Para tener una idea de lo que implica el subdesarrollo mental y moral de un país en decadencia, puede mencionarse el caso de la campaña presidencial del candidato peronista Sergio Massa. Además de los frecuentes avisos publicitarios en televisión e Internet, se pudo observar afiches en las calles con el rostro del candidato sustentado en un material similar al policarbonato. Se estima que el costo de tal campaña electoral rondaría entre el 2 y 3% del PBI nacional.
Demás está decir que, por ser Massa el actual Ministro de Economía, tales recursos económicos surgieron del Estado, y no de sectores privados, si bien el derroche de recursos, en cualquiera de los casos, resulta un acto criminal tratándose de un país con más de 40% de pobres y 10% de indigentes.
Como bien ha sido descripto el peronismo, carente de una ideología concreta, se trata simplemente de una organización delictiva clientelista cuya finalidad esencial es la conquista y el mantenimiento del poder. Con una inflación por la cual la duplicación de precios se establece en sólo 6 meses, el 44% de los votantes no tuvo mayor inconveniente en votar al candidato que aumentó en unos 3 millones la cantidad de pobres desde que asumió como Ministro de Economía desde hace algo más de un año.
En un país con gente decente en su mayoría, un gobierno que no puede solucionar el grave problema económico, trata de hacer el "trabajo sucio" necesario para posibilitar que un próximo gobierno pueda mejorar la grave situación económica. Pero ello no resulta posible en el caso de los peronistas, cuyo objetivo único y principal es el mantenimiento del poder una vez conquistado.
El mencionado candidato prometía dar fin a la "grieta" política y social que divide a los argentinos y que fue iniciada justamente por Perón, Eva y sus seguidores. Mientras prometía un gobierno de "unidad nacional", difamaba y mentía alevosamente en contra del candidato Javier Milei, incluso denigrándolo sobre temas personales. En un spot publicitario, luego de que un niño escucha una parte de una entrevista a Milei, acerca del "mercado de órganos" (tema discutible), aparece la madre del niño preocupada por la influencia que puede recibir su hijo, induciéndolo a "dejar de escuchar a ese loco" (o algo similar).
Mientras que la propaganda que pagaremos todos con mayor inflación se orientó a denigrar, difamar y descalificar al rival, promoviendo el miedo, en la población también Massa promovió el terror ante la posibilidad de que siguiera al mando del gobierno haciendo lo único que sabe hacer: imprimir billetes, comprar votos y reducir algunos impuestos sin bajar gastos estatales, por lo cual tal rebaja habrá de ser cubierta con mayor impresión monetaria y mayor inflación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Y, además, un pésimo gobernante como él se permite el lujo de hacer declaraciones para endosar todo lo que pueda pasar a partir de ahora al nuevo presidente. Como si él y su partido no tuviera la mayor parte de la culpa de tan desastrosa situación económica y social. Se les nota que la estrategia a partir de ahora será la del acoso y derribo, la propia de una banda que quiere volver al poder al que están acostumbrados y que les da razón de ser.
Publicar un comentario