En el transcurso de los años, la prédica socialista ha evolucionado en sus formas. Así, mientras que en los años 70 se promovía el acceso al poder mediante el terrorismo y la violencia, en la actualidad se recurre a la vía democrática previo adoctrinamiento en escuelas y universidades.
En cada una de estas etapas, sectores de la Iglesia Católica tuvieron destacadas actuaciones, como es el caso de los sacerdotes tercermundistas en los años 70, y como lo es actualmente Jorge Bergoglio. Juan José Sebreli escribió: “El origen de los modernos Montoneros estaba en la doctrina, igualmente anticapitalista romántica, de ciertos sectores de la Iglesia” (De “Crítica de las ideas políticas argentinas”-Editorial Sudamericana SA-Buenos Aires 2002).
Un relato de cómo captaban en las diversas parroquias argentinas a jóvenes aptos para la guerrilla, lo manifiesta Juana Marcela Marty, quien escribió respecto del cura Mugica: "Mi prima (casi hermana) y mi primo, fueron captados por el padre Carlos Mugica entre los años 72 y 73. No fue rebeldía de chicos de familias bien, o de los que quieren más justicia, o ....Fue ODIO, FURIA, SALIR A MATAR. En un momento en que vivíamos cierta tranquilidad. Eduardo y yo quedamos en shock".
"Hablaban de armarse y salir a matar. Pero matar en serio. Muchas veces dije: mataría a tal o cual. Pero meterse en una organización extremista es algo mucho más profundo e irreversible. Matar, torturar, poner bombas, secuestrar, era algo a lo que se comprometieron".
"¿Les ha pasado conocer a alguien en un reportaje y después enterarse de que es un hdp? No lo parece. Creemos que tiene que tener un letrero en la frente que diga: «soy psicótico». Mi prima era mi hermana. La criaron, la educaron, la amaron mis padres. Y sin embargo, bastó una reunión para que descubriera (quizás ella ya lo sabía), un monstruo".
"Mugica era un tipo repulsivo. Eduardo y yo, éramos muy chicos, pero salimos de la reunión con el estómago revuelto.
Y ahí quedaron prendados mis dos primos. Ahí iniciaron su camino. Todos, todos los argumentos de Mugica eran tan falaces, que había que tener un profundo problema psicológico para no asquearse. Era como ver a una Bonafini, pero jóven, atractiva, seductora".
"Mi prima era mi hermana: la misma edad, generalmente coincidíamos en gustos, en opiniones, .... y de un minuto a otro se transformó en mi acérrima enemiga" (De facebook.com).
Alberto Benegas Lynch (h) cita algunos escritos que aparecen en el libro del sacerdote Mugica titulado “Peronismo y cristianismo” (Editorial Mierlin-Buenos Aires 1967):
“Para el rico la única posibilidad de salvación es dejar de serlo”. “Por eso el burgués o el que tiene mentalidad de burgués, es el menos capacitado para entender el mensaje de Jesucristo”.
“Uno de los grandes daños que nos hace esta sociedad llamada de consumo, pero de consumo de unos pocos y hambre para muchos, es el de hacernos creer que el amor es una cosa dulce, más o menos afectuosa. No. Por amor, muchas veces me veo obligado a hacer sufrir mucho a los seres que amo”.
“Qué nos puede importar que nos acusen de comunistas, de subversivos, de violentos y todo lo demás. Además, si yo soy cristiano, en alguna medida no soy signo de contradicción y si suscito simultáneamente el amor y el odio, mala fariña”.
“Jesucristo es mucho más ambicioso. No pretende crear una sociedad nueva, pretende crear un hombre nuevo y la categoría de hombre nuevo que asume el Che, sobre todo en su trabajo «El socialismo y el hombre», es una categoría netamente cristiana que San Pablo usa mucho”.
“Marx y Lenin al postular la comunidad de bienes más que parafrasear, copian el Evangelio. Cuando Marx habla de dar a cada uno según su trabajo o a cada uno según su necesidad, que para mí es profundamente evangélico, no hace más que asumir ese contenido”.
“Si hoy todos los que se dicen católicos en la Argentina pusieran todas sus tierras en común, todas sus casas en común, no habría necesidad de reformas agrarias, no habría necesidad de construir una sola casa”.
“Yo personalmente, como miembro del movimiento del Tercer Mundo, estoy convencido que en la Argentina sólo hay una salida a través de una revolución, pero una revolución verdadera, es decir simultánea: cambio de estructuras y cambio de estructuras internas. Como decían los estudiantes franceses de mayo del 68, tenemos que matar al policía que tenemos adentro, al opresor que tenemos adentro […] El cristiano, entonces, tiene que estar dispuesto a dar la vida”.
“Yo pienso que el sistema capitalista liberal que nosotros padecemos en un sistema netamente opresivo”. “Por eso, como norma los sacerdotes del Tercer Mundo propugnamos el socialismo en el cual se pueden dar relaciones de fraternidad entre los hombres”. “Los valores cristianos son propios de cualquier época, trascienden los movimientos políticos, en cambio el peronismo es un movimiento que asume los valores cristianos de determinada época”.
Es oportuno decir que, en los años 70, el nivel de pobreza en la Argentina era del 3 al 6%, distando bastante del casi 50% que padecemos ahora. Esta decadencia se debe principalmente a la inoperancia de gobiernos compatibles con las ideas socialistas, además de otros factores.
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4 comentarios:
También es oportuno mencionar que a Mugica lo asesinó en 1974 la Triple A, organización terrorista que dirigía su correligionario peronista López Rega. Tampoco es detalle menor que el traslado de sus restos mortales a su actual emplazamiento en la parroquia Cristo Obrero fue encabezado por el entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio.
La violencia de los 70 a veces parecía una lucha interna del peronismo; los de derecha (fascistas) y los de izquierda (comunistas), todos pensando en el poder y ninguno pensando en la patria. Bergoglio, ya siendo Papa, reivindicó a curas como Mugica...
Sin embargo, tengo entendido que en tiempos del gobierno militar Bergoglio colaboró en la represión de algunos curas izquierdistas.
Parece que en esa época estaba del lado fascista, pero hay versiones de que denunció a dos curas por cuestiones personales, venganzas, aunque estos curas no tenían nada que ver con la izquierda...
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