A la historia de la humanidad se le han asociado diversos sentidos, incluido el sinsentido; especialmente para orientarnos en el presente y para vislumbrar el posible futuro del ser humano. Entre ellos aparece el sentido dado en la Biblia, como una lucha entre el bien y el mal, con la sugerencia de buscar el predominio del primero, lo que se ha dado en llamar la "historia de la salvación". En este caso, se supone que la persona virtuosa, partidaria del bien, ha de ir al cielo evitando el castigo eterno. El medio para lograrlo es el acatamiento o cumplimiento de los mandamientos enunciados por Cristo.
En la actualidad, y a partir de la visión que nos brinda la ciencia experimental, se le da una interpretación distinta, ya que en lugar de la palabra "salvación" asociamos la idea de "adaptación al orden natural" (y a las leyes naturales que lo constituyen). Esta vez la adaptación no sólo la genera la religión, sino también la ciencia y la tecnología, si bien es posible considerar a la religión moral como una parte esencial de tal proceso adaptativo, denominado "adaptación cultural del ser humano al orden natural".
Mientras que la palabra "salvación" implica un preparativo para después de la muerte, la palabra "adaptación" implica una preparación para la vida. El mandamiento del amor al prójimo sirve tanto a una como a otra preparación, ya que el camino de la felicidad es el mismo que el de la inmortalidad, en caso de que ella exista.
Por ser tal adaptación un proceso lento y prolongado, se advierte cierta coincidencia con la "historia de la salvación", considerada como una revelación gradual desde Dios a sus enviados. Tal gradualidad, en la actualidad, está asociada a la búsqueda del conocimiento de leyes naturales hasta el momento desconocidas. José Severino Croatto escribió: "La Biblia debe ser vista en su totalidad. No se la puede fragmentar. Los eslabones de una cadena cumplen su función cuando están unidos. Los hechos salvíficos narrados en la Biblia son elementos de un plan que recibe su unidad en Cristo".
"La revelación de Dios en la historia de Israel es progresiva, Cada etapa de la historia de la salvación prepara otra más elevada. Los temas están trabados. Uno condiciona al otro. Este ilumina al anterior. De ahí el papel esencial jugado por la tradición, que suma, valoriza, actualiza las experiencias del pasado. Así crece el caudal de la revelación" (De "Historia de la salvación"-Ediciones Paulinas-Buenos Aires 1966).
Adviértase que la idea de la adaptación resulta independiente de un posible sentido del universo, ya que, aún para quienes duden de la existencia de tal sentido, la adaptación a las leyes naturales aparece como la principal alternativa para nuestra supervivencia. En caso de asociarle un sentido aparente, existe una cercana aproximación entre la ciencia y las religiones bíblicas.
El rechazo a la búsqueda adaptativa genera crisis y decadencia moral. Tal adaptación se reduce a la búsqueda del predominio de la acción cooperativa sobre la inacción y la competencia no asociada a alguna forma de cooperación social. En otras palabras, la supervivencia se logrará con el predominio del amor sobre el odio, el egoísmo y la negligencia, tanto a nivel individual como a nivel social o colectivo.
Supervivencia = Adaptación + Cooperación + Libertad individual
A lo antes expresado se le ha agregado el requisito de la libertad individual, ya que la adopción de una actitud adaptativa y de cooperación deberá surgir de una previa aceptación del individuo de las ideas que favorecen a dicho proceso.
La oposición al éxito de la cooperación social radica, entre otros aspectos, en la creencia de sus adeptos de que el "amor al prójimo" es una propuesta original y exclusiva del cristianismo, por lo que sus seguidores son los "concesionarios exclusivos" de tal propuesta. También así lo entiende el resto de la sociedad, que lo excluye para no entrometerse en una doctrina ajena. Sin embargo, la actitud del amor al próximo es la predisposición a compartir las penas y las alegrías ajenas como propias; actitud asociada al proceso biológico de la empatía emocional y fundamentada recientemente con el descubrimiento de las neuronas espejo.
Cuando advertimos que se trata de un proceso psicológico accesible a nuestro entendimiento, nos parece exagerado suponer que sea necesario que un Dios interviniente en los acontecimientos humanos deba "revelarnos" algo tan simple. De ahí que el mayor mérito asociado al "amor al prójimo" no radica tanto en su comprensión sino en su puesta en práctica como una predisposición permanente a la cooperación social.
Si existe una identidad entre salvación y adaptación, debe existir también una identidad entre ateísmo y rechazo de tal adaptación. Además, tanto el ateo como el no adaptado tienden a promover leyes y gobiernos humanos en reemplazo de las leyes naturales. El ateísmo activo pone en duda toda la tradición existente (sólo falta que alguien discuta por qué debemos caminar sobre los pies y no sobre las manos). De ahí que tanto el aborto como la homosexualidad, prácticas incompatibles con la supervivencia de la humanidad en caso de generalizarse, tienen amplia aceptación en muchos sectores. Suponen que debe la sociedad adaptarse a tales costumbres en lugar de ser sus partidarios quienes se deben adaptar a los que se orientan por las leyes naturales.
De la misma manera en que el ateo activo pretende generalizar el abandono masivo de la tendencia a guiarnos por las leyes naturales, el religioso pretende que todos nos guiemos por dichas leyes, constituyendo una evidente disputa entre los partidarios de adoptar una instancia superior en el Estado o bien en el orden natural. También otros proponen negar la existencia de toda instancia superior.
El ateísmo actual (en el sentido indicado) se advierte en la adhesión existente hacia asesinos seriales como Ernesto Che Guevara y la simultánea aceptación, con cierta naturalidad, de la destrucción "necesaria" de decenas de millones de vidas inocentes para la imposición del socialismo.
También el socialismo, al promover la absoluta y total dependencia del individuo frente al Estado totalitario, tiende a inhibir la predisposición al trabajo y la creatividad de los más predispuestos, como también a anular emocional y mentalmente toda aptitud laboral en las personalidades poco activas, constituyendo la más importante oposición a la adaptación al orden natural y a la supervivencia de la humanidad como tal.
El gobierno de Dios sobre el hombre, o Reino de Dioa a través de la ley natural, es el único medio seguro para la supervivencia de la humanidad, ya que nadie puede garantizar que en el futuro no volverán nefastos líderes como Hitler o Stalin, ya que el hombre-masa siempre está dispuesto a apoyar lo peor. La adaptación al orden natural equivale a la conversión del ateo en creyente. Ernest Renan escribió acerca del ascenso del emperador Cómodo luego del excelente desempeño de Marco Aurelio: "¡Horrible decepción para las gentes de bien! ¡Tanta virtud, tanto amor no dio otro resultado que el de poner el mundo en manos de un descuartizador de fieras, de un gladiador! ¡Después de esta aparición hermosa del Eliseo en la tierra, caer de nuevo en el infierno de los Césares, que se creía cerrado para siempre!...La fe en el bien se perdió entonces. Después de Calígula, después de Nerón, después de Domiciano, no era posible esperar mayores tiranos. Y, sin embargo, después de ochenta años de un régimen excelente, después de Nerva, Trajano, Adriano, Antonino y Marco Aurelio, el reinado del mal se reanuda peor que nunca" (De "Historia de los orígenes del cristianismo"-Argonauta-Buenos Aires 1946).
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