Si nos preguntan por el mayor acontecimiento positivo mundial de un año, seguramente muchos responderán que se trata del Campeonato Mundial de Fútbol. Ello se debe a la trascendencia que en cada país presenta esta justa deportiva. La fiesta del fútbol, en su etapa inicial, se va convirtiendo en alegrías y decepciones sucesivas, a medida que van quedando en el camino varias de las selecciones nacionales participantes.
AL MUNDIAL NO HAY QUE IR NI AGRANDADOS NI ACHICADOS
A los largo de la historia de los mundiales se han producido hechos que deben ser tenidos en cuenta en el presente. Este es el caso de los equipos que van "agrandados" por éxitos previos y que terminan eliminados lastimosamente. Demás está decir que, si van "achicados" de antemano, también sufrirán una pronta eliminación. El término medio es lo aconsejable.
Con una gran actuación en el Campeonato Sudamericano de 1957 (que dio lugar a la actual Copa América), la Selección Argentina participa en el Mundial de Suecia de 1958. La delantera del 57, integrada por Maschio, Sívori y Angelillo, ya fue vendida a equipos italianos, pero todos piensan que se podrán reemplazar fácilmente. La Argentina, sin participar en los campeonatos del 50 y del 54, por ser "los mejores del mundo", aunque sin demostrarlo, cae ante Checoslovaquia por 6 a 1, de ahí que tal mundial es recordado como el "desastre de Suecia". Se dijo que el informante que debía "espiar" a Checoslovaquia en un partido previo del mundial, no cumplió con su trabajo y prefirió ver un partido más interesante, descontando la supuesta superioridad argentina.
El seleccionado de Colombia, luego de ganarle por 5 a 0 a la Argentina, durante las Eliminatorias para el mundial de EEUU 1994, asiste a EEUU con la falsa creencia en una gran superioridad futbolística. Ese gran error lo pagó con su eliminación en la fase de grupos. Incluso los optimistas apostadores sufrieron ante la derrota contra EEUU, lo que condujo posteriormente al asesinato de Andrés Escobar, defensor colombiano que hizo un gol en contra en ese partido.
Argentina, campeón mundial en 1978, concurre al mundial de España 82, con las figuras del 78 y con aquellas que triunfarían en México 86. Es decir, estarían juntos Kempes, Maradona, Passarella y otros jugadores de renombre, lo que hacía poner optimista a cualquiera. Incluso en los diarios se hacían estimaciones del valor monetario de los pases de tal equipo de grandes figuras. Como era de esperar, ante tal agrandamiento, el seleccionado termina la actuación con 3 derrotas, ante Bélgica, Brasil e Italia, y con Maradona expulsado. Es posible, también, que la Guerra de las Malvinas haya influido en los ánimos de los jugadores, ya que se desarrollaba casi simultáneamente.
Francia, campeón mundial en 1998, concurre al mundial del 2002, en Corea-Japón, con una, aparente, poderosa delantera, que estaba integrada por los goleadores del momento de Francia, Italia e Inglaterra, es decir, Cissé, Trezeguet y Henry, respectivamente. En los primeros tres partidos no logran hacer ningún gol quedando, por supuesto, Francia eliminada.
Durante el mundial de Suiza 1954, Hungría derrota a Alemania por un abultado 8 a 3. Ambos equipos se encuentran nuevamente en la final. Los húngaros comienzan a imponerse por 2 a 0 y olvidan que los alemanes nunca dejan de luchar, adoptando una actitud de relajación. Finalmente los alemanes se imponen por 3 a 2 ante la sorpresa de los húngaros y del público en general.
LOS MÁS GRANDES Y LOS MUNDIALES
En algunas décadas se destaca un jugador sobre el resto, siendo considerado el mejor del mundo, si bien pueden no resultar coincidentes las opiniones. Otras veces, no es posible encontrar algún jugador que se destaque netamente del resto.
Según la mayoría de las opiniones, tenemos a Alfredo Distéfano como el jugador más destacado en la década de los 50. Pelé en los 60. Johan Cruyff en los 70. Maradona en los 80. Ronaldo (el brasilero) en los 90. Messi en lo que va del 2000.
Mientras que en la Argentina se discute acerca de quién era mejor, Maradona o Messi, también se discute acerca de la superioridad de Pelé o de Maradona. En estos casos, se tienen en cuenta los desempeños en los mundiales en que participaron. Debe mencionarse que Distéfano no participó en ningún mundial, ni con la selección argentina ni con la española. Siendo convocado por España para el mundial de Chile 1962, no participó debido a una lesión.
