En la Argentina todavía estamos esperando, de los directivos de la Iglesia Católica, alguna declaración de arrepentimiento por el apoyo ideológico y material brindado al grupo terrorista Montoneros, que desató la violencia extrema en los años setenta del siglo XX. La responsabilidad de la Iglesia está señalada por el arzobispo Héctor Aguer, quien expresó: "Los Montoneros han sido una creación de la Iglesia, es decir, han salido de la Iglesia, del nacionalismo católico, de la acción Católica, de la pastoral universitaria, de los curas del tercer mundo, de la teología de la liberación"(De "El último cruzado" de Pablo Morosi y Andrés Lavaselli-Grupo Editorial Planeta SAIC-Buenos Aires 2018).
Lo indignante del caso es que no sólo la Iglesia tuvo una activa participación en la siembra de odio marxista durante el pasado, sino que actualmente, mediante la Teología de la Liberación, intenta la “conversión” de millones de católicos hacia posturas marxistas, o al menos ese ha de ser el resultado de dicha prédica. Jorge Bergoglio expresó: “Son los comunistas los que piensan como los cristianos” (De www.abc.es).
Fidel y Raúl Castro promovieron a los grupos terroristas marxistas en toda la América Latina, excepto en México, como aceptó el propio Fidel Castro. Estimaciones indican que esos grupos produjeron unas 150.000 víctimas a lo largo y a lo ancho del continente. Sin embargo, Bergoglio no tuvo inconvenientes de hablar amigablemente con los que “piensan como los cristianos”. Incluso expresó: “Confieso que con Raúl Castro tengo una relación humana” (ver YouTube), es decir admite que tiene cierta amistad personal con un delincuente que nunca se arrepintió de promover tantos asesinatos. Los familiares de las miles de víctimas del terrorismo castrista seguramente recibieron como una burla el acercamiento de Bergoglio hacia tales personajes.
Luego de la generalizada represión del gobierno cubano contra los integrantes de la masiva protesta contra dicho gobierno, el 11 de julio de 2021, y al ser consultado Bergoglio al respecto, hizo un silencio cómplice ya que la afinidad ideológica con los delincuentes al mando de Cuba fue más importante que todas las sugerencias y mandatos que aparecen en la Biblia, y de la cual la Iglesia se siente responsable de su interpretación y difusión.
En cuanto a que "Son los comunistas los que piensan como los cristianos" podemos tomar como referencia a la principal figura del comunismo, Vladimir Ulianov Lenin, a quien se le atribuye haber promovido más de 1 millón de asesinatos durante su mandato en la Unión Soviética y de haber diseñado el sistema represivo que floreció en manos de Stalin, con unas 30 millones de víctimas. También Mao Zedong promovió más de 40 millones de asesinatos, vía hambrunas y represión. Asociar a los cristianos cierta "igualdad de pensamiento" con tales monstruos resulta ser una ofensa manifiesta.
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