Entre los aspectos observables que han ido reduciendo notablemente el nivel educativo y cultural de los alumnos, tanto de escuelas primarias como secundarias, se pueden mencionar los siguientes:
1- Pobre valoración social del conocimiento
Cuando la educación es valorada sólo como un medio que permite ganar dinero, se pierden los estímulos necesarios para que el alumno adopte el hábito de la lectura y del autoaprendizaje. Incluso se ha llegado al extremo de que el mejor alumno reciba burlas de sus compañeros por cuanto se supone que “se la pasa todo el día estudiando”.
Por el contrario, el atractivo personal de un individuo depende bastante de sus aptitudes intelectuales, ya que toda conversación con alguien instruido se hace interesante y fructífera, por cuanto algo nuevo se ha de aprender.
2- Eliminación de premios y sanciones
Los estímulos y las sanciones han sido eliminados por cuanto el estímulo eleva y la sanción rebaja, atentado contra el anhelado igualitarismo (que se lo confunde con la igualdad). La abolición del sistema de amonestaciones produce en las escuelas los mismos efectos que la despenalización de delitos en la sociedad. En el primer caso promueve la indisciplina, mientras en el segundo caso promueve la delincuencia.
Quien aboga por las amonestaciones, no es una persona represiva, como se supone, ya que en épocas pasadas, cuando cada alumno sabía que tenía límites ante sus acciones antirreglamentarias, las expulsiones eran poco frecuentes. En la actualidad, por el contrario, ante la ausencia evidente de límites, la indisciplina perturba casi totalmente el desarrollo normal de una clase, impidiendo que sea fructífera aun para el alumno interesado en aprender.
El grave problema de la burla se resolvería, o atenuaría bastante, con las amonestaciones y una posterior expulsión del alumno violento (si es que resulta de interés proteger a las víctimas de esta situación y de impedir que el burlesco siga por un camino que lo podrá llevar a la delincuencia).
3- Predominio de los derechos sobre los deberes
Al exigir de los demás el respeto de nuestros derechos, relegamos en nuestra mente nuestros deberes, por lo cual no se cumplirán, como tampoco se respetarán los derechos de los demás. De ahí que, en lugar de buscarse la igualdad, predomina el egoísmo es su forma más déspota, ya que incluso tal mentalidad lleva a algunos padres a agredir a los maestros de sus hijos.
4- Desplazamiento de la prioridad de los contenidos
Ante el surgimiento de las nuevas tecnologías de la información, se cree erróneamente que el alumno ya dispone de abundantes fuentes de conocimiento y que por ello la labor del docente debe ser distinta a la que tenía en otras épocas. Sin embargo, el alumno siempre ha de aprender un tema cuando el docente se lo transmite con ciertos detalles y con la coherencia lógica necesaria para su asimilación (en forma independiente a las miles de páginas de Internet en donde aparezca el tema en cuestión).
Las ideas propias, o creativas, podrán surgir sólo en una etapa posterior a aquella en la que recibe el “conocimiento prefabricado”, como irónicamente se denomina al transmitido bajo el método tradicional; que resulta mucho más efectivo que el actual.
5- Reemplazo del entrenamiento mental por la calculadora
La excesiva utilización de calculadoras impide que el alumno realice el entrenamiento mental necesario para todo razonamiento, y sobre cualquier tema. Ante la pregunta de por qué seguir sacando cuentas mentalmente si existe la calculadora, se puede responder de por qué seguir caminando si existen las sillas de ruedas. La utilización de calculadoras en la primaria, y aun en los primeros años de la secundaria, resulta ser una especie de sacrilegio contra el entrenamiento mental.
El analfabetismo matemático, especialmente el aritmético, impide que una persona pueda hacer estimaciones mentales simples cuando las circunstancias lo requieren, estando totalmente perdidos en caso de no disponer de una calculadora.
6- Reemplazo de los libros
La televisión, como Internet, dispone de figuras de alta calidad que han desplazado a los libros sin figuras en la preferencia de muchos niños y jóvenes. Ambos medios de comunicación no nos exigen el ejercicio mental de conformar nuestras propias imágenes mentales, como en el caso del libro sin figuras. De la misma manera en que el uso excesivo de calculadoras impide el desarrollo de habilidades matemáticas y lógicas, el uso excesivo de la televisión e Internet impide el desarrollo de las habilidades imaginativas, e incluso del razonamiento normal.
Una de las consecuencias inmediatas de este uso excesivo es la pobre comprensión de textos de quienes están acostumbrados a no tener que asociar una imagen mental, surgida de su mente, ante cada palabra o párrafo que leen. En definitiva; produce los mismos efectos no saber leer que no leer nunca.
7- Utilización de la escuela para el adoctrinamiento partidario
Como al frente de los Ministerios de Educación está casi siempre un político antes que un docente (aunque disponga del titulo respectivo), se ha priorizado en las escuelas la enseñanza de una tergiversada versión de la economía de mercado (capitalismo), de la globalización, de los alimentos transgénicos, etc., como la promoción partidaria de políticas populistas y redistributivas.
