En el ámbito de la política y de la economía ocurre algo similar a lo que sucede en el ámbito de la religión, ya que, a la oposición existente entre las diversas religiones, se le suman las divergencias internas a cada religión. Así, frente a los sectores socialistas y totalitarios, surge el sector democrático como una oposición irreconciliable; mientras que, internamente a este sector democrático, aparecen disputas entre las distintas facciones.
El grupo democrático que excede el ámbito estricto de la economía y la política, adoptando una base explícitamente cultural, es el conservadorismo. En este caso, se prioriza la idea de Dios y se la adopta como referencia para ubicar valores culturales tales como libertad, igualdad, justicia, etc. Esta postura es rechazada por los restantes grupos democráticos considerando que la religión debe ser una cuestión individual y subjetiva, que no tiene que trascender al ámbito social.
En realidad, el conservadorismo considera a la religión (cristiana principalmente) en función de la actitud ética que promueve, que poco o nada tiene que ver con las posturas filosóficas o creencias personales acerca del más allá. Si nos atenemos estrictamente al mandamiento del "amor al prójimo", se observa que es la actitud cooperativa necesaria para establecer una sociedad democrática auténtica. Además, para establecer una economía de mercado en la cual ambas partes intervinientes en un intercambio se han de beneficiar simultáneamente, no puede faltar tal actitud orientada a la cooperación social.
Los detractores del cristianismo asocian el amor cristiano al altruismo socialista, siendo actitudes completamente distintas. El amor, cuyo fundamento es la empatía, implica compartir las penas y las alegrías ajenas como propias, lo que conduce necesariamente a un beneficio simultáneo en cada actor de la vida social. El altruismo, por el contrario, significa beneficiar a otros aun a costa de un perjuicio propio, o a través de un sacrificio personal a favor de la sociedad, o del Estado.
El sector liberal es liderado ideológicamente por economistas como Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek. En este caso se promueve tanto la democracia política como la democracia económica (mercado), llegando al extremo (en el caso de Mises) de sostener que la economía de mercado lleva implícita cierta ética cooperativa. Ello no implica que descarte los valores culturales, sino que muestra un optimismo exagerado. De ahí que, mientras que los conservadores consideran prioritaria la ética, varios economistas liberales consideran prioritaria la economía. Quien se manifiesta claramente por el logro de una previa actitud ética favorable a la economía de mercado, es Wilhelm Röpke.
Debido a que la denominación "liberal" fue usurpada en los EEUU por los sectores socialdemócratas, tal denominación sigue teniendo vigencia para los europeos y sudamericanos en su antigua acepción. Aún así, muchos seguidores de Mises y Hayek se denominan "libertarios minarquistas", considerando que debe existir un Estado mínimo, que no perturbe el proceso del mercado. Y aquí surge otro motivo de discusión, ya que, mientras que Mises "no prohíbe" la existencia de empresas estatales, siempre y cuando se rijan por las reglas del mercado y cierren sus puertas cuando den pérdidas, algunos aparentes seguidores adoptan una actitud anti-estatista, considerando incluso que ni siquiera debería haber una educación pública, sino que toda actividad social debería ser privada.
Comienza a vislumbrarse la existencia de un libertarismo de tipo anarquista, o anarco-capitalismo. Si bien podemos imaginar un futuro en el cual toda la gente es buena, de tal manera que no hagan falta policías, militares, cárceles, abogados, etc., constituiría un suicidio colectivo anular el Estado para llegar a ese futuro imaginado. Lo más llamativo del caso es que tales anarquistas rechazan completamente las propuestas conservadoras junto con la religión. De ahi que, pareciera, suponen que la gente se va a hacer buena cuando desaparezca el Estado. Esta postura es tan absurda como la propuesta por Marx, quien suponía que el hombre se haría virtuoso de la noche a la mañana en cuanto se expropiaran los medios de producción privados.
Estamos entonces a un paso del libertinaje, que es la postura ética y mental que asocia a la palabra "libertad" el hacer lo que a cada uno le viene en ganas. En realidad, los sectores liberales consideran que la libertad implica la no dependencia de cada individuo de las órdenes o directivas de otros individuos. Al no estar regidos por decisiones de otros hombres, debemos estarlo por las leyes. De ahí que Cicerón decía que "para ser libres debemos ser esclavos de las leyes". Sin el gobierno de las leyes, y tampoco de otros individuos, se llega pronto a un estado social caótico, como se vislumbra en la actualidad.
La anomia social es promovida por el relativismo moral, concepto propuesto por el marxismo para eliminar la validez de la ética cristiana, para introducir luego el absolutismo moral asociado a aquella ideología. Se llega así a la conclusión de que una parte importante de "liberales" o "libertarios" en realidad promueven tendencias destructivas en forma conjunta con los sectores de izquierda. Tal es así que no es raro encontrar "liberales" que promuevan el aborto y la Ideología de género, en abierta complicidad con los marxistas culturales. Morris y Linda Tannehill escribieron: "Laissez faire significa deja a las personas hacer lo que les plazca, es decir, que todos dejen a los otros por su cuenta para hacer lo que prefieran. Una sociedad de laissez-faire es una sociedad de no injerencia, una sociedad de ocúpate de tu propio asunto, de vive y deja vivir. Significa la libertad de cada individuo de manejar sus propios asuntos de cualquier forma que le plazca...no sólo en el ámbito de la economía, sino en todos los órdenes de la vida".
Los anarco-capitalistas desconocen completamente la moral cristiana (la del beneficio simultáneo) mientras que sólo conocen el altruismo socialista y "la virtud del egoísmo" que proponen. Incluso algunos llegan a decir que "el cristianismo es inmoral". Los autores citados agregan: "El altruismo es la doctrina filosófica que sostiene que aquello que se hace desde la preocupación por el bienestar de los demás es bueno, mientras que es malo si es motivado por la preocupación por uno mismo. Alguna variante de esta doctrina ha sido parte fundamental de casi todas las religiones y filosofías del mundo durante toda la historia del hombre. Uno de los principios religiosos más comunes es que el egoísmo es malo y que sólo una preocupación desinteresada por las necesidades de los demás va a ganar el favor de Dios y del hombre" (De "El mercado para la libertad"-Barbarroja Ediciones-Buenos Aires 2013).
Supuestamente, los anarco-capitalistas están en contra del marxismo. Sin embargo, al interpretar la moral cristiana (por ignoracia o maldad) como promotora del "altruismo", y no del amor, y al igualarla a la "moral socialista", le han "regalado" el cristianismo al marxismo y de ahí que la Iglesia Católica sea una de las principales promotoras del socialismo. El anarco-capitalista no sólo se asocia a la actitud destructiva del marxismo cultural, sino que también favorece la difusión del socialismo igualándolo con el cristianismo. Luego, como ocurre generalmente en las redes sociales, los "nuevos" anarco-capitalistas califican de "marxista" a quien escribe algo a favor del cristianismo, cuando en realidad es al revés.
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7 comentarios:
Respetable Pompilio:
El Cristianismo y toda religión sustentan su moralidad en una disposición o mandato de algo etéreo, sin argumentos soportados en la realidad.
Esa falaz moral ha detenido el desarrollo firme de la sociedad y hasta ha sido baluarte de horrendas aberraciones históricas.
He ahí el mérito del Objetivismo que aporta a la Ética el descubrimiento personal de valores racionales, bien comprendidos y por ende firmes.
A la orden y saludos.
Racional, comprendido y firme no tiene por qué equivaler a más conveniente.
Respetable Pompilio, "Tu subconsciente es como una computadora –más compleja que cualquiera que haya sido construida por los hombres–, y su función principal es la integración
de tus ideas. ¿Quién la programa? Tu mente consciente. Si tú fallas, si no alcanzas a tener convicciones firmes, tu subconsciente es programado por el azar, y te encuentras regido por el poder de ideas que has aceptado sin conocerlas.
La programadora fundamental de tu subconsciente es la filosofía y la calidad de las salidas de una computadora está determinada por la calidad de los datos que se ingresan. Si nuestro subconsciente está programado en forma aleatoria, sus salidas serán semejantes.
En computación utilizan el término "gigo” (garbage in, garbage out), que significa: “Entra basura, sale basura”.
La misma fórmula se aplica a la relación entre el pensamiento de un hombre y sus emociones.
Un hombre conducido por sus emociones es como
alguien dirigido por una computadora cuyos impresos él no puede leer. No sabe si su programación es exacta
o falsa, correcta o equivocada, si lo llevará al éxito o a la destrucción, si servirá a sus fines o a los de algún poder malvado, incognoscible. Él es ciego en dos frentes: ciego al mundo que lo rodea y a su mundo interior, incapaz bb de captar la realidad o sus propios motivos, y vive con terror crónico hacia ambos".
Respetable Pompilio, así de contundente es Objetivismo.
Nunca en soporte a bases etéreas.
Lo acostumbrado es capaz de avasallar la realidad y ese es el mal supremo, más allá de sus usufructuarios.
Revisa tus bases tú y los que nos leen. Suspende ante todos y con sinceridad tus supuestos y aprenderé de ti o viceversa.
¿Estamos?
Y, adicionalmente, breve y concreto como urgidamente lo solicitas respetable Pompilio: Mayoriteo y antigüedad no le dan valor a ningún argumento racional, solamente es instintivo estímulo equivalente al balido del rebaño para confirmar el hambre de la manada.
Agente t: "Conveniente", por definición es comodino, nunca concreto.
V.Gr.: 2+2 no tiene valor comodino, sólo en caso de pretender una postura cínica.
POR PARTES Y EN RESPUESTA A LOS COMENTARIOS QUE ME DIRIGES, RESPETABLE POMPILIO:
EGOÍSMO.- Ni mandamiento ni sugerencia. Es una propuesta filosófica sustentada en el máximo valor, LA VIDA. A partir de ese valor bastante objetivo, cada individuo genera su propio código de valores que no está en conflicto con la benevolencia. Además, el egoísmo ha de ser entendido en la acepción del Webster del idioma en que Rand escribió sus obras. A saber: Doctrina en la que el interés propio individual es el final válido de todas las acciones. Por cierto, esta definición no existe en el diccionario de la Real Academia Española.
Al respecto hay una detallada explicación en “La Virtud del Egoísmo” de Ayn Rand y “Objetivismo: La Filosofía de Ayn Rand” de Leonard Peikoff.
Léelos con atención buscando su esencia no la conveniencia a tu particular molde de preconcebidos que te resistes a cuestionar.
PSICOLOGÍA SOCIAL Y NEUROCIENCIA.- Respecto al tema de las actitudes, es un hecho que la disposición de ánimo (actitud) es generada por las emociones que actúan en respuesta a nuestros sentidos, pero que fueron desarrolladas previamente por el entorno y hasta por la genética.
Y lo explica Rand: el subconsciente tiene almacenadas conclusiones que ya tomamos razonadamente, PERO CON CONCEPTOS DEL ENTORNO NO NECESARIAMENTE APEGADOS A LA REALIDAD. Alguna vez lo hicimos y ahora el subconsciente hace su trabajo sin pasarlo por el filtro de la razón porque ese tipo de aprendizaje es un proceso natural de simplificación de la naturaleza humana. ¿Cuánto tardaríamos en actividades como peinarnos, cucharear, rasurarnos, etc. si cada ejecución las tuviéramos de nuevo que reflexionar? Las emociones despertadas por lo sentidos hacen para entonces su automática labor, generando actitudes que muchas veces se concretan en conductas.
Así pues, tenemos una mentalidad formada a partir de cero desde que compaginan en nosotros los sentidos con la conciencia y, por supuesto, la Neurociencia cada vez más atestigua la ubicación física de esos aprendizajes en nuestro sistema nervioso, especialmente en el cerebro.
CIENTÍFICO VS. FILOSÓFICO.- La filosofía estudia la naturaleza fundamental de la existencia, del hombre, y de su relación con la existencia. En oposición a las ciencias especiales, que sólo se ocupan de aspectos particulares, el objeto de la filosofía se centra en aquellos aspectos del Universo que pertenecen a todo lo que existe. En el área de la cognición, las ciencias especiales son los árboles, pero la filosofía es el terreno que hace posible el bosque.
Objetivismo nunca entra en contradicción con el método científico, todo lo contrario: El método científico sólo corrobora y en forma muy consistente la existencia de la realidad que, en sincronía con LA RAZÓN, son la base de esta filosofía.
RESUMEN: El EGOÍSMO es la propuesta, que no mandamiento, “como solución para los males que aquejan a las sociedades actuales”. La COMPAGINACIÓN ENTRE OBJETIVISMO Y EL MÉTODO CIENTÍFICO ES PLENA, a diferencia de las filosofías sustentadas en, repito, entes o propuestas etéreas que sin ningún sustento sensorial (simple o ampliado tecnológicamente) sólo surgen de la imaginación y que a través de la historia han sido herramienta para sojuzgamiento, enajenación y hasta barbarie.
Finalmente, estimado Pompilo, te invito a que leas con atención y no de conveniente pasada, la propuesta filosófica de Ayn Rand.
Saludos y a la orden.
El hombre se mueve por el mundo en base a dos tendencias básicas: cooperación y competencia. La base de la actitud cooperativa es el amor (como actitud por la cual se comparten las penas y las alegrías ajenas como propias).
Tratar de reemplazar, o desplazar, la ética cristiana por la "virtud del egoísmo" resulta aberrante. El mandamiento cristiano se basa en el concepto de "actitud" de la Psicología Social (y no es algo etéreo como usted falsamente manifiesta).
En cuanto a la moral debe tener una base racional, es oportuno mencionar al neurocientífico López Rosetti que escribió: "El hombre es un ser emocional que razona". La ética puramente racional que propone el objetivismo (egoísmo + racionalismo) seguramente llevaría al hombre a un precipicio moral y a una vida sin sentido.
Pero si usted cree y tiene fe absoluta en Ayn Rand, lo animo a seguir predicando en contra de la ética cristiana (la de las emociones) a favor de la ética randiana (la del razonamiento)....Trate de leer algunos libros de ética y quizá ahí verá que los sentimientos humanos son prioritarios. Incluso, los neurocientíficos, concluyen que, cuando alguien presenta alguna avería cerebral que afecta sus sentimientos, pierde totalmente la capacidad para la toma de decisiones. De ahí viene aquello de que el hombre es un ser emocional que razona...
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