martes, 27 de agosto de 2024

Ateísmo vs. Religión

La supervivencia plena de todo ser humano (física, mental y emocional) ha de fundamentarse en una ética y en un sentido objetivo de la vida. Toda ética tiene un objetivo a lograr (el Bien) y un objetivo a evitar (el Mal), siendo el Bien y el Mal conceptos asociados al sentido de la vida adoptado, de donde adquieren su significación.

El principal atributo de las religiones bíblicas (y de algunas otras) radica en su capacidad para ofrecer a todo ser humano una ética objetiva y un sentido de la vida. De ahí que el antagonismo establecido por el ateísmo activo no es otra cosa que una oposición a todas las religiones y, por consiguiente, a limitar o anular la validez de toda ética y todo sentido de la vida asociado, y de ahí una oposición al fundamento de la supervivencia humana.

El ateísmo activo va más lejos y propone, en el mejor de los casos, una nueva ética y un nuevo sentido de la vida, opuesto al de las religiones bíblicas, como es el caso del marxismo-leninismo. La ética de Lenin establece que: "Moral es lo que favorece el advenimiento del socialismo; inmoral lo contrario". El sentido de la vida, en este caso, implica trabajar y vincularse a los demás compartiendo los medios de producción; sociedad establecida a imagen y semejanza de una colmena o de un hormiguero.

Otros ateísmos activos sólo se preocupan en limitar la adhesión a las religiones, a subestimarlas y ridiculizarlas. Suponen sus adeptos que los mandamientos bíblicos no son adecuados para el surgimiento de una sociedad auténticamente humana.

El típico ateo supone que la ciencia experimental necesariamente se ha de oponer a las religiones morales, ignorando que la base de la mecánica, la astronomía, el electromagnetismo, la genética y otras ramas de la ciencia, fueron establecidas por científicos cristianos, como Copérnico, Galileo, Kepler, Newton, Ampere, Maxwell, Faraday, Mendel, siendo la religión algo importante en sus vidas.

El vínculo entre ciencia y religión es la ley natural, que conduce a la existencia de un orden natural. Son también las leyes de Dios empleadas para confeccionar el universo. Tanto el objetivo de la ciencia como el de la religión natural consiste en descubrir y describir tales leyes; coincidiendo en el caso de las leyes que regulan las conductas individuales de los seres humanos.

El ateo ignora tales leyes y el orden natural emergente, por lo que busca reemplazarlos por "leyes artificiales" y por un "orden social artificial", como fue el caso de los totalitarismos del siglo XX.

Otros ateos admien la existencia de leyes naturales pero no admiten la existencia de un orden natural con una cierta finalidad implícita, sino que suponen la existencia de un universo que carece de sentido o de finalidad. Si el universo es algo absurdo, resultaría imposible adoptar una finalidad para la humanidad y un sentido de la vida objetivo para cada hombre, restringiendo la posibilidad de una supervivencia plena de todos.

Al existir un orden natural, ya sea que esté bien o mal hecho, sólo nos queda adaptarnos de la mejor manera a sus leyes, sin intentar establecer "órdenes artificiales" hechos a imagen y semejanza de personajes como Hitler, Mao o Stalin. El cumplimiento de los mandamientos bíblicos nos indican que el universo no es una trampa, como suponen los ateos, sino que son las limitaciones cognitivas y emocionales humanas las que han impedido que la humanidad llegue a un estado de adaptación satisfactoria.

Si los ateos están bastante convencidos de la falsedad y de la inutilidad de los mandamientos bíblicos, deberían confirmar sus creencias haciendo todo lo contrario a lo que tales mandamientos sugieren y mostrar así que han podido lograr resultados satisfactorios.

2 comentarios:

agente t dijo...

En moral la diferencia entre ateísmo y religiones está en la fuente en la que se sitúa el orden ético a observar. Para el primero las normas éticas proceden del razonamiento humano (con todas sus posibles imperfecciones o lacras), y por lo tanto de la capacidad natural del ser humano de acercarse al bien y rechazar el mal después de una necesaria deliberación. Las religiones, en cambio, entiende que algo está bien o mal porque lo afirma un Ser fuera del tiempo y el espacio. Y, por cierto, tanto en la Biblia como en el Corán, se defienden actitudes tales como la limpieza étnica (Éxodo 34, 11-14 y Levítico 26, 7-9), la corrección de la esclavitud (Levítico 25, 44-46), o la yihad contra los infieles, por poner sólo unos ejemplos.

Bdsp dijo...

En el cristianismo no aparece ninguna limpieza étnica, y sí un llamamiento a la cooperación social y a la adaptación al orden natural, mientras que el ateísmo activo trata de descalificar toda religión, es decir, incluso al cristianismo. Además de los principios de las religiones está el contenido, mientras el ateísmo activo niega principios y contenidos...