sábado, 7 de junio de 2025

Principios morales vs. Principios ideológicos

Entre los conflictos comunes que se observan en materia de ideas, aparece el que surge entre quienes priorizan los principios morales elementales y aquellos que priorizan alguna ideología cuyos líderes circunstanciales promueven comportamientos reñidos con la moral elemental. Estos conflictos se popularizaron en el siglo XX con los entredichos entre Albert Camus y Jean-Paul Sartre. Así, Camus rechaza el totalitarismo soviético en cuanto observa la catástrofe social provocada por el stalinismo, mientras que Sartre se mantiene fiel a la ideología marxista a pesar de los resultados negativos que produce.

Quienes promovían el socialismo, pero denuncian sus limitaciones y sus crímenes, pronto son considerados como herejes o traidores a los "elevados principios" de la ideología marxista-leninista. Enzo Traverso escribió: "Víctor Serge, que desde 1933, en una carta a uno de sus amigos franceses, publicado no por El Fígaro, sino por una revista confidencial, La Revolution prolétarienne, había denunciado el stalinismo como un «un Estado totalitario, castocrático, absoluto, ebrio de poder, para el cual el hombre carecía de valor». Al llegar a Francia en 1936, Serge continuará casi solo su batalla por la verdad ignorada por una izquierda que veía en él en el mejor de los casos, un hereje, y en el peor, un renegado..." (De "Espacios de crítica y producción"-Facultad de Filosofía y Letras-Universidad de Buenos Aires-Número 26 Año 2000).

Llama la atención que en la presentación de la Revista mencionada, Federico Finchelstein menciona como "crímenes masivos", representativos del siglo XX, a los cometidos en Auschwitz, Camboya, Argentina y Ruanda, poniendo en un mismo nivel los cerca de 8.000 de la Argentina, atribuidos a la dictadura del año 76, con los millones de asesinatos en las otras referencias. Además, se reserva de mencionar los ocurridos en su, seguramente, "madre patria" (la URSS) y también oculta la mayor tragedia de la historia, los asesinatos masivos en la China de Mao.

Puede decirse que en las personas equilibradas existe en control emocional respecto del razonamiento y un control racional respecto de sus emociones. Por el contrario, un razonamiento no limitado ni controlado por lo emocional, sino exaltado por emociones negativas, conduce a la promoción de violencia ilimitada.

Resulta inutil todo diálogo cuando uno de los interlocutores prioriza los principios morales y el otro sus "principios ideológicos". De ahí que sea casi imposible, mediante la razón y las evidencias, cambiar el pensamiento totalitario, por lo que toda prédica moral debe ser orientada hacia quienes todavía no fueron contaminados por el marxismo-leninismo.

Estos conflictos ideológicos se advierten en la actualidad en el caso de los admiradores de Vladimir Putin, quien, pareciera, pretende expandir las fronteras de Rusia hasta recuperar el antiguo territorio que abarcaba la Unión Soviética. De la misma manera en que tales admiradores repiten que los asesinatos masivos de Lenin y Stalin eran "necesarios" (para la expansión del socialismo), en la actualidad ven con buenos ojos un posible ataque nuclear ruso contra Ucrania.

La locura actual también se advierte en el caso de Israel cuando los fundamentalistas en el poder reclaman para su Estado las tierras "prometidas" por Dios que aparecen en el Antiguo Testamento, por lo que el conflicto actual se ampliaría mucho más aún. El expasionismo territorial también contamina la mente de otros líderes "desequilibrados", según el sentido dado antes a este término.

No hay comentarios: