Por Ricardo Manuel Rojas
Escucho mucha gente diciendo que la única solución a la inflación es la dolarización.
En realidad, la única solución a la inflación es bajar drásticamente el gasto, dejar de emitir, bajar impuestos, generar reglas estables que fomenten la inversión de capital en actividad productiva e incrementar la producción.
Como todo eso no lo va a hacer ni este gobierno ni la oposición, muchos piensan que dolarizando se pondrán un corset que les impedirá emitir.
Ese razonamiento es ingenuo por varios motivos:
1) Si tuvieran conciencia del problema y quisieran solucionarlo, no necesitan dolarizar, basta con hacer lo que hay que hacer. Se supone que no son drogadictos o enajenados que deben ser controlados. Y si lo fueran, es ridículo pensar que ellos mismos van a ponerse controles externos, cuando tienen en sí las herramientas para curarse.
2) Como no van a reducir el gasto, no tienen margen para subir impuestos y el país está al borde del default, la única manera que tienen para mantener este nivel de gasto es emitiendo descontroladamente, motivo por el cual jamás eliminarían ese poder, para ellos sería como dispararse en el pie.
3) Si dolarizaran manteniendo este esquema de gasto descontrolado, el país explotaría en un mes, porque el gobierno no podría pagar sueldos, deudas ni planes sociales, ni todo aquello en lo que gasta dinero que emite y que ya no tendrá.
4) Si bajara drásticamente el gasto y saneara la moneda, en realidad la dolarización sería innecesaria. Sólo serviría, quizá, como una tranquilidad a futuro, de que a ningún gobierno se le ocurra volver a usar la emisión como financiamiento de gasto. Pero dolarizar sin modificar la estructura de gastos, es una locura que duraría poco antes de explotar.
Las soluciones mágicas no existen. Es bueno recordar que Menem, antes de establecer la convertibilidad, saneó la economía, privatizó empresas estatales, vendió activos innecesarios, desreguló. Recién entonces pudo ir a la convertibilidad.
Pensar que la dolarización es la solución al grave problema económico argentino, es poner el carro delante del caballo. Yo estoy de acuerdo con eliminar el poder estatal de establecer moneda, en un país donde eso se usa para financiar gasto público. Pero antes de hacerlo, hay que sanear la economía. Sin ello, lo otro no servirá de nada.
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1 comentario:
Gasto, gasto, gasto se traduce en impuestos, impuestos, impuestos o deuda, deuda, deuda. Lo primero detrae recursos a la inversión, y por lo tanto a la creación de empleo, lo segundo eso mismo pero dentro de unos años, cuando se deban pagar los intereses. Y por cierto, además de recortar el gasto, también es imperativo hacer una gestión eficiente del mismo. El primer paso para ello es instaurar el Presupuesto en Base Cero, la mejor fórmula para introducir realmente criterios de eficiencia en la administración pública, ya que todas las partidas están en entredicho de entrada y deben justificarse adecuadamente, eliminando la inercia como criterio de validación.
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