8- Priorización del método al contenido
En algunas facultades que preparan docentes para el nivel secundario, se advierte que, aproximadamente, entre un 40 y un 50% de las materias son pedagógicas, reduciendo drásticamente la carga horaria de las materias propias de la especialidad. Luego, el tiempo asignado por el futuro docente para la asimilación de los contenidos que luego ha de transmitir, se ve ampliamente reducido, y de ahí seguramente su nivel no será el óptimo. Todo indica que el criterio predominante es darle trabajo a los docentes de Ciencias de la Educación en lugar de pensar en las necesidades de los alumnos y de la sociedad.
También en estos casos se imparte adoctrinamiento político que prepara al docente para promover en las escuelas un sistema político-económico que ha sido abandonado por la casi totalidad de los países del mundo.
9- Desprecio por los métodos educativos del pasado
Si un docente utiliza con frecuencia el pizarrón o hace un dictado, será criticado por usar métodos anticuados, aunque en el pasado no existían los graves problemas de la actualidad. Si un docente sintetiza un tema en el pizarrón y el alumno lo copia en su carpeta, habrá escuchado el tema una vez, lo habrá leído una vez, lo habrá escrito una vez y lo habrá releído antes de la evaluación correspondiente. A menos que el alumno se desinterese por el tema, son cuatros instancias que seguramente le habrán permitido al alumno formarse una idea adecuada del tema.
10- Autosabotaje de sus estudios
Varios son los alumnos que tratan de aprender lo menos posible y de hacer trampas en las evaluaciones, convirtiendo sus estudios en una gran pérdida de tiempo y contribuyendo a una gran pérdida de recursos económicos por parte de la sociedad.
Cuando la diversión y la vagancia son los mayores “valores” aceptados y divulgados en una sociedad, el alumno piensa todo el tiempo en tales “valores” menospreciando el conocimiento impartido en la escuela.
11- Elección del conocimiento “útil”
Con el pretexto del alumno de que algún tema o materia no le ha de servir en el futuro, ya que se dedicará a un trabajo poco vinculado, dejará de lado importantes conocimientos que hacen a la cultura general y a su formación personal. No faltarán los docentes que han de compartir ese criterio dejando de enseñar o de exigir adecuadamente aquellos temas descartados por los alumnos.
Por lo general, todos los conocimientos impartidos tienen su importancia y el alumno debe tratar de salir de la escuela con un amplio abanico de saberes que le permitirá en el futuro seguir alguna carrera universitaria o dedicarse a algún trabajo.
Cuando un periodista, con mucho “sentido práctico”, le pregunta a Luis F. Leloir para qué servían sus investigaciones, recibe como respuesta: “Para ganar el Premio Nobel”, ya que el periodista ignoraba que toda innovación científica, a la corta o a la larga, tendrá alguna aplicación concreta, además de ampliar el conocimiento dentro de la propia rama de la ciencia.
12- Desorientación ante el relativismo
La tarea educativa, en su aspecto formativo de la personalidad individual, se ve cada día más difícil de realizar debido al relativismo moral, ya que al docente cada vez le cuesta más afirmar que “esto está bien” o “esto está mal” por cuanto se considera que no existe el Bien y el Mal en un sentido objetivo. Se supone que tampoco existe una verdad única, sobre determinado aspecto de la realidad, por lo cual tampoco se la ha de buscar (relativismo cognitivo), mientras que tampoco debería buscarse una cultura definida por cuanto se acepta el relativismo cultural.
Si no existen metas tales como el Bien, la verdad y una cultura óptima, no es posible orientar a los estudiantes hacia ciertos ideales que en otras épocas eran definidos con bastante claridad.
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2 comentarios:
Muy de acuerdo con los conceptos expuestos. La Educación que padecemos es producto de los profesionales en Ciencias de la Educación que en nuestro país tuvieron su irrupción en los años 90, copiando de Europa, sobre todo España, sistemas fracasados. Las aberraciones conceptuales se han traducido en magros logros educativos, casi grotescos, que lejos de preparar a los estudiantes para defenderse en un mundo competitivo, los lanza a la vida sin saber hablar, leer, escribir, redactar, comprender textos, y calcular elementalmente. Digamos, se está creando una generación de zombies, que en muchos casos, abonados con el uso de drogas, alcohol, y celulares constituirán una masa que pueda ser colonizada y manejada como animales de tiro, quizás por extranjeros de muy superior instrucción y educación y una reducida élite local. Dadas las actuales restricciones políticas, casi no tengo dudas que nuestro país se encamina a profundizar su actual condición de "miserable" llevándola al podio de los países inviables en el concierto de las naciones.
Es así, lamentablemente.....Todo eso con el apoyo del marxismo cultural estilo Gramsci......
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