Puede decirse que Maradona fue más que Messi en los mundiales, mientras que Messi fue mucho más que Maradona fuera de los mundiales. Pero muchos consideran que Maradona (1 mundial y 1 subcampeonato mundial) es superior a Messi (1 subcampeonato mundial). Sin embargo, aún cuando Pelé (3 campeonatos mundiales) haya superado a ambos, en la Argentina se considera, casi mayoritariamente, a Maradona como "el mejor jugador de toda la historia".
Si hay alguien "superior" a los demás, necesariamente debe aceptarse que Distéfano, Pelé, Cruyff, Maradona, Ronaldo o Messi han sido "inferiores" a algún otro jugador, lo cual es injusto. Conviene adoptar el criterio acerca de los cantantes y de los conjuntos musicales y advertir que hay distintas modalidades y distintos gustos, sin necesidad de hablar de superiores o inferiores.
LA FINAL DEL 86
En México 86 se enfrentan Argentina y Alemania. El primer gol fue convertido por un defensor, José Luis Brown, quien cabecea un tiro libro, desde el costado derecho, efectuado por Jorge Burruchaga. Al hacer la pelota un comba que la aleja del arquero alemán, Schumacher, éste deja la valla desguarnecida en su salida en vano, permitiendo el cabezazo certero de Brown. Carlos Bilardo comenta que la comba del tiro libre fue premeditada.
Antes del mundial, la esperanza argentina era Daniel Passarella, quien, siendo defensor, terminó en 4to lugar en la tabla de goleadores del Campeonato italiano. Maradona, por su parte, quien había sufrido una fractura el año anterior, no prometía tanto como Passarella.
El primer seleccionado que llega a México fue el argentino, ya que Bilardo, siendo médico, advertía las ventajas de adaptarse con tiempo a la altura de dicha ciudad. Vigilando aún los detalles mínimos, aconsejaba comprar la comida para el plantel en lugares alejados, y distintos, del lugar del hospedaje. Temía alguna forma de "sabotaje", seguramente.
A los pocos días, Passarella toma agua de la canilla, y le cae mal, siendo hospitalizado por unos días sin poder jugar un solo minuto en el mundial. Debió jugar el suplente, Brown, quien fue convocado por Bilardo a pesar de ser un jugador sin club, ya que, por ser un "viejo que está de vuelta", no lo querían contratar en el fútbol argentino. Conocido de Bilardo, queda totalmente disponible para entrenar con la selección.
Luego viene el gol de Valdano, quien recibe una pelota del arquero y comienza una corrida, con paredes mediante, que finaliza en el arco rival. Alemania logra empatar con 2 goles de "pelota parada", algo que indignó tanto a Bilardo que le duraba el enojo hasta cierto tiempo después de finalizado el partido con la Argentina triunfante.
El gol del triunfo lo establece Burruchaga, un jugador de alto nivel que fue opacado por Maradona. Muy bien marcado Maradona, por Lothar Matthäus, Burruchaga cumple las funciones de "director de la selección", como un eficiente mediocampista. Pero, además, era un buen delantero, velocista y goleador, y que, con su "oficio" habitual, logra el tercer tanto. De ahí los completos atributos de un gran jugador.
EL DESASTRE DEL MARACANÁ
El hecho trágico de los mundiales fue el que aconteció en el Mundial de Brasil 1950. El equipo local y Uruguay llegan a la final. Según el formato de ese mundial, con un empate le bastaba a Brasil para ser campeón del mundo por primera vez en su historia. Sin embargo, pierde por 2 a 1 y se desencadena una ola de suicidios, como el de aquellos hinchas que se arrojaban desde lo alto de las tribunas del Maracaná, estadio donde se jugó la final. Las culpas recayeron sobre Barbosa, el arquero brasilero, quien fue marginado por la sociedad durante el resto de su vida. En el segundo gol uruguayo, piensa que el atacante iba a hacer un centro y le deja el espacio justo para el gol.
ITALIA Y LA ORDEN DEL DUCE
Durante el Mundial de Italia 1934, Mussolini amenaza a los jugadores italianos: "Vencer o morir". Al triunfar la selección italiana, queda la duda acerca del posible cumplimiento de esa amenaza. En tal seleccionado juegan cuatro agentinos: Orsi, Guaita, Monti y Demaría.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario