En el informe presentado por la UCA (Universidad Católica Argentina) se enfatiza que la pobreza, si no fuese por los planes sociales, ascendería aún más. De ahí surge, como primera reacción, que si se otorgaran más Planes Sociales, más puestos de trabajo en el Estado, mayores subsidios a la invalidez ficticia, etc., etc., habría menos pobreza aún. Sin embargo, teniendo presente que los planes sociales retiran de la actividad productiva a millones de individuos, para convertirlos en simples parásitos sociales, todo indica que la pobreza en ascenso se debe, justamente, a la enorme cantidad de dichos planes, promovidos con fines electoralistas.
Es frecuente escuchar declaraciones de productores, que han perdido parcial o totalmente sus cosechas, diciendo que no han podido conseguir mano de obra para la cosecha, por cuanto los planeros no quieren trabajar una vez que les alcanza lo que reciben de la sociedad, vía Estado. Incluso se han detectado más de 1.500.000 viajes al exterior, en los últimos años, realizados por planeros.
También se escucha decir a la gente que "el albañil al que busqué para hacer un trabajo, no quiso hacerlo, por cuanto recibe un plan social". Ello implica que, no es sólo por el temor a la pérdida del plan social que no quieren trabajar, sino que no quieren trabajar simplemente por pura vagancia; vagancia promovida por el Estado con los recursos aportados por la mayoria de la población vía impuesto inflacionario.
El proceso es el siguiente: el Estado, al otorgar ayuda social más allá de sus posibilidades económicas, debe luego imprimir billetes para afrontar tan enorme gasto. El exceso de circulante crea inflación, y la inflación crea pobreza. De ahí que la engañosa afirmacíón de que "sin planes sociales la pobreza sería mayor" sólo puede provenir de sectores de extrema izquierda, como lo son algunos sectores católicos, que abiertamente promovieron el voto a favor del candidato peronista, en las elecciones presidenciales, favorecedor del enorme gasto social que ha destruido la economía nacional por varios años, o por varias decenas de años, ya que la trampa es dificil de eliminar dado el sistema legal vigente.
1 comentario:
Todas las ayudas públicas, incluido el seguro por desempleo, si tienen un carácter indefinido o son fácilmente prorrogables, son un incentivo para alejarse del mercado de trabajo, fomentan la vagancia y el parasitismo y ayudan a ver como algo normal el vivir a costa de los que trabajan e invierten su capital para crear riqueza, cuando esta actitud es profundamente antisocial porque llevada al límite (su prueba del nueve) haría que no se pudiera sostener una vida civilizada. De hecho, el plan real de quienes promueven este estado de cosas es llevarlo a su límite máximo posible porque ese sería un caudal político (de votos) muy difícilmente superable para los que se oponen a él.
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