Aunque la Biblia prohibe hacerse imágines de Dios, es común que la gente lo materialice en una forma humana y le asocie atributos humanos. En este caso se imagina a Dios "a imagen y semejanza" de los seres humanos. Luego, se busca tranquilidad espiritual suponiendo que el Dios justo distribuye premios y castigos según la conducta de cada uno. Finalmente, se trata de ser merecedor de los premios y no de los castigos.
Algunos van más allá y le rinden homenajes al Creador bajo diversas formas de adulación, en forma similar a cómo los habitantes de un país totalitario lo hacen con el líder máximo. De ahí que algunos autores aducen que el socialismo es una forma de religión en la cual el cambio casí único es el de Dios por el Estado. Así, las actitudes de algunos creyentes resultan bastante similares a las actitudes del habitante del país socialista, que debe hacer un culto al gobernante ya sea si está de acuerdo con él como si no lo está.
En todos estos casos, se asocia a Dios el atributo de su poder, de su capacidad para actuar en la vida cotidiana de los seres humanos. Si se lo imagina en los momentos de la creación del mundo, se le asocia cierta capacidad de crear lo existente mediante sucesivos golpes de magia, que responden a su libre voluntad.
Desde el punto de vista del científico, en especial del físico teórico, se supone que el ente Creador sólo ha tenido que establecer las leyes que rigen los fenómenos de la escala atómica y nuclear, previendo, eso sí, la futura evolución de la materia y la vida, hasta llegar a conformar la vida inteligente. Esta vez no se valora el poder sino una inteligencia que supera casi infinitamente la inteligencia humana.
El Dios de los científicos (no de todos, por supuesto) se reduce a su obra consistente en esas pocas leyes de la física que son precisamente a las que apuntan las "teorías de todo", o teorías de gran unificación, si bien ninguno supone que va a encontrar las leyes simples establecidas por el entre Creador.
Por lo general, quienes tienen una idea de un Dios de tipo antropomórfico (forma humana) aducen que quienes tienen otra visión son simplemente ateos, y es por ello que rechazan todas las alternativas distintas a sus creencias. Si nos acostumbramos a describir a Dios a través de su obra, las leyes naturales, nos haremos conscientes que nuestra misión en esta vida consiste esencialmente en adaptarnos a las mismas.
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2 comentarios:
El concepto “Dios” descansa en que todo, excepto él, tiene que proceder de algo, pero una vez que se ha admitido que es lógicamente posible que exista una entidad que no ha sido creada por otra, entonces esa entidad primigenia puede ser perfectamente el Universo mismo. Yo personalmente tengo la intuición de que el Universo no ha sido creado, que ha existido siempre, naturalmente con formas variables a lo largo del tiempo.
Si se pregunta ¿de dónde surge el universo? se responde generalmente que surge de la creación por parte de Dios. ¿Y de dónde surge Dios? Se responde que ese es el punto de partida. Luego, si consideramos al universo como punto de partida, se habrá partido de algo menos abstracto y más evidente...
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