La palabra “adaptación” nos sugiere la idea de “hacernos aptos” para realizar alguna actividad. Así, si estamos en un lugar muy frío, nos “hacemos aptos” para vivir en ese ambiente abrigándonos adecuadamente. El proceso de adaptación es, en principio, simple: conocemos el ambiente (hace frío), nos conocemos a nosotros mismos (toleramos temperaturas bajas hasta cierto punto) y compatibilizamos ambos aspectos.
Mientras que la adaptación al medio ambiente no requiere de gran cantidad de información, nuestra adaptación cultural al orden natural requiere, por el contrario, del conocimiento detallado de la propia psiquis humana; algo nada simple, por cierto.
Quien pretenda establecer una ideología de adaptación, deberá convencer a un gran porcentaje de incrédulos, escépticos y “disidentes por naturaleza” (además de establecer una buena ideología), lo que impedirá lograr cierto éxito, aunque, al menos, vale la pena intentarlo.
La visión científica actual nos hace ver un mundo regulado por leyes naturales. Ni siquiera podemos imaginarnos un lugar del universo que esté exento del rigor de tales leyes. Las leyes se hacen para que exista orden. De ahí que, si hay leyes naturales, podemos decir que existe un orden natural.
A veces los seres humanos olvidamos preguntarnos acerca de cuál es la voluntad del Creador respecto de sus designios, o bien olvidamos preguntarnos cuál es el criterio implícito en el orden natural respecto de nuestra propia existencia. Los seres humanos debemos ponernos de acuerdo teniendo presente tales leyes y tal orden, de lo contrario poco significativas habrán de ser nuestras conclusiones.
Mientras que la evolución biológica y la selección natural han ido formando nuestro cuerpo y nuestra mente, adaptándonos al medio en donde se desarrolla nuestra vida, nos queda a los seres humanos continuar tal proceso, al que denominamos “evolución cultural”. La evolución cultural implica principalmente el descubrimiento de leyes naturales desconocidas hasta el momento.
Este proceso nos presiona hacia mayores niveles de adaptación, actuando como el precio que el orden natural ha puesto a nuestra supervivencia. Así, por ejemplo, deberemos ser capaces de obtener energía a partir de la fusión nuclear, por cuanto el agotamiento de las reservas de petróleo y de uranio amenazan con un caos energético inevitable.
También las crisis personales y sociales nos están indicando que existe una pobre adaptación al orden natural y que debemos encontrar aquellas leyes que rigen nuestra conducta (o bien transmitirlas adecuadamente si yacen dormidas en alguna parte) para permitirnos obtener un adecuado nivel de felicidad y superar así los conflictos existentes.
De ahí que la prioritaria misión de la humanidad consiste en aceptar la tarea que el universo nos ha asignado, respondiendo a ella en cuanto seamos conscientes de ello. Julian Huxley escribió: “Es como si el hombre hubiese sido designado, de repente, director general de la más grande de todas las empresas, la empresa de la evolución, y designado sin preguntarle si necesitaba ese puesto, y sin aviso ni preparación de ninguna clase” (De “Nuevos odres para el vino nuevo”-Editorial Hermes-Buenos Aires 1959).
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3 comentarios:
Creo que una cosa es conocer la psique humana, algo a buen seguro complejo y difícil, pero en principio posible tras los pertinentes estudios y experimentaciones y otra mucho más difusa es llegar a conocer en su totalidad el posible orden que exista tras unas leyes naturales de las que sólo conocemos las manifestaciones que se hacen visibles una vez aplicados los conocimientos y las técnicas que la humanidad domina efectivamente en el momento actual, es decir sobre la parte del universo suficientemente conocido para hacer algo así, que es muy poco con respecto a su totalidad.
No hace falta conocer con exactitud todo lo existente para respondernos a los grandes interrogantes como lo es el sentido del universo o el sentido de la vida de los seres humanos; hay indicios suficientes para aceptarlos (si bien no hay acuerdos ni unanimidad al respecto entre los principales científicos)....
Sea el universo bien o mal hecho, sólo advertimos como necesidad (y sentido) adaptarnos a sus leyes...
Algo más al respecto:
https://pompiliozigrino.blogspot.com/2014/02/el-sentido-de-la-vida.html
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