La educación del niño y del adolescente debe apuntar a la formación integral de los mismos, principalmente en lo ético y en lo intelectual, algo indiscutible desde tiempos remotos. Si bien la influencia de los docentes tiene aspectos subjetivos, existe una moral natural respecto de la cual la mayoría está de acuerdo. Teniendo presentes los efectos que producen en el alumno, y en los demás, ciertas actitudes, el docente adulto tiende a advertirlo de los errores y de los aciertos a través de reprensiones y de estímulos, respectivamente. En cuanto a los contenidos, es oportuno indicar que ellos estarán conformados por los diversos conocimientos aportados y verificados por las distintas ramas de la ciencia experimental.
Este criterio general, muchas veces es reemplazado por sectores religiosos y políticos, principalmente, que tienden a establecer cierta "colonización mental" apartándose de la ética natural y de la ciencia experimental, estableciendo el reemplazo de la educación por el adoctrinamiento en favor de ciertas ideologías poco compatibles con todo aquello que favorece al niño y al adolescente.
A continuación se menciona un artículo con el caso concreto de México:
LA LIBERTAD AMENAZADA: LA EDUCACIÓN
Por Isaac Katz
La reforma educativa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador premia el adoctrinamiento comunista y sacrifica la calidad de la educación.
Es muy real la posibilidad de que el presidente logre su propósito de destruir la democracia. Sabemos que tiene un notorio desprecio por la legalidad, un desdén resumido en su afirmación “no me vengan con el cuento de que la ley es la ley” y que para él las libertades individuales y la democracia son sólo un estorbo en su propósito de tener y, sobre todo, mantener el poder.
El presidente López utilizó el arreglo institucional para acceder al poder y ahora ya teniéndolo busca, desde adentro, destruirlo. Queda ahora en manos de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, haciendo valer su independencia y los principios liberales de la mayor parte de ellos, proteger el sistema político democrático y nuestra libertad, garantizando con la declaratoria de inconstitucionalidad de las reformas electorales aprobadas que nuestro sufragio sea libre y efectivo en elecciones libres y competitivas; no hacerlo nos llevará sin remedio hacia la instauración de un régimen autocrático en donde habremos perdido la libertad.
La amenaza que se cierne sobre nuestra libertad no proviene únicamente de la intención del presidente López de destruir la democracia; hay otras decisiones que también ha tomado el gobierno que tienen como objetivo cancelar las libertades individuales como es la educación. La intención es muy clara desde que se aprobaron en 2019 las reformas al artículo 3 de la Constitución: orientar la educación hacia el adoctrinamiento comunista de los niños y jóvenes.
Uno de los aspectos centrales del denominado Foro de São Paulo que busca la instauración del comunismo en América Latina y del cual Morena, el partido del presidente forma parte, es el adoctrinamiento a través de la educación. Así, establece como propósito:“Alcanzar la hegemonía revolucionaria en lo ideológico–cultural es la meta revolucionaria más importante, ya que de ella depende el predominio en la conciencia social y en la actitud de los individuos, de valores morales y principios éticos respectivamente, indispensables para la efectividad del orden social al que aspiramos los revolucionarios”. Y prosigue: “La definición desde los gobiernos de izquierda, del contenido curricular en las instituciones educativas, orientadas al patriotismo, el antiimperialismo y la ideología revolucionaria”.
Es así que con esta ideología y propósito el gobierno del presidente López, se ha embarcado en una reforma educativa que premia el adoctrinamiento comunista y sacrifica la calidad de la educación, un adoctrinamiento que pone en énfasis en la “comunidad” y que, por lo mismo, sacrifica al individuo y a su libertad. Es con este propósito que el gobierno ha reformado los libros de texto gratuito cuyos nuevos contenidos garantizan dos cosas. Primero, un marcado deterioro en la calidad de la educación con egresados que para efectos prácticos serán analfabetos funcionales incapaces de insertarse y adaptarse productivamente en un mercado laboral que demanda individuos con un capital humano de alta calidad. Segundo, egresados conformistas y conformes con ser pobres dado que se les adoctrina con la idea de que es inmoral la aspiración de una mejora individual. El sistema educativo está orientado, finalmente, a mantener a la población en condiciones de pobreza, agradecidos con las dádivas que el gobierno les otorgue, las “mentes en blanco” a quienes se dirige el presidente.
Es en esta cruzada que tiene como objetivo instaurar un régimen comunista que en un seminario organizado por CONACyT titulado “Libros de texto gratuitos. Avances y retos de una nueva política” Marx Arriaga (sí, se llama Marx), director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública afirmó que “los empresarios deben sacar las manos de la educación del país para que impere la visión de la izquierda”. Es obvio que la intención es que toda la educación, con un propósito de adoctrinamiento comunista, sea impartida por el gobierno, con lo cual se violaría el artículo 3 de la Constitución que establece que “El criterio que orientará a la educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismo y los prejuicios”, además de que también violaría el inciso VI de dicho artículo que establece que “Los particulares podrán impartir educación en todos sus tipos y modalidades”.
Más aún, Arriaga dijo que los libros de texto editados por particulares que se utilizan en la educación media serán considerados ilegales. Esto un hecho que solo los regímenes totalitarios prohíben libros como han sido la URSS, China, Corea del Norte, Cuba, Cambodia bajo Pol Pot y Alemania bajo el nazismo. De prosperar esa propuesta, México se habría unido a tan distinguido club de dictaduras y entonces si, definitivamente habremos perdido la libertad. Avisados estamos.
(De www.elcato.org)
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1 comentario:
Considerar una inmoralidad la aspiración a la mejora económica comportará el fomento de la autoindulgencia y que ésta se extienda a otros ámbitos personales, por lo que no será de extrañar que en un futuro cercano el envilecimiento se extienda y se convierta en una seña de identidad de la generalidad de la población mejicana.
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