El rico, generalmente, es envidiado por quienes adoptan la riqueza material como escala de valores. La envidia implica entristecerse por las posesiones ajenas, o por el éxito personal ajeno. De ahí que, simultáneamente, el envidioso se alegrará cuando al envidiado le ocurra algo malo.
Resulta evidente que el odio, con la envidia y la burla como síntomas, es un atributo propio de las personas inferiores, es decir, que aceptan su inferioridad. De ahí que en algunos países, los políticos en el gobierno acusan a la oposición de emitir "mensajes de odio". De una manera simple, hacen resaltar una supuesta superioridad junto a la supuesta inferioridad de los opositores.
La esclavitud emocional asociada al odio fue advertida por Jorge Luis Borges, quien escribió: "Odiando, uno depende de la persona odiada. Es un poco esclavo de la otra. Es su sirviente”, mientras que Friedrich Nietzsche escribió: “No se odia mientras se menosprecia. No se odia más que al igual o al superior” (De “Citas y frases célebres” de Samir M. Laâbi-Editorial El Ateneo-Buenos Aires 2000).
El odio es utilizado ampliamente en política, especialmente por los sectores de izquierda. Los instantes de "felicidad suprema" le ocurren al izquierdista cuando alguna desgracia le sucede al enemigo; de ahí la expresión de "haber festejado" los atentados a las torres gemelas de Nueva York por parte de la dirigente Hebe de Bonafini, respaldada luego con una adhesión del 55% de los oyentes de una emisora radial de Buenos Aires.
Los ideales del guerrillero Ernesto Che Guevara, según su propia versión, sólo podrán ser conseguidos mediante el odio. Al respecto expresó: “El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así: un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal” (Citado en “Por amor al odio” de Carlos Manuel Acuña-Ediciones del Pórtico-Buenos Aires 2000).
Políticamente hablando, si uno quitara toda referencia al enemigo en el discurso populista o totalitario, perdería toda su fuerza y toda su elocuencia. En forma similar, los individuos que suspenden momentáneamente en sus conversaciones toda referencia al enemigo, se muestran incomunicativos y poco creativos hasta en un simple y elemental diálogo. Además, parecería que en esos casos se les quitara el sentido de sus vidas que consiste en ver liquidado o derrotado a su enemigo (por lo cual tendrían la imperiosa necesidad de cambiarlo por otro).
En cuanto a Vladimir Lenín, líder del comunismo, Bertrand Russell escribió: “Cuando conocí a Lenin, tuve mucha menos impresión de un gran hombre de lo que esperaba; mis más vívidas impresiones fueron de fanatismo y crueldad extremos. Cuando le interrogué acerca del socialismo en la agricultura, me explicó con júbilo cómo había incitado a los campesinos más pobres contra los más ricos: «Y muy pronto los colgaron de los árboles mas cercanos – ¡ja, ja, ja!» Sus risotadas ante el recuerdo de los muertos hicieron que la sangre se me congelara” (De “Ensayos impopulares” – Editorial Hermes – Buenos Aires 1963).
Imitando a los socialistas venezolanos y nicaragüenses, los peronistas califican como "mensaje de odio" a toda crítica que se haga a su gestión de gobierno. La pregunta que surge en este caso es la de saber si idolatrarían a Perón en caso de que el tirano no hubiera promovido el odio y la violencia en la sociedad argentina.
La división de la sociedad argentina, iniciada por el peronismo, resulta ser esencialmente una división ética, antes que social o económica. Para la gente decente resulta totalmente inaceptable que alguien incite a la violencia de la manera en que lo hizo Perón, mientras que el peronista encuentra, por alguna razón psicológica difícil de explicar, cierta identificación con el líder, de ahí la división que el kirchnerismo, en forma bastante similar, trata de mantener vigente. A continuación se menciona parte de los mensajes y directivas de Perón a sus seguidores:
“El día que se lancen a colgar, yo estaré del lado de los que cuelgan” (2-8-46)
“Entregaré unos metros de piola a cada descamisado y veremos quien cuelga a quien” (13-8-46)
“A mí me van a matar peleando” (13-8-46)
“Con un fusil o con un cuchillo, a matar al que se encuentre” (24-6-47)
“Esa paz tengo que imponerla yo a la fuerza” (23-8-47)
“Levantaremos horcas en todo el país para colgar a los opositores” (8-9-47)
“Vamos a salir a la calle de una sola vez para que no vuelvan nunca más ellos ni los hijos de ellos” (8-6-51)
“Distribuiremos alambre de enfardar para colgar a nuestros enemigos” (31-8-51)
“Para el caso de un atentado al presidente de la Nación….hay que contestar con miles de atentados” (Plan político Año 1952)
“Se lo deja cesante y se lo exonera…por la simple causa de ser un hombre que no comparte las ideas del gobierno; eso es suficiente” (3era. Conferencia de Gobernadores, pág. 177)
“Vamos a tener que volver a la época de andar con alambre de fardo en el bolsillo” (16-4-53, horas antes del incendio de la Casa del Pueblo, la Casa Radical, la sede del Partido Demócrata Nacional y el Jockey Club)
“Leña…leña….Eso de la leña que ustedes aconsejan, ¿por qué no empiezan ustedes a darla?” (16-4-53)
“Hay que buscar a esos agentes y donde se encuentren colgarlos de un árbol” (16-4-53)
“Compañeros: cuando haya que quemar, voy a salir yo a la cabeza de ustedes a quemar. Pero entonces, si eso fuera necesario, la historia recordará la más grande hoguera que haya encendido la humanidad hasta nuestros días. Los que creen que nos cansaremos se equivocan. Nosotros tenemos cuerda para cien años” (7-5-53)
“A unos se los conduce con la persuasión y el ejemplo; a otros con la policía”
“Aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden contra las autoridades….puede ser muerto por cualquier argentino. Esta conducta que ha de seguir todo peronista no solamente va dirigida contra los que ejecutan, sino también contra los que conspiren o inciten” (31-8-55)
“Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de ellos” (31-8-55)
“Que sepan que esta lucha que iniciamos no ha de terminar hasta que no los hayamos aniquilado y aplastado” (31-8-55)
“Nuestra nación necesita paz y tranquilidad….y eso lo hemos de conseguir persuadiendo, y si no a palos” (31-8-55)
“Veremos si con esta demostración nuestros adversarios y nuestros enemigos comprenden. Si no lo hacen, ¡pobres de ellos!” (31-8-55)
“Yo pido al pueblo que sea él también un custodio del orden. Si cree que lo puede hacer, que tome las medidas más violentas contra los alteradores del orden” (31-8-55)
“¡Al enemigo, ni justicia!” (Memorando para el Dr. Subiza)
“¡Ahh…si yo hubiese previsto lo que iba a pasar…entonces sí: hubiera fusilado al medio millón, o a un millón, si era necesario. Tal vez ahora eso se produzca” (9-5-70)
“Si yo tuviera 50 años menos, no sería incomprensible que anduviera ahora colocando bombas o tomando la justicia por mi propia mano” (30-12-72)
“Los militares son todos unos bestias” (5-2-73)
(Extractos del Diario “La Nación”, Domingo 4 de Marzo de 1973, página 11)
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1 comentario:
El peronismo traza una división ética y también de pura civilización. Sin ninguna duda Perón se comportó de cara a sus partidarios fundamentalmente como un jefe de banda de delincuentes, y como consecuencia, la sociedad argentina no gana nada con ello, sino todo lo contrario, mientras persista su irradiación por medio de sus sucesores políticos y morales.
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