viernes, 30 de agosto de 2024

Dioses vs. Leyes naturales

Por lo general, nos parece que el concepto de ley natural hubiera surgido a partir de los inicios de la física experimental, cuando en realidad hace bastante más tiempo que los cuatro siglos que nos separan de Galileo Galilei. En realidad, el aporte importante de Galileo implicó poder expresar las leyes naturales en forma matemática.

En las etapas primitivas de la humanidad, no resultaba fácil advertir la constancia entre causas y efectos en los fenómenos naturales, por lo que sólo quedaba la posibilidad de suponer que los distintos aspectos de la realidad observable respondían a la acción de dioses especializados. Incluso con la creencia en un solo Dios en su reemplazo, se sigue manteniendo la ignorancia de la existencia de leyes naturales; siendo una ley natural el vínculo invariante entre causas y efectos.

El motivo por el cual se comienza a cambiar la visión de la realidad al reemplazar a los dioses por leyes naturales, se debió a la intuición y al razonamiento de Tales de Mileto. Al respecto, Stephen Hawking y Leonard Mlodinow escriben: "A pesar de algunos éxitos tempranos en la predicción de los movimientos de los cuerpos celestes, la mayoría de los fenómenos de la naturaleza pareció imposible de predecir para nuestros antepasados".

"Volcanes, terremotos, tempestades, epidemias y uñas de los pies creciendo hacia dentro parecían producirse sin causas obvias ni regularidades manifiestas. En la Antigüedad, resultaba natural adscribir los actos violentos de la naturaleza a un panteón de deidades traviesas o malévolas. Las calamidades eran consideradas a menudo como una señal de que se había ofendido a los dioses".

"La ignorancia de las formas de actuar de la naturaleza condujo a los antiguos a inventar dioses que dominaban cada uno de los aspectos de la vida humana. Había dioses del amor y de la guerra, del sol, la tierra y el cielo, de los ríos y los océanos, de la lluvia y los truenos, e incluso de los terremotos y volcanes. Cuando los dioses estaban satisfechos, la humanidad era obsequiada con buen tiempo, paz y ausencia de desastres naturales y de enfermedades. Cuando estaban enfadados, en cambio, venían las sequías, guerras, pestes y epidemias".

"Como la relación entre causas y efectos en la naturaleza resultaba invisible a los ojos de los antiguos, esos dioses les parecían inescrutables y se sentían a su merced. Pero con Tales (624-546 a.C.) eso empezó a cambiar. Surgió la idea de que la naturaleza sigue unos principios consistentes que podrían ser descifrados, y así empezó el largo proceso de reemplazar la noción del reinado de los dioses por la de un universo regido por leyes de la naturaleza y creado conforme a un plan que algún día aprenderemos a leer" (De "El gran diseño"-Crítica-Buenos Aires 2010).

Si bien las religiones, por lo general, mantienen vigente la creencia en la existencia de un Dios que controla los acontecimientos naturales y sociales, no deben descartarse las propuestas éticas ya que siguen teniendo validez. Incluso, un Dios que responde de igual manera en iguales circunstancias, es indistinguible de una ley invariante que produce los mismos efectos ante causas iguales.

Resulta llamativo que, desde épocas remotas, algunos pensadores hayan vislumbrado la posibillidad del proceso de evolución biológica. Los citados autores agregan: "A medida que se difundió la influencia jónica, otros pueblos fueron viendo que el universo posee un orden interno, que podría llegar a ser comprendido mediante la observación y la razón. Anaximandro (610-546 a.C.), amigo y probablemente discípulo de Tales, arguyó que como los niños están indefensos al nacer, si el primer humano hubiera aparecido sobre la tierra como un niño no habría podido sobrevivir".

"En lo que puede haber sido la primera intuición de la evolución, Anaximandro razonó que, por lo tanto, los humanos deberían haber evolucionado a partir de otros animales cuyos retoños fueran más resistentes".

1 comentario:

agente t dijo...

Lo más probable es que ante esa aparición de esbozos de explicación racional de los fenómenos naturales se produjera una reacción por parte de los diversos grupos sacerdotales para no perder su poder creando ortodoxias religiosas basadas en entes invisibles, perfectos pero impredecibles, a los que se debía ganar su voluntad a base de ofrendas, ritos y creencias.