séneca sobre la divinidad permitía pensar en que creía en un dios único, creador y regidor del mundo y de los destinos humanos; y, en tercer lugar, la moral defendida por Séneca estaba muy próxima a la moral defendida por los cristianos”.

“El pensamiento moral de Séneca, compartido por otros grupos de filósofos y sectores sociales de su época, terminó ganando adeptos. Durante los emperadores Antoninos (98-193), el estoicismo fue una filosofía en auge: Marco Aurelio, el emperador filósofo, estoico, no fue más que un exponente de la misma corriente de pensamiento. Ello condujo a que la moral, también la moral sexual, de esa época se pareciera tanto a la moral cristiana”.

“Si Séneca se había manifestado contrario a las relaciones sexuales fuera de la pareja, había defendido el matrimonio como marco de las mismas así como la reciprocidad de la fidelidad entre hombre y mujer, los médicos que le siguieron justificaban semejantes ideas con otros argumentos. Así, la moral estoica y los principios de los médicos coincidían con las ideas morales de los cristianos. Se entiende bien que san Jerónimo, que pudo leer el tratado perdido de Séneca Sobre el matrimonio, se identificara con su contenido. En ese sentido fue Séneca un precedente del cristianismo, como lo fueron otros muchos paganos”.

“Los conversos al cristianismo por la predicación de Pablo debían a veces modificar sus hábitos de vida. Pablo ya había tenido problemas con ello. Así, los dueños de una esclava de la que obtenían beneficios por echar la buenaventura a los viandantes en la plaza pública, lamentaron la conversión de su esclava por Pablo; se les había terminado su fuente de ingresos. Ante tal drama, contribuyeron a organizar alborotos en su ciudad de Filipos hasta conseguir que interviniera la fuerza pública; Pablo fue acusado de ser el responsable de los hechos y fue llevado a prisión, de la que salió poco después”.

“En Corinto se repetía una situación semejante. Pablo, acusado de ser el instigador de tumultos entre los judíos, fue llevado ante el gobernador de la provincia de Acaya, Marco Anneo Novato, hermano de Séneca. Como era habitual, los administradores romanos no entraban en cuestiones de disputas religiosas, mientras éstas no condujeran a levantamientos sociales o supusieran un ataque abierto a la religión oficial romana”.

“Ninguna de las dos circunstancias debían darse en Pablo que fue puesto en libertad por el gobernador. Es de suponer que el hermano de Séneca, también estoico, se interesara por los contenidos de la predicación de Pablo, pero tal interés o curiosidad no conduce a pensar que comenzara a sentir simpatía por los cristianos, a los que los romanos seguían viendo como una secta judía”.

“La familia de Séneca, como muchos otros estoicos, no simpatizaban con los judíos. Por ello resulta más inimaginable que Anneo Novato hubiera servido más tarde de intermediario para un posterior contacto entre san Pablo y Séneca. Sí hubo una coincidencia cronológica en sus vidas: más tarde, Pablo llegó a Puteoli en el año 61, estuvo en semicautividad en Roma durante los años 61-63, de la que fue liberado para ser más tarde de nuevo encarcelado en Roma. Pablo fue condenado a muerte dos años después que Séneca. Ignoramos si llegaron a conocerse. En la correspondencia de Séneca, no hay el más mínimo indicio para sospechar un supuesto encuentro. Ello no fue obstáculo para que circularan unas imaginarias cartas entre Séneca y san Pablo, acogidas como auténticas por san Jerónimo” (De “Séneca o el poder de la cultura”-Editorial Debate SA-Madrid 2001).

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