A partir de los comentarios de la calle, se advierte que circula la versión de que existe una especie de "caballo de Troya" chino, en la provincia de Neuquén, que en cualquier momento podría invadir el resto del territorio. En realidad, lo que allí hay es una gran antena receptora de radiaciones provenientes del espacio exterior, para efectuar investigaciones en radioastronomía. Se calcula el peso del sistema en unas 450 toneladas.
En cuanto a las posibles acciones de espionaje, cabe señalar que ello se conseguiría con antenas mucho más pequeñas, como las antenas hogareñas para recibir señales de los satélites que orbitan el planeta.
Como China está, para los argentinos, en la "cara oculta" del planeta, el seguimiento de experiencias en la Luna y en otros cuerpos celestes, por parte de China, necesita de una estación receptora en un lugar como la Argentina, además de las ubicadas en el extenso territorio chino. Si la Tierra no girara, no habría necesidad de utilizar tantos observatorios.
Los organismos científicos argentinos, como parte del tratado, pueden utilizar las instalaciones chinas, con las limitaciones propias del acuerdo.
En cuanto al aspecto militar, se debe a que los organismos de investigaciones espaciales chinas están administradas y controladas por los militares de ese país, y de ahí la presencia militar china.
Recordemos que en el sur de Mendoza, en el departamento de Malargüe, existe un observatorio de rayos cósmicos construido con el aporte de varios países del mundo, también cumpliendo funciones científicas.
1 comentario:
El espionaje se hace desde los satélites, pero como es algo chino es sospechoso. China sólo tiene una base militar fuera de su territorio nacional a diferencia de los Estados Unidos que tiene varios cientos. También es una nota definitoria y distintiva de la política china que su programa espacial esté dirigido por su ejército. Es menos hipócrita.
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