Entre las diversas éticas propuestas, surgen aquellas de individuos que suponen que es el ser humano quien debe diseñar una ética para ser aplicada al resto de los mortales. Esto es algo propio de los líderes totalitarios. Incluso otros se atribuyen la dignidad de ser enviados de Dios de manera de interpretar su voluntad para proponer una ética personal y subjetiva, como es el caso de Mahoma.
Una teoría ética ha de ser una descripción establecida respecto de la naturaleza humana y del comportamiento humano. Luego de observar tales atributos, se ha de proponer una síntesis constituida por una descripción de tipo axiomático para ser comunicada en forma accesible al entendimiento y para realizar deducciones posteriores. Esto implica esencialmente el proceso utilizado en la ciencia experimental en la mayoría de sus ramas.
De esta manera, "lo que debe ser" surge como una optimización de "lo que es". Así, si encontramos cuatro posibles componentes emocionales básicas de la actitud característica (lo que es), la elección de la actitud cooperativa, como lo es la empatía emocional, constituye la base ética de lo que debe ser. Se observa que, por este camino, no hay posibilidad de intromisión de cualquier variante de "diseño humano" ya que sólo se ha elegido una de las predisposiciones asociadas a nuestra esencia biológica, que ha de servir como orientación de nuestro proceso de adaptación cultural al orden natural.
Si tenemos en cuenta que el "Amarás al prójimo como a ti mismo" no es otra cosa que la evidente y familiar empatía emocional, no resulta difícil establecer que tal mandamiento surge del conocimiento previo de los seres humanos, por lo que no haría falta una "revelación" desde la deidad, como frecuentemente se supone. Incluso tal mandamiento aparece escondido en alguna parte del Antiguo Testamento, surgido de una forma similar.
En cuanto al método de la moral, Félicien Challaye escribió: "¿Cuál es el método que la razón debe aplicar para definir el ideal moral de tal manera que pueda ser válido para todos los hombres y ser aceptado por todos ellos? Sobre este punto se han producido grandes divergencias entre los filósofos. Los unos pretenden deducir la moral de una religión, de una metafísica, o de la ciencia. Los otros creen poder derivarla de un conocimiento directo o intuición. Otros tratan de aplicar el método experimental, induciendo las reglas morales ya de la observación de la vida corriente en general, ya de una experiencia original o específica, llamada experiencia moral" (De "Filosofía moral"-Editorial Labor SA-Barcelona 1936).
En cuanto a la empatía, Joachim Bauer escribió: “La empatía como «fundamento» de la moral: La investigación de los sistemas morales es relativamente reciente. Una de sus tareas consiste en estudiar científicamente las conductas humanas en situaciones moralmente relevantes, análogas a las de la vida cotidiana. Se pueden sacar también conclusiones interesantes reproduciendo los procesos de acompañamiento neurobiológicos cuando, por ejemplo, una persona tiene que tomar una decisión moralmente relevante”.
“Que la moral es una competencia humana natural con anclaje biológico es algo que ya vio Charles Darwin. Éste calificó de «instinto básico» la capacidad y propensión del hombre a empatizar con los demás. En su opinión, esta capacidad natural del hombre es el fundamento mismo («foundation-stone») de la moral. La moral y los sistemas morales no son, por tanto, la causa sino la consecuencia de la capacidad humana para colaborar y empatizar. Así pues, y por lo que a su origen se refiere, no son constructos ideados por intelectuales o religiosos fanáticos (aun cuando éstos abunden entre zelotes y apóstoles de la moral), sino un fundamento natural y por tanto perteneciente al mundo real”.
“Las personas que se proclaman explícitamente seguidoras de un sistema moral suelen tender a considerar la profesión de fe como una especie de «activo en su cuenta particular», como una especie de «licencia» para comportarse en lo sucesivo de manera inmoral”.
“Quien quiera que las personas tengan un comportamiento moralmente aceptable ha de procurar que tengan también pocas ocasiones de sentirse moralmente buenas. Paradójicamente, las personas que más parecen comportarse de manera moralmente aceptable suelen ser las que más tienen presente la miseria ética de la existencia” (De “La violencia cotidiana y global”-Plataforma Editorial-Barcelona 2013).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario